Arturo Hernández Villalba Retrato
Entramos. Habitación vacía. Sábanas cortinas blancas limpias. Las bocas se imaginan lejos, se mienten, están cerca . Beso — como tantas pinturas que vuelcan en un instante el deseo de dos bocas— Los amorosos desnudamos algo que no somos nosotros. Acaricias mi soledad acaricio la tuya, muertos una vez más. Cubrimos nuestros cuerpos con las sábanas y las cortinas, marcas con tu labial rojo nuestras siluetas en la escena del crimen.
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