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Mi pintura Erudición Odeth T. Vieytez Valadez
Ficción / Poesía
Mi pintura
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Por Odeth Tamara Vieytez Valadez*
Gotas de pintura amarilla caían en mí, antes, hasta que colocaste tu brocha en mi lienzo y se cuarteó la obra de arte.
Me pinto para no ver las manchas, para no ver tu rostro.
He tomado mi godete y se empieza a terminar la pintura. No compraré más, lo restauraré con lo que queda, pues la exhibición es esta noche.
No podré cubrir la grieta, el tiempo no me es suficiente. Aunque tampoco está en mis intenciones hacerlo.
Quiero que observen que todas esas grietas hicieron de mi lienzo la fortaleza que habito.
* Hola, tengo 15 años y curso el 4to año de preparatoria. Soy una apasionada del arte en todos sus estilos y formas. Me gusta transmitir mi esencia a través de mis pinceles. En este caso, quise reflejar la violencia que sufren algunas mujeres al quedarse en casa en tiempos de Covid-19.
Iconografía / Pintura


Por Jimena Guadalupe Delgado Suasnávar*
FICHA TÉCNICA: TÍTULO: “Ya no me lo puedes devolver” AUTORA: Jimena Guadalupe Delgado Suasnávar TEMA: La violencia sexual FECHA: 1ero de febrero 2021 DIMENSIONES: 40 x 30 cm TÉCNICA: Acrílico
* Mi nombre es Jimena Suasnavar y voy en el grupo 438. Me gustan mucho los colores y pintar, a la hora de juntar las ideas con los materiales me encanta el resultado, me gusta representar mensajes fuertes. En este cuadro el zarape representa al macho, la vulva se encuentra encapsulada, rota, apagada e infeliz; afuera los colores siguen intactos y vibrantes, nada ha pasado, al parecer.
Ficción / Cuento
Por Ariadna B. Ramírez Guerrero. Estoy en el grupo 557, segundo año de preparatoria. Me gustan mucho los deportes, en especial la gimnasia artística y bailar, cuando realizo estas actividades me siento en otro mundo, todo desaparece y tan solo queda la gimnasia, el baile y yo. Soy de carácter fuerte, el baile y la gimnasia me ayudan a expresarme.
Todo comenzó hace un año, desde que las cosas en mi vida no han resultado como a mí me gustaría, situaciones que he vivido hasta esta edad, mis 17 años, me han ido cambiando y, siendo sincera ,estoy en un punto en el cual ya no sé quién soy. Yo sé que puedo ser fuerte, porque antes así lo era, pero ahora me cuesta trabajo volver a ser yo misma o volver a ser la chica de hace un año, sé que no siempre tendré días buenos, que no siempre las cosas me saldrán como yo quiero o espero y que tengo que aprender a vivir con mis días buenos y malos, pero ya no soy tan fuerte como muchos piensan. Muchas personas con las cuales hablo de problemas que tengo o de situaciones que me hacen sentir impotente, triste, enojada, etc., la mayoría me dice lo mismo: “Tú eres una persona muy fuerte, solo es cuestión de que lo creas”. Vaya, de verdad trato de ser como antes, pero parece que el mundo está en contra mío, trato de ver las cosas de manera positiva, pero cómo ser positiva si todas las noches mi papá llega ebrio a la casa y mi mamá le pega de golpes, le grita y la insulta con palabras hirientes. Vivir noche tras noche con esto es un tormento. Además, trato de distraer a mi hermanito de 4 años, cuando llega la noche, y le digo que solo están jugando o que son peleas de grandes, pero nada serio, no quiero que se preocupe o que este triste por esta situación, trato de protegerlo. Y así han pasaron los días, con peleas y ya no solo era mi mamá contra papá, sino que también mi mamá empezó a pegarme cada que se enojaba, como si yo tuviera la culpa, incluso ya no me dejaba ir a mis actividades, en conclusión, se desquitaba conmigo.
Un viernes para amanecer sábado, mi papá desapareció… ese sábado yo desperté a las 9 am, fui a hacer el desayuno como de costumbre, le hablé a mi hermano y a mis papás, en la mesa se sentó mi hermano, al lado de mi mamá, pero faltaba papá, le pregunté a mi madre: ¿en dónde está papá?, a lo que ella contestó: “no lo sé, pero espero y no vuelva, ya no lo aguanto más”. Empecé a discutir con ella, no llegamos a una solución, así duramos todo el fin de semana hasta que llegó el lunes, en el desayuno discutimos de nuevo, la pelea duró mucho tiempo y hubiera durado más, pero de repente se escuchó que alguien tocó la puerta, yo pensé, ¿será papá?, cuando me aproximaba a abrir emocionada, mi mamá me agarró del cabello y me tiró al suelo. Ella abrió la puerta, era un hombre alto, como de 1.85, de tez canela, con un cuerpo musculoso, con un muy mal gusto de ropa y traía en la mano un porro de marihuana, pensé: “¡mi mamá lo correrá de la casa de inmediato!, si no soportaba que mi papá tomara, no aguantará que alguien extraño este en la puerta de la casa y menos con marihuana, eso pensé yo, y me hubiera encantado que eso pasara, pero no, mi mamá se abalanzó sobre él, dándole un abrazo y lo invitó a pasar, cuando entró vi que detrás de él habían maletas, de inmediato mi mamá dijo: “Niños, él vivirá con nosotros”, me sentí muy enojada y pasaron muchas suposiciones por mi cabeza, eran muchas cosas qué asimilar, esa noche fue el inicio de una nueva vida, quién hubiera pensado que de un día a otro cambiaría tu vida de manera drástica.
Hoy es 20 de mayo (mi cumpleaños), ya es un año de que no sabemos nada de mi papá, sigue desaparecido y mi mamá no nos dejaba investigar. Estos últimos meses no han sido nada buenos, dejé la escuela y mis actividades, ya no he sentido la luz del sol en mi rostro, ya que Rodrigo, el nuevo novio de mi mamá, le dijo que eso sería lo mejor, porque según ellos me porto “muy mal”, pero eso no es todo, este nuevo sujeto se la pasa en la casa, mientras que mi mamá trabaja y sustenta los gastos del hogar. Lo
que ella no sabe es que todas las tardes a la misma hora (6:00 pm), él entra a mi cuarto y me toca de una manera extraña, yo le quito las manos de encima, pero él tiene mucha más fuerza...
Jamás olvidaré lo que ocurrió ese día, Rodrigo, ese señor asqueroso, entró a mi cuarto, traté de salir de ahí, pero él me puso contra la pared y empezó a tocarme los senos, le solté un golpe, pero no fue suficiente, así que él me lo regresó, quedé mareada, más no inconsciente, pero ya no podía levantarme, no sabía qué hacer, solo vi que me colocó en la cama y se bajó los pantalones... Me dolió demasiado, pero del mismo golpe no podía moverme, solo gritaba y lloraba, ¡estaba aterrada!, me sentí asqueada. Después de una hora ya podía moverme bien, me quedé llorando, gritando de asco por lo que había sucedido, ese día odié a mi mamá y a su estúpido novio como jamás imaginé que odiaría a alguien, a partir de ese momento yo ya estaba perdida, si ya no sabía quién era, ahora menos. No podía dormir por todo lo que sentía, así que hice algo que jamás pensé llegar a hacer, por eso digo, que este ¡maldito día! cambio mi vida para siempre, agarré un cúter que tenía en mi lapicera y comencé a cortarme, pero en eso entró mi hermano y me preguntó, ¿qué haces?, yo no supe qué contestar y solo lo jalé hacia mí dándole un abrazo y comencé a llorar. Al día siguiente, mientras me duchaba, oí un golpe muy fuerte, como si alguien quisiera tirar una pared, segundos después se escucharon llantos, salí enseguida del baño y lo primero que vi fue a Rodrigo encima de mi hermanito pegándole despiadadamente, no sabía cómo actuar, me quedé congelada viendo como salía sangre de la cara de mi hermano, viendo como algunas partes de su pequeño cuerpo ya no estaban del todo bien, era una imagen horrorosa, también escuché un llanto de desesperación, un llanto de ¡horror!, algo que jamás, ni en películas, había escuchado, instantes después logré moverme y actué por impulso, tomé un cuchillo que vi en la mesa y se lo enterré a Rodrigo, no solo fue una vez, no dejé de apuñalarlo, me sentí tan bien al hacerlo porque en ese momento solo pensé en todo el daño que había ocasionado él con su llegada, dejé de apuñalarlo hasta que vi que ya no se movía. Llamé a una ambulancia, llegaron de inmediato, al mismo tiempo que mi mamá; se llevaron a mi hermanito al hospital, mi mamá al ver la escena se quedó en shock, yo estaba hablando con los policías contándoles lo ocurrido, que actué en defensa propia, en eso mi mamá se acercó y comenzó a gritarme, no pudo más con todo lo que estaba cargando, ya que por su culpa mi hermano estaba muy grave y quedo loca, así que la llevaron a un psiquiatra, pero antes mencionó algo de papá, solo logré entender : “Yo sé que paso con tú papá”(lo dijo en forma burlona y maléfica), quise sacarle más información, pero no lo logré. Después de todo, fui al hospital en donde se encontraba mi hermanito lo vi muy mal… Comencé a hablar con él contándole cosas lindas, le dije lo mucho que lo quería, qué era lo más importante para mí en esta vida, que me perdonara si lo llegué a lastimar, él solo me miró con esos ojitos transparentes de niño, que no dice ninguna mentira, con su mirada me pudo demostrar cuanto me amaba, mientras me veía colocó su mano en mi mejilla, ese fue el último momento en el que tuve interacción con mi hermano, porque a los instantes murió en mis brazos. Regresé a casa, estaba devastada, no dejaban de salir lágrimas de mis ojos por la muerte de mi hermanito, solo pensaba en él y en lo que mi madre dijo : “Yo sé que paso con tu papá”, cuando llegué los policías aún estaban tomando evidencias y muestras de los hechos e investigando más sobre este caso, así pasaron varios días, hasta que todo volvió a la “normalidad”. Yo aún tengo esperanzas de encontrarte papá, sé que estás vivo, estoy segura. Estos meses fueron muy duros y la verdad ya no puedo más, una tristeza abarca cada rincón de mi cuerpo, ya no soy la misma de antes, he perdido la fe en muchas cosas, incluso en encontrarte papá, tiene mucho que no sonrío y esto que siento no se puede explicar con palabras, papá, tú eras la persona que más me decía “tú eres fuerte, solo es cuestión de que te lo creas” y siento que te fallé, no fui lo suficientemente fuerte o valiente para superar todo esto, así que si estás leyendo esto significa que mis emociones, sentimientos e impulsos terminaron ganando y terminé rindiéndome ante la vida. Está carta la encontraron los policías junto al cadáver. Ficción / Cuento