“Nosotros logramos identificar a los participantes en este suceso a través de su escritura, ya que ellos también habían participado en unas manifestaciones llevadas a cabo en la avenida Urdaneta y detrás de un quiosco habían escrito unos mensajes”.
Cangrejo de Bronce Funcionarios de INTERPOL del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, llevan el caso: “Profesor asesino de almas”, era un profesor que violaba a las niñas de un colegio, les raspaba la materia y luego las llevaba a una pensión donde las violaba. “Las investigaciones se les complican porque no daban con el colegio, tenían las características del profesor, además de una camisa con un logo del colegio, pero no daban con su ubicación. A través de los equipos existentes en la división de documentologia, ampliamos la imagen le damos forma y dimos con el colegio”, acota el comisario jefe Rodelo.
Más detalles de la investigación Las pesquisas inician el día 3 de marzo de 2009, momentos después que un funcionario revisa el correo electrónico de
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la División que está disponible al público con la finalidad de verificar si existe alguna eventualidad. Efectivamente había llegado un correo de un usuario denominado “La Justiciera”, en el que se leía una denuncia diciendo: “que era una vecina del sector y hacía un llamado a las autoridades, debido a que había encontrado unas fotos de un hombre mayor que abusaba de adolescentes que tenían uniformes de un Colegio, pidiéndoles que se hiciera justicia y que este hombre debía pagar por lo que estaba haciendo”. Al revisar los datos adjuntos del correo logran observar ocho fotografías digitalizadas, donde se podía apreciar actos sexuales entre una persona de sexo masculino y dos adolescentes femeninas de 13 años de edad aproximadamente. El Jefe de la Brigada informó sobre el hecho a los Jefes del Despacho, ordenándoles a estos que se encargaran del caso. Solo cuentan con unas fotografías que establecen el delito y el rostro del culpable como dato importante para el esclarecimiento del hecho. Los investigadores comienzan hacer su trabajo mediante el análisis de las imágenes digitalizadas, con la finalidad de colectar evidencias, en las mismas se observaba a una adolescente que llevaba vestimenta
de falda color azul marino, camisa azul claro, y una insignia con las siglas “CMA”. En la fotografía siguiente se observaba una pared color rosado, y un número de forma manuscrita. Al pasar los días los investigadores se reúnen con la directora de uno de los planteles ubicado en el Área Metropolitana, discretamente investigaron sobre las adolescentes y el sujeto, ya que una de las hipótesis de los miembros de la brigadas sostenía que podría ser un profesor o una persona del colegio de mucha confianza, debido a que en una de las imágenes había un balón deportivo y una colchoneta de hacer ejercicio y la vestimenta de la adolescente que era una maya de hacer gimnasia. Comisiones se trasladan a las adyacencias del colegio y muestran las fotografías del sujeto agresor a los alumnos, algunos lo conocían como “El Profesor”, quien normalmente vestía monos deportivos. En la continuación de la investigación mediante el Sistema Computarizado, logran ubicar la dirección, Cédula de Identidad y el nombre del sujeto investigado llamado “Soto Goitia Eudy Rafael”, quien posteriormente es capturado en la casa de su madre, lugar donde habitaba.