TEXAS

Se me viene a la mente una escena relatada por Lucas referente a los comienzos de la iglesia cristiana. Un puñado de “hombres piadosos” había presenciado, tal vez de lejos, el horrendo apedreamiento de Estaban. Una vez ida la turba, con gran dolor en el corazón tomaron su cuerpo y le dieron sepultura. La joven comunidad cristiana se encontraba en vísperas de una nueva realidad. De la hermosa descripción registrada en Hechos 2:46, donde se nos dice que, “perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón”, a la nueva realidad unos capítulos más adelante donde “Saulo, por su parte, asolaba la iglesia; entrando casa por casa, arrastraba a hombres y mujeres y los enviaba a la cárcel” (Hechos 8:3).

De la noche a la mañana, las condiciones cambiaron. La persecución obligó a muchos a salir de Jerusalén. Sin embargo, y de acuerdo con la descripción de Lucas, “los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8:4). ¿Te das cuenta? El libro, El Conflicto de los Siglos, nos recuerda que en cada crisis que el pueblo de Dios ha enfrentado, ha “redundado en el adelanto del evangelio” (p. 202). Las crisis nos han ayudado a desarrollar nuevas estrategias de avanzada que de otra forma no las habríamos desarrollado.

Recuerdo el 14 de marzo del 2020 estar predicando en una iglesia en Houston. Una semana después, el 21, estar en casa encerrado tratando de entender lo que estaba pasando. Podemos decir que de la noche a la mañana nuestra realidad cambió. La incertidumbre y el temor colectivo formaron parte de nuestra condición emocional. Sin embargo, ha sido dentro de esta crisis donde hemos desarrollado herramientas, estrategias y habilidades que de otra forma no habríamos desarrollado.

En Texas, la pandemia ha permitido que aprendamos nuevas cosas. En poco tiempo nos vimos obligados a aprender cómo aprovechar las oportunidades que ofrecen las redes sociales, y seguimos aprendiendo. Dios nos ha permitido desarrollar una estrategia basada en plataformas virtuales bajo el título Conectados. Durante el verano, establecimos grupos de consulta y unas semanas después ya estábamos en medio de nuestra primera campaña evangelística virtual de una semana bajo el slogan Conectados con Esperanza. Una programación en vivo, sencilla a través de las plataformas de YouTube y Facebook. Nuestro orador fue el pastor Ismael Castillo, desde México. La recepción fue tal, no sólo en Texas, sino más allá de nuestras fronteras que, durante los meses de septiembre y octubre, apartamos un par de noches cada mes y presentamos un programa de diálogo bíblico en vivo con pastores de nuestra conferencia. En septiembre, los pastores de Houston se organizaron para desarrollar el programa de diálogo en vivo Conectados con Su Palabra y en octubre los pastores del área de Dallas Fort Worth presentaron el programa Conectados con Fe.

En noviembre, tuvimos una segunda campaña evangelística virtual de una semana bajo el slogan Conectados con Jesús, con el pastor Alejandro Bullón que nos predicó desde Brasil, y donde se conectaron miles de personas de todo el mundo. En diciembre, un grupo de pastores de San Antonio nos presentó el programa de diálogo bíblico de dos noches Conectados con la Familia de Dios.

Cuando miramos hacia atrás, vemos tal vez a un grupo de adventistas llenos de temor e incertidumbre preguntándose ¿y qué sigue ahora? Adelantamos unos meses y nos encontramos con hermosas experiencias, impactantes historias y conmovedoras anécdotas. Ahora recordamos que siempre que Dios ha permitido una crisis es para que su pueblo siga creciendo, desarrollando nuevas herramientas, nuevas estrategias, nuevos métodos, nuevas habilidades.

¿Cómo vencemos el temor? Confiando en que estamos en las manos de Dios y avanzando seguros de su presencia y dirección.

|Ismael A. Castillo es el Director Asociado del Ministerio Hispano y Evangelismo de la Conferencia de Texas.