CRISIS Y DECADENCIA: EL VIRREINATO DEL PERÚ EN EL SIGLO XVII

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Para 1600, la minería seguía siendo la fuerza impulsora de la economía virreinal. Las minas de oro de Carabaya, Cotabambas y Condesuyos tenían un alto nivel de producción, pero este jamás se comparó con el de las vetas clave de plata de Castrovirreyna, Cailloma, Chachapoyas, Bombón, Pasco, San Antonio de Esquilache, Carangas, Laicacota, Oruro y, claro está, Potosí. Esta última anualmente produjo por sí sola casi 50.000.000 de marcos de plata durante el siglo XVII, y durante su apogeo la mina de La Fragua, en San Antonio de Esquilache, diariamente arrojaba ella sola depósitos de plata por valor de más de 1.400 pesos.3 Las minas del Perú hispano produjeron a niveles sumamente superiores a los de sus contrapartes de la Nueva España hasta bien avanzado el siglo XVII, cuando la producción de plata del virreinato septentrional finalmente comenzó a superar al Perú como fuente de metales preciosos.4 Hacia 1650, la alta productividad de la industria argentífera del siglo XVI y comienzos del XVII dio paso a una fase de gradual decadencia. Podríamos remontar algunas de las razones de este declive a los inevitables problemas estructurales de la industria, tales como la inundación de los socavones, el creciente coste del mercurio empleado en el refinamiento del mineral de plata, o a una caída en la ley del mineral mismo. Además de estos problemas, el mal manejo de la oferta de mercurio provocó su carestía, los altos impuestos drenaban las utilidades y la escasez de trabajadores forzados indígenas (mitayos) contribuyeron todos al alza en los costes y la caída de la producción. En Potosí, por ejemplo, muchos mineros (azogueros) comenzaron a aceptar pagos en efectivo de los “indios de faltriquera”, esto es, mitayos que compraban su salida de la mita pagando el equivalente al salario de un trabajador asalariado libre (los “mingas”). En algunos años, hasta la mitad del suministro de la barata mano de obra mitaya estaba conformada por estos pagos en efectivo. Se suponía que los azogueros debían usar dichos pagos en plata para contratar trabajadores sustitutos que trabajaran las minas, pero en la práctica rara vez hacían eso. Estos subsidios en efectivo que los mineros recibían llevaron a cortes en la producción, puesto que los azogueros

3.

Este total fue derivado de las cifras de producción anual en marcos, tomadas Bakewell 1975: 94-96, Bargalló 1955: 218.

4.

TePaske y Klein 1981: 120.

32 | KENNETH J. ANDRIEN


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CRISIS Y DECADENCIA: EL VIRREINATO DEL PERÚ EN EL SIGLO XVII by CÉSAR GUILLERMO GONZÁLEZ DELGADO - Issuu