Platea Magazine 100 Portadas

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Ibermúsica se suma a la celebración de la portada número 100 de Platea Magazine

¡Felicidades!

IBER MÚSICA 23.24

ibermusica.es

Orquestas y solistas del mundo de Ibermúsica Series Arriaga y Barbieri

FELICES 100, PLATEA

Por muchas más portadas con grandes momentos de la lírica y la cultura.

teatroreal.es

Fotografía © Laura Racero

EDICIÓN ESPECIAL 100 PORTADAS

MARZO 2024 / Nº 100

FOTOGRAFÍAS DE PORTADA © Gemma Escribano.

EDICIÓN: Madrid. Platea Magazine S.L.

DISEÑO: Iguacen Graphic & Visual

IMPRESIÓN: Imprenta Roal

ISSN: 2530-0954

DEPÓSITO LEGAL: M.33437-2016

PLATEA MAGAZINE respeta la libertad de opinión de sus colaboradores. Los textos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus firmantes y no representan la opinión oficial de la revista. Platea Magazine se reserva todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación sin la autorización previa y expresa de Platea Magazine. Se ha hecho lo posible para localizar a los propietarios de copyrights. Cualquier omisión será subsanada en futuras ediciones.

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Gonzalo Lahoz y Alejandro Martínez, codirectores de Platea Magazine. © Gemma Escribano. 2020

GRACIAS

De bien nacidos es ser agradecidos. Y lo cierto es que nuestras 100 portadas no habrían sido posibles sin la complicidad de muchas personas que, de un modo u otro, han contribuido a hacer de este medio lo que es hoy en día.

Si Platea se ha ganado un lugar en la actualidad de la música clásica, lo ha hecho gracias a las firmas que colaboran con nosotros regularmente, algunas de ellas desde nuestros mismos inicios y a las que en estas páginas queremos rendir tributo. Javier, Jordi, Enrique, Juanjo, una y mil veces gracias. Por vuestro tiempo, por vuestra pasión, por vuestra fidelidad y por vuestra confianza. Esta siempre será vuestra casa. Entre otros muchos colaboradores puntuales, es un honor contar siempre y desde el principio con vuestra opinión, vuestro criterio y vuestra sabiduría.

Y no menos agradecidos estamos a quienes nos han permitido sostener este edificio en pie y hacerlo viable. Pues Platea no es solo una cabecera editorial, sino que ha conseguido ser también una empresa independiente, que levanta la persiana virtual de su negocio cada mes con una nueva entrevista de portada, sin subvención pública alguna que nos coarte. Desde el principio hemos sentido la confianza de las principales entidades musicales de este país, ya bien como anunciantes, ya bien como cómplices a la hora de generar numerosos contenidos: Orquesta y Coro Nacionales de España, Teatro de la Zarzuela, Teatro Real, Gran Teatre del Liceu, Festival Perelada, Ibermúsica, Franz Schubert Filharmonía, Orquesta Sinfónica de Galicia, Centro Nacional de Difusión Musical… Son tan solo una muestra de las muchas, desde pequeños festivales en localidades remotas hasta grandes orquestas internacionales, que han creído que nuestros valores editoriales merecían la pena.

Y por último gracias también a los músicos e intérpretes, sin cuya dedicación y arte nada de esto sería posible. Solemos decir que valemos más por lo que callamos que por lo que decimos y es verdad, pues a menudo los artistas nos confían sus dudas, sus ilusiones, sus proyectos, y Platea siempre será una ventana abierta a sus reflexiones, reivindicaciones y experiencias.

A todos, gracias por hacer posible este sueño de libertad, pasión e independencia, con la palabra al servicio de la música.

Gonzalo Lahoz y Alejandro Martínez

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Orquesta y Coro Nacionales de España

¡Por muchos años más… !
Felicidades, Platea
Salvador Victoria Sin título, 1972. Serigrafía sobre papel, 71 × 50,1 cm. Museo de Bellas Artes de Bilbao. © VEGAP, Madrid, 2023

ESPECIAL PORTADA Nº 100

03 EDITORIAL

06 EL OFICIO DE LA ENTREVISTA

Por Gonzalo Lahoz.

10 UNA PASIÓN COTIDIANA

Por Alejandro Martínez.

14 EL VALOR DEL PRESENTE 100 PORTADAS

Con Joaquín Achúcarro, Raquel García-Tomás, Pablo Heras-Casado, Ruth Iniesta, Jorge de León, Bárbara Lluch, Joan Magrané, Alberto Miguélez Rouco, Alba Ventura, Rafael R. Villalobos.

31 RETRATAR AL ARTISTA

Por Gemma Escribano.

32 ESCRIBIR EN PLATEA

Por Enrique Bert, Juan José Freijo, Jordi Maddaleno y Javier del Olivo.

36 RELACIÓN DE PORTADAS

Nuestras 100 primeras portadas. Nombres, fechas y titulares.

48 PORTADAS IMPRESAS DESTACADAS

Diez portadas impresas que lo han marcado nuestro camino.

76 OTRAS ENTREVISTAS

Conversaciones publicadas en nuestro día a día con los protagonistas de la música clásica.

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El oficio de la entrevista

Platea como reflejo de cualquier teatro, auditorio o patio de butacas. De cualquier foro, tertulia o mesa camilla. De cualquier grupo de sillas sacadas al fresco a ver qué sucede por la calle. Platea, al fin y al cabo, como sinónimo de la palabra. La dicha. La escuchada. "La palabra al servicio de la música", que debería ser el básico de cualquier persona que se siente a escribir sobre esta última.

La palabra Platea tiene, de hecho y según la RAE, un origen incierto. En su análisis etimológico, del latín suele derivarse al griego, apuntando a un espacio abierto y plano, que también daría forma a los patios interiores de las casas mediterráneas. Ahí estaban los corrales de comedias que afortunadamente, aunque pocos, han sobrevivido hasta nuestros días... Me resulta profundamente bella esa conexión entre el teatro y el hogar y por ahí vino, más bien, la elección del término para dotar de personalidad a esta revista dedicada a la música clásica, que ahora alcanza sus primeras 100 portadas, a lo largo de 10 años: diciembre de 2015 a marzo de 2024.

Reflexiono al mismo tiempo que escribo estas líneas, tampoco quiero pensar demasiado sobre

ello, la verdad, porque diez años es a todas luces mucho tiempo. En la mayoría de las ocasiones, no en esta, demasiado. Y yo, sí, suelo repasar el pasado con profunda tristeza, con exaltada felicidad. Entre el escepticismo más absoluto sobre el sistema y la idealización de las personas que lo sostienen. Vivir en la hipérbole, como una vez recuerdo reír junto a Teresa Berganza, es una forma de sobrevivir. Todo ello lo he puesto en práctica en el día a día de Platea.

Como la vida, supongo, Platea Magazine es una y es mucha. Su realidad no es una sola, sino la de todas las personas que se han sentado a escribir en ella durante este tiempo y, por supuesto, Platea son todas aquellas vidas, artes e historias que hemos narrado de una forma u otra. A través de la crítica, a través de la actualidad más inmediata, con miles y miles de noticias al año, y a través de los diferentes artículos que hemos servido. No obstante, y esto es una opinión puramente personal, creo que si algo ha definido a Platea durante estas 100 primeras portadas y todo lo que ha acontecido entre unas y otras, es precisamente lo que les ha dado su razón de ser: la entrevista.

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Creo firmemente en la entrevista - al menos como yo la concibo - como el máximo exponente de la divulgación musical. Dar voz a los protagonistas sin dejar de tener una voz protagonista. Quiero decir, no preguntar por preguntar, no soltar la misma retahila de temas y preguntas en cada una de ellas, sino escuchar en cada pregunta y en su respuesta. Generar de esa reacción una nueva réplica. Ahondar en lo estudiado, en aquella escaleta memorizada sobre la vida y obra de quien tienes delante, pero sin dejar de estar abierto a fluir con cada curva de la frase. Y cincelarla, darle forma en la reciprocidad de la escucha. Hacer de todo ello un oficio.

Confieso que en esta forma de sentir la entrevista que he terminado desarrollando a lo largo de más de una década tiene mucha culpa la narrativa de Virginia Woolf. O eso me digo a mi mismo. No sé hacia dónde derivaré, pero toda su disertación y poética sobre el arte de la literatura lo he pretendido trasvasar hacia la escritura, sí, pero también hacia la escucha. Dotar de realidad a la palabra que te es dada, significarla. Ponerla en valor, en su justo valor para que la conversación no se ahogue. Conducirla exactamente por donde tú pretendes llevarla. Escoger, de entre toda la inmensidad de las palabras posibles, las más adecuadas para ese momento, esa frase previa - y la que preves surja después -, esa persona que se abre ante ti. ¡En vivo y en directo! Acertar con el peso, el color, la acentuación y la inflexión.

Y encontrarte, con todo ello, ante quien espera de ti ese apoyo, ese conocimiento, esa empatía. Y mirarle a los ojos, sin necesidad de guion. Eso, sentirte escuchado, es el más gratificante de los silencios. Como profesión no sé si puede haber alguna otra tan bella como la de la esucha. O sí, precisamente esa, la de aquellos y aquellas que suelen sen-

tarse delante de mí: crear los sonidos de la música, de un modo u otro y sí, también sus silencios. Dedicar tu tiempo a ello es para sentirse afortunado, ¿no les parece?

Si Woolf puede servirme para hallar esa poética sobre lo que se trabaja, es con Vivian Gornick con quien he aprendido, o eso he intentado, insisto, a respetar la parte que me es propia. Quiero decir, en toda entrevista, es evidente, el entrevistador no debería resultar protagonista, pero al mismo tiempo no puedes ni debes dejar de ser tú mismo. Y potenciarlo. Hacer de ti mismo un valor añadido. Aquí entra en juego una parte, creo, elemental de la entrevista, que también es innane a la escritura, a mi modo de ver. Ser reconocible. En lo personal, siempre soñé con alcanzar ese neobarroquismo de Carpentier o la limpieza en el decir de Bronsky, por ejemplo. Qué sé yo. Ese punto redaccional de Wolfe o Didion no sé hay tantos libros en mi cabeza que han dado alas a la imaginación de la escritura, pero también a la de la dialéctica… "Es imposible leer demasiado", vuelvo a Woolf. En el amor por hablar se esconde, verdaderamente, un amor por la lectura.

No renunciar a tu personalidad, decía. Porque sin la realidad de quien pregunta, no aflora la de quien contesta. “El doble esfuerzo que supone saber no sólo por qué se habla sino quién habla”. A cada lado de la mesa. Sentir, escuchar, recoger, lanzar la frase adecuada Podría ser, incluso, un deporte federado. ¡Mirar! ¡Interrogar con la mirada! ¡Alzar una ceja en el momento más oportuno! ¡Levantar ambas! ¡Unirlas! ¡Empatizar con aquello que se narra! Se esté de acuerdo o no Y no dejar de pensar, recordar, memorizar y decidir a 600 kilómetros por hora en tu interior.

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A quienes me insisten en dónde está el truco… Si es que en realidad hay alguno, diría que, por lo pronto, podrían señalarse varios. Quizá muchos, quién sabe. El primero que a mí siempre me ha servido es el de trabajar desde la verdad. Ser tú mismo. De la verdad uno no se cae. Después, podría apuntar aquí el saber contar hasta diez para llegar al cinco, sin necesidad de avanzar más… Y por supuesto, saber de antemano qué se te va a contestar en cada momento. O suponerlo. Por muy personal que sea la respuesta. Guiar la conversación en una libertad ficticia creada exclusivamente para quien se halla al otro lado.

He de ser sincero: en la gran mayoría de las ocasiones registradas en video, audio o texto en las que he preguntado, al final, en el pragmatismo del día a día, más que una verdad, una epifanía o revelación, sólo suele alcanzarse un momento maravilloso para crecer en lo personal, conocer un poco más a esa persona y llevarte un rato y un recuerdo bien agradable. Y no dejar de aprender. Nunca dejar de aprender. Tampoco está mal, ¿verdad? Yo tengo la sensación de que podría dedicarme toda la vida a ello. Y Platea es un vehículo excelente para ello.

Pocas veces se rompe esa suerte de escaleta interior con la que uno se sienta a preguntar y, también he de ser sincero, en la mayoría de las ocasiones es por la poca libertad real que los propios artistas se conceden a sí mismos a la hora de contestar. Hay quien espera demasiado de sí mismo. O peor, quien siente que los demás esperan demasiado de ellos o ellas. La impostación, como en la vida de nuevo, tiende a encorsetarlo todo. Romper esa soga también es tarea de quien lanza las preguntas. En este tiempo de Platea me he encontrado de todo. Quien sólo sabe hablar de música… y eso puede ser maravilloso o terriblemente desolador, en realidad,

cuando no se reflexiona sobre ella conectándola con el resto de una vida. Quien se ve bloqueado al preguntarle simplemente por un compositor que no está tocando en ese momento… o quien te pide, incluso, no hablar de la obra que se trae entre manos. Manejar las expectativas del artista también forma parte de la entrevista. A menudo se sienten defraudados por las experiencias previas. Parece mentira que en ocasiones se necesite remarcar tanto lo que es un off the record de lo que no lo es… Porque sí, a veces hay que dar forma a tu entrevista como una ofrenda de paz, como un remedio para sanar la cicatriz. Suelen surgir momentos muy bellos de estos encuentros, a modo de catarsis.

A todo lo que vengo comentando ha de sumarse una segunda parte que puede resultar tan tediosa como excitante. Todo depende de los párrafos anteriores: la transcripción. Ese momento en el que rezas para que la Inteligencia Artificial termine de una vez por todas de hacer bien su trabajo Aunque sepas de sobra que, llegado el caso, renunciarías a ella porque significaría renunciar a la esencia de quien se ha expresado con una forma única y personal ante tus preguntas. Sería un tanto como faltar a su propia narrativa, a la generosidad de quien te ha entregado su tiempo, su verdad y su palabra.

Hay varios aspectos a tener en cuenta para llegar a naturalizar sobre el papel la palabra de quien se tiene enfrente, aunque el esencial radica, yo diría, en la forma de preguntar. A mi modo de ver, hay dos tipos de preguntas: la que se piensa con antelación, al preparar la entrevista y la que surge en el directo de la conversación. Para que ambas tengan su valor, he de recurrir aquí un básico: nunca subestimar a los demás… y en la práctica, estar preparado para todo lo que pueda pasar. He hecho entrevistas en cafeterías, supermercados, coches, almacenes, ¡en

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la playa! A las 08 de la mañana y a las 02 de la madrugada… He tenido los pies doloridos de quien hablaba en mi regazo y he ayudado a escoger a alguna cantante entre Pak-Choi o Kale mientras hablábamos de bel canto… Lo cierto es que hay una parte muy divertida - en ocasiones desesperante - a la hora de organizar una entrevista. Algunas salen sin pretenderlo siquiera, otras tardas años y años en conseguirlas Para salir airoso de todas ellas, al final y como resumen de todo lo que llevo exponiendo, la clave es la escucha activa. Es la que lleva permitiéndome sobrevivir desde que tengo uso de razón. Literalmente hablando.

Con todo, tampoco han sido tantas las personas que me han desmontado. Me vienen a la memoria unas cuantas, aunque seguro han sido más. Maria João Pires, desde luego, en una entrevista de la que salí llorando y que es la más leída de la historia de la revista a día de hoy, con más de 350.000 lecturas. La filosofía de Joaquín Achúcarro en cada reflexión, sabiendo de antemano que esta va a tener lugar, es simplemente para escucharla y gozar con ella. Zubin Mehta con aquella sonrisa pícara que podía intuirse desde el auricular del teléfono… Por supuesto Alfonso Aijón, con tanta historia a sus espaldas como sabiduría para vivirla… Anne-Sophie Mutter, Alfred Brendel o Mitsuko Uchida antes de llegar a Platea se han venido en mi memoria. También las que he podido realizar a una misma persona a lo largo de los años, como es el caso de Ruth Iniesta, acompañándonos en este precioso camino y compartiendo tantas cosas, también como entrevistador y entrevistada. Y claro está, la primera que realicé oficialmente, a Javier Perianes, con quien he tenido el placer de seguir encontrándome. Se dice pronto, pero para cuando esta temporada 2023-2024 acabe, rondaré cerca de las 400 conversaciones con los nombres que dan forma a la música clásica.

En Platea han tenido lugar gran parte de ellas, aunque aquí, para mí, lo importante nunca fue tanto el realizarlas yo mismo, sino el que, de un modo u otro, tuvieran lugar. Porque estamos rodeados de firmas que valen muy y mucho la pena. En este especial recuperamos no sólo mías o de mi socio, Alejandro Martínez, sino también de Yolanda Quincoces, Jordi Maddaleno, Juan José Freijo, Javier Labrada y Diego A. Civilotti. A todas y todos ellos, gracias. También a Enrique Bert y Javier del Olivo que han sumado desde el principio a esta aventura y, junto a Juanjo y Jordi, siguen en este barco. A Javier Labrada, Víctor Mourelle, David Lastra, Sakira Ventura, Toni y Joan Sebastià Colomer, Teresa Adrán, Javier Pérez y Carlos García Reche … A todos quienes han aportado su palabra a esta realidad. Y a Gemma Escribano, por estar siempre, no sólo desde su cámara, sino sosteniéndome en lo personal y aportándome la perspectiva necesaria cuando más la necesito. Pudiendo estar, pero también ser. No aspiro a más en este oficio mío, aunque no siempre haya quien lo comparta.

Celebramos nuestras primeras 100 portadas… a lo largo de una década. ¡Es para celebrarlo! Y llegados a una edad, lo cierto es que debemos decirnos a nosotros mismos las cosas buenas que hemos logrado. Aquellos sentimientos bonitos. Poder “servir a la música desde la palabra” en Platea Magazine es, sin duda, uno de ellos. Una realidad. Formar parte del gremio, del ecosistema… no dando vueltas sobre nosotros mismos, como tradicionalmente ha acostumbrado el crítico musical - o como queramos llamarlo -, sino del hecho musical de nuestro país. Ser parte activa del mismo. Desde la actualidad, desde la información. Desde la palabra. La nuestra. La vuestra.

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Una pasión cotidiana

Camino de los diez años de andadura como proyecto editorial, Platea Magazine alcanza ahora su portada número 100, sumando nuestras ediciones trimestrales en papel y nuestra portada web de cada mes. Detrás de estas cifras hay mucho trabajo, también mucha ilusión y por supuesto algunos sinsabores, compensados sin duda por el placer y el lujo que supone vivir y trabajar en torno a una pasión, la de la música clásica, que hoy vivimos como cotidiana.

Si de algo me siento orgulloso, tras todo este tiempo en activo desde diciembre de 2015, es de haber logrado consolidar un medio con un sello propio, con una identidad reconocible. No somos otra revista más de música clásica, somos inconfundibles. Quienes nos leen, ya sean espectadores habituales de nuestros teatros y auditorios o los propios actores del entorno de la música clásica, reconocen

en nuestra firma unos valores inequívocos: el respeto, el rigor, la independencia, la libertad y, no menos importante, la pasión.

Lo confieso también ahora: poner en pie un medio editorial, desde la nada, no fue tarea fácil. Pero como sucede casi siempre en estos casos, cuando nos pusimos a ello, cuando tocó remangarse, nos abrumó la generosidad. Y ahora, cuando podemos echar ya la mirada atrás, cuando bien puede decirse que Platea ha rebasado ya la mayoría de edad como cabecera editorial, es tiempo de sentirnos afortunados y orgullosos por la cantidad de gentes, de todo signo y condición, que nos han dicho que esta quijotada merecía la pena y hacía falta. Sí, porque desde el principio se nos ha dicho esto una y otra vez: cuánta falta hacía un medio como el vuestro, con alma.

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Lo cierto es que las reflexiones sobre la realidad de la música clásica y su presente llevan décadas encerradas en dilemas que son como hacerse trampas al solitario. ¿Cómo llegar a nuevos públicos? ¿Pueden convivir las nuevas tecnologías con un arte tan antiguo y a veces tan artesanal? Y así un largo etcétera. No digo que no sean preguntas pertinentes, pero seguramente no nos hayamos parado a pensar lo suficiente en que todo empieza por cambiar las cosas en casa. Esto es, todo empieza por contar las cosas de otra manera, con otro tono, con otra mirada, con otra cercanía. Esa es la fuerza que tenemos los medios. ¿Es posible criticar y respetar al mismo tiempo? Es posible, lo hemos demostrado durante cien meses consecutivos. ¿Es posible discrepar y construir un relato desde la discrepancia? Es posible, de lo contrario no seguiríamos publicando. Incluso hemos aprendido a discrepar internamente sin que eso suponga un cisma a la mínima de cambio.

Y creo que ahí radica la clave de bóveda que soporta nuestro proyecto. Hemos sabido escuchar y respetar a todos los interlocutores que sostienen este ecosistema de la música clásica: les hemos dado voz, incluso en contextos tan complicados y exigentes como el de la pandemia, y hemos intentado ponernos en su lugar, haciendo de la empatía nuestro mejor lema. Aunque por fortuna en declive, todavía se leen por ahí fuera algunas firmas con afán destructivo que confunden la crítica con el derribo, como si una crónica estuviera llamada a sentar cátedra sobre el destino de una trayectoria profesional. La crítica es muy necesaria porque nos ayuda a reflexionar conjuntamente sobre lo que pasa en nuestros escenarios. Y la crítica, bien informada y ponderada, nos ayuda a crecer juntos. Poner la palabra al servicio de la música es eso, ni más ni menos.

Críticas, entrevistas, artículos de fondo, textos de opinión… No hemos inventado la pólvora, ciertamente, pero a lo ya conocido y explorado le hemos dado un acento sin duda refrescante y un punto revolucionario, si me lo permiten expresar así, en un momento en el que el resto de cabeceras se habían adormecido un tanto y vivían un tanto de las rentas. Siempre digo con orgullo que no es casual que casi todas las demás revistas del sector actualizasen sus páginas web y pusieran al día su maquetación precisamente al poco tiempo de irrumpir Platea También me enorgullece haber llegado hasta aquí precisamente para eso, para elevar el listón, para que el resto de cabeceras se dieran cuenta de que se podían hacer las cosas, si no mejor, sí desde luego de otra manera.

Recuerdo hoy, como si hubiera sido ayer, la ilusión desbordante que sentí cuando entrevisté a Zubin Mehta para nuestra primera portada en papel - vaya desde aquí, por cierto, un sentido recuerdo y agradecimiento a Helga Schmidt, quien hizo posible esa entrevista -. Qué lujo es nuestro trabajo. Y qué responsabilidad. Ni se imaginan lo que se siente cuando se tiene el privilegio y el honor de que artistas de talla semejante te dediquen una hora de su tiempo para algo tan simple y tan complejo como conversar. No menor fue la ilusión con la que charlé con Pablo Heras-Casado para la primera de nuestras portadas, cuando Platea echó a andar en diciembre de 2015. Gracias, Pablo, por decirme que sí a la primera, sin rodeos, gracias por tirarte a la piscina con nosotros, sin preguntar siquiera si había agua.

Han sido muchas las entrevistas que supusieron verdaderos retos y que terminaron siendo un regalo, un disfrute, un goce. Pienso ahora en lo mucho que me costó llegar hasta Anna Netrebko y en lo bien que lo pasamos ese caluroso día de agosto en Salzburgo, precisamente donde disfruté de la cercanía

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de Anne-Sophie Mutter, un par de años después. Y qué decir de mi querido Javier Camarena, a quien adoro sinceramente y a quien agradezco una vez más su impagable complicidad. Y qué vértigo conversar con Daniel Barenboim en plena pandemia, él en Berlín y yo en mi casa en Zaragoza, unidos por el hilo telefónico. Qué lección de vida y de música. Imborrable. Y cómo no acordarse también de Klaus Mäkelä, la batuta del futuro y un ser realmente adorable, sencillo y humilde como pocos.

Siempre hemos querido cuidar a los nuestros, a los de casa, porque tenemos un plantel de artistas realmente irrepetible: desde Celso Albelo a Javier Perianes, desde Jorge de León a María Dueñas, desde Xabier Anduaga a Pablo Ferrández… La lista es, por fortuna, interminable, y hemos tenido la suerte de poder seguir sus pasos de cerca. Así hicimos también con Roberto González-Monjas hace apenas unos meses, cuando se incorporó como nueva batuta titular de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Y así lo hemos hecho también con el maestro valenciano Gustavo Gimeno, una de nuestras batutas más internacionales, con sus titularidades en Luxemburgo y Toronto, y a quien esperamos con ansia como nuevo director titular del Teatro Real de Madrid.

Precisamente en esa línea se enmarcó una de nuestras portadas más sonadas, con cinco sopranos españolas de una misma generación que encarnaban una forma distinta y actual de entender la vida profesional en torno a la lírica, desde una mirada indudablemente femenina y con un espíritu de sororidad admirable, como bien retrató Gemma Escribano con su cámara.

Me dejo muchas entrevistas importantes en el tintero (Andris Nelsons en Londres, Valery Gergiev en Múnich, Plácido Domingo en Valencia, John Eliot

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Gardiner en Venecia, Elina Garanca en Madrid… ). Todos los citados aquí son tan solo algunos ejemplos del lujo y la responsabilidad que representa esta pasión cotidiana que a la postre ha devenido en un trabajo que, les confieso, me tomo muy en serio porque soy consciente de que nos leen mucho. Y ojalá siga siendo así por mucho tiempo.

Y es que se sorprenderían, creo, si pudieran conocer el impacto real que tienen las entrevistas y crónicas que publicamos. Desde directores artísticos que toman nota y proponen compromisos a determinados artistas hasta entidades que cambian su manera de proceder en un determinado ámbito. Podrá sonar prepotente o exagerado pero, créanme, hemos cambiado algunas cosas en el mundo de la clásica en España durante estas cien portadas. Y eso, queridos lectores, queridos artistas, ha sido tarea de todos.

Nuestro trabajo, a fin de cuentas, se reduce a algo muy sencillo y muy complejo: comunicar. Pero al comunicar ponemos el acento en determinas realidades y podemos contribuir a poner el foco en ellas. Y eso, ya de por sí, representa un cambio más que notable. Así, no es casualidad que hayamos intentando ponderar al alza la presencia de las mujeres artistas en nuestras portadas, precisamente en un momento en el que empiezan a abrirse camino muy en serio numerosas directoras de orquesta. Y llevamos ya un tiempo dedicando un espacio a mujeres con importantes trayectorias profesionales en el mundo de la gestión musical - la última con la que conversé fue Clara Marrero, al frente de la gerencia de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín -.

Lo fácil es pasar desapercibido, no mojarse, no comprometerse, en fin, quedarse en la retaguardia. Pero desde Platea siempre hemos intentando ir de

cara, incluso cuando eso nos ha traído más de un contratiempo - si yo les contara… aunque no es el lugar, ni el momento -, pero es nuestra obligación, es imperativo que lo hagamos así si queremos que este entorno profesional de la música clásica siga en pie y sea cada vez mejor. Ese compromiso ha sido también nuestra seña de identidad durante estos años y nuestros lectores lo reconocen con su fidelidad.

Les decía al principio de estas líneas que Platea representa ya para mí una pasión cotidiana, hasta el punto de que algunos días no distingo el trabajo del disfrute - exagero un poco, pero ustedes ya me entienden -. Lo cierto es que el tiempo pasa y lo que antaño representaba una gran ilusión, por excepcional, se va convirtiendo en algo relativamente común y, por ello, menos apasionante. Es ley de vida. Eso pensaba yo… hasta que de repente te encuentras, nuevamente, ante el privilegio, ante el lujo que supone el presente, siempre sorpresivo y fascinante. Quién me iba a decir a mí que acompañaría a la Chicago Symphony Orchestra durante su gira por Europa con Riccardo Muti, durante dos jornadas inolvidables en el Musikverein de Viena. Quién me iba a decir que asistiría en solitario al ensayo de una sinfonía de Sibelius con Klaus Mäkelä y la Filarmónica de Oslo. Quién me iba a decir que me emocionaría escuchando el Mendelssohn de Herbert Blomstedt y María Dueñas en Dresde. Nuestro trabajo es un lujo.

Brindo desde estas páginas por estas cien portadas, por estos ya casi diez años en activo. Lo debemos todo a nuestros lectores, colaboradores, artistas y anunciantes. Pero hay algo que es patrimonio nuestro y es irrenunciable: nuestra pasión y nuestros valores. Mientras eso siga incólume, tendrán Platea para rato.

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100 PORTADAS

EL VALOR DEL PRESENTE

Un reportaje de GONZALO LAHOZ y ALEJANDRO MARTÍNEZ

Fotografías de GEMMA ESCRIBANO

Maquillaje de ANA TORRES y LAURA FERNÁNDEZ FÁBREGAS

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No podemos negar que en Platea nos gusta celebrar. Celebrar la música a diario, porque para eso llegamos a este ecosistema de la clásica: no para ser meros espectadores, sino para formar parte del hecho musical que acontece sobre y alrededor de nuestros escenarios. Y para celebrarnos, porque sin duda hay que congratularse de poder servir a la música desde la palabra. Esta última frase la van a leer ustedes varias veces en este especial, a buen seguro, porque es el leitmotiv que nos ha traído hasta aquí.

En este número hemos vuelto a mirar hacia el presente, como hacemos a menudo y hemos hecho siempre para conmemorar nuestros diferentes aniversarios. Así lo hicimos al cumplir tres años, en 2018, cuando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando reunimos a tres grandes de nuestra música con mucho que decir todavía: Joaquín Achúcarro, Teresa Berganza y Antón García Abril. En nuestro número 50, en enero de 2020, celebramos los primeros 15 años de carrera de Javier Camarena con una portada especial, en la que llevamos al cantante a la galería de arte Casado Santapau, siempre de la mano de la fotógrafa Gemma Escribano. Y como una celebración de la vida podemos ver el número de abril de 2020, en plena pandemia, cuando Daniel Barenboim apareció en exclusiva en nuestra portada para mandar un mensaje de tranquilidad y serenidad en un mundo tan necesitado de ello.

Cuando alcanzamos los cinco años, miramos hacia las nuevas generaciones de sopranos españolas que sin duda están siendo referente a nivel europeo, en muchos sentidos. Reunimos así a cinco voces únicas como las de Leonor Bonilla, Ruth Iniesta, Marina Monzó, Rocío Pérez y Berna Perles. Un proceso creativo que alcanzó los dos años - imaginen

cuadrar esas cinco agendas - y que dio como resultado la que, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, ha sido la portada de mayor impacto y calado en las rotativas de música clásica de nuestro país en los últimos tiempos.

Seguramente esta sea una de las características que hacen único a nuestro medio: la apuesta por portadas verdaderamente propias, sin miedo a invertir en ofrecer a los lectores y lectoras un contenido diferenciado. Son ya 100 portadas, que se dice pronto, pero afortunadamente las hemos podido vivir a buen ritmo, degustándolas, disfrutando con ellas y con sus protagonistas. Para celebrar por todo lo alto esta ocasión nos hemos decidido por una portada desplegable, en un número que recoja cinco parejas de artistas que vienen a representar el presente y también el futuro de la música en nuestro país. Y no sólo eso, debemos confesar: de alguna manera, con estos artistas hemos querido hilar nuestra propia historia, nuestra propia realidad.

Así, contamos con Pablo Heras-Casado, quien protagonizó nuestra primera portada, allá por diciembre de 2015, pero al mismo tiempo y junto a él aparece Alberto Miguélez Rouco, de quien hemos hablado a menudo entre nuestras páginas, pero a quien todavía no hemos entrevistado. Lo haremos pronto, como muestra del camino por recorrer. Alberto, no sólo aparece aquí como director de orquesta, sino también como contratenor y sobre todo como alguien que ha encontrado como epicentro para la expresión de su arte la música del Barroco. Tal y como comenzó Pablo Heras-Casado, años atrás. Ambos vienen a representar la realidad de las batutas de nuestro país, arte que también ha mostrado un crecimiento exponencial en cantidad y calidad, con numerosos colegas sobre los podios de medio mundo.

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A menudo Miguélez Rouco comparece al frente de su agrupación Los elementos, con quienes nos ha redescubierto a autores tan propios como Nebra, a cuya música les une un vínculo muy especial. Así lo demuestran las grabaciones de zarzuelas como Vendado es amor, no es ciego o Donde hay violencia no hay culpa. Esta última fue llevada a escena en el Teatro de la Zarzuela, donde fuimos testigos de su tremendo éxito. Y lo cierto es que preparan ya el lanzamiento de otro título de Nebra: Venus y Adonis. Recientemente, Alberto ha cantado la Partenope de Haendel con William Christie o L'incoronazione di Poppea con Leonardo García Alarcón, sumando en breve una nueva mirada al título monteverdiano con Georg Petrou y la Gürzenich-Orchester Köln. Sin duda está llamado a ser uno de los referentes de su generación.

Quien ya es referente a nivel internacional es Pablo Heras-Casado. Han sido varias las ocasiones en las que ha charlado con nosotros a lo largo de estos diez años. Desde aquella primera portada, que siempre le agradeceremos, hasta la entrevista que realizamos con él en agosto de 2023, a raíz de su debut en el Festival de Bayreuth, al frente de Parsifal. Y es que Heras-Casado es el director de la actualidad en nuestro país, capaz de devolver a Monteverdi a la Ópera de Viena, al mismo tiempo que sube a su escenario Le grand Macabre de Ligeti. Pablo es alguien que desglosa a Mendelssohn a través de sus sinfonías y conciertos mientras pone su mirada en las óperas wagnerianas. No en vano regresará a Bayreuth este verano mientras ultima ya su regreso al Teatro Real, al frente de una nueva producción de Los maestros cantores de Nüremberg.

No queda ahí la proyección del maestro granadino. En los próximos meses le esperan también compromisos con la Philharmonia Orchestra en Lon-

dres, un Così fan tutte de Mozart en el Palais Garnier de París o conciertos con la Sinfónica de Pittsburgh en Estados Unidos. Lo que para muchos podría ser el resumen de una carrera , para Heras-Casado es ya su día a día. Una agenda cargada de arte y de trabajo que da buena cuenta de un maestro con el talante de los grandes y con la nueva savia del presente.

Si hay alguien que tiene en su poder una agenda histórica, de auténtico Récord Guinness, ese es Joaquín Achúcarro. A sus 91 años, seguramente sea el pianista más veterano que sigue ofreciendo conciertos como solista junto a grandes orquestas, a nivel mundial. Desde Tokio a Madrid pasando por el prestigioso Festival de Verbier. El arte y la sabiduría de Joaquín lo abarcan todo. Por eso, además de haber formado parte de aquella portada a tres junto a Teresa y Antón para celebrar nuestro tercer cumpleaños, le dedicamos una de nuestras primeras portadas, en 2016 y hemos vuelto a hablar con él en otras muchas ocasiones, incluyendo sus líneas para entender mejor, por ejemplo, a Chopin.

No sólo eso, cuando en mayo de 2021 celebró sus primeros 75 años de carrera, fuimos nosotros quienes nos sumamos a la fiesta reuniendo a 75 pianistas españoles para felicitarle, a través de un número especial que fue impreso y distribuido más tarde por el Festival de Torroella de Montgrí, una de las citas imprescindibles de Joaquín cada verano. ¡Estamos deseando seguir sumando pianistas a ese especial, Joaquín! ¡A por los 80 años de carrera!

Y junto a Joaquín hemos querido reunir a una gran realidad del piano actual como es Alba Ventura, quien a finales de ese mismo 2021 hablaba con Platea en una entrevista donde regaló titulares de gran reflexión: "La música tiene que volver al kilómetro cero”, ”La gente no escucha lo suficiente" o "El

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artista es un artesano y esa es una de las partes más enriquecedoras de nuestra profesión" fueron algunos de ellos.

Con próximos recitales que abarcan desde Barcelona a Tallinn, en Estonia, la carrera de Alba despegó a la misma edad que lo hizo la de Joaquín, con 13 años, con conciertos junto a Neville Marriner. Desde entonces, recibiendo los consejos de grandes como Ashkenazy, Pires, Magaloff o Lupu, la pianista catalana ha sido protagonista de nuestras salas de conciertos y de las de medio mundo, incluyendo el Musikverein de Viena o el Concertgebow de Ámsterdam. Su manera de tocar, pero también su forma de pensar la música, de sentirla, de cantarla y cincelar las frases que dan vida a su Mozart, Grandos, Chopin o Prokofiev, han hecho de su arte un indispensable del presente. Todo ello, sumado a su faceta más pedagógica, siendo profesora en el Forum Musikae y en el Conservatorio Superior de Música del Liceu, así como directora de la mítica Academia Marshall.

Si Joaquín formó parte de aquel especial por nuestro tercer aniversario, Ruth Iniesta lo hizo por el quinto. En realidad, podríamos decir que la historia de Platea se ha desarrollado en paralelo a la de los grandes años de la soprano. Es uno de los nombres a los que más hemos entrevistado a lo largo de esta década, protagonizando en solitario nuestra portada en septiembre de 2019 al debutar el icónico rol de Violetta Valéry en La traviata, en el Teatro Massimo de Palermo.

Habitual de nuestros escenarios, fue la primera cantante española en cantar una ópera tras el parón por el covid, precisamente con Traviata, y su nombre ya ha ocupado carteles - o se le espera muy pronto - en casas como la Ópera de Viena, el Colón

de Buenos Aires, la Ópera de París o la Royal Opera House de Londres. En los próximos meses subirá al escenario de la Ópera de Roma con La sonnambula y al de La Monnaie de Bruselas con Turandot. Iniesta viene a representar la realidad lírica nacional de indudable proyección internacional, pero siempre siendo ella misma, con naturalidad, con una voz reconocible y con una técnica indiscutible.

La soprano comparte sesión con otro grande de nuestra tierra, el tenor tinerfeño Jorge de León, quien pasó por nuestra portada en mayo de 2021, a propósito de unas representaciones de Cavalleria rusticana y Pagliacci donde compartió cartel con Ruth. Voz imponente e imprescindible en el panorama internacional, cantante fetiche para un director de la talla de Zubin Mehta, se ha convertido en un referente para interpretar los títulos más exigentes del verismo, de Puccini y de Verdi. Su Radamés o su Calaf son ya un hito entre los artistas de su generación.

Desde que saltase a la palestra en 2010 con una sustitución de última hora en el Teatro Real, como Andrea Chénier de Giordano, su trayectoria no ha dejado de ascender, llegando incluso a debutar el exigente rol de Otello. Hasta hoy, su arte se ha escuchado en algunos de los templos de la lírica más importantes del mundo, desde el Metropolitan de Nueva York a la Ópera de Viena o la Scala de Milán.

Siguiendo con la lírica, no podemos dejar de mirar a la dirección de escena, con dos nuevas realidades de los escenarios. Bárbara Lluch ya pasó por nuestras páginas a raíz de su primer gran encargo como regidora con La casa de Bernarda Alba, en el Teatro de la Zarzuela, y regresó con El rey que rabió en junio de 2021. La sonnambula de Bellini en el Teatro Real, en diciembre de 2022, terminó por

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consagrarla, con una producción que se verá dentro de poco, también, en la Ópera de Tokio, en el Gran Teatre del Liceu y el Massimo de Palermo.

Con ella, en aquel titular que nos regaló: "Me siento muy vulnerable ante el público", descubrimos una forma distinta de hacer y sentir el escenario, curtida como asistente en Londres, de la mano de los más grandes directores de escena de generaciones anteriores y formando parte de un matriarcado como familia que lo ha supuesto todo en el teatro de este país.

Y si ha habido un nombre que ha estado en boca de todos durante las últimas temporadas, ese ha sido el del sevillano Rafael R. Villalobos, quien en una de las entrevistas que nos ha concedido en este tiempo nos decía: “Hoy en día resulta pueril buscando el escándalo por el escándalo”.

Premio Princesa de Girona, sus producciones buscan la vuelta de tuerca, hilando la expresión con uno de sus grandes referentes musicales: Benjamin Britten. La violación de Lucrecia, Così fan tutte, Marie, Iphigénie en Tauride han conformado su realidad escénica. Y sin duda especial relevancia ha tomado su visión de Tosca, unida al destino del cineasta y dramaturgo Pier Paolo Pasolini, con la que ha tenido que enfrentarse a discursos reaccionarios y homófobos. El teatro, también la ópera, es un arte vivo y actual, y Rafael ha venido a recordárnoslo.

Todo lo anterior no tendría sentido sin la labor de los compositores y compositoras. Como muestra, dos botones únicos, brillantes, que vienen a ejemplificar la diversidad de caminos que ha tomado la nueva creación musical y cómo se puede alcanzar lo extraordinario desde vertientes distintas, con especial epicentro en el panorama musical catalán.

En realidad, Raquel García-Tomás y Joan Magrané forman parte de una generación de autores que se cuidan entre sí, se escuchan y empatizan los unos con los otros. Forman parte y así lo sienten de una misma comunidad. La compositora catalana es una de las grandes realidades del presente, creadora interdisciplinar y Premio Nacional de Música en 2020 por su obra Je suis narcissiste. Unida al monólogo lírico Per Precaució, García-Tomás ha sabido reflejar siempre nuestro presente y conectar a través de temas y músicas que podemos sentir como propios. De hecho, el estreno de su ópera Alexina B., en el Gran Teatre del Liceu, supuso un verdadero revulsivo a todos los niveles, mostrando un camino para hacer ópera, llegando de lleno a los espectadores de hoy en día.

Allí también se vio Diàlegs de Tirant e Carmesina (estrenada previamente en el Festival de Perelada), de Joan Magrané y que también supuso uno de los momentos álgidos del autor catalán. Muy ligado a las raíces, tanto propias como a las de la historia de la música, especialmente la de su tierra y toda la concerniente al Renacimiento y el Barroco, pero con una dialéctica propia que nos habla desde el presente, su nombre es uno de los indispensables de las programaciones actuales. Sólo en los próximos meses le esperan las premiéres de sus Tenebrae Responsoria, su primera Sérénade para nueve instrumentos, o Aus... para violín solo, en manos de la prestigiosa violinista Isabelle Faust.

El futuro, a fuerza de ser futuro, nunca dejará de ser incierto, pero desde este presente, con estos artistas que hoy traemos a nuestra portada a modo de homenaje, no deja de ser un paisaje ilusionante al que asomarse. Tenemos mucho que celebrar y agradecer.

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Es un honor para la Franz Schubert Filharmonia participar en la celebración de la portada número 100 de Platea Magazine.

¡Por muchas portadas más compartiendo nuestra pasión por la música!

@fschubertfilh

franzschubertfilh.com

el Festival Perelada felicita a Platea Magazine por su número 100 www.festivalperelada.com ©Toti Ferrer, The Fairy Queen 2022

Retratar al artista

No recuerdo ahora mismo qué fotógrafo dijo algo así como: "No sabes cuánta gente va a leer tu entrevista, pero ten seguro que la foto la va a ver todo el mundo. ¡Así que sonríe!". Si tengo que definir mi trabajo de alguna manera, sin duda sería como retratista. Especialmente de artistas. De aquellos que viven el escenario y transmiten su amor y sabiduría a través de él. Del teatro, el musical y la clásica. Si algo me llena de satisfacción es ver cómo solistas y cantantes eligen mi mirada para mostrarse ante el mundo. Carteles, webs, discos y programas de mano que van desde la Ópera de Tokio a la de Nueva York, pasando por la Viena o Münich. Realmente me siento muy agradecida. También a Platea, por haber confiado en mí para llevar a cabo algunas de sus entrevistas, reportajes y portadas con muchos de ellos a lo largo de estas 100 portadas. ¡Felicidades y por muchos más!

La entrañable Lucero Tena, de tapas por Granada con Pablo Heras-Casado o tomando el brunch con Xabier Sabata Momentos únicos que recuerdo con cariño, aunque las portadas que hemos realizado acaparan, como es lógico, los momentos más emocionantes. Javier Camarena en una galería de arte, bajar la lámpara del Teatro de la Zarzuela por primera vez para un reportaje fotográfico, con Xabier Anduaga.. y por supuesto la portada a tres con Antón García Abril, Joaquín Achúcarro y Teresa Berganza en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Momentos con los que he crecido, personal y artísticamente.

Para la portada con las maravillosas sopranos Berna Perles, Ruth Iniesta, Marina Monzó, Rocío Pérez y Leonor Bonilla, desde Platea me dieron total libertad y me acompañaron en mi concepto de mostrar la sororidad y naturalidad de una nueva generación de cantantes, presentándolas en vaqueros y camiseta. Mostrar la lírica como parte de nosotros y de nosotras. Creo que lo conseguimos, en gran parte gracias a ellas, que son fantásticas.

En esta quíntuple portada con diez artistas tan diferentes, con sesiones en Madrid y Barcelona a lo largo de casi un año, me he decantado por un tono amarillo mostaza, con vestuario clásico en blanco y negro y algunos toques de color en los accesorios. Algo desenfadado, pero elegante, que mostrase la heterogeneidad y al mismo tiempo la conexión de un universo tan único y especial como es el de la clásica. Acompañar a Platea al poner en valor el presente de estos grandísimos artistas que dan vida a la música hoy en día en nuestro país.

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GEMMA ESCRIBANO FOTÓGRAFA

Otra forma de relación con la música

Lo reconozco; muchas veces, quizás demasiadas, en cuanto cae el telón, en cuanto queda suspendida la última nota del concierto, ya comienzo a maquinar qué, cómo escribir lo que he vivido y sentido. Y es que desde que Platea Magazine me dio la oportunidad de vivir la música de esta manera, ello me lleva a pensar cómo, de qué forma trataré de hacer llegar al hipotético lector mis sensaciones.

El vivir en una ciudad escasa en acontecimientos musicales me hace vivirlos, las más de las veces, a decenas o cientos de kilómetros y ello conlleva conducir de noche o vivir el traqueteo del tren mientras me dirijo a casa sin poder dejar de pensar en cómo ser justo, equilibrado y, siempre, sincero.

Me he equivocado, sí, y hay quien me lo ha hecho saber. Y cuando ello ha ocurrido me he sentido profundamente responsable. Asumo que desde que uno firma unas líneas dirigidas al público, ha de aceptar el legítimo derecho del lector a la crítica, a la discrepancia e incluso al enfado. Todas estas sensaciones las he vivido y no es fácil digerirlas. Supongo que también he acertado y en alguna ocasión mis consideraciones colaterales al concierto no han gustado aunque fueran certeras.

Escribir no me da ningún estatus especial; más bien me supone una responsabilidad de la que trato de ser consciente. Tras cuarenta años escuchando música clásica y ópera no puedo mas que ofrecer honestidad y coherencia con mis criterios, aunque acepto que ellos puedan o no ser compartidos. La pantalla en blanco produce cierto vértigo, pero a mi me afecta más el que se produce una vez sabes que la crónica ya es pública. A partir de ahí sólo queda esperar la reacción del otro lado y respetarla.

No me considero crítico. Hace ya un tiempo, hablando con un cantante profesional tras una actuación en la que lo que le oí no me gustó gran cosa, le dije, serio pero sincero: "Yo no te crítico, yo narro con mayor o menor pericia lo que he sentido, lo que me has hecho sentir. Yo soy un simple reseñador - si es que existe la palabra -, no un crítico".

Y es que desde que viví la experiencia que transcurre desde que abres una partitura desconocida hasta el momento mágico de la reacción del público, esos meses de arduo trabajo que el público te premia, te critica o te ignora, todo es distinto y siempre trato de respetar al que me ofrece su arte.

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Serendipia

Las mejores cosas de mi vida me han llegado sin buscarlas: una noche en la que venciendo de milagro la pereza, decidí salir a tomar unas copas, me trajo un magnífico marido; una visita improvisada llevó parte de mi vida a otro país; abrir dos botellas parecidas en buena compañía me ha hecho catar más de dos mil vinos entre amigos; y una conversación casual en el patio de butacas del Real me trajo la oportunidad de escribir para una revista que un par de jovenzuelos valientes y apasionados se disponían a fundar. La buena fortuna se ha cruzado en mi camino con frecuencia, creo que lo llaman serendipia.

Aunque ya había colaborado con otros medios, Platea me ha brindado la oportunidad de explorar un campo artístico con unas dimensiones que nunca hubiera podido imaginar, y además de hacerlo con absoluta libertad. “Lo que quieras y como quieras” fueron las claras directrices con las que preparé mi primera entrevista, a Philip Glass, nada menos. A él le siguieron otras primeras figuras de la música mundial, Jaroussky, Davidsen, Richter, Kavakos, la oscarizada Guðnadóttir y tantas otras. Con Platea he conseguido crear espacios privados para compartir mis inquietudes y conversar, camuflándolos tramposamente a modo de entrevista.

Y en el campo de la crítica esa libertad se ha traducido en la posibilidad de cubrir los eventos que a mi criterio considerara, en cualquier lugar del mundo. No hay en la revista ni en sus directores ni rastro de ese espíritu provinciano que con frecuencia nos limita, sino mucha ambición bajo su lema "poner la palabra al servicio de la música”. De su mano me he encontrado delante de los mejores sucesos artísticos donde quiera que ocurrieran: desde el estreno de temporada de Metropolitan o el templo sagrado de Bayreuth, hasta la sala de cámara de un pequeño festival de verano. Y no estoy hablando aquí de disfrutar del turismo artístico, un modo de consumo como otro cualquiera, sino de poder desarrollar el criterio propio exponiéndose a las mejores experiencias de goce, esos acontecimientos artísticos que nos cambian irremediablemente por dentro.

Y, para mí, lo más importante de todo. Platea me ha dado un lugar en el que sentir que soy parte de la música. Que mis reflexiones y voluntad didáctica tienen un lugar pertinente en el engranaje de creación de la clásica. Que es posible que entre todos la hagamos más grande. Y que, ojalá, en alguna ocasión, alguno de mis escritos con el que alguien se haya cruzado por fortuna haya creado una nueva afición.

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JUAN JOSÉ FREIJO REDACTOR

¡¿Y cómo me las maravillaría yo!?

Poner la palabra al servicio de la música quizás sea dar la razón a aquella máxima de “Prima la musica e poi, le parole”, y seguramente sea también una quimera…

Escribir sobre música, explicar las nuevas producciones de óperas, entrevistar a sus protagonistas, reflexionar sobre la tan cacareada “obra de arte total”, transcribir nuestras propias sensaciones, tamizadas por la propia experiencia personal, por nuestros gustos, conocimientos y filias y fobias, porque todos las tenemos… Tener esa carta blanca y la confianza del equipo de Platea en darme la oportunidad de compartir, con todo aquel que le interese leer mis conclusiones después de ver una ópera, un concierto, o compartir charla y cuestiones con un artista, es un sueño hecho realidad para alguien con alma periodística y para un hedonista de la música.

Nunca me ha quedado muy claro si uno es más epicúreo, más disfrutón o un melómano más con la oportunidad de compartir sus reflexiones sobre este mundo tan fascinante, complejo, difícil y alocado como puede ser el de la clásica y la ópera. Llevo más de veinticinco años trabajando en este nicho y gracias a Mozart, quién sería mi Dios si tuviera que escoger uno, conservo la misma ilusión, ganas de

conocimiento y crecimiento personal que me brinda poder escribir sobre lírica y sobre ese instrumento tan humano, valga la redundancia, que es la voz, maravilla de la naturaleza sin parangón posible.

Nunca estaré lo suficientemente agradecido a Platea, Gonzalo y Alejandro, por darme el espacio en una revista que habla sobre música, con la palabra como medio de transmisión. Haber podido entrevistar a personalidades como Jordi Savall, Christian Thielemann, Katharina Wagner, la recordada Ewa Podles o asistir a Festivales como los de Bayreuth, tanto el Festival Wagner como el de Ópera barroca, de los que soy asiduo y fan confeso de ambos, o poder escribir sobre la realidad lírica del Liceu, el teatro de mi ciudad y ADN musical que siento como propio y familiar, es un lujo y un privilegio que me mantienen con la llama encendida. Como dice la Condesa en palabras del propio Richard Strauss al final de Capriccio frente al espejo:

En vano intento mantenerlas separadas.

En una sola y única obra se encuentran unidas las palabras y la música. Un nuevo misterio.

¡Un nuevo arte nacido de otros dos!

¡Que viva el nuevo arte y poder describirlo desde las páginas de Platea por muchos años!

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La gran familia

Mamá Platea cumple 100 portadas y todos sus hijos estamos contentos. ¿O somos padres? No, no. Los padres son Gonzalo y Alejandro, pareja de hecho que concibió esta niña bonita con lo mejor de sus genes. Entonces ¿qué somos los que desde el primer momento alentamos este natalicio? Yo me definiría como padrino, ese personaje que relaciono con José Luis López Vázquez, siempre al quite en aquella entrañable saga de películas que inauguró La gran familia. Siento a Platea como algo muy unido a mí, por muchas cosas: por las críticas, por los artículos en la revista de papel, por la responsabilidad que tengo en la sección de libros… Siempre ha sido un trabajo variado y enriquecedor. Cada uno tiene su punto especial.

La crítica musical me parece lo más difícil y arriesgado dentro de estas colaboraciones. Sobre todo porque se ven implicadas personas, y a veces, tus opiniones, tu manera de analizar una función, un concierto, puede herir sensibilidades. Pero esto es inevitable, aunque no sea tu intención. Mi visión al enfrentarme, por ejemplo, a una crítica de ópera parte siempre de dos puntos. Uno, el de dejar claro que es un análisis personal, que pasa por la criba de una experiencia y un trabajo previo sobre la obra y diversas interpretaciones que he visto en directo o

que he podido oír. Intento no pontificar y alejarme de dar lecciones a profesionales, pero también, y ese sería mi segundo objetivo, quiero que el probable lector o lectora tenga una información lo más veraz posible sobre el espectáculo. El crítico se debe sobre todo a ese lector. Pero también tiene que recoger en su crónica el esfuerzo de un colectivo de profesionales que está presentando su trabajo. Analizarlo lo más ecuanimanente posible y siempre, siempre, desde el respeto. Eso es fácil cuando ves una gran representación y cuesta mucho más cuando lo analizado ha hecho aguas por algún lado. Pero con tacto y mano izquierda uno intenta capear el temporal.

Y es que el rigor, la seriedad, la independencia (tan deseada y tan escasa en muchos medios), deben ser las premisas indispensables para que una revista tenga futuro. Yo siento que Platea tiene esos requisitos. Por lo menos a mi nunca se me ha censurado nada y se me ha dado total libertad para expresar mis opiniones. Yo no me debo a nadie, no vivo de esto, ni tengo ningún vínculo con teatros o profesionales. Soy casi desconocido (por muchos años que lleve trabajando en esto) y eso me da mucha libertad y tranquilidad. Platea es un lugar donde me siento cómodo y donde, lo confieso, me siento feliz.

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JAVIER DEL OLIVO REDACTOR

NUESTRA HISTORIA ES LA VUESTRA

RELACIÓN CRONOLÓGICA DE NUESTRA 100 PRIMERAS PORTADAS

Diciembre 2015 - 001

PABLO HERAS-CASADO

“La música prevalece sobre cualquier ego”

Enero 2016 - 002

BRYN TERFEL

“Mi lema es conseguir más con menos”

Febrero 2016 - 003

AINHOA ARTETA

“Nadie es dueño de su voz”

Marzo 2016 - 004

FIORENZA COSSOTTO

“Los sentimientos no se estudian”

Abril 2016 - 005

JOAQUÍN ACHÚCARRO

“Cada nota al piano ha sido un paso en el camino de mi vida”

Mayo 2016 - 006

JUANJO MENA

“Sin compromiso no hay música con mayúsculas”

Junio 2016 - 007

DIANA DAMRAU

“Soy una artista, no una herramienta”

Julio 2016 - 008

GREGORY KUNDE

“No tengo nada que perder”

Agosto 2016 - 009

JORDI SAVALL

“En la música no cabe la mentira”

Septiembre 2016 - 010

RENÉE FLEMING

“No voy a retirarme tan pronto”

36 Platea 100

Octubre 2016 - 011/001

ZUBIN MEHTA

“Nunca he hecho nada que no me tomara en serio”

Noviembre 2016 - 012

LUCERO TENA

“Mi alma está en las castañuelas”

Diciembre 2016 - 013

KATIA & MARIELLE LABÈQUE

“Llevamos años cultivando nuestras diferencias”

Enero 2017 - 014/002

PHILIPPE JAROUSSKY

“No hay una cuestión de género tras la voz de contratenor”

Febrero 2017 - 015

WALTRAUD MEIER

“Siempre me importó más contar que cantar”

Marzo 2017 - 016

RENATA SCOTTO

“No todas las tradiciones merecen ser conservadas”

Abril 2017 - 017/003

JOHN ELIOT GARDINER

“Sin Monteverdi no sería quien soy”

Mayo 2017 - 018

OKSANA LYNIV

“La intuición en la música tiene un límite”

Junio 2017 - 019

CALIXTO BIEITO

“No entiendo mi trabajo sin libertad y respeto”

37 Platea 100

Julio 2017 - 020/004

PLÁCIDO DOMINGO

“No cantaré ni una nota de más ni una nota de menos”

Agosto 2017 - 021

JAVIER PERIANES

“Intento que la música hable siempre por sí misma”

Septiembre 2017 - 022

DAVID AFKHAM

“La música clásica debe salir de su burbuja”

Octubre 2017 - 023/005

ANNA NETREBKO

“Estoy en mi mejor momento”

Noviembre 2017 - 024

PRETTY YENDE

“El canto es un viaje para toda la vida”

Diciembre 2017 - 025 ANTÓN GARCÍA ABRIL

“A la música se llega por la música”

Enero 2018 - 026/006

VALERY GERGIEV

“La música ha de ser servicio, no exhibición”

Febrero 2018 - 027

HILARY HAHN

“Las mejores experiencias surgen de lo incómodo”

Marzo 2018 - 028

SONDRA RADVANOVSKY

“Sólo mi voz y mi reputación dependen de mí”

38 Platea 100

Abril 2018 - 029/007

MARIA JOAO PIRES

“Nunca he tenido una buena relación con el piano”

Mayo 2018 - 030

YUJA WANG

“Simplemente toco el piano”

Junio 2018 - 031

KENT NAGANO

“Los directores seremos olvidados”

Julio 2018 - 032/008

ANDRIS NELSONS

“El director de orquesta es un místico con los pies en la tierra”

Agosto 2018 - 033

JAVIER CAMARENA

“Llegar a las notas más altas no te hace mejor tenor”

Septiembre 2018 - 034

ELINA GARANCA

“No sabría vivir sin la zarzuela”

Octubre 2018 - 035/009

JOAQUÍN ACHÚCARRO · TERESA BERGANZA · ANTÓN GARCÍA ABRIL Especial tercer aniversario

Noviembre 2018 - 036

YANNICK NÉZET - SÉGUIN

“Quiero situar al Met en la excelencia”

Diciembre 2018 - 037

SAIOA HERNÁNDEZ

“Los cantantes debemos escucharnos como lo hace el público”

39 Platea 100

Enero 2019 - 038/010

CHRISTIAN THIELEMANN

“Pretender dirigirlo todo es un error”

Febrero 2019 - 039

RICCARDO CHAILLY

“Claudio Abbado fue un director definitivo”

Marzo 2019 - 040

WILLIAM CHRISTIE

“El sueño europeo se está destruyendo”

Abril 2019 - 041/011

LANG LANG

“La música te ayuda a recordar quién eres”

Mayo 2019 - 042

JOYCE DIDONATO

“El escenario exige vulnerabilidad y verdad”

Junio 2019 - 043

JAUME ARAGALL

“Soy consciente de ser una leyenda”

Julio 2019 - 044/012

SONYA YONCHEVA

“Me gusta saltarme las reglas”

Agosto 2019 - 045

MATTHIAS GOERNE

“Espero retirarme en cinco años”

Septiembre 2019 - 046

RUTH INIESTA

“La longevidad de mi voz pasa por el bel canto”

40 Platea 100

Octubre 2019 - 047/013

ANNE-SOPHIE MUTTER

“Sigo buscando la perfección”

Noviembre 2019 - 048

LISE DAVIDSEN

“Busco la sencillez en la partitura”

Diciembre 2019 - 049

RENÉ PAPE

“Volver a Bayreuth no entra en mis planes”

Enero 2020 - 050/014

JAVIER CAMARENA

“Sigo aprendiendo cada día”

Febrero 2020 - 051

PHILIPPE HERREWEGHE

“El legado del historicismo sigue hoy más vivo que nunca”

Marzo 2020 - 052

KATHARINA WAGNER

“Debemos replantearnos el sentido de la tradición”

Abril 2020 - 053/015

DANIEL BARENBOIM

“El optimismo debe vencer al pánico”

Mayo 2020 - 054

CELSO ALBELO

“La ópera es como el amor, nunca morirá”

Junio 2020 - 055

FRANCO FAGIOLI

“Me siento como un cantante pop”

41 Platea 100

Julio 2020 - 056/016

LISA BATIASHVILI

“El violín es una mezcla perfecta de disciplina y creatividad”

Agosto 2020 - 057

MAX RICHTER

“Busco una conversación democrática con el oyente”

Septiembre 2020 - 058

PIOTR BECZALA

“Nunca seré un tenor wagneriano”

Octubre 2020 - 059/017

ELINA GARANCA

“Vivo de la energía del público”

Noviembre 2020 - 060

HÉLÈNE GRIMAUD

“La música tiene muy difícil sobrevivir a todo lo que está sucediendo”

Diciembre 2020 - 061

HILDUR GUDNADÓTTIR

“La oscuridad es un buen lugar donde contemplar”

Enero 2021 - 062/018

LEONOR BONILLA · RUTH INIESTA · MARINA MONZÓ · ROCÍO PÉREZ ·

BERNA PERLES Especial quinto aniversario

Febrero 2021 - 063

PABLO FERRÁNDEZ

“La adrenalina que requiere el violonchelo es adictiva”

Marzo 2021 - 064

YOLANDA AUYANET

“Ahora soy más crítica y, al mismo tiempo, más indulgente conmigo misma”

42 Platea 100

Abril 2021 - 065/019

HILARY HAHN

“El mayor reto para un artista es salir de sí mismo”

Mayo 2021 - 066

JORGE DE LEÓN

“Se nos ha olvidado que el público es el único soberano”

Junio 2021 - 067

KLAUS MÄKELÄ

“Dirigir es una cuestión de comunicación”

Julio 2021 - 068/020

OKSANA LYNIV

“Mi debut en Bayreuth representa un paso hacia el futuro”

Agosto 2021 - 069

CUARTETO CASALS

“El cuarteto de cuerda es una utopía”

Septiembre 2021 - 070

RICCARDO FRIZZA

“Hoy en día se vive y se siente el bel canto mejor que nunca”

Octubre 2021 - 071/021

DANIIL TRIFONOV

“Bach era un sentimental”

Noviembre 2021 - 072

CARLOS CHAUSSON

“Siempre he querido dignificar la voz de bajo bufo”

Diciembre 2021 - 073

LISETTE OROPESA

“Cantar es la forma perfecta de sentir que no estamos solos”

43 Platea 100

Enero 2022 - 074/022

JULIE FUCHS

“La ópera nunca fue más accesible que hoy en día”

Febrero 2022 - 075

CRISTINA GÓMEZ GODOY

“Con el sonido del oboe me parece acariciar el alma”

Marzo 2022 - 076

DENIS KOZHUKHIN

“La música está hecha de vida y requiere tiempo”

Abril 2022 - 077/023

KLAUS MÄKELÄ

“Aspiro a respetar y a ser respetado en torno a la música”

Mayo 2022 - 078

CARMEN SOLÍS

“No podemos seguir confundiendo el teatro con la televisión”

Junio 2022 - 079

SARA BLANCH

“Ser cantante y ser músico no debería separarse”

Julio 2022 - 080/024

XABIER ANDUAGA

“Mi voz decide más que yo”

Agosto 2022 - 081

JAUME SANTONJA

“Todo director de orquesta tiene un punto de kamikaze”

Septiembre 2022 - 082

RAFAEL R. VILLALOBOS

“Hoy es pueril buscar el escándalo por el escándalo”

44 Platea 100

Octubre 2022 - 083/025

CECILIA BARTOLI

“Una buena carrera es como el buen ragú, necesita tiempo”

Noviembre 2022 - 084

JOAN VALENT

“Sueño con componer una ópera en torno a Ramón Llull”

Diciembre 2022 - 085

MARZENA DIAKUN

“La dirección de orquesta consiste en inspirar, no en ser un tirano”

Enero 2023 - 086/026

FRANCO FAGIOLI

“El cantante tendría que volver a ser tan libre como antes”

Febrero 2023 - 087

KAIJA SAARIAHO

“Componer es para mí una búsqueda fascinante de sonidos y texturas”

Marzo 2023 - 088

IGNASI CAMBRA

“La música es encontrar la libertad en aquello que escribió el compositor”

Abril 2023 - 089/027

LEONIDAS KAVAKOS

“Cuando toco el violín, practico la microcirugía”

Mayo 2023 - 090

PIOTR BECZALA

“La prudencia es la mejor receta para una carrera larga”

Junio 2023 - 091

MARÍA DUEÑAS

“Es responsabilidad de los músicos jóves que la música siga evolucionando”

45 Platea 100

Julio 2023 - 092/028

DAVID AFKHAM

“Una orquesta no puede conformarse con ser un museo”

Agosto 2023 - 093

PABLO HERAS-CASADO

“Pretendo reverenciar la obra de Wagner desde el siglo XXI”

Septiembre 2023 - 094

NATHALIE STUTZMANN

“La ópera es mucho más que un escaparate para las voces”

Octubre 2023 - 095/029

ROBERTO GONZÁLEZ MONJAS

“Lo que una orquesta busca en un director es inspiración”

Noviembre 2023 - 096

LISE DAVIDSEN

“Lo esencial está en las emociones”

Diciembre 2023 - 097

YULIANNA AVDEEVA

“Chopin fue un auténtico revolucionario, no un simple músico de salón”

Enero 2024 - 098/030

CALIXTO BIEITO

“Lo que impacta en el arte es la verdad”

Febrero 2024 - 099

FREDDIE DE TOMMASO

“No tengo prisa por cantarlo todo”

Marzo 2024 - 100 JOAQUÍN

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·
·
·
INIESTA ·
DE
· BÁRBARA
·
·
·
VENTURA ·
R. VILLALOBOS
ACHÚCARRO
RAQUEL GARCÍA-TOMÁS
PABLO HERAS-CASADO
RUTH
JORGE
LEÓN
LLUCH
JOAN MAGRANÉ
ALBERTO MIGUÉLEZ ROUCO
ALBA
RAFAEL

OCTUBRE DE 2016

PORTADA 011 / EDICIÓN IMPRESA 001

ZU BIN MEHTA

Ha cumplido 80 años e imagino que en su caso habrá llegado hoy a conclusiones sobre la vida y sobre la música distintas de las que tenía hace treinta o cincuenta años. (Pensativo) No tanto, sólo parcialmente. Hay cosas que nunca cambian. Mi idea sobre algunas partituras ha cambiado, pero mi educación y mi formación se mantienen intactas, son las mismas hoy que hace cincuenta años. Los tiempos que empleo para la Heroica de Beethoven, por ejemplo, son los mismos hoy que cuando empecé a dirigirla. Lo más importante quizá sea lo que nunca cambia.

Hay pequeños detalles que hacen de cada concierto algo único: los músicos concretos con los que se trabaja son quienes terminan de dar forma a una versión musical determinada. Yo tengo la suerte de trabajar con los mejores. En mi orquesta de Florencia, por ejemplo, hay músicos que podrían perfectamente hacer carrera como solistas de su instrumento. Sabe, hay algo místico y excitante a la hora de hacer música: todo está predeterminado pero nada resulta finalmente idéntico, nada se repite exactamente igual. Y no puedo explicar por qué,

simplemente sucede. Y créame, es maravilloso seguir descubriendo algo nuevo cuando has cumplido ya ochenta años y podrías creer que está todo dicho.

Una y otra vez vuelve a Viena, donde empezó su carrera, donde se formó. ¿Viena sigue siendo la capital de la música hoy en día? ¿Es al menos la capital de la música en su corazón? Viena fue, ha sido y es como mi segunda patria. Me he sentido en casa en muchas partes, desde Nueva York a Valencia pasando por Florencia o Münich. Pero en Viena me formé como músico, hice mis primeros conciertos, escuché a grandes como Böhm, Karajan, Mitropoloulos, Krips… Lo que aprendí en aquellos años en Viena ha viajado siempre conmigo a todas partes. La fortuna enorme de trabajar con Hans Swarovski es algo que nunca he dejado de agradecer. Viena es una ciudad difícil e ingrata, pero todavía hoy guardo un grandísimo recuerdo de mi tiempo allí y me alegra poder regresar cada año, sea con conciertos en el Musikverein o con representaciones en la Staatsoper.

Usted nació en Bombay y al comienzo de su carrera en Viena, coloquialmente, se referían...

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OCTUBRE DE 2017

PORTADA 023 / EDICIÓN IMPRESA 005

ANNA NETREBKO

Esto es interesante. ¿Percibe ahora más facilidad para cantar? No diría tanto que sea más fácil sino que es todo mucho más consciente, más controlado. Sé qué quiero hacer y cómo lo quiero hacer, vocal y técnicamente hablando. Soy completamente dueña de mi voz. El repertorio dramático tiene además otras exigencias; necesitas también un cuerpo que respalde tu técnica. A veces no se habla de esto, pero hace falta una mayor resistencia física para cantar determinado repertorio. Hace falta por ejemplo un diafragma mayor y más fuerte para el repertorio dramático. Tu cuerpo tiene que acompañarte en esto también. Son ya seis años explorando un nuevo repertorio y creo que estoy en mi mejor momento.

Tengo curiosidad por saber con qué motivaciones decide finalmente qué roles cantar o no. Mi impresión es que al final pesa más en su caso lo emocional que lo racional, pues hay papeles a priori ideales para su voz que sin embargo ha declinado cantar porque no los siente como algo propio. Es una cuestión complicada. Los contratos se firman cada vez con más anticipación, a varios

años vista. En ocasiones tomas la decisión simplemente mirando la partitura y valorando si puedes o no cantarlo, pero muchas cosas pueden cambiar hasta que finalmente llega el momento de cantar ese papel. Si al abrir una partitura para estudiarla no siento pasión por lo que veo ahí escrito, no puedo cantarlo. Sé que he podido decepcionar a algunos seguidores al decidir renunciar a determinados proyectos, pero confieso que tomo esas decisiones con total honestidad, no como un capricho. Ahora tengo el compromiso de anunciar estos cambios, si se producen, antes de que las entradas salgan a la venta. Y mi voluntad de aquí en adelante es la de ser más cautelosa con lo que firmo y con los compromisos que adquiero; creo que es lo mejor para todos, para mí, para los teatros y para el público. Si anuncio que cantaré algo, es porque estoy completamente segura de ello.

Cuando se anunció su debut con Aida hubo quien pensaba que no llegaría finalmente a cantarlo. Sabe, con Aida tuve que pensarlo mucho. Es una obra emblemática pero en realidad es poco espectacular para la soprano. Es un papel largo, exigente, con dos grandes momentos solistas, pero…

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© Tim Osipov

ABRIL DE 2018

PORTADA 029 / EDICIÓN IMPRESA 007

MARIA JOAO PIRES

De camino hacia aquí, hacia L’Auditori de Barcelona, donde usted dará tres conciertos, me preguntaba si para usted son tres conciertos más o tres conciertos menos en la cuenta atrás para ser libre... (Risas) No creo que sean ni tres conciertos más ni tres conciertos menos. Cuando me preparo para un concierto, tan sólo pienso en la pieza que toco, en la persona con la que toco, en la orquesta… En cualquier caso, el haber decidido parar ahora es una gran alegría para mí, aunque como bien sabe, he optado por seguir con mis distintos proyectos entorno a la música y el arte. Continuaré trabajando con músicos más jóvenes, quizá para realizar algunas grabaciones, porque nunca he tenido, en realidad, mucho tiempo para los estudios de grabación y ahora quisiera dedicarles más tiempo.

Dice que este momento de retirada es un momento de alegría para usted, ¿realmente el balance de sus sentimientos actuales es positivo? Sólo tengo sentimientos felices, buenas vibraciones. No tengo ni un solo mal sentimiento en este momento, la verdad. En realidad ni siquiera es que tenga la sensación de que vaya a decir adiós al público. El

público no sólo se encuentra en los auditorios sino que está en muchos sitios. Entiéndame, el público al fin y al cabo... ¡somos seres humanos! Y en cualquier caso la música no es algo que deba ser interpretada en una sala de conciertos para que adquiera su razón de ser. Puede ser tocada en infinidad de lugares y ante infinidad de tipos de personas.

¿La música es una cosa y la... Interpretación otra. Sí. Absolutamente. No creo que la música se haya escrito para ser interpretada delante de otros. La música es parte de nuestro espíritu. Por supuesto podemos sentarnos a escuchar cómo toca alguien el piano, pero la interpretación en el sentido de realizarla sobre un escenario, en un lugar público… no tiene sentido. La música en realidad no se ha escrito para ello. No es su verdadera razón de ser.

Usted habla a menudo sobre el star-system de la música clásica como algo que... (Tajante) Daña la música.

Sí, y como algo a lo que usted se siente completamente ajena, pero sin embargo es una de las artistas más brillantes e importantes de nuestro...

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© Caroline Doutre

OCTUBRE DE 2018

PORTADA 035 / EDICIÓN IMPRESA 009

EDICIÓN ESPECIAL TERCER ANIVERSARIO

JOAQUÍN ACHÚCARRO ANTÓN GARCÍA ABRIL TERESA BERGANZA

Hoy es siempre todavía. Toda la vida es ahora”, decía el gran Antonio Machado. Aforismo con el que llevan viviendo su carrera y día a día tres grande de la música: el pianista Joaquín Achúcarro, la mezzosoprano Teresa Berganza y el compositor Antón García Abril. Sirvan estas páginas para celebrar con ellos nuestro tercer aniversario, reunidos para una entrevista por primera vez y, al mismo tiempo, para rendirles un merecido homenaje. A ellos, a sus carreras, a su arte y a su filosofía. A su manera de entender la vida.

Hoy es siempre todavía, decía, tal y como ellos se dicen a diario. Seguramente Antón, enamorado de la poesía como pocos, encuentre mejores versos que ilustren estas líneas. No obstante, no hay duda de que su hacer y sentir tienden más hacia Machado que hacia un Ah de la vida quevediano o la Juventud de Rubén Darío. En cualquier caso, este encuentro nos ha servido para volver y no como en el tango de Gardel, sino como en versos de Bergamín, porque volver no es (necesariamente) volver atrás. No hay añoranzas sino pasos dados, recuerdos y el sentir del mañana.

Teresa Berganza, zarzueleando un poco, es “una chula muy resalá, un granito de pimentón”. Una diva castiza, como a ella le gusta decir. “La madrileña de pies chiquititos, ojos de sultana, dientes de marfil que siempre fue alegre y desenvuelta, sin saber de penas su vida es reír”. Nadie ha cantado con su sonrisa. La voz de Teresa surge de la luz, como la de los grandes maestros del Barroco y, desde la inmanencia de esa luz que le es propia, Berganza trasciende. Nada tiene que envidiar al cotidiano Vermeer, al Velázquez cortesano o el Rubens mitológico. Como bandera, el respeto al compositor y el corazón sobre el escenario.

De Joaquín Achúcarro me decía Alfred Brendel, otro gigante del piano, que aunque este mundo cada vez es más absurdo, sin duda “con la precisa y clara mirada de Joaquín vale la pena vivirlo”. Joaquín el pianista, el filósofo, el pensador, todo trasvasado al teclado a través de la honradez, alcanzando el arte como virtud. Espacio y pedal. Espacio a cada nota, a cada silencio, su espacio. Y pedal. Pura reflexión y, al igual que cada sonido genera sus concomitantes, cada una de sus preguntas al piano generando más incógnitas, más respuestas, más…

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© Gemma Escribano
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© Gemma Escribano
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© Gemma Escribano

OCTUBRE DE 2019

PORTADA 047 / EDICIÓN IMPRESA 013

ANNE-SOPHIE MUTTER

Cree que las carreras de los músicos son hoy radicalmente diversas a las de antaño? Y si es así, ¿en qué sentido? Sí, absolutamente. Todo va más rápido y han cambiado las prioridades. Hoy la tentación de una carrera breve y superficial es mucho mayor. La excelencia musical y la tentación comercial a veces no se llevan demasiado bien. Y el resultado cuando esto pasa no es otro que peor música, una manera devaluada de entender nuestro oficio. Afortunadamente son muchos los intérpretes que tienen hoy todavía los criterios de otro tiempo y se toman con calma su trayectoria. Pero demasiado talento se quema por el camino y a veces es irrecuperable. El problema es estar bien aconsejado; hay que saber escuchar, pero a veces hay cantos de sirenas que son peligrosos.

Su carrera es un ejemplo de longevidad. Más de cuarenta años sobre los escenarios, con un debut muy temprano, lo que desmiente por cierto que los niños con un gran talento no deban empezar tan pronto con una carrera profesional. ¿Cómo ha conseguido seguir en activo, a un nivel tan extraordinario, con su repertorio intacto, durante cuatro décadas? No creo que ninguno de

nosotros, en esta profesión, seamos perfectos. A excepción de Martha Argerich, que es de otro planeta (risas). Pero la perfección es una ilusión necesaria, es algo con lo que todos necesitamos trabajar, para no bajar la guardia, para estar siempre atentos y seguir depurando nuestra técnica. Tras cuatro décadas de actividad profesional, a día de hoy, le diría que sigo buscando la perfección, quizá a sabiendas incluso de que nunca la encontraré. Y es que no hay ningún secreto más que ese para seguir en lo más alto, por mucho que pasen los años. El talento nunca es suficiente. La única receta es el trabajo encaminado a esa búsqueda de la perfección, que nunca llega.

España es un país muy presente en su carrera, hemos tenido la suerte de escucharla allí en numerosas ocasiones. Sí, he tocado mucho en España, un país donde me siento querida y apreciada. He recibido además importantes reconocimientos allí. En 2016 recibí, de manos de la Reina Doña Sofía, el Premio Yehudi Menuhin, todo un honor y una gran responsabilidad. También he tenido ocasión de trabajar con algunos de los músicos españoles más importantes de las últimas décadas…

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© Bastian Achard

ENERO DE 2020

PORTADA 050 / EDICIÓN IMPRESA 014

JAVIER CAMARENA

Lo cierto es que desde entonces, desde 2014 más o menos, he sentido la necesidad de seguir desarrollándome como artista, como voz, como cantante, etc. Y eso implica ir armando un repertorio progresivo, de una manera muy consciente, paso tras paso. Nunca me he sentido un tenor rossiniano por definición. Mi mayor afinidad ha estado siempre con Bellini y Donizetti, sobre todo. Y en los próximos cinco años lo que va a ir llegando, como mayor novedad, es el repertorio francés, sin prisa pero sin pausa. Y de nuevo vuelvo a tener a Alfredo Kraus como referente. La clave al final de todo no es otra que saber escucharme, estar atento a lo que va pidiendo mi voz, a sus cambios.

¿Y cuáles serían los cambios más evidentes que identifica en la voz, en estos últimos años? Tanto el centro como el grave son más consistentes y tienen más peso. Los agudos siguen ahí, dios mediante (risas). Pero la sensación general es de mucha más redondez en todo el registro. No es que ante el instrumento no fuera homogéneo, pero ahora es todo más consistente, creo. Al final es complicado, porque uno nunca termina de escucharse a sí

mismo por completo; importan igualmente mucho las referencias de las personas de confianza que te vienen escuchando durante años y que igualmente señalan esos cambios y evoluciones.

En la carrera de un cantante es a menudo tan importante conocer sus renuncias como sus compromisos. Me refiero a todas esas propuestas a las que ha dicho que no, cuando le ofrecieron un determinado rol, para el que no era el momento adecuado. Son esas decisiones conscientes las que al final van marcando el camino. La primera oferta que yo tuve para cantar en la Royal Opera House fue con Robert le Diable de Meyerbeer, en el 2007. Y mi debut allí no llegó hasta la temporada 16/17.

¿Y Meyerbeer no está en su agenda todavía? No, todavía no está. Llegará, pero quiero pasar primero por los highlights antes de meterme en la zona oscura (risas). En todo caso, dije que no asimismo a La Juive, evidentemente no al rol principal sino al papel de Léopold. El aria estaba bien para mí, pero me asustaba entonces el hecho de cantar en escena ante una voz como la de Neil Shicoff, todavía en...

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© Gemma Escribano
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ABRIL DE 2020

PORTADA 053 / EDICIÓN IMPRESA 015

DANIEL BARENBOIM

Cree que la sociedad occidental es consciente de la coyuntura a la que hacemos frente, más allá de la pandemia? Me refiero a la crisis subsiguiente, que será no solo económica sino también de valores, con enormes riesgos. Yo pienso que la mayoría de la gente no es consciente de ello, lamentablemente. Los hábitos adquiridos como sociedad, durante varias décadas, representan una inercia difícil de vencer. Parece imposible imaginar hoy que ciertas cosas dejarán de ser como eran, pero hay que planteárselo. No creo que aprendamos la lección que habría que sacar de todo esto.

¿Y cuál sería esa lección, desde su punto de vista? Hace ya muchos años que el dinero guía el mundo. Por supuesto que el dinero hace falta, pero no puede ser el criterio que lo determine todo. Hace ya un tiempo, no recuerdo dónde exactamente, leí una definición de la libertad, según la administración norteamericana, en un documento interno. Venía a decir que la libertad consiste en tener la capacidad económica para comprar o vender algo y el derecho para hacerlo. Estados Unidos es un gran país, pero su idea de libertad es un buen ejemplo

de la deriva que lo marca todo hoy en día. Dinero, dinero, dinero… Pero la cultura, la educación y los valores quedaron a un lado. ¿Qué hay de la curiosidad? Se perdió totalmente. Internet es un instrumento fantástico pero su inmediatez ha cortado de raíz muchos estímulos.

Realmente vivimos en un mundo cada vez más vacío e irreal. Y eso se percibe en los problemas sociales, como sucede en la Alemania del Este, donde emergen movimientos neonazis. La reunificación fue un proceso necesario y formidable, pero nadie se paró a pensar que la población del Este no había conocido jamás la democracia. Ellos estuvieron del 33 al 45 bajo el gobierno de Hitler y desde el 49 al 89 bajo el comunismo soviético. ¿Y qué se hizo? Se les dio dinero, no se les dio educación. La democracia no se compra ni se vende, no se mide en dólares o en euros. Todo esto sonará muy simple, pero después de muchos años tengo la certeza de que es así.

Mencionaba usted ahora las posibilidades de Internet, que es también un nexo paradójico con el mundo, en estos días de confinamiento. Las pantallas se han convertido en las ventanas...

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ENERO DE 2021

PORTADA 062 / EDICIÓN IMPRESA 018

EDICIÓN ESPECIAL QUINTO ANIVERSARIO

LEONOR BONILLA RUTH INIESTA MARINA MONZÓ ROCÍO PÉREZ BERNA PERLES

Lo que parece estar claro es que la generación de Berna, Marina, Leonor, Rocío y Ruth apuesta ya por otra forma de hacer las cosas, acorde a lo que requieren los tiempos que vivimos. El futuro será feminista o no será. Aunque todas ellas coinciden en su respuesta afirmativa, sólo la más joven de todas ellas, Marina, es la única en contestar con total seguridad, directamente, al preguntarle si la sororidad entre jóvenes cantantes es real: "Sí". Más tarde explica por qué: "Sobre todo porque veo lo contrario entre las generaciones más mayores". Hay de todo, no quiero generalizar, pero en nuestra edad, estemos en un nivel u otro, nos atrevemos a decirnos las cosas positivas entre nosotras. Trucos, consejos, hablarnos en confianza. Nos ayudamos mucho".

"¡Nosotras ya estamos a otro rollo!". Palabras de Rocío, parece la frase perfecta para resumir su sentir: "Bastante difícil es esta profesión como para querer estar a malas con los demás. No creo que alguien pueda decir que es enemigo nuestro, porque no es nuestra forma de trabajar. Desde luego, no la mía. En todo lo que se pueda sumar, simplemente ¡hay que sumar!".

Leonor ahonda un poco más: "Como mujeres, hemos sido educadas para ser rivales, para tener que ser las mejores entre nosotras. Tenemos mucha presión por tener que ser la que mejor canta, la más simpática, la más guapa todas llevamos esa carga porque así nos han educado en la sociedad en la que vivimos. Nos han educado en la competitividad, en vez de en la sororidad. Muchas veces, la necesidad de fans y medios de comunicación de querer enemistarnos, de compararos, de hablar de divas… es un problema añadido. No se dan cuenta de que, en realidad, entre nosotras todo eso no es así. Es una pena. Es hora de que eduquemos en aportar, en sumar hacia algo más bonito y común".

(…) Berna se pronuncia sobre la maternidad: "Las mujeres tenemos que tirar para adelante con una carga social, cultural, que no nos merecemos. Nos hacen sentir culpables tomemos la decisión que tomemos al respecto a la maternidad. Nosotras no somos sólo cantantes, ni somos sólo madres, o sólo lo que sea. Nosotras somos lo que nos de la gana ser y, nos lo pongan fácil o no, a llegado ya la hora de que todo el mundo lo comprenda y lo comparta"…

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JULIO DE 2022

PORTADA 080 / EDICIÓN IMPRESA 024

XABIER ANDUAGA

En el transcurso de estos años, cuando su carrera se ha ido consolidando, imagino que ha tenido que leer muchas barbaridades. En este mundo de la lírica abundan los vendedores de humo, y más ante el caso de un cantante tan joven y ya tan consolidado. Es realmente asombroso cómo la gente habla de tu voz como si fuese la suya. Y también las comparaciones, como si cada persona y cada carrera no fueran un mundo. Hablar es muy fácil, yo escucho y leo todo, siempre con algo de distancia, pero al final es mi carrera, es mi voz yo sé donde me estoy metiendo, yo tomo las decisiones. Por ejemplo, si acepto cantar Puritani es porque lo he probado una y mil veces en casa; no somos tan inconscientes de aceptar un reto así sin estar seguros de poderlo llevar a cabo. Luego todos tenemos días mejores y días peores, pero al final creo que todos los que estamos en esta carrera tenemos, o al menos deberíamos tener, algo de cabeza.

La sensación de que se le percibe como un cantante joven y que, por serlo, se va a equivocar, ¿no le resulta exasperante? A título personal, después de siete años pisando teatros por todo el mun-

do, por fin empiezo a sentir que me tratan como a un cantante más, como a un profesional, y no como a un cantante joven que es un recién llegado y al que hay que decirle constantemente lo que tiene que hacer. La juventud no es sinónimo de inmadurez. Es una barbaridad la cantidad de consejos que recibimos los cantantes jóvenes en cada ensayo, y no digo que no vengan bien, pero sería estupendo recibirlos cuando los pedimos y no por costumbre.

Hay un gran paternalismo, entiendo. Sí, llega un punto en el que todos quieren aconsejarte, como si no fuera posible que un cantante joven tenga su propio criterio y se haya preparado a conciencia en casa antes de llegar al teatro. Los consejos se agradecen, pero a veces son agotadores.

El género lírico español es un repertorio que le tienta cada vez más, imagino, tras su reciente paso por el Teatro de la Zarzuela. ¿Tiene proyectos para cantar zarzuela en su agenda? No, de momento no hay nada en agenda, pero es un repertorio con el que me siento muy próximo. Me encantaría cantar un título escenificado. Una de las primeras cosas que canté, de hecho, siendo un inconsciente …

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OCTUBRE DE 2022

PORTADA 083 / EDICIÓN IMPRESA 025

CE CILIA BARTOLI

Rossini ha sido un autor fundamental en su trayectoria. Realmente, lleva cantando y defendiendo su obra durante casi cuarenta años. Eso… casi (risas). Serán ya unos treinta y cinco años o algo más. Para mí Rossini ha sido muy importante, pero no solo como compositor, por el valor de sus óperas, que es indiscutible. Para mí Rossini ha sido un maestro de canto fundamental. Mi voz ha crecido y se ha mantenido en el tiempo gracias a Rossini. Para cantar su música se necesita una voz flexible, toda su vocalidad es virtuosismo, se necesita siempre estar fresco, ágil y esto es lo que me ha permitido tener la voz en forma durante todo este tiempo. Sucede lo mismo con Mozart, aunque en un sentido distinto. Mozart te obliga a estar siempre atento, a cuidar cada detalle, es una constante lección de estilo.

Menciona ahora a Mozart y creo que la próxima temporada hará de hecho La clemenza di Tito en varias ciudades. Mozart siempre ha sido una constante en su agenda, ya desde muy temprano, en sus primeras grabaciones. Mozart siempre ha estado muy presente para mí. Mozart es salud para

la voz, para la técnica. Con Mozart cantas desnudo, no hay nada pero tienes que defender la línea vocal amplia, sostenida, limpia, elegante, con emoción. ¡Mozart es muy difícil de cantar! Como Bellini, con esas melodías infinitas, hace falta una técnica muy sólida para cantarlo.

Ahora que menciona a Bellini, le confieso que lo más impresionante que quizá yo le haya escuchado a usted nunca es precisamente Norma, en las funciones que hizo en Salzburgo en 2015. Aquello fue asombroso. Ah, aquellas funciones… Aquella versión era la versión original de Norma, muchos lo olvidan: sin cortes, sin cambio de tonalidad, con los duetos originales, etc. Fue un trabajo muy duro. También la regia de Moshe Leiser y Patrice Caurier encajaba perfectamente con el espíritu de la obra.

Cuando emprende proyectos como esta Norma, tan fuera de su zona de confort, imagino que escucha siempre voces que critican de antemano sus decisiones, hablando de atrevimiento por su parte. Y sin embargo el tiempo le ha dado siempre la razón. Usted tiene realmente un don…

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© Kristian Schuller

OTRAS ENTREVISTAS

CONVERSACIONES QUE HAN MARCADO NUESTRO CAMINO

Nueva creación

Kaija Saariaho

FEBRERO DE 2023

ÚLTIMA ENTREVISTA CONCEDIDA ANTES DE SU FALLECIMIENTO

Tiempo atrás, medio en broma, solíamos decir que en un país de estaciones extremas como Finlandia todo era tan frío, oscuro y aburrido que no teníamos otra cosa que hacer que volcarnos en el arte. Supongo que hoy en día tenemos mucho que hacer aparte del arte. Tal vez ahora que la electricidad vuelve a ser cara, volvamos a esa oscura edad dorada.

En su música reconozco una preocupación continua por algunos temas como la evocación, la distancia, la comunicación. ¿Me equivoco? ¿Tiene esto que ver con su propia biografía? Cuando uno ha vivido mucho tiempo lejos de la propia cultura, siempre hay un regusto de nostalgia; y al llegar a nuevos lugares como un extraño uno se acostumbra a mirar las cosas desde afuera. Así que supongo que hago eso y examino muchos procesos acerca de

© Emmi Korhonen

cómo se forman y se desvanecen los recuerdos. La erosión de los paisajes interiores y exteriores, por decirlo de otra manera.

En términos de sonido, también tengo la impresión de que dedica mucho tiempo y cuidado a la hora de construir algunas texturas y colores específicos, como si tuviera de antemano una idea física o una impresión del sonido que quiere crear en sus partituras. Sí, así es. Normalmente siempre tengo ideas precisas de los sonidos que quiero

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Peter Eötvös

JULIO DE 2019

… ¿Cómo recuerda su aproximación a la música escrita y el primer interés por su lado más experimental? Vengo de una familia de músicos, mi madre era pianista y mi abuelo, violinista. Cuando era muy niño la música se apoderaba de todo, yo jugaba a tocar el piano y así empecé. Mi madre daba clase de música en Hungría y esta es una historia bonita porque tiene que ver con una máquina de escribir. Alrededor de los años 40 y 50 se usaban esas ruidosas máquinas de escribir que a mí me llamaban mucho la atención: la bonita forma de sus letras, cómo se entrecruzaban al pulsar las teclas, y de hecho, empecé pronto a escribir gracias a esa máquina. Fue entonces cuando mi madre aprovechó para enseñarme el pentagrama, cómo escribir en las líneas y en los espacios y cómo buscar esos sonidos en el piano. Me dibujaba una ciruela en el pentagrama y luego me mostraba qué sonido le correspondía en el piano (risas) y eso fue estupendo para mí porque me dejó clara la conexión entre el papel y el sonido: lo que dibujaba, yo lo podía tocar. Así que a partir de aquel momento le dije que sería compositor, y sólo tenía cuatro años…

Esa-Pekka Salonen

ABRIL DE 2017

… Me habla de Stravinsky acercándose al estilo wagneriano, de su figura inspiradora como compositor... ¿Cómo se define el estilo propio de un compositor? O más sencillo: ¿Cómo definiría su estilo? ¡El estilo! Vaya, es difícil definir el estilo que me es es propio, que me define... pero podríamos decir que me sitúo en la línea del postserialismo, influenciado por Boulez, Berio, Ligeti y entiendo que he encontrado mi propio camino, mis propias variaciones, digamos. Sin atarme a ninguna corriente concreta en realidad. ¡Sólo espero que mi sonido llegue a ser identificable sin yo pretenderlo!

En síntesis, me siento libre, me creo libre de usar técnicas y herramientas pertenecientes a todo tipo de músicas, desde el postserialismo hasta el rock. Me siento especialmente feliz por haber crecido en libertad, musicalmente hablando también. Superarse a uno mismo en libertad, crecer como músico, encontrar tu camino… es todo un logro, yo creo, y por ello me siento satisfecho

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© Andrew Eccles

Raquel García-Tomás

OCTUBRE DE 2020

… Creo que hay una muy interesante y muy potente nueva generación de compositores hoy en día en nuestro país... entre los cuales la incluyo. ¿Se distingue en algo esta generación de aquella que trajo la “vanguardia” musical a España? Sí (decidida). Sí. Sin entrar en nombres porque no sé la realidad de cada uno e individualmente habrán tenido sus circunstancias, pero en nuestra generación, que ya no somos los más jóvenes realmente, hay un hecho fundamental: el uso de Internet. Los compositores lo hemos explotado y hemos logrado que una generación conecte entre sí. Nos seguimos yendo fuera a formarnos, pero ahora no nos vamos como antes, que se iban completamente solos y de forma aislada. Incluso conocían a pocos músicos e intérpretes. El modelo académico de algunas escuelas superiores como la ESMUC y las redes sociales han sido decisivos para las generaciones de ahora. También los caracteres de la juventud y sus paradigmas han cambiado, claro y como resultado somos una generación en la que hay mucha solidaridad y respeto, teniendo cada uno nuestro propio lenguaje. Ya no importa tanto a qué escuela pertenecemos, sino que tenemos nuestra propia sensibilidad y sentimos que podemos desarrollarla libremente…

FEBRERO DE 2020

… En contra de lo que han hecho gran parte de las vanguardias durante el XX. Sí, contra el elitismo. Si te interesa la música clásica, quizás tendrás que hacer un pequeño esfuerzo, pero puede que te interese y lo acabes escuchando.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿dirías que la música perdió dimensión humana en las vanguardias? A veces se habla de su carácter cerebral. Lo que diré no es una crítica, es mi visión. El arte se decantó por la ciencia (también hay mucho humanismo en la ciencia) como ha sucedido en otros momentos históricos, y a mi me interesa un arte más humano, cercano, más íntimo y carnal. Es espiritual en el sentido totalmente humano, como puede ser espiritual la Missa solemnis de Beethoven, que no tiene nada de divino. Me interesa la proximidad, por eso me interesa la voz, la vibración que es lo más íntimo que tenemos. Por eso también mi recelo hacia la música electroacústica. Se trata de algo estético-ideológico, una decisión personal, nada más. Todo lo que sea añadir cosas, pantallas y todo lo que no sea nuestros propios dedos, considero que es perder capacidad humana

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Joan Magrané

Max Richter

AGOSTO DE 2020

… Durante las últimas décadas hemos tenido el historicismo forzando la interpretación y la dirección del museo del que hablábamos antes. Parece que usted lo concibe más como una obra abierta. En literatura esto ha sido profundamente estudiado, pero parece que en la música somos mucho más conservadores. Hay otros autores que también han hecho algo parecido a lo que hizo usted. ¿Cree que esto puede ser una nueva manera de abordar la interpretación de la música antigua, o de la clásica en general? Es interesante, ¿verdad? Creo que en muchas de las aproximaciones a la música antigua basadas en la autenticidad, bueno, hay un gran elemento de especulación. Las evidencias son muy escasas. Es un estudio cultural interesante en sí mismo. La gente está intentando transmitir el sentimiento de antigüedad de alguna manera, como una versión del siglo XVIII del momento actual, y eso me parece una aproximación un poco misteriosa. Lo que tenemos son las notas en la página, y esas notas están llenas de vida y de vitalidad. Están para ser interpretadas aquí ahora, y la interpretación es ese espacio de encuentro entre la partitura y el momento actual. Un espacio de encuentro con esos seres humanos que han…

DICIEMBRE DE 2020

… Me atrevería decir que usted ha recibido todos los grandes premios posibles, la lista es impresionante. ¿Cómo está lidiando con este nivel de reconocimiento? ¿Cómo le ha afectado personalmente, pero también en su trabajo como compositora? Bueno, por supuesto, es muy halagador. Principalmente es estupendo sentir que mi música está llegando a la gente. Es cuando uno tiene una conversación, nos gusta ser escuchados. Eso es maravilloso. Pero personalmente no me importa tanto, nunca busqué demasiado esa atención. Siempre me ha bastado con hacer mis pequeñas cosas en mi pequeña esquina. Y esto ha sido así durante más de veinte años, en los que nadie me conocía. Artísticamente creo que no me ha afectado demasiado porque es algo que nunca he buscado activamente. Pero bueno, para el trabajo, significa que he generado una confianza para los proyectos en los que participo. Puedo salirme de lo convencional y explorar sonidos que no he escuchado nunca. Esto requiere un nivel de riesgo, de experimentación, y lleva tiempo. En los dos últimos proyectos en los que he participado me han dado esta libertad y confianza, he podido trabajar de un modo muy experimental...

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Hildur Gudnadóttir

Philip Glass

© Andreas Bitesnich

ABRIL DE 2016

… Se ha utilizado muchas veces el término “minimalista” para describir su música, algo que parece no gustarle demasiado y ha rechazado en numerosas ocasiones. Bueno, es que es un poco más complicado que eso. Esas son las composiciones que hacía en los años 60, 70 y parte los 80. Luego hice otro tipo de música. Y ahora, recientemente, me invitan a dar conciertos en festivales para gente joven. Yo voy a cumplir 80 años y estoy lejos de su edad, así que para poder conectar he decidido tocar música de entonces, de cuando yo tenía su edad, y les encanta. Esto me hizo pensar que debía recuperar esa parte temprana de mi obra, que no apreciaba tanto. Bueno, no es que no me gustara, pero la abandoné para ser más libre y hacer otras cosas y ahora vuelvo a ella porque le gusta al público de 30 y 40 años.

Y al más joven. Le contaré una anécdota, en una ocasión le hice escuchar una de sus primeras piezas, de estructura muy repetitiva, a un familiar joven. Me dijo “me gusta, suena como la música techno que escucho en las discotecas”. Espero que no le ofenda. ¿No es gracioso? (ríe) En absoluto, ¿por qué habría de ofenderme? Hablaba con un buen amigo otro día y le comentaba, ¿te das cuenta

de que hacemos música para niños? Si va a asistir al concierto en Madrid, creo que verá a un montón de gente joven entre el público, más de lo que sería esperable para un concierto de este tipo. De hecho, esta influencia funciona en las dos direcciones. Cuando estaba componiendo esa música repetitiva los 60, no era el único que lo hacía, era todo un movimiento y había gente en el mundo del rock and roll que también estaba en ello. Escuché a Blondie, un grupo y una cantante estupenda (Debbie Harry), que años después conocí. Recuerdo que la ligereza y el ritmo tenían algo similar a mi música.

Su obra tiene una fuerte conexión con la música popular, pues. Y no es accidental. No sé si sabe que mi padre tenía una tienda de discos, yo trabajaba en ella y acabé responsabilizándome de todas las secciones. Así que tuve que aprender música clásica, jazz, pop, big band, tenía que saber de todo para saber cuál era la música que le interesaba los clientes. Cuando uno me pedía por una pieza de clásica, yo le preguntaba si le gustaba rápida o lenta, y si le gustaba lenta le daba un Furtwängler y si le gustaba rápida pues le daba a Toscanini. Tenía unos 15 años y tuve que hacerme un experto, descubrí que hay un tipo de música para cada persona. De este modo comencé a apreciar la música que tiene éxito, en cualquiera estilo. Yo valoro la música por su popularidad.

Y su música es ahora muy aceptada pero no fue así siempre, especialmente al principio, hubo un fuerte rechazo. Llevó un tiempo. Al comienzo tenía suerte si tocaba en locales de Nueva York ante 30 ó 40 personas. ¡Y nos parecía increíble! Ahora tengo un repertorio de 40 años que incluye óperas y que se representa en tantos sitios… Ha sido un desarrollo muy interesante para mí…

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George Benjamin

MARZO DE 2016

… Durante casi 20 años ha estado pensando componer una ópera. Lo ha hecho con éxito con Into the little hill e incluso más con Written on Skin.

¿Escribir una ópera es realmente el mayor desafío al que se enfrenta un compositor? ¿Cuál es el desafío más grande? ¿Componer para la voz?

¿Dar con el libretista adecuado? (Parece que usted ya lo ha encontrado en Martin Crimp). Es, sin duda, el desafío más grande al que me he enfrentado –en el que he reflexionado intensamente durante más de 20 años antes de escribir la primera nota. Las cuestiones involucradas son múltiples: tener un hilo narrativo claro explicado de una manera original; escribir con imaginación para la voz e integrar las líneas vocales en el tejido armónico y orquestal de la partitura; mantener la claridad en la audición de las palabras y, quizás sobre todo, sostener un flujo constante de invención hasta el último compás de tal forma que la música refleje fielmente la evolución del drama. Pero, al mismo tiempo, hay algo apasionante en el hecho de trabajar en una partitura de tal envergadura, y considero la naturaleza de la forma en sí misma absolutamente cautivadora

Antón García Abril

DICIEMBRE DE 2017

OCTUBRE DE 2018

… Decía Nono que el público sólo aplaude lo que conoce... que se aplaude a sí mismo. Si estamos hablando del público donde solamente se alimenta de lo que ya conoce… pues sí, pero para mí ese público no cuenta. ¡Rectifico! Claro que cuenta, no nos olvidemos de que a la música se llega por la música, pero ocurre que hay que evolucionar. Debemos evolucionar. El público que va a la ópera y se limita a escuchar diez óperas a lo largo de su vida, a mí personalmente no me interesa para nada. Ahora, que a partir de ese momento puede evolucionar en la búsqueda de otros caminos además de los que ya conoce y que le han llevado a esa música, entonces, por descontado, son bienvenidos. En ese público es en el que tengo fe, el que tiene interés en descubrir nuevos caminos sonoros… ¡aunque luego los rechace! Insisto: a la música se llega por la música y estamos, todos, obligados a dar un paso adelante, a evolucionar. ¡Nunca hay que decir “no” a aquello que no se conoce!

Hablando del público, usted ha llegado al gran público gracias al cine y la televisión. Mire, estábamos en el siglo XX, donde el único elemento nuevo realmente importante en el arte, en sus…

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© Rui Camilo © Zafiro Visual

OTRAS ENTREVISTAS CONVERSACIONES QUE HAN MARCADO NUESTRO CAMINO

Batutas

Jordi Savall

AGOSTO DE 2016

En ese sentido, ¿qué es más importante para Jordi Savall, ser fiel al espíritu de la obra y su sentido profundo, o ser fiel también al contexto histórico en el que se creó la pieza y darle importancia al envoltorio escénico? Bueno, veamos, ¿hasta que punto el envoltorio y el sentido de la obra se pueden separar? Hay temas que se pueden traspasar a otras épocas o sociedades, seguramente, pero lo cierto es que si estas tocando a Monteverdi la música suena a Monteverdi, y si hay tanques en escena… pues me temo que en la época de Monteverdi no existían los tanques.

No, desde luego, pero había guerra igualmente, había armas, etc. Sí, claro, pero eran otro tipo de armas, entiéndame, en el fondo depende de cómo se hagan las cosas. Cuando la puesta en escena añade cosas que son complementarias me parece bien,

© Geri Born

pero cuando se hacen cosas contra la música uno se pregunta hasta que punto es necesario y permisible. En todo caso es muy difícil criticar generalizando; una propuesta moderna puede ser genial también.

Hablando de la sensibilidad del público y el repertorio, ¿cree que hay públicos más avezados ante ciertos compositores? Creo que es una cuestión educacional. Es posible que con Monteverdi uno tenga que hacer un esfuerzo, en el sentido que es una obra que trabaja en otros niveles

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Riccardo Chailly

FEBRERO DE 2019

… Desde 2015 está al frente del Teatro alla Scala, un teatro que conoce bien desde su debut allí en 1978. ¿Cómo definiría este teatro, tan cargado de historia y a veces tan polémico en su devenir? La Scala es un teatro de gran tradición. De hecho, es un punto de referencia desde mi juventud, cuando yo pasé mis años en el Conservatorio de Milán. He seguido desde entonces su trayectoria y conozco bien su personalidad y su tradición. He sido invitado regularmente a dirigir aquí desde mi debut en este teatro, en 1978. Por lo tanto, mi relación con la Scala viene de lejos.

Es evidente que mi vínculo con el teatro se ha estrechado en estos años, desde que me incorporé en 2015 como maestro titular, al frente de la dirección musical del teatro. Tengo dos responsabilidades aquí, básicamente: por un lado la temporada lírica y por otro la actividad de la Orquesta Filarmónica de la Scala, que es un grupo independiente, un conjunto de músicos que funciona de manera semejante a como lo hacen los Wiener Philharmoniker, por ejemplo…

Christian Thielemann

ENERO DE 2019

Parece que Wagner sea su compositor de cabecera en realidad, ¿Lo siente usted así? Podría decirse que sí, pero amo también mucho a Richard Strauss, también a Mozart, Verdi, Puccini… La cuestión con Wagner es que lo dirigí ya desde muy joven. Normalmente los directores empiezan a dirigir a Wagner después de un tiempo con el gran repertorio. Pero tuve la suerte que Peter Ruzicka me invitase a dirigir ya Wagner en Hamburgo cuando yo tenía unos 23 o 24 años. Fue un Tristan und Isolde.

¡Nada menos! Si, y a partir de entonces entré en la rueda y me empezaron a pedir Wagner en otros teatros.

¿Tuvo usted miedo, temor por el reto? Cuando eres joven eres más inocente, lo hice porque me vi capacitado y fui muy feliz con el resultado.

Imagino que recuerda muy bien esa primera vez. Recuerdo perfectamente esa primera noche. Me chocó mucho porque era una producción que se había estrenado el año anterior, firmada por Ruth Berghaus, con una puesta en escena muy compleja y conceptual que yo realmente admiraba…

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© DECCA © DPA

Philippe Herreweghe

FEBRERO DE 2020

… En efecto, forma usted parte de esa lenta pero firme revolución que transformó los criterios interpretativos durante la segunda mitad del siglo XX. Seguimos hoy refiriéndonos a todo ello bajo la etiqueta genérica de “historicismo”. Pero, a día de hoy y en pocas palabras, ¿qué podríamos decir que es ese historicismo? ¿En qué ha quedado? El historicismo pretende que la música de cada compositor se interprete de acuerdo con las intenciones de éste. Esto es, tan cerca como sea posible al contexto en que esa música fue compuesta, desde diversos puntos de vista. Y esto es valido para Monteverdi pero también para Beethoven, Brahms o Debussy. Y esto consiste en mucho más que recuperar los instrumentos originales de cada época. Eso es, por supuesto, algo sustancial y determinante para generar un sonido acorde a su tiempo. Debemos saber en qué tipo de flauta pensaba Schumann cuando escribía una partitura, porque eso nos aporta mucha información adicional, en términos estéticos y también desde un punto de vista técnico. Pero para el historicismo es también importante conocer lo mejor posible el texto, la fuente, la música como documento. Es importante conocer bien las ediciones de las partituras e intentar estar lo más cerca…

Kent Nagano

JUNIO DE 2018

… Habla de los límites de la música, de los aspectos extramusicales y de su vertiente más social. Después de interpretar y escuchar mil veces la Quinta de Beethoven, ¿cómo podemos continuar? ¿Piensa que la posibilidad de hacer algo nuevo quizás esté en esta vertiente extramusical? No podemos sencillamente repetir lo que se ha hecho en el pasado. Es lo más anticreativo que se puede concebir y la música es creatividad. Pero las obras maestras lo son porque tienen una universalidad que las hace relevantes en cada momento, más allá del tiempo. En esto se diferencian de las obras convencionales, de moda, populares (popular).

La moda siempre cambia. ¡Gracias a Dios no vestimos como en el XIX! Pero las obras maestras, multidimensionales, son un resumen profundo de la humanidad, abarcando lo intelectual, lo emocional, la identidad física y la espiritualidad -no necesariamente en su sentido religioso, sino existencial. Esto quiere decir que da igual las veces que las interpretes, volvemos a ellas porque tenemos la esperanza de encontrarnos con algo que no escuchamos en el pasado, y descubrimos que esto pasa con frecuencia. Cuando maduramos como personas, vemos…

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© Sergio Varenes

David Afkham

SEPTIEMBRE DE 2017

JULIO DE 2023

… ¿Y cuál es el papel de la audiencia en todo esto? Normalmente se le asigna un papel bastante pasivo pero, ¿es esto así? Hacemos todo esto para tener el contacto con la gente. Creo firmemente que tenemos la misión, como artistas, no solo de servir al compositor, sino de hacer que la música fluya a través de la audiencia; de conectar con el público, con la comunidad. Creo a través de la música podemos hacer cosas por la comunidad, por la cultura, hacer el bien a la gente.

¿Y cómo se haría eso? ¿Cómo puede ayudar a la comunidad a través de la música? Le diré un aspecto muy sencillo: escucharnos los unos a los otros. En la orquesta no hay realmente números uno. Ok, hay solistas, pero la responsabilidad y el protagonismo pasa de unos a otros continuamente, y en definitiva tenemos que abrir nuestros oídos y escucharnos. Es como lo que Barenboim y Said hicieron con su West-Eastern Divan Orchestra, establecer este diálogo. Y eso ocurre del mismo modo con la audiencia.

Si uno puede entender, por ejemplo, lo que hay detrás de la Heroica, su significado, la lucha por la libertad del espíritu humano, creo que puede ayudar el entorno político actual en aspectos…

Andris Nelsons

JULIO DE 2018

MAYO DE 2023

… Me gustaría saber más acerca de su método de trabajo. Tengo la impresión de que rechaza ejercer el rol de una autoridad con los músicos. Y eso se palpa también en la música que hacen juntos, que transpira comunicación y entendimiento. Desde mi punto de vista, el oficio del director de orquesta es algo místico, tiene un componente espiritual difícil de explicar. Por supuesto, hay una parte muy importante que tiene que ver con los conocimientos técnicos, el estudio del repertorio, etc. Pero al final todo consiste en comunicar, en establecer un vínculo emocional con el público y por descontado antes con los músicos. La labor de un director consiste en alentar a los músicos para ejecutar la música de una determinada manera. Y eso no se puede hacer desde la imposición, desde la mera autoridad; para que todo funcione, tienen que estar realmente convencidos de lo que están haciendo. Para esto hace falta que todos nos enfrentemos ala música como niños curiosos con los ojos y los oídos bien abiertos, sin prejuicios e ideas preconcebidas. Un director trabaja en última instancia con emociones: las suyas, las de los músicos, las del público… y por supuesto las de la música. Reducir todo eso a una mera cuestión técnica, a la imposición de…

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© Gisela Schenker
© DG

Pablo Heras-Casado

DICIEMBRE DE 2015

JUNIO DE 2018 · ENERO DE 2021 JULIO DE 2023

… En casos como el suyo en los que se construye una carrera sobre todo a base de trabajo y honestidad, debe darse una lucha interior difícil por ser uno mismo y no prestarse a ciertas batallas superficiales. Como podrá imaginarse, cuando estás en medio de ciertos contextos y ambientes, cerca de tanta gente relevante como la que tengo cerca estos días en Nueva York, por ejemplo, es habitual que te veas ante situaciones más o menos incómodas y te ves obligado a tener una piel muy dura y unas espaldas bien armadas para llevar todo eso encima y que no te afecte. Es inevitable que alguna vez te enerve una cierta actitud o un cierto gesto, porque no dejamos de ser humanos y tenemos nuestros días mejores y peores. Pero al final esa convicción, esa actitud de firmeza y honestidad en el trabajo es lo que se impone y lo que va a todas partes. Y con ese principio tanto el camino profesional como la vida misma terminan siendo más fáciles y tienen más sentido. Y así todo lo que tiene que llegar, al final llega. Al final es una cuestión de una elección personal: desde que empecé hace veinte años he tenido claro que si yo no estoy bien, centrado, firme en los valores que tengo como persona y que son los mismos que tengo como artista, no me merece la pena hacer esto. Y esa es…

Klaus Mäkelä

JUNIO DE 2021

MARZO DE 2022

… Es curioso todo lo que me comenta de la comunicación... Creo que tenemos amigos en común, que me hablan de su gran capacidad para escuchar, para expresar a cada miembro de la orquesta lo que usted quiere o necesita. Parace algo básico, pero está visto que no todo el mundo sabe hacerlo. ¿Cómo escucha usted a una orquesta? Esas son palabras muy bonitas que me emocionan, desde luego. Creo que fue Arnold Steinhardt, el primer violín del Guarneri Quartet, quien dijo algo así como: liderar es imponerte y después escuchar (risas). Creo que es algo bastante cierto, en realidad. Para que una orquesta toque lo mejor posible, tiene que sentir que es libre de hacer lo que quiera hasta cierto punto. Creo que la parte más complicada para un director de orquesta es la de crear una ilusión de libertad para los músicos cuando tocamos juntos. Que sientan que son libres para hacer lo que desean hacer, pero que seas tú quien tiene el control, sin que sean conscientes de ello.

Una cuestión de equilibrio, ¿tal vez? Sí, es encontrar el punto de equilibrio entre esas dos sensaciones. Conseguirlo es primordial, diría que es lo primero a tener en cuenta cuando estás delante de…

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© Fernando Sancho © Marco Borggreve

Oksana Lyniv

ABRIL DE 2017

… Obviamente usted es una mujer y se dedica a la dirección de orquesta. ¿Por qué debería verla más como una mujer que como una directora, o viceversa? ¿Ha tenido la sensación de sentirse una “intrusa” en un mundo que, por desgracia, todavía hoy parecer ser más propio de hombres? Mentiría si le dijese que no hay diferencias. Sobre todo es difícil empezar, demostrar tu talento al principio. Quizá no sea fácil tampoco acceder a los estudios de dirección, en el caso de muchas mujeres, pero creo que ahí hay más posibilidades. El reto más importante viene después; el momento más complicado es el salto desde tu formación a tus primeros compromisos profesionales, conseguir ganarte la confianza de quienes te contratan por primera vez y no dejan de ver en ti a una mujer antes que a un director de orquesta. El talento y el esfuerzo son fundamentales, pero también hay que tener suerte y esto es quizá lo más injusto. Al final, el hecho de ser mujer te obliga a demostrar el doble cada vez que alguien te invita a trabajar con una orquesta. Esto da lugar a veces a situaciones divertidas, también conviene un poco de desenfado con esto: en un ascensor me han llegado a preguntar qué tal era el director, cuando era yo misma (risas). También es verdad que la men-

talidad de cada teatro y cada país es diferente. Aquí por ejemplo en Barcelona me he encontrado con un equipo de gente muy abierta, con ganas de trabajar y sin prejuicios.

Sin embargo ahora parece que ha demostrado ya sobradamente su valía. Creo que a la vista de su agenda ya nadie mira ni valora su trabajo como la labor de una mujer sino como la labor de cualquier otro director de orquesta. Creo que ahora mismo me encuentro en un periodo muy productivo de mi vida. La profesión de director de orquesta es un camino de largo recorrido, una carrera de fondo. Ahora mismo toda mi vida gira en torno a mi agenda profesional y eso me exige manejar muy bien mis tiempos, mis energías, mis emociones… y no es fácil encontrar un buen equilibrio entre mi vida personal y mi trabajo en el podio. A veces parece que la vida familiar se reduce a eso que pasa entre un compromiso y otro en mi vida profesional y eso es complejo de asimilar. Pero al fin y al cabo esta es mi decisión, esta ha sido mi apuesta durante estos años y ahora todo parece que comienza a cuajar y a mostrar cierta inercia y buenos resultados en forma de compromisos artísticos cada vez más importantes e interesantes para mí, como este Wagner en el Liceu o mi reciente posición como titular en Graz. Ahora mismo, lo tengo claro, es un momento clave para mi futuro profesional y no puedo relajarme ni un minuto. Quizá con el paso del tiempo pueda pensar en esto de otra manera, pero a día de hoy vivo casi al cien por cien dedicada a mi apuesta profesional.

¿Sabe que es la primera mujer en dirigir una ópera de Wagner en el Liceu y probablemente en toda España? ¿En serio? ¡No lo sabía! Esto es genial (Risas). Me alegro mucho. ¡Es también mi debut con Wagner! No sólo mi primer Holandés errante, sino mi primer Wagner absoluto

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JULIO DE 2021

OTRAS ENTREVISTAS CONVERSACIONES QUE HAN MARCADO NUESTRO CAMINO

Escena

Bárbara Lluch

JUNIO DE 2021

¿Las mujeres tienen el espacio que les corresponde en la dirección de escena? No. Lo viví mucho como asistente de dirección. A los hombres, a casi todos, les gusta trabajar con hombres. Por lo cual, tenemos un 99% de personas que están trabajando en puestos de responsabilidad que prefieren trabajar con hombres. Hay directores que son la excepción, como Robert Carsen, pero como ayudante, se notaba muchísimo. Durante años, las mujeres hemos estado relegadas. Ahora, intentar competir es un poco injusto porque tenemos mucha menos práctica.

A las mujeres no se les da oportunidades en sus inicios... y después les exigimos, los hombres, un currículum al que no les hemos dejado acceder. Nosotras llegamos tarde a una carrera. No ha de ser una competición, efectivamente, pero hasta que

© Gemma Escribano ocupemos el 50% de los puestos de responsabilidad o de trabajo, todavía falta mucho. E incluso cuando ya nos dan la oportunidad, como hizo el Teatro de la Zarzuela conmigo, con La casa de Bernarda Alba, el vértigo es tremendo, porque sientes casi una negación de ti misma. Ahora, con El rey que rabió que estamos preparando, me da cierto miedo porque todo el mundo la conoce y siento que no tengo la trayectoria que sí tienen mis compañeros hombres porque han podido empezar a dirigir siendo más jóvenes. Para mí el salto y el miedo es mayor

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Carlos Saura

SEPTIEMBRE DE 2019

… De todos modos hay maneras de entender la fidelidad al original, porque si pensamos que Don Giovanni era una ambientación contemporánea para el público del siglo XVIII, entonces sería legítimo llevar nuestra época a la escena... Sí, yo también he pensado eso. He visto una versión muy moderna de Don Juan y me pareció muy mal porque realmente los tiempos cambian: la manera de relacionarse, de comportarse socialmente es muy difícil que resulte verosímil. Es difícil que se pudiera aceptar hoy en día alguna escena como el “Batti, batti”, incluso hasta peligroso al final de la obra hay un epílogo donde parece que todo se arregla y yo me he negado a eso: a Don Juan hay que condenarlo, tiene que arder en el infierno porque esa es la justificación de que ese señor exista.

Viniendo de la fotografía, de la literatura, del cine... ¿cómo se relaciona con un arte tan efímero y cambiante como es la ópera en escena? Pues a mi lo que me divierte es precisamente prepararla, podría prescindir perfectamente de asistir al estreno. Lo que sí me parece es que el esfuerzo realizado es tan grande, en todos los sentidos, que es una pena que se suba a escena solamente dos días. Me da mu-

cha lástima y no por mí. No hace mucho he dirigido una obra de teatro en Madrid, El coronel no tiene quien le escriba, y el productor no estaba convencido y creía que en dos días la iban a quitar…pues ha estado meses en Madrid como una de las que recibe más público y eso es muy agradable. Así que eso de lo efímero me da mucha pena...¡son sólo dos días!

Cine y música. Una pregunta que quizá no es tan fácil de responder...¿qué función ha de tener la música en el cine? Yo he trabajado mucho, muchísimo ese tema y creo que la mayor parte de las películas utiliza la música mal, aunque por supuesto que hay excepciones. Ya no te digo un Alexader Nevsky de Einsestein donde la película sigue perfectamente la partitura… lo que pasa es que la música se usa en el cine de una manera grandilocuente, para rellenar espacios, para mantener un ritmo que no se sostiene sin la música y en general, por ejemplo en el cine americano, se utiliza inútilmente. Eso a mí me pone muy nervioso y no solamente ahora, sino también antes cuando se hacían las comedias y la música seguía perfectamente los movimientos de las personas, casi como en los dibujos animados, y luego si hay amor, violines, si hay violencia, una traca…

Precisamente sería interesante su opinión sobre el cine español y la música, su estado actual. Pues no estoy muy enterado de lo que se hace pero habrá de todo. Yo, de alguna manera, me he especializado en cine musical, vengo de una cultura musical, me gusta mucho la música y procuro que todo, absolutamente todo lo que haya en mis películas, me guste. De lo contrario, no lo pondría. Y esto es así desde que empecé. Y para mí la música es fundamental, sea flamenco, fado, tango o lo que sea... Una de las cosas por ejemplo que no hago nunca es votar en los “Goyas” ni en ningún sitio de estos porque creo

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Rafael R. Villalobos

AGOSTO DE 2022

NOVIEMBRE DE 2018

… Volviendo a la cuestión del cliché y el prejuicio sobre los directores jóvenes y su afán de provocación, ¿no cree que sí hay colegas suyos que han abonado esta impresión por parte de los sectores más conservadores del público, en las últimas décadas? Hubo un determinado momento en el que la ópera se había convertido en un espectáculo absolutamente burgués y alejado de la vida de las ciudades. La ópera ha cambiado de paradigma. Hasta los años ochenta era un espectáculo de gestión privada. En el momento en el que eso es insostenible y la ópera pasa a depender de una subvención pública enorme, el paradigma cambia y cambian con ello las obligaciones de los teatros de ópera para con la sociedad. Hay una frase que me horroriza, esa de que “el espectador paga, el espectador manda”. Disculpen pero no, el espectador paga en todo caso una parte de la factura, pero todo lo demás lo pagamos todos, la ciudad, el Estado, la región de turno… Los creadores tenemos por tanto una responsabilidad nueva y distinta para con ese dinero público del que dependemos. Hubo un momento, años atrás, en los que fue necesario el Eurotrash y la provocación buscada que traía consigo, para romper con el estatus burgués de la ópera, precisamente cuando…

Barrie Kosky

ENERO DE 2016

… Es relevante esto que apunta sobre el hecho de ser músico de formación también. No todos los directores de escena lo son y creo que eso marca mucho la personalidad de su trabajo. Bueno, realmente creo que la mayor parte de los directores de escena hoy en día saben leer e interpretar música. De hecho, creo que sólo unos pocos genios, dotados de un talento especial, han podido desarrollar una gran trayectoria en este oficio sin leer música. Pienso en Chereau, que tenía un oído musical extraordinario a pesar de que creo que no leía música. Hoy en día, colegas como Herheim, Konwitschny, Tcherniakov… todos ellos saben de música, leen música y eso se traslada a sus trabajos. Salvo que seas un Chereau, no entiendo cómo un director de escena puede gestionar una partitura sin conocimientos musicales. Respondiendo a su pregunta, es cierto que durante los últimos seis o siete años mi carrera ha llegado a un punto en el que no sólo puedo elegir los proyectos que quiero desarrollar, porque afortunadamente tengo muchas propuestas, sino que puedo también escoger los equipos con los que quiero trabajar, incluso con qué solistas y con qué director musical quiero llevar adelante un determinado trabajo…

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© Jörg Castersen

Emilio Sagi

ENERO DE 2016

… ¿Qué distingue una buena puesta en escena de una mediocre? Una buena puesta en escena debe dar circunstancia a esa obra, no sólo contarla de mala manera, sino darle algo más. Creo que al interpretarlas en la actualidad, las óperas de los siglos XVIII y XIX pierden en muchas ocasiones la contextualización social e histórica que tenían cuando se presentaron por primera vez al público. Así pues, un buen director de escena debe tratar de que esa obra transmita tanta emoción como la que transmitía en el momento de su estreno y para el público de ese momento.

Así pues, ¿Es eso lo que persiguen los escenógrafos al trasladar temporalmente la acción de las óperas? Hoy en día se trasladan muchas óperas a la actualidad. Hay títulos que lo permiten con facilidad y otros en los que es más complejo. Por ejemplo, en el caso particular de esta Bohème que ahora dirijo en Oviedo, trato de que la gente vea la obra, no como una porcelana de Limoges metida dentro de una vitrina, sino como algo cercano. Que se den cuenta de que, por ejemplo, la muerte de Mimì no es algo del siglo XIX, sino que la muerte de una persona joven por algún tipo de enfermedad es algo horrible…

ENERO DE 2024

JUNIO DE 2017

… Lo artístico para mí es el mundo interior de las personas, los sueños, las fantasías, la imaginación… Lo artístico son los bisontes enormes de las cuevas rupestres… Aquella visión deformada, la subjetividad… todo ello procede del interior, de los sueños, del pensamiento de cada uno. Como dice el propio Shakespeare, ser libre. Para conseguir todo ello necesitas una buena atmósfera. No buenismo, no hablo de eso. Necesitas generosidad y disciplina a partes iguales. Confianza. Y libertad....

A la contra, ¿hay alguna línea roja para Calixto Bieito a la hora de trabajar en un sentido amplio? Claro, hay obras que no es que no lleguen a decirme nada, sino que yo no me veo capaz de hacerlas. Soy bastante ecléctico, puedo hacer cosas muy diferentes. Mucha gente me asocia simplemente con violencia y sexo pero pensar eso es muy barato, no tiene ningún sentido. Yo soy muchas cosas. Ahora acabo de hacer el Elijah de Mendelssohn en Viena, por ejemplo, o La Pasión según San Juan en París. Hago cosas que tocan otras texturas, otras vertientes de la gente y de mi carácter. Las personas no somos sólo de una manera

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Calixto Bieito

OTRAS ENTREVISTAS CONVERSACIONES QUE HAN MARCADO NUESTRO CAMINO

Voces

ENERO DE 2017

OCTUBRE DE 2018

Como siempre que actúa usted, el Auditorio se llena de otros públicos, más jóvenes y menos habituales. Sí, hay dos tipos de público en mis conciertos, los que vienen especialmente para verme, pero también el tradicional de abono. Esta es una de las razones por las que empecé a cantar con orquestas sinfónicas, porque es una buena manera de darme a conocer a otras audiencias. Públicos que no me conocen, e incluso más importante, que tampoco conocen la voz de contratenor.

Al empezar en esto, ¿se esperaba tener una fama como la de una estrella pop? No, para nada, el trabajo del contratenor ha cambiado mucho durante los últimos 20 años. Empecé entonces mi carrera y habido una evolución tremenda. Al principio pensábamos que la voz de contratenor solo servía para el Barroco, que era pequeña y no tenía agudos. Ahora

se han desarrollado muchos tipos de voces diferentes y técnicas que entonces no existían. También se pensaba que no se podían hacer papeles dramáticos en el escenario, y ahora ocurre todos los días y más allá del repertorio barroco, algunos de mis colegas cantan incluso Rossini.

En ese sentido ¿le veremos en el escenario con un papel cercano a la ópera romántica alguna vez? A algunos nos gustaría verle como Cherubino (Las bodasdeFígaro) y otros incluso sueñan

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Joyce Didonato

MAYO DE 2019

… ¿En realidad la música puede cambiar algo? ¿Puede realmente ayudar a cambiar la sociedad? Es cierto que es una declaración muy grande afirmar que la música puede cambiar “el mundo”. Lo que sé con certeza es puede transformar una vida. Puede cambiar un corazón. Y puede dar consuelo. Es a la música a lo que nos dirigimos en momentos de celebración o tristeza. Sabiendo cómo ha cambiado la vida de tantas personas - salvando vidas en no pocas situaciones - me quedo con la idea de que si la música puede cambiar una vida, entonces el mundo ha cambiado. ¡Soy una optimista!

Mencionaba anterioremente que su War&Peace; como cada uno de sus recitales, parece tener algo o todo de “show total”. Pareciera como si hoy en día los cantantes tuviesen que ofrecer siempre algo más allá de su voz. Más que pensar en ofrecer un “show total”, creo que simplemente los artistas necesitan llevar la verdad, la belleza y la integridad al escenario. Puede ser algo vistoso o con estrellitas, brillante, o tal vez sombrío e íntimo, pero siempre debe ser sincero y profundamente sentido por el cantante. Hay espacio para muchas cosas en este mundo, pero el escenario exige vulnerabilidad...

AGOSTO DE 2020

MAYO DE 2023

… Esto que apunta es muy interesante. Lo cierto es que todavía manejamos muchos tópicos sobre el repertorio de los cantantes. Echando un vistazo a su agenda, habrá quien se sorprenda de ver que sigue cantando Bohème o incluso Lucia. ¡Por supuesto! ¿Por qué no? No es incompatible con cantar Lohengrin o Luisa Miller. Obviamente voy ampliando mi repertorio, acercándome cada vez más a partes de tenor spinto, más dramáticas. Y voy dejando atrás algunas óperas; ya no canto Mozart, por ejemplo, pero porque dejó de estimularme, no porque no pudiera seguir haciéndolo. Tampoco hago Rigoletto, pero podría hacerlo mañana mismo si fuese preciso, sin ningún problema, pero nadie me lo pide ya (risas). Y lo mismo con el Romeo de Gounod… y muchos otros papeles. Para mí es muy importante mantener la voz flexible, capaz de dar un paso adelante sin que eso implique no poder dar un paso atrás. Mientras sea capaz de cantar determinados papeles, mi voz estará en forma. El Edgardo de Lucia, por ejemplo, no dista tanto de algunos papeles de Verdi como el Gustavo de Ballo in maschera. Obviamente hay otras exigencias técnicas, estilísticas, etc. Pero al final se trata de mantener la voz flexible, como le decía…

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Piotr Beczala

Diana Damrau

JUNIO DE 2016

… ¿Qué entiende pues, usted, por bel canto? En primer lugar y como indica su nombre, el canto bello. Bel canto significa cantar de la forma más bella posible. Implica todo aquello que tiene que ver con la voz y lo que se puede hacer con ella. La importancia de la voz y del alma del cantante, que se expresa a través de la música y de las palabras. El bel canto permite que el alma brille, permite mostrar todas las capas de sentimientos. Lo verdaderamente importante en el bel canto es, por supuesto, la voz, más que la orquesta, la instrumentación o la composición en sí. Está escrito para la voz, y eso es maravilloso.

¿Sólo hay una forma de cantar, no importa el repertorio, sólo una técnica? O por decirlo de otra manera, ¿es la técnica de bel canto la única técnica? Es una pregunta interesante… Creo que todo debe cantarse con la técnica del bel canto en mente. El bel canto lo contiene todo, todas las herramientas técnicas que se deben usar para cada problema. Messa di voce, coloraturas, agudos brillantes, agudos pianissimo, notas graves… todo lo que puedas imaginar está implicado en el bel canto. Por lo tanto, incluso aunque cantes Wagner tienes que…

SEPTIEMBRE DE 2019

MARZO DE 2016 · JULIO DE 2017 ENERO DE 2021

… Un inciso, ¿la búsqueda del color es otro de sus estandartes? Sí, porque además de lo que te da la música, desde mi punto de vista es vital también aquello que te da la parte actoral. Al comienzo de mi carrera, buscaba los colores en cuestiones puramente técnicas y estos eran mucho más limitados, pero una vez que tienes la técnica resuelta, cuando puedes permitirte pensar desde la palabra y no desde la técnica, desde lo que directamente piensa el personaje, a su sentido y subtexto, el abanico de colores se abre, es mucho más grande. Al liberar la parte física de la garganta, digamos, tu mundo se abre a infinidad de colores. Un piano, o pianissimo, no es sólo un piano o pianissimo, sino que en su interior pueden tener infinidad de matices que los hacen muy diferentes unos de otros. Y por eso intento leer y comprender todo lo que pueda sobre el personaje. Y si no tiene historia previa, me creo yo el background del papel, que ayuda mucho. Intento no mecanizar, no hacer las cosas sin saber el porqué hay que hacerlas, no hacerlas por el mero hecho de que hay que hacerlas, sino comprenderlas, saber qué hay detrás. A veces, en la ópera, es difícil conectar con unos personajes que sienten, aman o sufren demasiado rápido…

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Ruth Iniesta

Jorge de León

© Javier del Real

ABRIL DE 2021

MARZO DE 2017

… ¿Cree que se valora lo suficiente que haya hoy en día un tenor español como usted, capaz de defender este repertorio tan exigente? Creo que se valora cuando se conoce, pero esto siempre llega tarde. Es aquello, tantas veces dicho, de que los árboles impiden ver el bosque. A los valores españoles se les aplaude cuando llegan consagrados desde fuera, nunca cuando empiezan en casa. Seguramente sea anecdótico, y no quiero transmitir con esto la idea de que no me hayan dado ocasiones los directores y gestores españoles, pero las mayores oportunidades de mi carrera me las han dado extranjeros en España: Paolo Pinamonti en la Zarzuela, Helga Schmidt y Zubin Mehta en Les Arts, Christina Scheppelmann en el Liceu… Con Gerard Mortier regresé al Real para hacer el Requiem de Verdi… Será casualidad, pero creo que los de aquí somos, paradójicamente, los que más prejuicios y reparos tenemos con los de casa. Y eso habría que remediarlo. El propio Ioan Holender me hizo una audición en Valencia y eso me abrió el Metropolitan, la Staatsoper de Viena y otros grandes teatros. Teatros europeos, por ejemplo, donde la gente piensa que soy parte del ensemble, de tanto que he cantado allí, como la Deutsche Oper de Berlín. Y en Viena por ejemplo…

ENERO DE 2016

… Se acerca ahora su debut en el Covent Garden con otro importante papel, nada menos que el protagonista de Boris Godunov. Disculpe la pregunta, pero ¿está usted loco? Sí, lo estoy, por supuesto (risas). Justo estos días he comenzado a estudiar la parte, y muy pronto empezaré a trabajar con mi coach de ruso. En Londres haremos la versión más corta, la de 1869. Tony Pappano y Richard Jones me pidieron hacer este proyecto con ellos y no pude negarme. Ellos decidieron además que hiciésemos esta versión. Como usted apunta, pudiera parecer que estoy loco planteándome cantar Boris, una parte asociada tradicionalmente a las voces de bajo. Pero en realidad la tesitura del rol es bastante alta. Tiene una indudable gravitas en su carácter, pero creo de veras que se ajusta a mi voz a día de hoy. No es como Falstaff o Scarpia, personajes mucho más plebeyos en última instancia. Boris tiene otra majestuosidad, otra hondura…

No ha sido usted un cantante demasiado preocupando o pendiente de ampliar su repertorio con un debut tras otro, temporada tras temporada. Da la impresión de que ha preferido más bien manejar en profundidad un catálogo más…

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Bryn Terfel
© DG

Lisette Oropesa

DICIEMBRE DE 2021

MARZO DE 2019

… ¿Traviata es siempre una meta a alcanzar para la mayoría de las sopranos? Sí, para cualquier soprano. Es un papel soñado para todas nosotras, aunque no sea un papel que pueda cantar cualquier cantante, porque exige mucho, muchísimo. Tiene un primer acto lleno de coloratura, un segundo muy lírico y un tercero especialmente dramático. Emocionalmente es muy exigente y muy difícil. La mayoría de sopranos líricas o lírico-ligeras prefieren esperar a tener una madurez ya no vocal, sino emocional también a la hora de abordarlo.

¿Siendo soprano es más fácil alcanzar la fama cantando Verdi o Puccini que belcantoo Mozart? Sí. Desde luego hay óperas muy populares, que son muy conocidas y una soprano llegará siempre a ser más conocida cantando Violetta de La traviata o Mimì de La bohème que cantando Armida o un papel no tan conocido de bel canto, por ejemplo. No obstante, también depende mucho del teatro. Si, por ejemplo, triunfas en el Teatro Rossini de Pésaro, es muy probable que toda Italia te reciba después con los brazos abiertos, porque es un teatro muy importante y allí el público sabe muchísimo de voces rossinianas…

Sondra Radvanovsky

MARZO DE 2018

… Al margen del caso concreto de Maria Callas, lo relevante de su manera de cantar hoy en día es el modo en que refleja y recoge una manera de cantar más propia del pasado. Sí, una suerte de “old-fashion tecnic” (risas). Bromas aparte, creo que hay algo de cierto en esto que apunta. Y vuelvo con ello a lo que antes mencionaba: hace falta tiempo para conocerse, escucharse y reconocer la propia voz. Hay muchos factores que condicionan esto: sobre todo hay que sentir pasión por el canto y tener la ambición de perfeccionar una y otra vez la técnica, con el paso de los años. Soy una obsesa de la técnica, lo confieso (risas). Nunca me ha importado repetir un pasaje diez veces hasta lograr hacerlo mejor. De nuevo tengo que citar a mi maestro Martial Singher. Cuando audiciones para él me dijo que tenía buenas y malas noticias para mí. “La buena noticia es que serás una cantante profesional, sin lugar a dudas -me dijo-. La mala noticia es que no tienes ni la menor idea de lo que difícil que va a ser lograrlo, especialmente siendo una soprano lírica”. Por eso, me dijo, y lo recuerdo cada día, “tienes que ser la mejor en lo que hagas”. Y siempre he trabajado con esta aspiración en carrera. Un cantante recibe un don, un regalo, a través de su voz…

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© Jason Homa

Renée Fleming

SEPTIEMBRE DE 2016

… ¿Qué opinión tiene acerca de las retransmisiones en cines y todo esta nueva dimensión audiovisual que ha invadido el mundo de la ópera en los últimos años? Creo que ha sido magnífico, todo un hallazgo; de alguna manera ha sido una pequeña revolución en este mundo, a veces tan pegado al pasado.

¿No lo ve entonces como un riesgo para la experiencia real, en vivo, en el teatro? Creo que es un vínculo problemático el que hay entre ambas experiencias, es cierto. A corto plazo las retransmisiones quizá puedan retirar o alejar una parte del público que acude a los teatros, alguna gente que quizá pueda conformarse con verlo en la distancia, a través de los cines. Pero en el largo plazo creo que todo esto contribuye a generar un público más amplio, a popularizar el género en el mejor sentido posible, haciéndolo llegar más lejos, con menos barreras. Es muy diferente la situación en cada lugar. La excepción en realidad es Europa, donde casi cada ciudad tiene un teatro de ópera con una programación estable e interesante. En Estados Unidos no es así, desde luego, hay muchos lugares donde no es posible ver una ópera si no es gracias a…

NOVIEMBRE DE 2023

NOVIEMBRE DE 2019

… Tenemos lo que dice el libreto y, por otra parte, la tradición de cantantes que lo han interpretado. ¿Cómo maneja usted las expectativas? No quiero que suene como si no me importara… pero en realidad no me importó, en el sentido de si tenía la edad adecuada. Porque para mí no tiene que ver con si tengo 60 años o 12 años. Creo que en cualquier papel que hagas, lo esencial está en las emociones, y estas son emociones que no tienes que haber vivido como artista necesariamente. ¿Quién podría entonces cantar Tosca? No vamos por ahí matándonos, suicidándonos por celos y amor. Se trata de lograr una representación emocional extrema de lo que sentimos, y eso es exactamente lo que pasa con la Mariscala. Se trata de tener una relación de pareja, no ser vista, y enamorarse para ser vista. Esto se transforma en amor y luego en algo más complicado. Se trata de ser infiel. Y no se puede decir a nadie que es demasiado joven para ser infiel. Y luego de cómo ella toma el control dándose cuenta de que lo que hace no es correcto y dejando ir a su amante joven. Y eso simplemente es algo cargado de una profunda humanidad, sin ninguna relación con la edad.

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© DECCA
Lise
© DECCA
Davidsen

Fiorenza Cossotto

MARZO DE 2016

… Se habla mucho de la “italianidad” y sin saber a menudo lo que se quiere decir con ello. La italianidad se refiere, creo yo, a la técnica vocal nacida en Italia, a ese modo de cantar y a cómo se expresan las cosas con esa voz. Todo está ahí, no hay nada más que eso, un modo de usar la voz de acuerdo con una técnica que nació con los primeros autores de lo que llamamos ópera italiana, incluso antes de que fuesen espectáculos escénicos, cuando aún eran cantatas, a principios del Setecento.

Otro tópico habitual es hablar de “lo verdiano”. Usted que tanto ha cantado las partes de Verdi, ¿tiene claro que es “lo verdiano”? Verdi encontró una forma única de fusionar la voz con los sentimientos. Antes de él mayoritariamente se trataba la voz casi como un instrumento, sin pensar en las dificultades de la voz para emplearse de un modo u otro. Pero nadie ha escrito para la voz como Verdi, entiendo tan bien cómo funciona.

¿Y qué es exactamente una voz dramática? Yo entiendo que una voz dramática es una voz oscura que tiene acentos muy temperamentales, que comunica algunos sentimientos incluso al margen…

Waltraud Meier

FEBRERO DE 2017

… Uno de los hechos más relevantes en su carrera, en los años recientes, fue la decisión de terminar con dos de sus roles fetiche, Isolda y Kundry. ¿Cómo llegó a a decisión de dejarlos atrás? Fue una decisión meditada varios años atrás. Quería despedirme de estos papeles con la certeza de que me encontraba todavía en forma para hacerles justicia. No quería escucharme en baja forma, incapaz de cantarlos pero prolongando en el tiempo mi compromiso con ellos en agenda. Lo justo era decirles adiós cuando todavía era posible cantarlos de un modo que, al menos a mí, me convenciera.

Mi última función con estos roles tenía que ser una noche especial, algo que me gustase recordar, y no una velada para olvidar. Por eso no podía posponer demasiado la decisión. Por supuesto quería contar con Daniel Barenboim en este doble adiós y por eso programamos ambos títulos en Berlín para mi despedida, si bien por otros motivos de agenda mi despedida final de Isolda tuvo lugar poco después en Múnich. Fueron pues decisiones meditadas con antelación y sumo cuidado…

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Renata Scotto

MARZO DE 2017

… ¿Qué pasa cuando un cantante sale del conservatorio con su título de canto? Que tiene que volver a empezar desde el principio (risas).

Usted debutó a una edad sorprendentemente precoz, algo muy difícil de ver hoy en día. ¿Fue una ventaja comenzar tan joven? Sí y no. Fue una ventaja porque tuve mucho tiempo para desarrollar mi carrera, pero es algo peligroso. Yo empecé con óperas demasiado difíciles e importantes, como La Traviata o Madama Butterfly (que es una ópera terriblemente difícil para la parte vocal y expresiva) que pueden provocar que después de dos o tres años te encuentres con problemas vocales graves, como me sucedió a mí. La parte buena es que puedo trasladar mi experiencia a los jóvenes, decirles que no hay que empezar la casa por el tejado. Primero hay que comenzar con compositores de bel canto, en cuyas obras se utiliza el legato y se aprende a expresar el texto y la música. Obras cuyas arias comienzan con un recitativo, siguen con un adagio y acaban con una cabaletta. Todo esto te enseña muchas cosas, a comprender el texto y la música. Sin embargo, si vas directamente a Puccini no entiendes nada, sólo cantas, y la voz se arruina…

Elina Garanca

OCTUBRE DE 2020

… Aún siendo textos del pasado, ¿pueden conectar con el presente? ¡Claro! Claro que se puede. Las relaciones entre mujeres y hombres, entre marido y mujer pueden ser también una relación de generosidad, sin machismos. La mujer del texto nos presenta una intimidad que hoy en día muchas personas, me da la impresión, no saben de lo que habla. Debemos traer el pasado hasta el presente para enteder tanto el pasado, como el presente.

Ahora hay personas que dicen que las pinturas antiguas donde se muestran cuerpos desnudos son una vergüenza. Que la temática de muchas óperas del XVIII o del XIX son también una vergüenza porque se trata a la mujer siempre como una víctima. Alegan que necesitamos cambiarlo todo… o todos aquellos que últimamente han pedido retirar ciertos monumentos de América Ahora todo el mundo parece vivir en el momento, no piensan ni en el antes ni en el después. Vivimos es una sociedad de consumo que no sabe ver la profundidad de las cosas, como ocurre con el texto de estos Lieder de Schumann. Nos quedamos sólo con la superficie y me da mucha tristeza

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© Sarah Katharina MAYO DE 2019 · SEPTIEMBRE DE 2018

OTRAS ENTREVISTAS CONVERSACIONES QUE HAN MARCADO NUESTRO CAMINO

Solistas

Yuja Wang

MAYO DE 2018

Desde luego, es una relación con la música muy diferente de la que tenemos en Europa. Sin duda. En nuestro caso no hay una tradición de siglos, sino que es un fenómeno relativamente reciente. A veces incluso pudiera parecer que es una moda, pero yo diría que es una tendencia que ha llegado para quedarse. En mi caso, desde niña, no soy otra cosa que una esclava de la práctica. Adoro tocar el piano pero odio ensayar (risas).

Me acaba de dar un fantástico titular (risas). Bromas aparte, ¿cómo se llega a ser Yuja Wang?

¿Cómo se pasa de ser un joven talento más, entre tantos, a ser una pianista de referencia en nuestros días? No tengo ni idea (risas). En serio, llevo tocando en público desde que tenía seis años. La técnica está ahí, pero no es lo único que cuenta cuando subes a un escenario. Hay que saber apoderarse de

© DG

la escena, seducir con algo más que técnica. Siempre que hablo de esto pienso en Horowitz, un maestro en el arte de recabar la atención del público. Y por supuesto un genio a nivel técnico e interpretativo; pero me refiero a ese plus que hay que tener o cultivar para destacar entre el puro talento técnico. Sentirse cómodo, seguro y confiado en el escenario es un valor añadido, sin duda.

Además probablemente haya que estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado para

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Pablo Ferrández

FEBRERO DE 2021

… ¿Supeditamos el valor de la música, quizá demasiado a menudo, a la fama del artista? (Piensa). Es una pregunta complicada, la verdad. No lo sé. Creo que todo el mundo que está aquí y tiene un nombre, es por algo. Nunca alguien está porque sí. Nadie regala nada en este mundo. Cuando era joven, a veces pensaba: ¿Por qué esta persona está en este lugar? Luego te das cuenta que cada persona llega a los escenarios y se mantiene en ellos por algo. Si en un momento no ves el porqué, lo verás más adelante. Que le demos más importancia a un nombre más conocido que a uno que no lo es, es algo que ocurre en todos los ámbitos. Aún así, yo creo que a la gente le gusta muchísimo descubrir nuevos talentos, nuevas figuras, sobre todo en la música. Además nosotros tenemos la suerte de que, en la música, las carreras pueden ser muy largas. Cada camino es diferente, pero puede haber quien acabe alcanzando el éxito después de 30 años tocando. ¡También depende de lo que quiera cada uno! Ser una estrella de la música no tiene por qué ser la meta de todo el mundo.

Me llama mucho la atención que hable usted de “cuando era joven”... ¡sin haber cumplido los 30! Pero es que es eso, ¡es que voy a cumplir ya 30 años!

Lang Lang

ABRIL DE 2019

… ¿Me está diciendo que uno de los mejores pianistas del mundo aprendía la música de Mozart, por ejemplo, cómo si fuese cosa de Transformers? (Risas) ¡Sí! ¡Bueno, así me lo imaginaba! ¡Yo no era más que un niño pequeño! Es que si a un niño le das algo realmente complicado, no lo va a entender y lo que es peor, le va a aburrir. Es como si me hubiesen dicho en su momento: “Lang Lang, mira este precioso Himalaya que tienes que aprenderte” ¡Yo no quería Himalayas! ¡Yo quería Transformers! ¡Aprender música como si estuvieses subiendo pokémon de nivel es mucho más divertido! (Risas).

Me preguntaba si a lo largo de este año ha tenido oportunidad de pensar sobre su técnica. Quiero decir, no sé si le culpa a ella de su lesión, si ha cambiado algo a la hora de tocar, o tal vez en su forma de pensar... No, lo cierto es que no. Bueno, en cualquier caso, no mucho. Quiero decir, siempre que tocas has de sentirte cómodo, si no, es imposible. Tenía que sentirme cómodo antes de la lesión, durante y después de la lesión. Por sufrir una tendinitis no vas a empezar a tocar diferente. Sobre todo porque esto puede derivar en otros problemas. Así que no, definitivamente no he cambiado nada...

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© Simon Webb MARZO DE 2017

Joaquín Achúcarro

ABRIL DE 2016

OCTUBRE DE 2018

… En esa posición de intérprete de lo escrito ¿usted se ve como un revolucionario, como un conservador...? No sé lo que soy. Yo estoy siguiendo un camino porque tengo un oído que me dice las cosas que oigo y en la manera en que las oigo. Hay otros pianista a los que no les importa lo que a mi me importa y que quizá tengan un sonido que a mi me horribiliza. Todos tenemos un sonido: Rubinstein, Horowitz, Michelangeli, Schnabel, Gieseking… verá que me estoy refiriendo a interpretes que han fallecido, pues los jóvenes de hoy en día no sé si hablarán del sonido de Zimmermann, Achúcarro o Pogorelich, la verdad. Para mí, la continuidad de un sonido propio es lo que ha hecho que mi carrera fuese relevante. O al menos eso parece que dice la gente…

El sonido Achúcarro. ¿Qué diferencia hay entre su sonido y las nuevas generaciones de pianistas, el relleno del silencio? A mi es lo que me interesa. Las notas son funcionarias, tienen un momento de fichar para entrar y otro momento de fichar para salir del trabajo pero, ¿qué pasa entre el momento en que sale una y entra la siguiente? El relleno del silencio es lo que me trae de cabeza. Dicho de otra manera, démosle una vuelta…

Alba Ventura

NOVIEMBRE DE 2021

... Usted pertenece, seguramente, a una de las generaciones de mujeres de este país que han podido, de alguna manera, elegir cómo querían hacer su carrera: entre la pedagogía y la interpretación. Cuesta encontrar mujeres más mayores en esta país que no hayan sido “obligadas” a ejercer como profesoras, privándolas de decisión y de una carrera como intérprete. ¡O simplemente combiándolas! Porque si había una intérprete, tenía que ser una intérprete al 100% sobre los escenarios. Poder ser intérprete y pedagoga a la vez es poco frecuente, por desgracia, sí. En generaciones anteriores se ha relegado a la mujer a la pedagogía, sí, y es algo que lleva pasando toda la vida. ¡Ahí tiene a la misma hermana de Mozart! Llegó un momento en el que tuvo que dejar de ir de gira con el hermano y el padre porque tenía que buscar marido. La nuestra es una historia repleta de historias de este tipo. Personas con muchísimo talento que, por el hecho de ser mujeres, no pudieron ser intérpretes. Hoy en día, por suerte, ha cambiado, aunque hay pequeñas cosas aún, sutiles, que vienen derivadas de esta forma de pensar. Simplemente el repertorio que se supone ha de tocar una mujer

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© Ricard Ríos

María Dueñas

JUNIO DE 2023

… Si va a volverse a dar una oportunidad donde vuelva a componer una pieza aislada… no lo sé. Hay alguna sorpresa para más adelante, que no puedo adelantar, pero sí, es algo que me gusta, que en mí surge de forma natural. Como músico tienes que estar abierto a muchos ámbitos diferentes. Siendo, simplemente, una persona curiosa como soy yo, es algo que surge de forma instintiva.

¿Podría darse el caso contrario a lo largo de su aún todavía mucha carrera por delante? ¿Mirar hacia el Barroco o hacia músicas más preteritas? ¡Sí! ¿Por qué no? Cada músico evoluciona, tiene diferentes etapas… igual ahora me da por la música contemporánea, pero quizá en un tiempo mire hacia el Barroco… ¿quién sabe? Por desgracia, una vida no es suficiente para tocar todo el repertorio que existe para violín.

De esa vida que comenta... A menudo tengo oportunidad de preguntar a personas que han sido consideradas niños o niñas prodigio, con toda una vida y una carrera ya recorridas, sobre cómo sintieron aquella juventud. Usted que aún no ha cumplido los 30, ¿cómo recuerda estos primeros

momentos de los que me hablaba, por ejemplo, escribiendo cadencias de Mozart con 10 años?

¿Qué sensaciones tiene? ¿Cómo se gestiona o digiere una carrera tan joven? La verdad es que es una pregunta que nunca me he planteado. Suelo decir que, para mí, tocar el violín siempre ha sido algo muy natural. Digamos que no lo he pensado. Siendo más joven no me planteaba tener una meta sobre dónde o con quién quería tocar, por ejemplo. Simplemente, he hecho música y ya está. No tenía una sensación de responsabilidad, cosa que ahora, obviamente, sí tengo. Hasta ahora, simplemente era que me gustaba tocar el violín, algo que se ha desarrollado de forma muy espontánea.

Que mi familia se viniera, primero a Alemania y ahora a Viena, conmigo, es un apoyo increíble. En aquel entonces tenía 11 años y tener su cercanía, su confianza... es una seguridad. Sabía que ellos estaban conmigo, que daba igual lo que pasara… contaba con su apoyo. Es algo muy, muy, muy importante. Tal vez, si me hubiera ido sola, no sería lo mismo.

Muchas veces vemos carreras musicales muy importantes de gente joven, cuya familia, digamos, tenía un peso, estaba integrada en la sociedad musical porque también eran músicos. Cosa que no ha sido su caso y, no obstante, ha podido hacer una carrera como tal. ¿Cómo es esa receta? Lo he dicho siempre: primero de todo has de amar lo que haces. Tener confianza en ti mismo. Si te gusta y si trabajas mucho, porque nada viene solo, puedes conseguirlo. Confiar en mí misma es lo que a mí me ha ayudado. No es tan importante si hay o no músicos en tu familia. Tampoco, hoy en día, si eres de España o de Austria… tú eres el responsable, en una carrera musical, de lo que te suceda.

Confianza y responsabilidad... ¡Exacto!

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Mischa Maisky

ENERO DE 2021

… Siempre me ha impresionado mucho un acontecimiento de su biografía, el tiempo que pasó en su juventud en un campo de trabajo en Gorki. A menudo los artistas son rehacios a manifestar sus opiniones políticas y sus posicionamientos sociales. Imagino que para alguien como usted, con esa biografía, será un tanto distinto. Bueno, honestamente no me gusta mezclar arte y política, por decirlo de algún modo. Sobre todo porque me deprimer pensar en la situación política y social que viene marcando nuestro mundo, practicamente en cualquier parte del planeta, desde Rusia a Estados Unidos. Pero al mismo tiempo todos vivimos en este mundo, todos estamos influidos por esas circunstancias y tenemos una opinión sobre todo ello. Me preocupa más el hecho de hacer del arte y de la cultura un vehículo para ser mejores, entre nosotros por supuesto, pero también con respecto a la naturaleza, por ejemplo. Si cada uno se ocupa de su pequeña parcela, el mundo puede ir cambiando poco a poco, aunque suene algo ingenuo decirlo así. Pero lo creo firmemente. El arte y la cultura son, por encima de todo, un espacio donde aprendemos a apreciar la belleza. Y esa contemplación de lo bello y lo armónico nos hace conscientes de lo valiosas…

NOVIEMBRE DE 2020

… Escuchando el nuevo cedé, he encontrado muy significativo el trabajo de los silencios en su obra, pero no sé si es algo marcado en la partitura de Silvestrov, o es también una cuestión de cómo usted los ha interpretado. ¡Vaya, es una cuestión muy interesante! Para mí el uso de los silenciós de Silvestrov entronca con lo que venimos hablando, en el sentido de su unión con la pureza de la música de Mozart y el acabado de Silvestrov, que da una sensación casi de como si estuviéramos ante algo visualmente transparente. Le da también cierto aire de improvisación, de música suspendida en el aire, vaporosa, de una creación verdaderamente frágil.

Usted ha prestado siempre una especial atención a las obras contemporáneas para piano, pero tengo la sensación de que, a menudo, no le prestamos la suficiente espacio a los nuevos compositores en cuanto a piano se refiere. Las grandes estrellas del piano no suelen dedicar mucho tiempo a las nuevas creaciones... Bueno, ¡estoy segura de que hay colegas que prestan mucha más atención a la nueva composición que yo! En cualquier caso, para los pianistas es algo complicado, porque hay tanto, tanto repertorio al que mirar…

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Hélène Grimaud
© Mat Hennek

Daniil Trifonov

OCTUBRE DE 2021

… ¿Existe algún vínculo relevante entre la música de Bach y la escuela rusa de piano? Sí, así es. Bach ha sido siempre un compositor muy apreciado en Rusia. Recuerdo una cita de Rimsky-Korsakov, la cito de memoria, en la que daba a entender que si Beethoven era un hombre prodigioso, el caso de Bach solo podía atribuirse a la divinidad.

Ha habido además grandes intérpretes rusos de la obra de Bach. Citaría por ejemplo a Samuel Feinberg, quien fue de hecho el primer pianista en interpretar de manera íntegra El clave bien temperado en la URSS. Su grabación de esta obra es una de mis favoritas, de hecho, junto a la de Edwin Fischer. Entre los compositores rusos también ha tenido Bach una gran influencia. Por ejemplo, en el caso de Alfred Schnittke, de un modo bastante explícito.

Y ante una partitura, ¿tiende usted a ponerse en el lado del compositor o en el lado del oyente? ¿La fidelidad al autor o el impacto sobre el espectador? Yo mismo soy oyente de mi propia ejecución, esto es clave para un músico, a mi entender. No creo que haya una disyuntiva real entre servir al compositor o servir al oyente…

Hilary Hahn

FEBRERO DE 2018

… Últimamente estamos asistiendo a un gran número de escándalos sexuales. Primero en Hollywood, en el mundo del cine y ahora también la música. Uno podría pensar que en el mundo de la música clásica es algo diferente, más puro, más elevado. Pero parece que tampoco está a salvo. Ocurre en todos los lugares, porque esto tiene que ver con las personas. Y en la música clásica hay personas igualmente. La verdad es que llevaba mucho tiempo preguntándome cuándo nos golpearía, y sería visible. Y estoy muy contenta de que por fin haya un espacio para que se pueda hablar de ello.

Siempre que haya personas con poder y otras que no lo tengan tanto pueden ocurrir abusos y esto pasa mucho en la música clásica. He tenido experiencias personales en las que puede ser difícil manejar todos esos egos. Además, en este campo trabajas muy cerca con tus colegas, no hay muchas barreras psicológicas. No debe haberlas si se está trabajando en un proyecto musical, y es difícil regular este entorno tan íntimo. Pero en todo caso, estoy encantada de que haya un espacio ahora para estas historias. Y estoy segura de que nos encontraremos muchas más en el futuro…

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©DG
© Dana van Leeuwen ABRIL DE 2021

El Liceu se suma a la celebración de la portada número 100 de Platea Magazine

¡Felicidades!
107 Platea 100
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