Vivir conmigo
Este retiro para el alma se trata de una actividad de dos días. Al principio, la idea de Pati Zubizarreta y Liza Carísimo era que una persona arme su grupo de amigas de hasta 15 o 20 personas, pero como pudieron apreciar la dificultad que representaba que la gente se organice con sus tiempos y el de las demás, habilitaron una fecha concreta abierta para todas las mujeres que quieran hacer este retiro, vayan acompañadas o simplemente solas para disfrutar de un momento personal. El número habilitado de participantes es de 20 y las inscripciones están abiertas hasta que el cupo se llene, pero en el caso de que haya mucha gente interesada, se repetirá la experiencia. El retiro se realizará el 20 y 21 de setiembre. Arranca el viernes 20 con un desayuno en la Quinta Tatano de San Bernardino, y finaliza el sábado 21. “Nosotros les ofrecemos la experiencia y después les hacemos la reflexión de cómo impactó eso en el cuerpo, en las emociones. Es un tiempo para mirarse, para hacer un stop y alejarnos de la rutina, para poder simplemente mirarnos, relajarnos y disfrutarnos”, asegura Pati. “Tratamos de que todo sea desde el disfrute. No nos vamos a enfocar en los problemas. Vamos a ir ofreciendo actividades que disparen cosas que a ellas les pueden servir para la vida cotidiana”, puntualiza Liza. 38 HIGH CLASS
llaman Vivir conmigo, que están enfocados a las mujeres porque también creemos que la mujer sufrió muchos cambios en poco tiempo en cuanto a sus roles”, comenta Pati Zubizarreta. En un momento, la mujer era solamente ama de casa, madre y esposa, pero hoy y, cada día más, la mujer tiene otros roles y se le exige que sea buena en todo lo que hace. “Estamos como en una crisis existencial que hace que perdamos el control de nuestro interior y todo está enfocado para afuera”, agrega. Aunque al principio buscaban crear un centro solo para mujeres, fueron volviendo poco a poco su foco hacia la familia. “Todas las charlas que hacemos para la familia tienen que ver también con el empoderamiento, para que los padres empiecen también a empoderar a sus hijos de las consecuencias que tienen sus actos desde chiquititos”, explica Liza. “Tratamos de teñir esta creencia de que el ser humano se debe hacer responsable de lo que hace y de sus consecuencias, y de mostrarles las herramientas para que las consecuencias sean positivas en su vida. A los padres