POETAS SIN FRONTERAS SEPTIEMBRE 2019

Page 1

Poetas sin Fronteras

Septiembre 2019 AĂąo 7 ejemplar 68


TODAS LAS PUBLICACIONES TIENEN DERECHO INTELECTUAL DE AUTOR Y SON PUBLICADAS CON AUTORIZACIÓN Y BAJO SU CONSENTIMIENTO SIN FINES DE LUCRO

https://www.facebook.com/poetassinfronteras.mex

http://poetassinfronterass.blogspot.mx

poetassinfronteras@hotmail.com


PAZ SIN “E” Ángel Eduardo Valenzuela Ruvalcaba Veracruz, México Hoy los actos pacíficos son confirmados cuando cuidamos las formas para saludar y abrazar, para hablar sin dañar o para solucionar disputas sin agravios. La paz, contraria a la vida, ansiada tanto como una batalla para comunicar victorias inconclusas. Paz, antagonista ociosa, confinada cuando Adán mordía la manzana. Las batallas inician cuando las horas marchan y modifican las sombras apartándolas para soltarlas si avanzan los minutos, abandonan lo obvio y los diálogos son cortados por suspiros. La lid sin caducidad, un lío con palabras ocultas, una danza fugaz con símbolos atrapados por vocablos dañados. Idiomas mutan, contraídos por su propia musculatura, su alma va calibrando sonidos castos. Palabras rivalizando con normas conflictivas, su hostilidad concursa con un diccionario olvidado, sus páginas amarillas han soportado a un guionista apático y fatigado por las mismas horas al dar otro curso a coloquios y figuras apartadas cuando imagina un ciclo finito.


CONTAMINAN. BERTHA LARAF. Veracruz, México Contaminan sin humanidad. Esto es destino certero. Eres un industrial cuyo estiércol va directo a ríos de mar. Tantos y cincuenta mil más, no se dan cuenta de que el daño no se restablece. Esto es destino certero Devastan con medios infernales, una hoja, una rama, un árbol, un bosque, una selva, una vasta región como el Amazonas ¡Basta…paren! consecuencias para la vida del planeta Tierra Esto es destino certero. Millones de desechos químicos, te advierto que no exagero, tienen islas privadas que tras unos años, ya no vivirán más!


Esto es destino certero. Aguas límpidas en ningún letrero. ¡no coexisten más! su conciencia animal ha creado un deterioro irreversible. Esto es destino certero. Generaciones vienen, no les interesa más que sus opulentas ganancias. Envían sin cerebro a sus hijos al extranjero. Esto es destino certero. Desventurado empresario las descargas de hoteles deben tener su karma, contaminas sin humanidad, como bumerán regresarán. Esto es destino certero. Las autoridades como limosneros de barrio, extienden las manos, las aguas negras los invadirán, pero como son del mismo elemento ni siquiera lo notarán.


"LETRAS HERMANAS" Diógenes Escritor Boca del Río, Veracruz, México Oro y plata,plata y oro, no importa el orden, pues el sentimiento manda; Es el verso que construye, y la rima que hermana. Es el dorado atardecer sobre el Pico de Orizaba, y ese brillo argento sobre la ciudad de Baires, juntando poemas de colores, de múltiples sabores. Plata y oro, oro y plata, poemas queridos, inspiración innata. Poesía que vibra, prosa sonora, bellos cantos de sonoros timbres; que mezcla al sol y al águila en enredado urdimbre. De amor y dolor, halagos y enojos, de encendido color, es la poesía moderna,


es la inspiraciรณn Mexica, y sentidas letras de la pampa. Corazones que vibran, corazones que laten. candor y sabor; a mate y chocolate.


¡Así era mi padre! Felipe Cancino Castro Boca del Río, Veracruz ¡Así era mi padre! el que a nada temía y que cuando me miraba sonriendo me decía -Debes cultivar tu nombre la vida es para aprender en tu diestra con firmeza un libro debes sostener Para que desde que el sol asome despiertes con la energía y te levantes con algarabía y la calle enfrentes con valentía ¡Así era mi padre! el que de niño me protegía y contra su pecho me sostenía y por magia el dolor desaparecía Recibiendo los impactos flechazos del destino mi padre limpiaba mi camino y me hablaba como amigo


-Nunca olvides agradecer se un hombre de fe siempre debes extender tu mano sobre todo a tus hermanos ¡Así era mi padre! el que un día se despidió y me dió un fuerte abrazo justo entrado el ocaso Solo cerro los ojos y ante nuestra mirada sorprendida cómo siempre lo pidió el tiempo se llevó su vida ¡Así vivió mi padre! lo llevó con devoción aquí instalado en mi corazón y me enseña a vivir el perdón Porque nunca lo vi llorar y si lo hacía era en la obscuridad mi padre fue un hombre fuerte y en mi memoria está presente Cada frase elaborada cada historia inventada es por mi padre amado inspirada y redactada


Y si algo me enorgullece es saber que me heredó su palabra su gran don mi padre vive en mi corazón. Hoy que he tomado su lugar en nada debo lamentar aún con dolor sin miramientos cuando despierto continuar Y absorbo el dolor y me abstengo de probar un buen trozo de pan por poderlo convidar . Porque así me lo enseñó ese hombre soñador magnífico gran señor y también ladrón de amor ¡Porque así vivió mi padre! hago este reconocimiento esperando que donde se encuentre se lo pueda decir el viento.


Un ángel Felipe Cancino Castro Boca del Río, Veracruz Dormía plácidamente recostada sobre la grama con sus alas extendidas empezaba a llegar la mañana Me acerqué con cuidado para no interrumpir su paz era la imagen más hermosa haberse visto jamás Cubierta solamente por un paño blanco de lino aunque refrescaba el sereno parecía no pasar frío Su cabello era negro contrastaba con su piel blanca como la seda brillaba como el amanecer Espere a que despertara para no perder la ocasión se trataba de un ángel una criatura del creador De repente se incorporó y pude verla sonreír


en verdad era hermosa su sonrisa de marfil Su voz era transparente al hablar se escuchaba paz inspiraba algo hermoso bienestar y tranquilidad Me dijo cuida tus sueños jamás debes renunciar si te es posible a los pequeños siempre debes procurar Cada palabra que salía de su honorable espiritualidad era un mensaje detallado que debía recordar De pronto alzó sus alas y con un beso se despidió emprendió con ímpetu el vuelo dijo iría con Dios No sé bien si fue un sueño pero me ha llenado de paz yo un simple mortal un ángel iba a encontrar Pensé en contar esta historia pero loco me llamarían así que la transforme en una bella poesía


GUERRA DE JUGUETES Francisco Danielle Río Tercero, Córdoba, Argentina Dos niños se reunieron para jugar. Cada uno propuso un juego distinto: Carreras, escondidas, la popa. Pero uno se detuvo a pensar, --¿Si jugamos a una guerra con nuestros soldaditos?Se dijeron uno a otro. Entonces, buscaron por todos lados, en los cajones, repisas y hasta en la cocina. Encontraron unos pocos. -¡No podemos jugar así!Dijeron ambos. Entonces empezaron a buscar cualquier tipo de juguetes: Peluches, figuras de acción, títeres y con todo listo empezaron la guerra. Los soldaditos empezaron a avanzar, cubriéndose en las paredes de ladrillitos previamente construidas. Los títeres, asustados se desplomaron en el suelo mientras los soldaditos se reían. Los peluches, al verlos intentaron atacarlos, pero la felpa los hacía muy lentos haciendo que cayeran ante la burla de sus oponentes. Luego las figuras de acción se acercaban a toda velocidad, pero al no tener armas, los soldaditos las vencieron fácilmente. El comandante de los soldaditos se reía mientras los demás juguetes sufrían.


El superior de los juguetes tuvo que tomar medidas drásticas, empezó a curar a sus juguetes para volverlos a enviar al campo de batalla y así seguían, los juguetes caían, los curaban y volvían a batallar, hasta que su comandante se cansó y vio cómo su ejército caía por última vez. -¡Ah!Dijo el niño que tenía los soldaditos. -¡Gané!-¡Que mal!Respondió el niño que tenía los demás juguetes y propuso otro juego. PD: Se lo dedico a los veteranos y caídos en Malvinas Kajú


URDIMBRE DEL POETA José Luis Jiménez Ayala Veracruz, Ver. A mi ciudad natal Córdoba. Veracruz Urdimbre del mismo origen eres tejida desde la Europa, del latín eres sangre y letra castellanizada por la virgen. Córdoba de fuente hispana simil de España en América en geografía y gente amable creas urdimbre en lo notable. Ciudades que fueron creadas con un común en la geografía. A faldas de cordillera o sierra ciudades por un río cruzadas. En cuatro países esta asentada una ciudad llamada Córdoba. En España se fundó la primera ¡huella judía, árabe y de cultura! Córdoba, Argentina es La Docta Se trata de una ciudad estudiantil, destaca su arquitectura colonial y tradición y su Manzana Jesuita


La Córdoba, Veracruz en México fue fundada por treinta caballeros, notable por sus hechos historicos es recinto cultural de arte y museo. Tres municipios Córdoba, Colombia se encuentran en el departamento de Simón Bolívar, Nariño y Quindío, con tradición de zona arqueológica. La historia, las acciones, crean vida como fueron creadas las ciudades. En el tiempo y el espacio así pasará se crearán puentes entre hombres. La poesía hoy une nuestros paises Tal como el sol hace bello urdimbre con rayos de iluminación en mentes creando visión de águila en la gente. Urdimbre que se teje y se entrelaza Con la bondad escrita en la palabra Mano con mano, letra y cada rima Visión mística, cósmica del poeta.


Luz. Lucila Reyes González Ciudad de México Te brindo luz, Te miro de frente, Y te doy la llave; abre mi puerta, entra a mi cosmos, deslízate sobre la tierra, ve como los astros, las lunas y las estrellas, se enredan en mis manos. Pon magia en ellas, y observa la mirada hipnotizada, de una mujer enamorada que se encuentra en la encrucijada; de dejar la comodidad de su vida ó sumirse en el vértigo, del miedo a lo desconocido que representas tú.


Podría ser que, no todo sea obscuridad, ni desconcierto; quizá tú, le des más sentido al universo… quizá tú, le des más luz.


Procastinación Lucila Reyes González Ciudad de México. Es mi vida un libro, con capítulos sin concluir, de sabotaje permanente, procrastinación constante, que aturde mi mente y me obliga a huir. Al fondo, aquella mujer del espejo, me dice con la mirada, que aún puedo hacerlo sonríe triste; me pide que no me vaya. Estimula mis anhelos, conoce mis deseos, quiere hablar pero calla sabe que esta vez sí, sí lo voy a conseguir, acaricia mi hombro y me invita a seguir.


Mi piel morena Lucila Reyes González País: México. Mira mi piel dorada, quemada al sol, con ese tono cálido que Dios me dio. Y me gusta mi color, de él me siento orgullosa pues, puedo ser una diosa de chocolate y ron. Me encanta bailar el son Pues tiene mi color; ese sabor tan rítmico y sabroso que baila al compás del tambor. Y me veo al espejo, y yo me siento igual, pues abajo del pellejo tengo sangre real. Cometes un gran error, el no aceptar las diferencias y en tontas preferencias, creer que ser blanco es mejor. Pero no me causa desazón pues te digo y te repito, el color no afea o pone bonito, afea, lo que sale de tu corazón.


ENCUENTRO María Luz Olivares Aldana Veracruz, México Quisiera encontrar tu huella en la inmensidad de la arena y escuchar mi nombre en el susurro del mar. Oír en cada una de sus olas los suaves suspiros que escapen de su aliento y tener así mil encuentros. Estoy en un ensueño, escuchando la fuerza de su azul verde oleaje al romperse en la arena. A veces impregnado de arrebatos y otras, mar sereno… Siento flotar en el vacío, sujeta mi esperanza, ven a rescatarme antes que perezca, o ser como el ave que vuela en giros y espirales hacia el azul del infinito, y después si no estás, ya sin piedad, lanzarme al abismo.


Huellas de Tierra María del Carmen Rodini. Rio Tercero. Córdoba. Argentina. El cielo va girando al infinito la tierra plana abre surcos ofrece frutos, en el suelo generoso. Cobija y estruje las semillas en un terruño ansioso…. Tierra, espacio sin igual absorbe, germina y brota con abrazos intensos del sol. se envuelve en un céfiro cálido donde se desprende nubes grises´ -lo acaricia— un abanico lluvioso…. Perfumes de jardines respira la tierra,dando aromas de vida, embellecen lugares verdes y ríos… Andares en caminos y senderos dormidos, dejan huellas marcadas y, polvos sueltos que vuelan con suspiros del viento…… se entrecruzan raíces sedientas invadidas de malezas, su esencia se agota, sofocada, se hace árida, y volver a cultivar la tierra.


POR EL CAMINO DE LOS LOBOS Nelli Edhit González Acosta Paysandú. República Oriental del Uruguay Caminos de mil maneras, caminos de ilusiones y también de esas canciones, del silencio y los amores que te persiguen sin tregua. Por los caminos del tiempo galopan mis ilusiones en un corcel de colores de bravura y de coraje. Porque te busco en la noche, la noche de mi locura. Y te desgrano en mis labios como el beso de una novia que se ha robado la gloria de esas noches de barbarie. El camino no le es fácil a quien lo recorre a veces y enreda su cabellera en los espinos dormidos,


por la noche de los lobos. Por eso cuando le veo, no tengo mucho que ver, porque se queda conmigo solamente una promesa. Y yo loba en el desierto, camino sin lugar cierto, buscando brazos esquivos. Solo pasos a mi lado como un bastión me acompañan. Es el juego de mis lobos y a su manada yo soy un trozo grande de ellos y con ellos mi bravura. Locura, locura mía la de creerte a ti solo mi salvaje esencia me tiene viva aquí. Porque sueño con mis lobos y en esos sueños no estás. Bravura, ceguera mía por querer sin ser de nadie. Y en la llanura descanso con lo único que es fiel, esa manada de lobos y como tal me comporto.


Aunque marche sin razón, yo soy la fiera salvaje que no abandona jamás y en el pecho lleva clavada la luz de una luna llena. Y un poquito de tu amor que me guardé en el camino.


… Y LA MAREA VA. OSVALDO PETTINICCHIO – Daniel Vattimo). ARGENTINA. Para no pensar voy haciendo de mi vida un barco a velas. Un ancho mar por delante y una estela ...y la marea va. Soy uno con el agua madre de la brisa salobre y con el Sol que me cuida sin pensar. Soy uno con el horizonte antiguo porque siempre estuvo y siempre está. Horizonte de todas las búsquedas. Soy uno con la arena de la playa que me lleva a la tibieza. ...y la marea va. Para no pensar me transformo en un profeta que en el atardecer construye su plegaria cuando el cielo va pariendo una vez más el viejo lucero y su primer estrella ...y la marea va.


LA CALLE Y UNO. OSVALDO PETTINICCHIO – Daniel Vattimo. ARGENTINA. Uno camina la calle como siempre empujando los idus de los meses marchitos Pero hoy fue diferente La vi más angosta y triste como si quisiera acompañarme A cada paso me retuvo y los colores pastel de las veredas mutaron a un paisaje de acuarelas húmedas Pobres calles del Sur Llegamos a una esquina y me dice: “Espera No te vayas ¿Sabes qué pasa? Yo soy la calle, no soy una mina cualquiera Soy el estamento por el que caminó tu viejo tu abuelo vos tus pibes Los pibes de todos y los que no tienen los todos Soy la “vedera” del cuento de Cortázar penetrada de los juegos aturdidos y rayuelas De las ganas De las ansias de la gente


del piropo refinado o insolente Soy la cita testaruda el primer encuentro fugaz Soy un poco la semilla que defiende la entidad Soy la calle que rezonga Pero a veces soy tan solo un “hasta siempre”... ...La deje en esa esquina de confesión inacabada Ella siguió siendo lo que fue El motivo El alma Yo me fui pensando que Uno también es esa “vedera de Julio” tan pisoteada e indigente Uno tiene siempre alguna baldosa floja que escupe su aliento maloliente en una lucha ácida que condena su protesta bajo el Sol Uno es ese tipo que busca lo que nunca encontrara que baila solo con la sombra de un amor que ya paso Yo lo sé


Uno a veces no llega siquiera a ser fuente y perdón Los mares de la razón arrastran los cuerpos que ya no pueden perdonar y los devuelven sin pasión Uno también quiere creer Cree que la vida es un bandoneón eterno que a veces nos hace sentir el asma de los días De los vientos gastados del desierto Pero encontramos que la vida ya no está y nos fuimos enterrados en la duda Uno ve como los humos y los polvos concebidos se aletargan en sonidos de amanecer de glorias empapeladas de caos inmanentes casi venéreos de insalvables sensaciones de fracaso


A Uno no lo salva esa mudes que emborracha las palabras repentinas que sangran gargantas sin origen pero con un final de grito libertario de finales apócrifos Determinados Uno tal vez en un lodo de manos apretadas en un canto por la vida quisiera ser Volver también a ser mirada a ser ese balcón rosado en que habla la esperanza… Solo eso quisiera ser ¡Uno tiene tanto por decir!...


DIAS SIN NOMBRE. OSVALDO PETTINICCHIO – Daniel Vattimo (Derechos Reservados) ARGENTINA. Cuando despierto No sé si vengo de una noche anterior de un solitario viaje al desconcierto o del no saber. Por eso no duermo casi nunca boca abajo Cuando sueñas a veces sucede que caminas y andando temes hundirte en la insolencia del trasfondo insospechado de tu cama. Dormir boca arriba tiene el placer del vuelo inmediato impredecible. Cuando despierto insomne siento frio justo allí… en la vida Porque la vida te hace ruido cuando duermes


te fastidia Te hacen ruido las hojas que has leído Te agolpas en rincones sordos pero aun así escuchas el devenir de los albatros. El mar te inunda de páginas mojadas. Hay veces cuando no duermo que cancelo mi desvelo en la desnudez de una muerte anunciada de pared oscurecida de intentos fallidos La vida se deriva en curvos otoños la muerte tiene cuerpo de mujer y un sueño puede durar 50 años Tal vez aun no desperté y siga el camino de la dama gris de las tinieblas.


AMIGO Ramón de Jesús Hernández Olivares Veracruz, México Dedicado a: Leonardo David Negrón Guerrero Pensándolo bien creo que me animo a escribir está historia, real o ficticia, te lo dejo a tu imaginación, y si lo descubres, guarda el silencio, en este maravilloso tiempo. Puedo recordar como fue el encuentro entre dos desconocidos… Octubre 1981, una tarde maravillosa pero nublada, recorremos el puerto, tomamos una nieve de limón y nos dirigimos a tomar el autobús, para llegar temprano a casa, la abuela nos espera, hmmm, de solo recordar esos antojitos que me deleita el paladar, soy capaz de convertirme en un obeso , pero eso sí, con mucha gracia . - ¡Date prisa! - Va a obscurecer y es tiempo de ir a casa. Decía Daniel a su amigo Josué, quien, en esos días de juventud, solo pensaba que llegaría a enamorarse de quien gustara, de las baladas, música clásica y los poemas. - ¡Sí! Ya lo sé, respondió Josué, me duelen las piernas, estoy cansado y tú aún quieres andar caminando. -Pasemos al parque, es temprano y seguro que hay danzón, veremos a las señoras encopetadas, esas que no tienen nada que hacer en su casa, y seguro que traerán a su marido, novio o conquista para mover sus caderas al ritmo de la orquesta. Daniel insiste durante varias calles recorridas y Josué accede acudir solo unos minutos al parque.


-Ja, ja, ¿Viste?... esa señora esta como una “Caja Fuerte “Los colores de su vestido no tiene combinación alguna, ja, ja, ja ¡Camina de prisa! Con tantos pecados hasta las puertas de la iglesia se van a cerrar solas, y el cura seguramente vaciará su agua bendita sobre mi cuerpo. ¿No crees Josué? Seguramente los pecados de Daniel eran tantos que cuando se confesaba con el sacerdote de la Catedral, unos ojos desorbitados y una loca sonrisa cubierta por la mano del santo cura, le pedía al divino juez, que perdonará a ese infante, que no tenía remedio alguno, pero que creía en él, solo los domingos por la noche. Realmente eran unos muy buenos camaradas, amigos de escuela y aventuras, que a bien decir, apenas si pasarían a hacer su servicio militar. Ambos tenían algo en común, el baile. Estuvieron rodeando al parque y de repente entre tanta multitud, Josué vio a un joven que por su estatura, no sabía si estaba sentado o de pie en aquella banca de hierro forjado, sin embargo no le dio importancia alguna y siguió caminando de prisa, como queriendo huir de ahí. -¡Josué! ¡Josué! Ese muchacho que está ahí, no te quita la vista de encima y… ¿Ya viste? La señora sentada junto a él, apenas le llega a la altura del hombro. Sí que está muy alto. -¡Por Dios! ¡Daniel! Camina de prisa, tenemos que llegar a la esquina donde pasa el autobús, tengo apetito feroz y un enorme hueco en el estómago.


Sin embargo, Josué no quiso quedarse con la duda de saber, de quien se trataba. Discretamente giró su cabeza y tratando de adivinar donde se encontraba el joven alto, como lo describía Daniel, ¡Dios! Quedo perplejo y sin aliento, solo sonreía y entre las burlas de su amigo, a grandes carcajadas, pero muy discretas, se sentaron en una banca cercana. Su corazón agitado, y sus ojos como tecolote en una noche lluviosa, teniendo la boca seca, Josué se dirige a Daniel y le dice… - ¡Sí! Tienes razón es un joven muy alto. De perlada piel, envidia de dioses griegos. Siendo fantasioso imagina que llegaba del olimpo para llevarlo entre mariposas y hadas de un cuento a volar entre las nubes. Sin embargo Daniel siendo travieso y alocado, pretendía que se conocieran, para poder saber de dónde venía, si de España, o Italia, toda vez que en esos tiempos, arribaban barcos provenientes de la otra costa. -Mira que el caballero está fumando- pídele uno, te haces el tonto, tú no fumas, lo guardas y le preguntas su nombre. El joven observó a los chicos y los llamó a sentarse junto a él, se acercaron de inmediato y les ofreció un cigarro, Josué lo tomo de la cajetilla que se encontraba en la mano extendida del joven gallardo (guardándolo en el bolsillo del pantalón) Y sin embargo sus manos tuvieron contacto. Josué casi queda petrificado, su cuerpo temblaba ante lo desconocido, y titubeando preguntó.


- ¿Cómo te llamas?... el silencio de escasos tres segundos, detuvo el tiempo. - ¡No comprendo el español! Daniel, moría de risa, y Josué mordió sus labios, apenas entre señas intercambiaron sus nombres, por lo menos la clase que expresión corporal que ambos tomaban, les ayudo a conocer un nuevo amigo. Si dos horas habían transcurrido, Daniel quería retirarse a casa y pidiéndole a Josué que se retiraran, se despedían de Renzo, y sin embargo, este apretó la mano sutilmente, y sin pensarlo exclamó, - ¡Daniel! Amigo mío, te alcanzo cerca de casa, ¡No tardo! ¡Renzo sonreía! Y las mejillas acaloradas. Una vez más se recorrió el parque, entre música de arpas y marimbas que apagaban sus dulces notas musicales a las 2:00 horas de la madrugada. Los faroles encendidos como si hubieran bajado mil y una lunas, empezó la brisa, se transformó en lluvia, caminaron al portón de la iglesia, reían y entre señas Josué se despidió. No sabía si la abuela en casa, con sandalia en mano lo esperaría, para darle en las asentaderas. Bueno, él pensó para sus adentros, que había conocido un extranjero, que sería su amigo ¡Qué barbaridad! Pensó Josué, la abuela me va a matar, es tarde, deberé tomar un taxi, ojalá esté dormida.


Llegó a casa, entró silenciosamente y rápidamente fue a la cocina, ¡mmm! Que rico, y se degusto unas tortitas de plátano, huevos en salsa roja, y calentó en la estufa unas ricas tortillas hechas a mano. Recordó a Renzo y solo sonreía tenía un nuevo amigo, se sentía emocionado. Rápidamente se introdujo en la habitación para descansar y caer en brazos de Morfeo. Antes de conciliar el sueño, pensó en lo atrevido de su amigo Daniel, la señora encopetada bailando toda enjoyada y luciendo un abanico negro. Señora elegante y su acompañante guayabera blanca, bien planchada. Poco a poco quedó dormido, se cubrió con su sabana azul, hasta la cabeza, ya era la temporada, de los fríos. - ¡Oh! ¡Levantarme temprano! Murmura Josué un poco adormilado, inmediatamente tras darse la ducha, se viste de prisa, una playera y el pantalón de mezclilla que tanto le agrada, se dirige al autobús para ir al centro de la ciudad creo que tiene una cita. - ¡Tengo que darme prisa! Son las 10:00 de la mañana, y con este calor insoportable, pasaré a tomar una rica nieve de guanábana. Llegó a la nevería, el calor era insoportable, parecía un lugar festivo, mucha alegría, música de marimba y siempre se reía cuando chicos galantes, que se encontraban afuera del negocio a grandes voces gritaban: - ¡Güero! ¡Güero! Pásele que aquí están las ricas nieves para el calor, ¡Güero! ¡Güero!


-Bueno no soy Güero, pero tampoco color Memín Pinguín (personaje de tiras cómicas)-pensó mientras caminaba y se deleitaba su nieve de guanábana en una banca del Zócalo. Estuvo inquieto, le sudaban las manos y leía un libro apresurado. Durante aproximadamente una hora. Se veía a lo lejos una figura espigada que apresuradamente caminaba. Era Renzo que llegaba, seguramente lo habían dejado salir temprano del barco, sudaba y sus mejillas coloradas. Llegó agitado. Renzo trataba de darse a entender lo más que podía, sin embargo Josué, tuvo que apoyarse con el diccionario que llevaba en Español-Inglés... ¡Uf! quien hubiera imaginado, traduciendo muchas palabras, Renzo le ayudaba, y así con la magia del libro, empezaron a platicar de muchas cosas, caminaron por la bahía, hermosa con los barcos saliendo del puerto, cargados de mercancías. Tenían sed, y fueron a un carrito ambulante, vendían “tepache” (bebida fermentada hecha de maíz) refrescante, con mucho hielo. Siguieron caminando, el calor cada vez más insoportable. Renzo le decía a Josué que la vista al mar era esplendida e imaginaba que por las noches también. Caminaron por varias horas, entre risas y con el diccionario en la mano podían comunicarse aún mejor. Josué se


encontró en el camino a un personaje típico del puerto, que regularmente se le veía en los Carnavales y en los Portales de Lerdo, (lugar que se encontraba a un costado del Zócalo de la ciudad) y que divertía mucho a la gente. Se trataba de “Perlita” así se llamaba, venía alegremente cantando y muy chistosamente Renzo se puso a bailar con ella, Josué se unió a ellos como cuenta la anécdota tenían carcajadas a todo pulmón. Esa misma tarde tenía clases de ballet, así que apresuradamente fueron a la casa de Josué por sus cosas. Partieron rápidamente a la escuela de danza y ahí el maestro vio a Josué y le dice: - ¡Muchachito te estoy esperando! Este reía nervioso y Renzo se acomodó en una esquina del salón de baile, y solo observa la rutina. Sé que se encontraba emocionado, toda la clase Josué inspirado y de reojo veía como algunas coquetas bailarinas, le sonreían a Renzo, y este apenado, sonrojado, sin embargo al salir de clase, el maestro le pide que se quede a ensayo, a lo que respondió sin tapujo, sin pena, sin sobresalto- Lo siento ¡Me voy porque tengo clases de Inglés! (reía para sí mismo) Tomo sus cosas y jalando a Renzo, bajaron rápidamente las escaleras agitados y con sed. Acudieron a una nevería cerca de ahí, devoraron su coctel de frutas, caminaron al parque buscaron la misma banca que había servido de escenario, para conocerse.


Estando ahí no les quedó otra manera de mirarse a los ojos, se habían conocido ahí y el destino los había hecho amigos. A Renzo le caía en gracia todas las cosas que decía Josué y este a la vez, solo lo miraba, queriendo detener la imagen de los ojos que lo habían cautivado. Creo que su interior era una batalla interna, reconocer que eran simplemente amigos, sin embargo dentro de esa juventud que alegremente mostraba, las ilusiones vinieron a su corazón. Platicaron largo rato, sin embargo Renzo quería mirar la bahía y junto con Josué tomaron un taxi y los condujo a el lugar donde más cerca se divisaba la Isla de Sacrificios, ahí sentados en un tronco arrojado del mar, se sentaron con los pies descalzos tocando la arena, mirando las estrellas y la luz del faro que los iluminaba. Una bella estampa de amistad, Josué platicaba de sus anhelos y Renzo animadamente de sus viajes por el mundo, y de las ciudades que había conocido. Su comunicación era muy estrecha e íntima a la vez, para poder comprenderse mutuamente. Un ademan, una mirada y una palabra que susurraban al viento. Llegada las 12:00 de la noche, partieron caminando a lo largo de la bahía, por el muro de contención, corrían por la playa. Y en el malecón se despedían quedando en la cita del día siguiente.


En el punto de partida Renzo tomo a Josué de la mano para darle un abrazo, fuerte, muy fuerte, dio un beso en la mejilla y pronuncio en su idioma... ¡Amigo! ¡Gracias! Caminando de prisa y Josué quedando impávido, corazón agitado, y con un gozo en su corazón. También Partió de ahí, rumbo a casa, y en su habitación solo encendió un viejo reproductor de música, miró el techo de su habitación y agotado por la aventura...durmió. La noche cubría con su manto de estrellas y el transcurrir de las horas parecían eternas, a lo lejos los sonidos de un gato, y la luna iluminaba las calles con aroma a humedad de jazmines. No puedo decirles a ciencia cierta que los sueños tienen su significado, y sin temor a equivocarme este encuentro con Renzo, parecía haberse cumplido y Josué dormía tranquilo con el recuerdo de mar y viento. - ¡Muchacho! De pie, anda a comprar leche, mientras hago el desayuno - decía la abuela, prepararé una empanada de flor de calabaza que tanto te gusta. Josué rápidamente fue a comprar lo que le había encargado la abuela, y mientras desayunaba sonreía. -A que risita se tiene usted, ¿En qué piensas? Lávate los dientes y quita la ropa del tendedero- ¡Hay abuela! Ya se secaron pero como hoy no toca clases de ballet las guardaré enseguida. - ¡Bueno! (al teléfono) ¿Esta Daniel? - Ah, eres tú, tengo que contarte que ayer fui con Renzo el joven que conocimos en el zócalo y me divertí mucho... ja ja (sonreía a carcajadas) ¿Y qué crees? Ya sabes que no me gusta mucho el inglés, pero


con un diccionario en mano estuve traduciendo todas las cosas que hablaba Renzo. Ja ja ja. (Se le notaba emocionado como nunca lo había escuchado Daniel)... ¡Hoy nos veremos de Nuevo! Me ha contado que conoció Roma y Grecia. Y sus aventuras en el barco ¡Que afortunado! Así pasó un rato conversando al teléfono terminando con su oreja toda roja y acalorada y después partió. Él sabía que se encontrarían en la misma banca, al pasar los minutos se desesperó. Sin embargo Renzo llegó, se acomodó y mirándole a los ojos expreso: - Me regreso a mi país, estoy triste. Josué quedando perplejo y desesperado, lo abrazo fuertemente. -No te preocupes tenía que llegar el momento-, ¡Ven! Caminemos. Ese día sería su último encuentro, sin embargo se sentía triste por la partida, y al mismo tiempo con un vacío en su interior, ¡Sí! Su alma lloraba. -Renzo ¿Algún día volverás? Preguntaba mirándole el rostro, a lo que él respondió- Tal vez. Él lo llevó al muro de los pescadores, que se encontraba en la bahía, y comentando que era posiblemente que en punto de las 14:00 horas del día posterior abandonaría el puerto. Que ojalá pudieran despedirse. Intercambiaron dirección de sus hogares, miradas, risas y lágrimas, caminaron hasta caer la noche, estuvieron en la orilla del mar, escucharon la marimba en el mismo sitio


donde se habían conocido. Renzo prometía escribirle cartas, y le regaló una fotografía. Al término de su encuentro, se despidieron en un abrazo tierno, solo la luna, y el firmamento eran testigos mudos del acontecimiento. Esa misma noche Josué lloraba, había sentido sentimientos nuevos y confusos, en su habitación antes de dormir en una súplica a Dios, imploraba verlo al día siguiente, en esa despedida en la historia del tiempo. Llegó la mañana de prisa, y veloz en punto de las 13:00 horas partía al lugar del encuentro. El camino se hacía eterno, los minutos corriendo de prisa, un segundero que había perdido la razón en el reloj. Bajó de prisa del autobús y se estremeció al escuchar las sirenas del muelle, un dolor en el corazón se apodero de su alma, y solo con el aliento contenido varios segundos corrió al muro de contención, eran las 13:45 P.M. y divisó a lo lejos un barco. Aquel que el mismo Renzo le había descrito, con sus colores blanco y rojo. -¡Es el barco de Renzo! Se gritaba a sí mismo, corría y corría, el sonido de las sirenas casi lo mataba, sus oídos retumbaban, sus piernas quedaban sin fuerza y de repente, solo y tembloroso ¡Caía en el suelo! Suplicaba al universo fuerzas para llegar al punto más cercano, y poder despedirse de él.


Un impulso, un doble esfuerzo, se puso de pie y corrió entre la gente, entre pescadores y estando en el lugar preciso, escudriño con la vista cada centímetro y rincón del barco. Las sirenas parecían despedirlos, el viento soplaba a lo lejos ya... una mano se agitaba, era Renzo. Al final de estos momentos de locura. Se sentó entre las piedras enmohecidas por el tiempo y los mares de la locura, ¡Lloro! Como quien pierde a su estrella, como quien pierde el aliento, temblando por dentro con el temor de perder sus suspiros. No sé a ciencia cierta cuantas horas permaneció ahí, mirando el horizonte y queriendo retroceder el tiempo. Después entre los pescadores que le observaban, regresaba a casa. Sabía que esperaría la primera carta de Renzo, recordó sus ojos y su sonrisa. Y solo en su habitación, encendió una vieja lámpara, escuchaba su música, Tal vez la más íntima y sublime. Tristemente tomó un lapicero y papel, escribió la frase “DONDE TÙ ESTES...YO ESTOY” cerró el mismo y en algún libro guardado quedó.


Werner V Richthofen Quédate, me susurró el tiempo Huye, me gritó el viento Sé feliz, me suplicó el espejo y al final fue la oscuridad quien me dio el mejor consejo Te vayas o te quedes Te acerques o te alejes Te sientas mal o bien Nunca dejes de brillar para que yo jamás te pueda doler.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.