POETAS SIN FRONTERAS NOVIEMBRE 2019

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Poetas sin Fronteras

Noviembre 2019 AĂąo 7 ejemplar 70


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Diáfana como ninguna. Bertha Laraf. Veracruz México Eres el clon de la luna, cierto que has bajado sin caudal del ego, mientras tanto tú la inigualable… la original, con gemidos de parto la vas buscando hay quien te engaña y se vanagloria que el sol y tú son complementos nada más fortuito, tú plenitud es el Luno es igual a ti, solo que perdido, oscuro, frío como el mármol. En sí misma, la luna… diáfana como ninguna así como traslúcida tiene las almas infinitas que florecen y nunca perecen pululan en ti los mil vientos, provocas emociones de tintes grises escapando a los sesgos negros porque de ambos lados tienes los destellos inmensos de tus eternas luces encendidas


En el umbral de la luna rosa. Bertha Laraf Veracruz, México En el umbral del amor desde el etéreo columpio azul, percibo la luna rosa, pensar que me desgajaba por dentro era como tener la piel viva, entre la sombra y el miedo de mis latidos para agonizar en tus suspiros, padecer el crepúsculo interno, moría la tarde y mis deseos con ella, libraba el día, sufría la noche, estaba en el umbral fantasmal de los enamorados dañados, tan sólo libando fantasías, así diluida con triviales heridas, porque se enardecen con lamentos, así lo mismo un segundo, que, en una estrecha hora, inundada de despedidas inciertas, sagaces, galopantes, este amor no ha sido en vano, porque es digno de documentarse en cualquier diván freudiano.


ŪPENUMBRAS Cris Marino Gómez LOLA VARA. Argentina, San Vicente prov. De Bs As La tarde de golpe anocheció. Cómo una tempestad de dagas somnolientas agudas, lastimosamente frías partieron mi corazón se obnubilo cada sentido. Un mar de lágrimas sangrientas sombrías. embargaron mi alma dolorida atormentaban despiadadas mi alma destruida partida moribunda en la oscuridad de la noche robándonos la luna y las sonrisas. Te vi pequeño mío. Ausente de la misma vida. Me perdí en los recuerdos. Volver a parirte era todo lo que quería. Arrancarte de la oscuridad de tus pensamientos tristes, sombríos. El silencio de tu voz


tus pupilas color cielo cerrados me dolían. Ese límite obsecuente entre el hilo imperceptible de la razón y la partida. Quise morir por vos y en vos. sentir que mi aliento se extinguía en tu fatiga. Ensordecí mis oídos ante palabras despiadadas desprolijas. No. No podría continuar si tú te ibas. Hay un faro Una luz Hay un camino. Despierta mi bebé aférrate a los sueños despliega tu mirada en la tierna mirada de tus hijos. Huir de las penumbras no es cobardía. A mi hijo Capitán y faro de mi vida.


Flor de Octubre Daniel Lopez Veracruz, México Habla con mis depresiones desconoce mis reproches me enamoro de mi mismo para odiarme por las noches en mis ojos eres poesía en los tuyos solo un niño ya no se lo que es un sueño sino lo que es soñar contigo con un bote y un rastrillo te hago un castillo de arena pienso muchas cosas malas cuando escribo cosas buenas tu eres experta en las vocales yo solo rimo en consonantes no habrá mayor sopa de letras que querernos cuanto antes


POESÍA PRÓFUGA Hugo Lencinas Derechos Reservados. Y era esa mañana, de un suelto tiznar gris, celoso del plenilunio incordioso a los ojos del poeta. Salían de su pecho, flores en letras renglones despavoridos y fueron tomando vuelo. Salían por la ventana, y cuando Pedro las llamaba se interponía la metafísica, era como si el día y la noche no existieran. Las letras tenían sed de poesía y la poesía, estaba dentro de Pedro. ¡DE PRONTO! un vuelo plural de mariposas, adornadas por la nostalgia perforan la metafísica, las letras anidan en el alma de Pedro, y la poesía es prófuga de mañana, al cielo...junto al poeta.


Luna. Isidoro Arturo Gómez Montenegro México Nube de espumas, hilo femenino, plata negra; acercándose a la tierra. Cirio encendido. Disco entrecortado de constelaciones y deidades. Piedra ancestral, manto cubre nuestros amores. Espuma que corre en el cielo, ilumina mesa de condumio. En noche oblonga, Sax y piano nos desnudan; El alma. Lumbre de otoño. Gira el cosmos; en silencioso rumor del aire; femenino. Karma sagrado; música de elásticas melodías, camelan bajo tu reflejo luna. Innumerables tipos de trashumantes. Hasta budistas. Te pido símbolo de aguas femeninas, Y aguas blancas; No extingas. Se siempre significado. De belleza y amor.


Muerte. Por Isidoro A. Gomez Montenegro. México Muerte; miras la noche estrellada. Doblas la esquina. Apabullas celosías mausoleos. Efímero el tiempo. Lluvia, teje sombras mortecinas. Muerte; consultas el reloj. Solo vives en mis sueños. Porque supe tu nombre encontrar; en la cotidianidad. Y pleno universo. Vuelvo a ser petrificado silencio. Sombra de rubio cuerpo. Cicatriz en los vivos. En almas en otrora, el tiempo; medido por quien es. Muerte es eternidad, alba vencida. Agua que dice el nombre de la vida. En limitado abismo; en infinito cielo. Lágrimas, agua dormida. Fuego sin memoria.


CANICAS José Luis Yepez Sosa Veracruz, México ¿Recuerdan el juego de las canicas? Algunas de sus reglas: cuarta al ron de tiro y libra, el que no haga su raya muere, secas mecas y bien tronadas, no comer langara, chitón chitón, como te las pesque. Nombres y valor de las canicas: AGUITA 1, TIRITO 2, TREBOL 3, PONCHE según tamaño, CAYUCO según tamaño. Algunas de estas piezas llamaban la atención por su gran tamaño y colorido. Las había con tonalidades hermosas y diseños estilográficos. Conocí las de barro con las que jugamos "pollitas" éstas canicas tenían las particularidad de tener en su interior otra canica de menor tamaño. Los escenarios para jugar eran diversos por lo regular las calles de las colonias poco transitadas formaban el estadio de las contiendas. Los jugadores en su mayoría chamacos de barrio cargaban sus canicas en un viejo calcetín amarrado al cinto. No faltaban las peleas, las arrebatiñas y los asaltos en el terreno de juego por individuos mayores, que amenazaban y hasta golpeaban para llevarse todas las canicas en disputa. Conocí forasteros, los que llegaban de calles arriba o calles abajo, para participar en los improvisados torneos, siempre por lo regular efectuados debajo de una buena fronda, estos mostraban las destrezas de su buena puntería, y casi siempre los identificabas por su cayuco "cacarraqueado"; así se mencionaba a la canica con la que disparaban y que se encontraba llena de racos o despostillamientos, a estos jugadores se le conocía como "vaguitos", verdaderos campeones con la esferita de vidrio, también llamada "cuiria"


ANSIEDADES José Luis Yépez Sosa Veracruz, México De la tarde cae el polvo dorado del tiempo Tú sonrisa se va difuminando en el Ocaso Todo tú en el revolotear de las gaviotas vagabundas Te vas haciendo noche, como una gran mácula oscura Que mi miopía sentimental no distingue Te vas extinguiendo entre los pinares Como el aliento consumado de los amantes, En el cuarto donde el sexo hambriento nos devora Te vas convirtiendo en una estrella brillante Alta de luz en el gajo azul oscuro del cielo Ya no eres mía, ni hoy ni mañana, tal vez ya nunca más el beso De mi aurora cantará en tus labios Yo iré sin ti por los barrios Recogiendo las huellas de tus pasos Para guardarlas en el cajón del alma Donde tengo de ti, casi todo Menos la poesía que bañó tu cuerpo En las playas de nuestra ansiedad inmensa.


CURIOSIDAD José Luis Yépez Sosa Veracruz, México ¿Dónde la he visto a usted que su sonrisa de este día con la cual saluda la vida en otro lugar la vi? Y esos ojos intranquilos donde se reflejan los hilos de los telares de abril ¿son acaso otros distintos a los que ayer conocí?

PERRO SIN DUEÑO José Luis Yepez Sosa Veracruz, México Va el perro entelerido, flaco y sin rumbo, por las calles donde cae la noche amortajada, de una que otra estrella que no distingue, el pesar de quien hambre pasa de ruta en ruta. La cola entre las piernas lleva y las fauces afligidas, los botes de basura husmea buscando el mendrugo de comida, la luna en su menguante limpia y prístina, le convida un poco de luz para sus ojos tristes, racionados de lagañas.


Las patas no responden a sus años ya olvidados, cuesta abajo por el empedrado, bebe agua de la charca, que la lluvia de la noche le regala, y un trozo del satélite que en la pocita se refleja, apurado por su garganta pasa. La vista ilumina y a traspiés llega a los barrios de cantinas, un payasito ebrio, cantando le acaricia, de mala raza no se ve eso dice, y saca de su bolsa un pedazo de salchicha, vuelve hacer caricia cuando en su hocico pone el alimento. El can agradecido con la esperanza llena , la cola menea, va el señor gracioso con su paso lento en bamboleo, del alcohol producto su andar de paso incierto, junto a él el enjuto perro, caminado a saltos con su nuevo dueño. Van los dos por las vías del sueño, a compartir los días, las tormentas y los fríos, convencidos de que cada uno, en el andar del mundo, el complemento del otro es, Van los dos, y cada quien a su modo sonríe a la vida


Imaginación Autor: José Rafael Rivero País: Venezuela Hoy está parcialmente nublado, mi mente distraída se debate entre el recuerdo de alguna lectura y la búsqueda de tu rostro en la inmensidad de conexiones axionómicas, una suerte de infinito interno que todos poseemos. Desde el balcón observo la ciudad, escuchando su movimiento cercano y lejano tan sólo con cerrar mis ojos. A lo lejos las montañas adornan el paisaje, el majestuoso Ávila se extiende abriendo sus brazos a la imaginación, enviando bandadas de guacamayas a alegrar la vida de quienes disfrutan de esas cosas hermosas que tiene la vida, dejando a un lado el pesar de sus vidas rutinarias. Esta tarde, el café que me serví está aromatizado con un toque de especias para variar, tal vez sea porque hoy tengo esa especial visión de tus cabellos largos adornando la delicada silueta de tu pose mientras lees algún libro de poesía que sé cuánto te encantan y lo que te llena compartir una buena conversación literaria que te aleje de la superficialidad de la sociedad. La lectura te da esa personalidad de a ratos misteriosa, de a ratos humana, que se desvanece entre versos y revives en una prosa sensual. Lo que si es cierto, es que cuando te reúnes con niños, te transformas en el hada de los cuentos, una suerte de deidad literaria que conquista la atención e imaginación de niños y niñas ávidas de una buena historia.

La lectura te da el poder de las palabras y ciertamente te he leído, te he escuchado, te he tenido tan cerca, que imaginarme cada letra jugando su papel en la historia es una experiencia hermosa y enriquecedora, y tierna en ocasiones.


Bebo un sorbo de café y miro una vez más las montañas. Tomo mi libreta y comienzo a escribir: “Subíamos al caer la tarde, la maleza comenzaba a crecer por el invierno, el verdor es increíble, la naturaleza se expresa variada, serena y a la vez altiva, la brisa en la copa de los árboles mece sueños y verbos que buscan ensalzar el ambiente en una suerte de danza, un vaivén de emociones en medio de árboles, rocas y un río que se deja escuchar cercano. Las guacamayas anuncian su retirada a los morichales, van pintando el azul con un arcoíris dinámico que distrae la mirada de todo ser en tierra firme, es inevitable disfrutar su vuelo en parejas mientras con su alboroto se despiden de un día más. La luna intenta hacer su primera aparición detrás de un primer velo blanquecino, la noche promete ser fría y el camino se abre a nuestro paso. Nohe adelanta el paso, siempre le gustó ir adelante, se detenía de a ratos, abría sus brazos y se conectaba con la esencia de la naturaleza, cerrando sus ojos parecía levitar en el follaje, una hermosa visión en los claros que nos ofrecía la travesía. Su cabellera ladeaba su rostro, su delgada figura se perdía con el bosque de fondo, en momentos en el que las nubes tapaban la poca luz que la luna nos brindaba. Retomamos el paso una vez más. En el transcurso del viaje nos ayudamos mutuamente para subir una que otra roca o una zona muy empinada y tomar su mano le brindaba sensaciones a todo mi cuerpo, siempre me había gustado y hasta ahora sólo habíamos conversado unas pocas veces, sin mayores detalles y no podía saber que tan allá podía ser recíproca la sensación que provocaba esta aventura, que luego de haber sido pospuesta varias veces, por fin se realizaba. Ella parecía disfrutarlo y con su sonrisa me conformaba de momento.


La luna estaba a un cuarto de recorrido del cielo y habíamos montado la carpa y encendido una pequeña fogata rodeada de rocas para evitar un incendio, el agua para el café estaba lista y al colarlo, el aroma nos rodeó con un aire de complicidad, a ambos nos encantaba tomar café y leer libros, tal vez era hora de comenzar una buena conversa. Así le serví su café, saqué unas galletas de mi morral y nos recostamos de un tronco en el suelo a hablar del recorrido, del paisaje y de cuanto tema se nos ocurrió. “Nada mejor que poder hablar de todo con alguien”, me decía, muchas veces se aburría con la gente porque no tenían temas interesantes o variantes, siempre era más de lo mismo, conversaciones superfluas o si salía con algún tipo, él quería ir al grano y lo arruinaba. Ella era diferente en ese aspecto y yo lo disfrutaba, serví otra tanda de café y esta vez ella sacó unos chocolates, los temas se liberaban de responsabilidades. Un leve rocío nos tomó de sorpresa, por un momento pensé que habría lluvia, pero fue una nube o lo que quedaba de ella, a su paso dejó un rastro de humedad y mucho frío. Busqué una manta para cubrirnos, era una buena excusa para tenerla cerca. Su calor bajo la manta me obsequiaba un poco de su vida, mi mente trataba de mantenerse literaria, mi cuerpo se rebelaba de a ratos, las palabras, sonrisas y miradas eran un cóctel de oportunidades. Hablábamos sobre uno de sus autores favoritos y esa manera simple de ser directo para expresarse, lo natural que podían ser sus palabras describiendo lo que deseaba, lo que sentía y su efecto en quien lo leía, siempre decía que las palabras tenían un poder increíble en las reacciones del cuerpo y era una de las cosas que me llevaban a escribir relatos eróticos con un toque de romanticismo, para que el lector recorriera una gama de sensaciones y sentimientos, que fueran más allá del hecho


carnal, que lograran conectar ese deseo con el amor o al menos con un sentimiento de agradecimiento recíproco que permitiese un final feliz, luego de momentos de lujuria. Una que otra vez recibí comentarios al respecto y eso me decía que se había alcanzado el objetivo, lectoras humedecidas que luego tenían apasionados encuentros con sus parejas, lectores que repetían lo que leían con sus parejas, logrando estremecerlas hasta el éxtasis, mejorando sus relaciones con un poco más de imaginación. La madrugada se asomaba cómplice y soplaba ráfagas frías, cada vez más unidos nos miramos un par de veces por varios segundos, en silencio, escudriñando nuestros adentros, esperando una señal, sin saber que las señales estaban a nuestro alrededor. Recostó su rostro en mi pecho y tomó mi mano, pasé mi brazo sobre su hombro y la acerqué más a mí, mientras un suspiro escapó rebelde de mi pecho, por lo que sentí como ella sonrió y le respondí que era inevitable, había querido esto hace mucho tiempo y por razones variadas hasta hoy había sido posible. Me miró de nuevo, esta vez rozamos los labios creando una explosión de suspiros de ambas partes y sonriendo sin más excusas, comenzamos a besarnos, de a ratos apasionadamente, de a ratos tiernamente, cambiamos el idioma por un lenguaje corporal, cambiamos el Universo por un pequeño átomo para compartir, lo más cercanos posible, fusionados sin ganas de que se terminara aquel momento, cálido, caliente, único. Sin ropas ni mayores excusas nos dispusimos a conocernos desde lo más profundo y recorrernos sin límites fue una maravillosa experiencia de humedades y temblores, de vaivenes y jadeos que se confundían con la brisa rozando la carpa, nuestros muslos entrecruzados creaban nuevos verbos, sus contornos enamoraban mis manos, mis labios rendían tributo a su prosa, contando historias entre poros y curvas, la noche ardió en medio del frío hasta la quietud de dos cuerpos extasiados,


esparcidos en la inmensidad de dos mentes, de dos sentires hechos uno, en medio de la naturaleza y sus cómplices. Quise despertar antes para obsequiarle un desayuno y café caliente, pero para mi sorpresa, sonrisa en rostro se acercó y me besó tiernamente con un “buenos días” que nunca olvidaré y una taza de chocolate caliente, para recuperar calorías y agradecer momentos vividos. Preparamos juntos el desayuno y pasamos un día increíble, en la cascada, luego en los senderos cercanos al camino de regreso, entre abrazos y besos espontáneos, con tantas palabras como roces, creando poesía en cada paso, para darle rienda suelta a nuestra imaginación una vez que nos sentáramos a escribir, al llegar a casa. ¿Era el comienzo de una historia? No importaba realmente, era una historia para disfrutar entre dos, sin capítulos, sin seguidores ni likes. Los días venideros tenían mucho que crear, que sentir, que desear… Fin…” PD: Mientras escribía, la noche se había hecho presente, me mudé a mi habitación y allí terminé esta historia. Con una sonrisa en los labios apagué la luz de la mesita de noche, coloqué la libreta en la gaveta y cerré los ojos, para continuar imaginándome mientras dormía, cómo continuaría esa historia…


La Espera Lourdes Lagardery Puerto Rico Esperar tristemente a que caiga la noche con el cuarto en penumbras, la luna alumbrará, siento ruido, ya salgo, creó que es su coche, equivocada estaba más sé que llegará. Arreglo mi peinado, que mal se ven mis canas, que me encuentre bonita, que me invite a pasear; y me siento en silencio contemplo las estrellas, me quedo dormida, pues no quiero pensar. Y así todos los días se repite la historia, en mí ya no hay reproches, esperar y esperar que el día de tu llegada en mí encuentres la gloria, se unan nuestras almas, volvamos a empezar…


La luna juega jugando Lucila Reyes González México La luna siempre jugando a estar en el cielo y no estar a reflejarse en el mar y la pasión provocando. Al ir la luna pasando viéndola con devoción envuelve mi corazón una nostalgia infinita por eso mi boca grita: ¡Dame un beso juguetón! La luna, brilla brillando, de luz tu figura envuelve y en mis manos se disuelve porque yo sueño soñando Selene veme llorando por tus caireles de cielo que estando yo en el suelo y sin poderte alcanzar sólo me queda soñar y sobrellevar mi duelo. La luna, brilla que brilla, de luz tu figura envuelve y en mis manos se disuelve como en el agua la arcilla. Luna son tus mejillas y tus caireles de cielo las que me traen por el suelo y sin poderte alcanzar


sólo me queda soñar y sobrellevar mi duelo.

BRUJA YO Lucila Reyes González Ciudad de México. Fue el cansancio, eso creo, o quizá el hastío es el culpable no es nada extrañable, que quiera ser libre un reo. Porque así como lo veo no es bien visto o creíble, que un cristiano se vuelva ateo, o una mujer quiera ser libre. Y entonces se vuelve una bruja porque no ya no quiere depender, porque no agarra escoba o aguja, porque se comienza a defender. Lucha por ser independiente y a un hombre no quiere servir será rebelde o inconsciente, pero sola prefiere vivir. Y en brujas se convierten, cuando no se dejan maltratar, y los chismes les divierten y pasan de actriz segunda a estelar. Bruja pues yo quiero ser seré pues una bruja diosa, bruja libre, bruja hermosa, bruja trabajadora, bruja mujer.


Momentos. María del C.Rodini Rio Tercero. Cba. Argentina. Nostalgias que se deslizan en sentimientos guardados, se elevan entre líneas implorando un sueño donde quedaron anclados con una eterna esencia de mi piel dolida……. Busco momentos de calma en la noche de luna llena un cristal envuelto en pena, como fuerzas misteriosas sueños de palabras, que se borran con el tiempo….. Quedan marchitos los labios con una sonrisa triste y amarga dentro de un llanto silencioso, el dolor acunan las lágrimas…… Aunque se calle el viento o se esconda el sol las pesadillas están sin olvidar los momentos llenos de amor…


Señora de mis respetos Mirella Guadalupe Salido García Veracruz, Ver Es una dama de porte distinguido, arrogante, siempre viste de negro, es muy altiva, se sabe poseedora de la vida, muchos le temen, otros la evaden, algunos la admiran y otros la veneran, ella es una deidad, pero la verdad nadie sabe a ciencia cierta, si es bonita, si va vistiendo seda o viste oropel, lo que si es cierto, es que por donde ella va pasando dolor va derramando y amargura también. Es una dama impávida, silente, equitativa, impetuosa, para ella nadie es diferente, a todos quiere y a su reino los lleva. Esa dama altiva y arrogante no tiene corazón tiene titanio, y va sembrando dolor y desconsuelo, es mordaz, artera y silenciosa, es tan silente que a veces no puedes creer que ya esté presente, su decisión es inflexible lo mismo viene por negros que por blancos, por pobres que por ricos, por buenos que por malos, para ella no existen las excusas, ni las falsas promesas de los aduladores, no valen los lamentos, ella es tan poderosa que es la única que ha sobrevivido al paso de los tiempos, su misión en el mundo, es marcarte la hora para el último viaje donde va a llevarte no hace falta equipaje, te llevara con ella, igual que se ha llevado, a mis antepasados, familiares y amigos, señora de la noche, no sé si eres de blanca porcelana, si tus ojos son fríos, y si son ardientes como flamas candentes, eres interrogante, pues vienes a este mundo para robar adeptos y llevarlos contigo a reinar en tu lúgubre reino., desde que nacemos vivos, ya estás en asechanza, y estamos condenados a partir de tu mano y no hay nadie que pudiera evitarlo, pues en el


preciso momento de nacer ya estamos destinados también a perecer, señora, señora de mis respetos, cuantos siglos llevas cargando con el paso del tiempo, cuanto dolor cargas en los hombros, cuanto debe pesarte cargar tantos lamentos, tantas vicisitudes, todo el sufrimiento, y la carga pesada de cargar tantas almas, Oh bella dama déjame algunos años más aquí en la tierra, y antes de mi partida, déjame despedirme de los que amo y me aman, y después, sí, entonces gran dama de la noche, abrázame muy fuerte ,y huyamos juntas,mi preciosa dama, lejos muy lejos, más allá donde despunta el alba.


Destino Nancy Vechio Argentina Si el destino así lo quiere. Si decide que mis letras naveguen tus sentidos. Haré caso al universo. Giraré el timón para aventurarme a la mar, sin pensar que la salvación puede en tu isla estar. Viajo sin anclas, ni equipaje. Una brújula indica la bitácora de tu alma. Incierta son las mareas de estas palabras. Intentan acercarme. Y luego me alejan. Muchas veces la tormenta arrecia, sacudirá la barca, solo esperando que pase se verá la fuerza de la madera.


Sentir Nancy Vechio Argentina

Qué siente la victoriosa derrota, ante la derrota victoriosa de una muerte anunciada, en el costado sangrante del olvido y la memoria... Qué siente el agua, ante el vaso seco de una boca perfecta, en la comisura ancestral del desierto... Qué siente el alma sin cuerpo, ante el cuerpo sin alma de la soledad, en la falda de piedra de una injusticia... Qué siente el reloj, ante el paso del tiempo de andenes pretérito, en el futuro incierto de un presente no visible... Qué siente la sonrisa, ante la tristeza de miradas perdidas,


en el horizonte de filosas desilusiones... Qué siente el pozo ciego, ante el ciego amor de maltratos figurados, en la pesadez de las culpas de no aceptar consejos... Qué siente el atardecer, ante la inminente noche de lunas ocultas, en vana inmensidad de estrellas somnolientas... Qué siente la guerra, ante la paz de un amanecer, en los ojos huecos de un arma sin balas... Qué siente Dios, ante la humanidad de imagen y semejanza, en brazos falsos del ego e hipocresía... Qué siente el planeta, ante la destrucción de la tierra y el mar, en manos del que pensó era su hermano de verde corazón... Qué siente el hombre...

¿Qué SIENTES?


NUEVO AMANECER Nelli Edhit González Acosta. Paysandú, Uruguay.

Caminas y el tiempo, golpea a tu espalda. No sientes el peso de las horas locas En sueños recuerdas las horas felices Lo recuerda un río que pasa y se va. Y quedas ahí como monumento al amor perdido.

Y llega la tarde con su desafío, te encuentra la noche sin luz en los ojos porque en el cielo se apagó el sol y con él se fueron tus horas de amor.

Más hay un camino, que te lo recuerda. Pesada la carga, tú sabes que no llegarás. Es hora que dejes partir ese barco, que cruce las agua de tu rio interno, deja en la orilla la carga pesada. Y llega la hora de caminar lento,


de ver las pequeñas cosas de la vida, de reír de todo, llorar de alegría. ¡Te llega la hora de cerrar la herida!

Camino del tiempo que ya se marchó Camino de cielo sin nubes ni tormentas, ni ríos revueltos. Que en un remolino te atrape el amor. Y entonces le digas que no has olvidado la promesa hecha: “Defiende tu amor, defiende la risa, defiende la felicidad, acepta la vida.”

Y llega el momento de dejar la carga, de caminar lento, de ver las pequeñas cosas de este plano reír de todo, llorar de alegría de ser feliz viendo la partida de ese barco negro que te atrapaba.


Quimera Las socias brujas del club café la fior Rocío Del Alba Díaz Ramírez Veracruz, México Le dan un festín en noviembre cinco, A su reina, será un día exótico Al cumplir un milenio horrenda flor Habrá brebajes de sapo, mucho olor A compota, escenas del coco Fantasmas de confite, tétrico La danza gatuna, luz negra de color. Bailando el vals el murciélago saldrá, Con vestido tela de araña, zapatos Sombrero piel de vampiro, entonará. Tremendas carcajadas de felicidad, Las brujas diran: tu fealdad premiemos Que Dios te colme de buena voluntad.


MORIR DE A POCO Santa Velia Flores Sabinas, Coahuila México. Morir no es sólo dejar de existir, morimos de a poco en instantes de desilusión, cuando entregas tu Ser y rompen tu corazón. Morimos de a poco cuando depositas confianza y te regresan traición. Cuando ese anhelo tan deseado cambia de dirección, arrastrándote a esa muerte que de a poco te lastima tanto que confunde si aun vives ....o ya no. El caminar se hace lento temeroso e inseguro desconfiando a cada paso de otra muerte por vivir. Y de tantas muertes que de a poco se acumulan en ese corazón que tanto amó, y en un instante y de repente .......se venció.


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