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Ser sordomudos no es impedimento para lograr su objetivo y obtener una maestría en educación
Texto y foto: Manuel Pool
Los papás de Jorge Santiago Jacinto fallecieron durante la pandemia, pero en honor a su memoria y en agradecimiento por tanto esfuerzo que hicieron para ayudarle con sus terapias y dando el tiempo necesario para que pudiera comunicarse como una persona normal a pesar de su sordera, le llevó a hacer una promesa que ayer finalmente cumplió concluir su maestría en educación, en el área de docencia.
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Ayer, él fue parte de un grupo de 90 Egresados de Posgrado de la Universidad Santander Yucatán, entre ellos otros dos compañeros sordomudos, Marcela y Alejandro, quienes demostraron que cuando se quiere, se puede vencer todas las adversidades para alcanzar el éxito.
Al finalizar la Ceremonia de Graduación, con ayuda del maestro Adrián May, intérprete de lenguas de señas mexicanas y quien también está estudiando su maestría en educación en la Universidad Santander Campus Yu- catán, el maestro Jorge comentó al equipo de Peninsular Punto Medio, que es originario de la Ciudad de México, donde labora como administrativo, además de que da clases de lengua mexicana de señas en la Unam.
“Fue gracias a un amigo, el maestro René, quien es sordo y estudió su posgrado a distancia en la Universidad Santander de Mérida, que conocí de este programa y me animé a tomarlo”, dijo Santiago Jacinto, acompañado de su esposa, Angélica Hernández, y dedicó este logro académico a la memoria de sus padres Daniel y Felipa, y también comentó que en estos momentos está estudiando su doctorado también en la Universidad Santander, campus Yucatán.
Es muy importante destacar que este campus que tiene bajo su dirección general a Gonzalo Homá Mendiburu, es la única que ofrece la opción para que profesionales de la educación sordomudos puedan obtener su maestría, ya que por las características especiales que debe de contar la institución para poder darles una atención especial, ac-
Servicio
“Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”, Santa Teresa de Calcuta.
tualmente no hay otra que atienda esta necesidad.
También alcanzó el grado de maestría Marcela Gómez de la Cruz, quien viajó desde la capital del país a Mérida, acompañada de su esposo, Miguel Ángel Enciso Minor, y de sus padres, Ernesto y Mayra Angélica.
Marcela, quien por cierto ofreció un mensaje a nombre de sus compañeros de generación, comentó que labora en un Instituto Pedagógico que atiende a niños con problemas de lenguaje.
“Llevo 18 años trabajando para niños sordos de preescolar y primaria, en la actualidad atiendo a 120 que a diario viajan inclusive desde lugares lejanos como Chalco a la Ciudad de México para recibir sus clases”, explicó y agregó que gracias a la tecnología logró concluír a distancia este nivel de estudios, aunque batalló para leer con el zoom los labios de los maestros y un poco con la señal de internet, así como con el traductor que en ocasiones no era tan certero, pero agradeció la paciencia y dedicación de los académicos y cuando no es una necesidad real sino un capricho de la otra persona. de sus compañeros para explicar a detalle el tema y que no quedaran dudas, y tal fue el gran desempeño de esta maestra que hasta obtuvo mención honorífica.
El tercero de los alumnos que como sordomudo alcanzó su objetivo y concluyó su maestría en educación es Alejandro Padilla Lora, quien es originario de Culiacán, Sinaloa.
“Yo trabajo en la Escuela contar con uno.
Normal de Educación Especial del Gobierno del Estado, y también en una asociación en la que trabajamos con jóvenes sordos”, dijo y agradeció a su esposa Estefany Mendoza, quien también es maestra sorda, y a su niña Jimena, de ocho años, a quienes tuvo que privar de su presencia los fines de semana, tiempo que dedicó a sus estudios, que finalmente ayer concluyó.
Asociación Nacional Pro Superación Personal, A. C.
Anspac una asociación fundada en 1974 con la misión de promover la superación integral de las personas.
Esta superación está basada en conocer y desarrollar los valores humanos fundamentales en los aspectos: físico, económico, intelectual, afectivo, social, estético, moral y espiritual.
Ser servicial es hacer repetidos y constantes actos de servicio a los demás. La persona servicial lo es en la escuela, el trabajo, la familia, pero también en la calle; viven siempre atenta, observando y buscando el momento preciso para ayudar a alguien. Cuando reciben un favor de otra persona se siente un profundo agradecimiento hacia ella.
Hacer de la vida un servicio, no es más que el reflejo de la capacidad de amar. Amar y servir es algo difícil de separar, puesto que servir es la manifestación más hermosa y directa de la capacidad de amar.
Algunos consejos para ser una persona servicial:
Ser fuerte y saber decir no,
Aprender a decir “si puedo”, aunque se esté ocupado con otras cosas.
La rectitud de intensión, se nota cuando una persona actúa por interés o conveniencia.
Reconocer y agradecer a las personas serviciales.
Descubrir detalles de servicio en lo cotidiano y lo común como recoger los platos después de comer, mantener en orden los artículos personales, ceder el paso a las personas mayores, ayudar a un compañero que no entiende la tarea.
Observar cuantas cosas hacen los demás por uno.
Dejar de pensar “siempre me lo piden a mí”. Tomar encueta cuantas veces se niega la ayuda, por lo que el motivo para pedirlo puede ser por que uno nunca ayuda o que se espera un día
Si se pide algo, no estar pensando si nos gusta o no, sino empezar inmediatamente a realizarlo pensando que no es una carga sino un servicio.
Para servir de una manera real y efectiva hace falta iniciativa, capacidad de observación, generosidad de corazón y solidaridad para con los demás, haciendo todo aquello que se desea que hagan por uno mismo.
“La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive a lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad. El que no vive para servir no sirve para vivir” (Santa Teresa de Calcuta).
El servicio a los demás es una parte clave de nuestra vida por qué con el reflejamos nuestros sentimientos profundos de amor hacia los demás, lo cual traerá como consecuencia un pleno sentimiento de felicidad. Es importante que sea de manera espontánea y sincera.
“Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor”, Santa Teresa de Calcuta.
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