diversas transacciones efectuadas diariamente por la Caja.6 Los contadores cerraban todos los libros de cuentas de la caja de Lima antes de la partida de la armada y enviaban copias de las cuentas finales del tesoro tanto al Tribunal de Cuentas como a España. En Lima, los oficiales reales registraban el ingreso proveniente de cada impuesto individual en su propia sección (“ramo”) de las cuentas, e ingresaban cada categoría de gasto por separado en sus propias divisiones particulares (véase el apéndice 1). En conjunto, los impuestos registrados en las cuentas de Lima podrían dividirse en las siguientes categorías: impuestos a la población amerindia, impuestos sobre el comercio y la producción, impuestos burocráticos, impuestos mineros, remisiones de los monopolios reales, impuestos eclesiásticos, préstamos e impuestos temporales o misceláneos. En la caja de Lima, los oficiales reales recaudaban cuatro impuestos distintos de la población indígena del distrito: las “tercias de encomienda”, los “tributos vacos”, las “lanzas” y los “tributos reales”. Los cuatro representaban un único impuesto o tributo, esto es, una capitación que los primeros conquistadores españoles impusieron a las comunidades amerindias del virreinato peruano. Los oficiales reales de Lima no eran responsables por el cobro de este impuesto. En lugar de ello, una red de magistrados locales (los “corregidores de indios”) lo cobraba dos veces al año, en el día de San Juan (en junio) y en Navidad, contando con la ayuda del sacerdote local y de los jefes de clan amerindios (los kurakas).7 Las
6.
Biblioteca del Palacio Real (en adelante BP), Madrid, Manuscrito 1278, Francisco López de Caravantes, “Relación de las provincias que tiene el gobierno de Perú, los oficios que en el se proveen y la hacienda que allí tiene su Magd., lo que se gasta de ella y le queda libre y otras cosas que se sustenten con la Rl. Hacienda y tocan al gobierno superior, y conservación del reino, con el origin que an tenido, y el estado que al presente tienen”, 1614, folio 115. A partir de 1613 hubo en la caja de Lima tres funcionarios: un veedor, un tesorero y un factor. El primero era responsable por dos libros, un “libro de contaduría” y un “libro de pliegos”. El factor llevaba tres libros, un “libro de factoría”, un “libro de pliegos” y un “libro de asientos y fundaciones”, que se ocupaba de los impuestos mineros y de la fundición. El tesorero llevaba un “libro general”, un “libro de pliegos” y un “libro de entradas y pasos”, que hacía seguimiento de todos los ingresos y desembolsos.
7.
Levillier 1925-1926: 9. Para una lista de los repartimientos del distrito de Lima véase Escobedo 1979: 260-61.
70 | KENNETH J. ANDRIEN