fugaron no me han servido y por el contrario me han obligado a hacer crecidos gastos […] además de la desmoralización (desorden) en el fundo», faltando así a la reciprocidad. A esto se agrega reclama el hacendado, que en el fallo no hay nada contra Lama «un hombre que se emplea en el reprobado manejo de atacar la propiedad, de turbar la posesión, principalmente en esta industria ocasionando grandes perjuicios». Además en el fallo hay otro equívoco: «no es el cumplimiento de esos tres años los que les producirá su libertad […] estos asiáticos fueron contratados por mí por 8 años, sin vencerse sus contratas se fugaron, se supusieron libres y se mudaron de nombre y como libres se contrataron por tres años con Ceferino Elguera»; por lo tanto, tienen que cumplir el tiempo que les faltaba. Lima, 13 de junio de 1862 Sentencia del juez «los expresados asiáticos (Apó, Ayán y Acao) deberán volver al fundo de Monterrico a prestar en él sus servicios por el tiempo que legalmente les falte para cumplir sus contratas; dejando su derecho» a enjuiciar a Lama. 17 de junio de 1862 Hay apelación de los tres chinos a través de Santiago Chávez el procurador nombrado el 23 de junio 1862. Lo que pretende Chávez es que los tres chinos no continúen o no regresen al servicio de Francisco Menéndez. Sustenta de acuerdo al siguiente argumento jurídico: «si tal se hiciera —le dice al señor juez de crimen— ustedes no hacen otra cosa que revocar esta parte de su sentencia, pero como es sabido que los jueces no pueden revocar sus providencias: la pretendida modificación no puede tener lugar, y Menéndez debe revocar el derecho que cree tener para recabar del superior lo que pretende por la interposición del recurso correspondiente…1 setiembre de 1862».
Adenda José Cruz líder y empresario chino El nombre en chino de José Cruz era Apem o Apén, nació el año 1824, era de origen cantonés, en varios momentos declara ser católico y eso se comprueba con el cambio de nombre; apenas si sabía firmar. Durante el juicio en Monterrico tenía 37 años. Instaló como negocio una fonda en la calle Queipó, San Lázaro (Rímac), muy cercano al mercado de Baratillo. Además poseía un cuarto en la calle de Cruz de Lazo donde su mujer, llamada Manuela Quiroz, guardaba toda su mercadería con el fin que no se considere que era suya. Posiblemente era un negocio familiar más que administrado su esposa. Para el año 1880, en el plano elaborado por P. V. Jovanny encontramos la referencia del mercado del Baratillo como el único mercado en el Rímac. Esto debido a la envergadura que representaba para la época; en verdad no era el único, también había el mercado de Limoncillo. En ambos mercados pusieron sus negocios chinos exculíes y migrantes chinos que llegaron años después.
reclamo judicial de culíes a un hacendado de lima
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