
3 minute read
EDITORIAL Marzo/Abril 23
A nuestros lectores
El año pasado, la nación israelí, ocupó el segundo lugar en inversiones en materia de proteínas alternativas, después de Estados Unidos, recaudando 454 millones de dólares en capital. En este sentido, el gobierno de Israel, tiene en la tecnología alimentaria, una de las 5 prioridades para otorgarle una inversión significativa en los próximos 5 años. Todo ello gracias a este nuevo modelo de negocios basado en las startups - empresas de bajos costos que ofrecen productos o servicios apoyados en lo último de la tecnología - tal como inició Steakholder Foods, una compañía de alimentos, con sede en Rehovot, Israel, que ha anunciado soluciones para producir una variedad de productos de carne de res y pescado (mero y anguila), así como materia prima para cortes enteros impresos en impresoras 3D. La creación de la primera bioimpresora, de alto rendimiento, creada por ingenieros mecánicos y biólogos celulares, puede imprimir a un ritmo elevado con extrema precisión y manteniendo la célula viable durante todo el proceso. La carne impresa en 3D, se está dando a conocer como carne limpia, pues es producida en ambientes limpios, sin hormonas, ni patógenos, que evita el sacrificio animal, la producción masiva e intensiva, y la contaminación por gases de efecto invernadero, residuos, uso de electricidad y agua a gran escala y las emisiones que proceden de las diferentes fases que envuelven a la industria de la carne. Otra empresa del mismo ramo, Redefine Meat, inició en 2021 con la fabricación de cortes enteros de carne con base en proteína de soya, garbanzos, betabel, levadura y grasa de coco, es decir, carne con base vegetal pero que tiene la apariencia, textura y sabor de la carne animal, pues crean las fibras musculares de la carne. De acuerdo con esta empresa, la producción se realiza en dos plantas ubicadas en Tel Aviv y Países Bajos, superando una producción de 15 toneladas por día. Este tipo de cortes, que ya llegan a restaurantes cuestan alrededor de 40 dls. por kilo y el solomillo es la pieza más demandada. Beyond Meat e Impossible Foods son otras empresas que han hecho lo propio con carne molida para hamburguesas y salchichas en los mercados alemán, bretón y de Países Bajos. Beliver Meats, es otra empresa productora de carne, pero carne de cultivo, ésta se produce extrayendo células vivas de un animal, las cuales se introducen en unos tanques de acero inoxidable, donde se replican hasta producir una estructura, sabor y consistencia similares a las de la carne que procede. La empresa ha logrado reducir el costo de producción de pechugas de pollo de 450gr. de 15 a 6.80 euros. Y considera que cuando su fábrica trabaje a toda su capacidad, estaría produciendo 10 millones de kilos de carne al año. La producción de leche sin vacas, no podía quedarse atrás, por lo que Remilk, otra startup israelí, ha producido leche y productos lácteos cultivados a través de proteínas de leche y un proceso de fermentación que las vuelve químicamente idénticas a la leche de vaca pero “libre de lactosa, colesterol, hormonas de crecimiento y antibióticos”. Lo cierto es que aún faltan muchos estudios sobre el desarrollo de estos productos a nivel comercial y a nivel de la salud humana, es decir, no sólo hace falta ver cuáles serán los niveles nutrimentales que aporten este tipo de productos y qué riesgos traigan consigo. Por lo pronto mejor sigamos disfrutando de un buen bife de las reses que pastan libres en el campo.
Advertisement