Fulgencio Argüelles

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Fulgencio Argüelles

"La literatura surge de la necesidad que tenemos todos, desde que nacemos, de contar y de que nos cuenten".1

(Uriés –Orillés–, Aller, 6 de enero de 1955) “A veces, el escritor se olvida de su propia conjugación y escala el himalaya de las palabras en un lanzarse al abismo invertido en dirección al cielo para tocarle los pies al mismísimo Dios y convertir el silencio del enfermizo monólogo en bálsamo de paisajes encadenados en torno a la cordillera de la abstracción. Los personajes de este génesis sin paraíso ascienden entre los matorrales de la memoria por las calzadas de nunca acabar, soportando el eco de los pasos de su creador. Cualquier paisaje es un estado del alma y el paisaje literario lo es, además, de la memoria —enferma de insuficiencias telúrica en sus recuerdos, pero infiel al inocente trote de la tierra”.2 1

GARCÍA, G. Fulgencio Argüelles: "Para crecer hacia la sabiduría hay que leer, escuchar y crear" [en línea] La Nueva España, 6 de junio de 2017. Disponible en: https://www.lne.es/occidente/2017/06/06/fulgencio-arguelles-crecer-sabiduria-hay/2116156.html 2 ARGÜELLES; Fulgencio. Paisajes literarios. [en línea]. Eventual: revista editada por la plataforma juvenil de Turón. Año 1, número 1, mayo-junio. Disponible en: http://www.cmpa.es/datos/4/eventual_7440.pdf


El autor

Aunque nació en Uriés, su familia se trasladó cuando él era muy pequeño a Cenera, donde pasó su infancia y juventud y vivé desde 1997, tras una larga temporada en Madrid. Estudió psicología en las universidades de Comillas y Complutense de Madrid especializándose en psicología del trabajo y de las organizaciones. Escribe sin obligación, por diversión; contar historias, crear personajes, tarea que se la toma sin prisas, viviendo en y con la historia durante años. Entrevista a Fulgencio Argüelles en La 8 Burgos, 25 de abril de 2018 (a partir minuto 8:41) https://www.youtube.com/watch?v=SmbsT_K6Rd0 En 2011 formo parte de las listas del PSOE para el Ayuntamiento de Mieres, entrando y formando parte de la vida política de la villa hasta el año 2015. Desde enero de este año preside la Asociación Cultural Serendoya de Cenera. “Toda obra literaria es por definición una obra imaginativa, una búsqueda de la belleza. Cómo podemos hablar de literatura o de arte sin hablar de calidad. La forma en que se utiliza el lenguaje y se combinan las palabras determina en gran medida esa calidad”.3 Antes de aparecer su primera novela, ya había obtenido varios premios de relatos cortos tanto en castellano como en asturiano: Lena, Aller, Carreño, Internacional de Meres, Guardo, Bilordios de Pinón. “Hay gente que reniega de ellos, pero yo no, porque si estoy aquí en el mundo literario es por los premios. Quizás sin el premio Azorín yo no hubiera continuado escribiendo, o por lo menos publicando. Los premios son un reconocimiento, una caricia que siempre necesitas, y a todo el mundo le gusta recibir caricias”. 4

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Fulgencio Argüelles. Literatura con mayúscula. [en línea] Biblioasturias, nº 19. Disponible en: http://www.biblioasturias.com/fulgencio-arguelles-literatura-con-mayusculas/

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GONZÁLEZ, Lupercio. Fulgencio Argüelles: entrevista. [en línea]. Fusión. 2000 Disponible en: http://www.revistafusion.com/asturias/2001/abril/entrev91-2.htm


Novelas

“El proceso de construcción de una novela debe ser pausado, convincente y preciso. No es un asunto de horas, sino de maduración de ideas, de conocimiento de los personajes, de búsqueda de ritmos y de palabras. Escribir una novela no es sólo contar una historia”.5

El otoño de la casa de los sauces (2018)

Cuando Zígor, un hombre maduro, empresario de éxito y casado con una aristócrata, se enfrenta a una enfermedad terminal, decide reunir en su casa a los siete integrantes del comando terrorista con el que luchó para derrocar el régimen militar que detentaba el poder antes de la instauración de la República. El grupo de la casa de los sauces se disolvió tras un atentado fallido: desde el final de la lucha, veinte años atrás, nada supieron unos de los otros. Pero los años no han pasado en vano para estas ocho personas cuyas vidas han estado determinadas por la antigua lucha. Ahora, reunidos de nuevo, los remordimientos, los sentimientos de culpa y el resentimiento aflorarán con la fuerza devastadora de un torrente de agua contenido durante años para conducirlos a una purificadora y necesaria catarsis. En esta nueva historia, emotiva y llena de intriga, Fulgencio Argüelles emprende, con su esmerado y peculiar estilo, una profunda reflexión sobre las contradicciones de la condición humana. Palabras del propio autor sobre la novela: https://www.zendalibros.com/del-teatro-lanovela/?fbclid=IwAR3f1p7RqM1RCreLbsMA4p8QnGMIfoDBZmAubR1SUEPjQOKzugbLTDZaWc#.W776kEJTRnY.facebook Y en PIECES: https://www.facebook.com/264494090615/videos/fulgencioarg%C3%BCelles-el-oto%C3%B1o-de-la-casa-de-los-sauces/328054341333692/ 5

GARRIDO, Benito. Fulgencio Argüelles a propósito de “No encuentro mi cara en el espejo”, su nuevo libro. [en línea]. Culturamas: la revista de información cultural en Internet, 6 de noviembre de 2014. Disponible en: https://www.culturamas.es/blog/2014/11/06/fulgencio-arguelles-a-proposito-de-no-encuentro-mi-cara-enel-espejo-su-nuevo-libro/


No encuentro mi cara en el espejo (2014)

María Casta y su hijo adolescente Edipio se defienden del azote de una tormenta inclemente que se produce el mismo día en que muere el anciano cura Lubencio. Varios acontecimientos, como la llegada del nuevo cura, la aparición del primer armario con luna o el anuncio del comienzo de la Guerra Civil, determinan la vida del pequeño pueblo minero de Peñafonte, aislado del mundo y ahogado por la humedad de una lluvia incesante. A la sombra de los abedules (2011)

Melendo, joven heredero del conde asturiano Numio, atraído por la sabiduría de los textos literarios y filosóficos de monje Flaino y por las enseñanzas del príncipe errante Magilo, tendrá que decidir entre Niria, hija de un alfarero y amor de su vida desde la niñez, y el inquietante magnetismo de Lena, hija del conde Gesabo, la opción deseada por su padre para unir a las familias. Novela de aprendizaje en la que los acontecimientos narrados ocurren en un tiempo de fusión y confusión entre las ancestrales creencias de los pueblos astures, las tímidas secuelas de la romanización y un cristianismo que se va imponiendo. Son los tiempos oscuros a caballo entre los siglos IX y X, en el reino de Asturias en los tiempos del monarca Alfonso III el Magno.


“Argüelles ha apostado por una novela universal, ya que a pesar de su ambientación en un paisaje asturiano desarrolla una historia sin guiños locales. Para el autor, la tarea de escribir es un oficio y como en cualquier otro «uno va aprendiendo, hay una técnica que se va depurando y el estilo se va conformando». En su caso, hay un especial interés por la búsqueda del sustantivo, significado y palabra precisa”.6

Arbidel en Los clamores…, Nalo en El palacio azul…, y aquí Melendo… otro joven protagonista para una nueva historia iniciática, de aprendizaje… Me interesa siempre ahondar en el momento en que se abandona la infancia, en el tiempo en que uno reconoce unos valores que decide, o no, hacer suyos. Es la edad del descubrimiento, de la conformación de la personalidad, del inicio de la sabiduría a través del conocimiento del mundo y de uno mismo. El descubrimiento de uno mismo siempre es apasionante, y, si la evolución psicológica es natural y consecuente, debe producirse en esa época. Por eso me interesa.7

El palacio azul de los ingenieros belgas (2003) Premio café Gijón, 2003 y Premio de la Crítica 2003

Un día de septiembre de 1927, Nalo entró a trabajar en el palacio azul de los ingenieros belgas como aprendiz de jardinero. Las primaveras y las revoluciones llegaron al palacio antes que a ningún otro lugar e iniciaron al joven en la amistad y el amor, en la comprensión y análisis. 6

MSM. Fulgencio Argüelles: “A la sombra de los abedules”es una novela de aprendizaje”. [en línea] La Nueva España, 9 de abril de 2011. Disponible en: https://www.lne.es/sociedadcultura/2011/04/09/fulgencio-arguelles-sombra-abedules-novela-aprendizaje/1058459.html

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Fulgencio Argüelles. Literatura con mayúscula. [en línea] Biblioasturias, nº 19. Disponible en: http://www.biblioasturias.com/fulgencio-arguelles-literatura-con-mayusculas/


Fulgencio Argüelles, Premio Café Gijón De Novela 2003. Pero, ¿qué es exactamente “El palacio azul de los ingenieros belgas? “ Decía Carlos Fuentes que las novelas no muestran ni demuestran el mundo, pero añaden algo al mundo, crean complementos verbales de ese mundo. Cada novela es una historia nueva que le añade algo a alguien. En esta novela he querido reflejar la búsqueda constante del conocimiento y la perfección, el ansia por la transformación de las cosas, el amor como la manifestación más humana del conocimiento compartido, la convivencia y la confrontación de dos mundos coincidentes y divergentes: ricos y pobres, y, en definitiva, la visión personal, y ausente de rencor, de un momento de revoluciones que confundió definitivamente el curso de nuestra historia8

“El palacio azul de los ingenieros belgas fusiona la novela de formación y la victoriana, en la que se describe el aprendizaje crucial de un joven, el de la sensualidad. En la voz narradora en primera persona, Fulgencio Argüelles (1955) deposita todo el peso de su historia. No podía ser de otra manera, dada la instancia elegida, pero es importante resaltar que la fusión de toda su materia exigía oficio y un talento sobresaliente para que, salvo una única fisura, El palacio azul de los ingenieros belgas nos diera siempre la sensación de relato compacto, fluido y soberbiamente escrito. Argüelles pone en boca de un adolescente, Nalo, la materia variada de personajes, condición social (clases altas y bajas, estratos que el autor ya había tratado en su novela Los clamores de la tierra) y biografías entrecruzadas que pueblan su historia. Y es en la voz de Nalo donde el autor incrusta dos tradiciones bien diferenciadas: la novela de formación y la novela inglesa de raigambre victoriana, entendiendo por tal no sólo la que se escribe en este periodo sino también la que abre una estela que llega incluso hasta nuestros días, como lo demuestra Expiación, de Ian McEwan. El palacio azul de los ingenieros belgas transcurre entre el año 1927, en plena dictadura del general Primo de Rivera, y 1934, durante los trágicos sucesos de octubre en las minas asturianas. Nalo encuentra un empleo, después de morir su padre, como ayudante de jardinería en las dependencias de un palacio donde viven una familia de belgas, dueños y jefes a la vez de industrias de la zona. Poco después muere también su madre, reduciéndose su familia a una hermana, Lucía, un poco mayor que él, y sus abuelos, Cosme y Angustias. La vida de Nalo se va transformando. Influyen en su formación su hermana, que lo adentra en los misterios del cuerpo y la poesía, los consejos y las enseñanzas enciclopédicas de Eneka, el jefe jardinero del palacio azul, que lo introduce en los misterios del mundo. Completan el elenco del magisterio, la aya Julia, las mujeres e hijas de los ingenieros, mujeres todas, incluida su hermana, como concebidas para la educación estrictamente de los placeres sensuales de Nalo. Así queda constituido, desde el relato del protagonista, este universo cerrado de felicidad y despertar a la vida, mientras a espaldas de la cotidianidad, se van cerniendo los más negros nubarrones de la 8

Tertulias literarias: Fulgencio Argüelles [en línea] Biblioteca Central Rialeda. Disponible en: http://www.oleiros.org/c/document_library/get_file?p_l_id=55770&folderId=122559&name=DLFE23055.pdf


intolerancia sobre las esperanzas de los pobres y los ilustrados. El modelo narrativo que emplea Argüelles tiene que ver con una especie de realismo poético. Las circunstancias suceden y se describen pero la recepción que el lector hace de ellas están como tamizadas por una atmósfera de irrealidad y ensueño. No es casual que Nalo defienda una teoría muy a tono con la novela: en un momento caben, a veces, varios momentos. Para Nalo la realidad verdadera es esa lucha subterránea (citando a Torga, el autor que Argüelles utiliza como uno de los epígrafes) entre lo esencial y lo circunstancial; un momento es algo concreto, cuando lo conforman varios, es lo esencial, lo que da sentido a la vida, lo que vale la pena conocer. No hay ninguna duda de que la novela de Argüelles es una novela de formación, incluso lo es en el sentido en que únicamente lo concibe Bakhtin, como no sólo de la absorción de lo ignorado, de lo secreto, sino también de la concienciación del desarrollo histórico del mundo. La herencia victoriana es evidente. Nalo es sujeto pasivo en un aprendizaje crucial: el de la sensualidad. Y lo es porque el pobre escalafón que ocupa en la sociedad lo aparta del intercambio igualitario del sexo. Para terminar voy a referirme a la única fisura que encuentro en esta espléndida e intensa novela. Nunca el lector sabe exactamente desde dónde y desde qué perspectiva de tiempo Nalo narra su experiencia. Probablemente pueda intuirlos, pero hubiera sido mucho mejor para redondear absolutamente el pathos de esta historia tan brillantemente trabajada en la forma y la expresión, que el lector pudiera imaginarse al lado del héroe en un suelo más definido. Una novela es lo que se mira, pero no es menos importante desde dónde y cuándo”.9

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AYALA-DIP, J. Ernesto. La grieta de la felicidad. [en línea] El País, 27 de diciembre de 2003. Disponible en: https://elpais.com/diario/2003/12/27/babelia/1072486219_850215.html


Recuerdos de algún vivir (2000) Premio de Novela Principado de Asturias, 2000 Fundación Dolores Medio

Hay en esta novela una línea anecdótica directriz basada en la resolución de un enigma. La madre del protagonista, actriz notable, desapareció del hogar familiar en una ciudad de provincias siendo todavía niño el hijo. Lustros después, muere en un accidente y se descubre que llevó una vida de mendiga en la gran ciudad. A raíz del suceso, el hijo se empeña en saber el porqué de un comportamiento inexplicable. La narración en primera persona del hijo alterna con un diario de la madre y ambas perspectivas dan el cuadro total de aquella decisión. La búsqueda de la madre es el engañoso motivo central de Recuerdos..., tan engañoso que el autor le presta una atención secundaria para centrarse en el narrador: en su entorno familiar y laboral, y en su soledad acentuada por el amor hacia una guapa y madura malcasada. Lo cotidiano se enriquece con referencias culturales, ya que el personaje además de médico es escritor. Y el relato se configura con ecos literarios. La madre y su cálido compañero también mendigo evocan la solidaridad entre marginados de la galdosiana Misericordia; y el paralelismo entre algunos personajes actuales y otros de La Regenta, más el diseño de la amada del narrador y el mismo tema del adulterio remiten a la obra maestra de Clarín. Recuerdos de algún vivir descansa en una concepción tradicional del relato: cuenta unas historias personales dramáticas, define a sus intérpretes y deja constancia de la precariedad del mundo. No defraudará a quienes gustan este tipo de novelas de siempre.10

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SANZ VILLANUEVA, Santos. Recuerdos de algún vivir. [en línea] El Cultural, 16 mayo 2001. Disponible en: https://elcultural.com/revista/letras/Recuerdos-de-algun-vivir/278


Los clamores de la tierra (1996)

Crónica histórica y literaria de los primeros años del trepidante reinado de Ramiro I (843-850), monarca constructor y vara de la justicia. Es una novela ambiciosa, de amor y muerte, de intrigas y traiciones, de hogueras en honor de la madre luna y de hogueras encendidas para castigar a los disidentes pobladores indígenas. Son los años oscuros de consolidación de una dinastía real que perdurará en España hasta nuestros días. Siguiendo el destino de un joven escudero del conde Nepociano y de personajes de todos los ámbitos sociales (reyes y peregrinos, monjes, príncipes del monte), el relato nos traslada a una época remota de nuestra historia. Un anciano rey, acosado por los supervivientes del viejo orden social, por las invasiones sanguinarios de los normandos y la constante amenaza de los musulmanes, intenta consolidar el proceso de feudalización iniciado en el reino visigodo de Toledo y acabar definitiva e implacablemente con los últimos astures de las montañas. Éstos son los clamores de una tierra que se quedó desnuda y herida, goteando noche, buscando un sitio en el aguacero del monte para acomodar el lloro de la luna. Y esta novela es, sobre todo, la confirmación del gran escritor que todos descubrimos en Letanías de lluvia. “Argüelles ha puesto en fin en Los clamores de la tierra mucha ambición y un conocimiento minucioso de la época, además de su espléndida capacidad verbal, logrando insuflar en aquellos personajes remotos de la corte astur de Ramiro I un pálpito de verosimilitud y cercanía muy sugestivo y convincente y, sobre todo, o al menos, lo que a mí más me ha interesado, ha acertado a expresar como de pasada ese azogue legitimador que tanto mortificó a aquellos monarcas y que acaso fuera el signo distintivo de sus reinados”.11 11

APARICIO, Juan Pedro. Fulgencio Argüelles Los clamores de la tierra. [en línea]. Revista de Libros. 1 de enero de 1997. Disponible en: https://www.revistadelibros.com/articulos/los-clamores-de-la-tierra-defulgencio-arguelles


Letanías de lluvia (1993) Premio Azorín de Novela 1992

Primera obra del escritor, una novela lírica que encierra la épica cotidiana de los habitantes de Peñafonte, una aldea minera de la montaña astur, además de ofrecer el amasijo de memoria y leyenda y el telar de sentimientos.


Libros de relatos Sombras (2016). Ganador del XXI Certamen de Relatos de la Fundación GACETA. Seronda (2004)

Del color de la nada (1998)

“La nada está llena de colores: los colores de los ojos de los inocentes, esos que no tienen más que una boca coagulada como un eclipse de gritos. Nada mejor que dibujos de trazos inocentes para representar este mundo de personajes absueltos. Mi hijo Eduardo escucho estas historias y quiso plasmarlas. Fue como el verdor incipiente de otro futuro paisaje en el que quizá el color de la nada pueda ya reconocerse”.


Cuentos de fútbol (1995)

Obra colectiva en la que participan veinticuatro autores, entre otros Atxaga, Benedetti, Bryce Echenique, Delibes, Fernán Gómez, Llamazares, Javier Marías, Manuel Rivas, Roa Bastos, J.L. Sampedro o Manuel Vicent. El relato de Fulgencio Argüelles es el primero del volumen y lleva el título de Cuando los balones se volvieron invisibles.

Teatro Aunque él se considera novelista y no autor de obras de teatro, ha escrito dos: La última cena(2013)

Zígor, es un hombre rico y maduro que, en su juventud, participó en actos terroristas contra la dictadura militar. Los médicos le dicen que su vida tiene cerca la fecha de caducidad y él, a unos meses de morir, decide organizar una cena con los antiguos miembros del comando. Como curiosidad el propio Fulgencio hizo de Zigor en la representación de la obra.


Como una plaga de langostas (2012)

Una adaptación libre del clásico Fuenteovejuna hecha por el escritor asturiano Fulgencio Argüelles. La base argumental parte del texto de Lope de Vega y de un documento de Tirso de Avilés sobre un suceso en Oviedo de 1590 que provocó el levantamiento popular contra la tiranía del comendador Juan de Ávila.

Escribe habitualmente artículos de opinión, así como críticas literarias en el diario El Comercio, donde mantiene una sección fija denominada "Libros de siempre jamás". Por estos artículos le fue concedido el Premio de la Crítica que concede la Asociación de Escritores de Asturias (AEA) al columnismo literario en 2013. Ha sido publicado también este año: Mis libros de siempre jamás (2018)

Fulgencio Argüelles reflexiona en este volumen sobre ciento veintiocho obras de siempre jamás, logrando contagiar el entusiasmo y la emoción que despertaron en él. Cada capítulo se abre con la primera frase del libro que presenta y se cierra con la última, ofreciendo una reflexión personal y literaria a modo de magnífica antología comentada de las obras y de los mejores arranques y finales narrativos.


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¿Hacia dónde diriges tus pasos como literato?

Nunca me lo planteé. Yo voy siempre experimentando, aprendiendo... Creo que en literatura se trata de recoger todo lo que se pueda de la gente que te ha precedido, y de los maestros de la literatura, y tú desde ahí, construyes lo que buenamente puedas. ¿En qué dirección? En la que te encuentres más a gusto; a veces en una línea más lírica o más poética, o a veces más sobria, depende de la historia que quieras contar. Pero no voy hacia ningún lado. Quizás últimamente me he marcado un objetivo, y es huir de los adjetivos. El adjetivo siempre añade algo al sustantivo y si encuentras el sustantivo adecuado, no necesitas adjetivo. ¿Eres muy exigente contigo? Con la escritura sí, mucho. Yo reescribo mucho las frases, les doy muchas vueltas. Yo sé lo que quiero decir, pero intento decirlo siempre de una manera creativa. No me conformo con describir una situación de manera sencilla y espontánea. Pienso que la literatura es buscar Siempre digo que los escritores estamos en las obras que escribimos, no en las entrevistas, ni en las conferencias, ni en los coloquios, ni en las apariciones públicas. Yo prefiero que me conozcan por lo que escribo. Por eso casi prefiero que mis lectores no me conozcan, porque lo que yo tengo que decirles lo digo a través de las obras que escribo. 12

González, Lupercio. Fulgencio Argüelles: entrevista. [en línea]. Fusión. 2000? Disponible en: http://www.revistafusion.com/asturias/2001/abril/entrev91-2.htm


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