Reporte especial Estuvo en un centro de detención en Laredo, luego en Nueva York y luego en Delany en donde salió bajo fianza. “Es muy complicado porque no somos de este país y no nos quieren en este país, no somos bienvenidos aquí. Es bien complicado estar en un centro de detención (...) pero este problema lo tengo que vivir yo, no lo tiene que vivir mi familia”, nos dice Alirio en entrevista.
Sulma Franco, que fue la primera en pedir y conseguir santuario en Austin hace tres años, nos dice que ella quiere ayudar a que no se cometan los mismos errores que se cometieron en su caso. Mientras estuvo en libertad, pudo trabajar en varios lugares, pero sabiendo que en cualquier momento podían quitarle todo, mientras seguía el proceso en la corte, hasta que ya no tuvo opción pues la corte le negó la posibilidad de quedarse. Entonces, su única opción fue el santuario. “A veces vivir en santuario es peor que en una detención. No hay compañeros con quien conversar, por lo menos en una
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/ SEP · 2018
detención hay compañeros para poder conversar y aquí estás permanentemente solo en una iglesia. (...) me ayuda que yo me hago mi comida”, pero tiene que depender de las personas para que le compren lo necesario para cocinar. Sulma Franco, que fue la primera en pedir y conseguir santuario en Austin hace tres años, nos dice que ella quiere ayudar a que no se cometan los mismos errores que se cometieron en su caso. Y lo ha logrado. Hoy es parte de Grassroots Leadership y de
Austin Sanctuary Network. Y ayuda a personas que buscan evitar la deportación. Ella, Alejandro Caceres y otros de Austin Sanctuary Network intentan apoyar a personas que no tienen más opción. Y esa ayuda es invaluable en tiempos como el presente. Con un gobierno que pretende deportar hasta los que no son criminales, la única opción es el apoyo de decenas de iglesias que admiten a personas para evitar su deportación. Visita su página de Facebook para conocer más de ellos: Austin Sanctuary Network.