Revista psicoactiva noviembre

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Onceava Edición Año I Quetzaltenango

Revista Psicoactiva. Todos los derechos reservados.

Dirección editorial, redacción y administración.

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Psicoactivo Editor. Revista Psicoactiva núm. 11 Quetzaltenango, Quetzaltenango. GUA, C.A. Guatemala

Diseño y Edición Digital

Bryan Castro www.bryancastrogt.com (Quetzaltenango) Teléfono/Cel. 5570.0864 © Revista Psicoactiva. © Revista Psicoactiva para su versión digital

Reserva del Derecho de Autor. Consejo de redacción Contacto: psicoactivate2013@gmail.com

Tema “El mito del nacimiento del Heroe”

Alexander Orozco. Tema “Tecnología y novedades ¿deterioro o evolución?”

Evelyn A. Selada. Tema “Bestias divinas”

Cristhian Castro.


Editorial Año I Quetzaltenango

En el último siglo la humanidad sufrió explosiones simultáneas que la lanzaron a una nueva era. El hombre viajó al espacio y vio el infinito, los científicos se ocupaban de decodificar la secuencia de nuestro ADN. Los ingenieros comenzaron a construir sistemas informáticos y todos los esfuerzos tecnológicos se vieron enfocados en la creación de una “inteligencia artificial”. La aparición de la informática, el internet, el mundo virtual y lo digital expandió nuestras mentes. Mientras tanto, los departamentos universitarios de Psicología y centros de investigación se enfocaban en estudiar la estructura fisiológica del cerebro además de la composición y efectos de sustancias que permitían la exploración de la mente, alteraban

o modificaban la conciencia. Esto permitió comenzar a cuestionarse cosas como; ¿Qué es la Conciencia? ¿Qué es nuestra percepción de la realidad? ¿Qué limites tiene la mente? En menos de 100 años el hombre ha evolucionado como nunca antes. La evolución humana fue más bien una sustitución de dogmas, convicciones, pensamientos e ilusiones y no necesariamente solo mutaciones o alteraciones drásticas o dramáticas de genes. Es decir, la evolución humana ha sido más cultural que biológica. Vivimos en una era tecnológica, informática, mediática, y a veces, patética. El Hombre como especie se ha sabido adaptar muy bien a cualquier condición. Cualquier cambio biológico o ambiental que sufra repercutirá en su mente y comportamiento. La humanidad no es solo una especie, sino un estado mental. La Humanidad tendrá que sacudirse de las hojas viejas, como si de un árbol se tratara. El árbol de la humanidad tendrá que sacudirse con cada cambio de estación y botar las hojas viejas. El Hombre necesitara tirar esas cadenas instintivas


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obsoletas, para una evolución biológica y psicológica. Desechara lo que ya no necesita y se aprovechara de los recursos que tenga. Una de las primeras hojas en caer seria el lenguaje. Cada vez la tecnología modifica la forma de comunicación. El lenguaje no verbal como los gestos, el volumen y el tono de voz en las conversaciones ya no serán importantes, en la actualidad las conversaciones a distancia, en línea, videoconferencias y el texting hacen que el contacto visual ya no sea importante en las conversaciones. La comunicación y la información serán posiblemente digitales. El pensamiento filosófico seria la siguiente hoja en caer. Cada vez más la ciencia dura borra el arcoíris de la filosofía tradicional, el pensamiento filosófico estará orientado al amor de conocer

las cosas de una forma directa. Abiertos a un universo por descubrir, cosas por conocer y muchas otras que desaprender, nuestra mente sufrirá cambios dramáticos. Al caer la hoja del pensamiento filosófico, pasó trayendo a otra, la de la religión. Los cambios de pensamiento filosófico resquebrajaron también al pensamiento religioso o teológico. Con las apresuradas evidencias que da la ciencia, la iglesia se ve en peligro. La espiritualidad se vivirá libre de cualquier religión opresora y nuestro Dios será la ciencia, no porque la vayamos a alabar, sino porque la vamos a necesitar, nos hará sobrevivir en un mundo en donde solo se podrá mover por información. La siguiente hoja en caer, es la de la moral y ética, casi simultáneamente con la de la religión. Los conocimientos adquiridos modificaran nuestras mentes y con ello nuestros valores cambiaran también. Al cambiar nuestra mentalidad cambiaran también las


leyes, normas y códigos que regulan nuestro comportamiento. La sociedad que se sostenía de un andamiaje moral y religioso se cae pero nace una nueva, aunque más reducida, más sana gracias a la bioética. Los nuevos valores humanos serán pocos y estarán orientados a la dignidad de la persona y al respeto de toda clase de vida y su relación con el cosmos. Los sistemas políticos y las fronteras entre naciones desaparecerán y la misma humanidad se habrá homogenizado tanto. La familia será una de las últimas hojas en caer, la reproducción humana estará muy bien controlada gracias a la eugenesia y la bioética. Todo esto sería una larga transición y nuestras mentes entraran en shock. La mayor influencia para dicha transición será la educación. Pero ¿Cómo se tendría que educar a los niños? ¿Qué se les

enseñara a los niños en el futuro? Es necesario que suceda un cambio pedagógico en las únicas instituciones encargadas actualmente de sintetizar seres sociales y producir miembros de la cultura; estas son la familia y la escuela. La familia se deberá encargar de la transmisión de habilidades heredadas, de genes y hábitos que sean beneficiosos, mientras que la escuela, que una vez se encargó de reproducir los pensamientos en la sociedad, ahora deberá potenciar las habilidades de los sujetos infantiles y exponer sus mentes a la realidad tanto como le sea posible. Así las mentes ya no deberán martirizarse más en memorizar y repetir sino en conocer y saber plantear preguntas para la vida.

Editor Revista Psicoactiva. Quetzaltenango, octubre de 2014


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Título: El mito del nacimiento del héroe Coatepeque

“Escuchar no es simplemente permanecer en silencio frente a alguien que habla.” -Augusto Pérez, “Ser Terapeuta, 30 años Navegando en Mundo Ajenos”Según el autor Otto Rank, los mitos constituyen un fuerte deseo del ser humano por llegar a construir historias en donde existe un héroe, el cual pasa por un camino muy estrecho para poder ser glorificado, en su libro “El mito del Nacimiento del Héroe” pone énfasis a un sin fin de mitos, en donde busca una correlación que le esclarecerá mucho acerca de por qué en cada cultura existe un héroe colectivo, Según este Autor el héroe es una proyección infantil de la mente del niño el cual presenta sentimientos hostiles que desplaza por parte de él hacia el progenitores (hacia los padres).

Tras narrar los mitos de Moisés, Paris, Perseo, Jesús, Zoroastro, Télefo, y otros más… El Autor busca rasgos esenciales, pues en el caso de Moisés y Paris, que comparten casi el mismo relato del abandono en el rio y la salvación por una madre sustituta, el cual desde el punto de vista del psicoanálisis, lo interpreta como el nacimiento del niño, ya que el cesto donde va depositado simbólicamente representa el vientre de la madre, y el rio emerger del agua o sumergirse al agua en sí, significa la parida (nacimiento) del niño hacia este mundo. Para O. Rank “el héroe desciende de padres de la más alta nobleza; habitualmente es hijo de un rey. Su origen se halla precedido por dificultades, tales como la continencia o la esterilidad prolongada, o el coito secreto de los padres, a causa de prohibición externa u otros obstáculos”. El héroe representa el deseo de desligamiento por parte de este hacia los progenitores, ya que los mitos son representaciones infantiles por parte del homo sapiens, O. Rank afirma que “existe una clase de neuróticos cuya condición nos revela que no han logrado resolver el problema del


desligamiento. Para el niño pequeño, los padres son, ante todo, la única autoridad y la fuente de toda fe”. El héroe de cada cultura por lo general siempre se ve negando o rechazando a sus progenitores, no cómo signo de avergonzamiento, sino porque él en su psique busca un reemplazo de progenitores de mayor rango. Ya que el niño conoce a otros padres y los compara con los suyos, y de este modo empieza a encontrar motivos para dudar del carácter incomparable y único que le había atribuido en un principio. Los incidentes triviales de la vida del niño, denota cierto sentimiento de insatisfacción, lo que impulsa a criticar a sus padres, convenciéndose cada vez más que los otros padres son preferibles.

Para O. Rank el niño, en realidad, no reemplaza al padre sino que lo exalta y afirma lo siguiente: “El esfuerzo para sustituir al padre real por otro más distinguido, no es sino la expresión de la nostalgia del niño por aquella época feliz desaparecida, en que el padre parecía todavía el más fuerte y más grande de todos los hombres, y la madre la más buena y la más hermosa de todas las mujeres”. En el estudio de los sueños nos aporta rico material que puede ser analizado, dando expresión a lo siguiente; “la interpretación de los sueños nos enseña que aun en años posteriores, en los sueños con emperadores y emperatrices, estas personas de la realeza representa al padre y la madre, así, la sobreestimación infantil de los padres perdura en los sueños del adulto normal”. Freud a explicado de forma general que los sueños se convierten en fantasías; en estás reaparecen los mismos datos, pero conforme a una disposición enteramente nueva, sin prestar ninguna atención a la sucesión natural de los actos. O. Rank tenía un concepto muy claro acerca del origen de la neurosis; “ La esencia


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de la Neurosis, como así también de todas las capacidades mentales superiores, abarca una actividad especial de la imaginación, ya que se manifiesta primordialmente en el juego del niño y que, desde el período que precede a la pubertad, tiene por tema las rebeliones familiares” El héroe debe de enfrentar a sus padres, como signo de desligamiento por parte de ellos, para lograr una independencia crucial en su vida. Para terminar indico al lector que vaya y compre o descargue el libro de O. Rank “El mito del nacimiento del Héroe” ya que sólo así, comprenderá este relato de una forma maravillosa, ya despidiéndome O. Rank afirma: que los mitos de héroes representa por muchos rasgos esenciales, a las ideas delirantes de algunos psicóticos que padecen delirios

de persecución y grandezas, esto es en los paranoicos. Su sistema delirante se relaciona en forma muy similar al del mito del héroe, de modo que revela la presencia de los mismos temas psicológicos. Un claro ejemplo sería, que los psicóticos pueden afirmar que las personas que dicen ser sus padres no lo son realmente, pues creen descender de algún personaje principesco del cual debieron separarse de forma misteriosa. “Nada Puedes Enseñarle a un hombre: Sólo puedes ayudarlo para que lo descubra dentro de sí mismo”. -Galileo-

Alexander Orozco. Psicología Clínica. Coatepeque


Título: Flor otoñal Quetzaltenango

Brindo por ella; la flor otoñal, castaña y brillante que la brisa del ocaso siempre intenta despeinar; una copa, por la dueña de los ojos diamante que expresan soltura y sincera amistad; marrones seductores que llevan al débil extasiado a volar; otra más por la que carga consigo la esencia del amor, que refleja con mirada tenue que la naturaleza fiel no se podía equivocar… Flor otoñal, que se desliza en el viento tranquila y sin afán de impresionar al bullicio cruel de la vida; flor otoñal de tez alba que cuenta latidos y acelera los sentidos; tu que envuelves con tus alas cuando el frio destempla las ganas y aturde el deseo de gritar; tu que te pareces al noble claro de sol que se asoma a la ventana cuando el iluso se niega a despertar…

Flor sigilosa tal fiera al acechar que persigue la razón sin esperar apuntar a la verdad; hoja silenciosa que en la ráfaga se desliza y acaricia la nube sin levantar sospecha que su razón fue entregar su espontaneo brío; delicada flor con rubor de miel, que carga la historia de quien fue y lleva orgullosa el estandarte de lo que será al entregar su intención fiel; amiga entregada, compañía desinteresada, flor otoñal de alma sensible destinada a ser por siempre luz…

Luis Ángel Moir. Psicología Clínica. Quetzaltenango

Flor otoñal autentica y sin censura, con pasión y desamor, cansada de las palabras vanas, preparada para abrazar al amor; ella que esconde el secreto de las letras, flor que seduce los versos privados de libertad; la que calla cuando no existe nada de qué hablar y la que grita cuando la razón desborda su interior; amante de la sombras que exponen la dulzura de su ortodoxo expresar…


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Título: Cerebros Digitales Psicología del futuro

¿Cómo será el Hombre del futuro? ¿Cómo será la Humanidad dentro de 100 años? ¿Cómo habrán evolucionado nuestras mentes? ¿Somos conscientes del cambio que está experimentando nuestro cerebro en estas últimas décadas? Vivimos en la era de la información y a inicios de una vida virtual, la gran y rápida expansión de la tecnología no solo está cambiando nuestra forma de sentir y comportarnos, sino que está cambiando nuestros cerebros. Recientes investigaciones demuestran que 1 hora diaria de exposición a la computadora produce importantes alteraciones en las conexiones neuronales, esto porque nuestros cerebros son plásticos y moldeables, y recordemos que los cerebros de los niños los son aún más. El

neurocientífico Gary Small en su libro “El cerebro digital” (2008) comenta que; “Aunque no somos conscientes de las transformaciones que se están produciendo en nuestros circuitos neuronales o cableado cerebral, se trata de unas alteraciones que, con su, repetición se pueden convertir en algo permanente.” Cada vez los niños aprenden a manejar aparatos tecnológicos con mayor rapidez y en edades más tempranas. Sin embargo, son los jóvenes quienes se encuentran más expuestos al imparable torrente de tecnología, todo esto representa una evolución. Evolucionar significa sencillamente pasar de un estado primitivo o menos avanzado a uno más avanzado, mediante selección natural, es decir una compleja interacción del medio ambiente y nuestros genes que permite conservar lo favorable y rechazar lo perjudicial. Por otra parte, la era tecnológica o digital presenta consecuencias negativas como; los efectos que tienen las imágenes de violencia de los medios de comunicación sobre nuestros


pensamientos, la necesidad del cerebro a realizar varias cosas a la vez pueda generar trastorno de falta de atención, o agotamiento cerebral. Por primera vez y gracias a la misma tecnología podemos ver a través de imágenes fantásticas de nuestro cerebro, como experimentamos las emociones, que nos sucede cuando jugamos un videojuego, como realizamos actividades, y que pasa en nuestro cerebro cuando vemos televisión o navegamos en internet. El neurólogo y experto en ciencia cognitiva Richard Ristak, en su libro “Nuestro nuevo cerebro” (2003) comenta; “Durante los últimos 20 años hemos aprendido tanto acerca del cerebro humano, que bien puede hablarse de un cambio revolucionario en nuestra interpretación. La era del cerebro antiguo

ha sido remplazada por la del cerebro nuevo. […] Gracias a los adelantos de la tecnología, los científicos ya han logrado establecer correlaciones entre funciones cerebrales y la personalidad, han sintetizado fármacos de diseño para el tratamiento individualizado de pacientes con depresión, ansiedad, y otras afecciones neuropsiquiátricas. Han correlacionado determinados fenotipos defectuosos con los comportamientos violentos o antisociales. Gracias a estos progresos y a la promesa de otros aún mayores para el próximo futuro. No sería exagerado postular que, en adelante, la evolución del cerebro humano dependiera más de la tecnología que de la biología.” No sabemos si en el futuro aun exista la psicología, o al menos su parte aplicada, la psicoterapia. Esto nos hace pensar en lo dicho por el psicólogo Martin Seligman (1998) que vivimos en la era de la psicoterapia y autoayuda pero quizá va siendo hora de admitir que el ser humano esta constituido de tal manera, que muchas veces no es posible la modificación. El científico Dieter Zimer (1986) dijo: “La mayoría


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de las psicoterapias actualmente disponibles se han edificado sobre bases científicamente inseguras, y algunas son pura charlatanería.” Las esperanzas para la psicoterapia se muestran escasas, y las expectativas parecen ser desalentadoras, como lo expresa la psicóloga Tana Dineen (1999) al afirmar que la psicoterapia carece de utilidad y que “el gremio psicoterapéutico con una fachada humanitaria esconde una industria insaciable y engreída que exhibe datos por lo general no contrastados, administra terapias capaces de infligir graves daños y ejerce un efecto destructivo sobre la cohesión social. El fundamento de la psicología moderna, que es el pensamiento crítico, está abandonado desde hace mucho tiempo, y remplazado por el afán de dinero y de poder. ” EL psicólogo evolutivo Geoffrey Miller en su artículo “La ciencia de la sutileza” (2002)

comparte su predicción para los próximos 50 años sobre la ciencia que estudia nuestro comportamiento y emociones, es decir la psicología. Argumenta que; “Los introspeccioncitas del siglo XIX se centraron en sí mismos, olvidándose de los demás, y describieron un mundo interior de extrema riqueza. Los conductistas del siglo XX se olvidaron de sí mismos, centraron su atención en los demás y describieron una burda naturaleza humana basada en el aprendizaje y computación. Los psicólogos del siglo XXI abolirán esta distinción entre uno mismo y los otros, entre la subjetividad y la objetividad, mediante la exhibición de un registro neuronal y genético que dé cuenta incluso de las manifestaciones más fugaces, caprichosas y ambivalentes de la conciencia humana. Todo ello debería dar por resultado una ciencia mucho más humana, una ciencia que incluya a todo el mundo.” “La naturaleza retorna siempre, por más que tratemos de expulsarla.” -Sigmund Freud-


Título: Tecnología y novedades ¿deterioro o evolución? La Esperanza

(Este artículo es escrito nuevamente por Kain ya que es un tema que me interesa mucho y creo saber más sobre él que Evelyn) “La maquinaria, la tecnología, las herramientas de la evolución… Computadoras, calculadoras, cada evento nos acerca a la destrucción. Un buen día, nuestra creación logrará despertar, Y yo no creo que su mente deje que un ser inferior la pueda controlar” Esta letra es parte de una canción que escuché a los 10 años y desde entonces quedó grabada en mi memoria. Me fascinó e intrigó en gran manera qué tan cierto podría ser algún día, y siento un éxtasis muy efímero cuando me doy cuenta que yo soy parte de ésta época en que la letra de la canción está volviéndose realidad y ésta felicidad es reemplazada con el miedo que todo esto implica. Toda la tecnología, las redes sociales han impactado a toda la sociedad pero me enfocaré en qué significa esto para la psicología.

Actualmente hay psicólogos que dan tratamiento por medio de la red, es algo muy controversial entre los profesionales. La mayoría de psicólogos que conozco están en contra de las redes sociales, han abandonado el uso de la tecnología pues creen que nos deshumaniza, probablemente tengan razón pero pienso que de lo que no se percatan es que ésta situación no va a “mejorar” sino va a empeorar. El hecho de que una persona no salga de su casa en todo el día sino se mantenga frente a su computadora hasta para comer y sólo se levante para ir al baño ya no se considera como una conducta “anormal” para la sociedad. Es común que una persona lleve a todos lados su celular y lo revise diez veces al día. Estoy seguro que dentro de algunos años, los profesores aceptarán trabajos de sus alumnos con oraciones como “T kiero muxo xq rs lo + imxtant in my life!” Sinceramente me pregunto si los criterios para considerar un trastorno psicológico van a cambiar adaptándose más a nuestra sociedad. ¿Será que vamos a encontrar entre los criterios de depresión “la persona debe escribir tres estados al día en su FaceBook que denoten tristeza o desánimo” o el trastorno de personalidad narcisista “la persona publica más de 5 fotos propias a la semana”…. “Tonterías” dirán algunos psicólogos, “imposible”


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“estupideces” “ridículo” dirán otros, y tal vez tengan razón... ¿pero qué tal si no? También me pregunto si los métodos de tratamiento deben cambiar. Jorge García Montaño asegura de que la creencia de que nuestros problemas presentes tienen origen en nuestra niñez es una forma tonta y fácil de ver las cosas, nuestro sufrimiento no se debe a nuestras vidas pasadas sino a la imposibilidad de movernos en nuestra época y consumir en el presente. Y yo lo veo con mis propios ojos cómo la sociedad considera que mucha de su gente va caducando en su conducta, creencias y aprendizaje. Yo a mis 23 años ya me considero obsoleto completamente. ¿Sabía usted que ahora existe un “anillo alarma” que utiliza la gente cuyo propósito es vibrar a una hora deseada para que funcione como despertador y no despierte al cónyuge o pareja con que se está durmiendo? ¿Sabía usted que ya se puede conectar nervios a un brazo robótico que hace sentir a la persona lo que el brazo está tocando? ¿Sabe sobre la existencia de una máquina que ya puede reconocer si usted es feliz o no? Pues todo esto ya existe y le aseguro que pronto caducará por algo mejor… “Pero toda esta información me es completamente inútil” podría decirme usted, pero…¿lo es? ¿o los inútiles somos nosotros?

Honestamente no creo que la psicología deje de existir ni que la psicoterapia dejará de ser necesaria, pero sí creo que esta ciencia tomará un rumbo que a la mayoría de profesionales dedicados a ésta área no les gustará. Pues ya casi no nos identificamos por nuestra personalidad, nuestras creencias, muchas veces ni siquiera con nuestro nombre sino ahora nos identificamos con un número, con un correo electrónico y con nuestro título. Pues hay muchos “Kain H.” pero no hay otro kainhiwa24601@----- y si marcas 5419---- sólo contestaré yo, nadie más. Será algo fascinante y espeluznante de ver en qué resulta todo esto: Un deterioro de la humanidad o un proceso de evolución. Por mi parte, creo que es la última opción pero me rompe el alma admitir que ya no formo parte de ello. (Nota de Evelyn: Te perdonaré el “creo saber más de este tema que Evelyn” sólo porque me invitaste a comer ayer)

Evelyn A. Selada. Psicología Clínica. La Esperanza


Título: Bestias Divinas Coatepeque

“El mono miró dentro de su mente y vio todo el cosmos allí reflejado”- V.S. Ramachandran – Carl Sagan en su libro “Los dragones del edén” (1977) nos ofrece un estudio interesantísimo sobre el desarrollo y evolución de la inteligencia humana. Partiendo de una serie de especulaciones científicas, por supuesto todas con evidencias paleoantropológicas, restos fósiles y estudios biológicos modernos, nos explica como la evolución del hombre y el desarrollo de su cerebro guarda mucha relación con la metáfora del Jardín del Edén. El desarrollo de la inteligencia, la evolución del cerebro, o comer del fruto prohibido del conocimiento en otras palabras, trajo consigo la expulsión del paraíso. Dios condenó al Hombre a sentir culpa y vergüenza. El conocimiento del bien y el mal, los juicios morales y el pensamiento abstracto, son aspectos que residen en el recién

adquirido neocórtex. Al salir del paraíso el hombre perdió su antigua condición, ahora sentiría dolor al parir, el cerebro ahora capaz de tener juicios morales y haberse desarrollado, hiso que nuestras cabezas fueran más grandes y causaran más dolor al nacer. Por otro lado, a la Serpiente (reptil) también la condenó a arrastrarse sobre su cuerpo. Charles Darwin, en su libro “El origen del Hombre” (1871) expone evidencia científica y pruebas de que el hombre desciende de una forma inferior, en específico de un ancestro simiesco. Así como el hombre tuvo un ancestro antiguo, la serpiente también tuvo un ancestro que caminaba y no se arrastraba. Existen vestigios anatómicos en serpientes que muestran que han evolucionado de reptiles cuadrúpedos (Dinosaurios), “dragones” como la alusión de Sagan en su libro. Además, Darwin comenta que las diferencias más importantes entre el Hombre y otras especies son; la Conciencia y el sentido moral. Darwin, marcó con su teoría de la evolución, mejor dicho de la “selección natural” una nueva


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forma de entender y comprender al Hombre y la Vida. Sus expediciones a otras tierras y conocer otras razas lo llevaron a sostener que el hombre tenía similitudes a especies inferiores. Con ayuda de la embriología y la biología encontró afinidades y hasta la misma genealogía del Hombre. Para Darwin, el Hombre tenía un origen animal, que provenía de un ancestro simiesco del mundo antiguo (África). Sigmund Freud, con sus aportaciones y descubrimientos en psicología, mantuvo una estrecha relación con la doctrina evolucionista de Charles Darwin. Freud estudió la mente del hombre con un rigor científico y descubrió que estaba regida por instintos, como un animal más de la naturaleza. Trató de demostrar con un rigor científico a través de sus investigaciones y obras que el hombre, su comportamiento, incluso el inconsciente eran regidos por leyes inexorables parecidas a las leyes biológicas, físicas y matemáticas que rigen nuestro organismo y la naturaleza. Sus teorías sobre el sexo, el inconsciente, los sueños, la cultura, la religión y la condición humana irritaron a otros científicos y a la misma humanidad, su psicoanálisis y teorías aun molestan y hacen temblar al hombre al revelar

tabúes y verdades que tal vez resquebrajen el narcisismo del Hombre y de la humanidad. La guatemalteca Margarita Carrera, en su libro “El desafío del psicoanálisis freudiano” (1988) comenta que científicos de rigor, en especial Freud y Darwin son tachados de herejía y sus ideas tomadas como tabú aun hoy en día, esto por herir con sus descubrimientos la vanidad de la humanidad y al recordarle al Hombre que también es un animal. Para muchos, Freud le quitó la condición divina al hombre, pero a cambio le dio la libertad de comenzar a conocerse tal y como es, libre de tabúes. Para el Hombre es muy difícil despojarse de su antigua visión del mundo y de sí mismo, por otra que replantea todo. Debemos aceptar nuestra verdadera, maravillosa y “divina condición”, podría creerse que solo somos unos monos más, pero ¿es solo eso? ¿Unas bestias y nada más? Nuestra aparente singularidad nos hace sentirnos diferentes, como una especie agregada o escogida. Si bien es cierto nuestros familiares más cercanos, en el árbol de las especies son los chimpancés y los orangutanes, esto no nos hace ser necesariamente monos.


Nuestra “singular” especie, Homo Sapiens, es en realidad el descendiente de un ancestro en común que logró sobrevivir hasta hoy. En la antigüedad existieron otros homínidos, parecidos a nosotros, pero solo nosotros sobrevivimos. Con nuestra aparición y evolución, el universo pudo cobrar conciencia de sí mismo. V.S. Ramachandran en su libro “Lo que el cerebro nos dice” (2011) explica que gracias a la selección natural, el cerebro de nuestros antepasados sufrió pequeños ajustes y una pequeña expansión de la corteza. Y asegura sin miedo a equivocarse que el área de Wernicke en el lóbulo temporal izquierdo es exclusiva del Hombre. Por otra parte, los lóbulos parietales han crecido hasta 7 veces más que el de los chimpancés, al punto de crear las circunvoluciones angular y supramarginal, áreas que albergan habilidades humanas por antonomasia. Entonces, no somos solo monos, somos bestias divinas. Nuestro cerebro evolucionó al punto de desarrollar facultades intelectuales

superiores, como la imaginación, la conciencia, el pensamiento abstracto y la introspección, se llegó a tener alma. Somos el resultado de muchos cambios, arreglos, ajustes, modificaciones, alteraciones y variaciones que nos han hecho sobrevivir hasta convertirnos en Humanos. Hemos perdido pelo, nos hemos erguido en dos patas, nos ha crecido la cabeza, hemos salido del “Edén” y nunca antes ha existido un cerebro como el nuestro. Y como proclamó Timothy Leary en alguna ocasión “Nuestro cerebro es Dios”. “El más humilde organismo es todavía una cosa infinitamente superior al polvo inorgánico que huellan nuestros pies, y cualquiera que se consagre sin prevenciones al estudio de un ser viviente, por simple que sea, no podría menos que quedar absorto de entusiasmo ante la contemplación de su maravillosa estructura y de sus propiedades”. -Charles Darwin-

Cristhian Castro. Psicología Clínica. Coatepeque


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