ESPECIAL REYES MAGOS ENERO 2018

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Poetas sin Fronteras Edición Especial “Reyes Magos “ Enero 2018 Año 5 Ejemplar No. 43


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5 de enero del 2018. Amados Reyes Magos: Me cuesta escribirles una carta, porque recibí, durante años los mejores regalos, todo lo que deseaba, ustedes me lo dieron, incluso adulta. Recuerdo emocionada, mi último regalo, a los 23 años, esperaba como siempre, desde que tenía 12 años, dinero, pero ese día me sorprendieron, fue un juguete, un perrito que bailaba al son de una tonada alegre, mi papá (QEPD) y yo, no podíamos parar de reír. Era 6 de enero de 1993, en febrero me case. Me imagino saben, he continuado la costumbre familiar y mis hijas, ya adultas, siguen teniendo reyes, sólo espero que ellas, tarden mucho más en casarse, pero bueno, no es mi decisión. Me encantó ser su emisaria, para darles los regalos a mis hijas, era tan emocionante, se planeaba con tanta anticipación y siempre terminaba uniéndose mi querido cuñado José Luis (QEPD), mis hijas fueron tan bendecidas por ustedes que hubo años donde no se podía caminar en la sala, sin tener el riesgo de pisar un juguete nuevo. Ahora ya no tiene tanto gusto, porque son mayores, pero seguimos brindando esa alegría con amor. Me pongo a pensar que finalmente, si quiero regalos de ustedes. Ustedes seres etéreos, me pueden traer regalos que no tienen precio, no se pueden comprar, por eso los necesito más.


Quisiera tiempo para escribir y para formar mi cuarto libro de poesía, que ya está escrito, pero necesita rigor editorial, conformación, cuerpo, pero sin tiempo, sólo está regado en libretas, espacio virtual y diversos papeles. Tiempo para dedicarme a mí misma, a pensar, para entrar en el terreno de la conformación. Un espacio para hacer ejercicio, cuidarme más, leer más libros, bailar y bailar. Tiempo para la amistad, para que dejen de ser virtuales. Seguro piensas que te pediré tiempo para estar con mis hijas, pero no, porque ese es el único espacio que siempre cuido y defiendo. Salud no pido porque ese es mi deseo para Dios. Quiero alegría, darle batalla a la amargura ante tantos problemas. Sé que les va costar, pero como siempre me dieron los regalos que pedí, confió en que mi deseo sea palpable. Así, sin tener que comprar nada de una larga lista, podrán dedicar su tiempo a tantos niños que siguen creyendo en ustedes, que esperan con ansiedad su llegada. Gracias, gracias por tanto cariño, por tantos regalos, por seguir con esa tendencia con mis hijas, que no se quedaron con ganas de nada, fueron tan afortunadas como yo. Están en mi pensamiento. Un fuerte abrazo a los tres. Mary Carmen Gerardo


A los Reyes Magos. José Rafael Rivero Letras y Sentires Coincidimos en el cielo, Un punto nos unía, Brillaba como nunca, Indicándonos el camino Coincidimos con el alma, En ese amor profundo, Servicial y cariñoso, Sutil y esperanzado Coincidimos en deseos, De una bonita vida, Del poder de un alma Que a todos ayudaría Coincidimos en la historia, Mientras ustedes la recorrían, Yo tan sólo me la imaginaba, Y era tan feliz como ahora Coincidimos en las letras, Porque hoy les agradezco, Mantenerme en fantasía, Mientras los revivo en el recuerdo Porque mi pedido se hizo acto, Y mis sueños realidades,


Al pedirles a sus bondades, Que no borrasen de mi mente, Aunque pasen los años, La tradición de imaginarlos, Llegando con sus presentes, A alegrarme el espíritu, la ilusión y el verso...


Queridos Reyes Magos: Qué bonita labor realizan. Es una muestra de amor. Cuantas veces se habrán enfrentado al frio o a la incertidumbre y sin embargo encontraron la forma de hacer su entrega a tiempo. A veces habrá sido divertido pasar por peripecias y viscitudes pero sé que no siempre es así. En ocasiones los descalabros y los reveses de la vida no son fáciles de escalar y ustedes han permanecido estoicos y hasta heroicos. Hoy quiero agradecerles por hacer felices a tantos niños que estoy segura en un futuro serán fuente de amor y felicidad tal como hoy lo son ustedes. Muchas gracias Reyes Magos fueron una gran ilusión en mí ya lejana infancia. Recibir un regalito de ustedes fue sinónimo de una inmensa felicidad. Fue muy divertido estar cuando mis hijos atravesaron su momento. Sin embargo, acompañar a mis nietos es algo insuperable. Su inocencia y sorpresa al ser testigos de la magia no se compara a nada de lo vivido. Si tienen oportunidad de contribuir en algo con esta gran labor reciban mi gratitud desde el fondo de mi corazón. Gracias Reyes Magos Yamilka.


QUERIDOS REYES MAGOS Se que ya no soy un niño para escribirte una carta así, pero me gustaría pedir que me devolvieran la niñez que tenia. Volver a esos días donde la magia era infinita, cuando entusiasmado te deja en el árbol mi cartita, volver a esos días cuando encerrado en mi habitación soñaba que solo bastaba mi imaginación para ser feliz, a esos días donde no tenía prejuicios ni límites de ningún tipo, podía crear un mundo aparte donde era feliz con Peter Pan a mi lado, Me gustaría que me regalasen un mundo, en que no existan las tristezas, en donde en lugar del "ojo por ojo" te enseñen a responder con una sonrisa, donde la prisa nunca llegue... Les pido que enseñen a los niños a nunca dejar de creer y que enseñen a los adultos que nunca es tarde para hacerlo, que demuestren a niños y adultos que es posible que seamos felices todos, dejar de pensar en "MÍ" y que exista lugar para un "NOSOTROS" Con amor para ustedes Daniel...


Mi carta. H. Veracruz, ver. primero de enero Querido Baltasar: quiero una bolsita con agüitas tréboles ponches tres cayucos y dos balines grandes un trompo negro con su piola yo acá le pongo su corcholata una pelota de esponja y un palo a y una pistola de chinanpines manolo. Quizá recuerdes querido Baltazar que hace muchos años ya ese fue mi deseo. Hoy, cinco de enero 2018 sería casi el mismo, "casi" por qué me faltaría agregar algo más, que de ser concedido me haría inmensamente feliz. QUIERO una calle tranquila con piso de tierra para poder hacer un círculo en ella y poder jugar a las canicas y al trompo con mis hermanitos Guty y Nica, mis primos Manuel Darío, Raúl, mis amiguitos el guachupiro, fello, mel, el papayita, mingo, el yuca y tantos otros que se escapan de mi vieja memoria. Puedo recordar lo vivido, esa sensación de pisar el suelo descalzo, de andar sin camisa, comerme una naranja y que el jugo se mezcle con la mugre y me escurra por el antebrazo, de tirarme boca arriba en la banqueta y buscarle formas a las nubes, DESEO sentirlo sólo una vez más. Gracias El negrito José Manuel Ambrocio


CARTA A LOS REYES MAGOS Tengo papel y lápiz// tantas palabras sujetadas// en la mente naufragando// la tibia ilusión de aquellos años. Vienen a mi recuerdos enterrados// desprolijamente la memoria emocional// esparce los regalos// de medias cortas y solerito estampado. El insomnio de esas noches// con el deseo de oir sus pasos// y el rumiar de los camellos en el verdor acomodado// con sus pequeñas manos// con el amor de la tímida niña// de cabellos largos// ojos del tiempo // y la voz // suavizada en la garganta// por la dulce ilusión// de la noche mágica. Con las pupilas nubladas// volvió a escribir// una carta a los Reyes Magos. Hoy... no quiere muñecas// ni juguetes caros// no desea bicicleta// ni patines// ni la cuna// donde descansar// rubias o morenas// ni el bebote enlozado. Tan sólo// reza en la carta. Queridos Reyes Magos: No sé si podrán traerme// este regalo// quiero risas// sueños// y la utopía de la felicidad// que tanto todos deseamos. Paz en el mundo// un vuelo de corazones. Que despierten los ángeles// de los milagros// que la historia se escriba// con la pluma de las hadas// que los niños tengan amor a cada


paso// y en los zapatos// se desordenen los pedidos// de amor y Paz, en este mi viaje interior// hacia el pasado. Gracias, Melchor, Gaspar y Baltazar. Con cariĂąo, "La niĂąa que llevo dentro". CRIS LOLA VARA


Epístola Lúdica. El tiempo sólo es un atisbo de constancia. El alma habita en las mentes que sueñan. Dicen que una estrella murió para que los alúmbrara. Que un cometa se extravío y los llevó a Belén. Que son un acuerdo bizarro de la Iglesia Estado, para robar la fé de los que esperan. Para mí, serán siempre misterio. Un hilo dorado que me teje a mí infancia. Por todo ésto, solo pido a los tres: Que la violencia no robe la sonrisa de mis nietos, ni los de nadie. Que el niño antiguo de mis hijos, no se pierda. Que cada cual encuentre sus mundos, con su estrella alumbrandolos y caminen por ellos de la mano de quien aman. Que la fé se transforme en certeza. Si todo esto no se puede, entiendo. Pero, nunca dejen de llegar, sigan siendo un sueño. Patricia Eugenia G. H.


Los mejores reyes Una vez vi a los Reyes Magos. No eran tres, eran dos y eran los mejores magos que vi en mi vida. Se las arreglaban para que siempre hubiera algo en los zapatos, Lo mínimo, lo que fuere. Aunque no hubiera nada, ellos lograban que haya lo que para nosotros era todo. El tercero nunca lo vi, pero seguro que lo dejaban cuidando los camellos. Nunca, nunca olvidaré a los dos reyes magos que vi. Seguro que ustedes también lo vieron y saben quiénes son y saben que son más magos que reyes. Si dejaron de creer, si esta noche no ponen los zapatos, ni el pasto, ni el agua, acérquense a sus reyes, denles un beso en la frente (ustedes saben que los tienen cerca) y los que no los tienen con ustedes, sepan que desde un cielo hermoso siguen viajando para seguir entregando ilusiones y sonrisas... Agradézcanle la herencia porque ahora muchos de ustedes se han convertido en reyes y en magos. Y lo mejor que pueden dejarles a sus hijos es esa magia que los convertirán en reyes y en magos…. Y tal vez, dentro de unos años, ustedes recibirán el beso en la frente y así será hasta el fin de los tiempos… Feliz noche para los reyes de hoy, para los de ayer y los reyes del futuro, porque no hay mejor reino que el mágico ni mejores reyes que ustedes… Aurora S. Roldan Sarti


Queridos reyes magos: No recuerdo ya cuando fue la última ocasión que me dirigí a ustedes, seguramente en aquella ocasión estaba encaprichado con un juguete de moda como alguna consola de videojuegos o alguna figura de acción. Como quisiera retroceder el tiempo para que con la misma madurez y conciencia que hoy poseo, pudiera pedirles no tantas cosas para mí, sino para todos aquellos niños que se quedaban sin recibir ropa o zapatos, o los que deseaban poder abrazar a su padre o madre que se encontraba trabajando fuera de la ciudad donde vivían, ni que decir de aquellos cuyos progenitores ya no seguían con vida y que permanecían al cuidado de algún tío o de sus abuelos. Recuerdo que me daba tristeza no recibir lo que tan afanosamente les pedía en la carta, hoy sé lo que puede valer un trompo, un yoyo y un balero cuando quien te enseña a jugar con ellos es tu papá, pienso que debía ser lo mismo para las niñas que recibían un juego de té o una muñeca de trapo y que se entretenían mientras sus madres las aconsejaban sobre los cuidados de los regalos. Las cosas en cuanto a tecnología y personalidad de los niños han cambiado mucho de unos veinte años a la fecha, seguramente ahora los visualizan a ustedes con un estilo de ropa más moderno, con coronas de luces electrónicas y medios de transporte veloces entre otras cosas. En ese mismo parámetro las peticiones de los menores de edad deben haberse vuelto un


poco mas sofisticadas… ya me imagino: una Tablet, una computadora, etc. En esta fecha quiero decirles que me gustaría que ayudaran a los niños a recuperar su inocencia y recordarles el valor de aprender a jugar en el mundo real, compartiendo su tiempo de esparcimiento con sus vecinos y amigos, oh por supuesto, y que también exhortaran a los padres a pasar tiempo con sus hijos. No olviden que un estómago satisfecho y un cuerpo arropado también son primordiales, por lo que les encargo repartir comida y ropa para quienes lo necesiten. Esperando no haber sido tan exigente, les deseo un feliz viaje por todos los lugares que estarán visitando. Se despide con ese toque de inocencia que aún conserva, su amigo Ángel.


3 Durante mi vida el tres ha estado presente: Tengo 3 hermanos. Me casé un 3 de abril. Mi primer hijo nació el 3 de enero y el segundo un 13 de junio... Cuando pienso en el 3 veo en positivo y respiro felicidad. En mi niñez la figura de Reyes Magos me causaba fascinación. Ver la ropa elegante y brillosa, sus coronas imponentes. Siempre tenía una sorpresa bajo el árbol. Hacía la carta, dormía temprano y al día siguiente abrir los regalos. A mis hijos también les traían obsequios los Santos Reyes. Todavía conservo el sabor del chocolate y la rosca que comí en mi primera casa. El ritual de la carta es simbólico hasta místico. Sentarse para redactar unas líneas a tres personajes que nos recuerdan la magia de la inocencia y esperanza es motivo de fe. La humanidad necesita un anhelo, el seis de enero nos permite iluminar el corazón para todo un año. Los niños con sus sonrisas nos invitan a maravillarnos y seguir sorprendiéndonos ante lo inesperado. ¡Feliz día de Reyes! Ma. Guadalupe Martínez Bernal


Queridos Reyes Magos: Ha pasado demasiado tiempo desde la última carta que les envíe. 16 años para ser exactos. Recuerdo la emoción y la alegría con el cual escribía mi carta, buscaba el papel mas bonito y los colores mas hermosos. Aveces se equivocaban con lo que les pedía y otras veces no me llegaba, pero aún así era feliz. Los regalos eran variados desde juguetes, ropas y dulces. Con el tiempo fui creciendo y dejaba de creer en ese mundo infantil e inocente (supongo que las normas de la sociedad, las experiencias o el desarrollo fueron causa de que dejara de creer de su existencia). Sin embargo, guardo esa alegría que me trae al recordar lo que les describo anteriormente. Ver las sonrisas, las alegrías y el asombro de mis niños hace que mi corazón se haga chiquito y llore por ver ese milagro que aún se mantiene. Si volviera a tener diez años, les seguiría escribiendo con esa misma ilusión que veo reflejado en mis niños. Espero en algún momento volver a escribirles y pedirles el Auto Lavado de Hot Whells. Atte. Toñito Malpica.


Tres coronas Tres destellos van trotando en medio del desierto. Tres destellos se van moviendo, siendo guiados por un lucero. La hermosa estrella de Belén indica el punto de llegada; tres cabezas coronadas buscan al redentor de la esperanza. Llegan al bello nacimiento, de nuestro Rey y Salvador; los forasteros muestran sus regalos que desde lejos cargan con amor. Oro, incienso y mirra, todo cuanto tienen desean ofrecer; Se postran ante el altísimo ¡Que a la humanidad ha de proteger! En sus cabezas tres coronas, por siempre han de traer; ahora cada seis de enero… ¡Reparten regalos por doquier! Los niños a sus camas presurosos, quieren recibir obsequios como el Rey. Hacen sus cartitas con esmero y todo el año buscan portarse bien. Se han levantado con premura, debajo de su árbol desean ver,


aquello que tanto han anhelado… En sus corazones una ilusión se deja ver. ¡Los niños sonríen extasiados! Y aún desde lejos se alcanza a ver; un camello, un elefante y un caballo ¡Qué presurosos vuelven a Belén! Claudia Elizabeth Castillo Velasco


"Contrastes" —¡Niños, niños, atiendan por favor! — decía el maestro en voz alta tratando de que lo escucharan —Escriban su cartita para los reyes y déjenla aquí en mi escritorio, el que termine se puede ir a casa— Pasado un momento el alumno que se había integrado al grupo el día anterior tocó el antebrazo del maestro para después decirle en voz baja algo que ninguno de los demás niños pudo escuchar. —Si hijo, claro que puedes retirarte— Niños, por favor no se distraigan volvió a decir. Raúl atento notó el gesto de su maestro, había terminado de escribir su carta, cortó la hoja de su cuaderno, la dobló en dos e inició a escribir una segunda. Habiendo terminado dejó ambas en el escritorio para después salir a la carrera rumbo a su casa. Era el cinco de enero, la víspera de la llegada de los tan esperados reyes magos. Tan pronto abrió la puerta tiró la mochila a un lado y buscó a su mamá en la cocina donde sabía la encontraría. —Mamá, mamá, ¿puedo contarte algo? —Claro que si mi amor, dime —Fíjate que en la clase el maestro nos puso un ejercicio de escritura —¿Y? —Nos pidió que hiciéramos una carta a los reyes magos —¿Y la hiciste? —Si, hice dos


—Raúl hijo, ¿por qué dos? — preguntó la madre con curiosidad, aunque sabia la respuesta. Su hijo era un niño de muy buen corazón —El niño nuevo no escribió su carta, ¿tú crees? —¿Y eso cómo te hace sentir? —No sé, me sentí triste, por eso escribí una cartita por él —Y dime, ¿cómo sabes lo que desea recibir de los reyes magos? —Bueno, le pedí lo mismo que yo, para que podamos jugar juntos —Pero si dices que es nuevo en tu salón, ¿ya te hiciste amigo suyo? —Todavía no, apenas llegó y es muy callado, por eso pedí lo mismo para los dos, para poder entregarle su regalo y hacerme su amigo Con una sonrisa y un tierno beso en la frente la mamá dio por concluida la plática. —Anda a lavarte las manos que vamos a comer. Raúl en su carta había pedido para si y para su amigo un carro a control remoto. Solo que por los nervios de la inminente llegada de los reyes había olvidado hacer la segunda carta en casa y ponerla dentro del zapato, junto al nacimiento. Detalle que no pasó por alto la mamá. Esa noche se acostó temprano, mas que de costumbre por lo que le costó trabajo conciliar el sueño. Esa noche soñó que recibía los regalos que había pedido, que visitaba al que sería su nuevo amigo para entregarle el carrito y que pasaban un día muy agradable.


Al amanecer del seis de enero su sueño se cumplió, aunque solo en parte. Recibió lo que había pedido para él, pero se sorprendió al ver que de la otra carta habían traído un balón en lugar del carro de control remoto como él lo había solicitado. Un poco desconsolado le comentó su sorpresa a la mamá. —Pedí un carrito y ¡trajeron un balón! —¿Crees que a tu nuevo compañero le guste? — preguntó la madre —Creo que sí, no sé— iré a verlo —No, primero desayunas, arreglas tu cuarto y entonces puedes salir —Si má… Apenas probó bocado, de prisa metió la ropa sucia debajo de la cama, ordenó el cobertor, tomó los dos regalos y salió a la carrera. Su compañero había llegado a vivir a dos cuadras de su casa por lo que llegó rápidamente. Con su mano izquierda cargó los dos regalos y con la mano que le quedaba libre tocó a la puerta. Un minuto después la puerta se abrió para dar paso al que Raúl supuso era el papá, quien le dijo: —Hola hijo, ¿que deseas? —Vengo a entregar un regalo que los reyes magos dejaron en mi casa para su hijo —¿Mi hijo?, ¿él lo pidió? — la cara del señor se tornó seria al igual que su tono de voz —Bueno, no— vacilante respondió Raúl


Alertado por las voces, el compañero de Raúl se asomó desde la pared de la cocina. No se movía ni tenía intenciones de hacerlo. Se quedó mirando muy quieto, atento al desarrollo de la plática. Con el rabo del ojo el padre se percató de la presencia de su hijo. Sin embargo, fingió no darse cuenta. Raúl en cambio al verlo agitó la mano en señal de saludo, el cual fue devuelto de manera muy tímida. —Mira hijo, no creo que Isaac haya pedido regalo alguno así que te voy a pedir que por favor te retires— le dijo secamente para enseguida cerrar la puerta sin dar más explicaciones. Desconcertado el niño se regresó por donde había venido, cabizbajo, sin explicarse que había sucedido o que había hecho mal. Fue su mamá quien con ese gran corazón que tienen todas las madres le aclaró a Raúl lo que suponía había pasado. —Hijo, tienes un gran corazón, de eso no tengo la menor duda, pero aun eres pequeño para entender que hay familias como la de tu compañero quienes profesan una creencia diferente a la nuestra, eso no quiere decir que sean malas personas o que tú y él no puedan ser amigos más adelante, solo son diferentes en su manera de actuar y de pensar. Cuando seas mayor recordaras esto y entonces lo comprenderás. El resto del día Raúl se la pasó jugando con sus vecinos, dejando de lado lo que había vivido esa mañana. "Tenemos bastante religión para odiarnos unos a otros, pero no la bastante para amarnos" Jonathan Swift (1667-1745) Político y escritor irlandés. José Manuel Ambrocio...


Los Reyes Magos. Señoras y señores, que levante la mano quién no recuerda a su madre o a su padre decir: “Pórtate bien porque si no, los Reyes magos no vendrán, los Reyes magos no dejan juguetes a los niños que se portan mal, los Reyes magos todo lo pueden ver, todo lo pueden presentir, sentir y percibir, todo lo pueden escuchar, es más, te están viendo en este momento ¡y si llegan a venir te van a dejar un carbón en el zapato! porque te estás potando mal”… En ese entonces la chancla voladora descansaba bajo la cama o en el armario junto al cinturón, aquel verdugo mayor que se encargaba de hacernos pagar esos crímenes en contra del mandato riguroso de Mamá. El simple hecho de pensar que los Reyes magos no llegarían a tu casa era como morir en vida, era el castigo más grande que un niño podía recibir por encima de no ir a la casa de los abuelos o salir a jugar a las canicas, a tú las traes, a las cazuelitas o al avión, era peor que quedarte sin receso, peor que romper la ventana de los vecinos con el balón de fútbol por culpa de la pata chueca que heredaste de Papá, era peor que cuando tus padres descubrieron que te ibas de pinta, incluso era peor que romper los platos preferidos de Mamá y tirarlos en la parte trasera de la casa pensando que jamás te iban a descubrir, con decirte que era peor que soportar el tan mentado bullying escolar. Portarte mal del día 1 de Enero al 5 del mismo mes, era jugártela completamente, era caminar sobre la cuerda floja, era estar al borde del precipicio, sentado en el filo de la butaca, sólo así conocías lo que era tener “el Jesús en la boca”.


Que Melchor, Gaspar y Baltasar no llegaran a tu casa no significaba otra cosa más, que tú eras el niño más malo de todo el mundo, o por lo menos de todo el vecindario o el barrio. Si eso llegaba a pasarte, en ese momento estabas marcado y maldito como una Res. Todos sabían que la desgracia había caído sobre ti, que eras un muerto viviente sin camino, sin luz, sin sombra, sin nada. ¡Y claro!, no podías darte el lujo de ser el niño que se quedó sin Reyes porque serías apodado “El niño sin amor”, así que debías aguantar cualquier petición o demanda de los padres como lavar los platos, sacar la basura, ayudar a lavar el coche aunque lo dejaras más cerdo de lo que estaba, llevar al hermano menor a la tienda y soportar sus mil y un preguntas sobre todo lo que veía, y hacer todo tipo de encargos hasta de la vecina apodada “la acuaman” porque con su ojo de vidrio te contaba los tostones cada vez que pedía sus tortillas ya que gracias a la chismosa de “la tronchatoros” sabía que esos servían para jugar maquinitas en la tiendita de la esquina. Esos días eran trágicamente eternos, rengos y lentos como la semana de un obrero, un día antes de la gran llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar los dedos no alcanzaban para contar los segundos, minutos y horas. Los relojes se detenían exactamente en el mismo instante, sus manecillas dejaban de avanzar, se congelaban y petrificaban como si se tratara de un paro laboral en una fábrica de pan francés. Los nervios de punta, la histeria controlada por la ilusión de ver los juguetes que tanto deseabas, aunque hay que ser honestos y francos, sabías muy bien que no siempre te traían todo lo que pedías (¡sabrá Dios por qué!), pero aun así tenías la esperanza de mirar uno o dos juguetes de los


que tanto añoraste cuando ibas al centro comercial o al mercado y le pedías a mamá que te lo comprara, y tú sin saber que la pobre con el presupuesto ajustado se refugiaba en el clásico “Pórtate bien y los Reyes magos, te lo van a traer” Enrique Caro.


Queridos Reyes Magos... Aunque ya tengo mi edad, siempre quise volver a escribirles para pedirles por la paz en este mundo, que todos nos amemos como hermanos, que podamos vivir en unidad y amor, teniendo amor los unos a los otros lo tendremos todo, y siendo un poquito egoísta les pido que este 6 de Enero cuando lleguen sigilosos y pasen por acá por Puerto Rico, si ven mi casa, derramen un manantial de salud para mis hermanos y no olviden de darle de comer su yerbita y su agua a los camellos, que aquí se las tendré... Queda de ustedes Lourdes Lagardery


Carta a los Reyes Magos Apreciados Reyes Magos, sólo le pido que no haya soberbia en este mundo,ya que son muchas las personas que perecen al enriquecerse los políticos menospreciando al pobre y humilde. Que nunca ningún niño quedé en la calle y tenga un hogar digno donde vivir en unión con sus padres. También deseo que ningún niño con discapacidad quedé rezagado y violentados sus derechos sino un trato digno de superación. Libertad de expresión sin libertinaje y amor y convivencia entre todas las naciones sin racismo ni odios porque todos somos valiosos y somos seres humanos que aportamos en este Universo que Dios nos da. Ya no soy una niña soy una mujer adulta, pero pido salud y que se acaben las enfermedades y plagas mortíferas en esta humanidad. Deseo también la unión con el prójimo y con Dios respetando los valores y la ética moral y social sin dañar a nadie. Todos les ayudaremos Reyes Magos porque espero que con está humilde carta se creé conciencia de que cada día y como resolución necesitamos aportar y ayudarnos los unos a otros y vivir en un mundo de amor y paz con fe y esperanza. Necesito que en mi país Puerto Rico se construyan nuevos caminos y puentes para que sea más fácil llegar a los pueblos de la Cordillera Central ya que debido al huracán María se afectaron habiendo mucha tristeza y desgracia en mi país. Servicios de energía eléctrica que aún no hay en varias comunidades. Espero su atención y le agradezco su ayuda porque sé que nos brindará un abrazo solidario en amor y hermandad. Gracias, Marisol Sotomayor


Aquella noche era de alegría...mis hermanos y yo no dejábamos de sentir cosquillas en la panza brincábamos de una a otra cama de la emoción era imposible concebir el sueño sabiendo que ustedes nos visitarían, esperábamos con ansias encontrar alguna bonita sorpresa no importaba la marca o los efectos especiales que trajeran nuestros juguetes, simplemente que nos divirtieran y poder compartir y un poco digámoslo así presumir con otros niños... mamá nos mandó a dormir para que pudieran llegar ... y al despertar ahí estaba esa linda muñeca ojiazul de pelo rubio, con un chupón de plástico blanco que al quitárselo lloraba venía integrado un gorrito blanco que hacía juego con sus zapatitos y calcetitas... sin olvidar el pequeño detalle que también gateaba, con sólo activar un "on" o un "off" podía dar vida a mi muñeca... qué tiempos aquellos sin duda una infancia muy bonita... ¡Gracias reyes! Ivo Aalg


Queridos Reyes Magos Gracias por los juguetes que nos hicieron llegar todos los años a mí y a mi hermano, eran muy humildes, servían más y los vecinitos terminaban jugando con ellos y con nosotros pues los suyos eran eso lujos, sus padres no los dejaban sacar ya que eran juguetes caros y los fuéramos a romper, ahora entiendo que nos traían juguetes que eran para eso, para jugar y no tenerlos guardados, todavía recuerdo aquellos jarritos y cazuelitas que llegaron algunos rotos, me decía mi abuela paterna seguro te los trajo Baltazar, el viene en la mula, se amulo y se hecho a medio camino, llegaron los costales al suelo y se rompieron, fueron años y juguetes llenos de amor, alegría y diversión, gracias por no dejar que fuéramos niños cibernéticos, ojalá y volvieran esos tiempos, donde niños y niñas salíamos a las calles a jugar y divertirnos, no estar detrás de una pantalla Ana María Andrade Rodríguez


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