TEXAS

En medio de una pandemia, para muchos es difícil enfocarse en lo positivo alrededor y en las bendiciones de Dios. Sin embargo, el Creador del Universo siempre nos recuerda que aún en medio de las más grandes tragedias en el mundo, la redención no es solo nuestra, es para todos…sin importar la edad o las circunstancias.

Como para muchos, éste tiempo de cuarentena ha cambiado la vida de Doña Leticia Poveda, y “ha sido para bien”, según sus propias palabras. Y es que ha sido en este tiempo de cuarentena que ella conoció el mensaje de amor y compasión de Jesús. Y todo esto utilizando los medios tecnológicos, aunque para la mayoría que está leyendo éste artículo puede ser algo normal, esto significó un gran desafío por ser una mujer de 80 años.

Doña Leticia Poveda, como comencé llamándola, es originaria de Colombia, sin embargo, en los últimos 20 años ha vivido aquí en los Estados Unidos. Los últimos años de su vida los ha disfrutado en una residencia de ancianos en Austin, Texas. En esa residencia fue donde ha pasado éste tiempo de pandemia del COVID-19 y fue donde Jesús la alcanzó de manera extraordinaria.

Ella cuenta que, al inicio de la pandemia, alrededor de abril, vio en un programa de televisión lo que “los adventistas”, como dice ella, estaban haciendo en el mundo por medio de ADRA (Adventist Development and Relief Agency) ayudando y apoyando a la gente con necesidad. Esto le impactó tanto que le pidió a una amiga que le ayudará a averiguar más acerca de los Adventistas del Séptimo de Día, utilizando el internet de su celular.

Ella cuenta que lo que encontró le maravilló. Las universidades, los hospitales y el mensaje de salud. “¡Qué amor de los adventistas por los demás!”, exclamó Doña Leticia cuando la escuché por primera vez hace poco más de un mes. Utilizando el Facebook, la internet, escuchando programas en YouTube, una mujer de 80 años, con la ayuda de su amiga, conoció del evangelio de Jesús. Además, la hermana Leticia, como le llamo ahora, decidió tomar estudios por la plataforma de Zoom. ¡Asombroso! Dios trabaja de manera extraordinaria y el alcánce de la salvación no tiene límites. Dios utilizó la tecnología para llegar a una mujer de 80 años en medio de éste tiempo de pandemia. En nuestro último estudio de la Biblia por Zoom, la hermana Leticia aceptó a Jesús como su salvador y muy pronto estará bajando a las aguas bautismales.

Por medio de esta gran experiencia, Dios me ha recordado que no hay límites para la salvación, que hoy más que nunca las personas están dispuestas a escuchar. Y si bien, la tecnología y las redes sociales son un instrumento grande para llegar a jóvenes. Dios ha demostrado que Él puede utilizar la tecnología para llegar a una mujer de 80 años en un hogar de ancianos. Definitivamente, no hay nada imposible para Dios.

John Arana es pastor del Distrito Austin Central en Texas.