CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIOCULTURAL de NIETZSCHE HISTÓRICO. ( 0,50 PUNTOS.) La vida de Nietzsche abarca la segunda mitad del siglo XIX (1844-1900), un período muy convulso y agitado en el que se entrecruzan diversos movimientos de transformación políticos, sociales y económicos, entre los que podemos mencionar el proceso de industrialización (la “segunda Revolución industrial”), la aparición de un nuevo tipo de capitalismo, la corriente nacionalista y liberal de Adam Smith, y los movimientos obreros con el marxismo (marcados por la lucha entre la burguesía y el proletariado). Extendiéndose en Francia, Alemania, Países Bajos y EEUU. El siglo XIX es un siglo de enfrentamientos entre tendencias opuestas como el liberalismo, el tradicionalismo, el socialismo, el anarquismo..., enfrentamientos que darán lugar a luchas nacionales, guerras territoriales y revoluciones sociales. Se trata, en definitiva, de una época en la que los viejos ideales de la Ilustración empiezan a “derrumbarse”, siendo Nietzsche uno de sus mayores críticos. Pues garantizaban un final feliz para el hombre, bien a través del orden burgués y el desarrollo científico técnico o bien por la implantación de la sociedad comunista. Nietzsche no compartía estas ideologías. Merece destacar el rechazo al marxismo y a la lucha obrera. Pero coincide con Marx en la visión materialista del mundo y en la alienación, sobre toda religiosa. Por otra parte, en el último cuarto del siglo XIX se va consolidando la segunda Revolución Industrial en Alemania, gracias al aumento demográfico y a los avances científicos y técnicos (en concreto, gracias al descubrimiento de la electricidad y su aplicación a los procesos de fabricación). Todo ello, unido a una mejora de las comunicaciones, terminará por situar a Alemania como la primera potencia económica del momento. La cara negativa de este proceso la representan las pésimas condiciones laborales en las que se hallaba el proletariado de la época. Su situación estimulará la aparición del movimiento obrero Alemania, en el siglo XIX se dan cita la mayor parte de los movimientos y fenómenos que acabamos de citar. De un lado Alemania está inmersa en un proceso que va desde su nacimiento como Estado hasta su transformación en un Imperio. En 1815, con la derrota de Napoleón, Prusia se anexionó Renania, según lo establecido en el Congreso de Viena, y los príncipes alemanes crearon la Confederación Germánica, una coalición integrada por 39 estados independientes, excepto en la política exterior. En Alemania, tras la guerra franco-prusiana, en la que participó Nietzsche, y la unificación de 1871, impulsada por Bismarck, se impuso un modelo de Estado liberal-nacionalista Nietzsche, se mostraría siempre crítico con el nacionalismo e imperialismo alemán. De hecho, Nietzsche criticará la realidad misma del Estado, porque, según él, el Estado es un instrumento creado por los “débiles” para protegerse y vengarse de los “fuertes”. Prusi a llegó a consolidarse como un país altamente nacionalista y militarizado, que concentraba todos sus esfuerzos en el logro de un estado alemán en competencia con los estados circundantes. Nietzsche presenció esta manipulación de las masas y de la opinión pública en favor del nacionalismo y fue testigo de cómo la vida cultural, artística, literaria, filosófica y religiosa, estaban al servicio de la ampliación del estado prusiano. El triunfo de los prusianos embriagó a la cultura alemana, que se vio reducida