Ser colonia, 10 de mayo

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10 de mayo- Ser colonia

Junta Editora: Alexandra Pagán Vélez { Directora Anto Gamunev, Sonia Cabanillas Martín Cruz Santos Eloisa Gordon María José Moreno Mónica Lladó Ortega { Lectora externa Hugo Viera { Consultor, lector externo

Junta Asesora: Mariveliz Cabán Montalvo { Presidenta Roxanna D. Domenech Sugelenia Cotto

Portada: Carla Torres www.carlatorresillustrations.com


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índice Dabda Melody Rolland

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Negro, mudo e incomprensible. El muñeco de brea. Segunda parte Julia Cristina Ortiz Lugo

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Datos para reconocer una colonia. Primera parte Amado Martínez Lebrón

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Lo absurdo de ser una colonia en el siglo XXI: la exploración del valor en lo terciario/ the tertiary de Raquel Salas Rivera Agnes A. Sastre Rivera

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Para una introducción a cráneos, lares, viajes, reflejos y caminos: ¿Qué traes en tu calavera, Yoni Coyote? Textos para (des)orientar al turista (y a los espejos) de Edgardo Nieves Mieles (Festival Literario de la Montaña, Utuado, 28 de abril de 2019) Juan Carlos Fret-Alvira 48 Ilustraciones Carla Torres Una pistola sobre nuestra cabeza Edjanga Divendu Jones Ndjoli Atomista Ana Marina Rúa Kahn

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La revista Cruce está recibiendo colaboraciones para la

Edición Especial: Orgullo

El 28 de junio de 1969 fue el comienzo de una serie de protestas contra una redada policial que tuvo lugar en el pub conocido como Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. El incidente sirvió de antesala a todo un movimiento por los derechos humanos que tuvo sus repercusiones en el mundo entero. La lucha de la comunidad LGBTTQIA+ es el pináculo de muchos debates que nos han ayudado a repensar nuestro mundo. De allí que Cruce se una en una edición especial que contempla la lucha, derechos y cuestionamientos que plantea la comunidad LBTTQIA+ en la edición especial Orgullo. Consideraremos ensayos, reseñas de libros relacionados, así como todo tipo de texto o pieza artística que explore temas y perspectivas afines a lo cuir (queer), derechos civiles y humanos de la comunidad LGBTTQIA+, activismo político, así como manifestaciones artísticas y sociales, desde distintas disciplinas. Contamos con la colaboración de Anto Gamunev como editor invitado. Algunos temas sugeridos son: Política y sociedad: • impacto de la comunidad en la economía • las identidades en lucha y sus implicaciones en el espectro sociopolítico • las violencias y fobias cotidianas, sesgos/prejuicios implícitos, micro-agresiones, esquemas innatos • la relación mediática con los asuntos propios de la comunidad • perspectivas históricas en el desarrollo de la comunidad • enfrentamientos a la marginación y fobias a través de la acción social Arte: • expresiones escritas y piezas plásticas que partan o se instalen en el eje temático en cuestión • análisis de las diversas manifestaciones y expresiones artísticas que cuestionan y reflexionan en y desde la complejidad de la comunidad LBTTQIA+ • foto-ensayos o documentación relativos • novelas gráficas o textos ilustrados alusivos


Letras: • mirada historiográfica cuir en la literatura • acercamientos al lenguaje ante los cuestionamientos de género • recopilación de crónicas, microhistorias y testimonios que partan o se instalen en el eje temático en cuestión • reseñas y comentarios de textos o artículos relacionados a los temas LGBTTQIA+ Cine: • reseñas de películas alusivas • la normalización de la alternatividad en las películas y series televisivas El plazo para someter las colaboraciones es hasta el 18 de junio de 2019. Invitamos a todxs lxs interesadxs en participar en esta convocatoria a enviarnos sus manuscritos y piezas. Las fotos, pinturas, entre otros formatos de imagen deben ser enviados en alta resolución. Los textos (todos deben estar identificados con el título y nombre del autor tanto en el archivo como en el documento) deben presentarse con el siguiente formato: Letra Times New Roman, 12 puntos, doble espacio, tamaño carta, en formato de Word, identificado con el o la autor(a). Los artículos no deben exceder de las 12 páginas. Las reseñas de libros no deben superar las 6 páginas. Los textos creativos tendrán un límite de 8 páginas. No se recibirán manuscritos que superen estos tamaños. Debe incluir una foto y una biografía del autor que no exceda las 200 palabras. Los textos y piezas deben enviarse a editorescruce@suagm.edu. Si se incluyen mapas, ilustraciones, tablas o cualquier tipo de gráfico explicativo dentro del documento, deben estar en alta resolución (en formato jpg o png con el título con el cual será identificado en la publicación) y el o la suscribiente debe contar con los permisos de uso o regirse por la Ley de Derechos de Autor. Para más información sobre la revista pueden contactar a editorescruce@suagm.edu.

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Negro, mudo e incomprensible. El muñeco de brea. Segunda parte Julia Cristina Ortiz Lugo Nota: La primera parte de este escrito es una diagramación de las versiones puertorriqueñas y se puede leer en https://issuu.com/revistacruce/ docs/18_de_enero. “This creature made up of dark matter […] challenges us to make the inchoate speak, to attribute meaning to what is presented as dark, mute and incomprehensible.” (Gates, Henry Louis and Maria Tatar, The Annotated African American Folktales, 141)

Que sepa, en Puerto Rico el término “muñeco de brea” no tiene ninguna connotación, aunque la brea se usa en nuestro discurso racista como símil para describir a una persona visiblemente negra. En Estados Unidos, “tar baby” es un término racista, peyorativo y se usa también para referirse a un problema que se hace peor según más y más se trata de resolver. (Wagner, xiii

traducción mía). Aunque no tengamos el término (a pesar de que curiosamente sí tenemos tantas versiones del cuento folclórico, como mostré en la primera parte de este estudio), usamos otros dichos para señalar la situación. Podría ser porque para el común de las personas en nuestra Isla, no importa cuán rico sea nuestro cuerpo de cuentos folclóricos, es un material totalmente irrelevante, además de 16


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difícil de conseguir.1 Naturalmente que tampoco tenemos una corporación Disney que le haya dado todo el relieve que le dio en su inconseguible y polémica película “Song of the South.”2 Pero, igual que en otras partes del mundo, en Puerto Rico sabemos por las fechas de las recopilaciones de Mason, Espinosa en The Journal of American Folklore, que este cuento debió haberse contado mucho en los finales del siglo XIX, puesto que sus colecciones son de las primeras décadas del XX (el volumen sobre cuentos de animales en Puerto Rico es de 1927). Brian Wagner, en su magnífico estudio The Tar Baby. A Global History, afirma que la fase de mayor recolección de estos cuentos discurrió entre 1865 y 1945 (xiii). Este relato con sus versiones siempre ha estado en el ojo de la cultura en otros lugares porque se usó, según Wagner, para demostrar la resiliencia de la cultura de los esclavizados y para afirmar que no eran “neither deracinated nor submissive” (xi). Que haya muchas interpretaciones de este cuento no lo hace más fácil. A quienes queremos entenderlo más allá de su trama, sus complejidades nos atrapan como el muñeco de brea al protagonista. Casi literalmente nos vamos quedando pegados de un pie, de otro, hasta quedar atrapados en un espacio sin movimiento pensando a quién corresponde quién en esas lecturas.3 De 1 Gates, Tatar llaman la atención sobre la disminución de la popularidad del cuento en Estados Unidos. 2 Esta polémica película salió a la luz en 1946 y cuenta las relaciones entre Uncle Remus y un niño blanco en una plantación. La película se consideró racista porque suavizaba e idealizaba la vida en las plantaciones. Llegó a ser acusada de impulsar la supremacía blanca. Para más sobre el tema, vaya a http://www.acuartaparede.com/es/ song-of-the-south/ 3 De hecho, Gates-Tatar se refieren a esa misma disyuntiva del oyente cuando afirma: “The 17

este cuento se ha dicho mucho a lo largo del tiempo. Se le relaciona indisolublemente con la esclavitud porque independientemente de lo que diga Espinosa4, el consenso es que este relato vino en la memoria de los africanos/as que llegaron en los barcos a América. Según otro consenso entre folcloristas, la “esencia” de este cuento se describe como “outlaw peasant outwits inventive master with wit and cunning” (Gates, Tatar 133). Para Gates/Tatar esto no es suficiente, porque es un cuento mucho más rico en sus sugerencias. Puede revelar cierta “anxiety about creatures who do not hesitate to maul and murder, getting revenge as they kill and maim”5(134). Más enigmático aún, como bien anota Toni Morrison (citado por Gates/Tatar en The annotated, p. 134) es ese muñeco negro, tanto como la brea, y que se usa para intimidar, story may unfold in an orderly fashion but it is soon disturbed by disorderly behaviors, drawing listeners and readers into a vortex of cultural oppositions and contradictions. As we try to make sense of the tale, it turns on us, trapping us as we make feints ant thrusts to get at its core” (134). 4 Según explicaba en la primera parte de este estudio, Espinosa defendió la teoría de que el origen de este cuento estaba en la India. 5 En Puerto Rico, en efecto, contamos con una versión (1. “El conejo y el tigre,” p. 314) en la que el tigre, siguiendo instrucciones del conejo se rompe los dedos y las manos.


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asustar, atrapar, inmovilizar y con el expreso propósito de castigar. Por otro lado, es una lucha entre un ser “difficult, unresponsive” y un “anarchic male, each with definitions of independence and domesticity, of safety and danger that clash” (Morrison, posición 52). Comencemos con un breve resumen del episodio del muñeco de brea y con una apreciación general de las versiones puertorriqueñas con las que trabajé. La estructura de la anécdota que sobrevivió en nuestras versiones y en medio de cuentos más largos es: un hombre o animal tiene una huerta, que en ocasiones es una idea o proyecto común entre dos amigos. Uno solo de los amigos la trabaja y la cuida, mientras el otro, a escondidas se roba los productos. Para lograr encontrar al que hurta, el amigo que la trabaja construye una figura de algún material pegajoso y cuando el ladrón viene, intenta que el muñeco le hable, como el muñeco no le habla6 se inicia la discusión o más bien el “monólogo dramático,” según lo denomina el investigador Aurelio M. Espinosa, que generalmente llega a los golpes, con el resultado de que el intruso se queda pegado por diferentes lados de su cuerpo según se va complicando la lucha. Se suele pegar desde por una parte hasta por 4 o 5, exactamente por sus extremidades. El final comprende una falsa súplica por parte del amigo que hurta y una escapatoria lograda por el engaño de la súplica o 6 En una de las versiones de Aurora Texidor, la que titulé “Compay Araña y la tala de calabazas,” el muñeco de brea, le habla y le dice al Compay Araña que le pide que lo suelte, que no lo va a soltar.

simplemente un golpe de agilidad o suerte que le permite escaparse.7 Las versiones de este cuento a las que he tenido acceso, por ser parte de las colecciones publicadas de los cuentos folclóricos de Puerto Rico, son doce. Recogidas y publicadas por John Alden Mason y Aurelio M. Espinosa en el Journal of American Folklore son: Volumen 34: “El muñeco de brea” (# 21, p. 164-66); Volumen 40: “El tigre y el conejo” (#1, 313-316), “El conejo, el tigre y el perro” (#2, 316-318), “Cuento de un tigre y un conejo” (#3, 319-320), “El tigre y el 7 Este recuento concuerda con el patrón básico que resume Ruth I. Cline en su artículo “The Tar-Baby Story.” Ella explica que en la India los ladrones atrapados suelen ser un mono, un hombre o un chacal. En África y América, el conejo (73). 18


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conejo” (#5, 322-324), “El conejo” (#9, 328), “ El conejo y el tigre” (#13, 330-331); “La mujer y el conejo” (#15, 332), “El conejo” (#17, 333-334), “El conejo y el tigre” (#21, 336-337). Grabadas de boca de Aurora Texidor, la narradora de Guayama, tengo dos versiones: “Compay Araña y la tala de calabazas,” “Compay Araña y la tala.” En términos generales se repiten las siguientes características. Se percibe al protagonista, al que roba, como el héroe por parte de quien narra. En “El tigre y el conejo” (1, Mason/Espinosa, p. 313) quien narra hace la siguiente distinción: “El conejo era chiquito, pero

a comer bien: “Hoy tengo yo que comer huevos y quesos,” que era parte de la dieta habitual del tigre, que era dueño y comerciante a la vez. Según se desarrolla la trama, se observa que el tigre se aferra a su mercancía y está dispuesto a matar al conejo. Peor aún, jamás se ve la disposición del tigre a compartir, ni a escuchar la versión del conejo sobre por qué se los roba, ni menos aún a llegar a acuerdos que sean buenos para ambos, porque su respuesta es siempre querer matarlo. Sin embargo, cuando surge la posibilidad de quitarle un queso al conejo, siendo él el dueño no solo de todos los quesos sino de la materia prima y de

era muy inteligente y el tigre era un burro.” En la versión “El conejo y el tigre” (21, Mason / Espinosa, p. 336), quien narra atribuye sabiduría al acto de apropiarse de la siembra de otra persona: “El conejito, como era tan sabio, se iba todas las noches a comerse los pepinos hasta que …” En todas las demás versiones, el héroe natural es el conejo, puesto que es quien se sale con la suya y evade las consecuencias de sus engaños o tretas contra el dueño o dueña de la siembra o propiedad. Sobresale por lo diferente, el comentario de Aurora Texidor, quien en una de sus dos versiones sobre esta narración denomina a Araña8 como “una de

los animales que la producen, entonces sí entabla el diálogo y la negociación para que el conejo le permita amarrarse una piedra al cuello que, según la treta del conejo, le permitiría ir al fondo del agua a rescatar el queso. A lo largo de muchas tretas9 se demuestra

esas personas bien groseras,” aunque acompañado de una risa de complicidad. No obstante, en las otras ocasiones que Aurora narra cuentos de Araña, siempre sus aventuras van acompañadas de risas, tanto de ella como de otras personas que la escuchaban, con lo que se deduce que son aventuras jocosas en las que el juicio moral no es parte de la dinámica. En “El tigre y el conejo” (1. P. 313, Mason, Espinosa), el conejo afirma su derecho 8

En vez de Conejo, sus versiones son con Araña, lo que las acerca más a las de África y menos a las de Estados Unidos.

en varias instancias que el éxito del conejo radica en la observación y utilización para su beneficio de la ambición desmedida del tigre, de su codicia y de su insensibilidad. De igual manera, la furia 9 En casi todas las versiones puertorriqueñas, el episodio del muñeco de brea no es único, sino que es parte de una trama larga en la que se repiten las contiendas entre ambos animales.


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del tigre va en aumento según se va sintiendo no solamente robado, sino burlado. Estos cuentos se caracterizan por ser sumamente violentos. Hay manifestaciones de agresividad por parte tanto del conejo, como del tigre, naturalmente con explicaciones distintas. Si vemos que la furia del tigre surge al sentirse expuesto y burlado, la del conejo/araña obedece a otras razones. Para esto resulta pertinente mencionar que Wagner, en su análisis, le da extremada importancia al hecho de que en el episodio/encuentro del protagonista con el muñeco de brea lo que provoca

el principio (p. 81) y que por lo tanto condicionarían el personaje por una caracterización negativa que se proyecta a ese episodio. Como parte de esas lecturas, entonces se entendería que el personaje saluda y se porta bien solo porque el muñeco tiene como parte de su cebo, un queso, dulces en una batea, una botella con bebida o pan. Sin embargo, habría que añadir a esto, qué influencia tendría por ejemplo en el ánimo de quienes escuchaban el cuento la caracterización general que en el universo de los cuentos que escuchaban tenían el conejo o la araña. Es decir, ¿se acercaban a la historia sabiendo ya que la araña o el conejo eran

la reacción agresiva del protagonista es el hecho de que el muñeco no le habla, no lo saluda y no le responde su saludo. In most versions on record, however, the rabbit’s approach to the tar baby is unmotivated. Meeting the tar baby for the first time, the rabbit approaches the figure with all of the energy, generosity, and goodwill that he withheld from his neighbors during the story’s opening sequence […] Whatever differences may exist between them, the rabbit assumes that these differences can be bridged by staying true to the established norms that are supposed to govern relationships between individuals even under uncertain circumstances […] the violence between the rabbit and the tar baby is not an inevitable fact of existence but instead the result of a breakdown in an established etiquette that otherwise serves as a reliable basis for civil interaction. (81- 82) Wagner no deja de aludir a los casos en los que el personaje del conejo está criminalizado desde

siempre delincuentes de los que había que dudar, o se acercaban esperando qué nueva treta o aventura disfrutarían esta vez? Tampoco es de desmerecer que el dueño del muñeco usa precisamente como cebo, esos productos, apreciados por el conejo, para atraparlo. En otra versión, “El tigre y el conejo” (1, 315), que apunta nuevamente a que el conejo trata de encontrarle significado al artefacto que para él resulta extraño, incomprensible (Gates, Tatar, 141), nos topamos con un conejo especialista en jugar barajas, que, habiendo ganado una partida con el muñeco, se siente ofendido porque el muñeco no solo no le habla, sino que no le paga la partida ganada. Es así que el protagonista se ve metido en un espacio de silencio que es a la vez, de incomprensión cultural, de entrampamiento y de parálisis. Este silencio, esta incapacidad para que el muñeco lo autentifique es lo que desata la violencia del protagonista y es la consecuencia natural de verse sin la posibilidad de moverse, atrapado por varias partes, aunque de poco a poco. Tal como lo explican espléndidamente Gates, Tatar en su metáfora más brillante: el muñeco de brea es “a sticky trap that works much like quicksand, 20


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perversely drawing its power to ensnare from resistance” (134). Porque la furia se reduplica ante la realidad de que mientras más se resiste, más se enreda o se entrampa en la sustancia pegajosa. Y ante esa imposibilidad solo hay unas pocas salidas: la violencia, el ingenio y la palabra (Gates, Tatar, 134). En las versiones de Puerto Rico nos encontramos con las siguientes situaciones que nos llevan desde el silencio hasta la violencia, demostrando esa cualidad perversa

le hablaba, brincó y le dio una bofetada …” (5. “El tigre y el conejo,” p. 322). “- Buenos días. Y la estatua no se los contestó, y le dijo: -¡A que te doy una bofetada!” (13. “El conejo y el tigre,” p. 330). “Entonces el conejito vino y vio al muñeco y se creía que era un hombre que estaba jugando solo. Entonces el conejito le dijo- ¡Oh!, amigo, ¿usted jugando solo? ¿quiere que yo juegue con usted? –Amigo, deme para fumar de su cigarro. Pero el muñeco

de la que hablan Gates, Tatar al obtener el poder a base de entrampar en la resistencia: “Suéltame […] y al no tener contestación, llega y saca la mano derecha y le da y se quedó pegado” (1. “El conejo y el tigre,” p. 315). “-Buenas noches, señorita; señorita, buenas noches. Y le dijoSeñorita, usted no me quiere hablar. Buenas noches, señora; pues ya que usted no me quiere hablar, deme un pedacito de queso. Como nadie le habló, le dio una bofetada … (2. “El conejo, el tigre y el perro,” p. 317). “Y el negrito callado […] Y él callado, y le dijo- A que te doy una bofetada” (3. Cuento de un tigre y un conejo,” p. 319). “… y viendo que no le conversaba, le dio coraje y le desafió a pelear y viendo que tampoco

no le decía nada. Entonces el conejito le dio con una pata…” (15. “La mujer y el conejo,” p. 332). “El muñeco no le contestó y el conejo le dijo […] El muñeco tampoco le contestó. - Compay, usted está medio serio conmigo, mire que yo doy unos puños que no hay quien los resista…” (17. “El conejo,” p. 333). “Cuando Juan Bobo llegó a la hortaliza y vio aquel muñeco se le acercó y en vista de que no le contestaba, le dio una bofetada en la cara al muñeco…” (21. “Cuentos picarescos.” The Journal of American Folklore, Vol. 34, No. 132 [Apr. - Jun., 1921 “El muñeco de brea” 165]). Contamos con dos versiones en cuyo texto la relación con el muñeco presenta dos diferencias: 22


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“[El conejo] encontró un negro en la puerta y le dijo: - Quítate de ahí o te doy un bofetón. Y como no se quitaba, le dio el bofetón” (21. “El conejo y el tigre,” p. 336). Y finalmente, la versión de Dña. Aurora Texidor: “Cuando tú no quieres hablar es porque tú quieres que yo coma dulces” (Ortiz 55). Si seguimos la línea de Wagner llegaremos con él a la idea de que, desde la posición del muñeco la agresión se comunica a través del silencio y así lo entiende el trickster. Por eso se ve obligado a luchar contra él gritando, pateando y golpeando, revolcándose y rebelándose. En

que consiste en hacer mucho ruido con hojas secas dentro de un rollo. Cuando el tigre se sobresalta, el conejo le dice para asustarlo y obligarlo a huir: “Este es el diablo que va a beber” (1. “El tigre y el conejo,” p. 314). En otra ocasión, el conejo inventa una sentencia, para poner en evidencia al tigre, quien se ha hecho el muerto para atrapar al conejo. El conejo dice: “El que se muere menea una pierna,” con lo que entrampa al tigre quien en efecto al mover una pierna alerta al conejo de su estratagema (13. “El conejo y el tigre, p. 330). Se destaca como estrategia de supervivencia para el conejo, el uso de las mentiras: “Pero cuando se

una de las versiones de doña Aurora, el silencio le provoca sentirse invitado a comerse todos los dulces, en la otra, el muñeco le habla, pero es una vez que lo tiene atrapado en su pega de dulce. Es el último acto de superioridad: “No te voy a soltar na.” Bien que lo resumen Gates y Tatar al preguntarse si la imagen del muñeco captura “both the physical impossibility of liberation as well as the intellectual hope of using words and wit to elude captivity” (134). Estas estrategias que, además de la violencia señaladas por Brian Wagner, son opciones para salir de la encerrona eterna en la que se ve atrapado el trickster, son, igualmente salidas clásicas de estos pícaros de nuestros cuentos folclóricos. A lo largo de las escaramuzas entre tigre y conejo - ya he acentuado que el episodio del muñeco de brea en casi todas las versiones es parte de una concatenación de eventos10- se destaca la capacidad

encontró con el conejo no le hizo nada, pues el conejo le dijo muchísimas mentiras y el tigre se las creyó” (21. “El conejo y el tigre,” p. 337). Una treta que se repite en estas narraciones es que el conejo se inventa (para saber si el tigre se encuentra escondido en su casa para atraparlo cuando él regrese), es hablarle a su “ranchito” y explicar al aire que él sabe que su rancho es seguro si el rancho le habla cuando él llega, si el rancho está silencioso no entra. Con lo que logra salvarse de las garras del tigre que pone en evidencia contestándole como si fuera su “ranchito.” Este episodio es particularmente importante porque es la contraparte del silencio del muñeco que coloca el tigre para averiguar quién es el ladrón. Mientras el silencio es el aliado del muñeco y con él, el propietario, es decir, el tigre; la palabra es el recurso del conejo. Es evidente que en estas narraciones el péndulo silencio/palabra es muy importante para marcar los espacios de poder, usándose alternadamente a favor del sector social que lo articula. Aunque sea en circuitos diferentes, su función es la misma: atrapar o revelar. Como parte de esa importancia del recurso

que tiene el protagonista para engañar. Muchas de esas burlas que construye parten del manejo verbal, del uso de dichos y de la confección de mentiras; estrategias todas elaboradas a partir del dominio ingenioso del recurso verbal. Por ejemplo, el conejo se inventa una trampa para asustar al tigre 10 Y muchas de estas estratagemas se usan 23

para salir después de que ha logrado despegarse del muñeco.


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verbal, el conejo usa en varias ocasiones la estrategia de decir lo contrario a lo que piensa, de usar el discurso para engañar, partiendo de lo que el otro quiere oír. Explota la situación en la que se encuentra el receptor, en este caso el tigre, para librarse de él diciéndole lo que su sentido de superioridad lo obliga a entender.11 Es el caso del cuento “El tigre y el conejo” (1, p. 315) en el que para lograr probarle a la novia del tigre que él usaba al tigre como su caballo e impresionarla, sucede lo siguiente: “¡Hoy lo mato yo a usted! ¿Es cierto que usted fue a decirle a mi novia que yo era caballo suyo? y le dice el conejo¡Ay! ¿pero cómo le voy a decir eso a su novia? Usted sabe que yo no hablo por detrás de nadie y también que yo estoy enfermo aquí desde ayer y no puedo ir allá, porque no puedo andar. Y le dice el tigre: - Pues móntese encima de mí para llevarlo allá.” O cuando en el cuento “El conejo, el tigre y el perro” (2, p. 317), el tigre lo atrapa con las manos en la masa robándole los plátanos él dice: “¡Oh compay, ¡qué me va a hacer usted a mí! Si estoy velándole los plátanos.” O finalmente, cuando recurre a la degradación/humillación “-Ay mire bendito compay, suélteme usted, mire yo le lavo la carita, las patitas, las manitas, la barriguita” (17. “El conejo,” p. 333). Otro elemento que llama la atención es la presencia de manifestaciones culturales que, tal 11 Lo que puede constituir ejemplos de la estrategia discursiva denominada signifying en los que se usa, entre otros recursos, el sentido literal y la ironía como estrategias de persuasión. Roger Abrahams lo explica así: “signifying is a ‘technique of indirect argument or persuasion,’ ‘a language of implication,’ ‘to imply, goad, beg, boast, by indirect verbal or gestural means.’” (Citado en Gates, Blackness, 989-990).

como ha mencionado Wagner, van floreciendo como parte del paisaje de cada lugar donde este cuento se contaba: “Moving freely from location to location, the tar baby is thought to remain tuned into its changing local circumstances, embodying the culturally specific values associated with particular locations and particular peoples” (16). Es obvio que los frutos que se mencionan son propios a nuestra geografía: plátanos, batatas, yautías, melones, maíz, peces. Los cebos que se usan junto con el muñeco para atrapar al conejo o a araña, son quesos, pan, barajas, dulces, una bebida. La relación entre conejo/araña y tigre es una relación de compadrazgo. El baile (“bailecito”), una orquesta de animales y la habilidad para decir coplas es parte de lo que se usa para que conejo logre escaparse de la venganza del Tigre (“El tigre y el Conejo,” 1, Mason, Espinosa, p. 316; “Cuento de un tigre y un conejo” 3. Mason, Espinosa, 320321). Las descripciones del muñeco parecen contextualizarse dentro de imágenes culturales y de discurso puertorriqueño racista. Veamos en el cuento “La mujer y el conejo,” el muñeco que 24


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confecciona la mujer se describe: “hizo un muñeco de barro y por la noche lo puso en el huerto sentado en una mesa con un cigarro prendido en la boca y él estaba pintado de brea.” Resulta natural asociar esa imagen con la utilización religiosa12 del tabaco: Una de las curiosidades más interesantes del tabaco es que desde tiempos inmemorables tiene una función especial en religiones un tanto peculiares. Junto con el ron, se ha utilizado en rituales afrocaribeños como elemento fundamental, para depurar mientras se invoca a los muertos o cuando se hacen trabajos de santería. A través del mismo, preparado de una forma especial, también se hacen rituales que según estas creencias garantizarán conseguir dinero, protección, amor, suerte o cualquier propósito. Esta clase de costumbres son muy populares en países del Caribe: El santero o la persona que ya está calificada para estos trabajos se encargará de fumar el tabaco y complacer los deseos del 12 Aunque Reinaldo R. Román en su artículo “Religiones afrocaribeñas en Puerto Rico” minimiza un tanto la influencia afrocaribeña en las prácticas religiosas de Puerto Rico, y las encuadra en un perímetro bastante cerrado dentro de la Isla, resulta bastante incomprensible por qué una alusión religiosa como ésta aparece en un relato recogido o al menos publicado en la década del 20 del siglo pasado, cuando todavía no habían llegado los cubanos exiliados, a quienes según él se le debe la introducción de valores africanos en las prácticas religiosas. La otra opción que queda para dilucidación exclusiva del público lector es que esta interpretación de la autora sea un anacronismo y que sea una imagen casual sin ninguna connotación. Claro, también existe la posibilidad, citada en el mismo artículo de Román y que sustenta la investigadora Marta Moreno Vega, de que haya habido una influencia de la cultura Congo en las manifestaciones del espiritismo en Puerto Rico. https://enciclopediapr.org/encyclopedia/religiones-afrocaribenas-en-puerto-rico/ 25

individuo que lo necesite, e incluso es capaz de “leer” el humo para predecir su futuro. https:// medium.com/@Andreinapws/curiosidades-deltabaco-795f409d6f43 En “Cuento de un tigre y un conejo” (3, Mason, Espinosa p. 319) el conejo, cuando se topa con el muñeco de brea le dice, tal como es todavía costumbre en nuestro discurso racial prejuiciado: “Buenas noches, negrito, vamos a tallar.” Y en la versión “El conejo y el tigre” (21, p. 336) se humaniza al muñeco de brea refiriéndose a él como “un negro en la puerta.”13 Cada versión puertorriqueña confirma que, en esta historia, el tigre (propietario) es el que atrapa y el conejo (pícaro) es el que se escapa. El dueño usa lo que Wagner llama “la tecnología” para atrapar. Tecnología que se refiere a la brea,14 que es un producto confeccionado; al 13 Por lo complejo del planteamiento, y la realidad de una fecha límite de entrega de este texto, he dejado por el momento las implicaciones raciales que tienen la presencia y función de este muñeco tan innegablemente negro como atrapa pícaros para el servicio del propietario de los frutos o dulces. Baste comenzar a pensar qué significaría para la persona esclavizada que escuchara este cuento, o para la narradora negra que fue Aurora Texidor y quienes lo contaran o escucharan en Guayama, toparse con esta figura ambigua y estereotipada que es el muñeco de brea, cuya silenciosa y exclusiva función es atrapar y ayudar a identificar al conejo o araña, el héroe de sus cuentos folclóricos. 14 Wagner le concede mucho espacio en su libro a la brea como producto manufacturado que distinguía a los nativos de los colonos porque el recurso natural, sacado de los pinos, se convertía en brea mediante el trabajo. Los nativos, según los colonos, eran incapaces de darse cuenta del valor de esa sustancia (54). Es evidente que esto tiene unas implicaciones muy importantes como veremos en la tercera parte de este estudio.


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arte,15 después de todo es un muñeco construido con habilidad y talento. En la versión “El conejo, el tigre y el perro” se pormenoriza la confección: “Se pusieron y calentaron brea y prepararon la muñeca, la vistieron de mujer, la pusieron en una mesa a las seis de la tarde en al platanal. Luego le pusieron un queso en una mano” (2, p. 317). En otra versión, el muñeco es comprado: “Un día el tigre compró un muñeco muy grande, de la estatura de un hombre, lo untó de brea y lo puso en una tala de maíz con un pedazo de pan en la mano” (5. “El tigre y el conejo,” p. 323). En la versión “El conejo y el tigre,” la voz narradora se refiere al muñeco como “una estatua de goma” (13, p. 330). La mujer de la versión “La mujer y el conejo:” “hizo un muñeco de barro […]en el huerto sentado en una mesa con un cigarro prendido en la boca y él estaba pintado de brea” (15, p. 332). En el caso de las versiones de Aurora, significativamente es o un muñeco de brea con una batea llena de dulces, o simplemente “muñecos, dulces, muchísimas cosas y una batea” lo que nos hace imposible no llevar nuestro pensamiento a la cultura que creó el azúcar en Puerto Rico, precisamente gracias al trabajo esclavo. Resolver con quién se identifica quien lee o escucha el cuento no es nada fácil y en mucha medida obedece a ese “inventario” de “binarios” al que aluden Gates, Tatar: “work against theft, deception against innocence, assault against passive resistance, loquacity againts silence, and in some instances male against female as well as human against simulacrum” (134). Tampoco lo es el tratar de discernir qué es esa metáfora del muñeco de brea. Conviene repasar las palabras de Morrison en cuanto a este personaje: “the figure of 15 Toni Morrison aduce que esa figura “moves beyond trickery and art” (Tar Baby, posición 52).

tar having done its work, falls out of the action of the tale yet remains not only as its strange, silent center, but also as the sticky mediator between master and peasant, plantation owner and slave” (posición 52). Igual que un encubierto, el muñeco de brea comunica los valores del sistema al que sirve. Como un encubierto, es un intermediario, es un provocador, se transforma perversa e inescrupulosamente en un “igual” porque en su capacidad para ganarse la confianza, radica su éxito. El sistema se ocupa de vestirlo de “paisano” y colocarlo en un lugar visible. De igual manera asume las costumbres y los modos del grupo al que infiltra. No en balde el muñeco atrae con comida, bebida, barajas, lo que lleva al protagonista a acercarse y a establecer cándidamente una relación que termina en traición, agresividad y 26


Ser colonia

peligro porque tal como se apunta en la lectura de Morrison: “Aggresion can manifest itself through a form of silence that exaggerates the lack of agency that was the lot of black slaves) (Morrison, citado en The Annotated 157). Aun así, es de gran significación que de 12 versiones a las que tuve acceso y tal como señalé en la primera parte de este estudio, solo en 4 versiones, el pícaro permanece atrapado, demostrando así que a pesar de los recursos, tecnología y posibilidad para vigilar, castigar y apresar que tiene el dueño, el pícaro prevalece con sus estrategias ingeniosas y con su capacidad para construir opciones con la palabra. Conejo/ araña interpretan su delicada situación frente al intermediario silente e incomprensible y a partir de eso se enfrentan a él. Esto ocurre contra toda expectativa de que la resistencia hace la trampa más complicada y eficaz. Qué significa para Puerto Rico contar con tantas versiones de este cuento internacional; cómo pueden leerse todas esas pistas que lo caracterizan y en qué medida este cuento, igual que para el resto del mundo, es una pieza de la lectura política y económica que le ha dado Brian Wagner a este cuento serán mis tareas para la última parte de este estudio. De igual forma me propongo encontrar lecciones o la pertinencia que, dado lo anterior, podría encontrarse en la lectura de este cuento en los tiempos que vivimos en nuestra situación colonial. Textos citados Cline, Ruth. “The Tar Baby Story.” American Literature (1930): 72-78. Digital. Gates, Henry Louis. “The Blackness of Blackness: A Critique of the Sign and the Signifying Monkey.” 27

Rivkin, Julie and Michael Ryan. Literary Theory: An Anthology. UK/ Australia: Blackwell Publishing Ltd , 1998, 2004. 987-1004. Digital. Gates, Henry Louise and Maria Tatar, eds. The Annotated African American Folktales. New York and London: Lifewrite Publishing Corporation, 2018. digital. Mason, J. Alden y Aurelio Espinosa. “Porto-Rican Folk-Lore. Folk-Tales.” The Journal of American Folklore (1921): 143-208. Digital. ------ “Porto- Rican Folk-Lore: Folktales.” The Journal of American Folklore (1927): 313-414. Digital. Morrison, Tony. Tar Baby. New York : Vintage International, s.a. Digital. Wagner, Brian. The Tar Baby. A Global History. Princeton: Princeton University Press, 2017. Digital. _________________ Ilustraciones: 1-4 E.W. Kemble para The Tar-Baby, de Joel Chandler Harris, 1904 (páginas 16-17) 6 Don Daily para The Classic Tales of Brer Rabbit de Joel Chandler Harris (página 19) 7 Harry Rountree para Uncle Remus Stories (página 21) 9 Walt Disney Studios (página 24)


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Datos para reconocer una colonia. Primera parte

Murales de los estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas en Viejo San Juan

Amado Martínez Lebrón

Sobre la gente A la fecha se estima que 3,195,153 personas habitan el archipiélago de Puerto Rico.1 Desde el 1765, cuando la población de la Isla consistía en apenas 44,883 personas2, la cantidad de habitantes había estado aumentando regularmente, 1

Annual Estimates of the Resident Population for the United States, Regions, States, and Puerto Rico: April 1, 2010 to July 1, 2018. (NST/EST2018-01) U.S. Census Bureau, Population Division. Release Date: December 2018. 2 Refiérase a http://welcome.topuertorico.org/reference/pophistory.shtml.

consiguiéndose la cifra poblacional más alta en el 2000, cuando se contaron aproximadamente 3.8 millones de personas en el Censo. Desde ese punto en adelante nuestra población ha estado en baja por primera vez en más de 300 años, pero vale la pena aclarar que si bien hay una reducción poblacional en el archipiélago, en suelo estadounidense, como veremos adelante, ese aumento de puertorriqueñxs ha sido consistente, como lo fuera antes en la Isla. En la actualidad la cantidad de habitantes en el archipiélago es comparable numéricamente con 28


Ser colonia

la cantidad documentada para principios de la década de 1980, dicho de otra forma, tenemos hoy la misma cantidad de habitantes que hace 40 años. En Puerto Rico, junto a una emigración de 135 mil personas el año pasado3, hemos tenido más

diseñada, e históricamente, esa relación de explotación que nos define como sistema político diferente al resto de los territorios de EEUU, nos ha empujado a la emigración. Desde la más reciente crisis económica5, que despunta en el 2006, hasta

muertes que nacimientos, no solo por las víctimas de los huracanes y la incompetencia programada del gobierno Estatal y Federal, sino también porque la población al parecer no puede o no quiere tener hijos. Quizás podríamos pensar que esto ocurre en parte porque el 40% de los habitantes se encuentra en el grupo de las personas mayores de 65 años o entre los menores de 18 años, lo que permitiría que algunas personas afirmen que existe una relación directa entre la baja tasa de natalidad y el hecho de que somos muy jóvenes o mayores para pensar en hijos. Sin embargo, alrededor de un millón de puertorriqueños está entre los 16 y los 40 años, lo que significa que una tercera parte de la población está en edades reproductivas. Este panorama nos permite pensar que tanto la decisión de no parir, como la de emigrar, puede responder más a la percepción dominante de inestabilidad, violencia y desasosiego, que a una falta de población en edad de tener hijos. Puerto Rico tiene una tasa de nacimientos de 7.3 personas por cada mil habitantes, lo que nos coloca entre los primeros cinco países con tasas de natalidad más bajas del mundo4. Si bien los huracanes Irma y María, tuvieron mucho que ver con nuestra más reciente tasa de crecimiento poblacional, la colonia es siempre una crisis

los huracanes del 2017, ya más de medio millón de puertorriqueñxs se había ido del territorio y se calcula que para finales de 2019 se sumarán medio millón más a la diáspora. La pérdida de habitantes se estima que llegará a ser de más de un millón de personas en menos de 15 años6. La gente huye de la austeridad hoy es consecuencia de la más reciente crisis financiera, pero antes lxs puertorriqueñxs se habían ido por muchas otras razones igual de graves y opresivas. Cuando a la pobreza se le suma la violencia estatal contra los que luchan, al punto de desarticular lo que en otros países se convierten en vehículos del diálogo y la democracia, se hace duro imaginar tener un hijo aquí. La ACLU informó recientemente que con la crisis tanto local como federal, hasta los casos de demanda contra la brutalidad policiaca y el abuso de poder, entre otras acusaciones dirigidas al gobierno, serán irremediablemente postergadas y algunas hasta paralizadas. Esto evidencia que habitamos un estado de Derecho que en la práctica es un testaferro inútil. Las fuerzas represivas; sin embargo, no han paralizado los arrestos ni las multas y el año pasado mataron a 19 personas usando la fuerza y otras 239 fueron lesionadas por intervenciones de

3

Cifra que se confirma en https://www.univision. com/noticias/citylab-politica/el-exodo-no-se-detiene-masde-135-000-puertorriquenos-han-dejado-la-isla-y-se-estima-que-casi-medio-millon-podria-emigrar-al-continenteal-2019 4 Lea el artículo “Siguen en picada los nacimientos” en https://www.elvocero.com/actualidad/siguen-en-picada-los-nacimientos/article_57bf04aa-6216-11e8-922b4f687cb618d7.html. 29

5

Así se confirma en https://www.elnuevodia.com/ noticias/eeuu/nota/masde135000boricuassedesplazaronaeeuutraselhuracanmaria-2405116/ 6 Martín Echenique lo plantea en “El éxodo que no se detiene: este es el mapa de la diáspora boricua después del huracán María” en https://www.univision.com/noticias/ citylab-politica/el-exodo-no-se-detiene-mas-de-135-000puertorriquenos-han-dejado-la-isla-y-se-estima-que-casimedio-millon-podria-emigrar-al-continente-al-2019


Mural de Jesús Ortiz Torres en Callejón Trujillo de Ponce.

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la policía7. En fin, la fuerza represiva sigue intacta mientras se han desarticulado las frágiles formas institucionales que tenemos para defendernos de sus abusos. Aún con todo este panorama, existe una 7

Lea el artículo de Eric De León Soto para Noticel en https://www.noticel.com/la-calle/tribunales/ tienes-que-demandar-al-gobierno-por-tus-derechos-sientate-a-esperar/1004937127.

serie de expertos en la Isla que ha catalogado como urgente cambiar el paradigma que relaciona progreso con baja natalidad8, porque, según articulan también algunos funcionarios9, esto haría 8 Refiérase a “El reto de aumentar la natalidad” en https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/elretodeaumentarlanatalidadenpuertorico-columna-2413526/ 9 Vea https://www.elvocero.com/actualidad/ siguen-en-picada-los-nacimientos/article_57bf04aa-621611e8-922b-4f687cb618d7.html 30


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imposible el crecimiento económico en el futuro. Una consecuencia obvia que no se menciona cuando nos invitan a reproducirnos, y que pudiera ser una de las razones tras la campaña, sería que la despoblación y la baja tasa de natalidad junto a un país en fuga, significa, además de que no existirán personas para ser gobernadas por la oligarquía local, que se ganan la vida como políticos de 31

carrera, que no se tendrían contribuyentes. Esto haría difícil pagar la deuda, pues no se le cobran impuestos a los que poseen más riquezas, que gozan de exenciones y subsidios entre otros privilegios económicos, sino que se le trata de cobrar al sector obrero ya severamente precarizado, quitándole servicios públicos y poniéndole más impuestos. No se les ocurre a los gobernantes de este país


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cobrarle la deuda a los que están disfrutando de las riquezas acumuladas por la explotación, pero eso sí, les parece importante adelantar la idea de que hace falta más actividad reproductiva entre los puertorriqueñxs y colocar esa idea como una fórmula para resolver la crisis. El discurso de la necesidad de procreación se repite idéntico por Europa y Sur América desde las voces más conservadoras de la derecha. Sin embargo, sus argumentos han sido desbancados de dos formas: 1. Estableciendo que los crecimientos poblacionales a los que estamos acostumbrados se asociaron a momentos históricos de reducción

que responde es a la falta de oportunidades, a la emigración de familias en edades reproductivas y a la fuga junto a ellos, de puertorriqueñxs menores de edad, buscando lo que se les ha quitado aquí. La falta de oportunidades a su vez es la falta de una producción local que reduzca las importaciones y promueva la creación de trabajo seguro y con remuneración ajustada a los costos de vida, algo que se hace imposible cuando las multinacionales tienen todas las ventajas y consumimos lo que les dio trabajo mal remunerado a obrerxs extranjerxs. El problema tampoco es la falta de consumidores, sino la pobre capacidad de consumo, los bajos

poblacional catastrófica, como fueron los “booms” poblacionales tras las grandes guerras mundiales, y no responde ya a las necesidades económicas, sociales o ecológicas actuales, y 2. Argumentando que la migración puede resolver cualquier necesidad de mano de obra si ese fuera el problema. Mas sobre todo, los expertos entienden que el principal escollo para el crecimiento poblacional, que no es para nada urgente, es la injusta distribución de las riquezas y el desempleo, y no la edad o los hábitos reproductivos de la población. El “debate” sobre la urgencia de tener hijos, casualmente alineado con la ideología religiosa en el poder y su campaña homofóbica, antimujer y anti derechos reproductivos, ha estado encontrando sus espacios y siempre se usa para augurar una crisis en la actividad económica, porque se argumenta que tenemos una población con alta cantidad de ancianos10. Como sugerimos arriba, el problema no

salarios de la mayoría en comparación con otros territorios del imperio, así como la limitada oferta de bienes, que los impuestos hacen onerosa y que Estados Unidos monopoliza. No hay necesidad de más gente ni el problema es la falta de recursos, pues la crisis es más bien consecuencia, como demostraremos adelante, de la injusta distribución de las riquezas y no producto de la escasez. Con solo crear un sistema de impuestos progresivo, en donde los que más ganen más (corporaciones, individuos e iglesias) paguen más, ya se estaría empezando a pavimentar un camino hacia la estabilidad económica y social. Sin embargo, se

podría ser una población envejecida y la supuesta falta de trabajadores que insinúa, ya que tenemos alrededor de 90 mil desempleados, casi un millón de subempleados, y un 20% de la población es menor de 18 años. La baja en la natalidad a lo 10

https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/ poblacionenlaislaseredujoun14desdeel2010-2466516/

hace lo contrario, y nos imponen contribuciones regresivas como el IVU, en las cuales un(a) pobre tiene que comprar alimentos pagando un impuesto que representa una parte mucho mayor de sus ingresos, de lo que representaría para una persona rica. Promover la reproducción en este contexto, sería además, crear más puertorriqueñxs pobres dentro y fuera de la Isla, porque la mayoría de las personas en edades reproductivas se encuentran en la pobreza, si no se han ido de la Isla, y aun tras irse huyendo de la pobreza aquí, se enfrentan con 32


Ser colonia

la realidad de que en los Estados Unidos unx de cada cuatro puertorriqueñxs es pobre11. Según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico el único grupo que en proporción ha visto una menor reducción en su tasa de natalidad, ha sido el de lxs adolescentes pobres, lo que explica en parte que actualmente 6 de cada 10 niñxs en Puerto Rico viva en condiciones de pobreza12. Quizás, para entender la baja en la tasa de natalidad, ayude saber que aproximadamente el 61.3% de los puertorriqueñxs con empleo, tienen 11

https://www.noticel.com/economia/uno-de-cada4-puertorriquenos-en-estados-unidos-es-pobre/745331827 12 https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/ nota/losninosboricuassonlosmaspobresdetodoestadosunidos-2431427/ y https://estadisticas.pr/files/Publicaciones/ INFORME_DESARROLLO_HUMANO_PUERTO_ RICO_1.pdf

estudios postsecundarios, y de esos el 56.6% tiene un grado universitario. Con esto parece quedar sugerida una relación entre el nivel de educación, el empleo13 y la procreación. Las estadísticas oficiales también nos dicen que tenemos una fuerza laboral con trabajo, y por lo tanto, con ingresos, que se encuentra en gran medida fuera de las edades reproductivas óptimas. Aun así, insisto en aclarar que la baja en natalidad no es parte de nuestro problema económico, sino solo un síntoma menor que entiendo como un ajuste poblacional espontáneo tras una crisis concreta que fue creada con la deuda, y empujada por los desastres naturales catastróficos más recientes. 13 Departamento del Trabajo y Recursos Humano.

Jean Michel Basquiat, Bird on Money

Empleo y Desempleo en Puerto Rico: Encuesta del grupo trabajador. Diciembre 2018.

33


Como si fuera poco, la cantidad de adultos mayores se ha reducido. Para diciembre del 2018, según la Oficina del Censo, 52 mil personas tenían más de 85 años, y medio millón formaban el grupo de personas con más de 60. En el 2017 las personas que eran mayores de 60 años eran mucho más, alcanzando los 843,829 al mismo tiempo que el 20% de la población era menor de 18 años, como todavía lo es hoy. La edad media en Puerto Rico actualmente es de 41 años y la cantidad de personas mayores de 65 es igual a la cantidad de los menores de 1814. En toda Europa la edad media de la población está sobre los 42 años y el país europeo con la población más joven es el Reino Unido con una media de 4015. En EEUU, la edad media de la población es de 37.6 años y en África, además de encontrarse los países más pobres del mundo, se encuentran 20 de los 25 países más jóvenes, con una media entre 15 y 18 años. Este panorama deja claro que nuestra población comparada con la del mundo no está especialmente vieja y que los países occidentales industrializados, tienen una población con edad media alta, porque igual que en Puerto Rico, se ajustan a sus respectivas crisis. Finalmente, podemos asegurar que existe suficiente fuerza laboral tanto aquí como en los países del mundo que tienen poblaciones de mayor edad, como para evitar cualquier crisis poblacional del futuro. Subrayamos para redondear, que la baja natalidad tampoco es una cosa exclusiva de los países con mucho desempleo o menor crecimiento económico. En definitiva, no se puede pretender resolver la inestabilidad social, política y económica que atravesamos, dictándole a las mujeres, como si fueran un recurso más 14 https://censo.estadisticas.pr/Comunicado-de-prensa/2018-06-21t122055 15 https://www.otromundoesposible.net/cual-es-laedad-media-de-todo-el-mundo/

Mural para pensar Callejón Trujillo de Ponce. (Facebook de Jesús Ortiz Torres)

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para la explotación, lo que deben hacer con sus cuerpos. Mucho menos entiendo justo aceptar que de alguna manera sea nuestra culpa la crisis que sufrimos porque exista gente que crea que no nos reproducimos lo suficiente desde sus creencias religiosas, homofóbicas y machistas. Las

más

pobres:

las

mujeres

y

la

afrodescendencia El 52 % de la población de Puerto Rico son mujeres, lo que es una proporción bastante común en el planeta. El 94% de nuestra población cree que pertenece a una sola raza: solo el 6% de lxs puertorriqueñxs piensa que es una mezcla de más de dos. El 69% se considera blanca y un 9.8% se clasifica como negra o afroamericana. El .8% de la población de Puerto Rico, o alrededor de 27 mil personas, son blancas no hispanas/latinas16. 16 34

https://factfinder.census.gov/faces/nav/jsf/pages/


Ser colonia

En Puerto Rico se dice que no existe el racismo, pero la realidad es que los grupos pertenecientes a la población negra están sobrerrepresentados entre los pobres […] En el municipio de San Juan 36,698 personas se identificaron como negras y entre estas la tasa de pobreza era de 53.7%, mientras que la del municipio estaba en 39.4%. En los residenciales públicos 19% de la población se identificó como negra (United States Housing and Urban Development o HUD, 2013)17.

Si bien la lucha de las mujeres ha conseguido éxitos cuantificables en cosas como su capacidad para defenderse del machismo institucional y doméstico, todavía no existe equidad económica ni política, y esa desventaja se agudiza cuando desde los principios sociales del machismo se margina a la comunidad LGBTTQIA+. Sin embargo, todavía por debajo de muchas desventajas asociadas al machismo, está el estigma de la raza. La raza sigue siendo la desventaja heredada, o de nacimiento, más grave en Puerto Rico. En la Isla el abismo económico entre los colores de piel evidencia el lastre histórico de la esclavitud y aun cuando la mayoría no lo reconozca o no le dé la importancia que merece, sigue siendo un serio problema desde muchos ángulos, pero más que nada desde el punto de vista de la distribución de las riquezas. Según el Informe de Desarrollo Humano del Instituto de Estadísticas: index.xhtml 35

En nuestra sociedad las mujeres y la comunidad afrodescendiente sufren la mayor explotación y marginación de entre toda la población y desde el nacimiento. De las personas bajo el nivel de pobreza las mujeres son la mayoría, pero; además, dentro del subgrupo de los más pobres entre los pobres, las mujeres son el 51%. La población afropuertorriqueña, de otro lado, en el mismo segmento, tiene una representación del 58%. En EEUU, y es necesario decirlo porque en Puerto Rico esos datos no se recopilan, y no se distingue la raza en las estadísticas del Departamento de Corrección18, pero sí la religión, si bien la comunidad afroamericana representa alrededor del 20% de la población, constituye el 60% de los presos estadounidenses y eso no parece ser distinto aquí19. En Puerto Rico el 15% de la población penal está sumariada, lo que significa que está 17

https://censo.estadisticas.pr/Comunicado-de-prensa/2018-06-21t122055 18 Nótese http://ac.gobierno.pr/correccion/wpcontent/uploads/2015/12/perfil_poblacion_confinado2015. pdf 19 Véase en detalle en https://www.primerahora. com/noticias/policia-tribunales/nota/lospresosquenodeberia nestarenprision-1147500/


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presa por no poder pagar fianza20. Esto claramente relaciona a la pobreza de forma directa, además de con la raza, el hambre, las enfermedades y la falta de acceso a la educación y el poder político, con los castigos y las prisiones. Otra cosa que demuestra la violencia clasista del sistema es que el porcentaje más alto de los delitos cometidos por los presos (32.28%)21 corresponden a los que van en contra de la propiedad, lo que por lo general significa robo de persona a persona, mientras que el lavado de dinero, la malversación de fondos públicos, el robo político que llaman corrupción, la venta y emisión ilegal de bonos, y la pederastia de los religiosos, no tienen representación en las prisiones. Sobre la casa, la cárcel y el trabajo Según los datos más recientes publicados por la oficina del Censo del gobierno estadounidense22, existen alrededor de 1.2 millones de hogares en Puerto Rico, y en ellos se recoge casi el 90% de la población. El 44.6% de esos hogares no tiene una fuente de ingreso por trabajo. Alrededor de 40 mil personas no habitan una casa, lo que incluye pero no se limita, a 4,418 personas sin hogar23; 12,381 confinadas y confinados24; y más de 5 mil 20

https://www.primerahora.com/noticias/policitribunales/nota/lospresosquenodeberianestarenprision-1147500/ 21 http://ac.gobierno.pr/correccion/wp-content/uploads/2015/12/perfil_poblacion_confinado2015.pdf 22 Annual Estimates of the Resident Population for the United States, Regions, States, and Puerto Rico: April 1, 2010 to July 1, 2018. (NST/EST2018-01) U.S. Census Bureau, Population Division. Release Date: December 2018. 23 https://coaliciondecoaliciones.org/ personas-sin-hogar-deambulancia-y-en-riesgo-de-perder-hogar-en-puerto-rico-un-perfil-preliminar/?fbclid=IwAR3hjLjpfhUo5W64zsJJwkf1G-xvPRbN3a5YPb446xFh_qYjZoxwAd_qwjQ 24 http://ac.gobierno.pr/correccion/wp-content/ uploads/2015/12/perfil_poblacion_confinado2015.pdf?fbclid=IwAR3Dlz4sxSocnYeEYS5n3csGRuf8i5wb9i3lZOB-

soldados25. Tras el huracán María se calculó en un momento que hasta el 10% (alrededor de 100 mil) de los hogares puertorriqueños quedaron inhabitables, al mismo tiempo que se estima que existen alrededor de 300 mil propiedades habitables que se encuentran desocupadas en la Isla ya sea por expropiaciones de bancos, falta de herederos o pleitos entre estos. Un hogar promedio en Puerto Rico consta de 2.8 personas. Un 69% de los hogares está habitado por familias, 39.2% de esas familias están compuestas por una pareja casada, 23% son hogares en donde una mujer es jefa y 26.7% son hogares de una sola persona. Entiéndase, que dentro de los 1.2 millones de hogares que existen, más de 32 mil individuos viven solos y más de 29 mil familias son mantenidas por mujeres. Aquí me parecería importante señalar que si bien se ha reducido la cantidad de mujeres que son jefas de familia respecto a estadísticas de años anteriores, siguen siendo una fuerza significativa en la economía familiar y podrían ser más de las que se estiman, si se pudieran contar todas las actividades de la economía subterránea. Vale recordar igualmente que sufrimos otras formas de crisis que afectan el núcleo familiar y, por lo tanto, el rol de las mujeres al interior de los hogares merece más estudio. Por ejemplo, Puerto Rico es un país violento en general y la mayoría de los que mueren asesinados son los hombres. El 80% de los puertorriqueños asesinados son hombres entre las edades de 10 y 39 años. Del total de homicidios en la Isla solo entre el 8 y el 12% son mujeres y de estos, en la pasada década, un promedio del 30% fueron PqGHYh3MUmCFYn8F518w 25 https://www.armytimes.com/news/your-army/2018/07/03/us-army-to-invest-62m-in-puerto-rico-in-upcoming-years/?fbclid=IwAR0sElIE0k8C5aytJwqv3kKcZfJ6yA_maLa9_SpEtQdUj-EobVyB0dRb1mk 36


Ser colonia

mujeres asesinadas por sus parejas. En el 2018, se reportaron 27 casos de mujeres asesinadas26, algo que supera el promedio de 17 que había dominado la pasada década (2005-2014). La última vez que asesinaron a tantas mujeres como el pasado año, fue hace 10, durante el 2008, cuando hubo 26 casos de feminicidios. Durante toda la década de 1990, entre 30 y 39 mujeres murieron a manos de sus parejas, mientras que, en la década del 1980, entre “crímenes pasionales” y casos de violencia doméstica, murieron más de 50 personas cada año. Sin duda, si hoy podemos notar una reducción en los asesinatos de mujeres, es gracias a la lucha histórica de las puertorriqueñas. Vale subrayar; además, que los años con mayor cantidad de feminicidios, han sido también los años en que las crisis económicas y sociales han tenido un punto de inflexión dramático y cuantificable27. Todo apunta 26

Jean Michel Basquiat, Poverty and Power

https://www.primerahora.com/fotogalerias/noticias/policia-tribunales/mujeresasesinadasporviolenciadegeneroenel2018-1314245/ 27 Refiérase a https://oig.cepal.org/es/paises/20/

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a que la tendencia a la reducción de asesinatos de mujeres es proporcional a sus victorias políticas y culturales, lo que prueba que las luchas feministas han sido efectivas. En Puerto Rico la cifra de asesinatos en general ha llegado a alcanzar cerca de las mil personas más de una vez en nuestro pasado más reciente. Entre el 2000 y 2006, se contaron más de 800 homicidios al año. En el 1993 se reportaron 954 y en el 1994 los homicidios ascendieron a 995, incluso cuando se tenían en ese contexto a más de 18 mil policías para tratar de evitarlos.28 La cantidad de personas que mueren abaleadas le ha conseguido a Puerto Rico el décimo puesto en profile?fbclid=IwAR2RnNptEGbeD-rjnQtzj_9tj_3_OpgZREZxRBJsUZ9JbpuFVEb0UxQqH1M y http://gis. jp.pr.gov/Externo_Econ/Publicaciones%20Sociales/Boletin/2010.10-Boletin_Social-Criminalidad_en_Puerto_Rico_ Serie_Historica_1900_al_2009_(Oct-2010).pdf 28 Policía de Puerto Rico, Asesinatos y homicidios voluntarios, Datos Revisados anualmente. Instituto De Ciencias Forenses, Homicidios. Departamento de Salud, Informe de EstadísticasVitales1980-1999. Instituto De Estadísticas Y Departamento de Salud, Nuevas Estadísticas de mortalidad, 2000-2008.


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el mundo, con 17.1 asesinatos29 con arma de fuego por cada 100 mil habitantes en el año 2016. El asesinato entre los hombres, así como las cualidades demográficas de la población penal, son variables importantes al momento de interpretar las estadísticas que se refieren a la constitución de los hogares puertorriqueños, porque si bien los hogares no tienen que incluir o necesitar a un hombre para funcionar, la ausencia de hombres en estos en muchos casos es consecuencia de la desigualdad social que le impone al hombre la pobreza y no necesariamente una cualidad inherente a los humanos machos. La muerte, la cárcel, el ejército, la miseria que implica depender del gobierno o de los subempleos de empresas extranjeras, son algunas de las alternativas básicas que se tienen que aceptar de forma desproporcional por haber nacido en la pobreza. A veces se tiene la educación como salida, pero el acceso a una educación que nos permita obtener una ventaja que nos separe de la masa solo suele ser posible para individuos por encima del promedio en alguna materia, en algún deporte o en alguna habilidad artística. Una forma de entender cómo se relaciona la pobreza con la opresión, y cómo es que se constituyen los hogares más pobres, sería conocer el perfil de los confinados en Puerto Rico. De salida lo que primero destaca es que, de la población total de confinados, solo el 3% son mujeres. De los hombres confinados el 33% están en una unión consensual (3,929), y el 7% están casado (843)”. Además, el 54.94% o 6,634 de los hombres encarcelados tiene entre 1 y 5 dependientes. Por lo tanto, si sumamos la cantidad de hombres asesinados a la cantidad de hombres en la población 29

https://www.noticel.com/la-calle/pr-el-decimopais-con-mas-muertes-por-armas-de-fuego/789738453 y http://gis.jp.pr.gov/Externo_Econ/Publicaciones%20Sociales/Boletin/2010.10-Boletin_Social-Criminalidad_en_Puerto_Rico_Serie_Historica_1900_al_2009_(Oct-2010).pdf

penal podríamos quizás empezar a relacionar su ausencia en los hogares, a las consecuencias de ser pobres. Nos parece igual de importante apuntar que cerca de 163 personas fueron privadas de su libertad por deudas de pensión alimentaria (1.7%) y que 884 hombres están presos por violencia doméstica (7.32%)30. Sobre la cárcel, lo que más merece la pena subrayarse es que la principal razón para estar preso en Puerto Rico es la pobreza. Esto queda en evidencia, con mucho de lo mencionado, pero además porque el 54.8% de los confinados vivía antes de ingresar a prisión en barrios o barriadas, lo que podría explicar también que el 23% de la población penal se entienda como propietaria o dueña de una casa. El 19.3% de los confinados vivía en urbanizaciones y el 18.2% vivía en residenciales públicos. Respecto a su educación, debe señalarse que la inmensa mayoría de los confinados (el 93%), estudió en escuela pública, pero solo el 38% se graduó de cuarto año; y como vimos arriba, la mayoría de los trabajadores que tienen empleo actualmente, tienen educación postsecundaria, lo que explicaría también que el 57% de los presos estuviera desempleado cuando fue condenado a la cárcel. En el tema de los hogares, el 68% de los 1.2 millones que existen en la Isla, son propiedad privada de individuos, y aunque parezca ser un segmento amplio, en gran parte son personas que viven en barrios rurales, barrios urbanos o barriadas, con titularidad compartida, en fideicomisos, insegura, o vulnerable, mientras el resto de los propietarios serían los que abonan a una hipoteca. El 31.5% de las familias vive pagando alquiler con renta media de 464 dólares mensuales por unidad 30 https://estadisticas.pr/files/inventario/publicaciones-especiales/DC_perfil_poblacion_confinado_2015. pdf?fbclid=IwAR3uY7Ftoa011W2ihgysPgGOHHVbeXqb-bqR4Ejz97Mw4-lWOIedCVQ509M 38


Ser colonia

de vivienda. El valor medio de una casa privada es de 115,000 dólares y el pago de hipoteca tiene la media en 888 dólares mensuales.31 Para casi

leves entre los territorios, a toda persona que gane menos de 12 mil dólares al año si vive sola, a toda pareja que gane en conjunto menos de 16 mil dólares al año, a las familias de 3 que ganan menos de 20 mil; a las familias de 4 que ganan menos de 24 mil dólares anuales y así por el estilo, ajustando los límites a partir de la cantidad de miembros en la familia y la suma de sus ingresos. Los límites de la pobreza establecidos por el

Tomado de Resumen Latinoamericano

2 millones de puertorriqueñxs con ingresos por debajo de los mil dólares mensuales comprar una casa sería impensable, pero igualmente no deja de ser difícil pagar un alquiler en estas condiciones. Sin embargo, según el Banco Mundial, “…el Producto Interno Bruto de Puerto Rico… [lo] situaría en el puesto 37 si fuera un estado, por encima de lugares como Nuevo México, Dakota del Sur y New Hampshire. Según datos de la Oficina de Economía de Estados Unidos, Puerto Rico con su Producto Interno Bruto (PIB)

garantizar la supervivencia y/o reproducción de una persona o un grupo familiar. Los límites de la pobreza los determina en nuestro caso, no el gobierno local, sino el gobierno de Estados Unidos35. Se define como pobre, con diferencias

ascendente a 127 mil millones de dólares al año32, ocuparía la posición 81 en el mundo, dentro de una lista de 227 países33. Al mismo tiempo en Puerto Rico según las cifras oficiales más del 44.9% de la población está bajo el nivel de pobreza34. La pobreza se define como la cantidad de ingresos anuales mínimos, necesarios para 31 U.S. Census Bureau, 2013-2017 American Community Survey 5-Year Estimates. 32 https://cnnespanol.cnn.com/2017/09/27/mas-estadounidenses-viven-en-puerto-rico-que-en-otros-21-estados-y-otros-datos-que-debes-saber/ 33 https://www.indexmundi.com/g/r.aspx?c=rq&v=65&l=es 34 https://estadisticas.pr/files/IDH_Capitulo_VII.pdf

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estado han variado poco en casi más de una década. Es importante entender que con estos límites es que se definen los accesos a ayudas económicas del gobierno, que buscan reparar las desigualdades creadas por el sistema. Igualmente, no ha variado el salario mínimo federal desde el 2009, y si bien el mínimo es de 7.25 la hora, la mayoría de los estados de los Estado Unidos lo han subido por cuenta propia, como consecuencia de la acción política directa de sectores vinculados a la lucha obrera, o a través de consultas democráticas, como 35

https://aspe.hhs.gov/2017-poverty-guidelines#guidelines


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para una familia en Puerto Rico está en los 3,190 dólares mensuales o 38,287 dólares al año, pero más de la mitad, o alrededor de 1.6 millones de personas, gana menos de 12 mil dólares al año. En Estados Unidos el ingreso medio es casi el doble: 60,336 dólares al año, y tiene un índice de Gini de .41. El índice de Gini se define como el resultado de

Jean Michel Basquiat, Autorretrato

una ecuación que resume la desigualdad económica a una fracción ubicada entre el cero y el uno. En el índice de Gini el uno (1.0) equivale a la desigualdad perfecta, en la cual solo una persona posee todas las riquezas existentes; mientras el cero, en el otro extremo, representaría la distribución de los ingresos entre todas las personas por partes iguales. Puerto Rico con su índice de Gini en .559

hicieron en Arkansas y Misuri. Arizona, California y Massachusetts tienen salarios mínimos entre 11 y 12 dólares la hora e inclusive en los estados más pobres de la nación se aumentará estatalmente hasta en un dólar el salario mínimo este año36. En lo que respecta al mercado laboral en la Isla, de las 990 mil personas con trabajo según estadísticas oficiales que sin duda merecen revisión, 820 mil son asalariados y 21 mil de esos asalariados son pobres37. La media de ingresos 36 https://www.primerahora.com/noticias/estados-unidos/nota/aumentaelsalariominimoenmasde20estados-1316145/ 37 https://www.primerahora.com/noticias/puerto-ri-

quedó en la posición número tres entre los países con más desigualdad en el mundo38 y entre los territorios de EEUU es el primero39. Esto significa que cada vez menos cantidad de personas tienen más riquezas, o diciéndolo desde otro ángulo, significa que cada día que pasa, más personas se suman al grupo de los pobres en la Isla. Si se co/nota/en30municipiosel50omasdelasfamiliasvivenbajoelniveldepobreza-1282421/ 38 https://www.elnuevodia.com/negocios/economia/ nota/puertoricoeseltercerpaisdemayordesigualdadeconomicaenelmundo-2447734/ 39 https://www.census.gov/library/visualizations/2018/comm/acs-poverty-map.html 40


Ser colonia

plantean los datos recogidos tras el huracán María se puede inclusive llegar a estimar el porcentaje de la población que está bajo el nivel de pobreza en un 52.3% o quizás más40: … es posible que las 254 mil 905 personas que tenían un ingreso entre 25 y 50 por ciento superior al nivel de pobreza también caigan por debajo, lo que potencialmente puede llevar la tasa hasta 59,8 por ciento41… Dicho todo esto, nos parece necesario recapitular diciendo que desafortunadamente en Puerto Rico no se ha conseguido hacer una lucha por poder político que asuma el trabajo de erradicar la pobreza o mínimamente que asuma como identidad la lucha por un salario mínimo decente, aunque el eslogan todavía llene líneas de discursos. Pero peor aún, la Junta de Control Fiscal aboga incluso por la reducción a casi la mitad, del salario mínimo para los menores que trabajan. Entendemos que en Puerto Rico no se ha podido enmarcar la lucha política en un interés laboral general porque además de tener dos terceras partes de la población desempleada, ya sea por muy joven, por muy mayor o sea por estar incapacitada, desde el 2008 alrededor de 180 mil personas trabajaban por cuenta propia con relativo éxito. Entre otras cosas, trabajar por cuenta propia rompe con la organización tradicional del taller laboral, lo que de salida dificulta que este sector se vea con la posibilidad de interactuar lo suficiente como para organizarse y reclamar acción pública sobre la base de problemas comunes. Así también, las circunstancias laborales de este 40

http://www.upr.edu/iii-cayey/centro-informacion-censal/#1502721600425-04d25c59-5eee 41 http://www.granma.cu/mundo/2017-11-29/pobreza-en-puerto-rico-aumenta-a-523-por-ciento-tras-huracanmaria-29-11-2017-07-11-24 41

grupo, por dar un ejemplo, convertiría la lucha por un salario digno, en una tarea simbólica, más que en una trinchera práctica. Quienes trabajan por cuenta propia además de auto explotarse, tienen ingresos inestables y muchas veces no cuentan con los beneficios laborales (que cada día son más precarios) que tendrían si fueran empleados de grandes empresas o del gobierno. Como si fuera poco, de las aproximadamente 990 mil personas con empleo en Puerto Rico, más de 820 mil dependen de un salario fijo establecido por un patrono y el mercado laboral de una colonia. Entre 90 y 11542 mil son empleados del gobierno (“No hay manera de saber cuántos empleados públicos trabajan.” Noticel 8/16/2018), mientras el sector privado emplea a 621 mil personas. Hace apenas 10 años atrás el gobierno empleaba a más de 300 mil personas y el sector privado a más de 692 mil43. Comparado con los cincuenta estados de la nación Americana, Puerto Rico sería el que tiene en proporción a más personas por debajo del nivel de la pobreza44, pero también el que paga más impuestos directa o indirectamente. El proteccionismo del mercado estadounidense en su cara imperialista crea una capa adicional de explotación capitalista exclusiva de la colonia. Por lo tanto, sin tener derecho a votar por el Presidente o el Congreso, ellos deciden nuestro futuro e imponen desde las leyes de cabotaje hasta la ley PROMESA. Las exenciones contributivas a corporaciones extranjeras, los 42

Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. “Empleo y desempleo en Puerto Rico.” Encuesta del Grupo Trabajador. Diciembre 2018. Pág. 14. 43 https://estadisticas.pr/Documentos/%7B383FB2E 4-53EB-41B3-84A4-F03E559AAE0B%7D/EMPLEO%20 Y%20DESEMPLEO%20EN%20PUERTO%20RICO%20 OCTUBRE%202008%20(FINAL).pdf 44 https://www.census.gov/library/visualizations/2018/comm/acs-poverty-map.html


Tomado de El Nuevo Día

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subsidios, los incentivos a los dueños absentistas, los bonos (deuda) de triple exención garantizados por la Constitución y solo para extranjeros, e impuestos regresivos como el IVU, uno que ahora pagaremos por décadas para que un puñado de bonistas foráneos puedan cobrar una deuda ilegal y extra constitucional, entre otras cosas, definen claramente las desigualdades especiales de un territorio colonial como Puerto Rico. La colonia es una carga económica desproporcional, una condición definida sobre todo por un nivel adicional de explotación capitalista que ejecuta la metrópolis sobre un territorio dominado a la fuerza. En más de 35 pueblos de Puerto Rico, en su mayoría rurales, el 50% o más de la población está bajo el nivel de pobreza. El 21% de la población tiene algún tipo de incapacidad. El 43% de los hogares vive con solo un ingreso por Seguro Social, con una cantidad media de 12 mil dólares al año, o alrededor de 1,000 dólares mensuales. El 15.9% de los hogares recibe dinero de algún plan de retiro, con un ingreso medio de 16 mil dólares y de los 1.2 millones de personas que reciben ayuda

del gobierno 185,000 tienen empleo45. El 38% de la población recibe ayuda federal del PAN46, y vinculados a estos se encuentran más de 443,000 menores. Según estimados del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, en Puerto Rico, a diciembre de 2018, existía una fuerza laboral (la suma de empleados y desempleados) de 1,079,796, de un total de aproximadamente 3.2 millones de habitantes. Esa cifra un año antes, era de 1,095,052. En diciembre de 2017 había en la isla 119,918 personas desempleadas, y un año más tarde, en diciembre del 2018, se calcularon en 89,429. En el mismo periodo en que disminuyó en 30 mil personas el desempleo, y en 15 mil personas la fuerza laboral, Puerto Rico perdió 135 mil habitantes. __________________ La continuación de este artículo será publicado en la próxima edición de Cruce.

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https://www.elvocero.com/gobierno/nuevasreglas-con-el-pan/article_3387a736-ed21-11e8-a821b34d0e66646f.html 46 https://factfinder.census.gov/faces/nav/jsf/pages/ index.xhtml 42


Ser colonia

Lo absurdo de ser una colonia en el siglo XXI: la exploración del valor en lo terciario/ the tertiary de Raquel Salas Rivera Agnes A. Sastre Rivera You can’t defeat a dictatorship with poetry, but without poetry, and this is no met aphor, humanity disap ears, literally, in the next five minutes. -Raúl Zurita

Tomado de Just Buffalo Literary Center

El poemario de le escritore Raquel Salas Rivera lo terciario/the tertiary fue publicado el 18 de abril del 2018, dos años después de que la Junta de Control Fiscal fuera impuesta sobre Puerto Rico y menos de un año después de que el Huracán María sacara al ojo público la realidad puertorriqueña que muchas administraciones del gobierno trataban de barrer debajo de la alfombra. En su poemario, a través de un fractal de historias entrelazadas con 43

lenguaje poético, Salas Rivera logra romper las barreras de la vida privada de los puertorriqueños y la mezcla de una manera desapercibida con la vida pública. Poniendo de lado a lado el pago de la deuda con los rosarios luminosos de las doñas, las hormigas que salen luego de cortar la grama y otras cotidianidades. La reseña del poemario en Publishers Weekly comenta: “By blending the sociological and the poetic, Rivera delivers


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a withering assessment of the colonial practices masquerading as benign development that have impoverished the citizens of Puerto Rico” (2018). Al mezclar temas con un juego de imágenes, Salas Rivera cuestiona el valor de las cosas mostrando así la diferencia en: lo que los puertorriqueños (la mayoría de los puertorriqueños) le otorgamos valor, frente a lo que el colonialismo le otorga valor. Desenmascarando el hambre del “profit” que conlleva el colonialismo, el mismo que busca saciar sus necesidades sin importar las vidas que se lleva de frente, deshaciendo un país completo. Propongo que la voz poética utiliza

sus poemas vemos personajes tales como tití irma, tío ju, mami, doña sophia, su madrastra y su padre. Todas estas vidas están conectadas con la crisis de la deuda y del colonialismo. Es así como Salas Rivera comienza a preguntarse lo que es el “valor”, mediante estas personas cercanas para tratar de entender el concepto abstracto que tanto se escucha cuando se habla de la deuda del país. En el primer poema del libro elle define al “valor” como “cristalizaciones” del residuo del producto del trabajo. Durante el poemario la búsqueda del significado del “valor” y la búsqueda de un valor que sea suficiente para

esta yuxtaposición de cotidianidades con teoría política para establecer la ruptura entre lo público y lo privado que ya no forma ninguna distinción en la realidad puertorriqueña. Además, durante sus poemas, la voz poética utiliza juegos hipotéticos de realidades irónicas y absurdas para llamar atención a la verdadera absurdidad. Esta verdadera absurdidad no es tan solo lo impensable que es ser una colonia en pleno siglo, sino que el sustentar las necesidades de los grandes intereses tiene más valor que el costo de la humanidad y la vida de un país completo. Salas Rivera utiliza frases de la traducción del Capital de Karl Marx para marcar cada sección de su poemario y a la misma vez utilizando estas frases como títulos de sus poemas. En una reseña del poemario, Claire Jiménez interpreta esto como una manera de como Salas Rivera: “demystifies the jargon and queers/decolonizes the lens of her critique by placing real people at the center of fragmented Marxist theory” (2019). Precisamente, Salas Rivera crea un paralelo con lo teórico (público) y le presenta como algo que va más allá de lo hipotético llevándolo a la par con sus experiencias y su familia. Es por eso por lo que en

pagar la deuda o de qué cosas tienen suficiente valor para detener la avaricia de los grandes intereses, es una manera de ejemplificar cuán absurdo es todo este asunto de la deuda. En el poema “no se cambia una chaqueta por una chaqueta” se busca la forma de pagar una deuda con trabajo de 50 años. Así como la deuda y los 50 años de trabajo son valores de uso cualitativamente diferentes, son cualitativamente diferentes los trabajos por medio de los cuales llegan a existir: el del inversionista y el del colonizado. Tu vida no es suficiente. Tendrás que pagarla con el trabajo de tus hijos y los hijos de tus hijos. (p. 20-23. 4) En este fragmento se puede observar cómo el valor se convierte en una propiedad abstracta que no se puede encontrar una concreta equivalencia de este. Luego de mencionar esto el poema se vuelve una búsqueda de muchos objetos, personas y lugares como: “tus vecinos, / tu abuela, /con el perro que a veces rebusca la basura” (p. 21. 8) pero luego son necesarios los ríos, y así la voz narrativa recoge todos los ríos y aún más “todo lo que cabe entre 44


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el mar caribe y el atlántico norte. He aquí: mi imaginario” (p. 22. 12) relata la voz poética que cuenta con “sombrillas de gasolinera, piedra caliza, actas de nacimiento, tiendas quebradas, etc. etc. etc” (p. 22. 11). En fin, todo esto debe cambiarlo a otro objeto equivalente. Cuando la voz poética obtiene todo esto el problema se vuelve de dónde y cómo pagar. Es entonces que la voz poética entra en un ciclo de espera de 50 años. Quise detenerme a analizar este poema, porque entiendo que es uno que resume en sí lo absurdo. Kristina Reador habla de lo absurdo y del humor en la literatura en contextos de guerra. Ella dice: “Absurdism occurs when the public and the private spheres are conflated in war time; when violent public acts become so common place that they lose their sense of emancipatory defiance” (2016). Aunque Reador está hablando de tiempos de guerra, es posible adaptar este concepto al contexto que 45

escribe Salas Rivera porque, aunque la situación colonial no es tan evidentemente desgarradora que una guerra, habla de un evento violento que está costando las vidas de la gente de su país, y que al igual que las guerras cause la misma ruptura de lo público y lo privado. Este juego del absurdo en su poema recae en esta complejidad de actos violentos e injustos que se vuelven tan comunes que ocupan espacio de la vida privada. El poema resume esta complejidad de emociones con un tono jocoso demuestra además una frustración que se envuelve en este ciclo de búsqueda continua sin fin, o por lo menos, sin un fin aparente. El poema “lo secundario” también juega con los términos y su significado vacío. “El gasto del cerebro, / la duración de aquel gasto, /la cantidad, y la calidad./ el término puerto rico significa/ externalización de las medidas,/ la calidad de una ciudadanía secundaria” (p.


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80. 1) Salas Rivera también muestra cómo, ante el ojo del colonialismo, el nombre Puerto Rico tampoco tiene significación para los colonizadores americanos. Las palabras no tienen peso ni valor, los términos pierden todo el significado para los que nos colonizan y para los puertorriqueños que nos encontramos en este ciclo de nunca terminar que se convierte en un chiste que deja mal sabor en la boca. Dentro del humor irónico que lleva el resto del poemario, Salas Rivera también inserta momentos de alegría, ira y de gran dolor, mostrando la complejidad de vivir una situación tan absurda como el que la vida y bienestar de tus familiares no tenga realmente nada de valor ante un ojo capitalista. En el poema “vii.” se muestra la furia y el dolor. “Estoy cansada del cansancio” (p. 75) es la línea de la primera estrofa seguida con unos deseos de la sobrevivencia del coquí, y de las diferentes maneras de lucha que quiere hacer para sacar a los buitres de país. “Mis amigos me advierten que cada palabra en un poema puede ser utilizada como evidencia en un tribunal” (p. 75. 15) esta línea presenta un miedo colectivo de como pueden hasta la poesía, que se muestra como único escudo para defender la humanidad, puede convertirse en arma. Con esto quiero volver al epígrafe que utilicé al principio de este ensayo porque quizás lo más importante que hizo Raquel en este poemario es mostrar cómo las palabras pueden significar nada contra un tirano opresor; sin embargo, sirven al oprimido para salvaguardar la humanidad contra tanto atento contra ella. “Nadie quiere ser vulnerable/cuando hay guerra de pacificación. /la vulnerabilidad, como la poesía, / es una promesa:/ si la muerte me saluda, / puedo sentir miedo.” (p.65. 2) No tan solo dentro de la poesía se guarda

y validan todas estas emociones que puede sentir el país dentro de su situación como colonia, pero también se da espacio para darle valor y significado a lo que sentimos. Buscar una manera para que así las emociones que se sienten sigan significando algo en nuestras vidas y no permitir que se lo lleven todo. Referencias: Handal, Nathalie, and David Shook. “Paradise in Zurita: An Interview with Raúl Zurita.” Prairie Schooner, vol. 87, no. 4, 2013, pp. 75–83., doi:10.1353/psg.2013.0178. Jiménez, Claire. “Claire Jimenez Reviews ‘the Tertiary’ by Raquel Salas Rivera (Puerto Rico).” El Roommate: Colectivo De Lectores, 24 Feb. 2019. “Lo Terciario/ The Tertiary.” Publishers Weekly, 8 June 2018, p. 81. Readorn, Kristina. “A Pocket of Resistance to Chaos: Empathetoc Absurdism in International Literature on the Siege of Sarajevo.” Balkanistica, 1 Jan. 2016, pp. 123–149. EBSCOhost. Salas Rivera, Raquel. Lo Terciario. Timeless, Infinite Light, 2018.

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Para una introducción a cráneos, lares, viajes, reflejos y caminos: ¿Qué traes en tu calavera, Yoni Coyote? Textos para (des) orientar al turista (y a los espejos) de Edgardo Nieves Mieles (Festival Literario de la Montaña, Utuado, 28 de abril de 2019) Juan Carlos Fret-Alvira

Quienes ya conozcan la obra de Edgardo Nieves Mieles no se sorprenderán de su versada o narrativa habilidad con las palabras, esas que casi todos los humanos utilizamos, pero que muy pocos, al juntarlas, logran ir más allá de su utilitarismo para llevarnos en un viaje por mentes y paisajes, por realidades internas y externas que no conocíamos, para anclarlas en nuestros

manos, casi recién acaba de salir del horno, pues fue publicado hace pocos meses por la editorial Espejitos de Papel, que, en estos trece suertudos años de vida, ha dejado su huella en el país con la difusión de diversos autores y textos de calidad. Menciono la editorial porque este libro es un producto cuidado de tapa a tapa, desde el arte exterior de Agustín Santoyo hasta el arte interior

cerebros y sentires. Porque estos textos que tienen ante ustedes son un viaje especial de esa categoría. Quienes ya han recibido en sus mejillas el semen, vislumbrado sus enfermedades hepáticas, escuchado los mugidos, llevado a cabo las ceremonias y visto los monstruos de Nieves Mieles, no se sorprenderán por leer renovados derroteros y veletas, porque aquí encontrarán nuevas vidas y nuevos muertos a precio de libro y de arte, de sangre y de tinta, de días y de sudores. El libro que tienen o tendrán en sus

de Nieves Mieles y su equipo editorial, desde cada parte que lo compone hasta el uso de cada espacio. No hagan como los que van al cine y no leen los créditos, en cada parte hay claves de interpretación y guiños para el lector, que no revelaré porque esta es zona libre de “spoilers”. Sumándome a la complicidad del autor en sus datos biográficos y en los detalles históricos de impresión incluidos en el libro, quiero contextualizar la fecha presente. Hoy, 28 de abril, en que presentamos estas páginas, recordamos 48


39 vagones, ible llegar a pájaros y los s, poemas y spejo y verá eferencias al as rebeldías, a nostalgia, tura que va vocabulario nismos, y al ma de estos a la sutileza ura variada sus tarjetas e su mezcal, Mieles para ación, pero pera “hasta

¿QUÉ TRAES EN TU CALAVERA, YONI COYOTE? Textos para (des)orientar al turista (y a los espejos) EDGARDO NIEVES-MIELES

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¿Qué traes en tu calavera, Yoni Coyote?

Textos para (des)orientar al turista (y a los espejos)

EDGARDO NIEVES-MIELES

s Fred-Alvira

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otros acontecimientos de lejanas y no tan apartadas fechas y tierras. Celebramos hoy el ajusticiamiento de Benito Mussolini, acontecido en 1945, lo que es especialmente importante en contextos como el actual, en que ha habido un resurgimiento de la derecha alrededor del mundo y nuestro archipiélago

nació el poeta y monarca chichimeca de Texcoco, Netzahualcóyotl. Para todas estas celebraciones, conmemoraciones y denuncias, ofrendamos un libro hoy, a esta hora. ¿Qué mejor que la palabra para ello? ¿Qué mejor que un buen mago de letras para esto?

colonial no es la excepción, sino uno de los más crudos ejemplos. Hoy se cumplen los alegres sesenta años de la institución cultural cubana, Casa de las Américas. Hoy denunciamos una vez más el imperialismo estadounidense porque en esta fecha, en 1965, Estados Unidos invadió República Dominicana, y en 1967 Mohammad Ali se negó a ir a la Guerra de Vietnam. Hoy también convocamos a la literatura porque se cumplen diez años de la desaparición física de la poeta uruguaya Idea Vilariño, porque un día como hoy, en 1953, nació el chileno Roberto Bolaño y porque en 1402,

¿Qué traes en tu calavera, Yoni Coyote? Textos para (des)orientar al turista (y a los espejos) es un libro y es muchos libros. Sus textos tienen valor en sí mismos, pero en conjunto, como parte de ese todo que los une, adquieren nuevas dimensiones que exploramos los lectores. Su título plantea de entrada una pregunta, un cuestionamiento al personaje Yoni Coyote (con el Johnny castellanizado como Yoni), que nos refiere a la misma vez a la figura mítica del coyote (impulsivo, humorista, inteligente, a veces embustero, como los escritores; según el 50


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antropólogo Claude Levi-Strauss, el coyote era un intermediario entre la vida y la muerte) y a esta figura mítica fusionada con uno o dos personajes de dibujos animados: un hombre así llamado que protagoniza la serie de comics Pretty Deadly y/o el guía espiritual de Homero Simpson, un coyote cuya voz es la del cantante de música country Johnny Cash. Igualmente nos interroga a los lectores. No es solo la calavera de Coyote la cuestionada, sino las nuestras. Luego el subtítulo nos lleva por otras aristas en un juego con las obras de dos grandes maestros de las letras. La primera parte, “Textos para (des)orientar” remite a ese otro humorista poético que fue el irreverente chileno Nicanor Parra y sus Chistes parra desorientar a la policía poesía. Mientras, la palabra “turista” nos refiere a uno de los mejores libros de cuentos de las letras puertorriqueñas, Cuentos para fomentar 51

el turismo, de Emilio S. Belaval, un texto que une crítica social cruda con ironía. Como se ve, el libro de Nieves Mieles tiene dos raíces bien ancladas en prosa y verso, cada una diferente, pero unidas en el humor profundo. Finalmente, la mención de los espejos puede referir al argentino Jorge Luis Borges, quien reflexionó sobre esos objetos que nos presentan y ausentan a la vez, como las palabras lo hacen. Las citas y referencias literarias son abundantes y los lectores las irán descubriendo, unas más explícitas, otras más veladas, pero quiero destacar las presentadas en los primeros epígrafes, que revierten una importancia particular. Nos dan hilos conductores que vamos prefigurando y atando a los textos. Comienza con tres, de los mexicanos Marina Azahua y Ricardo Castillo, y del griego Constantino Cavafis, que nos refieren


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a la vida y la muerte, al reflejo y el velo, al lugar propio y a los espacios extraños. Todo esto se irá develando ante nuestros ojos con la lectura. La hibridez es una de las características principales del libro y se manifiesta de diversas maneras. Además de las múltiples referencias, que incluyen el diálogo con las palabras anónimas que los habitantes de la ciudad desperdigan alegremente en paredes de estructuras y medios de transporte, estos son poemas y cuentos, y son espacios puertorriqueños y mexicanos, Puerto Rico en el amor y la nostalgia, México en la médula del feliz caos y el revolú del vivir contemporáneo.

“Hay que tener lengua de cabra para separar con resignación el pasto de las espinas (Celebración de la posmodernidad, 15: Tarjeta postal, Tepito, México, 2011)”, que dice: “En lugar de hacer más ricos a los ricos, / ejerzo mi derecho a la transgresión / y elijo hacer menos pobres a los pobres: / le digo sí a la piratería”. El ojo y la pluma del autor recorren lo humano y nos dejan una suerte de testimonio de nuestro tiempo. Los títulos de cada pieza, como se percibió en el del libro y en el del poema recién citado, revelan importantes y sugerentes rizomas. Algunos son hasta narraciones o poemas en sí mismos. Para

El libro está dividido en cuatro partes, cada una con epígrafes particulares. La primera y segunda tienen solamente poemas, que al comienzo son cortos y luego se dilatan en extensión, sobre lo social, el pasado y lo existencial, mayormente, y permeados varios por la ironía; la tercera inicia con un poema, pero el resto de los textos son relatos sobre violencia y religión, el amor y el metro; y la cuarta vuelve a los poemas, excepto por un texto narrativo, en los que trabaja el amor, la nostalgia, la muerte, la amistad y la capital mexicana. La parte inicial es la más corta y la última la más larga en total de páginas. En los poemas echa mano del verso libre en textos de diversa extensión, desde tres versos hasta trece páginas. Las narraciones, por su parte, van desde una a once hojas. Mientras, las voces poéticas y narrativas que lo recorren son variadas, echando mano de las tres personas gramaticales. Estos textos tratan desde lo cotidiano hasta la reflexión existencial, sobresaliendo los temas del amor y la sociedad del presente, todos con elementos de humor, profundidad, nostalgia y/o crítica social. Esta última característica se puede ver en los cuatro versos que componen el poema

ejemplo, el primero de ellos, cuyo título es: “La realidad está al fondo, a la derecha, adonde no se puede llegar en gabán”. Las metáforas del autor son variadas y unen lo inanimado con los seres vivientes, la naturaleza con los humanos. Destaco dos para que queden en sus cabezas: “nubes de mármol” y “el licor de la piel”. ¿Qué decirles de poemas metafóricos, sugerentes y releíbles como el que se titula: “La mejor vista es aquella que se obtiene al borde del abismo o Artefacto para vencer el temor a que esa pradera infinita de agua pueda abrirse y tragarnos como el Mar Rojo (Sistema referido a José Watanabe y a Antonio Cisneros)”? No esbozo de este una posible explicación, porque, en ocasiones, como escribió José Lezama Lima: “definir es cenizar”, porque no le harían justicia mis juicios. Hay textos que es mejor no hablar de ellos, sino leerlos, pensarlos, internalizarlos. Uno de esos escritos que a través de su lenguaje y evocación llega a la humanidad del lector (y esto es algo central en el libro, la humanidad, en sus sentidos individuales, particulares, y generales, unificadores) es la tierna y terrible elegía al padre: “Nada te hace más vivo que tu ausencia” y de la 52


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que, como estamos en abril, cito dos versos: “para que tenga siempre presente que abril / sigue siendo el mes más cruel”. Esa referencia a este mes, la acompaño con una de otro poema y que remite a esta zona oeste: “Hace meses que por estos lares no cae ni gota de agua. No entiendo por qué resquemor o argucia climáticos, el cielo nos niega su dádiva. Ello no es lo normal en estas tierras”, de “Instrucciones para aguardar el Metro (Sistema referido a Carlos Pellicier)”. Entre las narraciones, destaco tres: las excelentes notas sobre Malcolm Lowry; el texto “Bailando sobre mi sepulcro”, una especie de sueño carnavalesco e híbrido teatral en que coinciden variados personajes como Arlequín, María Bonita y Vejigante; y la hermosa prosa en segunda persona titulada “¿Desde cuándo no te sudan las manos porque no abrazas a nadie, ni siquiera al viento?”, cuyas primeras líneas dicen: “Emergiste del puro polvo. Sucio y reseco. Naciste como bacteria. Con el discurrir del tiempo, te convertiste en hacendosa hormiga. Igual que antes aprendiste a morir, a no tener ojos, a mirar desde abajo el orgullo y a ser apellido olvidado, también aprendiste a seguir al líder a la cabeza de la fila. A acarrear migajas de pan y a contar granos de azúcar sobre la mesa”. Edgardo Nieves Mieles borda letras al papel y a nuestros ojos. Nos ofrece otro “extraño y hermoso objeto de tinta y papel”. Este libro, esta ciudad entre pedazos de cartón, es para recorrerla varias veces y descubrir lo que en la primera lectura se nos escapó, recovecos y casas, rostros y destinos, nos aguardan en las próximas líneas. Tequila o ron, escoja usted, pero a leer estas páginas mixtas como orden de comida, entre verso y prosa, entre México y Puerto Rico. Quiero terminar con unos versos del poema “Te dejaré estar en mis sueños si yo puedo estar en 53

los tuyos”, para que, luego de los antes escuchados intentos de explicaciones de este libro, también resuman mi esfuerzo: Así, va siendo inútil pedirme explicaciones a mí que no puedo explicar nada, sino deshojar el festinado asombro de mi voz para cantar las cosas que me crecen en el corazón y, con ello, avivar el fuego que me quema esta piel de letras mientras espero que me pellizque la eternidad.


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Una pistola sobre nuestra cabeza Edjanga Divendu Jones Ndjoli

Eran las cinco de la tarde, cuando alguien

ciarse del resto únicamente porque era un entreten-

entró con un aire siniestro al local. Fui el único que se percató de esto. Los demás estaban ajenos, siempre engullidos en sus tristes vidas, en su egocentrismo, era el único que observaba los detalles, las diferencias entre estos y aquellos. Desde el pelo rubio, al castaño y los ojos azules o negros. Desde las chaquetas roídas de años que pasaban de generación en generación como una proeza de supervivencia. Vivir rodeado de tanta simpleza te hace simple: y yo era un ser simple que quería diferen-

imiento. A veces todo parecía parte de un decorado. ¿Me pregunto, si la gente ríe de verdad? o cuentan realmente algo que les importa o todo es parte del guion. Todos siempre pendiente del que dirán. Pero a las cinco de la tarde, a la cinco y punto de la tarde hubo alguien que quiso cambiar aquel panorama aburrido y sin alicientes. Aquel hombre fue como una flecha desde la entrada al mostrador. Tenía un enorme abrigo que le cubría hasta los pies, y fijaba sus brazos pegados a su cuerpo, como si la vergüenza lo sobrecogiera. En una posibilidad, pensé en su cuerpo desnudo, sin ropa. 68


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¿Sería posible que su abrigo fuera su única prenda? No quería rozarse con las allí presentes, el mínimo contacto era evitado, como si el resto estuviera contagiado de alguna enfermedad. Yo también sentía eso, la enfermedad… Me quedé hipnotizado, como si fuera el único que pudiera verle entre la muchedumbre, y cuando alcanzó el mostrador soltó un grito. “¡Todo el mundo al suelo!” ¿Acaso era una broma?, pero para mi sorpresa, estaba bastante distraído con aquel hombre para no darme cuenta de que con él entraron otros cuatro que rápidamente se posicionaron en las

miedo, no podía dejarme llevar. ¿Qué es lo que me pasaba, tal vez no apreciaba el miedo a la muerte? “La muerte”, me dije, dónde está, con su traje alado, su fina figura, su silencio redentor… Aquel hombre se percató de mi postura titubeante, medio encorvado, semi evolucionado entre un homo sapiens y un ser Grimaldiano. “Eh tú, qué haces te he dicho que al suelo” su voz sonaba disuelta, torpe como vacilante y a la vez insegura. No consiguió imponerme en aquel momento, decidí erguirme sin pensar en nada. Luego dejé que todo siguiera su curso. Parecía que no daba crédito aquel crim-

esquinas y salidas del local. Cerraron las puertas y desenfundaron unas armas que tenían escondidas en sus prendas al más puro estilo western de las películas. Nadie daba crédito, quien se podía imaginar que aquella mañana algo emocionante nos podía ocurrir. No hubo tiempo y el mecanismo del miedo se activó tan rápido que parecía esperábamos la llegada de estos forajidos para tirarnos al suelo pensando en salvar nuestras vidas. ¿Era la salvación algo que nos pertenecía o lo desechamos al desfallecer en el suelo como colillas de cigarros? Todos estaban rezagados, tirados sobre el frío mármol, todos menos yo. Me quedé quieto, inmovilizado, como si mi sangre no fluyera, intentaba oír los latidos de mi corazón, pero no escuchaba nada. Creo que ya tenía el sentimiento de haber muerto, y aguardaba la confirmació n de este hecho. Relajé tenuemente mi postura, queriendo seguir al resto agazapándome y esperando que todo pasara lo más rápido posible. “Te van a matar, date prisa…” me dijo uno de los que estaban allí presentes, temblando como una hoja al viento. Y fue cuando entendí que no tenía

inal. Siguió gritándome, pero no hice caso, me quedé paralizado, esperando algo. Las personas que yacían a mi alrededor como en una fosa fenecieron automáticamente al tirarse al suelo. Y; sin embargo, me increpaban y me insultaban desde sus catatumbas de cobardía: amedrentados pensando en que mi temeridad les costaría la vida. Cuando el atracador llegó hasta mí me apuntó con su arma y me dio una orden: “Vete al suelo, de una puta vez, no la vayas a cagar y de aquí no salgas.” En ese momento lo vi claro, no tenía ningún temor y seguía sin tenerlo. Yo solo le obedecía porque tenía un arma y ¡qué más daba si, podía matarme! Pero seguí sus instrucciones. Según fui bajando lentamente hacia el suelo, él me miraba con atención bajando el brazo apuntándome con aquella arma a la vez que yo me recostaba. En el momento de tumbarme se acercó y me dijo: “Es qué eres idiota, ¿quieres morir?” Casi me entró la risa, tuve que contenerme. Un tío como ese, me di cuenta de todo lo que ese hombre era con dos burdas frases de su boca. Estaba claro lo que estaba sucediendo, estaba todo muy claro. Él estaba esclavizado por esa

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arma, y el peso de sostenerla, de poseerla. Ostentaba la obligación de usarla y de matar a alguien en el peor de los casos. Y esa obligación lo angustiaba, podía sentirlo. Por otro lado, él pensaba que yo debía tener miedo, y que mi obligación era temerle a él y yo me preguntaba, si sería tan estúpido de pensar

ios como este: un hombre y una mujer asustados; un niño herido o una niña herida; una persona que busca hacer o ser lo que no puede por sí mismo. ¿Cuál fue el momento en que este hombre renunció a todo para ser el apéndice de aquella arma que sostenía y confundirse con ella? Él se dio cuenta de mi falta de pudor, mi

que alguien podía tenerle miedo a él, cuando era el arma lo que verdaderamente temían los corderos bajo sus pies. ¿Será tan idiota de pensar que le temen a él? ¿En qué momento este hombre habrá confundido la pistola con su brazo, con el acto de disparar? Que la bala, es una bola de metal quemando a cien kilómetros por hora, y que la pólvora es la industria de despiadados que sueñan con escenar-

alevosía al coquetear con las formas viles del miedo, de bailar semi borracho en la alfombra que pisan los presos antes de llegar al paredón. “Bailar sobre mi tumba, si podéis, payasos…” pensaba. No lo dudó, se abalanzó sobre mí y empezó a golpearme con la culata de su pistola, incluso para eso no podía desprenderse del acero tallado de sus manos. Yo sufría, sentía dolor, pero también placer, sentía que estaba llegando a esas partes ocultas de la vida, algo indescifrable, y con cada 70


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golpe postrado a sus pies, no podía arrebatarme nada ni podía hacer nada para que dejara de bailar, mi baile le enfurecía aún más, ¿qué podía hacer él? Si yo tuviera esa arma qué dudas tendría, si apuntara yo a su cabeza que era como el ano de un asno, crearía otro agujero para sacar sus sesos, como un sorbete helado. Como el líquido de mi orina o

ina que crea la vida como una máquina, que es lo que es: un armazón divino. Se apagó mi capacidad de coger aire. En segundos nadaba en un charco de sangre. Era como un niño gateando e intentando ponerme de pie en una diminuta piscina. ¿Tengo miedo a morir? sí, puedo decir que sí, ahora sé lo que se siente. He

como las heces de la primera hora de la mañana, desperdigadas y finas. Si yo tuviera esa arma, hace tiempo que le hubiera disparado. En ese momento un fogonazo de luz surgió de la reacción al presionar el gatillo y la ignición propulsó la primera bala de su arma. Fue como si hubiera leído mis pensamientos. La bala entró en mi tórax, rompiendo los huesos, y órganos vitales como el pulmón, quemando la carne mutilando músculos, arterias, y tendones. Recogiendo miseria, mascando células, minando la fuerza div-

subestimado este sentimiento, lo he subestimado por quería jugar a que no me importaba nada. Pero siempre hay algo que importa. Hasta el pensamiento más egoísta y despreciable sería una excusa para agarrarse a la vida. Pero sí lo hubiera admitido segundos, minutos, horas, días, semanas, años antes… ¿Qué sería mi vida? Miles de intentos de algo, algo que siempre he querido olvidar o negar. Estaba postrado ante aquel hombre que hace unos segundos me miraba y ahora me daba la espalda.

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Quería suplicar por mi vida… “Por favor…” le dije… él casi ni giró su cabeza, se dirigía a los presentes. Su público atento, o no, atónito mejor dicho por lo que les podría ocurrir con mi ejemplo. Hace unos segundos, todo era muy fácil, pero ahora que decir, su rostro cambió. Una vez apretó el gatillo se sintió orgulloso, no, no fue en ese momento, fue cuando le supliqué por mi vida. Sintió que tenía el poder, yo le di ese poder. El lenguaje de signos, la forma de moverse, esa arma como apéndice del hombre o el hombre como apéndice del arma. No tenía mucho tiempo

lápidas, recortes de prensa. Pero ellos, su obra, la obra de un asesino nunca la reconoce su autor, está ajeno a sus consecuencias, a lo que arrebata. La estadística del Gobierno hace ese trabajo y aquellos que lloran a sus muertos les seguimos fieles, unidos de por vida con nuestro autor, esperando que llegue… el capítulo final para dejar de recordarlos. Yo chapoteaba en el charco de sangre, como un niño en la piscina. Mis movimientos cada vez más torpes y lentos, la neblina en mis parpados. No puedo respirar. Siento el frío en la punta de los dedos, como si el otoño fuera una estación encer-

para pensar antes de morir, pero, parece que ahora todo tiene más sentido. Este hombre abandonó la palabra hace tiempo, y con ella los sentimientos que se pueden producir cuando la pólvora habla por ti. Tenía esa obligación, y, por el contrario, creo que abolió la obligación de sentir cuando el arma hablaba por él. La violencia era su medio, yo debería tener un arma para poder hablar con él y en el fuego resolver nuestras diferencias y ponernos de acuerdo. ¿Cuántas víctimas habrá saldado de la misma forma cobarde, cuantas? ¿puede recordarlas? Qué absurdo, este hombre no podría recordar ni lo que cenó la noche anterior, no podría recordar ni si cagó o meó esa misma mañana al levantarse. Los asesinos no recuerdan su obra, son ajenos a ella. Él era incapaz de mirarme porque no sabía lo que hacía y al mirarme no se entretendría en saber la vida que destrozó, ni a quien mató. Lo hizo porque debía, se debía a un extraño deber. Ese que les sostiene, con sus armas, el descrédito, la fama, las armas son todo lo que son, y los que contamos sus víctimas somos sus seguidores, fans de mi primera línea, argumentando su trabajo, haciendo ver que están allí, en informes policiales,

rada en mi cuerpo. Pienso si este es el momento de recordar todas esas cosas bellas que dicen, de recordar a tu madre, a los amores pasajeros, los cosas que no hiciste. En realidad, no, en realidad ya todo se fue…No hay tiempo pa más, no hay tiempo, el tiempo, se ha ido… ____________________ Imágenes: 1-3 Michael Tompsett 4 Roy Lichtenstein

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Atomista

Ana Marina Rúa Kahn

Dice: Soy canica.No perderé tiempo destajando una metáfora redondamente burda, pero considero necesario contarte por qué soy canica. Cierto que lo soy: lisa y apurada, dura, esférica. Por cada punto, densa. Para ti, quebradiza. 73

Soy hoja. Ni una ni diez, solo hoja. Zurcida de venas, no bebo sino por gracia del otro que vive debajo. Los zarcillos se escurren por ahí, compitiendo para ver quién llega antes, listos para traerme quejas y murmullos y alguna que otra muerte. Repelo el agua que cae sobre mi piel; vibro al aire; miro y no


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veo. Sésil, me acoplo al viento y a su falta.

de deseo. Me sorbes. Por eso soy leche, para ti.

Soy súrculo sin hijo: la sobra que cuelga ahí, pendiente, esperando la última sequedad. Soy tela. Hilvanada, la rueca suena y sueña con una linda mortaja que cubra cada poro. Rasgo y froto codos y vientres, dándole al nervio algo en qué pensar. Me doblo y me acurruco en hilos de calor, en tiras cansadas.

Soy estas cosas. Es sencillo. Aquí no hay metáforas, contrario a lo aludido arriba; te digo que soy canica, hoja, tela, astilla y leche porque lo soy, a cada rato y en todo momento, sin ambages ni pretensión. No juego a ser estas cosas. Cuando tocas un retazo o te entierras ese pedacito, cuando lames y sientes y juegas al azar, soy yo a quien palpas. No miento. Vivo en todo ese átomo abarcador que es lo sólido

Soy astilla. Seca o presa de la humedad, estallo en cantos laterales, cabal. Soy leche. Espesa y cuantiosa, salgo por rendijas y fluyo en surcos que llegan a la punta de tu lengua. Y por ahí te lleno, ávido. Te lleno, lleno. Apenas nutro: como leche soy más azul que blanca; mi alimento es puro estilo. Pero fluye, entorpeciéndote

y líquido. Que no gas, valga la aclaración. Mi constitución así lo limita. Responde: Romper piel es más difícil de lo que parece. Tantos tajos que se ha dado uno en vida, tantos cortecitos con hojas de papel en días secos de enero, raspazos concretos con brea 74


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o ramas. Pero cuando se quiere, cuando es a propósito la cosa, qué mucho cuesta cortar. Rasgar carne es algo que se hace por placer. No porque se necesite vivir, en cuerpo, dolores que no se alcanzan en mente, o que se han dejado de sentir. Ni porque el corte sea metonimia de un control del que se carezca en todo lo demás. Se hace porque place. No lo has hecho tú, ¿verdad? Porque tú eres lo

que corta. No has sentido este placer, querido. Me puse a pensar que se te está vedado todo el júbilo de palpar. Eres el puño que golpea, la nieve que fluye, lo que se da. Tu boca no recibe lenguas penitentes, querida. Eres cosa, y aunque vives entre nosotros, los ojos de los demás no reparan en ti. Tus peticiones, si las tienes (si es posible que una cosa pueda pedir en su sorda 75

dimensión), se vaporizan tan pronto tocan el aire. Si pudieras sentir, querido, querida. Cuánto dolor. Cuánto placer. Recuerdo la primera vez que te supe. Era un día caluroso en octubre, mes ya infernal en la latitud que me tocó, y viajábamos en carro a un lugar sin valor. Tendría yo unos seis años. Es de esperar detallar edades cuando se cuentan estas cosas. La carretera, sucia y abollada, ronroneaba bajo las ruedas que trataban de evadir

mil hoyos. Yo rebotaba en el asiento de atrás, y con cada salto sentía el vinilo blanco que se despegaba de mis muslos para luego abofetearlos sin razón, tapizando la piel de línea entrecortada. Llegamos por fin al centro del pueblo. En la plaza me compraron un libro de pintar de escenas tropicales y una caja de lápices de colores baratos.


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Agarré el libro y sentí lo que eras, cosa ineludible, cosa tremenda. Toda sensación a la vez: ¿cómo asirse a lo inmediato de modo sucesivo? El libro olía a betún y paja mojada. Las hojas, de pésima calidad, desprendían tinta de periódico; los dedos, húmedos y acres, rozaban las páginas espesas. Tengo que describir porque no sé cómo más tenerte. Rocé las yemas de los dedos una vez por el borde de la última hoja y regué el negro errante. Sentí náuseas. Tocarte es palabra que suena a ti. Es aguda y redonda a la vez, y entre sus picos negros se hallan globos que ruedan y ruedan cuerpo abajo, como tú. No puedo hacer mucho más para aproximarme a tu centro. Tocarte extiende el hilo conductor hasta un valle, donde reposa, como tú descansando en mi piel, tu mejilla que no es mejilla sino cosa eterna durmiendo en los nudillos de mi mano, tu aliento llenando montes y cráter hasta que no aguanto más y tengo que abrirte, cosa mía. Toco cosas. ¿Qué daño hay en eso? Si incomoda a los demás, solo hay que voltear la mirada. Pero claro, las apariencias engañan. Yo no sólo toco, yo persisto en la cosa. Aquel especialista me tildó de hipotáctil, explicando que de ahí salía mi conato obstinado de palpar. Pero se equivocaba. Yo no sufro de condiciones neurológicas. Bastante he leído como para diagnosticarme sin miedo de errar. El toque me da placer, un placer continuo y extenso. Hay una ría que crece con mareas predecibles, y ahí toco y jadeo y siento felicidad al distinguir —y créeme que los distingo— uno a uno, los átomos que se desprenden del objeto de mis afectos. Cada cilio de hoja, cada poro invisible de metal golpea mi retina y retumba en ecos teselados en las yemas de mis dedos. Y entonces, 77

¡qué alegría improbable! ¡Qué calma obscena! Mi amor está en todas partes. Mi cosa amada. Mis ojos ruedan y se regodean por cada superficie. Mahón, hierro, pelo, piedra, polvo, tierra, vidrio, algodón. Seda, acrílico, grama, ladrillo, moho, caucho, plástico, flor. Cuero, rotos, barro, ay, filamento de bombilla, aserrín. Plomo, cemento, sexo, crema, agua carbonada, tallo, papel. La pluma de un cuervo. El tejido crispado y estrecho de las alfombras de oficina. El mármol que suda aceite. La colilla tibia de un cigarrillo lanzada al azar. El acero oxidado de los cuchillos agrestes. La vena mullida, la que cede suavemente justo debajo de la piel calentada. Tu vena. Tocar no me incapacita. Tengo empleo y con qué comer. (Curiosamente, tragar no pertenece al mundo del tacto. Sé que hay gente que percibe cada coyuntura, y hasta algunos órganos dentro de sí, pobres diablos, y aunque a veces experimente un poco de envidia al no ser dueña de una vida de plena interocepción, me conformo con sentir solo por fuera). Y sí, reposo en el sitio gris de la satisfacción. Con tal de que me dejen tocar en paz estoy contenta. Sé que algunos me tienen pena. Trabajo como colectora de peajes en la autopista. Escogí ocuparme así porque no tengo que interactuar con nadie más que por unos segundos a la vez, lo que me deja libre para perseguir mi pasión dentro de la cabina sin que me molesten. Trabajo de noche, cuando el tráfico es más liviano. Todas las noches traigo dos o tres cosas que he escogido casi sin pensar, y me encierro con ellas, anticipando con


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dependiera de unas últimas gotas de gasolina. Maldices el inoportuno: es de esperar que algún auto pase por aquí a esta hora, pero te molesta tener que postergar tu reunión ansiada para cobrarle 75 centavos a quien sea. Y no te gusta que el carro se acerque tan lentamente, casi en tentativa, desigual. No quieres tener que lidiar con dar direcciones a la gasolinera más cercana y mucho menos con la policía. A veces estos conductores no quieren nada bueno. En más de una ocasión te han hecho perder el tiempo, y una vez hasta tuviste que reportar un ataque, no porque quisieras, sino porque la cámara lo había registrado y te habías visto obligada a

júbilo la sorpresa que me depararán. Esta noche contamos con un oso de peluche, unos audífonos rotos y una mini falda de rayón que llevaba años sin ponerme y que he sacado del fondo del armario esta mañana. Me siento en mi silla de aluminio, que tanto gusto me ha proporcionado, y me pongo a buscar al amante obcecado que se me esconde en la cosa. Hay que seducirte, convencerte de que salir también será tu placer. ¡Tú, que no sientes mi deseo! Si pudiera me hilvanaría en ti y no saldría sino para respirarte. Cosa que llenas. Hoja, leche, tela, sal. No quiero que tengas manos, no quiero verte. Te quiero en mí, completo, completa, mi cosa, llenando cada párpado de miel. Dice: Estás ocupada. Unas luces de automóvil se acercan a baja velocidad, como si su movimiento

ponerlo en récord. El hombre acababa de robarse el auto y, en una euforia etílica que pudiste comparar a tu propia manía de sentir, había entrado a la cabina y en ti, tres o cuatro veces nada más, hasta por fin desistir. Salió de prisa, tambaleándose por la curva de concreto, volvió a montarse en el carro que medio había arremetido contra el muro (aún hoy se ve la marca del choque, el repintado hecho a medias) y nunca más se le volvió a ver. Piensas en todo aquello mientras se acerca este carro. Va bajando la velocidad casi imperceptiblemente, como si nunca fuera a llegar, la mitad de la mitad de la mitad del tramo recorrido así, hasta el infinito. Por fin borbotea un reflujo de humo y aceite y se queda parado a unos pies de la cabina. Este carro se ha quedado varado, piensas, como quien mira una puesta de sol cualquiera y trata de inyectar valor a lo observado. Tú, que muy bien sabes que esta cosa que ves ni lo tiene ni lo necesita. Igual que un atardecer. ¿Qué harás ahora? ¿Fingirás esa curiosidad cortés que usas cuando te piden ayuda? Sales de la cabina, lamentando tu mala suerte, acordándote de esconder el osito y la falda debajo de la silla, por si se repite la visita 78


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forzosa. No quieres tener que contestar preguntas impertinentes. Te acercas al chofer: el pobre se ve pálido, sudoroso, y te mira con ansiedad. “Qué pasó necesita algo se quedó sin gasolina”, le preguntas como haces tus preguntas, así, declarando en vez de preguntar, la cabeza ladeada y la voz en bemol. El hombre abre la puerta con un esfuerzo que te parece descomunal. Te das cuenta que desde este momento en adelante todo acto te parecerá así, desmedido, porque los hechos no concuerdan con sus motivos. Una cosa blanda se desliza del borde del asiento delantero. La ves y enseguida la sientes, como si la estuvieras tocando, como si

untuosos, rosados como esa manguera que ahora sale de la ijada del conductor. Ahí, cuando deseé, en la repulsa. Entonces, al instante, vuelvo a estar frente a otra tromba, violeta ésta, hermosa bajo el reflejo de la luz y las moscas que ya comenzaban a sobarla, la panza destajada de ese mi caballo, el derrame brote y flor de su interior. El choque entre baba y concreto, el júbilo quieto, el calor y el pelaje, los ojos abiertos, incrédulos como los del hombre que ahora me mira con peticiones que yo no tengo interés de acoger.

fuera yo.

más, y noto que está tratando de decir algo. No pide ayuda. Más bien parece como si me quisiera contar lo terriblemente inaudito de su caso, como si me quisiera explicar que la mala racha que viene sufriendo hace días culminó hoy, como si tuviera unas ganas enormes de narrarlo todo antes de derretirse ahí, frente a la cabina.

Responde: Quiero quedarme ahí, meciéndome en la caricia de esa tripa, en ese segundo desdoblado que ocurre justo antes del venirse. Pero el tiempo traiciona y tengo que salir de mi gloria para atender al dueño de la herida, que no parece notar mi deseo. ¡Son tan pocas las veces en que ocupo el espacio diminuto de una náusea feliz! Trato de beberme la imagen como lo hice aquella vez lejana, cuando vi aquel vientre florido en el sofá, bultos de carne y muslo

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Del herido sale una bocanada muda. Suda un poco

Querida, llevo siglos esperando. No busco, porque así no funcionan las cosas (la cosa que deseo, que espero que llegue a mí y que se quede, eterna como es la cosa que amo, querer sin búsqueda, amar sin querer) y aquí yazgo, esperándote. Te


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toqué en la página, te bebí en instantes, pero no te quedas: te me vas al momento de asirte. Y aquí me encuentro, justamente ahora frente a este cuerno de mi abundancia, y creo verte ahí, en carne y sangre y sal. No puedes culparme por lo que hago, querido. Dice: Das tres pasos hacia el ser que será víctima si lo permites. No ves a nadie más; no viene ningún vehículo y las luces entrecortadas de los dos postes más cercanos apenas dan para distinguir entre aire

oxidado que conecta con el ruedo deshecho del pantalón del hombre sentado no sentado como yo sino postrado ya lo siento y me siento y así toco y veo y al ver al mirar toco los ojos tocan su entorno y el aire los roza como yo que me acerco bien poco a poco mitad de la mitad de la mitad hasta meter una mano en la llaga tibia y rasgar la membrana y sentir la gloria mientras el hombre me deja hacer tocar amar al instante. Dice: Estás ocupada. Ha empezado a lloviznar y el ruido

y piel. Sin decir palabra, pero con un cariño que no creías capaz de dibujar para nadie, te agachas para recoger el tubo de carne suave, lo desempolvas con cuidado y se lo pones en el costado, luego de haber bajado la parte de atrás del asiento para que el cuerpo esté más cómodo, y en todo instante miras fijo al hombre, que te cuestiona y te agradece, sin decir palabra.

blanco de los vapores amplifica los sonidos que hacen eco en la autopista. Por eso es que escuchas los tres carros mucho antes de verlos: tres interrupciones terribles. Por qué siempre pasa así, te preguntas, por qué siempre pasan tres a la vez, cuando antes no pasaba ninguno, por qué siempre es así de madrugada. Si aquí por fin me tienes, tela y leche, la cosa que ansías, la que quieres arrestar.

Entonces caminas hacia la cabina y sacas tu silla de aluminio. La arrastras hasta ponerla justo enfrente de la puerta abierta del carro, las patas a unos milímetros de la mancha de albumen aún fresca en el asfalto. Y te sientas a mirar.

Llevas tiempo en tu labor. Tocas minuciosa, atenta, con fervores que nadie más me da: yo, quebradiza y mullida en tu mano. Pero hay circunstancias nuevas ahora, y te ves obligada a voltearte. En el segundo antes de hacerlo notas que el hombre,

Responde: Me siento a mirar. Ya son dos cosas enormes, sentarse y mirar. Anclada aquí, frente a este goce que me durará toda la noche si lo dejo, sola y contigo en mi goce. Al instante me lo trago todo, todo lo que veo que retumba en las puntas de los dedos para recorrer el nervio largo y amplio que llega hasta un germen. Al instante se derrama algo caliente la bala golpea y late el borde del metal

que hasta entonces ha estado quieto, se inmuta, haciendo un esfuerzo otra vez descomunal, y alarga la mano para detenerte ahí, para que no pares de hacer, y esa mano en tu muñeca se aferra y enseguida desfallece, dejando una marca rosa mojada que preferirías nunca borrar. Notas que me esfumo. Más bien lo intuyes, como lo has hecho otras veces en el momento en que te cortan el sentir. A menudo el corte viene de afuera: suena la bocina del vecino, un niño 80


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se resbala y cae. El corte se interpone y te ves obligada a volver a un cuarto dormido, de esquinas embotadas, y me pierdes. El corte de ahora es así. De Tres ventanillas se alargan tres cuellos ávidos el morbo seis ojos se abren en flor la alarma dos bocas dibujos un rictus el asco idéntico repetido. Te han visto. Ahora vas a tener que dar explicaciones. Soy cosa pero conozco la voluntad; sé muy bien que te tienes que desenganchar de tu faena y no quieres; entiendo que sigues, sigues tocando, sabiendo que alguien inevitable e indignado te halará por detrás y te sacará de allí, del placer que te llegó con esta ofrenda donde me palpas.

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Pero esta vez no vas a parar. Me tienes ahí entre los dedos, canica que rueda y rebota, tinta negra, semilla rota. No es metáfora, querida: soy estas cosas, y hoy puedes verterte en la cuenca que te ofrezco, hacerte tú misma un globo denso y acurrucarte, enroscada, en un grano eterno de tocar. Las luces y los cuerpos se abalanzan sobre ella.

____________________ Todas las pinturas son de Hilma af Klimt.


10 de mayo de 2019

Para colaborar en Cruce: artículos de investigación, reflexión; reseñas; notas de opinión; comentarios de textos; fotoensayos o arte plástico; entrevistas; textos creativos; y otro tipo de escrito que suponga un análisis o mirada En Cruce publicamos:

crítica a la sociedad contemporánea.

Toda persona que desee colaborar deberá enviar su artículo por correo electrónico, comprometiéndose a que dicho texto respeta las normas internacionales en materia de conflicto de intereses y normas éticas. Los escritos se someterán a estricto arbitraje y proceso de edición y corrección, por lo que la colaboración puede sufrir alteraciones, a menos de que se trate de un texto literario. Debe seguir MLA o APA como manual de estilo. Nos enfocamos en los siguientes temas:

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Arte: Los escritos dedicados al análisis, el estudio y la presentación de todo aquello que comprenda

al mundo cultural. Abarca la gestión cultural, la autogestión, los estudios culturales, la música, el arte plástico, movimiento escénico, danza, la cultura popular y el arte urbano, vistos preferentemente desde el prisma de la cotidianidad. La fotografía como narrativa visual que sirve para retratar la cotidianidad y la realidad social, y los acercamientos a la obra fotográfica de algún autor.

Cine:

Los escritos que analizan o reflexionan acerca del mundo cinematográfico y cómo se atiende desde lo visual los temas de relevancia contemporánea. Los derechos de las publicaciones son exclusivas del autor. Todas las colaboraciones y comunicaciones se harán al correo institucional de la revista 82

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To collaborate: Cruce publishes: research articles, reflections, opinion columns, texts of commentaries, photo essays and plastic arts, interviews, creative texts, and any other type of writing that present an analysis or critical look into contemporary society. Every person that wishes to collaborate must send the piece via email, pledging to respect the international rules in subject of conflict of interest and ethical norms in the submitted text. All pieces will be subjected to evaluation, editing process and corrections, which could result in alterations, unless it is a literary piece. Submissions must follow the MLA or APA manual of style. We focus on the following topics:

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Cinema: Texts that analyze or reflect about the cinematographic world and how to understand topics of contemporary reality from a visual perspective. The rights of publication are exclusively of th author. All collaborations and correspondance should be send to

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Endnotes

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