A P R E N D A M O S J U N TO S A S E R P A D R E S E H I J O S
Premisas para educar
FA M I L I A
Prejuicios Cuántas veces hemos escuchado a las madres decir: “mi hija es terca”, “mi hijo tiene un mal carácter”, “es terco, autoritario”, “no me escucha... tiene un mal carácter...” o, más raramente, “tiene un carácter hermoso”, “es servicial y sociable”, “tiene un carácter dulce y tranquilo”.
POR EZIO ACETI (ITALIA)
Todas estas expresiones son realmente equivocadas, el resultado de formas de ver y hacer que no tienen base científica. Los prejuicios representan la mayor amenaza para el crecimiento del niño porque tienden a etiquetarlo y condicionarlo. De hecho, los prejuicios son pensamientos, categorías evaluativas basadas en formas antiguas y obsoletas de decir y hacer. Lamentablemente, se basan en “impresiones”, “sensaciones”, que interpretan los comportamientos de los niños sin conocerlos y, sobre todo, sin conocer el motivo de sus acciones. El problema, ciertamente preocupante, radica en el hecho de que los prejuicios se utilizan para evaluar comportamientos y determinar qué hacer, qué decir, qué está bien y qué está mal. En definitiva, como veremos en los siguientes artículos, el niño tiene su propia forma de cuestionar la realidad y actúa en consecuencia, muchas veces sin ninguna intencionalidad maliciosa. Entonces, la primera tarea que se plantea para una buena educación es erradicar los prejuicios del pensamiento de los padres, para permitir una relación educativa libre y positiva. Los prejuicios son un atajo que nos impide lidiar con la complejidad de las cosas, obstaculizando, a priori, cualquier relación y diálogo. El conocimiento del desarrollo evolutivo del niño y los avances en la investigación en el campo de la psicopedagogía han arrojado luz sobre las dinámicas educativas. Por lo tanto, tratemos de conocer y desenmascarar, al menos, los tres prejuicios más frecuentes que impiden una visión verdadera y objetiva de los niños y de los demás.
20 Ciudad Nueva | Agosto 2022
Comenzamos esta Escuela de padres e hijos con el deseo de dar un aporte, con un corazón abierto y libre, a través de publicaciones de un psicólogo infantil italiano. En esta primera entrega, intentaremos eliminar de nuestra mente algunos conceptos falsos que nos impiden estar abiertos y disponibles en la relación educativa.
1. Prejuicio del personaje Fue el gran filósofo francés Blaise Pascal (16231662) quien hizo una gran contribución al desenmascaramiento de este prejuicio, cuando en una de sus famosas citas afirmó: “El hombre, muchas veces, es una bestia, otras, un ángel”. Esto demuestra que no hay un carácter hermoso o feo, sino que cada uno posee su propia