Edificación Cristiana 298 - 2021

Page 1

EDITORIAL

Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. Salmo 119:114 (NVI)

EC www.edificacioncristiana.com Nº 298 * Marzo - Abril 2021 Precio 3.90€ / PDF 1€
La Sana Palabra del Pueblo de Dios Hacia la otra Orilla

Roca y Arena

Nadie duda que no estábamos preparados para una pandemia. Aunque es natural, ¿quién se iba a imaginar que una cosa así podría ocurrir?

Sin embargo, separémonos del momento en que se declaró la COVID-19. Hace algo más de un año, recién salida de una crisis financiera de 7 años acrecentada por la burbuja inmobiliaria, buena parte de la economía de nuestro país había buscado de nuevo un fundamento en el sector servicios (ocio y turismo), huyendo otra vez del esfuerzo de invertir en creación de industria, generación de patentes, investigación y desarrollo tecnológico, cuyos beneficios tardan en llegar un tiempo, pero consolidan una economía equilibrada, con menor riesgo en un solo sector tan dependiente. España es el país de la UE, en que más empresas han cerrado, más personas han terminado en ERTE/ERE, más rápido ha sido el incremento del desempleo y más lento se recuperará.

Lejos de tomar posiciones de juicio y condena a quienes han invertido mucho para crear nuestro tejido empresarial, que bastante tienen con soportar lo que les ha caído encima, será útil preguntarnos: ¿Aprenderemos de esta? ¿Cambiará el objeto de las nuevas inversiones tras la pandemia? En lo público y lo privado, ¿se tendrá en cuenta que buscar el beneficio inmediato nos deja en manos de las circunstancias y provee poca o nula capacidad de resistencia ante turbulencias, más o menos previsibles?

Profundizando desde la empresa a la forma de vida individual, quizá hay mucho de improvisación y exceso de confianza en el menosprecio del evangelio y la salvación por una falsa seguridad de ser fuertes y dueños de nuestro destino. Se puede decir que nuestra economía refleja un estilo de vida. ¿Sobre qué fundamento edificamos? El suelo blando, arenoso, sedimentario, se perfora con facilidad, se construye con poco esfuerzo, pero elegirlo para edificar es fruto de la ignorancia o de la arrogancia. Quien sabe de construcción busca el terreno rocoso para apoyar su edificio. A menudo la roca está unos metros más profundo. Solo hay que excavar más para encontrarla. Quien reconoce su debilidad y su pecado, también busca un fundamento para su vida más fuerte que uno mismo.

Cristo es la Roca para cada vida y la iglesia local tiene el encargo de anunciarlo a toda criatura. Eso incluye a todos los hombres y mujeres de negocios, emprendedores cuya necesidad de arrepentimiento y perdón puede llevarles a ver sus empresas como instrumentos de adoración, bendición y justicia; a fundamentar la economía, más en sectores estratégicos y menos en dividendos fáciles y cortoplacistas; a la reinversión de beneficios en desarrollo, respeto por las personas y el medio ambiente, reservas para tiempos de escasez y cambios forzosos. La casa sobre la arena no resistió las inclemencias meteorológicas que, por fuertes y devastadoras, no dejaban de ser naturales. Quiera Dios que, por medio de la proclamación de su evangelio, muchos encuentren la Roca bajo la arena y vengan al conocimiento de la verdad, que es Cristo. Mt.7:24-27; 1Ti.2.3-5

C/ Trafalgar, Nº 32 2ª A C.P. 28010 Madrid. Tel./Fax +448 89 68 revistaedificacioncristiana@gmail.com web www.edificacioncristiana.com

Director : Antonio Ruiz - Redactor Jefe : David Vergara

Redacción : Alberto Arjona, Orlando Enríquez, Jorge Saguar

Archivo y Digitalización : César Rivilla

Administración : Marco Llave

Colaboradores :

Andrés Birch, Daniel Pujol, Alison Barrett, David Robles, Pedro Puigvert, Julio Martínez, José Moreno Berrocal, Daniel Benítez Vega y Mariano Pérez.

Diseño y Maquetación : Marco Llave

Créditos fotográficos: Banco de imágenes EC. www.pixabay.com, www.pexels.com, es.wikipedia.org, pág. 15, 25, 26, 27 y 30 portada “jplenio”, contraportada “el_vago_ calles”. Editada por el Centro Evangélico de Formación Bíblica (CEFB)

Empresa periodística 1.228 Depósito Legal: M-12670-1969 Tirada de 700 ejemplares.

La redacción no se identifica necesariamente con las opiniones vertidas por los colaboradores en sus artículos. Permitida la reproducción de artículos o noticias de ésta publicación, siempre que se cite su procedencia y autor.

Mar - Abr 2021 2 Edificación Cristiana Minieditorial
editorial
Serie : eScatología
Serie : ecología
Serie : SerMón Profético 30 doble click 34 el lazarillo o la neceSidad... 40 in MeMoriaM : Pedro ingléS Sumario
Minieditorial 4 Serie : el eSPíritu Santo
artículo : llaMadoS a la libertad (2ª) 21 Serie : la gran coMiSión 28 oir la Palabra 32 libroS de ayer y Hoy 35 MáS libroS, MáS libreS
3
7
17
25
2
12
Edificación Cristiana
44 rincón Poético

Hacia la otra Orilla

Seguimos navegando en las aguas revueltas de este mar de pandemia, ola tras ola. En el momento de escribir estas líneas, parece que la tercera de las olas amaina un poco, pero también que tardaremos más de lo deseado en ver la mar en calma y llegar a buen puerto. Vemos que nuestros líderes han contribuido en ocasiones a la confusión, enviando ambiguos mensajes en los que se confunden el deseo y la necesidad con la verdad. Lo mismo ocurre en ese cacareo mundial en el que a veces se convierten las redes sociales, donde cada cual graba su vídeo disfrazado de erudición o emite su tuit contribuyendo a la cultura de la queja, la desesperanza y la ira, tan destructivas siempre, ahondando aún más en la crisis de la verdad en la que estamos inmersos hace mucho tiempo. En fin, no es fácil marcar el rumbo de travesías para las que no existen cartas de navegación bien definidas. Por eso, entre otras cosas, los cristianos oramos por quienes están al frente, tanto de la micro como de la macro gestión, independientemente del color político, con el fin de que haya paz, tranquilidad, y se provea de un entorno en el que podamos vivir la vida que Dios quiere, de manera digna.1 Al inicio de esta crisis de salud, nosotros, los cristianos, nos llevamos, como todos, el susto inicial, hace aproximadamente un año y nos quedamos un tanto paralizados, buscando delante del Señor la manera de seguir fieles a su llamado en medio de la adversidad del momento. En esta revista ya nos hemos hecho eco de muchos de los aspectos que han requerido adaptación, procurando ser de ayuda en este sentido. Pero tras el susto y la adaptación en clave interna, hemos de levantarnos y seguir. Hay mucho que hacer en medio de esta generación. “Oracción”, podría ser una buena propuesta. Orar y actuar guiados por el Espíritu Santo, conforme a su Palabra. La misión de la iglesia sigue siendo adorar a Dios, crecer en Él siendo edificados mutuamente, y ser sal y luz en medio de un mundo necesitado, implicándonos de todas las maneras posibles en compartir y encarnar el mensaje del evangelio en nuestra Jerusalén y hasta la última tribu de la tierra, digan lo que digan los antropólogos. Al fin y al cabo, “la iglesia es el cuerpo de Cristo, la plenitud de aquel que todo lo llena…”2 ¿Cómo sabrán nuestros conciudadanos que Cristo vive? No, en primer término, porque seamos hábiles en el manejo de una apologética restringida a la dialéctica verbal. Ni tan siquiera por ser maestros en el uso de las redes sociales. No. Sabrán que Cristo vive cuando lo vean en nosotros, tanto individual como corporativamente, como iglesias coherentes. El cuerpo de Cristo en acción. Por eso vemos que la estrategia evangelística en el Nuevo Testamento era fundar iglesias locales, porque cuando son fieles al llamado, se verá que Cristo está presente en ese

entorno. Él nos puede ayudar a ir en Su nombre. Ser, de alguna manera, sus manos, sus pies, su voz. De hecho, él nos envía a los demás como el Padre le envió.3 El que brillemos con su luz, que seamos luminares, tiene mucho que ver con que nuestro estilo no sea el habitual en el mundo: murmuración y la discusión continua, como Dios nos recuerda en su Palabra.4 Por eso es imprescindible que le pidamos al Señor que nos capacite para servir como él nos sirvió, ya sea que algunos lo hagan con el EPI5 puesto u otros lo hagan llenando de sentido cristiano la cotidianidad esperanzada en su vida diaria. Nos rodea el sufrimiento como hacía tiempo que no conocíamos en este país. Ahí tenemos el dolor, la ira, la frustración, la pérdida, la incertidumbre, la irresponsabilidad de algunos que, pese al clamor de los médicos intensivistas que decían estar saturados, no guardaban ninguna de las medidas de seguridad. Decididamente ajenos al riesgo, como cuando predicamos el evangelio y la respuesta es de calculada indiferencia u oposición, como si no fuera con ellos… Pues sigue siendo hora de ser canales del amor de Dios a un mundo muy necesitado, y ser portadores de esperanza, ajustados los cinturones de seguridad en este barco que se mueve, tranquilos, porque en las travesías difíciles, si él está en la barca, seguiremos achicando el agua bien agarrados, sabiendo que el viento y el mar, que nos dan de lleno en la cara, no van a soplar más fuerte de lo que Jesús permita, sin olvidar, como nos suele pasar y les sucedió a los apóstoles, que Jesús había dicho: “pasemos al otro lado”. Y si él lo dice, será. Llegaremos a la otra orilla a su tiempo.

Notas

1. 1 Timoteo 2:2

2. Efesios 1:23

3. Juan 20:20

4. Filipenses 2:14-15

5. EPI: Equipo de Protección Individual, que los sanitarios usan para protegerse del contacto de la COVID

Nº 298 3 Edificación Cristiana editorial

El Espíritu Santo en la vida de la Iglesia

Como vimos en el artículo anterior, el Espíritu Santo obra en la vida de cada creyente, y ¡de cuántas maneras! Pero también obra en cada comunidad de creyentes, en cada iglesia local. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en el pueblo de Dios? Pues, su papel principal, aunque no el único, es dando dones a todos los creyentes.

¿Dónde habla la Biblia de este aspecto del ministerio del Espíritu Santo? Hay cuatro pasajes especialmente importantes: Romanos 12:3-8; 1.ª de Corintios 12 (entero); Efesios 4:7 y ss.; y 1.ª de Pedro 4:10-11.

Vamos a ver siete cosas que enseña el Nuevo Testamento sobre el Espíritu Santo y los dones que él da:

1. El Espíritu Santo da dones junto con el Padre y el Hijo

Se habla mucho de los dones del Espíritu Santo y menos de los dones del Padre o del Hijo, pero todas las obras de Dios hacia fuera de sí mismo son obras trinitarias. Al igual que la obra de la creación y la obra de la salvación, la obra de dar dones a los creyentes también es una obra del Dios trino, sin quitar nada del hecho de que es el Espíritu Santo quien de forma especial reparte esos dones.

En Romanos 12, en el contexto de los dones dados a los creyentes, el apóstol Pablo habla de “la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (v. 3b), y en ese pasaje no hay ninguna mención explícita del Espíritu Santo.

En 1.ª de Corintios 12, el pasaje más extenso sobre el tema de los dones, aunque el énfasis cae claramente sobre el Espíritu Santo, no están ausentes el Padre y el Hijo: “Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo” (vv. 4-6).

En Efesios 4 Pablo escribe: “A cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (v. 7), y a continuación habla de los dones dados a la Iglesia por el Hijo ascendido.

Y el apóstol Pedro dice que los creyentes hemos de ser “buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 P. 4:10), y habla del poder “que Dios da, para que en

todo sea Dios glorificado por Jesucristo...” (v. 11), otra vez sin ninguna mención explícita del Espíritu Santo.

No digo esto para quitar nada del papel fundamental y maravilloso del Espíritu Santo en dar dones a los creyentes, sino porque no se habla lo suficientemente del Padre y del Hijo en el contexto de los dones espirituales.

2. El Espíritu Santo da dones de manera soberana

La frase clave aquí es la de Pablo en 1.ª de Corintios 12:11: “Todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” El Espíritu Santo es el que hace “todas estas cosas” (relacionadas con los dones); es él quien reparte los dones, decidiendo a quién dar cada don, etc.; y lo hace todo “como él quiere”. ¡Sería difícil darle más énfasis a la soberanía del Espíritu Santo en el reparto de los dones espirituales! No siempre se reconoce este hecho; a veces la voluntad que parece predominar no es la voluntad soberana del Espíritu Santo, sino la voluntad atrevida del creyente.

3. El Espíritu Santo da dones por la gracia de Dios

En todos los pasajes bíblicos que hablan de los dones espirituales hay un énfasis en los dones como dones de la gracia de Dios.

En Romanos 12 Pablo habla, primero, de la gracia que le había sido dada a él (se supone, como apóstol) (v. 3a), y, luego, de “la gracia que nos es dada” a todos (v. 6), hablando de los “diferentes dones, según la gracia...”

En 1.ª de Corintios 12 la principal palabra griega para “don” es “carisma”, pero lo que hemos de notar es la estrecha relación entre los términos “don” y “gracia”; los dones espirituales son dones de la gracia de Dios por excelencia. Por cierto, y sin ánimo de entrar en el debate sobre la

Mar - Abr 2021 4 Edificación Cristiana
Serie el eSPíritu Santo

diferencia entre dones naturales y dones espirituales, tanto los unos como los otros son dones de la gracia de Dios, sea de su gracia común o de su gracia especial.

También en Efesios 4, en el contexto de los dones dados por el Señor ascendido, encontramos la palabra “gracia” (v. 7): “A cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.” Aquí “don” traduce otra palabra griega, “dórea”, que sugiere la idea de un don dado de forma gratuita, un regalo.

Y Pedro escribe: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 P. 4:10). Para Pedro, al igual que para Pablo, los dones espirituales siempre son dones de la gracia de Dios.

4. El Espíritu Santo da dones a todos los creyentes

Pablo habla de Dios repartiendo dones “a cada uno”, a cada creyente (Ro. 12:3); y, un poco más adelante, escribe: “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada...” En ningún momento se está dirigiendo a solo una parte de los creyentes en Roma.

Y en 1.ª de Corintios 12, el apóstol dice: “A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (v. 7), y otra vez: “Todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (v. 11). Y la comparación que hace Pablo con los miembros del cuerpo humano también subraya que, al igual que no hay ningún miembro del cuerpo que sobre o que no valga para nada, pues, en el cuerpo de Cristo que es cada iglesia local ocurre lo mismo.

En Efesios 4:7 Pablo dice: “A cada uno de nosotros fue

dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.” Y el propósito de todos los dones es: “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo...” “Los santos” son los creyentes y ninguno de ellos queda excluido.

Y Pedro escribe: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros...” (1 P. 4:10). Al igual que Pablo, Pedro da por sentado que todo creyente ha recibido, o va a recibir, algún don del Espíritu Santo.

Ningún creyente debe pensar o decir que no tiene ningún don espiritual. Una actitud así no procede de la modestia o de la humildad; es una negación de lo que enseña con tanta claridad el Nuevo Testamento.

5. El Espíritu Santo da dones de diferentes tipos

Los dones de los que más se habla son los que tienen que ver con la comunicación de la Palabra de Dios en las reuniones de cada iglesia: el don de la profecía (Ro. 12:6; 1 Co. 12:10a; Ef. 4:11); el don de la enseñanza (Ro. 12:7b; Ef. 4:11b; 1 P. 4:11a); el don de presidir (Ro. 12:8b); el don de la palabra de sabiduría (1 Co. 12:8a); el don de la palabra de ciencia (1 Co. 12:8b); el don del discernimiento de espíritus (1 Co. 12:10b); el don de lenguas (1 Co. 12:10b); el don de la interpretación de lenguas (1 Co. 12:10b); etc.

Luego, hay otros dones que, aunque también impliquen hablar, pueden ser más bien de aplicación en privado, como el don de la exhortación (Ro. 12:8a), etc.

Hay otros dones, no menos espirituales, pero de apariencia mucho menos espectacular y mucho más normal: el don de servir (Ro. 12:7a); el don de repartir (Ro. 12:8b); el don de hacer misericordia (Ro. 12:8b); el don de ayudar (1 Co. 12:28b); el don de administrar (1 Co. 12:28b); el don de ministrar (1 P. 4:11b); etc.

Existe cierta tendencia de poner el acento en los dones más públicos y más espectaculares, y hay quienes parecen limitar el concepto de los dones espirituales a lo que se hace en las reuniones públicas de la iglesia. Es probable que los dones de la mayoría de los creyentes sean para ser usados fuera de las pocas horas que se pasan en el local de la iglesia.

Y se habla más, en general, de 1.ª de Corintios 12, donde se habla más de los dones más públicos y más

Nº 298 5 Edificación Cristiana el eSPíritu Santo en la vida de la igleSia

espectaculares, y menos de los otros pasajes sobre los dones, donde los énfasis son distintos. Pero es precisamente en 1.ª de Corintios 12 donde dice el apóstol Pablo: “Hay diversidad de dones... Y hay diversidad de ministerios... Y hay diversidad de operaciones...” (vv. 4-6).

Y es más que probable que el Nuevo Testamento no pretenda darnos una lista exhaustiva de todos los dones espirituales habidos y por haber. ¡No tengamos una visión demasiado limitada de los muchos dones que da el Espíritu Santo!

6. El Espíritu Santo da dones para el bien de la iglesia

¿Para qué da el Espíritu Santo los dones que da? Seguramente, por tres razones principales: (1) para la gloria de Dios; (2) para la edificación del pueblo de Dios; y: (3) para la salvación de los todavía inconversos a través de la poderosa predicación del evangelio. Todo esto parece bastante evidente, pero ¿cuántas veces se habla de los dones y se usan los dones sin pensar en ello?

Fijémonos en algunas frases importantes en este contexto: “para provecho” (1 Co. 12:7b); “para que no haya desavenencia en el cuerpo” (1 Co. 12:25a); “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo...” (Ef. 4:12); “para que no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina...” (Ef. 4:14); “para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo...” (1 P. 4:11b). Todas estas frases transmiten algo del para qué de los dones espirituales. No son fines en sí mismos; no son más que medios – eso sí, medios de gracia preciosos – hacia los tres fines mencionados en el párrafo anterior.

7. El Espíritu Santo da dones para que se usen

¡Está claro!, ¿verdad? Si el Espíritu Santo se digna darnos a todos los creyentes dones, dones de todo tipo, dones para conseguir esos tres fines tan importantes, lo que nos toca hacer a nosotros, los creyentes, es pedirle al Señor que nos muestre cuáles son nuestros dones, averiguar cuáles son, buscar la confirmación de otros creyentes de que esos son, efectivamente, nuestros dones, trabajarlos y cultivarlos, y luego, con la ayuda del mismo Espíritu Santo, usarlos para la gloria del Señor y para el bien de creyentes y de no creyentes. El no hacer todo eso sería cuestionar la sabiduría del Señor y menospreciar la generosidad del Espíritu Santo.

¿Sabes cuáles son tus dones? ¿Están de acuerdo contigo al respecto tus líderes espirituales y los demás hermanos? ¿Estás trabajando tus dones para poder ser aún más útil al Señor y a otras personas? ¿Estás usando tus dones?

Conclusión

Si eres creyente, el Espíritu Santo te ha dado dones para que los trabajes y los uses para la gloria de Dios, para la edificación de otros creyentes y para ayudar a personas no creyentes a acercarse más al Señor.

Pregúntate cuáles son tus dones. Pregúntales a otros creyentes y sobre todo a tus líderes espirituales qué dones ellos ven en ti. Piensa en todos los diferentes tipos de dones del Espíritu Santo que hay. Quizás no te hayas dado cuenta de cuáles son tus dones porque tu idea de los dones sea demasiado estrecha.

Cuando sepas cuáles son tus dones y cuando otros creyentes que te conocen te lo hayan confirmado, pues, ¡dale gracias al Señor por esos dones y pídele que te ayude a trabajarlos y a usarlos!

Mar - Abr 2021 6 Edificación Cristiana Serie el eSPíritu Santo

El Encargo a Timoteo (1ª Parte)

3. Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,

4. está envanecido y nada entiende, sino que Tiene un interés morboso en discusiones y contienda de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas.

5. y constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia.

6. Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.

7. Porque nada hemos traído al mundo, así que (o es claro que) nada podemos sacar de él.

8. Y si tenemos que comer y con que cubrirnos, con eso estaremos contentos.

9. Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.

10. Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.

11. Pero tú, oh hombre de Dios, huye se estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.

12. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de lo que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.

13 Te mando delante de Dios, que da vida a

todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,

14. Que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo,

15. la cual manifestará a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores,

16. el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto

ni puede ver. A él sea la gloria y el dominio eterno. Amén.

17. A los ricos de este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.

18. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir.

19. Acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.

20. Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia.

21. la cual profesándola algunos, se han desviado de la fe. La gracia sea con vosotros.

Nº 298 7 Edificación Cristiana el encargo a tiMoteo
1 Timoteo 6:3-21 LBLA

INTRODUCCIÓN

El análisis cuidadoso nos hace pensar que el pasaje es coherente y no está compuesto de exhortaciones misceláneas. Contrasta al ministro ideal con los errores y apetencias de los falsos maestros. En este sentido 6:3-19 es una especie de resumen de toda la carta.

“Enseña y predica esto” (2b) es probablemente una especie de epígrafe bajo el cual se desarrolla lo que sigue. El que los falsos maestros tengan por lema que “la piedad es un medio de ganancia” (5), es decir, la práctica de su fe es el camino al éxito financiero, (¿una variante moderna sería la teología de la prosperidad?), lleva al apóstol a tratar el tema del dinero y las riquezas (6:6-10,17-19). Cuando Timoteo inculque la verdad contra todos los que enseñan diferente doctrina, con sus desviadas conductas, nadie en las iglesias tolerará a tales hombres. “Esto (o estas cosas) son las que Pablo ha enseñado a Timoteo y que este ha de pasar a las iglesias … anticipa lo que el apóstol va a escribir enseguida, es decir, que hay enseñanza herética, un mensaje diferente: ‘Si alguno enseña otra cosa …’ (3ª) … hay dos maestros en fuerte antítesis: los verdaderos y los falsos, los ortodoxos y los heterodoxos” (John Stott). Los falsos maestros contrastan con Timoteo en términos de “piedad” y “ganancia”.

6:2b-19 es un reflejo de 1:3-20. La apertura: “si alguno enseña una ‘doctrina diferente’” (3) forma una

inclusión con “doctrinas extrañas” (1:3), indicando el regreso al comienzo de la epístola. Identifica nuevamente la “piedad” como marca distintiva del evangelio y de los que lo administran (3; 3:16; 4:78). Elabora sobre las características de los falsos maestros (3-5). Si anteriormente Pablo se centró en el mal uso de la ley (1:3-7), ahora va a la raíz de la motivación de los heréticos: el deseo de enriquecerse (9-10). El antídoto cristiano es el “contentamiento”. La doxología (15-16) es otra inclusión con la de 1:17; ambas acaban con “amén”.

LA NECESIDAD DEL ENCARGO, 6:3-10

La “doctrina” (1) de los apóstoles sugiere la “doctrina diferente” (3) que la contradice. Pablo vuelve al tema de los falsos maestros referidos en 1:37 y 4:1-3. La identidad de estos no es especificada. En las referencias anteriores se enfatizaron sus enseñanzas (la parte especulativa). Ahora se centra en su conducta y en los efectos perjudiciales para la iglesia (el lado práctico y social). Pablo ve estas conductas (y el daño que producen) como el resultado inevitable de enseñar la falsa enseñanza.

Descripción general de los falsos maestros, (6:3-5)

Una larga sentencia condicional en la que 6:3 describe la condición (“si”) y en 6:4-5 se bosquejan los resultados de la condición (“entonces”, sobreentendido).

A) Su relación con la doctrina apostólica Pablo organiza su argumento contra los falsos maestros en torno a tres normas para medir la verdad y aceptabilidad de un maestro (o su falta). Los maestros son falsos:

1.- Si enseñan algo contrario a la doctrina apostólica: “Si alguno enseña otra cosa”. Ni siquiera consienten en la doctrina verdadera tal como esta ha sido revelada (“no se conforman”). No prestan atención o asentimiento a la verdad de Dios.

2.- Si “no se adhieren a las sanas palabras respecto al Señor Jesucristo”. La cualidad de las palabras. Con “sanas” se alude a algo sano o sólido, incorrupto (1:10; Tit. 1:9; 2:8). Los falsos maestros están en desacuerdo con el evangelio de Pablo, sus enseñanzas sobre la vida, muerte y

Mar - Abr 2021 8 Edificación Cristiana
Serie eScatología

resurrección de Jesús, y lo que resultó de la obra de éste. ¿Quién quiere palabras enfermas? ¿Qué creyente aceptará un mensaje que no lleva a una vida piadosa?

La fuente de la sana doctrina es “el Señor Jesucristo” revelada por los autorizados apóstoles. Las “palabras” (logoi) trasmiten pensamientos, tienen sustancia y contenido, y son las que habló el Señor Jesús (Mt. 7:24,26; Lc. 6:47; Jn. 12:48; 17:14,17); y las que constituyen el evangelio (palabra) que abarca muchas doctrinas (palabr as).

3.- Si rechazan la norma de “la doctrina que es conforme a la piedad” (comp. 3:16; Tit. 1:1). Cualquiera que rechaza o enseña cosas que detraen de la devoción y obediencia de las personas a Dios es un falso maestro. La nueva enseñanza producía entretenimiento intelectual, pero nada que tuviese que ver con la Verdad que venía de Cristo, ni tenía efectividad en el mejoramiento moral y espiritual de los oyentes.

B) Su propia condición moral y mental (4) Tal persona “está envanecido y nada entiende, sino que tiene un interés morboso en discusiones y contienda de palabras” (6:4). “Envanecido” es una condición continua: “está atufado de orgullo” y, como ocurre a menudo, va unido a la ignorancia. “Interés morboso” traduce nosön, lo contrario de las “sanas palabras”, que Josefo lo aplica a personas que instigan la rebelión y disensión por motivos egoístas y propósitos manipulativos.

C) Los resultados inevitables (4,5) sobre la vida de la comunidad. “De los cuales” (¿sus obsesiones con controversias y argumentos sobre palabras? ¿O sus actividades 6:3?) surgen continuamente cinco cosas (la mitad de diez, lo completo), es decir, hay otras de la misma clase que podrían ser añadidos a la lista; se nombran las siguientes:

a) “envidias”, el deseo de tener o alcanzar lo que pertenece a otros. Irritación secreta por el éxito de rivales profesionales

b) “pleitos”, cismas y divisiones que socavan la unidad de la comunidad, que toman la forma de:

i) “blasfemias” (plural), en el plano horizontal (entre personas) más que vertical (hacia Dios). Esto podría incluir tanto carácter homicida y fuerte, lenguaje abusivo dirigido a o contra otros.

ii) “malas sospechas”; “sospechas”: pensar mal de otras personas basado en ninguna o poca evidencia; tales infundadas opiniones a menudo se extienden por la iglesia, y son muy nocivas. Estas “sospechas” son “(activamente) malas” (ponërai).

Las actividades de los falsos maestros resultan en “constantes rencillas” – opuestos al amor y sanidad que el evangelio produce (6:5; 1:4-5). Conflictos que permanecen en el tiempo, que ocurren entre los maestros de error y sus adherentes, que son como ellos.

Las mentes , que incluyen voluntad y pensamiento, han sido “corrompidas” (depravadas). Es más, han sido defraudados de la misma “verdad” que hubiese hecho mucho bien en sus vidas. Esto sucede cuando se desecha una buena conciencia (1:19), o se han alejado de la verdad (Tit. 1:14). La mente es el órgano intelectual del impulso moral del hombre. El resultado es la privación de la verdad, la realidad que constituye el evangelio de salvación. Esta es una psicología del error que es poco entendida hoy y que los psicólogos deberían aprender. Las facultades mentales ya no funcionan bien en el campo moral y espiritual. Jesús fue obligado a preguntar “si digo la verdad ¿por qué no me creéis?” (Jn. 8:45; 5:43). Al encontrar la verdad la mente corrupta solo ve y busca objeciones; cuando encuentra lo que difiere de la verdad busca razones para aceptar lo diferente. Jesús presenta esta psicología en Juan 3:19-21. Todo revela la culpa envuelta. El problema es que su esfera de actuación es la iglesia; socavan la sanidad de esta y ponen el grito en el cielo cuando se les pone freno.

Finalmente, sus apetencias : “suponen que

Nº 298 9 Edificación Cristiana
el encargo a tiMoteo

la piedad es un medio de ganancia”. El foco en 6:5 es sobre la apariencia externa de la religión más bien que las realidades internas. Los falsos maestros creen que pueden sacar provecho por actuar y sonar religiosamente, y desde luego, muchos lo hicieron y siguen haciéndolo así. Es el lado mercenario de la falsa enseñanza. Esta frase sirve de transición, la “piedad” y “medio de ganancia” engarzan con lo que sigue.

La piedad es un medio de ganancia (6-10)

“La piedad con contentamiento es (enfático = no hay duda de ello) un medio de ganancia”, en esta vida y después. El apóstol juega con la palabra “ganancia”, que antes era material y ahora espiritual. El artículo “la” indica que se trata de la “piedad” que Pablo tiene en mente. El tema del dinero y del deseo insano por ello, le lleva a la digresión en 6:6-10, y se interesa en demostrar la relación propia entre piedad y ganancia / provecho. “Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia” (6:6), pero no la falsa piedad que los falsos maestros practican, no la ganancia material que ellos y sus seguidores piensan que traerá paz y satisfacción.

La piedad en la que Pablo piensa es verdadera piedad, dirigida a Dios, que siempre va “junto a “, o “acompañada de”, “contentamiento”: la condición de estar satisfecho con lo que uno tiene, o con la posición o condición de vida; se usa el adjetivo en Filipenses 4:11 (“contentarme”). Es una virtud cristiana porque descansa en el cuidado providencial de Dios. Es verdadera “ganancia” porque es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida ahora y la por venir (4:8). El creyente descansa sereno y seguro en el cuidado de Dios, quien provee cuanto necesitamos (He. 13:5). Esta seguridad y gozo interno es desconocido para el mundo en su búsqueda de tesoros terrenales. A) La precariedad de mantener las posesiones terrenales

“Porque” es aclaratorio del hecho establecido (6), como si dijese: “para dejarlo claro permitidme ponerlo de otra manera”, lo que hace con tres verbos (7,8) acabando con “estaremos contentos”.

1.- Lo que la verdadera piedad percibe (7). El hecho es “que nada hemos traído al mundo, y que nada podemos sacar de él” (6:7). Esto significa que la reunión de riqueza y posesiones más allá de lo que uno necesita no tiene sentido (Job 1:21; Sal. 49:17; Pr. 27:24). Habiendo

venido desnudos a este mundo, las pocas cosas que necesitamos para la corta estancia en la tierra no van a perturbar nuestras mentes piadosas; simplemente estamos contentos. La sabiduría del Eclesiastés considera que la búsqueda de lo material y transitorio es “vanidad” si se contrasta con la vida que dura para siempre (5:15).

Todos los adornos de la vida se marchitan ante el doble milagro del nacimiento y la muerte. Nosotros ni entramos ni salimos de la vida con posesiones. La riqueza y posesiones han de verse como ornato a lo largo del camino.

2.- Lo que contenta a la verdadera piedad (8). Las únicas necesidades reales son alimento y vestido (que incluye cobijo), y el tenor austero de nuestro texto implica que necesitamos poco de ambas cosas. La mención de las necesidades básicas es una repetición de las enseñanzas del mismo Jesús (Mt. 6:25-34; Lc. 12:22-32), que Pablo bien pudo tener en mente. Si Job 1:21 es el trasfondo de 6:7, y las palabras de Jesús en el Sermón del Monte el trasfondo de 6:8, entonces la estructura aquí refleja la de 5:18, donde tanto las palabras del Antiguo Testamento como las de Jesús sirven como fundamento y son tratadas como Escritura.

B) La ruina que espera a los que se ocupan en la adquisición de las riquezas.

Mar - Abr 2021 10 Edificación Cristiana
Serie eScatología

No obstante, hay “los que quieren enriquecerse” (6:9). Estas personas “caen en tentación y lazo, y en muchos deseos necios y dañinos que hunden a los hombres en la ruina y la perdición”. “Caen” se usa figuradamente; la palabra se refiere a ser derrotado, sucumbir a alguna cosa, o ser vencido. El deseo de tener riquezas y todo lo que conlleva, conduce a las personas a la tentación (el deseo de pecar) o un lazo (¿la trampa del diablo? Ver 3:7) y “necedades” (irreflexivo, o sin pensar) y deseos dañinos. Estos deseos hunden a los hombres en ruina y perdición. “Hunden” = hundir a una persona o un bajel; figuradamente se refiere a hacer que alguien “experimente consecuencias desastrosas”. “Ruina y destrucción”, que son sinónimos, se refiere a destrucción violenta y extensa; cuando ambas se juntan pueden significar “destrucción total”, subrayando la severidad e intensidad del daño.

Las riquezas son seductoras, como lo son las espinas en la parábola del sembrador. Las espinas enredan hasta la sofocación. Lo que pudo comenzar con un deseo inocente para sacar un justo beneficio se convierte en una obsesión. Los deseos que una vez eran constructivos y prudentes acaban siendo para ruina y destrucción.

C) La mala fertilidad del amor al dinero

Pablo acaba, “porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal” (6:10). Los estoicos pensaban que la filargyria (amor al dinero) era una

de las principales expresiones del vicio. Lo mismo los cínicos; Diógenes de Sinope dijo que “el amor al dinero era la raíz, madre y hogar de toda clase de males”. Josefo dijo que este vicio motivó a Noarus (Varus) a traicionar y matar a una delegación oficial de setenta judíos inocentes sin la aprobación o conocimiento de Agripa. Lo que este proverbio reconoce es que la avaricia establece una red con otros vicios. Por eso es enemiga de la vida de fe (Mt. 6:24; Tit. 1:11).

Hay una “raíz” escondida en el mal; y en qué consiste lo sabemos por el crecimiento; las ramas crecen de la raíz. Los hombres aspiran al amor a alguna cosa que es buena, pero hay una paradoja enfática: aspirar a lo que produce toda clase de cosas malas. Un vicio aspirando a una virtud deseable, por eso no nos extraña que se usa “necios” (9), privados de la razón, insensatos. Satanás encendió la ambición de Eva para captar el mal como si fuera un gran bien, comer muerte llamándolo vida. Y enseguida llegan las advertencias:

D) El amor al dinero ha resultado en dos cosas:

1) Algunos “se desviaron de la fe”. Errar de la verdadera enseñanza, dejar de creer lo que es verdadero y volverse a lo que es falso, cambiaron la verdad de Dios por la mentira. Uno se desvía del recto curso que ha sido puesto objetivamente para ser seguido. Un tren fuera de los raíles descarrila.

2) Fueron traspasados de muchos dolores o ansiedades. El vocablo se refiere esta vez figuradamente a una angustia auto impuesta. Pablo usa la misma palabra para referirse a su agonía sobre el sino del pueblo judío (Ro. 9:2). No es el resultado solo para esta vida porque se incluyen sufrimientos de “perdición”.

En resumen: En 6:3-10, Pablo describe de nuevo a los falsos maestros y los resultados destructivos de sus actividades. Por su carácter torcido y egoísta rechazan las enseñanzas del evangelio y todo lo que contiene y produce. Ellos persiguen sus propias enseñanzas – sin estar siquiera convencidos de la verdad de sus palabras, es simplemente una manera de hacer dinero – y siembran el caos, disensión y división en la iglesia. Dejan un rastro de lágrimas. Hay necesidad de la obra fiel de Timoteo.

Nº 298 11 Edificación Cristiana
el encargo a tiMoteo

Llamados a la Libertad (2ª Parte)

INTRODUCCIÓN

Cuando Jesús iniciaba su ministerio público fue a Nazaret, y un sábado, a la sinagoga. Allí le fue dado el libro del profeta Isaías para que leyera una porción a la congregación. Escogió la porción que se halla en el mencionado libro en el capítulo 61, y leyó:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo me ungió para dar buenas noticias a los pobres: me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, y recuperación de la vista a los ciegos, para enviar a los oprimidos en libertad, a proclamar el año favorable del Señor” (Lc 4:18,19 BTx 4).

Y sentándose, tras devolver el rollo, dijo a los asistentes: “Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestro oídos” (v. 21).

Tal es la terrible condición del ser humano que el propósito por el que Dios envió a su Hijo al mundo fue para librarlo de las cadenas en las que el adversario, mediante el pecado, lo había aherrojado. El hombre no es muchas veces consciente de la gravedad de la servidumbre a que nos ha sometido el pecado. Lo empezamos a notar cuando somos sensibles y queremos soltarnos; entonces nos damos cuenta de que no podemos por mucho que nos esforcemos (Ro 7:24). De aquí que prestemos oídos atentos cuando alguien como Jesús nos dice: he venido para proclamar la verdadera libertad a todos los que estáis presos.

El evangelio de Juan puede ser estudiado siguiendo distintas líneas temáticas. Vamos a considerar a continuación una en base a las conocidas palabras de Jesús:

“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Jn 8:31,36).

De entrada podemos ver que se confirman las palabras del profeta Isaías que Jesús leyó en la sinagoga y cuyo cumplimiento él mismo se atribuyó. Con él había llegado el momento en que la verdadera libertad sería posible. Además de personalizar en él la libertad, nos dice que esta está estrechamente ligada a la verdad (vivimos tiempos en los que la mentira interesada tiene carta de naturaleza, hasta el punto en que aun los que no saben inglés saben lo que son las fake news), y esta a su palabra.

Veamos a continuación algunos aspectos de esta verdadera libertad.

Libres de una ortodoxia muerta (Juan 3:3-15)

Nicodemo era un miembro de la secta de los fariseos bien introducido en las más altas instancias de las autoridades judías (Jn 7:50-52), y con medios económicos elevados (Jn 19:39). Este había escuchado acerca de las señales que aquel joven maestro procedente de Galilea había realizado, y quedado impresionado, por lo que quiso tener un amplio cambio de impresiones con él escogiendo la noche cuando Jesús estaba más libre de presiones.

Nicodemo era persona versada en la ley y los profetas, un maestro, y sabía que las señales que Moisés y los profetas habían realizado en la antigüedad les vindicaban como mensajeros de Dios. Quizá pensó que valdría la pena examinar si sería interesante incorporarlo a su equipo de teólogos, o no. Así que directamente intenta plantearle la cuestión que le inquietaba: “Sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales si no está Dios con él”. Y antes que pueda proseguir, Jesús va al grano y le suelta:

“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (v. 3).

Nicodemo interpreta estas palabras de forma literal, y expresa su estupor por la imposibilidad de que un hombre ya maduro pueda retroceder al momento en que fue alumbrado por su madre. Jesús le hace ver que no se trata de un nacimiento físico como el que había tenido lugar -en su caso- hacía bastantes años, sino de algo nuevo, que a él, como maestro en la Escritura no tendría que sonarle extraño, y así le lleva a las palabras del Señor recogidas por

Mar - Abr 2021 12 Edificación Cristiana
artículo

el profeta Ezequiel:

“Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual habéis profanado en medio de ellas… Porque os tomaré de las naciones y os llevaré a vuestra propia tierra. Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias… os limpiaré. Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros,… y haré que andéis en mis estatutos… y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.” (Ez 36:22-27 LBLA).

“Nicodemo, vosotros, los teólogos, os concentráis en aprender y enseñar minuciosamente las Escrituras (Jn 7:52), todos los mandamientos, ceremonias, etc., pensando que así contentáis a Dios (5:39), y yo os hablo del mismo reino de Dios, de algo espiritual, de algo nuevo, que debieras haber aprehendido cuando estudiabas al profeta Ezequiel. Se trata de la limpieza de pecado en profundidad, de una vida de obediencia a Dios regida por el Espíritu Santo”. De aquí que le dijera: “Os es necesario nacer de nuevo”, y que no se trataba de nada físico, de tipo material, lo que podría ser frustrante.

Ante la incomprensión de Nicodemo, Jesús le conduce a un acontecimiento en la historia de Israel que él debería conocer bien por estar relatado en el libro de la Ley. El pueblo que peregrinaba por el desierto había hablado una vez más contra Dios y Yahvé envió serpientes venenosas que mordían a los israelitas causando una gran mortandad. Cuando el pueblo arrepentido, acudió a Moisés Dios le dijo: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá” (Nm 21:5-9). Bien, es evidente que el quid de la cuestión no estaba en el poder que pudiera tener la serpiente de bronce (con el tiempo llegó a ser un ídolo que hubo que destruir; 2 R 18:4), sino en la confianza que ponía el israelita en la palabra dada por el Dios al que habían ofendido, en la fe ejercida por el que había sido mordido al mirar a la serpiente de metal expresando así su arrepentimiento por lo que habían hecho.

De manera similar, dice Jesús:

“Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree tenga vida eterna” (v. 14-15).

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn 17:3).

Jesús reconoce la maestría de Nicodemo y habla del saber, lo cual es muy importante, pero le hace ver que lo básico y fundamental, la vida eterna, la vida que Dios nos ofrece, no

tiene que ver con una mera ortodoxia fría; se basa en algo que es nuevo, en una relación viva y espiritual con Dios y con el Hijo que descendió del cielo, el Hijo del Hombre, el Mesías, requiriendo de nosotros creer y vivir conforme a la fe. La obra la llevó a cabo Cristo muriendo por nosotros en la cruz y Dios la acerca a nosotros por medio de su Espíritu. Como dice el himno:

“La mirada de fe al que ha muerto en la cruz Infalible la vida nos da”.

“De modo que si alguno está en Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí, han sido hechas nuevas” (2 Co 5:17 BTx 4).

Libres de la vergüenza del pecado (Juan 4:1-42)

Las características personales del personaje de este capítulo son totalmente opuestas a las del anterior: se trata de una mujer (en aquellos tiempos considerada por los hombres, inferior), samaritana (los samaritanos eran discriminados por los judíos por no ser israelitas puros), y que vive una relación ilícita con un hombre -después de varios fracasos conyugales-, por lo que se podría decir que pecaba contra un mandamiento de la Ley de Dios. Si en el caso anterior es Nicodemo el que acude a Jesús, en este, es Jesús el que hace todo lo posible para tener un encuentro con la mujer. Esta mujer tenía todos los números para ser víctima de prejuicios y sufrir la vergüenza.

Enseguida que la mujer -tras pedirle Jesús agua-, saca a relucir con extrañeza la causa por la que muchos la habrían discriminado: el ser samaritana (por eso va al pozo cuando no hay nadie), el Señor le plantea un asunto de carácter espiritual:

“Si tú conocieras el don de Dios, y quien te dice: “Dame de beber”, tú le habrías pedido a Él, y Él te hubiera dado agua viva” (v. 10).

Nº 298 13 Edificación Cristiana
llaMadoS a la libertad

La respuesta de Jesús al razonamiento expuesto por la mujer sobre la dificultad de extracción del agua hace que la percepción que ella tiene de ese joven judío vaya cambiando. Ahora se dirige a él llamándole: Señor. Más varía todavía, cuando este le pone al descubierto su situación marital: “Señor, me parece que tú eres profeta” (v. 19). Y aprovecha la circunstancia para resolver una cuestión religiosa que inquietaba a su pueblo. “Los judíos decís que la adoración a Dios debe hacerse en Jerusalén” -de hecho así lo dice la Ley: Deuteronomio 12:5-7-, pero vosotros no nos dejáis ir a Jerusalén, razón por la cual nuestro padres escogieron hacerlo en este monte.”

Jesús va a poner las cosas claras, aunque no se detiene en discusiones sobre las razones de los judíos y pasa a algo mucho más profundo: la relación espiritual entre todo ser humano que busca a Dios, y el Padre.

“Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre quiere que lo adoren tales adoradores. Dios es Espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad” (v. 21 y 22 BTx 4).

Sorprende la percepción y el conocimiento de la mujer que enseguida relacionó la cuestión con la promesa que habría escuchado de un Mesías que había de venir, apuntado ya por la Ley (única Escritura aceptada por los samaritanos). Y tuvo el privilegio de escuchar: “Yo soy, el que habla contigo” (v. 26). Aquellas palabras obraron en la mujer una tremenda liberación:

“Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (v. 28 y 29 LBLA).

Por su situación irregular, los hombres del lugar quizás la habrían avergonzado muchas veces. Este “hombre” que le había salido al paso la liberaba de toda vergüenza. “Él me dijo todo lo que yo he hecho” (v. 39). Pero ya no le importaba. Había encontrado al Mesías. Se sentía libre. La confesión de nuestro pecado a Dios por medio de Aquel reconocido como “en verdad el Salvador del mundo” (v. 42), da libertad.

Libres de la sujeción a legalismos paralizantes (Juan 5)

En el estanque de Betesda había muchos enfermos e impedidos que esperaban cierto milagro que les librara de su condición. Entre ellos, un hombre tendido sobre un catre que llevaba treinta y ocho años “con su enfermedad”. Para colmo, cuando se presentaba una oportunidad, siempre había quienes corrían más que él –porque a él tenían que

llevarlo- y llegaban antes a recoger el beneficio de la sanidad. Y así se quedaba una y otra vez en su postración. Se le acerca un joven con una pregunta que podía parecer sin sentido: “¿Quieres ser sano?”. A lo que el enfermo le respondió exponiendo cuál era su problema: “Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo” (v. 6 y 7 LBLA). A su triste condición física se unía el abandono del resto de la sociedad; no había nadie dispuesto a echarle una mano. Jesús le dirige entonces unas palabras que le ponen en un aprieto:

“Levántate, toma tu camilla y anda” (v. 8)

¿Cuál será su respuesta? ¿Considerará que estas palabras son ridículas, ya que si esto hubiera podido hacerlo, obviamente ya no estaría allí, o aquel hombre que las pronunciaba mostraba tener una credibilidad tal que merecía confiar en lo que él decía? No se lo pensó dos veces, hizo lo que Jesús le decía, “y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar” (v. 9a).

Entonces sí entra en escena la sociedad: “los judíos decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla” (v. 10). La razón: “Aquel día era día de reposo” (v. 9b). El cuarto mandamiento de la Ley dada por Dios a Israel en el Sinaí decía así:

“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna.”

“Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá” (Éxodo 20:8-11; 31:12-17).

Cumpliendo con esto, ya antes del dictar la Ley Dios había

Mar - Abr 2021 14 Edificación Cristiana
artículo

hecho provisión para que su pueblo la aplicara en relación al maná (ver Ex 16:23-30). En otra ocasión se mostró inflexible en el caso de un hombre que quebró tal ordenanza (Nm 15:32-36). Aquel mandamiento fue repetido una y otra vez cuando Moisés expuso al pueblo el programa de fiestas (Lv 23:3), y cuatro décadas después, en tierra de Moab, antes de entrar en la tierra prometida (Dt 5:12-15). Con el tiempo, los judíos añadieron a la Ley reglamentos que fueron aplicando a las situaciones que la vida diaria iba presentando (Neh 13:19; Jer 17:21). Es en base a todo esto que los judíos recriminaron a aquel enfermo el llevar su camilla. ¿Quién le había dado licencia? Para ellos era de mucha mayor trascendencia que aquel joven desconocido se hubiera atrevido a autorizar al enfermo a transportar su camilla en un día de reposo, que el hecho de que hubiera podido sanarle de su más que penosa y larga discapacidad.

El encuentro posterior con el hombre enfermo y luego con los judíos dio lugar a una larga conversación muy interesante de la cual solo vamos a destacar lo siguiente: los judíos estaban apegados a la Ley y así juzgaban a los demás, como en este caso. Jesús es presentado aquí, no como un hacedor de milagros o un benefactor, sino como alguien que un día será Juez. Por eso dice al enfermo: “Mira has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor” (v. 14), porque el juico por el pecado es mucho más serio y de más trascendencia que cualquier enfermedad por grave que sea. Y a los judíos les muestra cual es el sentido real de la Ley de Moisés y sus repercusiones:

“Examináis les Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida… No penséis que yo os acusaré delante del Padre: el que os acusa es Moisés… Si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras?” (v. 39-47 LBLA)

El Hijo será Juez, cierto:

“Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran al Padre… El que oye mi palabra y cree al que envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida” (v. 22-24 LBLA)

Ha sucedido, y sucede aún, que lo que en un principio era una relación espiritual entre el creyente y el Señor, en la que detalles eran representaciones de la misma, con el paso de las generaciones, y especialmente esos detalles, se han convertido en un conjunto de normas, obligaciones y prohibiciones carentes de vida y que finalmente esclavizan. Y de esto tampoco estamos libres los cristianos evangélicos. Pues bien, el Hijo nos libera de cualquier servidumbre religiosa basada en nuestro esfuerzo, en nuestros méritos,

que siempre será frustrante, porque si oímos su palabra y creemos en el que le envió, tenemos vida eterna y no hemos de temer condenación.

Libres del miedo (Juan 6:16-21)

Los discípulos habían pasado un día fantástico muy cerca del mar de Galilea junto con una multitud que pasaba de las cinco mil personas. Tras gozar escuchando las enseñanzas de Jesús fueron testigos de una señal impresionante. Se hacía evidente un problema: el día se había alargado y para evitar que un plácido día de campo se tornara en tragedia habría que dar algo de comer a toda aquella gente. Para cuantificar el problema llegaron a la conclusión de que el sueldo de doscientos días no bastaría para dar algo a cada persona. Jesús oró dando gracias por cinco panes y dos peces que tenía un muchacho, los cuales fueron repartidos entre todos los asistentes de manera que cada uno comió todo lo que quiso, y de lo que sobró se llenaron doce cestas, muchísimo más de lo que había supuesto la inversión. Este acontecimiento ¿habrá llevado a los discípulos a recordar cómo siglos atrás el Señor había alimentado milagrosamente a su pueblo en el desierto durante cuarenta años? ¿Les había ayudado algo más a percibir quién de hecho era Jesús?

Hay que volver. Y para ello han de cruzar el mar de Galilea. Jesús no va con ellos. Se desata la tormenta y en plena noche ven una sombra que se acerca a ellos andando sobre las aguas. Y se llenan de miedo.

Nº 298 15 Edificación Cristiana
llaMadoS a la libertad
La tormenta en el mar de Galilea de Rembrandt

“Pero Él les dice: ¡Yo soy; no temáis!” (v. 20 BTx 4) Los discípulos le recibieron en la barca y llegaron a tierra sin problemas.

Miedo. Nos parece increíble que quienes han sabido la historia del pueblo de Israel por la Palabra y conocido como Dios libró a su pueblo una y otra vez con brazo extendido, han convivido con el Señor, han visto sus señales de poder, cuando llega el conflicto tengan miedo, ¿verdad?. Pero si somos sinceros, reconoceremos que esta experiencia no nos es ajena. Puede ser que como José de Arimatea alguna vez nos hayamos mantenido como discípulos de Jesús en secreto por miedo (Jn 19:38). Después de la crucifixión, los discípulos se encerraron por miedo a los judíos que habían dado muerte a su Maestro (Jn 20:19). Jesús era consciente de esto, de aquí que antes de ser apresado les dirigiera las palabras siguientes:

“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Jn 14:27 LBLA).

La paz del mundo se basa en aceptar sus requerimientos. La paz que nos da el Señor depende de Él, y está por encima de las circunstancias, incluso de las adversas. Pedro, que sabía lo que era negar a su Maestro por miedo, cuando escribe a los creyentes en su primera carta, y aun sabiendo cómo podía ser su muerte (Jn 21:18; 2 P 1:14) les dice:

“Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois. Y no os amedrentéis por temor a ellos, ni os turbéis” (1 P

Donativos

3:14 LBLA).

¿De dónde procedía aquella firmeza en un hombre que, a pesar de su buena voluntad, cuando había que enfrentar el conflicto se arrugaba? Tal como leemos al comienzo de su primera carta, del conocimiento de Dios Padre, de la obra santificadora del Espíritu, de la obediencia a Jesucristo y de saberse rociado con su sangre (1 P 1:2).

Jesús nos libra del miedo por su causa. Juan explica su experiencia cuando se le reveló:

“Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y Él puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No temas , yo soy el primero y el último” (Ap 1:17 LBLA).

Resuenan una y otra vez las mismas palabras del Señor: “Yo soy, no temas”. Incluso en circunstancias duras; escribiendo a la iglesia de Esmirna, el Señor le dice:

“El primero y el último, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida, dice esto: No temas lo que estás por sufrir…” (Ap 2:8, 10).

El “Yo soy” que se presenta con más detalle en el resto del capítulo 6 del evangelio de Juan como el verdadero pan, el verdadero maná procedente del cielo que da auténtica vida eterna, tiene toda la autoridad para decirme: “no temas”, y yo puedo confiar. Él nos libra del miedo y sus consecuencias. (continuará)

Agradecemos los donativos recibidos de las siguientes Iglesias y Personas.

Mar - Abr 2021 16 Edificación Cristiana artículo
Severino Otero Iglesia Ofelia Nieto Omar González Anónimo Eloy del Pino Manuel Flora Pedro González Amelia Saguar Anónimo Pontevedra 81€ Madrid 150€ Avilés 51€ Colmenar Viejo 11€ Las Palmas 31€ A Coruña 31€ Madrid 21€ Madrid 50€ Madrid 25€

Ecología y Evangelio (1ª Parte)

Autor: Meric Srokosz

Traducción : Alison Barrett

Dr. Meric Srokosz es oceanógrafo del National Oceanography Centre y la Universidad de Southampton, en el Reino Unido. Es también un cristiano evangélico.

Mi contribución para esta serie de artículos será en cuatro entregas. La primera, centrada en las Escrituras, abordará el tema de la salvación y la creación en su totalidad. Las dos siguientes tienen una vertiente más científica: 1) los océanos y el clima 2) los océanos, los plásticos y la salud humana. Ambas ofrecerán unas pautas sobre los descubrimientos científicos más recientes. En el último artículo, quiero hacer una reflexión sobre las maneras en que nosotros, como cristianos, podemos responder a los problemas del cambio climático, los océanos y el plástico, y otros asuntos medioambientales.

La salvación y la creación en su totalidad

¿Qué significa para nosotros la palabra ‘salvación? En las Escrituras encontramos términos que se refieren a la liberación o redención: logramos la libertad porque alguien ha pagado el precio por nosotros. Se habla, también, de la reconciliación, en el sentido de que nuestra relación con Dios ha sido restaurada. Otro aspecto de la salvación es

el perdón, porque nuestros pecados – nuestros actos que constituyen una ofensa a Dios – han sido perdonados por Él. Pensamos en la integridad y sanidad, en el sentido de que experimentamos una sanidad espiritual y, a veces, hasta física. Por último, el concepto de adopción, que se refiere al hecho de que Dios nos adopta como sus hijos.

Los problemas surgen cuando la salvación es limitada a lo que vamos a denominar ‘el punto de vista normal’. Tom Wright, en su libro ‘Surprised by Hope’1, observa que el punto de vista ‘normal’ de los cristianos en el occidente se centra en dos cosas: mi relación con Dios en el presente, y mi partida para estar con Dios, disfrutando la paz del hogar celestial en el futuro. Esta perspectiva convierte la salvación en algo ‘del otro mundo’, con el énfasis en alcanzar el cielo después de la muerte, e implica que la misión del pueblo de Dios comienza, efectivamente, en el capítulo 3 de Génesis, en lugar del capítulo 1. No con la creación, sino con nuestra caída en el pecado y el remedio de Dios. Sin embargo, nuestro concepto de la salvación, debería comenzar con el plan de Dios en la creación, en Génesis 1.

Conviene examinar esta cuestión a la luz de la metanarrativa de la Biblia, es decir, el argumento principal de

Nº 298 17 Edificación Cristiana ecología y evangelio

las Escrituras, que es Dios, y la Tierra que Él creó. Y, como toda buena historia, ésta también tiene un principio, un desarrollo y un desenlace.

La historia de la Tierra comienza así (Gn.1:1): “En el principio creó Dios los cielos y la Tierra…”. Y acaba así (Ap.21:1) “… luego vi un nuevo cielo y una nueva Tierra…” La Biblia es la historia de Dios, e incrustada en ella es la de la Tierra. Nuestra historia humana está relacionada con ella porque vivimos en la Tierra. De manera que nosotros nos situamos en el ‘desarrollo’ de la historia de la Tierra, y la estamos afectando por nuestras acciones.

Consideremos esta meta-narrativa de las Escrituras. Es una historia acerca de Dios, que podemos bosquejar de una forma bastante sencilla. En el principio leemos acerca de la creación, en Génesis 1 y 2. A continuación pasamos a la desobediencia del hombre en Génesis 3: Adán y Eva desobedecen a Dios, y quedan excluidos del Jardín de Edén. Dios continúa obrando por medio de Abraham y, más adelante, por medio de Israel, su pueblo a través de todo el AT y hasta el nacimiento de Jesús. En pleno centro de la historia encontramos el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús, lo cual es clave para toda nuestra forma de pensar.

En el NT, la Iglesia entra en el plan de Dios, como su pueblo. Finalmente, en el libro de Apocalipsis, vemos el regreso de Jesucristo a la Tierra. Los capítulos 19 y 20 hablan de su juicio y restauración de la verdadera humanidad. Este es el cumplimiento del plan de Dios de recuperar en la Nueva Creación lo que se propuso en Génesis 1 y 2. Apocalipsis 21 y 22 hablan del nuevo cielo y la nueva Tierra.

Nosotros somos parte de la creación de Dios y nuestras historias están íntimamente entrelazadas con la de Dios y de la Creación. Sabemos, al contemplar la creación, que no es cómo Dios se propuso en el principio. Vemos enfermedad (especialmente en este momento, con la pandemia), muerte, dolor y sufrimiento. Además, no hemos cuidado la Tierra muy bien. No se ha beneficiado del calentamiento global, como tampoco de la contaminación por el plástico que hemos tirado. Plástico que acaba en los océanos, causando problemas para las criaturas marinas y, en el último término, para nosotros también. ¿Cuál es la respuesta de Dios a todo esto? Un plan, que se llama la misión de Dios -‘missio dei’ en latín -, que consiste en redimir toda la Creación, tal como leemos en Romanos 8:19-21.

“La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Eso no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para alcanzar así la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”

De la misma manera que nosotros esperamos la libertad completa, al morir y ser resucitados a vida, así también las Escrituras revelan que el plan de Dios abarca la liberación de la Creación entera de la esclavitud y de todo lo que la ha desvirtuado. De manera que el plan de Dios no es solamente para nosotros como individuos, sino que su propósito es alcanzar toda su creación, con el fin de transformar las personas y el planeta. Tendemos a limitar nuestro concepto de la salvación – el resultado de la redención de Dios – a los seres humanos únicamente. Sin embargo, las Escrituras hablan de su amor por su creación, de la que somos una parte. La humildad requiere que reconozcamos nuestro lugar en un plan para toda la Creación, en vez de fijar la atención en nosotros mismos como el ‘pináculo’ de ese plan.

Como mencionamos antes, la encarnación de Jesús, su muerte y su resurrección se encuentran al centro de la historia de Dios en las Escrituras. Lo que trae esperanza para nuestro futuro, y el del planeta, especialmente para los creyentes y de los que aún han de creer en el Evangelio que predicamos, es que la persona y la obra de Jesucristo prometen una resurrección. Hay un futuro para nosotros y para nuestro planeta. El plan de Dios en su totalidad es liberar a personas y toda la Creación. En el occidente, nos hemos equivocado al concentrarnos en la salvación de individuos, olvidando que somos parte de la Iglesia de Dios, una comunidad que se extiende por todo el planeta. Estos horizontes se juntan en Col.1:15 – 23.

Observemos el orden en este pasaje. Se habla primeramente de Cristo como Creador. Él es el “primogénito de toda la

Mar - Abr 2021 18 Edificación Cristiana
Serie ecología

creación”. Todo fue creado por medio de Él y para Él. Pero, notemos que el v.15 se refiere a toda la creación. Seguidamente, en el v.16 se habla de “todas las cosas”; en el v.18, de la Iglesia, el cuerpo del que Cristo es la cabeza; y, finalmente, en el vv.21 – 22, se refiere a nuestra historia, como individuos, personas por naturaleza enemistadas de Dios, pero ahora reconciliadas. Según nuestra mentalidad occidental solemos comenzar con el individuo, luego pasamos a la Iglesia y terminamos con la creación, como si fuera un adjunto, mientras que el orden bíblico comienza con el ser humano en la creación, en Génesis, y termina con la Nueva Creación. Tal vez debemos cambiar nuestra perspectiva y, en lugar de colocarnos en el centro del cuadro, ensanchar nuestra visión para ver todo el panorama de la historia de Dios en la Creación y luego pensar en la Iglesia y, por último, pensar en nosotros mismos en relación con ellas.

Pensando en el Nueva Creación en Ap. 21, ¿qué aspectos de la creación actual esperamos ver cuándo Dios introduce la nueva? ¿Habrá diferencias? ¿Cuáles serán y por qué existirán?

Algunos comentarios superficiales que se suelen oír entre cristianos evangélicos se pueden resumir de la siguiente forma:

1. “Como vamos al cielo, realmente no importa lo que pasa en la Tierra o lo que hacemos con ella, porque no vamos a estar aquí.” Una interpretación deficiente de 2ª Pedro 3, que asevera que la vieja Tierra está “guardada para el fuego”, aparentemente da licencia a ciertas personas para destruirla.

No importa si asfixiamos la Tierra con plástico porque, de todas formas, ¡va a ser destruida por fuego!

2. Los hay que piensan que las cosas se van a empeorar antes de la venida de Cristo. Entonces, que se empeoren, ¡para así acelerar su regreso! Pero, esta manera de ‘provocar’ el regreso de Cristo, no encaja con el carácter del Salvador del mundo, cuando menos.

Muchas de estas tendencias escatológicas han salido de USA. Pero, ¿se trata de escatología seria, o de ‘escapalogía’? La escatología estudia la presentación bíblica de los últimos días, antes de la transformación que se efectuará ‘al final del mundo’. Mientras por otro lado, existe la tendencia de escaparse por no tomarse en serio la revelación de Dios, y el deseo de huir de cualquier sacrificio o sufrimiento. Está vinculada, muchas veces, con enseñanzas populares sobre el rapto, según las cuales los cristianos serán arrebatados y se escaparán de lo peor. Entonces, ¿Para qué preocuparnos por la creación de Dios?; ¿Para qué dar a los pobres más que una solución provisional?; ‘Para que invertir tiempo y esfuerzo en los problemas de nuestra sociedad? Después de todo, lo más importante, ¿no es hablar a la gente acerca de Jesús, para que se salven, y dejar todo lo demás a la destrucción? La idea de un planeta de usar y tirar se encuentra incluso en las enseñanzas de maestros bíblicos como John MacArthur. Dicen en efecto que la certeza del regreso de Cristo significa que la conservación no es importante. Podemos dejar que el planeta se destruya. Tales conclusiones afectan, de manera adversa, aspectos del premilenialismo, porque si enseñamos que Cristo va a regresar para restaurar todo en su reinado milenial, algunos supondrán que hasta que vuelva, ¡la Tierra no es una prioridad!

Esta clase de creencias podría acarrear su propio cumplimiento. Si piensas que la sociedad se va a empeorar, tendrás pocos alicientes para implicarte en remediar sus males, lo cual resulta en una actitud pasiva hacia ella y nuestra gestión de la Tierra. Así es que muchas personas dan la prioridad a hacer conversiones (¡aunque pocas en el occidente son coherentes con este pensamiento!). Es interesante que el postmilenialismo, que cree en la mejora de la sociedad en general antes del milenio, resultaba en que la gente trabajaba para mejorar su mundo. Muchos de los fundadores del movimiento misionero moderno en el siglo XVII y XVIII eran postmilenialistas. Creían que al difundir el Evangelio y ayudar a la gente, podrían mejorar el mundo.

2ª Pedro 3 se ha utilizado mal para apoyar las actitudes en contra de la conservación que hemos resumido arriba. Pero, ¿de veras sugiere el pasaje que la Tierra se va a destruir? Podríamos sacar esa conclusión por una lectura superficial. Pero, hay que tener en mente que, en la profecía

Nº 298 19 Edificación Cristiana
ecología y evangelio

bíblica, mientras el fuego es un símbolo de destrucción, lo es también de la limpieza, el refinamiento y la prueba. Es necesario hacer una comparación de su uso en el N.T. para decidir si se trata de destrucción en este caso. En 1ª Cor. 3, Pablo enseña sobre la purificación y refinamiento, no la destrucción. Si examinamos el contexto de 2ª Pe. 3, en los vv. 6 y 7, que hablan del diluvio, el énfasis principal es la purga del mundo del mal, no su destrucción. De manera que, aunque el lenguaje pueda indicar la destrucción, el resultado es una purga y limpieza. Este parece ser el énfasis principal: el mundo será purgado, refinado y purificado para preparar el camino hacia la Nueva Creación. Un examen más escrupuloso de las Escrituras puede ayudarnos a entender el propósito de Dios para el futuro, en vez de brindarnos un texto para justificar nuestro descuido de la creación actual.

Creo que nuestras acciones en el presente van a afectar la Nueva Creación en su manifestación definitiva. Consideremos el cuerpo resucitado de Jesús, que es las primicias de la Nueva Creación. Jesús era reconocible, pero al mismo tiempo, diferente. Algunas de las cosas que le sucedieron en su vida terrenal eran visibles en su cuerpo resucitado, específicamente sus cicatrices y heridas. Además de esto, comía. La celebración de un banquete es parte del Reino venidero y el Cristo resucitado consumió pescado ante sus discípulos. De manera que los alimentos formarán parte de la Nueva Creación.

Por el otro lado, Jesús podía aparecer dentro de estancias cerradas, lo cual no tiene ningún paralelo en la experiencia humana. De forma que, claramente, habrá diferencias también en la Nueva Creación. Sin entregarnos a una especulación excesiva, deberíamos preguntarnos si lo que estamos haciendo ahora a nuestra Tierra (incluyendo nuestros cuerpos y mentes) podría de alguna manera dejar una cicatriz en la Nueva Creación.

Otro pasaje principal es 1ª Co. 15 que describe la esperanza del cuerpo resucitado. Pablo lo describe como un “cuerpo espiritual”. Solemos interpretar ‘espiritual’ en términos insustanciales, en contraste con lo físico. Pero, bíblicamente, lo espiritual es más real y duradero que lo físico, porque Dios es Espíritu y Él es la realidad más grande que hay. Hablar de un “cuerpo espiritual” no es para representarlo como algo insustancial. C.S. Lewis, en su libro ‘El gran divorcio’, se imagina las experiencias de un visitante de este mundo a la Nueva Creación. Describe su dolor – experimentado por su cuerpo físico normal al pisar la hierba en la Nueva creación. Describe la hierba como un material más “duro” que el de nuestro mundo. Por medio de su alegoría, Lewis nos sugiere que la Nueva Creación será más real y sustancial, toda vez que es “espiritual”.

Apocalipsis 11:18 reza: “Ha llegado… el momento de

juzgar a los muertos, y de recompensar a tus siervos los profetas… y de destruir a los que destruyen la tierra.” ¡Todo un desafío a nuestras actitudes hacia la Tierra que Dios creó! Puede ser que haya un eco de la promesa de Génesis 6, que revela que Dios no destruirá la Tierra jamás. Su manera de actuar parece ser limpiar y restaurar a la condición impoluta del principio.

Existe una correspondencia entre la visión de Apocalipsis y las tres peticiones del ‘Padrenuestro’. “Santificado sea tu nombre”: en la Nueva Creación el nombre de Dios será santificado al recibir la alabanza y el honor que se merece. “Que venga tu Reino”: en la Nueva Creación el Reino será manifestado en toda su plenitud. “Hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo”. En la Nueva Creación, donde la Tierra será transformada, se verá la restauración completa del plan original de Dios. Juan escribió Apocalipsis para animar a los cristianos que estaban sufriendo persecución a llevar vidas santas en anticipación de esa restauración. Es importante pensar en estas afirmaciones proféticas y la razón por la que están en las Escrituras. Christopher Wright (La Misión del Pueblo de Dios, 2010) dice: “El papel de los pasajes apocalípticos y proféticos en la Biblia no es solamente para predecir el futuro, sino fomentar y promover un cambio y un cumplimiento moral en el presente”. Dios quiere que vivamos de una manera diferente ahora, no solamente anticipar el futuro. Wright dice, además: “Nuestros esfuerzos por cuidar de la creación tienen un valor profético, que apuntan hacia el futuro.” Cuando nos preocupamos por el planeta Tierra que Dios ha creado y que va a recrear, señalamos nuestra esperanza futura en Dios. Tom Wright hace una observación similar: “Lo que hacemos en el presente… todas estas cosas perdurarán en el futuro de Dios.” Todo lo bueno que hacemos en servir perdurará, e incluye el cuidado del planeta.

Entonces, para concluir, nos toca reflexionar y preguntarnos si estamos viviendo a la luz de lo que Jesucristo logró. ¿De qué maneras estamos trabajando hacia la sanidad y restauración de las personas y el planeta? ¿De qué maneras estamos anticipando la venida de la Nueva Creación?

Puede ser que nuestros esfuerzos parezcan débiles, pero en 1ª Co. 15:58, Pablo dice: “… conscientes de que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Cualquiera que sea nuestro servicio para el Señor, sea el cuidado de la Tierra, la proclamación del Evangelio, o el cuidado de los necesitados, nada de esto es en vano, porque se realiza en el Señor, al servir a Dios.

Nota :

1. ‘Sorprendido por la esperanza’

Mar - Abr 2021 20 Edificación Cristiana
Serie ecología

El Mensaje de la gran comisión

Entre 1740 y 1742 sucedió un fenómeno único en la historia que se conoce como El Gran Despertar. El evangelio produjo en un lugar y en escaso tiempo un resultado pocas veces conocido. En Nueva Inglaterra, con una población de apenas 300.000 habitantes, se convirtieron entre 25.000 y 50.000 y se añadieron a las iglesias de la zona. George Whitefield fue uno de los peones de campo que Dios usó de manera más sobresaliente en este gran avivamiento. No fue usado por su oratoria, métodos creativos, ni carisma; sino por el mensaje del evangelio que predicaba incansablemente de ciudad en ciudad.

El mensaje de la Gran Comisión (Mateo 28:19-20) es el mensaje del evangelio. Sólo por medio del evangelio es factible la salvación. Un verdadero avivamiento sólo es posible a la manera de Dios, con el método de Dios y las palabras de Dios. La predicación del arrepentimiento y creer en el evangelio es el único medio de salvación que Dios ha usado por los siglos y que seguirá usando hasta que vuelva.

El mismo Señor Jesucristo ejemplificó el mensaje que luego encargaría a sus seguidores, y así en sus primeras palabras de su ministerio terrenal afirmó en Marcos 1:15: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.”

Estas palabras de Jesús las encontramos en el contexto del inicio de su ministerio en esta tierra. El evangelio de Marcos no comienza con genealogías, ni ningún aspecto de la concepción o la niñez de Jesús, sino que centra su atención desde el primer versículo en el evangelio de Jesucristo, como el Hijo de Dios (1:1). El tiempo se había cumplido y el reino de Dios se había acercado. En otras palabras, había arribado el momento que habían estado esperando: la llegada del Mesías. Y así, la consumación del reino de Dios estaba más cerca que nunca. Jesús era el anticipo y la llave de ese reino.

¿Cómo podemos acceder a este reino de Dios? ¿Cuál es el mensaje de Cristo que luego encomendaría a sus seguidores en la Gran Comisión? El mensaje es claro e inequívoco, escueto y contundente, segunda parte del versículo 15: “Arrepentíos y creed en el evangelio.”

El mensaje de Jesús nos deja los dos elementos indispensables del mensaje de la Gran Comisión. El primer elemento indispensable del mensaje encomendado es el

arrepentimiento genuino.

El arrepentimiento genuino (Marcos 1:15)

Jesús comenzó desgranando el mensaje del evangelio de Dios con un llamado, versículo 15b: “arrepentíos.” El arrepentimiento genuino es el comienzo del cambio más importante que se puede dar en una persona. Ahora, es enormemente fácil caer en un supuesto arrepentimiento que en el fondo puede ser falso. ¿Cómo es el arrepentimiento verdadero que lleva a la salvación y a Dios?

En primer lugar, el arrepentimiento verdadero no depende del hombre, sino de Dios. Cuando pensamos que podemos cambiar por nosotros mismos, en nuestras fuerzas, términos y condiciones; ese arrepentimiento es falso. Saúl y Judas son dos ejemplos de un arrepentimiento ficticio que depende de lo que el hombre puede hacer (1 Samuel 15:24-30 y Mateo 27:3-5).

Sin embargo, cuando nos damos cuenta que nada podemos hacer por nuestros propios medios, nos vemos totalmente incapaces de acercarnos a Él, y clamamos a Dios que nos muestre como cambiar y que sea Él quién haga ese cambio en nuestra vida, entonces estamos en la senda del arrepentimiento verdadero. En el Salmo 51:7-10, David habiéndose arrepentido genuinamente de su pecado contra Dios afirma: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Dios es el que concede el arrepentimiento (Hechos 11:18; 2 Timoteo

Nº 298 21 Edificación Cristiana el MenSaje de la gran coMiSión

2:25), y así hemos de venir ante Él con las manos vacías, humildad y un corazón contrito, y Él hará el cambio. El Salmo 51:16-17 dice: “Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”

En segundo lugar, el arrepentimiento genuino no se centra en el hombre, sino en Dios . Cuando el supuesto arrepentimiento es motivado por razones egocéntricas, centradas en uno mismo, o trata de evitar meramente las consecuencias del pecado; ese arrepentimiento es falso. Saúl se centró en sí mismo, mostrando que no se había arrepentido genuinamente. Así lo leemos en 1 Samuel 15:24-30 cuando Samuel no quiso volver con él ante los ancianos para honrarle y adorar juntos, entonces Saúl no le dejó irse y le rasgó el manto. Quería salirse con la suya, no recibir meramente el perdón de Dios. Estaba centrado en sí mismo.

El verdadero arrepentimiento está preocupado por la ofensa que se ha causado a Dios. Esa afrenta no se intercala entre nosotros y nuestros planes, metas, familia o cualquier otra cosa. Ese agravio se interpone entre nosotros y Dios, eso es lo importante. El pecado de David había sido una ofensa a Dios, primera y principalmente; como todos los pecados (2 Samuel 11:27). Y así lo entendió David auténticamente arrepentido, cuando en el Salmo 51:4 afirma: “Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos.” El arrepentimiento genuino se centra en Dios, no en el hombre.

Además, en tercer lugar, el arrepentimiento genuino no

es pasajero, sino definitivo. Judas tuvo un remordimiento temporal tras entregar a Jesús. De hecho, en Mateo 27:35 parecía que estaba arrepentido cuando fue a devolver el dinero. Sin embargo, al no conseguir el bálsamo que buscaba para su remordimiento, decidió acabar con su vida.

Cuando Dios nos concede arrepentimiento de una manera sobrenatural no es algo pasajero o una mera reacción emocional, sino que perdurará y llevará a cambios en la vida guiados por lo que dice en su Palabra. 2 Corintios 7:9-10 afirma: “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento... Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.” El arrepentimiento genuino perdura, no es una mera reacción emocional temporal (Salmo 51:3).

En cuarto lugar, el arrepentimiento verdadero no son sólo buenas intenciones, sino que confiesa y abandona su pecado . El joven rico tenía buenas intenciones. La Palabra en Marcos 10:17-22 nos dice que en su interacción con Jesús quería saber cómo heredar la vida eterna. Sin embargo, no estaba dispuesto a seguir lo que Jesús le pedía, porque creía que era lo suficientemente bueno, y pensaba que sólo tenía que hacer algo más para ganarse el cielo. El joven rico, ni confesó su pecado, ni tampoco estuvo dispuesto a hacer lo necesario para seguir a Jesús.

Ahora, el verdadero arrepentimiento confiesa y abandona su pecado. No sólo lo reconocemos, sino que lo confesamos y nos apartamos por la gracia y misericordia de Dios. Y

Mar - Abr 2021 22 Edificación Cristiana
Serie la gran coMiSión

esa tristeza según Dios, como dice 2 Corintios 7:11, es una tristeza piadosa que lleva a reconocer, confesar y abandonar el pecado por el que se caracterizaba nuestra vida anterior. Proverbios 28:13 afirma “El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”

En palabras de Charles Spurgeon, pastor británico del S.XIX conocido como el Príncipe de los Predicadores: “El pecado y el infierno están casados, a menos que el arrepentimiento declare el divorcio.”

El arrepentimiento no es opcional para acceder al reino de los cielos. Hechos 17:30-31 concluye: “Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan, porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia.” Hoy es el momento para arrepentirse, para confesar y abandonar tu vida pecaminosa y volverte a Dios. Y si ya lo has hecho, entonces es el día para esparcir el mensaje encomendado y que comienza por su primer elemento indispensable: “Arrepentíos”.

El mensaje de Jesús nos deja los dos elementos indispensables del mensaje de la Gran Comisión. El primero de ellos es el arrepentimiento genuino. El segundo elemento indispensable del mensaje encomendado es la fe genuina.

La fe genuina (Marcos 1:15)

El versículo 15 concluye el mensaje de Jesús: “y creed en el evangelio.” Pero antes de creer en el evangelio, se ha de conocer en qué consiste en lo que se ha de creer.

¿Qué es el evangelio? La palabra evangelio proviene de su homónima en griego y significa “buena noticia”. En el AT y la literatura antigua se usaba para informar de una victoria, los griegos la utilizaban también para otros acontecimientos destacados como el nacimiento de un hijo, y los judíos la empleaban igualmente para diversos sucesos que en suma eran motivo de celebración. El evangelio de Jesucristo es una buena noticia sin parangón. Es la buena noticia. Ha de proclamarse ampliamente, correr como la pólvora y recibirla con gran alegría y regocijo. Se utiliza en el NT para referirse al nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Es el acto final por el que venció al pecado y a la muerte, y ahora por Cristo es posible el perdón y la reconciliación con Dios, quién nos hace sus hijos y partícipes de la herencia eterna en Cristo Jesús (Efesios 1:3-14).

La buena noticia, termino que por cierto siempre se usa en singular en el NT, era necesaria para equiparse a la mala

noticia que preside la humanidad desde el jardín del Edén; la caída de Adán. Por ser pecadores por naturaleza, y por consiguiente pecar, estábamos condenados (Romanos 3:23; 6:23; Efesios 2:1-3). Era una vida mísera como esclavos del pecado y esperando el justo juicio de Dios. Una derrota asegurada. Pero la gran noticia es Cristo, a quien el creyente, como afirma 1 Tesalonicenses 1:10, espera que vuelva de los cielos tras haber resucitado, quien nos libra de la ira venidera. En Cristo hay salvación (1 Tesalonicenses 5:9).

Jonathan Edwards, considerado por muchos como el gran teólogo americano, y uno de los predicadores destacados del Gran Despertar de mediados del S.XVIII, predicó durante esa época un sermón que llegó a ser célebre: “Pecadores en las manos de un Dios airado.” El mensaje, que domingos antes había causado escaso efecto en su propia congregación, impactó de tal manera a los que lo escucharon en otra ciudad que literalmente se agarraban y subían a los bancos, según Edwards describía lo que significaría estar en las manos de Dios como pecadores culpables, sin escapatoria posible (Deuteronomio 32:35b).

La única manera de alcanzar misericordia, es decir, no recibir lo que nos merecemos por nuestro pecado hacia Dios, es por medio de Jesús. 1 Pedro 3:18 afirma que “Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.” 1 Timoteo 2:5 reafirma: “Porque hay un sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” El pecador arrepentido tiene que creer en el evangelio. Cristo es el evangelio.

¿Qué es creer? El verbo en sí significa afirmar tal noticia como cierta, como verdadera. Confiar en ella como el único medio de salvación de lo que está por llegar. Asimismo, la gramática en el original nos indica que además de una afirmación positiva de esta noticia como cierta, creer también requiere una aceptación personal y un compromiso con la misma.

Por lo tanto, ¿qué conlleva creer en el evangelio? En primer lugar conlleva creer intelectualmente. Hemos de afirmar que el mensaje del evangelio es verdad. El contenido principal del evangelio es que Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día (1 Corintios 15:1-4). Para la mayoría es muy complicado afirmarlo intelectualmente. Sin embargo, para aquellos criados en un contexto religioso no les causa ningún problema. ¡Pero cuidado, porque la Biblia nos advierte contra la mera creencia intelectual! Santiago 2:19 afirma, “Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.” Una mera creencia intelectual no es todo lo que conlleva creer para salvación en términos bíblicos.

Nº 298 23 Edificación Cristiana
el MenSaje de la gran coMiSión

En segundo lugar conlleva creer personalmente . No es tan sólo afirmar un concepto abstracto, sino que tiene implicaciones personales. No es una fe heredada, ni una tradición, ni una religión. Romanos 10:9 afirma: “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.” Tú eres el que ha de confesar con tu boca que Jesús es Dios, que es el Señor de tu vida, que es tu Salvador y creer que Él murió en la cruz en tu lugar, para perdonarte tus pecados y darte salvación.

En tercer lugar conlleva creer comprometidamente. Esta parte es la que más enfatiza el NT, pero menos se acentúa actualmente. Era y es fácil caer en una mera creencia personal e intelectual, pero infructuosa, y por lo tanto, irreal y falsa. Por eso buena parte del mensaje de Jesús, de las epístolas paulinas y de 1 Juan es una advertencia sobre la falsedad de una supuesta fe que carece de fruto espiritual y compromiso real con su Señor y Salvador. El mismo Señor Jesucristo afirmó en Lucas 9:23-24 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.” La Gran Comisión es coherente con este énfasis, ya que nos llama a hacer discípulos, seguidores de Jesús. Una verdadera creencia salvífica comienza con una nueva manera de pensar, pero resulta en una nueva forma de vivir (Juan 3; Efesios 4:17-32). El resultado es una nueva vida

en Cristo que está caracterizada por las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:8-10).

¿Anhelamos un cambio? ¿Deseamos presenciar un avivamiento? El mensaje de la Gran Comisión es el que lo producirá en la voluntad de Dios para su gloria. Este fue el mensaje de Jesús (Marcos 1:15), el mensaje de Pablo (Hechos 20:20-21), el mensaje de George Whitefield y es el mensaje de los seguidores fieles del Señor hasta que Cristo regrese o nos lleve a su presencia. En palabras de Martyn Lloyd-Jones, gran predicador del S.XX, que recoge Ian Murray en su biografía: “¿Quieres encontrar un relato de lo que el evangelio ha hecho? No vayas a los libros a encontrarlo, sino mira las vidas de los pecadores transformados. La verdadera historia de la Iglesia se encuentra en las vidas de los (hombres arrepentidos) que ha producido. No se puede escribir un relato del arrepentimiento de un pecador, el verdadero relato es el hombre mismo.”

Mi oración es que seamos fieles al presentar el evangelio verdadero de Cristo y que este produzca cambios verdaderos, que Dios hoy conceda arrepentimiento y fe genuinos, y así comience un gran despertar en nuestro país. El avivamiento sólo tiene unas palabras, las de Jesús: “Arrepentíos y creed en el evangelio.” Estos son los dos elementos indispensables del mensaje de la Gran Comisión.

También en PDF Interactivo

• Marcadores : Cada marcador salta a una página o texto en el archivo PDF.

• Hipervínculos : si hace clic en un hipervínculo, éste le dirigirá a otra ubicación en el mismo documento, a un documento diferente o a un sitio web.

Todos los que ya son suscriptores de Edificación Cristiana, pero que además deseen conseguir cada número del 2020 en formato PDF a todo color, pueden recibirlos gratuitamente como muestra de gratitud por su apoyo a la revista escribiendo a: revistaedificacioncristiana@gmail.com

Aquellos que quieran suscribirse durante el año 2021 por primera vez sólo en formato pdf, pueden solicitarlo también vía e-mail previo abono de 5 € anuales mediante domiciliación bancaria, o bien adjuntando el resguardo de una transferencia o ingreso en la cuenta

ES93-2100-2122-70-0200317757 (CaixaBank), indicando el nombre y apellidos del nuevo suscriptor y en el ASUNTO: SUSCRIPCIÓN ANUAL PDF EC 2021

Mar - Abr 2021 24 Edificación Cristiana
Serie la gran coMiSión

La visión del templo desde el monte de los Olivos

Mateo 24:1-3

En tiempos de crisis aumentan los agoreros y engañadores que utilizan el miedo y desánimo como herramienta de manipulación, creando más incertidumbre con el fin de tener en un puño a aquellos que son presa de la inquietud. Durante la pandemia, no son pocos los informativos que utilizan grandes espacios para aumentar la alarma sin ser educativos. Del mismo modo, en el ámbito religioso, la profecía de la Palabra de Dios puede convertirse en un mensaje dirigido en una sola dirección para generar ansiedad y crear adeptos, sin esperar respuesta o fomentar esperanza. Por tal motivo, nos acercaremos al conocido “Sermón Profético”, tomando como base los capítulos 24 y 25 del evangelio de Mateo, con el fin de reflexionar sobre el mensaje sin buscar polémica, y reconociendo su plena actualidad ayer y hoy.

Una escena singular

Una visita al conocido templo de Herodes, se convirtió en una enseñanza inesperada para sus discípulos. Jesús entró posiblemente en el patio de Israel y en el patio de los gentiles, pero no en el edificio central (naos), ni en el patio de los sacerdotes. El recorrido termina y es tiempo de volver a Betania, de donde había venido por la mañana (Mt. 21:17). Los discípulos le interrumpen y esperan que

su maestro encuentre en aquellos edificios creados por el hombre admiración y asombro, lo que evidencia un desconocimiento considerable sobre su identidad divina y su propia gloria. Aquel por medio del cual ha sido creado el universo (He. 1:2), había tenido un incidente con cambistas mostrando poco apego por aquella edificación (Mt. 21:1217). Su preocupación era la función del templo que debía ser casa de oración para todas las naciones (Is. 56:7). Evidentemente, estaba muy alejado de ese propósito.

La descripción del templo

La belleza del templo de Herodes, remodelado durante cuarenta años y terminado un poco antes de su destrucción, estaba fuera de duda desde una perspectiva puramente materialista. Tácito reconocía que “éste era un templo de inmensa riqueza”, construido de tal modo que era “una excelente fortaleza”. El Talmud de Babilonia dice: “El que no haya visto el templo de Herodes nunca ha visto un edificio hermoso”. Josefo comenta que el santuario “naos” eran piedras “blancas y fuertes” con veinticinco codos de largo, ocho de altura, y doce de anchura, más grandes que las de al menos siete metros de largo en el “muro de las lamentaciones”.

Nº 298 25 Edificación Cristiana la viSión del teMPlo...
Templo de Herodes

El general Tito en el año 70 d.C., mandó arrasar el santuario, con excepción de tres torres y parte del muro occidental. Muchas piedras estaban chapadas en oro, y cuando lucía el sol en toda su fuerza, apenas se podía mirar el resplandor. Cómo cortaron y colocaron aquellas descomunales piedras desde la base que hoy puede estudiarse con los cimientos que quedan, sin apenas variación de lado a lado de la muralla restante, sigue siendo un misterio de la ingeniería antigua.

Parece ser que Tito no quería tanta destrucción, pero Turno Rufo, gobernador romano de Judea, insistió en devastarlo casi todo, hasta pasar el arado para dejar aquella planicie en la cima del monte de Sión de mil pies cuadrados en su estado original antes de la construcción, así se cumplió la profecía (Mi. 3:12).

Aquel paseo

La respuesta de Jesús no puede ser más natural y desconcertante, parafraseando sus palabras podemos decir: “Lo veis, pero no lo veréis”. Todo sería destruido y así, sin mediar palabra, sigue paseando como si nada, cruzando a pie el valle de Cedrón, hasta llegar al monte de los Olivos. Ese trayecto sirvió para conturbar a sus discípulos que no salen de su perplejidad y tienen una curiosidad desmedida, algo que Jesús ha provocado intencionadamente. La ansiedad es patente. De repente, al llegar a su destino en aquel monte, Jesús se sienta con tranquilidad, algo que vemos también en el Sermón del Monte (Mt. 5:1). Mientras esto ocurre, los cuatro discípulos más afines en representación de los demás, lanzarán diversas preguntas relacionadas con su aseveración (Mr. 13:3). Al sentarse, es de esperar que Jesús como es habitual, transmita nuevas enseñanzas.

Si aquella casa quedaba desierta (Mt. 23:38), para los judíos el mundo no podía permanecer. Los rabinos decían que el templo era una de las siete cosas por cuya causa se hizo el mundo. Es decir, el mundo no podía sobrevivir al templo.

El simbolismo profético.

El lugar escogido por Jesús para sentarse, tampoco es casual. El monte de los Olivos no era sólo un buen “mirador” desde donde disfrutar de las vistas del monte del templo, sino que en términos modernos se trataba de un “Deja vu”, o la sensación de repetir acontecimientos pasados. Hendriksen lo define como “escorzo profético”, fenómeno según el cual se ven dos acontecimientos históricos extensamente separados como uno solo, y no estamos hablando de la destrucción del templo y la segunda venida, sino como también explica David F. Burt, de lo ocurrido en el siglo VI a.C.

En tiempos de Ezequiel, cuando el profeta contempla cómo la gloria de Dios, shekinah, se aleja del templo para dejar

la casa de Dios abandonada o desolada, ésta se sitúa sobre el monte de los Olivos, al oriente de Jerusalén (Ez. 11:2223). El escorzo continúa en tiempos postreros hasta llegar a lo descrito por Zacarías cuando el monte de los Olivos se partirá en medio (Zac. 14:4). Por tanto, la escena de Jesús y sus discípulos está en medio, enlazando todos los acontecimientos con su persona. El alejamiento de Jesús del templo tiene consecuencias terribles que los discípulos no son capaces de interpretar todavía.

Solicitud de un informe

Los discípulos piden datos concretos, e incluso señales claras en relación a “su venida” y “el fin del mundo”, expresión esta última que se utiliza seis veces en el NT, cinco de las cuales están en Mateo (13:39, 40, 49, 24:3, 28:20; He. 9:26) y denota juicio final y consumación de todas las cosas. En cuanto a la palabra “parusía” o venida, está veinticuatro veces en el NT y cuatro en Mateo 24 (3, 27, 37, 39). Además, desean saber con exactitud cuándo sucederá todo. Es difícil pensar que los discípulos relacionaran la segunda venida de Jesús desde el cielo a la tierra. Lo más probable es que piensen en la venida del reino de Cristo para sentarse en su trono de gloria, algo que Jesús había mencionado anteriormente (19:28).

Los discípulos de alguna forma identifican la destrucción del templo que implicaba el fin del sistema levítico, y la venida del reino de Cristo para dar lugar a una nueva realidad, pero Jesús tendrá que enseñarles que hay una demora entre ambos acontecimientos, aunque estén relacionados.

La referencia paulina

En la segunda carta a los tesalonicenses, Pablo establece

Mar - Abr 2021 26 Edificación Cristiana Serie SerMón Profético
Monte de los Olivos

un contexto de apostasía en relación a la segunda venida de Cristo y menciona al hombre de pecado, el hijo de perdición, “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Ts. 2:4). Estas cartas se escribieron según muchos entendidos, unos veinte años antes de la destrucción del templo en Jerusalén y la descripción es llamativa porque se habla de sentarse, no en el monte de los Olivos, fuera del templo, sino en el templo de Dios.

La primera cuestión a dilucidar es a qué templo se refiere, algo que no es baladí. Algunos excelentes comentaristas como Eugenio Green, sugieren que la traducción podría ser “el templo del Dios”. Es decir, aquel lugar que el hombre de perdición escogiere, aunque no fuese en Jerusalén. En Tesalónica, Augusto también se consideraba un dios con su lugar de adoración, y allí había un templo en honor a él, por lo que a los tesalonicenses estas expresiones les resultaban familiares.

Sin embargo, más adelante Jesús hará el escorzo al citar la “abominación desoladora” de Daniel (Mt. 24:15), donde en el templo de Jerusalén se celebraban sacrificios. Antíoco Epifanes (169 a. C.), al igual que Calígula en el 40 d. C., antes de escribir Pablo, intentaron profanarlo, algo que el hombre de pecado anhela lograr.

El templo de Ezequiel

A partir del capítulo 40 de Ezequiel se describe un templo con unas medidas simbólicas, perfectas, que parecen representar un cubo exacto. Algunos identifican este templo con un futuro santuario en medio de Israel que será necesario edificar para que se cumpla lo que Pablo ha expresado a los tesalonicenses. No en vano, los judíos

llevan décadas preparándose para un acontecimiento así. No son pocos los testimonios de artistas que han recibido encargos para decorar el futuro templo, y también en Israel hay bases de datos donde se atribuye ascendencia sacerdotal a determinadas personas. Con todo, si un edificio así llegara a levantarse nunca sería el lugar solicitado por Dios, como tampoco lo fue la reforma del templo llevada a cabo por Herodes. Del mismo modo, los sacrificios que pudieran realizarse en ese santuario, tampoco serían con el beneplácito de Dios, sabiendo que éstos eran sombras del sacrificio perfecto de Cristo realizado una vez y para siempre (He. 7:26-28).

Cualquier tentativa de llevar a cabo este proyecto, no podría modificar el nuevo pacto en Jesús para su Iglesia formada por judíos y gentiles, redimidos por la obra de Cristo en la cruz que esperan su venida y que son templo del Espíritu Santo (1 Co. 3:16). Cristo es la piedra del ángulo de un edificio espiritual no hecho de manos como ya había anunciado (Mt. 21:42-46). Dios seguirá sentado fuera de un templo material cuando el hombre de pecado haga su aparición, dado que su venida será posterior y nadie le arrebatará su trono, y eso es algo que los tesalonicenses que formaban parte de la Iglesia del Señor, necesitaban comprender (2 Ts. 2:1-3).

Propósito del Sermón

Jesús desea hacernos entender que aquellas cosas que despiertan nuestra admiración y asombro en este mundo, no tienen ningún brillo porque la gloria es suya y le pertenece desde la eternidad y hasta la eternidad. Los acontecimientos del fin comienzan con su primera venida, aunque en el intervalo hasta la segunda, deban ocurrir muchas cosas que debemos conocer. Por todo esto, es importante discernir el contenido de este sermón. Si nuestra vida está centrada en lo importante, sabremos encajar todo lo que tiene que venir hasta que Cristo mismo manifieste su gloria.

Bibliografía:

Mateo 23-28. Comentario Nuevo Testamento Andamio. David F. Burt. Andamio Editorial, 2018. 786 pp.

Mateo. Comentario Bíblico del Expositor. D. A. Carson. Editorial Vida, 2004. 680 pp.

Mateo II. Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia. Matthew Henry. Editorial Peregrino, 2020. 678 pp.

El evangelio según San Mateo. Comentario del Nuevo Testamento. Guillermo Hendriksen. Libros Desafío, 1986. 1066 pp.

1 y 2 Tesalonicenses. Eugenio Green. Editorial Portavoz, 2000. 384 pp.

1 y 2 Tesalonicenses. Comentario exegético-práctico del Nuevo Testamento. Gary S. Shogren. Andamio Editorial, 2019. 372 pp. Ezequiel y Daniel. La Biblia y su Mensaje. Volumen 9. Pedro Puigvert. Unión Bíblica, 2016. 170 pp.

Nº 298 27 Edificación Cristiana
la viSión del teMPlo...

La Santificación Completa

1 Tesalonisenses 5:23

El apóstol ha exhortado a los creyentes de Tesalónica sobre la santificación (3:13, 4:3). Como colofón vuelve su pensamiento a Dios, pues todas las cosas que ha mencionado tienen su origen en Dios como un don y para que no haya dudas expresa en qué consiste la santificación completa del Dios de paz. No debemos fijarnos tanto en las partes constitutivas del ser humano, sino en la totalidad y unidad del ser, porque el hombre tiene también otras partes como las coyunturas y los tuétanos, la mente y el corazón. Un análisis comparativo de toda la Biblia y en Pablo mismo, muestra que alma y espíritu son términos intercambiables con sus matices correspondientes.

1. Los peligros para una santificación completa El mayor peligro ha venido de la mano de la filosofía pagana introducida en el cristianismo y como dice José Grau, “cuando no ha podido entrar por la puerta grande, lo ha hecho por la de la cocina de los conventos…si es necesario”. Veamos en que consiste y cuáles han sido las consecuencias.

1.1. El docetismo. Es una corriente del gnosticismo, que tanto Pablo como Juan se dieron cuenta en su tiempo que estaba penetrando en la Iglesia y lo tildan de herejía. El término significa apariencia y se basa en el concepto platónico de la malignidad de la materia y de la bondad del espíritu. Como el cuerpo es material, entonces, según ellos, es malo y tenemos que despreciarlo. En el lado opuesto está el culto al cuerpo que se ha puesto de moda desde hace unos cuantos años en occidente.

a) La creación en el docetismo. La creación según ellos es mala. Para descargar a Dios de hacer algo malo, inventaron el demiurgo, un dios menor, un espíritu malo que fue el autor de la creación. Para los cátaros el creador es Satanás.

b) La encarnación en el docetismo. Donde incidieron mayormente fue en la doctrina de la encarnación del Hijo de Dios. Por su desprecio de la materia, no podían aceptar que el Verbo se hiciera carne y rechazaban la unión sin confusión de la humanidad y la divinidad en Jesucristo. Para ellos, Jesús era un ser únicamente espiritual, una especie de fantasma, que tenía solo la apariencia

humana. Al despojar a Cristo de su humanidad, descomponían el cristianismo, porque decían que Cristo no nació, ni murió, solo apareció. Por lo que afecta a nosotros, la santificación total es imposible si se separa del cuerpo y se limita únicamente al ámbito espiritual.

2. Las influencias del docetismo en la Iglesia Al haber penetrado en la Iglesia afectó a la doctrina. Pero todavía en la actualidad podemos apreciar cómo influye en algunas áreas.

2.1. Su influencia en la evangelización. Cuando se predica el evangelio y se hace en términos de la salvación del alma solamente y la vida futura, nuestro mensaje lleva la marca del docetismo y se aleja de la enseñanza bíblica. Las cosas materiales quedan excluidas, como por ejemplo, el cuerpo, la propiedad, el trabajo, la cultura, la ecología. Según esa forma de pensar, todo esto no tiene que ver con la salvación que es en Cristo. Creer que lo material pertenece al mundo dominado por el diablo es la filosofía del demiurgo. Se sitúa la salvación y la vida cristiana en el ámbito espiritual y la esperanza del creyente consiste en estar con Cristo y no en la resurrección del cuerpo. Todavía se escucha este tipo de mensaje en algunos entierros.

2.2. Su influencia en el señorío de Cristo. Con esta forma de pensar es imposible que la santificación se

Mar - Abr 2021 28 Edificación Cristiana
oir la Palabra

extienda a todos los ámbitos de la vida del creyente, puesto que se le niega a Cristo la soberanía en todo nuestro ser y en todo lo que hacemos, de tal manera que su poder redentor no nos alcanza en algunas zonas. ¿Nos damos cuenta cómo de manera solapada penetra el paganismo en nosotros? No se cumple entonces la santificación completa porque dejamos áreas de nuestra vida fuera del radio de acción de Dios. Condiciona la mayoría de nuestras actitudes y en lugar de tener la mente de Cristo nuestro Señor, que ha sido iluminada por la Palabra de Dios que es la que determina nuestras vicisitudes y cualidades, nos dejamos influir por una filosofía pagana en su origen y esencia. El docetismo conduce a negar el señorío de Cristo y la soberanía de Dios sobre todas las esferas de la vida. Por ejemplo, Dios no quiere santificar nuestro dinero, tiempo o posesiones, sino a nosotros mismos con todo lo que somos y tenemos.

2.3. Su influencia en la enseñanza de la Biblia. Desde el principio, la Biblia nos enseña que la tierra es obra de Dios y el hombre también, creado o construido (verbo hebreo banah) hacer algo a partir de un material ya existente, como una unidad psicosomática (almaespíritu/cuerpo). Así es como todo el hombre es objeto de la salvación, la santificación y la glorificación. Cuando pecó, no pecó solo su alma, sino el hombre en la totalidad de su personalidad. El interés de Dios en nuestros cuerpos y en nuestras almas se demuestra en

la resurrección de Jesús y en la promesa de que un día nuestros cuerpos resucitarán a semejanza del cuerpo de Jesús. Así, pues, lo que ocurre en la vida física es importante: el pan nuestro de cada día; nuestro entorno; la conservación de la naturaleza*, pues un día Dios renovará no solo los cielos, sino la tierra. Una persona no es más espiritual porque desprecia su cuerpo, como aquellos que se flagelan y viven en la contemplación alejados de todo lo material. El significado bíblico de espiritualidad tiene que ver más bien con tener una vida de justicia, comprensiva, siendo amables y serviciales a favor del prójimo (Ro.12:1).

2.4. Su influencia en la vida eclesial. La iglesia no es una institución formada por cristianos que viven separados del mundo. Es cierto que no somos del mundo, pero también que estamos en el mundo. El docetismo ha influido en los cristianos para alejarlos del mundo y de sus problemas, como si estos no fueran con nosotros. Ya desde el siglo III, algunos bajo esta influencia quisieron alejarse del mundo viviendo en la soledad como anacoretas, sin darse cuenta que eso era imposible, pues llevaban el mundo con ellos. Esta misma idea condujo al monasticismo, que fue una huida de la responsabilidad hacia la humanidad, en donde la Iglesia tiene que ser sal y luz. “El monasticismo es un extravío de la fe cristiana” (J.Grau). Nosotros no hemos llegado a estos extremos, pero a veces nos dejamos guiar por este concepto. Estamos en el mundo para ser de bendición al mundo, para servir a la gente y compartir las riquezas de la misericordia de Dios.

Conclusión ¿Cómo podemos contrarrestar estas influencias para conseguir una santificación completa irreprochable, para la venida de nuestro Señor Jesucristo?

Teniendo muy presente que la creación de Dios es buena, ya que él no creó el mundo para que fuera gobernado por la impiedad. En segundo lugar, recordando que el Hijo de Dios vino en carne, asumiendo nuestra humanidad, pero sin pecado. El Hijo de Dios entró en la historia humana, en el tiempo y en la materia para redimirla, porque todo ha sido creado por medio de él y para él (Col. 1:16). En tercer lugar, Cristo es la propiciación por nuestros pecados (1 Jn. 2:2), lo que destruye la idea doceta de la apariencia, porque fue crucificado su cuerpo. Por último, Cristo resucitó al tercer día y lo hizo corporalmente y un día en la resurrección nosotros alcanzaremos la santificación completa, pero ahora ya debemos anticiparla por el camino de la santidad en todo nuestro ser (v.24).

Nº 298 29 Edificación Cristiana
la Santificación coMPleta

Samizdat

EN EL INSTITUTO escribí un relato satírico en el que contaba que mi colegio era en realidad un campo de concentración y los profesores eran los oficiales nazis que nos hacían la vida imposible, el relato, escrito en una máquina de escribir Olivetti Lettera 12 y copiado con papel carbón exageraba de manera muy poco misericorde los defectos y muletillas de mis profesores, para diversión de mis lectores.

El problema es que el relato se me fue de las manos, la copia pasó de mano en mano y de clase en clase, y me preocupó que terminara en manos de algún profesor sin sentido del humor. Si eso ocurrió al menos no hubo consecuencias.

SAMIZDAT

https://es.wikipedia.org/wiki/ Samizdat#:~:text=Samizdat%20(en%20ruso%20 %D1%81%D0%B0%D0%BC%D0%B8%D0%B7% D0%B4%D0%B0%D1%82%20y,durante%20la%20 denominada%20Guerra%20Fr%C3%ADa.

Samizdat (en ruso самиздат y en ucraniano самвидав, transliterado samvidav) fue la copia y distribución clandestina de literatura prohibida por el régimen soviético y, por extensión, también por los gobiernos comunistas de Europa Oriental (Bloque del Este) durante la denominada Guerra Fría. De esa manera, muchas veces los disidentes lograban sortear la fuerte censura política.

Cada copia se hacía de manera individual, además, la cortesía dictaba que aquel en cuyas manos caía un ejemplar de la publicación, se ocupara de hacer una copia adicional para otra persona, en algunos casos las copias eran ¡manuscritas! Por supuesto esta práctica era duramente castigada por los censores soviéticos, distribuir, poseer o compartir este material estaba penado.

El disidente Vladímir Bukovski lo definía de la siguiente manera: “Yo mismo lo creo, edito, censuro, publico, distribuyo, y me encarcelan por eso.”

Técnicas

Algunos escritos Samizdat clásicos son la novela “El

maestro y Margarita”, de Mijaíl Bulgákov o el ensayo de Václav Havel “El poder de los sin poder”, estos se pasaban de mano en mano entre amigos y conocidos.

Las técnicas eran las que estaban al alcance de los ciudadanos de a pie: copias en papel carbón, y si se disponía de una imprenta semi profesional hacer pequeñas tiradas clandestinas, este hecho sólo se dio en los satélites soviéticos como Hungría o la antigua Checoslovaquia.

Los puestos de avanzada del KGB llamados los “primeros departamentos” disponían de copias de referencia de estos escritos, ya que el propósito era poder identificar escritos posteriores y así dar con los autores. Las autoridades tenían un control muy estricto de los medios de producción escritos tales como imprentas, copiadoras, o incluso el papel. Disponer de una máquina de escribir se podía considerar sospechoso de ser anti revolucionario dependiendo de quien la tuviera. Y aun así las publicaciones Samizdar tuvieron altos niveles de difusión.

Mar - Abr 2021 30 Edificación Cristiana
doble click

La breve novela “Un día en la vida de Iván Denísovich”, escrita por Aleksandr Solzhenitsyn (quien ganaría el Premio Nobel de Literatura en 1970) fue publicada por imprentas del régimen y posteriormente censurada y eliminada de circulación, pero la novela pasó a formar parte de la literatura Samizdat al difundirse por los propios lectores.

No todo lo que se censuraba era de tipo político, también circulaban relatos eróticos o cómicos que simplemente no ofrecían un mensaje marxista. El poeta Joseph Brodsky fue acusado de parasitismo social y condenado a prisión por componer unos poemas demasiado sentimentales para el realismo socialista. Afortunadamente sus amigos evitaron que cumpliera la condena. La única opción que le quedó fue publicar sus obras mediante el método Samizdat.

UN NUEVO SAMIZDAT: Evitando la censura y construyendo bibliotecas libres

Internet es la nueva Biblioteca mundial, un portento de alcance global.. Nos permite, por una parte, disponer del equivalente a 100.000 Bibliotecas de Alejandría y por otra, comunicación por voz, texto, o vídeo, de manera inmediata y a un precio muy bajo.

Hace poco, Amazon, la mayor librería online de todos los tiempos, borró copias de la novela “1984” de los lectores de libros electrónicos Kindle, lo cual fue interpretado por algunos como un aviso: en el futuro podemos eliminar libros con solo un “click”.

Que grandes empresas digitalicen masivamente libros para luego ofrecer un acceso por tiempo limitado y luego prohibir el acceso a los mismos hace que nos planteemos si la digitalización es una buena idea, sobre todo si un poder tiránico controla lo que leemos, vemos y oímos. La censura alcanza nuevas cotas cuando se puede borrar todo rastro de lo que se escribió en el pasado, y esto es un eco del “Ministerio de la verdad” de 1984. Es terrorífico.

El primer emperador de China, Qin Shi Huang afirmó su despotismo sobre una muralla que cerraba herméticamente a sus ciudadanos de toda influencia externa, y sobre la destrucción de todos los libros anteriores a él. Hoy, la

China de Xi Jinping tiene su propio Muro: el Firewall digital que bloquea a China de Internet.

¿Qué lecciones podemos sacar?

1. Samizdat. Hoy más que nunca, la palabra escrita es imprescindible. Frente a la rápida sucesión de vídeos entretenidos de Tiktok la palabra nos ayuda a mantener el silencio, a concentrarnos, a reflexionar y a dialogar con su autor. Me aterra pensar que esta sea la última generación de lectores. Me aterra pensar en una generación semejante a bebés con déficit de atención, incapaces de mantener la concentración más de 15 segundos, siempre aburridos y siempre superficiales.

2. No sabemos cuánto tiempo nos queda de la (relativa) libertad que disfrutamos en la Red. Sin embargo, el círculo de represión disfrazada de corrección política se está estrechando, sin ánimo de caer en alarmismos infundados: necesitamos llenar la Red de contenidos que dan a conocer la inmensa Gracia que hay en Cristo Jesús. Por desgracia los pornógrafos son más sagaces en la difusión de su pernicioso mensaje que los cristianos. Los creyentes hemos aprendido a ser evangelistas en la clandestinidad, ¡seamos heraldos del evangelio también en periodos de libertad!

3. Somos una generación de consumidores de contenido, pero no de creadores de contenido. Décadas de TV nos ha enseñado a estar quietos frente a la pantalla. Pero necesitamos escritores, predicadores, poetas, narradores, creadores de contenido que nos saquen de la mediocridad y nos hagan pensar pensamientos más grandes, y soñar sueños más nobles.

Nº 298 31 Edificación Cristiana
SaMizdat

eSPecial “SeMana Santa”

RECOMENDAMOS. En esta sección destacamos libros entre clásicos, novedades y otros ejemplares llegados a nuestra redacción. David Vergara

Titulo : Caminar con Dios a través del dolor y el sufrimiento

Autor : Timothy Keller

Editorial : Andamio Editorial, 2019. 552 pp.

Una de las grandes preguntas que se formulan muchas personas es ¿por qué hay tanto dolor y sufrimiento en el mundo? La cuestión subsiguiente es ¿por qué Dios no interviene? Precisamente en el contexto en el que vivimos de pandemia a nivel mundial, la muerte y el dolor, unido a la crisis económica y de valores, han relucido globalmente. Por tal motivo, se necesitan herramientas donde entender el mal y el sufrimiento filosóficamente, con el fin de dar una respuesta bíblica.

Título: El mensaje de la creación

Autor: David Wilkinson

Editorial: Andamio Editorial, 2020. 412 pp.

El teólogo y astrofísico David Wilkinson aborda los pasajes bíblicos sobre la creación, donde la Trinidad está presente. Dios es el autor de la vida y la sustenta con la palabra de su poder, mostrando en la historia de la humanidad su amor hacia su creación. Esta obra pertenece a la biblioteca José M. Martínez, y enseña cómo la ciencia y la Biblia se entienden si miramos al Señor del universo, quien nos libera y transforma para darle toda la gloria sin encajonarle en nuestros esquemas.

Título: ¿Por qué Jesús?

Autor: Geoff Mcllrath

Editorial: Editorial Peregrino, 2020. 130 pp.

Sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo, el único por medio del cual podemos contemplar la gloria de Dios. Necesitamos conocerle como Señor y Salvador y este libro nos ayuda a saber quién es, y entender cómo es el camino para llevarnos a Dios. Sus obras mostraron su misericordia, identidad y autoridad. En estas páginas encontramos que Jesús vino tal y como prometió, murió por nuestros pecados, resucitó y rendiremos cuentas ante su trono.

Título: Un hombre según el corazón de Dios

Autora: Margarita Burt

Editorial: Publicaciones Timoteo, 2020. 538 pp.

La autora se adentra con gran sensibilidad en el conocimiento del rey David, escribiendo meditaciones basadas especialmente en textos escogidos de los libros históricos en la Biblia. Encontraremos lecciones sobre el liderazgo espiritual de David, sus luchas internas, cómo enfrentar el conflicto con sus enemigos y sobre todo, ¿por qué Dios amaba tanto a David? La respuesta bíblica nos indica que era conforme al corazón de Dios, y lo veremos a través de sus experiencias y palabras.

Título: La Biblia del Siglo de Oro español

Autor: José Moreno Berrocal

Editorial: Andamio Editorial, 2020. 96 pp.

En “Básicos Andamio” encontramos este trabajo imprescindible, colofón de varias conferencias excepcionales. La figura de Casiodoro de Reina, reformador español del siglo XVI, está siendo descubierta en muchos ámbitos de nuestra sociedad. No en vano, como homenaje se acaba de levantar un busto en Santiponce (Sevilla). Su gran hito histórico es la Biblia del Oso, primera traducción al castellano desde las lenguas originales a la lengua de Cervantes, propia del Siglo de Oro español de las letras.

Título: El asna que habló

Autor: S. Stuart Park

Editorial: Ediciones Camino Viejo, 2019. 122 pp.

Somos muchos los que como se cita en el prólogo mencionando a Dietrich Bonhöeffer, quien murió ahorcado a causa de su profunda fe y convicciones, reconocemos el valor terapéutico de los animales creados por Dios. En este libro se describe el papel tan significativo de aves y bestias del campo en distintos personajes bíblicos, y que da lugar a relatos sorprendentes donde sale a relucir la providencia de Dios y cómo gobierna sobre su creación. Historias para enseñarnos y alentarnos.

Mar - Abr 2021 32 Edificación Cristiana libroS de ayer y Hoy

Título: Familias tecnológicamente sabias

Autor: Andy Crouch

Editorial: Andamio Editorial, 2018. 188 pp.

Las nuevas tecnologías se han instalado en nuestras vidas, mucho más en tiempos de pandemia, hasta transformar nuestros hábitos cotidianos, incluso a la hora de celebrar actividades religiosas. En el caso de la educación de los hijos, los videojuegos en ordenadores, tablets y móviles, suponen gratificaciones inmediatas que pueden provocar adicciones y establecer patrones de conducta. Las familias especialmente, necesitan sabiduría para desarrollar un estilo de vida saludable.

Título: La vida de José

Autor: David F. Burt

Editorial: Ediciones Andamio Editorial / Timoteo, 2020. 396 pp.

La vida de José narrada en Génesis 3750, está jalonada por una sucesión de acontecimientos que muchos lectores considerarán desgraciados, propios del infortunio, y que sólo podían conducir a la frustración y amargura. Sin embargo, las pruebas aumentaron la fe de José y le acercaron más a su Dios. Finalmente, la dureza de su vida sirvió para ser un instrumento de salvación a su pueblo, al estar situado en el lugar preciso socialmente para desarrollar el plan soberano de Dios.

Título: Las luchas de los cristianos

Autor: Vaughan Roberts

Editorial: Serie Ágora. Andamio Editorial, 2020. 220 pp.

Roberts es pastor en Oxford, conocido escritor y conferenciante. La editorial Andamio ha publicado “Suicidio asistido” y “El problema del porno” del mismo autor. En este libro, nuevamente ayuda a confrontar luchas internas con cuestiones morales, con el fin de encontrar confianza a la luz de la Biblia. Con sinceridad habla de sus propios cuestionamientos con la imagen, lujuria, culpa, duda y orgullo, con el fin de mantenerse renovado espiritualmente.

Título: La lucha entre lo bueno y lo malo

Autor: Roberto Estévez

Editorial: Editorial Mundo Hispano, 2011. 224 pp.

El reconocido médico cardiólogo Roberto Estévez, colaborador de Protestante Digital, nos acerca a la vida de diez reyes del Antiguo Testamento recreando sus éxitos y fracasos de una forma muy realista y evocadora como pocos escritores saben hacer. Hombres con brillo social, pero con pasiones semejantes a las nuestras, y que en algunos casos cometieron pecados que consideraríamos “groseros”. A pesar de todo, apreciamos cómo obró la gracia y soberanía de Dios para no ser desahuciados.

Título: Cómo Jesús transforma los Diez Mandamientos

Autores: Edmund P. Clowney con Rebecca Clowney Jones

Editorial: Serie Ágora. Andamio Editorial, 2019. 232 pp.

E. P. Clowney estudió en el Wheaton College, Seminario Teológico de Westminster y en Yale. Rebecca, hija de los Clowney, enseña en el Seminario de Westminster tras servir como misionera dieciocho años en Francia junto a su esposo, Peter Jones. Como leemos, incluso un monumento dedicado a los diez mandamientos, ha sido llevado a los tribunales en los EE.UU., en una época marcada por el laicismo. Dios estableció un pacto y código moral con su pueblo y nuestra sociedad necesita saber su vigencia.

Título: Asombrados por Dios

Autor: John Piper

Editorial: B&H Publishing Group, 2019. 184 pp.

Título escogido por los organizadores de la última conferencia “Pasión por el Evangelio” como recomendación a los asistentes virtuales, y distribuido por medio de la editorial Peregrino. Piper define doctrina como “enseñanza”, y asocia la misma a asombro, compasión, alegría, vida y esperanza. El término “doctrina” que tantas veces encontramos en las epístolas pastorales, comenzando por entender quién es Dios, se desarrolla en diez aspectos fundamentales en el mensaje de un cristiano.

Nº 298 33 Edificación Cristiana libroS de ayer y Hoy
eSPecial “SeMana Santa”

El Lazarillo o la necesidad de la Reforma de la Iglesia

Se ha publicado el libro LAZARILLO DE TORMES, Una novela en busca de autor, edición y estudio preliminar de Mariano Calvo (Ed. ALMUD 2020). Este libro no es solamente una nueva y muy cuidada edición del Lazarillo de Tormes. Contiene, asimismo, un extenso estudio que indaga sobre la autoría de uno de los grandes clásicos de la literatura española. Y es que este es un tema apasionante porque, en principio, como es sabido, la novela está catalogada como anónima. Pero lo que hace el escritor y periodista toledano Mariano Calvo, es mostrarnos, de entrada, que el autor del Lazarillo de Tomes no quiso permanecer oculto. Fueron las peripecias de la Historia las que hicieron que esta obra pasara a la posteridad como anónima.

La tesis de Calvo es muy clara, el autor del Lazarillo de Tormes es Juan de Valdés. No es la primera vez que se propugna la autoría del insigne conquense para el Lazarillo de Tormes. Ya en 1888 Alfred Morel-Fatio propuso que la obra había sido escrita por alguno de los hermanos, Alfonso o Juan de Valdés, o por ambos en colaboración. Calvo comenta que: “La idea fue recogida por Manuel J. Asensio, que concretó la hipótesis en la figura de Juan de Valdés o alguien que `ha de parecérsele mucho´, vinculado a Escalona y Toledo hacia 1525”1 Antonio Rey Hazas considera que la hipótesis de Asensio: “al menos está fundamentada y tiene ciertas, aunque no totales, posibilidades de aceptación”2 Y es que para el Lazarillo se han propuesto muchas plumas, sin que se haya alcanzado unanimidad en la identificación de su o sus autores. Es necesario notar que Alfonso de Valdés, el secretario de cartas latinas del Emperador, tiene también mucho partidarios, como por ejemplo Rosa Navarro Durán. Pero, la novedad de esta publicación reside en el hecho de incluir nuevas evidencias, que, si cabe, inclinarían la balanza a favor del autor del Diálogo de la Doctrina Cristiana. Mariano Calvo afirma que: “Dos líneas de prueba ofrecemos como primicia en nuestro estudio: el hallazgo en el título de la obra de un elaborado acróstico con el nombre del autor, y la vinculación de Juan de Valdés con los editores Miguel de Eguía, Juan de Brocar y Atanasio Salcedo, a través de los cuales puede reconstruirse muy razonablemente el proceso de edición del Lazarillo”3. Estos hallazgos no son menores. Así, Mariano Calvo, después de señalar que el Lazarillo debió redactarse entre 1525 o 1526, afirma que, en esas fechas Juan de Valdés: “se relacionaba en Toledo con el más importante editor de Alcalá, y también de Toledo, Miguel de Eguía, con quién le unía su común afinidad alumbrado-erasmista. De hecho, Eguía fue el editor del único libro que Juan de Valdés publicó en vida, el Diálogo de Doctrina Cristiana, en 1529. Cuando Valdés se vio obligado a huir a Italia, perseguido por la Inquisición a causa de ese libro, le confiaría a Eguía el manuscrito del Lazarillo, que probablemente se hallara pendiente de publicación, paralizado por la persecución de

la que era objeto el alumbrado erasmista conquense”4 Pero Eguía mismo sufrió en sus propias carnes el embate de la Inquisición en 1531, “como sospechoso de luteranismo”5 El Lazarillo no pudo ya publicarse en vida de Eguía que murió en 1546, pero si por aquellos que heredaron su taller de imprenta. Calvo abunda sobre la pista alumbrada que podría ser la clave para adscribir el Lazarillo a Juan de Valdés. Y es que, como muy bien ha demostrado José Constantino Nieto, en su insuperable estudio Juan de Valdés y los orígenes de la Reforma en España e Italia, el genial conquense sería el fruto más maduro de los alumbrados: los proto protestantes de un muy original cuño hispano. Es necesario recordar que una de las cunas del protestantismo español estuvo centrada en Escalona en el castillo del famoso duque Don Diego López Pacheco (1447-1529) Allí, un jovencísimo Juan de Valdés sirvió como paje, y estuvo bajo la influencia de Pedro Ruiz de Alcaraz, el predicador laico del duque. Con respecto a Alcaraz es interesante notar como la Inquisición misma reconoció en el famoso proceso contra él: “la identidad espiritual entre reformadores de distintas partes de Europa y de distintas épocas”6 En concreto, decían los inquisidores, está en la línea de Juan Huss y de Martín Lutero. En este sentido, no es casualidad, por tanto, que Calvo llame nuestra atención sobre el hecho de que: “los únicos pueblos que aparecen en el camino recorrido por Lázaro y el ciego desde Salamanca a Toledo son-exclusivamente, subrayémoslo- los cuatro del entorno de Escalona: Almorox, el propio Escalona, Maqueda y Torrijos … Es sobremanera llamativo que del largo itinerario de Salamanca a Toledo, con trescientos kilómetros abundados de ciudades, pueblos y paisajes de gran interés escenográfico, al autor del Lazarillo solamente le interesen estos cuatro pueblos de la ruta. La explicación se manifiesta obvia: la mención al Duque de Escalona y la presencia de los pueblos de su entorno comportan el significado de un homenaje de Juan de Valdés a su querido mentor al igual que lo es la dedicatoria de su libro Diálogo de Doctrina Cristiana escrito entre 1527 y 1529”7 Es más, como muy bien ha captado Mariano Calvo, Juan de Valdés encaja

Mar - Abr 2021 34 Edificación Cristiana
artículo

con la identificación de autor del Lazarillo por ser, no solo un alumbrado, sino también de trasfondo judeoconverso, y simpatizante de la crítica de Erasmo a la religión de su época. De hecho, las críticas anticlericales del Lazarillo asemejan esta obra al Quijote. No en vano el Lazarillo de Tormes fue expurgado por la Inquisición y puesto en el Índice del Libros Prohibidos en ese infausto año de 1559.

En conclusión, y con respecto a la autoría de Juan de Valdés, y según admite el mismo Mariano Calvo, es verdad que: “sigue faltando esa prueba concluyente que proporciones certidumbre por encima de toda discusión”8 Aún así, El Lazarillo de Tormes sigue siendo una evidencia más de la tan sentida necesidad de la Reforma en la iglesia que apareció con gran fuerza en el siglo XVI. Es notable observar como la mayor parte de los amos a los que sirve Lázaro son clérigos corruptos. No es de sorprender que la Inquisición censurara numerosos pasajes de la obra, como no deja de señalar Mariano Calvo en su edición de la obra. Al mismo tiempo, el Lazarillo es una evidencia de que España no era una excepción europea en los anhelos de Reforma de la Iglesia, empezando por denunciar lo malo, como hicieron el profeta Jeremías o Juan el Bautista en sus épocas, para, después construir lo bueno. Es como si Lázaro nos dijera, juzgar por mi relato, y por vosotros mismos, si la iglesia necesita o no una Reforma. Es significativo que las críticas que el Lazarillo vierte sobre el clero no solo se refieran a la inmoralidad sexual, sino también al tema de las indulgencias,

que como sabemos fue la chispa que encendió la Reforma en Alemania. El Lazarillo documenta así, como nos solo en Alemania, sino también en España las indulgencias eran una fuente constante de abuso espiritual sobre las almas de los fieles cristianos. Algo que solo cesó, en muchos lugares de Europa, con el redescubrimiento de la doctrina de la justificación por la fe sola.

Esta edición de la novela es igualmente destacable por la inclusión de numerosas notas a pie de página que ayudan a entender los abundantes términos que jalonan la obra, y que hoy en día resultan más difíciles de entender. Tampoco se puede pasar por alto la cuidada edición que lleva a cabo la editorial Almud de este encomiable trabajo de Mariano Calvo. El papel usado, las ilustraciones, y el tamaño de la letra hacen igualmente de este libro una delicia para cualquier lector.

Notas :

1. Calvo, Mariano. Lazarillo de Tormes. Almud 2020, p. 97

2. Rey Hazas, Antonio. La vida de Lazarillo de Tomes. Castalia 1985, p. 14

3. Calvo, Mariano, Ibid, p. 10

4. Ibid, p. 20,21

5. Ibid, 201

6. Moreno Berrocal, José. La Primera Reforma en España, p. 18. En La Reforma ayer y Hoy. Andamio 2012, p.18.

7. Calvo, Mariano, Ibid, p.

8. Ibid, p. 106,107

Santiago Comentario exegético-práctico del Nuevo Testamento

Autores : Craig L. Blomberg y Mariam J. Kamell

Publicado por : Andamio Editorial, 2020. 280 pp.

Reseña por : David Vergara

Craig L. Blomberg, doctor por la Aberdeen University, es un reconocido escritor y conferenciante que en alguna ocasión ha visitado nuestro país. Muchos de sus libros como el que también nos ocupa, son realmente excepcionales. En esta ocasión es coautora Mariam J. Kamell, doctora por la University of St. Andrews, quien había publicado anteriormente varios estudios sobre diversos aspectos de la epístola de Santiago antes de esta edición y que terminó un grado con el grupo de trabajo de Blomberg que le llevó a esta colaboración.

El contenido de la epístola de Santiago ha generado no pocas polémicas, sobre todo en algunos célebres reformadores desde el siglo XVI. La relación entre la fe y las obras sigue desconcertando a

Nº 298 35 Edificación Cristiana el lazarillo
MáS libroS, MáS libreS

muchos hoy, a la luz de las enseñanzas paulinas. Los autores establecen que la carta puede dividirse en una docena de pasajes con una breve introducción, donde ya salen a relucir discusiones propias de los cristianos de aquel contexto, y probablemente de algunos simpatizantes también. Los tres temas principales a destacar son las pruebas en la vida cristiana, cómo adquirir sabiduría y por último, las riquezas y la pobreza. Después, estos temas se siguen reformulando al menos en dos ocasiones en el texto de la epístola.

El mensaje está dirigido a los judeocristianos de fuera

Éxodo, Levítico y Jueces - Rut

de Israel, exiliados desde el imperio romano a Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. Santiago, hermano de Jesús y anciano en Jerusalén, escribe a distintas congregaciones en los años 40 del primer siglo, en lo que para muchos será el primer documento escrito del NT. Su mensaje está lleno de pasión y realidad sin adornos. Santiago muestra una fe viva y eficaz donde la justicia social y la ayuda a los más desfavorecidos es una prioridad. Es una enseñanza genuina por parte de un testigo del testimonio de la iglesia primitiva que transmite autoridad y fidelidad en la práctica del mensaje del evangelio.

Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia.

Autor : Matthew Henry

Publicado por : Editorial Peregrino, 2020.

Reseña por : David Vergara

En tiempos de pandemia, la oportunidad de dedicar más tiempo a la lectura al pasar más horas en casa, ha supuesto que en muchas librerías hayan aumentado sus ventas, e incluso que en algunas provincias de España, se hayan abierto negocios nuevos, algo que parecía difícil de prever. La cuestión logística ha sido mucho más compleja, sobre todo por causa de los retrasos causados por algunas agencias de envíos, e incluso de pérdidas de paquetes. Sin embargo, algunas editoriales no se han desanimado y en el caso de la editorial Peregrino, han luchado arduamente por mantener las nuevas ediciones y el envío de las mismas en lo posible. Fruto de ello, podemos recomendar tres nuevos títulos del comentario Matthew Henry, único como versión íntegra y fiel de la obra original que al fin se publica en pleno siglo XXI.

En Éxodo se establece la salida de Israel de Egipto, mientras que Génesis es el comienzo u origen del pueblo. Había llegado el momento de salir para alcanzar las promesas divinas. Henry establece que del mismo modo nacemos y después llega el tiempo de morir, entramos en el mundo para salir de él, comenzamos a vivir para morir. Así, Israel fue una nueva creación, como lo somos nosotros en Cristo, con el fin de alcanzar lo que tiene futuro y es inconmovible en la casa del Padre. Nuestro peregrinaje tiene enseñanzas paralelas en la historia de la salida de Israel, donde Dios estableció promesas y ordenanzas a seguir, que también caracterizan al cristiano que ama y se somete a la Palabra de Dios.

Levítico contiene las leyes y ordenanzas referidas al

Mar - Abr 2021 36 Edificación Cristiana
MáS libroS, MáS libreS

sacerdocio y su servicio. La consagración de los levitas con la lección ejemplar a causa de la desobediencia de Nadab y Abiú al ofrecer fuego extraño, causó impacto. Dios había apartado a Israel como su pueblo santo que debía reflejar el carácter de su Dios en todo, siendo referencia a todas las naciones y el sistema ceremonial era sombra de los bienes venideros. Cristo es nuestro Sumo Sacerdote, nuestro intercesor, y a la vez el Cordero inmolado, el sacrificio perfecto realizado una vez y para siempre. De este modo, la ley ceremonial, ha servido también para llevarnos a lo perfecto en Cristo.

En Jueces, una vez que Dios había separado a su pueblo enseñándoles leyes y ordenanzas, les dio líderes para gobernar y juzgar los asuntos esenciales que transmitían la voluntad de Dios. Concretamente, Henry menciona que se

cita a jueces de ocho tribus distintas, hasta que el privilegio se trasladó a Judá con Elí y Samuel. Rubén, Simeón, Gad o Aser, no los tuvieron. A pesar de que conocían la Palabra de Dios como pueblo especial en todos los aspectos, actuaban tan corrompidos como las demás naciones a su alrededor, donde ”cada uno hacía lo que bien le parecía”. Con todo, Dios seguía planificando la esperanza hasta la llegada del rey David, con un linaje en el cual como vemos en el libro de Rut, la promesa se centra en el redentor y la descendencia que traerá al Mesías. En Rut, como dice el autor, encontramos una breve historia de asuntos domésticos de una familia al final del libro de los jueces, pero mostrará cómo todo depende de la providencia de Dios entroncada con la vivencia diaria. En Dios, a pesar de las pruebas y dificultades, siempre hay futuro como aprendemos por medio de Booz, goel redentor, o figura de Cristo.

Imagina Iglesia Cómo hacer y enviar discípulos 24/7.

Autor : Neil Hudson.

Publicado por : Andamio Editorial, 2020..

Reseña por : Daniel Benítez Vega

“El objetivo es que personas normales y corrientes vivan con un sentido de propósito y seguridad de lo que Dios quiere hacer en ellos y alrededor de ellos... Este libro plantea UN GRAN OBJETIVO Y UNA GRAN PREGUNTA.

El objetivo: “...es que todos, en cualquier momento de la vida en que se encuentren, sepan que pueden ser usados como parte de la misión de Dios, en los lugares donde pasan la mayor parte de su tiempo con no cristianos, y que esta misión comienza en la vida cotidiana”.

La pregunta que debe ser contestada si queremos ser una Iglesia relevante: ¿Cómo ayuda a los miembros lo que hacemos “aquí dentro” para vivir por Cristo “allí afuera”? Creo que es una pregunta compartida por cualquier Iglesia, en cualquier lugar, tiempo o cultura. De ahí el interés que debe suscitar este libro en nosotros.

En este sentido es muy interesante la diferencia que hace el autor entre “iglesia reunida” e “iglesia esparcida”. No se pretende, por supuesto, restar importancia a las actividades propias de la iglesia. Y eso es importante en tiempos en los que algunos están poniendo en duda la Iglesia tal como la hemos vivido hasta ahora. Pero lo que nos propone el autor, lejos de dejar de reunirse, es que las actividades y programas de la Iglesia reunida se enfoquen en preparar a los miembros para cuando tengamos que vivir diseminados como “Iglesia esparcida” de lunes a sábado en distintas situaciones y lugares. (“La mayoría de los asuntos que tratan las epístolas reflejan este llamamiento a ser discípulos para que la vida pública de los cristianos esté marcada por un sentido del propósito de Dios para todo el mundo”). En fin, el autor quiere concienciar a todos, ancianos, pastores,

líderes de ministerios y miembros en general a usar las “10 horas” que como mucho estamos reunidos para “vivir bien para Cristo en las otras 110 horas” (tiempo para el trabajo, la familia y el tiempo libre).

El autor plantea el GRAN PROBLEMA de que para poder ser una Iglesia 24/7 tendremos que ir cambiando nuestra “cultura”: las cosas que hacemos, la forma en que decimos las cosas y las creencias que compartimos. Por supuesto en el ámbito de las creencias hablamos no de los aspectos teológicos y doctrinales que son esenciales sino de aquellas convicciones que vamos adquiriendo con el tiempo y que determinan nuestras conductas.

En relación a lo justamente anterior, el contenido de “Imagina, Iglesia”es muy práctico y también muy realista porque no sólo plantea objetivos muy loables, sino que nos

Nº 298 37 Edificación Cristiana
MáS libroS, MáS libreS

muestra también las dificultades que vamos a encontrar en nuestro deseo de cambiar la “cultura” de la Iglesia. Parte de la base que es complicado promover cambios que sean “significativos” en nuestras Iglesias. Por eso propone “cambios de un grado” que aparentemente son cambios muy pequeños pero que, con el tiempo, pueden producir grandes cambios.

“Imagina, Iglesia” plantea un gran reto para todos los miembros, pero sobre todo para LOS LÍDERES DE LAS IGLESIAS. Su enfoque del ministerio debe alejarse de ser los principales cuidadores, misioneros y protagonistas de las actividades para preparar a la Iglesia para que todos en la comunidad sean discípulos maduros que entienden bien la misión 24/7.

Así la iglesia será relevante en el entorno donde se reúne al no estar centrada sólo en las actividades de la iglesia reunida, sino que, a través de todos sus miembros, moverá

Suicidio asistido

Autor : Vaughan Roberts

Publicado por : Andamio Editorial, 2020.

Reseña por : Orlando Enríquez

Suicidio Asistido es un pequeño libro de 96 páginas y formato de bolsillo, que ha traducido recientemente Editorial Andamio. Su autor, Vaughan Roberts es conferenciante y pastor de una iglesia en Oxford. De la mano de la misma editorial tenemos otros títulos del mismo autor: Las Luchas de los Cristianos y El Problema del Porno, este último reseñado en el número 293 de nuestra revista. Así que, vemos en Roberts este deseo de ofrecer reflexión y ayuda pastoral ante los retos actuales. Él mismo, comenta que con este librito ha pretendido abrir una ventana para que los cristianos tratemos estos temas, conectemos con el mundo que nos rodea, mostrando la verdad bíblica con el amor y la compasión que Jesús nos muestra en los evangelios. Porque hablar del final de la vida es hablar, no tanto de asuntos académicos o políticos, sino de algo tremendamente personal1. Lógicamente, el tamaño del libro obliga a la síntesis y no permite entrar en la profundidad a la que nos tiene acostumbrados, por ejemplo, John Wyatt, otro referente en temas de bioética, de quien no olvidamos el importante libro Asuntos de Vida y Muerte. El editor de la serie es muy honesto y avisa desde el principio de que se pretende hacer una introducción a estos temas.

gran cantidad de recursos para incidir en lugares, situaciones, organismos, actividades que se realizan en la vida educativa, social, sanitaria

El libro propone a los líderes medidas prácticas, realistas y asumibles para que toda la Iglesia pueda estar involucrada en este proceso de desarrollo de un discipulado integral. A todos nos anima con testimonios de personas que están yendo ya por ese camino.

Termino esta reseña con este reto que nos lanza el mismo autor:

“...vale la pena invertir el tiempo y el esfuerzo necesarios para renegociar la relación entre la iglesia reunida y la iglesia esparcida. Vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en pensar CÓMO LOS DOMINGOS PUEDEN HACER QUE LOS LUNES SEAN DIFERENTES. Vale la pena invertir tiempo para asegurarnos de que todos crecemos en nuestra comprensión de lo que significa decir “Jesús es el Señor” y vivir nuestras vidas cotidianas en la roca de esa gran verdad”.

Tras exponer definiciones y algunos ejemplos de casos reales, Roberts perfila el escenario actual en Occidente y la presión de algunos sectores que pretenden hacer valer la autonomía del individuo hasta el punto de que pueda elegir el momento y modo de morir. Aborda si el derecho a morir tiene realmente base sólida en la manera de situarnos ante el dolor, la libertad, la calidad de vida, la dependencia, la dignidad y los costes sanitarios. Señala esta peligrosa proyección que siempre tiene lugar, ya que “parte del debate está impulsado no solo por la compasión del otro, sino por el temor a lo que yo mismo tenga que soportar” (p.34). A continuación, expone los argumentos en contra del suicidio asistido, partiendo de poner a

Mar - Abr 2021 38 Edificación Cristiana MáS libroS, MáS libreS

Dios en la ecuación de nuestra existencia, como creador que imprime valor y significado a la vida, subrayando lo digno la interdependencia de unos con respecto a otros y recordando que se puede encontrar sentido en medio del sufrimiento. El propio Roberts perdió a su padre mientras trabajaba en el proyecto, de modo que sabe bien de lo que habla y nos advierte del peligro de abrir la puerta al suicidio asistido, lo que está consiguiendo, en los sitios en los que está vigente, un aumento de las peticiones de muerte, ya que los ancianos y los enfermos crónicos comienzan a sentir, lenta pero progresivamente, la presión de que “estorban”. Asistiremos entonces a una creciente degradación de la vida humana (“La legalización de los asesinatos médicos deliberados amenaza con dejarnos una sociedad radicalmente liberal en detrimento de una sociedad sustancialmente humana” -p.55-), sin olvidarnos de las implicaciones que el suicidio asistido tiene en la relación clínica, ni del peligro de equivocar un diagnóstico y de tomar decisiones irreversibles. Finalmente, el autor nos anima a mirar a la muerte a la cara, poner sobre la mesa la esperanza cristiana, y no dejar de alzar la voz en nuestro

medio, a favor de la vida. Hay un apéndice al final, una guía para el debate, que convierte este librito en idóneo para tratar el tema en grupos de discusión.

Animo a leerlo, como puerta de entrada para, luego, seguir profundizando. Desgraciadamente, la eutanasia ya se ha legalizado en España. La cultura de la muerte avanza. Nuestros parlamentarios han aprovechado esta temporada de restricción de movimientos por la pandemia, para avanzar en esta dirección. Agradecemos los esfuerzos que la Alianza Evangélica Española en este sentido, a favor de la vida y en contra de esta ley2, ya que lejos de un debate social real, los casos emotivos, aislados, a los que se ha puesto el altavoz mediático, han contribuido a la manipulación de la opinión, en detrimento de un apoyo mucho más contundente a todas las Unidades de Cuidados Paliativos, quienes, en colaboración con la Atención Primaria, hacen que los ciudadanos prácticamente nunca soliciten la eutanasia. Cuidados paliativos, por cierto, cuya inspiración moderna nació con Cicely Saunders, médica, enfermera y trabajadora social, tres en una, de decidida inspiración cristiana.

La suscripción anual comprende 5 números en papel : España, 19 € Europa, 25 € Resto de países 35 $ Número suelto, 3.90 € y aquellos que lo deseen en PDF Interactivo 5 €

Ingreso o transferencia a CEFB * cuenta ES93-2100-2122-70-0200317757 (CaixaBank)

Domiciliación bancaria

Talón, en cuyo caso se deben incluir 1,80 € más (salvo Madrid ciudad) por gastos bancarios.

Enviar a nombre de Edificación Cristiana, C/ Trafalgar, 32 – 2ºA – 28010 Madrid Tel. Y Fax: 914 488 968

Email: revistaedificacióncristiana@gmail.com - www.edificacioncristiana.com * CEFB (Centro Evangélico de Formación Bíblica)

INFORMACIÓN SOBRE PROTECCION DE DATOS DEL SUSCRIPTOR: En cumplimiento de la Ley 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal y con el objetivo de prestarle nuestro mejor servicio, el CEFB únicamente conservará sus datos con el fin de hacerle llegar información sobre publicaciones que puedan ser de su interés por cualquier medio, incluido el correo electrónico y/o medio equivalente. El CEFB se compromete a tratar de forma confidencial los datos de carácter personal facilitados y a no comunicar o ceder dicha información a terceros, adoptando las medidas de seguridad que establece la normativa sobre protección de datos. Puede ud. ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que el CEFB le reconoce dirigiéndose por escrito, junto con una fotocopia de su DNI, a nuestras oficinas: C/ Trafalgar, 32 – 2ºA – 28010 Madrid o al Email: revistaedificacioncristiana@gmail.com

Nº 298 39 Edificación Cristiana MáS libroS, MáS libreS
Elije la
de pago Nombre y Apellidos : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Dirección : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ C.P. _ _ _ _ _ _ _ _ Localidad : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Provincia : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Teléfono : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Móvil : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ E-mail : _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN A : EDIFICACIÓN CRISTIANA
forma

¡GRACIAS, MAESTRO!

(Entre sollozos y agradecimientos)

El pasado día cuatro de febrero, un mensaje de WhatsApp de Roberto González nos decía: “Pedro Inglés acaba de fallecer en Linares...”. Después de encajar la noticia la compartí con la familia y “a vuela pluma” redacté una breve nota dirigida a la iglesia que se reúne en c/ Trafalgar 32, Madrid, pues, en los últimos tiempos, muchos nuevos se han incorporado y no han tenido el privilegio de convivir con Pedro. Así que la nota, que algunos conocéis, fue un resumen muy incompleto. No pretendía nada más que un acercamiento a la persona y a la noticia de su fallecimiento.

En 1971, fueron encomendados Pedro Inglés y Puri Suárez a la Obra del Señor a tiempo completo por esa misma iglesia, tanto para la Obra local como nacional. En 1985 trasladaron su residencia – base de operaciones – a Linares. Desde entonces pudimos disfrutar algunas veces de la presencia y el ministerio de Pedro en las Conferencias de Octubre, y algún domingo que se acercó a Madrid.

Lo que ahora escribo tampoco tiene pretensiones de ser una mini biografía. Podéis leer la información de FONDEVAN en cuanto a su ficha de obrero del Señor, una breve reseña en PROTESTANTEDIGITAL y también la aportación de una nota, con foto entrañable incluida, de la iglesia en el Barrio de la Zarzuela de Linares. Sin duda, se irán escribiendo

páginas sobre este entrañable maestro modélico, y predicador (sí, predicaba con sus palabras, su actitud y su ejemplo). Al recibir el encargo de escribir, me di cuenta de la dificultad de apostar por un criterio de selección de acontecimientos (la extensión del escrito - al menos esto - está fijada por la mesa de redacción de la revista). Al ir recortando la selección de lo que escribo, algunas cosas me queman por dentro, pero no aparecerán aquí más que unas pocas (solo “se las cantaré a quien conmigo va”, como decía Pedro citando a Antonio Machado). Así que lo que viene a continuación será necesariamente incompleto, circunscrito y visceralmente emocional (un poco como él era). Perdón, como él es – tú ya me entiendes – porque “ahora duerme”.

Mi generación tuvo el inmenso regalo de contar con la presencia activa de varios matrimonios, y algún soltero, formados en el círculo de Ernesto Trenchard y Gertrudis ya en su etapa madrileña, todos ellos después con amplio ministerio por toda España, y algunos también eventualmente en el extranjero. Algo común en todos ellos era la cercanía. Ellos se te acercaban, sí, pero también te dejaban acercarte a ellos. Aprendimos disfrutando en cursos intensivos en cada primer trimestre de año en C/ Trafalgar (en el local, y en el famoso 2ºA), en el día a día del

Mar - Abr 2021 40 Edificación Cristiana
¡graciaS, MaeStro!

trabajo habitual de las diversas iglesias y en el ministerio viajando a diversas localidades, en Conferencias anuales, en los aniversarios de las iglesias, leyendo sus escritos en las Notas Diarias de la UNIÓN BÍBLICA, en la revista EDIFICACIÓN CRISTIANA y otras que luego citaré al referirme a Pedro.

En la iglesia local en la que aceptamos a Cristo y nos bautizamos, nos fue a tocar en suerte -bendita suerte- dos matrimonios dedicados a tiempo completo, que hicieron un titánico esfuerzo de formación e integración con nosotros, a saber, Jaime Stunt & Carmen Puyoles y Pedro Inglés & Puri Suarez.

Pedro ha sido el primero en ser llamado por el Señor a otro destino en el que ya no se viaja por los medios humanos. Después de haber pintado un poco el marco general hablaremos de él, de Pedro.

En el estudio bíblico forjó una gran capacidad de síntesis, típica de los maestros que dejan huella. Eso le venía de perlas para colaborar en las notas diarias de LA UNIÓN BÍBLICA (Pedro Puigvert nos puede decir por cuánto tiempo). La síntesis también era notoria en las notas breves que manejaba en los estudios bíblicos y las predicaciones. Me sorprendía que a veces tenía un índice al que de vez en cuando le echaba un vistazo para continuar. Eso le daba la posibilidad de mirar de frente al auditorio y a veces al infinito, como cuando se imaginaba un crítico oponente, al estilo de algunos rabinos (el apóstol Pablo usa alguna vez esta forma de hacer apologética).

Cierro los ojos y me transporto a uno de los numerosísimos estudios en pequeño grupo: Pedro evaluaba la situación de los grupos de Estudio Bíblico más concurridos y cuando creía que el momento había llegado para algunos, nos convocaba para un Estudio más profundo en grupos más pequeños, sin dejar de atender aquéllos, y nosotros sin dejar de asistir a los dos. Es aquí donde reproduzco lo que vivimos (seguro que hizo algo parecido allá donde iba). A veces al comenzar apuntaba, con su nervioso trazo, unos renglones en el cuaderno u hoja suelta. Se pensaba cómo colocar el bolígrafo en la mesa. Un tanto ceremonioso, se acercaba la Biblia. Sus fosas nasales se abrían en una prolongada respiración y después de soltar el aire, en voz queda, decía “vamos a orar” (a veces oraba él, a veces daba la posibilidad al que quisiera hacerlo o nombraba a alguno de los discípulos que lo hiciese). Habrás observado que no he escrito alumnos. Pedro tenía discípulos o nada.

En los descansos, mientras se ponía en pie llevándose las manos a los riñones y estirando la espalda, tenía que aguantarnos a los pesados que no le dejábamos un

respiro (pido perdón tardío). Al reanudar, si daba tiempo, volvía brevemente sobre lo fundamental, y de nuevo nos interesaba con sus gestos y palabras, mientras expectantes nos sumíamos en su desarrollo argumental. Pensaréis que cuento demasiados detalles (he desechado más de lo que escribo), pero en los detalles va el homenaje y en la recreación va la gratitud y la admiración.

Evadía sentirse admirado mientras nos hacía levantar la vista al cielo. Sacudía la cabeza ante cualquier halago, como si tomara un alimento en mal estado. Todo esto lo saben los que le conocieron de cerca. Le motivaba meternos en el juego de la dialéctica cuando empezaba diciendo: “¿y si a ti te preguntaran… qué contestarías?” Subían entonces jaculatorias al trono de la gracia mientras contestabas, y agradeciendo su gesto y palabra aunque hubiera corrección por medio.

Intentaba ceñirse al implacable reloj, si bien no era el único responsable de que el tiempo se estirara. Si era una semana o dos de cursillo en cualquier iglesia de España, claro, había que aprovechar. Si fuera en las iglesias de las que fue anciano en Madrid (c/ Trafalgar y c/ Tembleque), abusábamos de su dedicación a tiempo completo (nunca mejor dicho). Las iglesias en c/ Cambroneras o en el Barrio de la Zarzuela en Linares pueden confirmarlo. Él siempre decía que gracias a su mujer podía realizar su ministerio. Y cuando se encontraba con algunos jóvenes que estaban en el tiempo de comenzar un noviazgo insistía mucho en el proyecto de vida. Una frase inolvidable era “la mujer de un oficinista no es la mujer de un torero”. Hoy podríamos buscarle otros paralelos. En el lado de las chicas, Puri, su esposa, hacía otro tanto. Y en algunos casos los dos conjuntamente.

Os habréis dado cuenta de que hemos pasado de la faceta de maestro a la de consejero. Tanto Jaime Stunt como él nos repetían que buscásemos profesiones de servicio (si bien en todas se sirve al Señor y a los semejantes).

Nº 298 41 Edificación Cristiana
in MeMoriaM

Era un gran lector que compartía lo leído citando fuentes (ya me entendéis). Citaba a Unamuno, Ortega y Gasset, Marañón, Antonio Machado, etc… y no solo citaba, también te incitaba a leerlo tú. Gracias a él, algunos empezamos a leer con interés a algunos escritores cristianos que hace cincuenta años no tenían muchas obras en las bibliotecas de los creyentes. Entre ellos a P. Tournier, C.S. Lewis, F.F. Bruce, John R.W. Stott, Leon Morris, etc. Aprendimos a destinar un dinero mensual para revistas y libros, que en mi caso contaba con la complicidad de mi padre.

Reseñaré también su faceta de escritor: colaborador en la revista Edificación Cristiana y algún tiempo, coordinador de redacción junto a Juan Solé (1977-Οctubre 1981). Se encuentran artículos suyos en la revista Decisión, Pensamiento Cristiano (editada en Argentina) y El Embajador (editada en Barcelona). Además de las notas para los cursos bíblicos del CEB (entonces se llamaba así), se lanzó, con su mencionada capacidad de síntesis, a escribir PLAN GENERAL DE LA BIBLIA, editado por LITERATURA BÍBLICA (así conocida entonces).

No me resisto a mencionar a su sobrino Antonio Rives quien lleva tiempo impartiendo unos estudios bíblicos que son un desarrollo del librito de su tío Pedro Inglés. ¿No es emocionante? Por otra parte, aprovecho a promocionar el libro sobre LOS SALMOS 1 AL 40: El anhelo y la libertad del hombre de Dios, del cual Pedro Inglés es coautor con su maestro Ernesto Trenchard, editado por CEFB.

Pedro aprovechaba cualquier situación para conversar. Su interés por cada uno que entraba en contacto con él era inmediato. Tímidamente, quizá en un principio, pero pronto participabas en el círculo con los que él contaba. La conversación podía ser en un paseo por la ciudad o por el campo mientras se iba o se venía de visitar a los enfermos o personas mayores que no podían desplazarse. Mencionaré especialmente las visitas al Hogar de ancianas (más tarde también para hombres) de Madrid de la c/ Jaenar. Tardes de sábado animando a nuestros mayores, cantando, tocando los instrumentos, celebrando la santa cena, visitándolos en las habitaciones. Esta obra era interdenominacional (nuestro recuerdo para el fundador Alberto Araujo, otro maravilloso campeón) y colaborábamos con entusiasmo aun cuando los esfuerzos fueran mayores: más ofrendas, además de las mensuales, celebración de varios conciertos recaudando fondos, realizando mejoras que facilitaran la vida en el Hogar… El esfuerzo se plasmaba en obras concretas. Nuestros padres, ancianos y obreros nos animaban y acompañaban en esa labor. Se llamó Residencia de ancianos cuando fue absorbido por la Fundación Federico Fliedner cerrando a los pocos años. Pedro y Puri pudieron seguir con ese ministerio al trasladar su vivienda a Linares al encontrarse allí el Hogar-Residencia de ancianos. Si tenías

la ocasión de “coincidir” con él en un campamento, podías tener una conversación, siempre edificante y con buen humor en las comidas, excursiones, paseos, etc…

Registraré aquí la tensión que nos expresó más de una vez (común a todos los obreros que conocíamos de cerca): tener que decidirse frecuentemente entre la obra local y las invitaciones a otras provincias. Nos lo compartía para que orásemos y Dios le mostrara el camino.

Un lugar donde pudimos apreciar en conjunto todas las facetas ya mencionadas: conversador, maestro y evangelista, además de persona cercana, fue en el Rastro madrileño. Pedro fue un gran impulsor de este proyecto. En aquellas etapas, el Rastro de Madrid estaba agrandándose de manera imparable. Nuestros hermanos Heber, Richard y Hugo (actualmente en Galicia) construyeron con barras de hierro una estructura desmontable, cubierta de una lona (verde por fuera y florida por dentro). Era el puesto de Biblias, Nuevos Testamentos, en varios idiomas, libros seleccionados con temas interesantes para el gran público. Para la selección de libros, además de la oración, se necesitaba conocer a ese público al que nos acercábamos. Como os podéis imaginar, no se pensaba en las ventas. Algunos libros se vendían, y animábamos a los compradores a que volviesen el domingo siguiente para comentar, preguntar, discutir lo que quisieran. Pedro nos insistía en que lo más importante era conversar: saber escuchar, contestar con educación, orientar y, en lo posible, establecer un contacto más duradero para poder seguir predicándoles el evangelio. Acompañábamos a Pedro haciendo turnos. Además de los mencionados, contábamos con Elisabeth Weitbrecht, y también con José Luis Rivilla quien se trasladó a Linares al casarse y pudo disfrutar mucho tiempo más de la presencia y el ministerio de Pedro. José Luis se le adelantó para estar con su Señor.

Mar - Abr 2021 42 Edificación Cristiana
¡graciaS, MaeStro!
Pedro Inglés y Mariano Pérez en el Rastro

Como veis, tuvo un ministerio muy completo. No solo hacía, sino que enseñaba a hacer todo lo que practicó. Su ejemplo, nada teorizante, todavía nos anima a luchar contra la pereza.

Cuando nos casamos Débora y yo hace más de 26 años, Pedro fue el encargado del mensaje. No podía ser de otra

manera. La última vez que lo vi fue en la boda de Chema y Esther, la hija de Miguel y Nieves (sobrina de Pedro). Su imagen venerable me acompañará siempre. ¡Gracias, maestro! ¡Pronto nos reuniremos por la inmensa gracia que Jesús derrochó y que tú nos enseñaste a valorar!

“Y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra” (1 Tes. 5:13)

El pasado día 4 de febrero de 2021 durmió en el Señor nuestro amado hermano Pedro Inglés Beas, siervo del Señor y miembro de la iglesia en la Zarzuela (Linares). Los que le hemos conocido de cerca, nos sentimos enormemente bendecidos por su ministerio y ejemplo.

Pedro Inglés y su familia llegaron a Linares el 5 de enero de 1985, día del cumpleaños de Pedro, trasladando su hogar al piso de C/ Cambroneras. Desde ese momento, Pedro sirvió al Señor como enseñador y anciano en dicha iglesia local, hasta que en Mayo del año 1993 se inauguró el nuevo local de cultos en Avda. Andaluces (Barrio de la Zarzuela) del que Pedro fue uno de los fundadores.

En el servicio a la iglesia de la Zarzuela, hemos sido ancianos junto con Pedro: José Luis Rivilla (que partió con el Señor en 2019), Miguel García y Antonio López. Intentamos seguir el consejo de nuestro hermano hacia

los guías de la iglesia: “Que seáis ancianos de verdad” y “vosotros también sois mis ancianos”.

Aparte de los estudios bíblicos, en los que Pedro era un verdadero maestro, consejero y capacitador, él nos enseñó a realizar distintas actividades en la iglesia local para fortalecerla y consolidarla: Reuniones de oración, excursiones al campo, visita a los mayores de la iglesia, reuniones con los más jóvenes, con los matrimonios, clases de discipulado para recibir “todo el consejo de Dios”, estudios de homilética, hermenéutica, libros de la Biblia y reuniones de aportación variada, entre otras.

Agradecemos a Dios la vida de este siervo suyo, un hombre que conocía a Dios y conocía su Biblia. Su honestidad, su servicio hacia la iglesia local y su respeto a la Palabra de Dios hacen que deje un hueco difícil de llenar en nuestras vidas

POR EL CONSEJO DE ANCIANOS DE LA ZARZUELA

Nº 298 43 Edificación Cristiana
in MeMoriaM
De izquierda a derecha: Miguel García, Eric Bermejo, Pedro Inglés, José Luis Rivilla y Antonio López.

RINCÓN POÉTICO

ORACIÓN

A ti me vuelvo, gran Señor que alzaste a costa de tu sangre y de tu vida la mísera de Adán primer caída, y a donde él nos perdió Tú nos cobraste;

a ti, Pastor bendito, que buscaste de las cien ovejas la perdida, y hallándola del lobo perseguida, sobre tus hombros santos te la echaste.

A ti me vuelvo en mi aflicción amarga y a ti te toca, Señor, darme la ayuda, que soy cordera de tu aprisco ausente y temo que a carrera corta o larga, cuando a mi daño tu favor no acuda, me ha de alcanzar esta infernal serpiente.

Miguel de Cervantes (1547-1616)

(De la recopilación “Palpando se halla”, realizada por Santiago Saguar)

Presentado por Orlando Enríquez

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.