juntas detrás de cámaras EVA NOGUERA Y CHIARA CHIRIANI La pintura, la música, el teatro y el baile forman parte de la vida de Eva Noguera desde su infancia, pero quizás la reconozcas por haberse convertido en una de las make-up artist más prominentes del país. Desde muy pequeña, su hija Chiara se sumergió en el mundo del arte para emerger hoy como una de las fotógrafas jóvenes más solicitadas. Ambas forman un equipo imbatible que produce moda del más alto calibre. Como entusiasta de las distintas áreas artísticas en las que incursionó, la vida de la adolescente Eva la llevó al teatro, donde empezó a maquillar a sus compañeros de elenco. Más adelante dio sus primeros pasos laborales, pero en vez de cobrar dinero, ella cobraba con productos de maquillaje que a su vez utilizaba para hacerse conocer como maquilladora social. Mucho tiempo ha transcurrido desde entonces. Hoy, a sus 51 años, es mamá de Chiara y Giuliana, quienes de a poco fueron entrando en contacto con las pasiones de Eva. Una vez que sus hijas crecieron, las tres decidieron tomar un curso de fotografía. “Me tomé el tiempo para hacer algo con ellas y disfruté mucho de eso. Me encanta estar con ellas más que nada, hicimos arte desde siempre. Cuando eran chicas, por ejemplo, pintábamos macetitas juntas”, dice, pero lo que no sabía es que estaba plantando la semilla que más tarde se convertiría en la carrera de Chiara.
Chiara Chiriani se licenció en Diseño Gráfico en febrero del 2013, y para setiembre del mismo año se embarcó para Italia con el propósito de realizar un máster en fotografía de moda en el Instituto Marangoni de Milán. “Cuando fui a visitarla hablé con sus profesores y me dijeron que era muy talentosa, que ellos no habían conocido a una latina con tanto talento”, cuenta Eva, y se deshace en cumplidos para Chiara. Por su parte, Giuli estudia Marketing a la vez que trabaja en la parte administrativa de la empresa. Aunque todavía está en la universidad, no deja de lado sus intereses creativos, pues pinta, adorna cajas y también toma fotos. “Se puede notar que todo lo que hace ella es con mucha creatividad”, cuenta Eva.
Generando estÉtica No obstante, cuando a Chiara y Eva les toca trabajar juntas, toda su relación familiar queda del otro lado de la puerta. Ambas se convierten en profesionales para negociar con clientes o presentar proyectos. Y es que madre e hija producen campañas fotográficas para importantes clientes paraguayos. “Todo empieza con un proyecto que lleva una a dos semanas previas a la sesión. Se trabaja dependiendo de lo que el cliente quiera, investigamos sobre lo que está buscando”, comenta Noguera. Muchas veces tratando de reducir costos se encuentran trabajando solamente entre las dos, usando su experiencia conjunta para hacer producción, estilismo, escenografía y lo que sea necesario para volver tangible la idea. Su hoja de vida las convierte en un equipo ideal para comprender la estética que
quieren transmitir. Luego de la sesión fotográfica, la misma Chiara se encarga de retocar las imágenes y diseñar la gráfica de la campaña. “Generamos un contenido para que el producto tenga más valor”, aseguran. “Trabajar con Eva hace que todo sea más rápido”, dice Chiara, quien prefiere usar el nombre de pila de su mamá con los clientes para recalcar su profesionalismo. Y agrega: “Cuando le explico lo que necesito, ella entiende porque estudiamos juntas historia del arte”. En sus visitas a Chiara en Milán, Eva aprovechó para estudiar con ella y, claro, trabajar juntas en algunas sesiones fotográficas para marcas italianas. Cuando trabajan juntas, un intercambio de miradas es suficiente para hacer las observaciones que no necesitan decirse en voz alta. “Yo aprendo muchísimo de ella, tiene la paciencia para enseñarme. Crecí cuando fui a verla y ella empezó a enseñarme para estar en la misma sintonía. Para interpretar sus ideas yo tenía que estudiar lo que ella estaba aprendiendo”, puntualiza Eva. La maquilladora está segura de que ya no le gusta trabajar con otros fotógrafos porque, a sus ojos, Chiara tiene el nivel necesario para realizar producciones de altísimo nivel. La experiencia de Chiara con la moda tiene sus raíces en las primeras sesiones que realizó. Madre e hija confiesan que su interés por las cámaras surgió de la necesidad de encontrar un fotógrafo que pudiera captar fielmente el trabajo de maquillaje de Eva. No es de extrañar que tanto tiempo después, la make-up artist siga prefiriendo la mirada de su primogénita a la hora de retratar sus campañas o trabajos para revistas y fascículos.
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