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Al rescate del Gorrión Montés paisa Gorrión Montés paisa
“El domingo 7 de enero de 2018 no lo olvidaré nunca, pues salía de la finca de mis papás para el pueblo a misa y me topé con una gran observación de aves”.
Por: Juan Rafael Gómez Arbeláez avesenelmedio@gmail.com
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Así, da inicio este joven de San Pedro de Los Milagros en el norte de Antioquia, al relato que llevaría conjuntamente con un grupo interdisciplinario, a redescubrir una especie confusa en su principio para su identificación pero que, soportada por investigaciones posteriores, daría como resultado ser del Atlapetes antioqueño, Atlapetes blancae, Antioquia Brushfinch, especie endémica de Colombia y en peligro crítico*.
De un libro al reconocimiento
A las 9:30 de una soleada mañana en este inicio de año 2023, Rodolfo retoma todo el ejercicio hecho para con la especie: “el ave la conocía porque el bibliotecario local y gran amigo Raúl Tamayo, me mostró un artículo por allá en el 2010 y publicado en el 2007 por Thomas Donegan quien describió la especie a partir de pie - les, lo buscaron en San Pedro, no lo encontraron y la catalogaron como posiblemente extinta, con toda la discusión si era o no era la especie, luego Raúl me la mostró y jamás pensé encontrármela aquí tan cerquita de la casa”.
Rodolfo, es docente de la Universidad Nacional y nos cuenta en los mismos predios de la finca familiar Las Brisas, el nuevo hogar de “blanquita”o el “montañerito” que, posterior a este avistamiento, me comuniqué con el biólogo Luis Parra quien a su vez contactó a otros investigadores, biólogos, entre ellos Sergio Chaparro quien tuvo destacado trabajo con la ficha de la especie en el Libro Rojo de Aves de Colombia y Andrea Lopera, también oriunda de San Pedro”.

Como observador de aves y director del Proyecto Aves en el Medio del Municipio de Envigado y gracias a Julio Roberto Chaparro, director de la Agencia Colombia Turismo de Naturaleza, quien nos presentó, hicimos en una salida de observación un “barrido” general en unos predios de la Vereda San Juan del mismo municipio en la navidad del 2019. Posteriormente llegó la oficialización de la ubicación exacta y correcta de la especie en la finca Las Brisas y su difusión pública.



Generalidades de la especie – “Estas aves son omnívoras como las de su género, principalmente insectívoras, pero también consumen frutas como el mortiño (agraz), lo que las convierte en grandes dispersoras de semillas, son de vegetación prepáramo y en pequeños rastrojos, especifica Rodolfo Correa.
Continúa Rodolfo Correa: “La confusión se da porque la especie estaba catalogada como Atlapetes pizarra - Atlapetes schistaceus con una altísima similitud, ésta es más de bosque y como se asociaba con la especie requerida, se buscaba en el hábitat equivocado, además, esta zona del altiplano del norte en los últimos 40 años se ha transformado mucho con espacios como los que estamos observando y ya con las nuevas tecnologías, se tienen espacios transformados para la producción por mucho más tiempo y eso hace que, esos rastrojos que antes eran muy variables, que se tumbaban para sembrar papa, luego se montaba un potrerito, se enmalezaba y así, volvía al ciclo inicial, hoy día el cambio es más per- manente, eso hace que el hábitat se restrinja y el hecho es que el ave se ha estado arrinconando y no se detectó anteriormente por la confusión con la schistaceus repito, los hábitos y los nichos que ocupan y gracias al producto de la investigación, se han obtenidos resultados con genética no muy profunda pero sí suficiente para entender que, está más relacionada con el Atlapetes cabecirrufo - Atlapetes latinuchus que con la schistaceus”, aclara nuestro entrevistado.
La Mesa Ambiental
Retoma Rodolfo el tema y nos habla de las funciones y tareas que llevan a cabo desde la Mesa Ambiental, donde siempre han estado pendientes de que los pobladores reconozcan el territorio: “detallamos y hemos recorrido varias zonas, caso Montefrío, siendo una de los sectores más importantes en cuanto a la conservación y fue allí donde lo buscamos y esperaba yo encontrarlo, porque es una zona de bosques, de robles, pues resultó estar aquí en nuestro predio, entre matorrales, en nuestra finca.
Ese redescubrimiento de la población viva sirvió para que los biólogos supieran, cuál era su hábitat y dónde el ave podría estar y eso permitió encontrarla en otros sitios del altiplano, como una población en los Llanos de Cuibá, en Yarumal y Angostura, y sitios
En San Pedro de Los Milagros se han observado en Cerezal, Altos de Median y el Espinal y una parte de La Pretel”,
Conociendo el Proyecto

Atlapetes “Ha sido una experiencia muy bacana el poder tener una especie nocimiento de la ecología de la especie, sus nidos, alimentación, hábitat y el proyecto ha ayudado a describir y realizar un artículo referente a las especies que habitan en San Pedro, por lo que hemos logrado tener en reporte por ese trabajo y de la observación personal, cerca de 252 especies para el municipio, ubicado éste en una zona lechera y uno no asocia biodiversidad con esos espacios tan transformados, sin embargo es una muestra de que, con estos sistemas productivos puede haber una buena convivencia con áreas protegidas eso sí, partiendo desde el reconocimiento del territorio y de sus actores; ésta conservación está definida desde lo que se hace con la gente, no generando sólo núcleos sino también espacios productivos, ya que nos hemos dado cuenta que, para la población estos espacios naturales, sí tienen gran valor.
Salvamontes es otra organización que está trabajando con el Atlapetes blancae por lograr acuerdos de conservación con propietarios en las zonas de Yarumal y Llanos de Cuibá y esperando que esos “parches” de bosques sigan manteniendo la especie y que, en el mediano y largo plazo, pues es un proceso de largo aliento, se mejore la conectivi-