Cuadernillo Red de Espectadores Vol.1 Num.1 2025

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CUADERNILLO DE ESPECTADORES

VOL. 1 NUM. 1 2025

TEMPORADA

ENERO 2025

PRESENTACIÓN

La Red de Espectadores surge como una apuesta por acercar el arte escénico a los diversos públicos, generando espacios de diálogo entre creadores y audiencias. Impulsada por la Red Alterna, una agrupación comprometida con el fortalecimiento del tejido cultural en Yucatán, esta iniciativa fomenta el disfrute y la reflexión sobre las artes escénicas desde una perspectiva cercana, sensible y activa.

La Red de Espectadores es una invitación a vivir el arte de manera participativa, poniendo en el centro la escucha, la apertura y la hospitalidad. La posibilidad de conversar directamente con artistas, preguntar, reflexionar y compartir impresiones, enriquece la experiencia escénica y fortalece la relación entre quienes crean y quienes reciben la propuesta escénica.

Este año, 2025, incorporamos una crítica teatral que pone el acento en la sesión de la Red de Espectadores, esto como parte integral de nuestra propuesta, reconociéndola como una herramienta vital para el desarrollo de públicos críticos, comprometidos y sensibles.

Este cuadernillo que hoy presentamos reúne las voces críticas que acompañaron los montajes cubiertos en enero, como un primer ejercicio colectivo de escritura y reflexión. Cada texto aquí compilado nace de la escucha atenta, el diálogo abierto y el deseo genuino de registrar una experiencia artística para abrir caminos a nuevas conversaciones. Confiamos en que este ejercicio sembrará nuevas preguntas.

Agradecemos a quienes se han sumado a esta primera edición.

Equipo gestor de la Red de Espectadores, Mérida, Yucatán, México.

Alejo Medina

Andy Alonzo

Bryant Caballero

Erik Baqueiro Victorín

Hada Mariel Cortinas Gutierrez

Liliana Hernández Santibañez

Más información: reddeespectadores@gmail.com

FB https://www.facebook.com/RedEspectadores

IG https://www.instagram.com/reddeespectadores

¡PUES SÍ! OPERA:

ESPECTÁCULO PARA ADOLESCENTES Y ADULTOS

Marla Espinosa

Analúa Fenton

Oswaldo Tapia

Bianca Glez

Dirección Ejecutantes

El Mérida Fest dio inicio el domingo 5 de enero a vísperas del aniversario 483 de la fundación de la ciudad de Mérida, y con ello su programa de actividades y eventos artísticos. Como primer espectáculo de artes escénicas dentro del marco del festival de la ciudad, se presentó ¡Pues sí! Opera: espectáculo para adolescentes y adultos, que con un estilo que deambula entre la comedia y la tragedia, este espectáculo de técnica clown ofrece situaciones hilarantes, enredos entrañables y momentos que harán cómplice al público en cada lío que los personajes intentan resolver a su manera.

Previa a la función, la Red de Espectadores, que forma parte de la Red Alterna comenzó sus actividades en el marco del Mérida Fest 2025 con la charla “Coordenadas de nuestra Red de Espectadores” a cargo de Liliana Hesant y Hada Cortinas, donde se le invitó al público asistente a ser parte de un encuentro donde se exploren las bases éticas y constructivas que guían nuestras charlas en la Red de Espectadores al final de cada función. Este espacio está diseñado para socializar nuestras coordenadas con el público en general, fomentando una comunidad activa y reflexiva que enriquezca la experiencia teatral.

La función asistida ocurrió el pasado martes 7 de enero en el Centro Cultural Olimpo, cabe mencionar que el auditorio presentó un aforo completamente lleno e incluso hubo genteque no tuvo la oportunidad de apreciar la obra. Entre risas y

aplausos el público disfrutó las situaciones cómicas llenas de confusiones, engaños y juegos dentro de un quirófano cuando el médico cirujano y su paciente invierten los roles en la cirugía. Al final de la función se dispuso el espacio escénico para el diálogo entre el público y el equipo creativo.

El diálogo fue moderado por Bryant Caballero quien abrió la conversación con la curiosidad de saber cómo se configura la obra y cómo llegó la obra a Mérida, puesto que el equipo creativo es originario de Guanajuato. La directora del montaje, Marla Espinosa menciona que lleva 50 años desarrollando su propio lenguaje clown y que la idea de la obra surge desde su experiencia personal al recibir una operación de corazón abierto.

Los miembros del público participante al diálogo mostraron un notable interés sobre la técnica del clown, el lenguaje y el entrenamiento con los comentarios y preguntas que les compartían al equipo creativo. Entre las diversas réplicas se destaca la mención que dentro de la gama de emociones del clown no solo alberga risa, alegría y felicidad, si no también puede haber tristeza, hacernos llorar y sentir ternura, puesto que en el lenguaje clown no hay mentiras, siempre se trata de resolver las situaciones con más enredos. Los accidentes escénicos que puedan surgir son tomados como oferta para continuar con la progresión de la historia, por lo tanto, existe una apertura a la improvisación, pero esta es lograda efectivamente con el desarrollo de la técnica.

También se destaca el comentario hecho por Analúa Fenton quien no se reconoce como actriz, pero sí como clown y su nombre es Aulana. Aulana es descrito como otro ser y que Fenton se atreve a contar a través de su clown lo que ella no se atreve en la vida real, puesto que Aulana no tiene pánico escénico. Otro detalle mencionado es la consideración de los clowns como ejecutantes y el público como el intérprete; no son un personaje, pero sí pueden interpretar diversos personajes. Es opcional el uso de la voz hablada y los personajes que observamos no quisieron hablar, dado que, con el lenguaje gestual, la pantomima y la utilización del cuerpo como

SUJUY JA’ / AGUA SAGRADA

Paaxil Yéetel Úuchben tsikbalo’ob Yóok’ol le ja’o’

Música y mitos sobre el agua

Socorro Loeza

Lucero Flores

Dana Góngora

Wendy Palomeque

Miranda Lakerveld

Freddy Poot

Marijke de Schepper

Alex Benavides

Anahí Alonzo

Ja’ Kanules Telchaquillo

U Popolnajil Loolankil

Universidad de las

Artes de Yucatán

Teatro de La Rendija

Spore Initiative

Secretaría de Cultura del Estado de Yucatán

Embajada de Países Bajos en México

Creación colectiva

Producción internacional

Dramaturgia y producción

Diseño de iluminación

Colaboración

Asistimos al encuentro de tres diosas mayas, Xmukané, la dueña del maíz que con sus manos nos formó; Xchak Cheel, dadora de la inundación, la que derrama el cántaro sobre la tierra; e Ixtab, quien acompaña al inframundo a quien se suicida. Un círculo de luz enmarca el espacio ritual de estas tres abuelas, poderosas y terribles, su sola presencia alerta de la importancia y gravedad del encuentro, qué puede esperarse cuando la diosa creadora, la diosa del agua y la diosa del suicidio se reúnen. La audiencia reunida bajo las estrellas, alrededor del patio

*Nota: Las frases entrecomilladas provienen de los comentarios, preguntas y respuestas que surgieron durante la Red de Espectadores, tanto de la audiencia como de la compañía.

del Centro Cultural Olimpo, rápidamente asume el carácter ritual que se instaura con los sonidos del monte.

El transe propuesto es, sin embargo, apacible, bello y elocuente, el reclamo que vienen a hacerle a los hombres es presentado en un canto. Imposible es resistirse, la obra es antes que otra cosa una “invitación al público para que se abran y las abracen”, en palabras de Socorro Loeza, una de las tres actrices, que desde 2023 vienen impulsando este proyecto junto con la directora Miranda Lakerveld, el investigador maya Freddy Poot, la dramaturgista y productora Alex Benavides, la asistente de producción Selene Medina, y la iluminadora Anahí Alonzo.

Es mucho lo que solicita esta obra presentada en el marco del Mérida Fest el pasado 11 de enero, abrirse no es sencillo, sobre todo frente algo que de inicio se antoja complejo, ópera en maya. Lenguaje y lengua poco usadas en el contexto de la mayoría de quienes ahí nos reunimos. Pese a ello, tan pronto da inicio la obra, la audiencia es sumergida en un pausado y cuidadoso proceso de apertura y sostén. Abrir el corazón, los ojos y los oídos, para abrazar un mensaje. A lo largo de sus trece cuadros líricos, Sujuy Ja´ es más una misa maya, cuya homilía se prepara a un ritmo que da tiempo a cada cosa, sin correr prisa, la fábula de la ópera es breve pero no se precipita, avanza como la gota que filtra la tierra.

El abrazo entonces surge de escuchar y ver el relato, decantado de la tradición oral que abuelos y abuelas cuentan en estas tierras, atravesado con fragmentos de textos sagrados, la leyenda de tres mujeres y una soga que da agua y vida, y que se encuentra en riesgo inminente, abrazarlas a ellas, abrazar sus luchas. Dana Góngora y Lucero Flores, quienes junto con Soco, cantan y actúan a estas mujeres de blancos hipiles y largos cabellos que lentamente destrenzan (del mismo modo que destrenzan la historia que vienen a contarnos), durante 60 minutos, sin nada más que una soga y un cántaro, interpretan la obra casi exclusivamente en maya, excepto un breve instante, donde recitan en Castilla los encabezados de los periódicos que dan cuenta de la destrucción de los mantos acuíferos de Yucatán, es el momento más álgido, donde se hace evidente aquello que

denuncian, el agua y la lengua maya están en peligro, dos luchas que en la obra se proponen en un cruce natural y consanguíneo, hijas de las mismas violencias sistémicas.

En el tiempo posterior a la función, donde creadoras y público asistente pudieron entablar un enriquecedor diálogo, se pudo intuir que un gran valor de la obra está en la forma en cómo resolvieron que debían tratarse estos temas, “cómo hacer conciencia sobre el valioso recurso?”, compartían las actrices esta pregunta eje que vertebró el proceso de creación.

El público desgranó posibles respuestas a lo largo de la charla, atribuyendo la belleza de la obra a la “sonoridad, el ritmo y la cadencia del canto maya”, afirmando que “sí nos hace ver lo importante que es el agua”, “a pesar de que no hablo maya, pero no hace falta”. Por su parte las intérpretes afirmaron que se habían basado “en la musicalidad de la propia lengua. Las melodías vinieron de escuchar los textos de los mitos y relatos sagrados en maya”. La audiencia afirmó que “la música seguía a la lengua. Nunca al revés”; a lo que las creadoras contestaron que intentaron “respetar esa cualidad rítmica que la lengua maya tiene”.

Gran responsabilidad de esta virtud musical se debe a Wendy Palomeque, quien acompaña a las actrices-cantantes con un variado conjunto de instrumentos percutivos y de alientos y quien compuso y adaptó las melodías que ejecuta de manera virtuosa a lo largo de toda la experiencia escénica.

De ver la obra y poder escuchar el diálogo de la Red de Espectadores, se puede aventurar que Sujuy Ja’ es una ópera al mismo tiempo que una invocación, un regalo de lírica maya que nos invita a conocer y defender la belleza de las cristalinas aguas que bajo nuestros pies custodian las ancianas diosas. Digo defender no como acto poético sino concreto. En el breve y poderoso momento cuando son recitadas las noticias, se suma un pasaje en que se nombran a las agrupaciones de la península que durante años han estado en esta lucha por defender el agua y la lengua, difícil, dolorosa, pero indispensable. La obra, si escuchamos con atención, es como “el canto del ave que rasga el

¡PUES SÍ! Opera: Espectáculo para adolescentes y adultos el 7 de enero en el auditorio del Centro Cultural Olimpo.
Pedro y Julián el 24 de enero en el auditorio del Centro Cultural Olimpo.

Conchi León

Conchi León

Addy Teyer

Oswaldo Ferrer

Teodoro Flores

Iván Aguilar

Gianni Ríos

Toztli Abril de Dios

Oswaldo Ferrer

Esaú Corona

Esaú Corona

Oswaldo Ferrer

Iván Aguilar

Alejandro Preisser

PEDRO Y JULIÁN

Compañía Saas Tun

Dramaturgia y dirección

Elenco

Martha

Paloma

Pedro

Julián

Ale

Gus

Diseño y realización de títeres

Producción ejecutiva y stage manager

Diseño de iluminación

Dirección técnica

Dirección audiovisual y sonorización en vivo

Música original

Ella se llama Paloma, como la de la Concepción de la virgen, que hace madre a quien no lo espera; acudimos a la historia de una tía que elige maternar.

Ellos son Pedro y Julian, dos niños-gato que entre pollos, gallos, pavos y tortugas, pasan de la orfandad a un techo con un plato y una hamaca, luego dos, luego platos con cubiertos, y sillas con sus nombres.

Paloma tiene una madre que a su vez es abuela de los niños, y quien amorosamente acompaña a su hija en este ritual de paso que Conchi León, la Concepción autora, nombró Pedro y Julian, biodrama estrenado en el MéridaFest el pasado 26 de enero en el Auditorio del Olimpo. Tres funciones donde la

como bien dijeron quienes asistieron a la función, recuerdan “el don de asombro que vamos perdiendo con la adultez”.

La compañía Saástún celebra la maternidad elegida y las familias diversas con una puesta en escena que narra una dura historia pero bordada con hilos de esperanza, que “no pretende asustar a las infancias” ya que “mientras se haga con amor, los miedos se disipan”.

Mucho más se dijo en la emocionada audiencia que insistía en la belleza de lo acontecido, tal vez la opinión más sintética y precisa fuera aquella que calificó a la obra como “un suspiro al corazón”.

“¿Qué viene?”, fue la última de las preguntas, a lo que respondieron: “más funciones, principalmente en escuelas del sur. Queremos llevar la obra, pero tal cual se diseñó”. Si hubiera que señalar el momento más enternecedor habría que decir que no fue durante la obra sino cuando el Pedro de carne y hueso tomó la palabra desde la butaquería para expresar que “la parte que más me gustó fue cuando Pedro abrazaba a Julian . Porque parecía que siempre lo iba a proteger”, a lo que su tía y madre le contestó desde el escenario con los ojos vidriados: “Así es, y él siempre te va a abrazar y se van a proteger”.

Bryant Caballero tudo@live.com.mx

temporal y metafórica, puesto que en esta casa el tiempo funciona de manera diferente.

La obra está compuesta por diversas escenas entre los diferentes rincones de la casa como el baño, la sala, la cocina y la fachada. Observamos cómo la convivencia entre las integrantes de la familia se ve tensada al abordar temas como el matrimonio, la maternidad, la educación y la labor doméstica. Cada aspecto es visualizado dependiendo del contexto generacional de cada mujer habitante y cómo estos pueden contrastar con la manera de pensar de otra generación, creando resentimientos entre madres e hijas ante las tragedias dolorosas, oportunidades y libertades que unas vivieron más que otras, cuestionándose entre ellas sobre lo que debe ser el rol de la mujer en la sociedad y en la familia.

Se hace mención que debajo de la casa existe un cenote y se puede alcanzar a ver por los cimientos en el baño. Para la cultura maya, los cenotes eran considerados fuentes de vida, no solamente eran un manantial de agua dulce sino también eran un centro de comunión con los dioses y una entrada hacia otro mundo; cargan una energía mística que es posible que gracias al cenote debajo de la casa, es la razón por cual podemos ver cómo el tiempo “juega” con sus habitantes, permitiéndonos ser testigos de un encuentro entre madre e hija, cada una de 10 años. De manera recurrente aparece otro personaje femenino que no habla, solo ríe y al no saber su nombre solo es posible reconocerla con la cara de Manuelita, una máscara grande que cubre por completo la cabeza de la actriz. La presencia infantil de este personaje es reconocida por las demás mujeres de la casa y funciona como asistente escénico y tramoya durante los cambios de disposición de la escenografía para las escenas.

En esta casa de techos altos y grandes puertas se menciona la figura de Doña Política, que se le culpa de haber alejado al marido de Manuelita de su familia, en una época donde la mujer no se le permitía aún participar en temas políticos. En Yucatán, la primera mujer en ocupar un cargo público fue en 1923, lo que explica el contexto social e histórico de la

obra y también el deseo arraigado de Manuelita de enterrar esta figura a quien culpa de arrebatarle su marido y de mantenerla recluida en su propia casa. Como escena final vemos a Manuelita sosteniendo una pala en el centro de su casa para terminar con su odio hacia Doña Política y vemos a 5 niñas, cada una con su máscara jugando al elástico y riendo, todas habitando la casa.

Al terminar la función se disfrutó un diálogo entre el equipo creativo y el público asistente en el que destacaron preguntas sobre cómo fue el proceso de dramaturgia y actuación para el elenco a lo que Xhail Espadas respondió que esta obra es un seguimiento o secuela a una obra anterior presentada en el Mérida Fest 2024, Manuelita, alma de mis amores, en la cual el hijo de la actriz encontró un archivero de cartas hechas por Manuela Albertos Zavalegui, bisuabuela de Xhail que datan de 1885-1891.

Con En Casa, fue un proceso que inició en febrero hasta agosto 2024 que se completa la dramaturgia y también comenta que fue interesante pasar de la dramaturgia a la actuación porque el personaje le resuena mucho puesto que “empecé a conocerla a través de la lectura de sus cartas” y se intercalan con elementos de autoficción.

Personas del público preguntaron sobre las referencias que utilizaron para la conceptualización de la obra, el manejo de personajes femeninos de diferentes edades y cómo fue el proceso de intercambio de personajes. Ulises Vargas, el director de la obra respondió que se tomaron de referencia diversas lecturas y películas, una en particular que muestra un encuentro entre madre e hija siendo niñas. Los ensayos fueron dados en la casa de Xhail Espadas por lo que ese espacio se vio reflejado en el diseño de la escenografía y en otros detalles de la dramaturgia como el cenote debajo de la casa. Xhail añadió que cada historia de las mujeres, “siempre hay algo con el que te puedes identificar”. María Fernanda Bolívar agregó que el vestuario junto al resto de elementos ayudó mucho para identificar a cada mujer habitante.

Otra persona del público preguntó sobre lo que representa Doña Política. Xhail responde que proviene de Manuelita, su bisabuela y la correspondencia con su marido. El marido de Manuelita, Eligio Ancona Castillo, era político y al estar siempre alejado de su familia por su trabajo se convirtió en un personaje odiado por la protagonista. Dicho resentimiento puede verse reflejado en la relación que lleva con su familia y sus hijas.

Una persona más del público hizo un comentario destacando el nivel de producción notable de la obra y reflexiona sobre qué le hace falta al teatro de Yucatán para verse así de potente. Ulises Vargas contestó elocuentemente que nuestro estado “tiene muchas voces y material para decir y señalar. Se necesitan mejores condiciones laborales para los artistas. Para la calidad se necesita más tiempo y menos precariedades”. “También se necesita público”, alguien de las gradas añadió, invitando al público asistente a seguir frecuentando al teatro y a actividades de los centros culturales. Ulises para finalizar agregó “las reglas en el teatro se pueden reformular para crear formas de reflexión a través de universos escénicos”.

Andy Alonzo andyalonzod@gmail.com

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