Experimentos fascinantes con plantas
Experimentos fascinantes con plantas José Luis Acebes Arranz María Luz Centeno Martín Antonio Encina García Penélope García-Angulo (Coordinadores)
Experimentos fascinantes con plantas / José Luis Acebes Arranz ... [et al.] (coordinadores).– [León] : Universidad de León, [2019] 163 p. : il., fot., gráf. ; 29 cm ISBN 978-84-9773-949-7 1. Plantas-Experimentos. I. Universidad de León. II. Acebes Arranz, José Luis 581.08 De acuerdo con el protocolo aprobado por el Consejo de Publicaciones de la Universidad de León, esta obra ha sido sometida al correspondiente informe por pares ciegos con resultado favorable. Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrarse o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso previo por escrito de los titulares del copyright.
© Universidad de León © Los Autores
ISBN: 978-84-9773-959-7 Depósito Legal: LE-455-2019 Diseño, maquetación y tratamiento digital de las imágenes: Juan Luis Hernansanz Rubio Imprime: Safekat. Impreso en España / Printed in Spain Mayo, 2019
Queremos agradecer a cuantos han contribuido de una u otra manera a que esta publicación finalmente viera la luz: A la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales, que en todo momento ha acogido esta iniciativa docente y nos ha brindado toda clase de facilidades para llevarla a cabo. A la Escuela de Formación de la Universidad de León, por las ayudas económicas concedidas año tras año para el desarrollo de los Experimentos, mediante distintas convocatorias de Proyectos de Innovación Docente. A los alumnos voluntarios que han participado en las actividades del Día de la Fascinación por las Plantas y que año tras año han ido aportando mejoras en los Experimentos recogidos en el libro. Queremos hacer una mención especial para aquellos que han elaborado los vídeos que se han incluido en el canal de vídeo Experimentos Fascinantes con Plantas, que es un complemento ideal de esta publicación: Verónica Alonso, Rosa Blanco, Ana Diez, Sofía Fernández, Alejandra Gallardo, Sara Martínez, Santiago Michavila, Víctor Moreno y Sarah Panera. A los profesores y alumnos de Enseñanza Primaria y Enseñanza Media que han asistido a los talleres y nos han trasladado sus opiniones. Al Área de Publicaciones de la Universidad de León, y en particular a D. José Manuel Trabado, por la acogida calurosa de esta iniciativa. Asimismo, queremos agradecer a los dos informantes externos que han evaluado el manuscrito; sus informes han contribuido notablemente a la mejora de la publicación. Por último, a todos cuantos han aportado ideas, iniciativas, o nos han manifestado su entusiasmo; sus «¡guau!» o «¡como mola!» han sido la motivación definitiva que hemos recibido para llevar estos Experimentos al papel.
5
PRESENTACIÓN: LA FASCINACIÓN DE EXPERIMENTAR CON PLANTAS Pág. 11
1. MOLÉCULAS FASCINANTES
(Romina Martínez Rubio y María Luz Centeno Martín) Pág. 17 1.1. Obteniendo ADN visible. Extracción de ADN Pág. 22 1.2. El etileno y la maduración de los frutos. Las frutas maduras producen etileno Pág.26
2. TRANSPIRACIÓN: EL CONTROL DE LA PÉRDIDA DE AGUA (Laura Pascual Vallejo y Penélope García-Angulo) Pág. 33
2.1. Poros que regulan el hambre y la sed. Observación de estomas al microscopio Pág. 37 2.2. ¿Cuánto transpiran las plantas?. Una medida de la transpiración Pág. 41 2.3. Diseñando una planta artificial. Transpiración y transporte por el xilema Pág. 45
3. FOTOSÍNTESIS EN ACCIÓN
(Alba Manga Robles y Antonio Encina García) Pág. 49 3.1. Discos de hoja con flotadores de oxígeno. Fotosíntesis en acción Pág. 52 3.2. Experimentando con el color de la luz. Luz verde o luz roja ¿es lo mismo? Pág. 56 3.3. Cronometrando la fotosíntesis. ¿Es posible cuantificar la intensidad del proceso? Pág. 58
7
4. EL ALMIDÓN, UN COMPUESTO POLIVALENTE
(Néstor Prieto Domínguez y María Luz Centeno Martín) Pág. 61 4.1. ¿Hay almidón en mi mortadela? “La prueba del lugol” Pág. 66 4.2. ¿De qué planta procede esta harina? Observación de amiloplastos Pág. 70 4.3. Construyendo un “madurómetro”. ¿Cómo están de maduros mis plátanos? Pág. 75
5. LOS COLORES FASCINANTES DE LAS PLANTAS
(María del Carmen Humanes Jurado, Laura Lindo Yugueros, Laura Pascual Vallejo y José Luis Acebes Arranz) Pág. 79 5.1. La lombarda indicadora. Un medidor de pH en una lombarda Pág. 84 5.2. Arte vegetal. Pintando sobre papeles impregnados en extracto de lombarda Pág. 87 5.3. Un árbol de color encendido. Pintando sobre una hoja de lombarda Pág. 91
6. “DE BUENA TINTA”… EXPERIMENTOS FASCINANTES CON TINTAS INVISIBLES (Cristina del Amo Mateos, María Quevedo Araus y José Luis Acebes Arranz) Pág. 97 6.1. Mensajes invisibles con patata. Almidón revelado con vapores de yodo Pág. 102 6.2. Escritura invisible con limón. Revelado con calor Pág. 105 6.3. La lombarda de los espías. Revelado con extracto de lombarda Pág. 108
8
6.4. Escribiendo con flores blancas. Revelado con luz ultravioleta Pág. 111
7. PLANTAS DINAMITERAS
(Romina Martínez Rubio, Diana Mieres Roza y José Luis Acebes Arranz) Pág. 115 7.1. Explotando globos con cáscara de naranja. Propiedades de los aceites esenciales Pág. 119 7.2. Verduras explosivas. El poder de la catalasa Pág. 122 7.3. Una bomba limonera. Zumo de limón y bicarbonato: una mezcla explosiva Pág. 126
8. LOS MOVIMIENTOS DE LAS PLANTAS. EXPERIMENTANDO CON LOS TROPISMOS
(Iris Asensio García, Samuel Huerga Fernández, Carlos Frey Domínguez y Penélope García-Angulo) Pág. 129 8.1. Fototropismo de obstáculos. A vueltas con los fototropismos Pág. 133 8.2. Moviéndose al son del color. El fototropismo y la calidad de la luz Pág. 137 8.3. Plantas en Z. Observando el gravitropismo Pág. 142
9. EL MUNDO MICROSCÓPICO DEL POLEN
(Santiago Michavila Puente-Villegas y Laura García Calvo) Pág. 147 9.1. Los granos de polen: filigranas al microscopio. Cómo estudiar los tipos de polen Pág. 152 9.2. ¿Es mi miel mil flores?. Los pólenes de la miel Pág. 161
9
Presentaciรณn LA FASCINACIร N DE EXPERIMENTAR CON LAS PLANTAS
LAS PLANTAS,
ESOS SERES FASCINANTES
Estamos tan acostumbrados a convivir con las plantas, que no solemos prestarles la atención que se merecen. Imaginemos que, de repente, desaparecen todas las plantas y sus productos. ¡Flop! ¡Dejarías de leer este libro! El papel en el que está impreso procede mayoritariamente de la pasta elaborada a partir de madera y almidón, que provienen de plantas. Además, la mesa y la silla —o el sillón— donde te encuentras… ¡se esfumarían!, y con ellos los demás muebles de la habitación, ya que la madera con la que están construidos procede de árboles. ¿Y qué diríamos de nuestra ropa? El algodón de nuestras camisetas y de la ropa vaquera procede de las semillas de las plantas de algodón. Y eso por no hablar de los alimentos (ya que, o proceden directamente de plantas, o de animales que se alimentan de plantas), o de muchas de nuestras medicinas, perfumes, productos industriales, biocombusti-
bles… ¿Y si empezáramos a hablar de los parques y las zonas verdes…? Un niño lo expresó así: “A ver si lo he entendido bien: sin plantas no podemos comer, ni vestir, ni viajar, ni respirar… Luego sin plantas ¡todos morimos!”. Nuestra vida depende de una forma muy sustancial de las plantas. Pensemos que, en términos absolutos, toda molécula de oxígeno que respiramos se ha producido en un cloroplasto, y que las moléculas orgánicas que consumimos se han generado inicialmente también en cloroplastos.
Precisar la fascinación Fascinante, según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), significa: “sumamente atractivo”, y una de las acepciones de fascinar es: “Atraer irresistiblemente”.
13
Las plantas nos fascinan, nos resultan “sumamente atractivas”, provocan en nosotros una “atracción irresistible” son “alucinantes”. Hay atracciones fatales, como las de las plantas carnívoras que dirigen a los insectos hacia ellas: los atraen con sus colores y aromas y luego... Hay otras atracciones que no son tan peligrosas y resultan en un beneficio mutuo, como las que sienten los polinizadores por las flores a las que visitan. Las plantas también nos atraen a los seres humanos, pero por sus colores, aromas y formas, por su belleza en general y por su diversidad. Por ello decimos que las plantas son fascinantes. Y cuanto más las conocemos, más las admiramos, y más nos dejamos fascinar por ellas.
Experimentar la fascinación La capacidad de admiración —aunque no aparezca como tal en los libros— es uno de los rasgos propios de la especie humana. La observación atenta de nuestro entorno nos provoca asombro. En los niños esta capacidad de maravillarse se manifiesta muy pronto: basta ver cómo se dejan sorprender por el casi infinito número de estrellas en una noche de verano, por el colorido de una amapola, o por el lento caminar de un insecto. Más adelante, en muchas personas esta fascinación por el entorno natural se va penetrando de una inquietud intelectual: a una capacidad de observación más aguda, se va uniendo el planteamiento de preguntas concretas, y la capacidad de desarrollar procedimientos y recursos para intentar responderlas. Surgen así los inicios de una vocación científica, que en algunos de estos “fascinados”, se irá abriendo paso hacia unos estudios superiores.
14
Contagiar la fascinación Al mismo tiempo, con la capacidad de admiración, surge en el ser humano la inquietud por comunicar a otros aquello que le fascina, todo aquello que uno va descubriendo y considera valioso y útil. Desde el “¡mira, papá, el cielo está lleno de estrellas!”, al “¡mira cómo se mueve!”. Pero comunicar requiere su técnica. Comunicar con eficacia requiere experimentar, buscar el método más oportuno. La comunicación eficaz ha de ser vital, contagiosa, fascinadora.
“¡Cómo mola!” Uno de los momentos más gratificantes en el proceso educativo se produce cuando el profesor recibe de algún alumno la exclamación espontánea de su fascinación al sorprenderse por un experimento: “¡cómo mola!”, “¡guau!”. O cuando un alumno expresa al final de una sesión de laboratorio: “¡Qué tarde tan fantástica hemos pasado!”. Estos alumnos han sido picados por el “gusanillo de la fascinación”. Esta picadura es contagiosa, y se transmite de unos alumnos a otros. En ella se encuentra la base de otra fascinación, la que podemos llamar la seducción por la enseñanza, y que se deja entrever cuando los jóvenes son capaces de “perder tiempo” para dedicárselo a otros y comunicarles lo que les entusiasma. Los protagonistas son ellos. La puesta en escena. Los pequeños detalles. Hacer ellos los experimentos antes, para que vean por dónde se puede “torcer” el experimento, o dónde pueden incluir ese “golpe de efecto” que suscite el “¡guau!”. Pues bien, el libro que tienes delante ha nacido y ha crecido al calor de esta experiencia del “¡cómo mola!”.
El Día de la fascinación por las Plantas
Experimentos fascinantes con plantas
En la década actual, el día 18 de mayo recibe el nombre de “Día internacional de la fascinación por las plantas” —su acrónimo en inglés es FoPD— (ver https://plantday18may.org/ y https:// epsoweb.org/all-events/fascinationof-plants-day-2019/). Se trata de una iniciativa promovida por la Organización Europea de Ciencias de las Plantas (EPSO), orientada a concienciar sobre la importancia que tienen las plantas para el presente y el futuro de nuestro planeta, y poner de manifiesto la fascinación que sentimos por ellas. Hasta el momento se han celebrado cuatro ediciones oficiales, en 2012, 2013, 2015 y 2017. La quinta está prevista para 2019.
Uno de estos eventos, que viene celebrándose desde la primera edición del FoPD, es el Taller “Experimentos fascinantes con plantas”, auspiciado por la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León (Figura 1). Cada una de las actividades son preparadas por pequeños grupos de alumnos voluntarios –algunos de los cuales son autores de los diferentes capítulos de este libro–, bajo la tutela de un profesor. Esos experimentos son la base de esta publicación. Todos ellos –salvo alguna excepción– reúnen una serie de características: • Funcionan. Proceden de la experimentación. Han sido puestos a punto y se han presentado y representado repetidas veces. • Son activos. El que hace el experimento, pasa a ser actor, a tomar parte activa. No se trata solamente de observar curiosidades de plantas, sino de trabajar con las manos, con los ojos, con la cabeza –y, en definitiva, con todos los sentidos–, facetas sorprendentes de las plantas.
Figura 1. Grupo de alumnos de 4º curso de Primaria participando en uno de los módulos del taller “Experimentos Fascinantes con Plantas”, tutelados por dos monitores.
Por citar algunos datos, en la edición de 2017 se organizaron en 52 países 1019 eventos, promovidos por instituciones muy diversas (Jardines Botánicos, Universidades, Ayuntamientos, Centros de Investigación, etc.). Casi un 10% de las actividades (89 en total) fueron organizadas en España por 48 instituciones diferentes.
• Son fascinantes. Van orientados a suscitar el asombro y la fascinación por las plantas. Enseñan propiedades insospechadas de las plantas y, a veces, aplicaciones asombrosas de esas cualidades en la vida diaria. • Son sencillos. Requieren un equipamiento bastante básico. Solo en algunos de ellos se precisa un microscopio o algún reactivo de laboratorio, de los que suelen existir en los centros de enseñanza.
15
• Son rápidos. Se realizan en poco tiempo (la mayoría de ellos se completan en menos de media hora). • Son didácticos. Terminan con una breve reflexión y quieren fijar una conclusión sobre algún aspecto del funcionamiento de las plantas. • Son versátiles. Han sido redactados pensando en alumnos de Secundaria, pero esos mismos experimentos, con pequeñas adaptaciones, sirven también para alumnos de Primaria (así lo hemos comprobado en múltiples ocasiones, Figura 2). Los experimentos pueden ser muy útiles también para alumnos universitarios. En la sección “para saber más” que se encuentra al final de cada experimento se aportan datos interesantes para completar o para fundamentar con más rigor el experimento realizado. Muchos de estos experimentos están disponibles en vídeo. Se pueden encontrar en youtube, en el canal de vídeo: “Experimentos fascinantes con plantas”.
Experimentar la fascinación Estas actividades pretenden sobre todo dar ideas para sumergirse en el fascinante mundo de las plantas desde un punto de vista experimental. Desde una perspectiva docente, en función del contexto, pueden servir al profesor para introducir o apoyar el método científico, para fomentar la creatividad de los alumnos, para incidir en algún aspecto teórico o aplicado de las plantas o, simplemente… para suscitar el asombro.
16
Figura 2. Alumnos de enseñanza primaria elaborando mensajes invisibles con tintas obtenidas a partir de extractos de plantas (Ver capítulo 6).
En nuestra práctica docente hemos tenido ocasión de comprobar que los mayores enemigos del proceso educativo, tanto de alumnos como de profesores, son la rutina y la desgana, unidas al desaliento. Los experimentos que proponemos aquí han contribuido a que un buen número de alumnos universitarios hayan sentido la fascinación por la práctica docente. De hecho, en la edición del FoPD17, fueron 99 los alumnos voluntarios que expusieron sus actividades a personas de toda edad y condición y se dejaron atrapar por los experimentos fascinantes con plantas. ¿Quieres ser tú también de los atrapados por la fascinación de experimentar con plantas? Pues ¡pasa la página y experimenta con nosotros!
1.
MolĂŠculas fascinantes
1
INTRODUCCIÓN "Casi todos los aspectos de la vida se organizan en el nivel molecular, y si no entendemos las moléculas nuestra comprensión de la vida misma será muy incompleta". [Sobre el ADN] Francis Crick
Los organismos vivos están formados por moléculas orgánicas, aquellas constituidas por átomos de carbono que se unen covalentemente entre si formando un esqueleto y que, además, pueden contener grupos químicos con átomos de hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre principalmente. Las propiedades y la funcionalidad de las moléculas orgánicas dependen en gran medida de su tamaño (determinado sobre todo por el número de átomos de carbono), de su configuración espacial (forma de la molécula) y de los grupos funcionales ligados al carbono. Los seres vivos, entre ellos las plantas, son capaces de producir gran cantidad
de moléculas orgánicas que contribuyen a su crecimiento y presentan funciones muy diversas. Muchas de esas moléculas se incluyen en uno de los siguientes cuatro grupos principales: hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Los hidratos de carbono pueden ser moléculas sencillas (monosacáridos), disacáridos (dos monosacáridos unidos) y polisacáridos. Los dos primeros son utilizados por las células como fuente de energía y constituyentes de otros compuestos; un claro ejemplo es la glucosa. El disacárido sacarosa es la forma en la que se transportan los azúcares en las plantas. Los polisacáridos tienen un papel
19
Romina Martínez Rubio y María Luz Centeno Martín
1
estructural cuando forman parte de componentes celulares, p. ej. la celulosa y las hemicelulosas de las paredes celulares de las células vegetales, o son moléculas de reserva de energía y átomos de carbono que la célula hidroliza y utiliza cuando lo necesita (almidón, ver capítulo 4). Algunos lípidos de plantas también representan formas de almacenamiento de energía celular, tal es el caso de los triglicéridos (grasas y aceites), y otros son componentes mayoritarios de las membranas biológicas (fosfolípidos y esfingolípidos), por lo que la función de estos últimos sería estructural. Otros desempeñan papeles especiales, como las ceras de la cutícula, que contribuyen a reducir la pérdida de agua en las partes expuestas de la planta. También los carotenoides, pigmentos que participan en la captación de luz en la fotosíntesis, pertenecen a un grupo de lípidos. Las proteínas están formadas por aminoácidos, subunidades moleculares más sencillas (Figura 1.1), y son las macromoléculas más versátiles de las células. Están implicadas en casi todos los procesos metabólicos, pues la mayoría de las enzimas, moléculas que aceleran las reacciones en los organismos, son proteínas. Sirven como componentes estructurales, tal es el caso de la tubulina y la actina, dos proteínas constituyentes del citoesqueleto. También hay proteínas de reserva como las gluteninas y gliadinas que almacenan las semillas de cereales. Otras participan en el transporte celular p. ej. los canales de membrana, o tienen funciones reguladoras (activadores y represores de la expresión de genes, proteínas receptoras de señales, etc.). De hecho, el conjunto de proteínas que posee cada tipo de célula determina en gran medida su apariencia y sus funciones.
20
Los ácidos nucleicos son, al igual que las proteínas, moléculas grandes y complejas. Pueden ser de dos tipos: el ácido desoxirribonucleico o ADN, y el ácido ribonucleico, ARN. El primero representa el material hereditario de las células y la base molecular de los genes, que contienen las instrucciones para la síntesis de todas las proteínas. El ARN transmite la información del ADN desde el núcleo al citoplasma celular, donde se produce la síntesis de proteínas, proceso en el que el ARN participa directamente. Algunos ARN pueden actuar incluso como catalizadores biológicos (ribozimas).
Figura 1.1. Estructura química del aminoácido serina. Las bolas corresponden a átomos de carbono (negras), oxígeno (rojas), nitrógeno (azul), hidrógeno (grises).
Además de estos cuatro grupos, las plantas sintetizan otras moléculas, por lo general de menor tamaño, pero con funciones igualmente muy importantes. De entre estas se pueden destacar los metabolitos secundarios, llamados así porque no parecen tener funciones directas en el desarrollo de las plantas, y las hormonas vegetales. Muchos de los primeros tienen funciones ecológicas, de manera que protegen a las plantas frente a herbívoros y microorganismos patógenos, atraen a insectos polinizadores, o tratan de evitar la colonización del entorno por parte de especies competidoras de aquella que los produce. Las hormonas vegetales son moléculas que regulan todos los procesos
1. Moléculas fascinantes
de desarrollo que suceden en la planta a lo largo de su ciclo vital, así como muchas de las respuestas de la planta frente a diferentes factores de estrés. En este capítulo se presentan dos experimentos. El primero trata sobre un tipo de macromolécula, el ADN, que se puede ex-
1
traer de diferentes materiales de plantas aplicando un método muy sencillo. En el segundo se trabaja con una molécula reguladora, pequeña y minoritaria, que es el etileno, la hormona vegetal que regula la maduración de muchos frutos.
21
Romina Martínez Rubio y María Luz Centeno Martín
1
1.1. OBTENIENDO ADN VISIBLE EXTRACCIÓN DE ADN
RESUMEN El ADN (ácido desoxirribonucleico) es la molécula donde reside la información genética de todo ser vivo. La secuencia de nucleótidos que forma el ADN de cada organismo es exclusiva y característica de este. Por tanto, la extracción y el posterior análisis del ADN se pueden aplicar para determinar la paternidad de un individuo, identificar a un criminal a partir de muestras recogidas en la escena del crimen, o conocer las variedades de vid con las que se ha hecho un vino. Estos son tan solo algunos ejemplos de sus muchas aplicaciones. En este capítulo se muestra un método sencillo para extraer el ADN de guisantes y observarlo a simple vista, sin necesidad de microscopio ni del uso de técnicas de laboratorio sofisticadas.
INTRODUCCIÓN El ADN es la molécula biológica que contiene la información genética de todo organismo, incluidas las plantas. No las menospreciemos por ser esas “cosas” verdes carentes de sentimientos… ¡Son igual de válidas en el conocimiento de la vida! El ADN es considerado la molécula de la herencia ya que las células son capaces de replicar su ADN para dar lugar a dos copias idénticas que, posteriormente, se reparten de manera equitativa entre dos células hijas durante el proceso de división celular. Por tanto, una célula es capaz de transmitir la información genética almacenada en su ADN a sus descendientes, gracias a la replicación de la molécula y a la división celular.
22
Las células procariotas, como las bacterias, tienen un ADN circular que se encuentra en el citoplasma. En las células eucariotas de animales, el ADN aparece en dos localizaciones: a) el ADN nuclear, que está constituido por diferente número de moléculas lineales (dependiendo de la especie) asociadas a proteínas, formando los cromosomas, y b) el ADN que encontramos en las mitocondrias, representado por cientos de copias de ADN circular, muy similar al de bacterias. Las células eucariotas de plantas, además de tener ADN nuclear y mitocondrial, presentan ADN en los cloroplastos, que está constituido también por abundantes copias circulares. Atendiendo a su composición bioquímica, el ADN es un polinucleótido, es decir, un polímero constituido por unidades denominadas nucleótidos. Cada nucleótido está integrado por una base nitrogenada, que pude ser adenina, timina, citosina o guanina, por el monosacárido desoxirribosa y por el ácido fosfórico. Cada nucleótido se une al siguiente a través de un enlace fosfodiéster. Como los grupos fosfato en disolución están disociados y tienen una carga negativa, la molécula de ADN en conjunto tiene carga negativa, y por tanto carácter ácido, como recoge su nombre. La secuencia de nucleótidos del ADN de cada ser vivo es característica y exclusiva de este, lo que permite su identificación a través del análisis de la molécula. En este experimento extraeremos ADN utilizando como material de partida diferentes partes de plantas y fundamentándonos en las propiedades químicas de la molécula.
1. Moléculas fascinantes
1
Figura 1.2. Materiales empleados en la realización del experimento.
El descubrimiento del ADN En 1952, James D. Watson y Francis Crick propusieron un modelo para explicar la estructura secundaria del ADN. Para ello, se basaron en los resultados obtenidos por otros investigadores, como Rosalind Franklin, Erwin Chargaff y Maurice Wilkins. El modelo que propusieron se ha denominado desde entonces la doble hélice de ADN. Según el modelo, la molécula está integrada por dos cadenas de polinucleótidos complementarias, dispuestas de forma antiparalela. Las bases nitrogenadas de una y otra hebra quedan situadas hacia el interior de la estructura, enfrentadas entre sí y enlazadas mediante puentes de hidrógeno. Los grupos fosfato quedan situados hacia el exterior.
MATERIALES Para realizar el experimento necesitaremos los siguientes materiales (Figura 1.2): • 250 gramos de guisantes frescos o congelados. También se puede hacer con una cebolla grande, con 100 gramos de plátano, etc. • Zumo de piña. • Recipientes de vidrio. • Líquido lavavajillas. • Batidora. • Agua y sal. • Colador. • Probeta. • Cuchara. • Alcohol del 96% muy frío.
23
Romina Martínez Rubio y María Luz Centeno Martín
1
MÉTODO EXPERIMENTAL Para extraer el ADN, los guisantes se colocan en un vaso de vidrio y se añade un volumen de agua que los cubra por completo (si se utilizan otro material de mayor tamaño, p. ej. una cebolla, es conveniente trocearlo antes). Los guisantes se trituran entonces con una batidora. Al batido resultante se le añaden dos cucharadas de líquido lavavajillas y una cucharadita de sal (unos 3 gramos), y se remueve vigorosamente con una cuchara durante 5 minutos. Tras dejar reposar otros 15 minutos, la mezcla se pasa a través de un colador y se deja caer el filtrado sobre un cuenco de vidrio. A partir de aquí se utiliza solo una parte de la mezcla colada, de modo que se pasan unos 50 mililitros a una probeta de vidrio y se añade un buen chorro de zumo de piña (15 mililitros). Se agita todo tapando la probeta con la mano y luego se deja reposar alrededor de 5 minutos. Durante ese tiempo se puede retirar con cuidado la espuma que pudiera haberse formado en la capa superior, utilizando para ello papel de cocina.
Finalmente, se incorpora a la probeta un volumen de alcohol etílico muy frío equivalente al de la mezcla, añadiéndolo lentamente, dejando que resbale por las paredes internas de la probeta, y tratando de evitar que se mezcle con la solución acuosa. Ésta última, que contiene los restos celulares y los compuestos extraídos del material vegetal, permanecerá en la parte inferior, mientras que el etanol se situará por encima debido a su menor densidad. La mezcla se mantiene en reposo otros 5 minutos y en ese tiempo comenzarán a aparecer unos filamentos blancos entre las dos capas que irán ascendiendo: ¡es el ADN de los guisantes! (Figura 1.3).
¿QUÉ HEMOS APRENDIDO? Para extraer el ADN, lo primero que se hace es romper los tejidos, motivo por el cual el material vegetal se tritura con la batidora. Además, cuando se añade el jabón lavavajillas se consigue desorganizar las membranas celulares, incluidas la membrana plasmática y la nuclear. De ese modo se libera el ADN que contenían las células, el cual sale al exterior y se disuel-
Figura 1.3. Resultado del experimento. Los “ovillos” o grumos blancos que aparecen en la interfase y posteriormente ascienden en la fase alcohólica corresponden a las hebras de ADN.
24