POR LA GRACIA DE DIOS

Page 96

www.pasionclub.com “Vete allá y dile bien alto a aquellos pecadores amantes del placer, que si no se arrepienten, de aquí a 40 días la ciudad será destruida”. Pero, Jonás tenía prejuicios contra Nínive porque sus habitantes no pertenecían al mismo pueblo que él y, por eso, no quiso ir a donde Dios lo enviaba. ¿Qué sucedió? Hizo exactamente lo que el Diablo quería. Dios le había dicho: “Vete a Nínive”, es decir, al este, y Jonás hizo exactamente lo contrario, tomó un barco y fue hacia el oeste, en dirección a España. Satanás siempre nos manda en dirección opuesta a la de Dios. Al tomar esa actitud Jonás metió a toda la tripulación del barco en una tremenda dificultad. Se levantó una terrible tempestad cuyas olas llevaban al barco de aquí para allá como si fuera un pesazo de corcho. El desesperado capitán imploró a sus dioses que lo libraran y le pidió a los marineros que hicieran lo mismo. Sin embargo, todo fue en vano. De modo que pensó: “Este debe ser un juicio de Dios, ¿qué podemos hacer para aplacar su ira? Al hacer una ronda por las bodegas del barco, se sorprendió al encontrar a Jonás durmiendo profundamente, tal vez al lado de algún rollo de cuerdas: Levántate, dormilón”, le ordenó enojado, “y ora también a tu Dios”. La verdad es que Jonás estaba exhausto y cansado de tanto luchar contra Dios, y hasta su mente estaba agotada en la lucha contra el deber. Al huir de Dios había quedado muy agitado tanto como quedaríamos nosotros si diéramos “coses contra los aguijones”. Cuando el profeta fugitivo despertó y se dio cuenta de las violentas sacudidas del barco, confesó: “El culpable de todo soy yo. Échenme al mar y enseguida se calmará”. El capitán no quería hacer lo que Jonás le decía, pero ante la insistencia del fugitivo y en vista del peligro que enfrentaba, decidió atender su pedido y lo tiró en medio de aquellas terribles olas. Jonás estaba seguro de que moriría ahogado, pero los planes de Dios para aquel hombre testarudo eran otros. El Señor lo había enviado a Nínive en una misión de misericordia y sus órdenes debían cumplirse. En vez de caer en las aguas, como el profeta esperaba, cayó dentro de la garganta abierta de un gran pez y resbaló hacia el estómago del monstruo. El pobre hombre quedó aterrorizado al darse cuenta de lo que le estaba sucediendo. Puedo imaginarme a Jonás esforzándose para mantenerse de pie dentro del aquel “dormitorio” que se balanceaba misteriosamente, Su cabeza tocaba al “techo”y sin duda comenzó a preguntarse: “Dónde estoy ¿ Poco a poco, fue comprendiendo que estaba en la barriga de un enorme pez, donde hasta la respiración era difícil Todo a su alrededor era oscuridad, terriblemente oscuro. “¡Dios mío, ten misericordia de mí!” Fue su oración de angustia. Lo único bueno que se puede decir del vientre de aquel enorme animal es que significó el fin de la misión de Jonás a favor de Satanás.. Tres días después en el estomago del pez lo colocaron nuevamente en la carretera que iba a Nínive. “La salvación es de Jehová”exclamó desde aquellas profundidades (Jon. 2:9). Todos sus prejuicios raciales desaparecieron. Ahora estaba dispuesto a ir a donde Dios lo mandara. De pronto, el aposento donde se encontraba comenzó como a encogerse y se sintió empujado por un pequeño canal hasta la inmensa garganta del pez que

pasionclub@yahoo.com

Page 96


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.