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ECUPERANDO EL ESPLENDOR DE NUESTRA SEÑORA DE GUANAJUATO

T Tras tres largos meses de un delicado proceso de restauración profesional, Nuestra Señora de Guanajuato vuelve a su nicho de honor al interior de la Basílica Colegiata. El proceso de Estudio y Restauración de la obra más importante de la ciudad comenzó el primero de mayo del 2023, y se llevó a cabo por los restauradores Laura Angélica Hernández Araujo, Alma Susely Hernández Pérez, Mateo Trueba Morales y Alexis Giovanni Álvarez Lupercio, del taller “OROCONSERVACIÓN YRESTAURACIÓN”.

El proyecto se gestionó y administró por “GuanajuatoPatrimonio de la Humanidad A.C.” y se llevó a cabo bajo la supervisión del Centro INAH Guanajuato, por el Comité de Arte SacrodelaArquidiócesisde León y por la Hermandad de CargadoresdeNuestraSeñora deGuanajuato.

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Se dividió en dos grandes etapas: Análisis científicos y restauración material. Para ello se contó con el apoyo de dos grandes instituciones, la EscueladeConservaciónyRestauración de Occidente (ECRO) y el LaboratoriodeAnálisisy

DiagnósticodePatrimonio,del ColegiodeMichoacán.

En la primera etapa, se hicieron estudios para identificar materiales, técnica de manufactura y modificaciones que la imagen tuvo a lo largo del tiempo. Con esta información la restauración se llevó a cabo de la mejor manera posible, al emplear materiales químicamente estables y aprobados por el INAH.

En ellos se encontraron pigmentos orgánicos e inorgánicos, como sulfato de calcio, minio, albayalde, cinabrio, índi- go o añil, entre otros. Además de comprobar científicamente que la madera seleccionada para esculpir a Nuestra Señora de Guanajuato es de una conífera. Con todo lo anterior, se puede tener la certeza de que la Virgen fue elaborada en Europa y traída a la Nueva España durante el Virreinato.

Sin embargo, la escultura ha cambiado su aspecto con que llegó a lo largo de los siglos. En un principio representaba a Nuestra Señora de la

Antigua, cuyos atributos iconográficos son la Rosa que sostiene la Virgen como símbolo de su pureza y el jilguero que tiene el Niño Dios, relacionado con la Pasión que tendría que pasar años más tarde, pues esta ave se alimenta de las espinas de algunos arbustos.

Las crónicas de la ciudad y numerosos cuadros del siglo XVIII muestran a la Virgen de Guanajuato con un rosario, atributo que determinaría la advocación con que se le conocía en aquel entonces: Nuestra Señora del Rosario.

Sin embargo, se cuenta que los dominicos querían beneficiarse de ella, lo que disgustó a los pobladores, quienes retiraron el rosario y le colocaron un cetro, convirtiéndola en Nuestra Señora de Guanajuato.

Como se puede ver, desde su llegada a estas tierras, la Virgen de Guanajuato ha estado inmersa en numerosos ritos y tradiciones de la que es el personaje principal. El deterioro natural de los materiales y el uso mismo que tuvo la escultura la llevaron a un estado de conservación delicado.

Tras el diagnóstico que se hizo en la escultura por parte del taller “OROCONSERVACIÓNY RESTAURACIÓN”se encontraron en ella numerosos deterioros: grietas, fisuras, repintes de mala calidad, mutilaciones hechas en el siglo XIX, pérdida del oro que la cubre, policromía, le hacían falta elementos escultóricos como dedos, parte del manto, contaba con más de un centenar de clavos añadidos con el objetivo de vestirla, entre otros.

Con los análisis científicos anteriormente mencionados, se diseñó una propuesta de intervención muy específica para lograr el resultado que hoy podemos disfrutar.

Los procesos de restauración consistieron en la estabilización estructural de la escultura, donde se inyectaron adhesivos orgánicos en grietas y fisuras, mismas que posteriormente fueron rellenadas con aserrín de cedro y resanadas con pastas pigmentadas.

Se tallaron los elementos que había perdido la escultura, como algunas falanges de la mano derecha de la Virgen, detalles del manto y gran parte de la base, ya que ésta se encontraba muy fragmentada. Fueron retirados numerosos elementos metálicos como cla- vos, tornillos y armellas. Otros más tuvieron que quedarse en la escultura, por el riesgo de dañar más al intentar extraerlos.

Como se mencionó con anterioridad, numerosas secciones de la imagen fueron mutiladas en el siglo XIX, en ellas se habían aplicado repintes de muy mala calidad. Se retiró físico-químicamente la pintura y se comenzaron a tratar estas áreas.

Se suavizaron un poco los cortes, para evitar que sean evidentes las herramientas con que se había mutilado a la Virgen. Posteriormente se colocaron bases de preparación y bol de Armenia, el cual es una arcilla rojiza especial que permite ser bruñida. Finalmente se añadió hoja de oro de 23 quilates para poder reproducir parte de los diseños que se habían perdido.

Por su parte, los rostros de la Virgen y Niño Dios fueron tratados de manera muy delicada para no cambiar en lo absoluto sus expresiones. Se resanaron algunos daños que presentaba, tenía la madera expuesta en muchas secciones y su nariz tenía esmalte de uñas. Además se retiró una capa de grasa y suciedad producto de los besos, caricias y contacto con los fieles a lo largo de varios siglos. Finalmente se aplicó el color en los resanes añadidos para así ocultar los daños que habían sufrido y resaltar la belleza que todos conocemos.

En el Niño Dios ocurrieron dos grandes cambios positivos. Primeramente se encontró un repinte en su cabello que ocultaba su verdadero color, tras la limpieza química se descubrió que éste era totalmente decorado con hoja de oro. De la mis- ma manera, gracias a que en el lado interno del ave se conservaron los colores originales, se pudo recuperar el jilguero que sostiene en su mano, ahora es uno de los elementos más visibles de la escultura.

Los patrones de estilo mudéjar que recubren el manto de la Virgen fueron recuperados. Ésta sección se encontraba muy afectada por grietas, fisuras y abrasiones, por lo que las figuras dejaron de distinguirse. Tras un proceso de observación, se descubrió que todos los diseños fueron perfilados con un punzón a manera de es- grafiado, lo que permitía apreciar la forma de los motivos a pesar de la pérdida del color. En esta misma sección, se encontró más información interesante. Se descubrió que el manto pintado en Europa inicialmente fue color rosa, posteriormente se pintó en azul claro y finalmente, ya en el siglo XVIII se recubrió del azul oscuro que hoy todos conocemos.

De manera adicional, el taller de “ORO C&R”, restauró los elementos metálicos que forman parte de la talla principal: la base de la Virgen (que no hay que confundirla con la Peana de plata de grandes dimensiones que regaló el Sardaneta) y el cetro de la Virgen.

Así mismo, de manera adicional al proyecto, se contrató al Diseñador Ángel Gaona, quien en conjunto con el Restaurador Alexis Álvarez diseñó un fondo de conservación preventiva para la Virgen. Éste servirá como una segunda piel para la Virgen y recibirá los vestidos bordados con que se viste la imagen. Con ello se busca minimizar el daño ocasionado por las abrasiones que generan estos elementos ornamentales.

El fondo de Nuestra Señora de Guanajuato constará de dos capas, la primera será de ceda de algodón, que evitará generar pérdidas del oro con que se revistió a la imagen, y la segunda será más gruesa, en ella se podrán colocar los vestidos empleando broches, clips y demás elementos, sin que éstos vuelvan a tocar a la Virgen.

Así mismo, La “Hermandad de CargadoresdeNuestraSeñora deGuanajuato”, por su propia cuenta, realizó bajo la supervisión de los restauradores de ORO y el INAH Guanajuato, una estructura que cargará el manto y corona de la Virgen.

La estructura, elaborada en metal, se usará en las procesiones y durante “el paso por debajo del manto”. El elemento se ancla a las andas y abraza al conjunto escultórico de Nuestra Señora de Guanajuato sin tener ningún contacto directo con ella. Su función principal es sujetar al pesado manto que reviste a la Virgen y su corona, de esta manera se disminuirá la tensión de cargas en la escultura, promoviendo su conservación.

Finalmente, se expone al pue- blo guanajuatense la necesidad de realizar un proyecto para restaurar la gran peana de plata que en 1737 el Marqués de San Juan de Rayas, Vicente Manuel Sardaneta y Legaspi regaló a Nuestra Señora de Guanajuato.

La peana cuenta con una riquísima estructura de platería elaborada con diversas técnicas como filigrana, cincelado, repujado, fundición y dorado al fuego. Presenta una rica iconografía que incluye santos, apóstoles, evangelistas y miembros de la Sagrada Familia. Se decora además por numerosas columnas de tipología estípite, similares a las de los retablos de Valenciana y a las de la portada de la Compañía de Jesús.

Soportando toda la platería, se dispone al interior de la misma una estructura de madera, la cual presenta problemas estructurales y movimientos, que han causado el desprendimien- to de numerosos elementos de plata que gradualmente se han extraviado.

Al ser el sostén de Nuestra Señora de Guanajuato, la necesidad de su restauración es de primera necesidad, puesto que de nada servirá la inversión que se hizo en la escultura si corre el riesgo de caerse estando en su peana.

El proyecto estará a cargo del LRBM. Mateo Trueba Morales, del taller “ORO C&R”, ya fue entregado al INAH Guanajuato y está en espera de su revisión y posterior aceptación, así mismo, éste será presentado ante las diversas comitivas mencionadas a lo largo de este texto para llevar a cabo la primera restauración profesional de la peana de la Virgen, otro de los grandes tesoros de la ciudad de Guanajuato.

Por petición del Arzobispado, la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato seguirá trabajando para mejorar las condiciones de la Virgen.

Entre los proyectos a mediano y largo plazo se expone la necesidad del diseño y factura de un elevador especial que permita bajar y subir de manera segura a la escultura, un sistema de iluminación diseñado para apreciar y conservar estos bienes y mejorar el sistema de seguridad de la Basílica, puesto que ya ha sido víctima de importantes robos, como la pérdida de las coronas barrocas de la Virgen.

Sin duda, este conjunto escultórico es un tesoro que da identidad al pueblo guanajuatense y, como se ha citado ya en numerosos textos y publicaciones por el Arq. J. Jesús Octavio Hernández Díaz, es Nuestra Señora de Guanajuato el corazón de la ciudad.

Bibliografía:

• R. Avendaño Esquivel, M. Gómez Sepúlveda, S. León Romero y G. Hernández Rosales. 2023, Estudio radiográfico y de imagen de Nuestra Señora de Guanajuato. Área de Documentación y Diagnóstico por Imagen / Seminario Taller de Restauración de Escultura Policromada. Escuela de Conservación y Restauración de Occidente. Guadalajara, Jalisco.

• A. Zárate Ramírez y E. Sánchez. Estudio estratigráfico y de madera de la escultura policromada denominada Nuestra Señora de Guanajuato. Laboratorio de Análisis y Diagnóstico del Patrimonio (LADIPA), El Colegio de Michoacán, 2023.

• Réau (2000). Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia: Nuevo testamento. España: Ediciones del Serbal.

• Serrano Espinoza, Luis. (2001). El templo parroquial de Santa Fe. Programas iconográficos del siglo XVIII de Guanajuato. Guanajuato, Gto. Ediciones La Rana.

• Carmona, J. (1998). Iconografía cristiana, guía básica para estudiantes. España. ISTMO

• Louis R. (1999). Iconografía del arte cristiano. Tomo III. España. Reverte.

El día 9 de agosto, la Virgen volverá totalmente restaurada a su Basílica para reencontrarse con sus fieles devotos después de más de tres meses de permanecer en su Camarín, y el día 10 de agosto, todos podrán pasar nuevamente bajo su manto, para así implorar a su Patrona su protección e intercesión.

Por: Redacción el desarrollo de este panel participa de manera sustantiva la Universidad de Guanajuato a través de su Departamento de Historia y la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, A.C., capítulo Guanajuato; ambas entidades designan respectivamente un historiador y un ingeniero, que sumado a los vecinos más viejos del pueblo, disertan sobre la historia del mismo, sus costumbres, comida, personajes importantes, etc.

La Unidad de Gestión del Centro Histórico dentro de su programa de trabajo 2021 y 2022, trabajó sesiones para el rescate del Patrimonio Cultural e Histórico de los Barrios Históricos de Guanajuato y en 2023 está trabajando lo propio para sus Pueblos Mineros, de manera que el 11 de julio pasado, DIA DEL MINERO, se llevó a cabo la tercera sesión en el Mineral de La Luz, con el objeto de promover el patrimonio cultural de cada uno de ellos y generar un sentido de pertenencia, cohesión y participación comunitaria entre sus habitantes.

La experiencia de haber llevado a cabo las sesiones de barrios históricos de Guanajuato, nos lleva a concluir que la herencia minera aflora por todos los rincones de la ciudad, y ahora se pretende ir a la raíz del nacimiento de dicha herencia. En el común denominador del desarrollo poblacional de estos pueblos, nos vamos a encontrar una disminución muy significativa debido a la baja intensidad de la actividad minera, lo cual se refleja en las casas abandonadas, deterioradas por el tiempo, o bien, que ya no existen.

La sesión se lleva a cabo de manera presencial en la plaza Manuel González del Mineral de La Luz, con la posibilidad de que de manera virtual se enlacen las personas e instituciones de todo el país que deseen estar presentes.

En esta segunda sesión se contó con la participación del historiador Carlos Armando Preciado de Alba por parte de la Universidad de Guanajuato, de los inge- nieros Francisco Parra González y Víctor Hernández Manríquez por parte de la Asociación de Ingenieros Mineros y de los vecinos María Blas González Camarillo de la comunidad de Mexiamora y Macario Padilla Calvillo de Mineral de La Luz.

La primera intervención estuvo a cargo del historiador Preciado de Alba, que abordó temas relevantes sobre el descubrimiento de la veta de San Bernabé y la conformación del Mineral de la Luz y las comunidades mineras vecina, pero sobre todo, la gran producción de plata que se generó en este lugar, que fue superior a otras partes del país, durante los siglos XVII y XVIII.

Enseguida hizo uso de la voz el Ing. Parra González para presentar una semblanza geológico-minera de la Veta de San Bernabé. Presentó los perfiles geológicos, su gran entramado de socavones y tiros que lo conforman y los proyectos de las minas del distrito minero de Guanajuato que tuvieron incidencia en este sitio.

Por su parte el Ing. Hernández Manríquez resaltó el papel de la mujer en el sector de la minería e hizo un recuento de los detalles operativos y técnicos de la mina de Bolañitos donde desarrolló parte de su actividad profesional.

Por su parte la Sra. María Blas de la comunidad de Mexiamora mediante el respaldo de una entrevista grabada previamente, habló con detalle de la vida cotidiana de su comunidad, de las fiestas patronales, de sus costumbres y tradiciones, expresándose de la siguiente manera:

“Me llamo María Blas González Camarillo, a sus órdenes. Anteriormente ponían el nombre que venía en el calendario y por eso me llamo así, porque ese nombre me tocó. Nací el 3 de febrero de 1943, aquí en Mexiamora en un jacalito.

Mis padres fueron Anacleto González y María Belén Camarillo, se dedicaban al campo, además mi padre rompía magueyes para hacer el aguamiel y el pulque que después se vendía, teníamos mucho que comer. Mi papá fue un poquito minero porque sacaba piedritas para completar la despensa. Fuimos 11 de familia más mis padres y mi abuelo, éramos 14, todos los días se hacían 14 platos de comida.

En aquél tiempo había un solo sacerdote, pero no daba misas porque los carrancistas los mar- tirizaban, se escondían en el cerro y allá le llevaban de comer, celebraba los matrimonios en la madrugada, a las muchachas las mataban, había que esconderlas, a mi abuelito Cipriano González lo golpearon mucho, le dejaron la espalda peor que la parte de debajo de un comal, negro muy negro.

Recuerdo que cocinábamos con pura leña, comíamos atole blanco, se usaba el metate y se molía entre 7 y 8 kilos de masa diarios para hacer tortillas, nos alimentábamos con caldo de gallina o de guajolote, huevos, quelites, queso de cabra, había mucho ejote, verdolagas y quelites cuando llovía, flor de calabaza, sembrábamos mucho maíz y frijol para tener que comer, esa era la alimentación.

Cuando yo tenía 6 días de nacida, mi padrino y mi madrina me llevaron al mineral de La Luz a bautizarme. Por ejemplo la Confirmación y las Primeras Comuniones se hacían aquí en Mexiamora, pues venían los sacerdotes hasta acá. Vino una vez el Señor Obispo y aquí se hicieron las confirmaciones. Aquí en Mexiamora está la Capilla del Señor de la Buena Muerte, mi madre me platicaba

Festividades que se realizan en Mexiamora, como la celebración del Señor de la Buena Muerte y las pastorelas junio 2023, imágenes tomadas de redes sociales que todas las tardes todos los vecinos salían a traer piedras para hacer la capilla, por eso es que se hizo de puras piedritas.

Íbamos a la Luz a escuchar misa de las 12 del día con el Padre Alejito, Alejo Rocha, que fue el que me bautizó, de aquí teníamos que salir unas dos horas antes para llegar a tiempo pues íbamos a pie.

De las fiestas que se celebraban aquí en Mexiamora, recuerdo que en el último domingo de mayo se celebraba al Señor de la Buena Muerte, había música, danzas, castillos, misas mañanitas, era un día de fiesta.

Cuando yo era joven como de unos 30 años, hice pastorelas en navidad y de mi mente salieron todos los versos, que ya casi se me están olvidando, la pastorela, inclusive llevaba reyes hasta a caballo para que fueran a adorar al Niño Dios el 24 de diciembre, me ayudaba una muchacha conseguíamos una vaca y una burra para San José y la Virgen en las posadas.

En las posadas se saca a la Virgen a pasear, y a cada una de las personas de la comunidad se le da una posada, son 9, la persona a la que le toca la posada da sus dulces y si tiene posibilidades pone una o dos piñatas.

De los versos que me acuerdo, empezábamos a cantar:

"Todos los pastores vamos a Belén

A ver a la Virgen y al niño también. Del monte bajamos

Todos los pastores Con nuestros sombreros

Cubiertos de flores.

Ya se ven las torres de Belén hermoso

Donde está un niñito tan lindo y hermoso

Hermanos pastores si bien les parece

Haremos posada mientras que amanece.

Anda Gila amada vete a hacer la cena Humildes buñuelos, porque es Noche buena.

Pues ya que Gilita nos dio de cenar Caminemos todos, vamos a llegar.

Y en la despedida cantábamos: Hermanos pastores, vamos a arrullar

A este niño lindo que está en el portal. A tu rancho pastorcillos, a tu rancho y buena tierra Pues adiós mi niño lindo, ahí en el portal te quedas. Adiós María, adiós José Niño de mi corazón, ya se van los pastorcitos Échales tu bendición.

Son muchos versos, pero en este momento no me acuerdo, no tenía pensado recitarlos.

También para la piñata hicimos muchos versos, que ahora ya no se cantan. Y no salen de cantar

“ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y tu tiempo se acabó”. Pero hay otros como los siguientes:

En el cerrito de los cerrotes Saltan y brincan los tejocotes. Echen confeti con alegría Que viva, que viva, la Virgen María. Echen confeti con mucha fe Que viva, que viva Señor san José

En el mes de mayo las maestras hacían sus fiestas, en el 10 de mayo hacían mañanitas y desde la madrugada iban casa por casa dando serenata y a las 12 del día se hacía un convivio en la escuela para festejar a las mamás y todos teníamos que cooperar.

Mi mamá Belén Camarillo regaló el terreno para que se hiciera la escuela y estudiaran primaria y secundaria. Como mi mamá tenía 3 muchachas grandes, mataba cabras para hacer barbacoa, y las ponía a tortear hasta 30 kilos de masas para hacer tortillas para darles de comer a los arquitectos que componían la escuela.

Tuve dos hermanas enfermeras que ahora ya están jubiladas. Cuando tenía 20 años me fui a estudiar a Guanajuato y fui partera hasta de cuates. En

Celaya tomé adiestramiento y me dieron mis diplomas, el doctor Acosta me dio una carta de recomendación para atender los partos aquí en Mexiamora y si la señora tenía un problema había que llevar a la mujer a Guanajuato, gracias a Dios no me pasó nada en los 30 años que atendía partos. Se suturar y poner inyecciones, aplicar sueros y muchas cosas de enfermería.

Hace 20 años que tenemos luz, un maestro hizo los trámites para la postería, lo que si estamos perdidos es con el agua, a veces no tenemos ni para hacer comida, ahorita estamos esperando la pipa que viene de sangre de Cristo, a veces aunque la paguemos no viene, eso sí Mexiamora está muy estéril, con lo de las minas que echaron mucha pólvora y abrieron muchas vetas debajo de la tierra “se cortaron las venas el agua” quién sabe qué vamos a hacer y más ahora que no quiere llover. Cuando llueve tenemos habas, garbanza, frijol, maíz, calabazas y muchas verduras.

Aquí hay muchos relatos de leyendas o cuentos que contaba la gente de antes. Pero les voy a contar una que es real: Mi abuela quedó viuda con tres hijos, mi madre y dos más Juanita e Ignacio, y contaba que tenían una burrita que iba a traer cría por eso es que estaban en las orillas de Mexiamora, decía que eran entre las 6 y 7 de la noche, les dio hambre y se dirigieron a la casa a cenar, llevaban la burra y su cría y de pronto vieron una señora vestida de blanco, sentada en el camino, mi abuela le dijo “buenas noches señora” pero no le contestó, decía mi abuela que cuando habían caminado como 20 pasos, la mujer les gritó “soy la llorona” y los 3 niños corrieron espantados a su casa dejando a mi abuela con la burrita atrás.

Otra leyenda es la del “sin cabeza” decía mi abuelita que era un hombre sin cabeza a caballo, que en las noches lo veían entrar a Mexiamora y daba vuelta por atrás del templo del Señor de la Buena Muerte a salir por dónde ustedes acaban de entra a la comunidad.

Así fue y es la vida aquí en Mexiamora”.

Finalmente, Macario

Padilla, vecino de Mineral de La Luz y que también es sacristán de la parroquia habló del arraigo de las familias por la actividad minera, del orgullo de ser de la comunidad que le dio vida y riqueza a Guanajuato y de su actividad actual como guía de turistas para quienes visitan la comunidad que quieren saber y seguir estudiando, las vetas, tiros y socavones del gran descubrimiento argentífero de mediados del siglo XVI.

Registro Gráfico en Acuarela del Patrimonio por alumnos de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato

Por: Víctor Hugo Aboytes Noria na de las formas de conocer la ciudad es a través de la representación gráfica de su paisaje. Caminar los espacios, transitar por las calles, plazas y jardines; son actividades que de forma cotidiana hacemos, pero en los que no nos detenemos a observar. Una forma de educar nuestros sentidos es a través de la expresión gráfica, recuperar la capacidad de conectar con la creatividad, mirar el entorno y reconocer en este el patrimonio.

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