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NECROPOLÍTICAS: DE UNA ESCALA A NUESTRA PIEL

Profundizando en el impacto del colorismo en los feminicidios y casos de niñas y mujeres desaparecidas en Puerto Rico.

por Alejandra Rosa Revista étnica comisionó y desarrolló una investigación que analiza, desde un lente antirracista, estadísticas de feminicidios y personas femme desaparecidas entre 2013 y 2021. Compartimos aquí los hallazgos y viñetas del proceso. Recordamos meses de trabajo convencides de que recordar, a veces, mueve el tiempo. Trigger warnings: transfeminicidio, feminicidio, racismo, colorismo.

El 60% de las víctimas de feminicidios en el 2020 fueron mujeres visiblemente negras, arrojó el estudio comisionado por Revista étnica. La investigación: Necropolíticas, Violencia de Género y Feminicidios en Puerto Rico, conducida por Miriam Morales Suárez, destacó que el 61% de mujeres desaparecidas en Puerto Rico entre 2013 y 2021 fueron personas afrodescendientes. Además, el 67% de las mujeres y niñas asesinadas en el 2019, cuyas fotografías fueron analizadas en este estudio, fueron identificadas como personas visiblemente negras. Meses antes de llegar a estos hallazgos, Gloriann Sacha Antonetty, fundadora de Revista étnica, consciente de cómo en el archipiélago la falta de estadísticas oficiales y confiables sobre racismo en Puerto Rico constituye una constante violencia contra comunidades racializadas, intencionó el esfuerzo investigativo de Morales Suárez. Antes hubo rutas. Cuando Antonetty las recuerda, llega a su memoria la raíz del “interés que despertó la colega y mentora, María I. Reinat Pumarejo, fundadora de (la organización) Colectivo Ilé: ¿cuántas de las mujeres asesinadas son evidentemente negras? Esa era la gran pregunta que una vez María compartió conmigo. Con nosotras. También hubo otra ruta… trazada por otra de las colegas de Colectivo Ilé, Mariluz Franco, quien junto a otras investigadoras como Isar Godreau ya habían realizado de manera innovadora, investigaciones para tener datos de lo que no queremos hablar: el impacto del racismo y el colorismo en nuestras poblaciones y comunidades negras”. Así el contexto, el equipo de Revista étnica se dio a la tarea de continuar profundizando estas inquietudes. Intentar reconstruir el proceso de reportería será siempre eso, un intento. En el intentar vive toda una complejidad de

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entendimiento. De ahí que aquí, recordar sea un acto político que, a veces, mueve el tiempo. . . . Siete tazas de café. Siete abrazos matutinos. Siete personas negras deciden cómo hablar sobre necropolíticas, en un salón en Hato Rey, San Juan, Puerto Rico. Se miran. Utilizan la escala para analizar quién desde la mirada de quién es más oscure, más clare. Se sientan ante cientos de fotografías de mujeres y niñas femme desaparecidas. Categorizar toma minutos. Lo hacen repetidas veces, en pares, toman turnos. Personas evidentemente negras con personas negras de piel clara, viceversa, personas evidentemente negras con personas evidentemente negras, personas trans con personas cisgénero, personas cuir con personas “straight”; distintos lentes, existencias, analizan. Una constelación de miradas negres intentan entender las grietas de un sistema tan roto, que hasta entre elles mismes, genera distancias. Para categorizar cuántas mujeres y personas femme evidentemente negras fueron asesinadas entre el 2019-2020 y desaparecidas entre 2013-2021, Miriam Morales Suárez utilizó una escala. “Una escala de color de piel de 1 al 6 — donde 1 representa el color de piel más claro y 6 representa el más oscuro”, describe la investigadora. Esta metodología fue utilizada antes por las también investigadoras Godreau, Morales, Franco y Suárez, en su estudio Color de Piel y Desigualdad, entre otros. “Durante el proceso de clasificación utilizando la escala de color de piel, pensé en lo complejo de las clasificaciones raciales en Puerto Rico. La posibilidad de expresividad que ofrecen las escalas de color de piel e incluso las discrepancias que cargamos nosotres en el equipo editorial por cómo nos han condicionado a ver el color de piel en relación con la raza”, reflexionó Morales Suárez tras culminar el proceso investigativo. . . . Tres tazas vacías, tres a medio tomar y una

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vacía acompañan a siete periodistas. El equipo de Revista étnica se prepara para apoyar el proceso de validación de información de la investigación Necropolíticas, Violencia de Género y Feminicidios en Puerto Rico. Para hacerlo, utilizarán entre elles mismes la escala de clasificación por color de piel utilizada por Morales Suárez. Se miran entre elles. Reconocen su posicionalidad, desde su piel, género, accesos y privilegios. La conversación es incómoda, una incomodidad mediada por una ética del cuidado, de la honestidad radical, del respeto como primer lenguaje. Se cuestionan cómo se vive la negritud y la cultura negre en el Caribe, en Puerto Rico, cómo cruzan un cuerpe trans, un cuerpo cisgénero. A quién se le cuestiona su negritud, a quién no. Cómo cuerpes negres en Puerto Rico viven las palabras racismo, colorismo, machismo, transfobia. Quién debe hablar sobre esto, quién no; quién decide, quién tiene poder; cuándo habla el poder, y cuándo se reclama el poderío. Una persona negra dice que, en una escala del 1- 6, se identifica como un 4. Una persona negra le responde que elle le ve como un 3. Una persona le dice a otra persona del equipo, que ahora, que tiene trenzas, le ve la piel más oscura, más negra. Una persona negra piensa que no debe escribir sobre negritud. Una persona recuerda que a sus ancestras le asignaron tareas más dolorosas por su color de piel. Una tríada de palabras ancla el proceso: pigmentocracia, necropolítica y colorismo. Palabras cuya ausencia en los libros de educación pública del país, violenta. Palabras que tendrían que discutirse más. Palabras que aquí, desde un periodismo antirracista, insistimos en visibilizar: pigmentocracia, necropolítica y colorismo.

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Pig-men-to-cra-cia. El equipo del proyecto antirracista Afroféminas define pigmentocracia como una jerarquía social basada en el color de la piel humana, que refuerza las distinciones de clase, género, religión y origen étnico. Dentro de una pigmentocracia, explican, los miembros de la sociedad usan el color de la piel como el parámetro más importante para juzgar a otros miembros de la misma. Ne-cro-po-lí-ti-ca. Teoría propuesta por el filósofo Achille Mbembe que busca dar cuenta de “aquellas figuras coloniales cuyo proyecto central es ... la destrucción material de cuerpos humanos y poblaciones”— y como esta se ve reflejado en el nivel de urgencia que se refleja en el manejo de casos de feminicidios y desapariciones de mujeres negras —en muchos casos empobrecidas—. Co-lo-ris-mo. La Guía Antirracista para Periodistas Hispanohablantes en los Estados Unidos define el colorismo como un “trato diferenciado que se le da a una persona por la tonalidad de su piel, generalmente dentro de su propio grupo étnico o nacional. Se utiliza para resaltar el hecho de que cuanto más oscura es la piel de una persona, más sujeta está a los prejuicios y más vulnerable a los efectos del racismo en la sociedad, incluyendo al rechazo por parte de los miembros de su propio grupo cultural”. “Para las mujeres negras, las vulnerabilidades embestidas en el estado racial patriarcal confabulan para perpetuar el silencio y la invisibilización cuando experimentas las múltiples violencias que se desprenden de estos sistemas interconectados de opresión e incluso sus cuerpos son encontrados o desaparecidos”, explicará Morales Suárez cuando el sonido de las máquinas de café no le sea trasfondo, en la reunión del equipo de étnica. Apalabrará esta certeza, y los números se harán rostros, las palabras silencios, y las preguntas, motores de urgencia para nunca, ni por un instante, negociar nuestro derecho a existir.

. . . . Una persona trans no binaria negra se percata, en plena reunión matutina, que si a sus mejores amigues o a elle le asesinan, el Estado les violentará cuando se registren -si se registran- sus muertes, nombrándoles con un género, que no les pertenece, no les representa, no les es. Elle no es mujer. Es una persona no binaria, pero con toda probabilidad, si desaparece, eso leería su expediente. En Puerto Rico, el Estado no reconoce el no binario como un género. El no binario es un género que no entra dentro del espectro binario femenino-masculino, transgrede esa identidad, asignada al nacer. Un gran sector de la comunidad no binaria en Puerto Rico se identifica como miembro de la comunidad trans.

El National Center for Transgender Equality reportó que, en los primeros siete meses del 2020, la cantidad de personas trans bajo sospecha de haber sido asesinadas ya había sobrepasado el monto total de trans feminicidios del 2019. Según un estudio publicado por Human Rights Campaign, en el 2019, el 91% de las mujeres trans asesinadas en Estados Unidos, eran negras. La tarde avanza. Ya no es de mañana. El café casi cierra. El grupo de periodistas continúa generando preguntas para profundizar su ruta de reportería. Une periodista no binarie se cuestiona por qué hay un asesinato de un hombre trans bajo la estadística de transfeminicidio. Una consulta a Yeivy, activista trans y co-fundadore de la organización La Sombrilla Cuir confirmará horas más tarde que “un transfemicidio implica que la persona asesinada es una mujer trans o una persona femme trans”. Un silencio que arde quedará en el aire. Se sentirá en el pecho un peñón muy grande como para caber en la tráquea. Pero volverán al teclado con fe en la escritura. Saben que no es poca cosa nombrar. No es poca cosa preguntar. No es poca cosa, desde un dolor, imaginar, apalabrar, proponer, otra conciencia de país. Una en donde nuestras identidades intersectan hasta las estadísticas que aún no existen. No es poca cosa con y sin luto, transitar muerte, con y sin las estadísticas inexistentes desde el Estado, insistir en practicar afroperiodismo. . . . . . . Este equipo de periodistas pertenece a la única revista impresa antirracista de Puerto Rico fundada para, desde y por, personas negras. Este equipo de periodistas es 6,5,4; es negre. Este equipo de periodistas, encuerpado por personas cuir, no binarias, cisgénero, mujeres y hombres, narra la negritud en Puerto Rico. Este equipo es equipa, equipe: es étnica. Escribe. Y está -estamos- aquí. El equipo investigativo y editorial estuvo compuesto por: Miriam F. Morales Suárez, Dra. Idania Rodríguez Ayuso, Alejandra Rosa, Esther M Andrade, Kiana Soto Andrades, Gloriann Sacha Antonetty Lebrón y Yamary Sánchez Manso. Pueden acceder al reporte de la investigación en:

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