PASEOS CON ENCANTO POR EXTREMADURA
acompañante, el canónigo compostelano Clemente Paterna, quien se retiró a vivir a la "Cueva del Cardenal" (Los Canónigos de Santiago, y con ellos don Clemente, vestían como los cardenales). Para acompañar al penitente de la cueva llegaron después otros cuatro frailes enviados por San Francisco. El grupo comenzó las obras que, con lentitud y constancia, llegaría a ser el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVII.
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