¡Qué flaca y descolorida luce señora flamenco!, los más antiguos lagartos bostezan de aburrimiento. Se puso traje de luto pantera, pues quedó viuda; el pobrecito pingüino, muy lejos del hielo, suda. El lobo se ha vuelto bobo, abre el erizo sus púas y alborotan la prisión mítines de cacatúas. La cebra se ha acostumbrado al traje de la prisión, camello más jorobado, mapache no es un ladrón. Un oso que fue gitano añora su libertad, armadillos y tlacuaches un túnel quieren cavar. Exótico papagayo se ha atrevido a preguntar: -¿Por qué estamos prisioneros, niñito de la ciudad?
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