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MÉXICOBreve reseña histórica de la educación en
Por: Luis Felipe Rodríguez Sánchez
os espacios escolares han formado parte fundamental en la historia de nuestro país, como antecedentes están los lugares conocidos como “temploescuela” que llegaron a existir en el México precolombino en la parte central del país, en la región conocida por algunos expertos como Mesoamérica. Dos de esos espacios significativos para la historia de la educación en México fueron el Calmécac y el Telpochcalli.
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Ambas instituciones educativas, pero divididas por clases sociales, el Calmécac para los dirigentes y el Telpochcalli para el resto de los jóvenes.
“El templo-escuela era el lugar por excelencia donde niños y jóvenes eran inducidos a adquirir el conocimiento en su presente y en su futuro adulto los papeles sociales que les atribuían los grupos dirigentes.”¹
No fueron las únicas, pero sí, dos ejemplos de espacios escolares de suma importancia. La diversidad de culturas y contextos, previo a la llegada de los españoles, nos puede dar una idea de que existieron diversas formas de escuela, y de educación. Sin embargo, no nos detendremos a profundizar en el tema pues no es la intención de este artículo.
En la siguiente etapa de nuestra historia, es decir a partir de 1521, la prioridad en la educación dio un cambio radical. Los espacios escolares y el propósito educativo también tuvieron que modificarse. Desaparecidos los templos-escuela, enterrados bajo una nueva realidad, junto a su prioridad en la instrucción militar y ritual se da el paso a una enseñanza humanista europea y evangelizadora. Atrás quedaban los días en donde las personas se ofrecían en cuerpo y sangre a sus dioses para dar paso al dios sangrante y crucificado que se ofrenda en alimento.

Salvar las almas de los nuevos cristianos era una prioridad para todos aquellos que se dedicaban a la labor educativa. La formación conventual estaba dividida entre la enseñanza a las clases dirigentes, en la cual debían aprender primeras letras, cantos litúrgicos y el castellano. Mientras que los vasallos eran solamente instruidos en la doctrina cristiana.²
Para el caso de las mujeres, era la casa o el convento, aprender a ser buenas esposas de los hombres o buenas esposas de dios. “La labor de la educación [para la mujer] era precisamente moldear los hábitos, controlar las pasiones, abortar desde la infancia los intentos de rebeldía”.³
Si bien, al inicio de la etapa temprana de la Nueva España, la prioridad fue el adoctrinamiento y la educación de las clases indígenas dirigentes, ya entrado el siglo XVIII se da otro cambio importante en los propósitos de la educación. Queda a un lado el celo evangelizador, pacificador y humanista para dar paso a una educación ilustrada, pero ahora centrada en las clases dominantes criollas, muchas de ellas instruidas en los colegios de la Compañía de Jesús, lugares construidos expresamente para la educación, en su mayoría, de los hijos de las clases dirigentes.
Durante la Ilustración, época caracterizada por la confianza en la razón, la ciencia y el progreso humano también se daba un paso importante en la secularización de la sociedad y la disminución de la importancia que la religión católica había preservado por varios siglos.⁴ Se menciona el término disminución ya que en realidad la influencia de la religión en el resto de la historia del país ha sido significativa.

La llegada de la Ilustración significó también un cambio en el pensamiento de las clases dirigentes. Nacía poco a poco una identidad criolla distinta a la peninsular que permearía por el resto del siglo y desembocaría en la Independencia de la Nueva España de la metrópoli.
Alcanzada la Independencia,
5 http://www.diputados.gob.mx/biblioteca/bibdig/const_mex/const_1824.pdf inicia un nuevo proceso en nuestra historia y da entrada al convulso siglo XIX, el cual probó ser un gran obstáculo. Conflictos internos y externos, perdida de territorio, polarización social eran el eje rector de dicha época.
Para 1824, queda inscrita la importancia de la creación de escuelas tal como se menciona en el artículo 50 de la Constitución de aquel año. Dejando al Estado la responsabilidad de su sustento. “Las facultades exclusivas del Congreso General son las siguientes: Promover la ilustración […] estableciendo colegios de marina, artillería e ingenieros, erigiendo uno o más establecimientos en los que se enseñen las ciencias, naturales y exactas, políticas y morales, nobles artes y lenguas.” ⁵
El siglo XIX dio el paso de la Ilustración al liberalismo. Esta corriente veía en la educación una oportunidad para llevar el orden y progreso a la mayoría de la población del país. Los reformistas liberales de mediados del siglo XIX:
Estaban preocupados por cambiar las mentalidades, por arraigar las reformas deseadas en la realidad; la importancia concedida a la educación es una consecuencia de esta preocupación, pues permitirá formar al hombre nuevo, hacerle apto para las relaciones sociales y la vida política, dar vida y movimiento a la comunidad nacional6
La Constitución emanada de la lucha de Reforma, no es tan explícita en cuanto a la educación, pero su importancia radica en el rompimiento del monopolio del clero católico en la formación y en “darle el tratamiento de derecho al tema educativo, en donde se estableció que la enseñanzaseria libre. Como se puede ver, en ese texto no se proclamó el derecho a la educación, sino que se garantizó un derecho distinto, como es la libertad de enseñanza.”⁷ En su artículo 3º menciona lo siguiente: “La enseñanza es libre la ley determinará que profesiones necesitan para su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir.” ⁸
Los convulsos años de la Reforma, a mediados del siglo XIX, dieron paso al periodo que va de 1876 a 1911, época dominada por Porfirio Díaz, un personaje que hoy en día sigue provocando cierta polarización entre la población. Cabe destacar el papel fundamental que durante dicha etapa tuvo Justo Sierra junto con la ideología positivista heredada de Augusto Comte, misma que se vio reflejada en la implantación de una educación positivista dentro del territorio nacional.

6 COVO, Las ideas de la Reforma en México, p. 283.
Positivismo que Floyd Merrell nos menciona: “tiene como tarea la de ejercer una transformación de pensamiento fundamentalmente filosófica a una epistemología y metodología científicas. […] A fin de cuenta, se suponía que el positivismo, basándose en la ciencia, daría lugar a la realización de una
7 SOBERANES, La Educación en la Constitución de 1917 y sus reformas, p. 117 en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/ libros/11/5145/7.pdf
8 http://www.diputados.gob.mx/biblioteca/bibdig/const_mex/const_1857.pdf
9 MERRELL, Justo Sierra y la educación positivista de México” en: www.jstor.org/stable/43808250.
10 PEÑAFIEL, Anuario Estadístico de la República Mexicana 1899, p.
197
Del total de escuelas que se mencionan, tanto para el caso de las primarias como de las secundarias y preparatorias (para las cuales no hay distinción por lo que es difícil saber cuántas eran secundarias y cuantas preparatorias) es importante aclarar que estas estaban dividas entre los siguientes estados de la república: Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y Distrito Federal.
11 PEÑAFIEL, Anuario Estadístico de la República Mexicana 1899, p. 203
‘síntesis de todo conocimiento empírico ordenado en un sistema de progreso armonioso’.”
Para darnos una idea de la situación educativa durante el periodo de gobierno de Díaz, tomaremos como ejemplo el año de 1899, para el cual, de acuerdo con cifras, de la época, había en México: 9,271 escuelas de educación primaria, 37 de educación secundaria y preparatoria. Estos últimos sostenidos por el gobierno federal y de los estados. Con un total de alumnos inscritos al año de 8,014.¹⁰

Pero la instrucción pública no estaba solamente sujeta a lo que el Estado pudiera proporcionar, pues también existían otras escuelas sostenidas tanto por el clero como por asociaciones o particulares. Como ejemplo, tenemos que existían 2,014 establecimientos sostenidos por particulares. 384 establecimientos educativos sostenidos por el clero y 162 sostenidos por asociaciones.¹¹ Como podemos
