en Roma, 1675. El Año siguiente, 1676, el P. Pedro de Mena imprime la tercera edición de la vida y virtudes y milagros del apóstol del Perú el Beato Francisco Solano. Ese mismo año se traduce al alemán y se publica la segunda edición del P. Fr. Diego de Córdoba publicada en Munich con el título de “Leben Tugenden un wundeswerk desz Apostols von Peru” y aparecen otras obras en alemán. Luego aparece la primera vida en francés: “La vie du bienheareux Pere Francois Solano” (“La vida del bienaventurado Padre Francisco Solano”). El 10 de septiembre 1683 Inocencio IX permite abrir la causa de canonización. El 27 de febrero 1687, se dispensa el que pueda abrirse el proceso, por insuficiencia de la duda. Después de superar muchas dificultades de toda índole propias de estos casos. El 27 de diciembre de 1726 el Papa Benedicto XIII publico la Bula de canonización: “Ad fidelium Dei Servorum gloriam” y se hicieron las solemnes fiestas de su proclamación en la Basílica Vaticana. El Breve para la canonización llegó a Lima a principios del 1728: y la noticia auténtica de la canonización a fines de 1728. Al llegar la noticia del Breve, el Procurador General comunicó al Virrey y al Arzobispo. El virrey mandó se ilumine la ciudad por 8 días. El 24 de julio se celebró solemnemente la fiesta de San Francisco Solano. Después de la misa cantada se realizó la procesión por los claustros llevando las andas los cuatro regidores más antiguos y el estandarte el marqués de Santa María Alcalde de la Ciudad. Las campanas no se cansaron en su repiqueo, se hicieron fogatas, cohetes voladores, clarines, cajas y chirimías. Al llegar la noticia auténtica con la documentación pertinente decidieron celebrar solemnemente en septiembre de 1732, esperando se termine de pagar 10.000 pesos de los gastos de la canonización y se terminase de construir la gran sacristía del templo de San Francisco de Jesús de Lima.