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Las manos del Maestro “Pacho Rojas” serán perpetuadas
Por José David Tabares Albarracín. Secretario General Centro de Historia de Envigado
Ese joven que un día ligero de equipaje y sin ni siquiera despedirse de su familia, emprendió la aventura europea, primero en Suiza durante dos años, luego Francia donde se nacionaliza el 11 de Julio de 1997. Nació el 25 de octubre de 1945 en Envigado, en el barrio El Guáimaro hoy San José y vive en París hace 48 años, en las partes bajas de un antiguo puente de trenes en medio de 20 talleres.
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Su inspiración fue el abuelo paterno, el escultor Francisco Eladio Rojas Velásquez, a su vez hijo del también escultor Andrés Rojas quien participó en la construcción del altar de la Iglesia Santa Gertrudis. De pequeño, veía al abuelo hacer talla en madera: cristos, vírgenes y apóstoles, en el “trabajadero”, como lo llamaba.
Inicia la primaria en la escuela Rosellón, termina en la escuela Modelo, después escuela Fernando González. Se fue para Popayán a estudiar en el seminario de los Padres Redentoristas 4 años. Propiciado por el ambiente religioso en que vivía, regresa y concluye el bachillerato en el Liceo de la Universidad de Antioquia. En esta misma universidad estudia Artes Plásticas 4 años, a la vez escultura con el Maestro Oscar Rojas, encontrándose con la pie - dra, como material de inspiración. Emergen sus primeros trabajos en ese mineral, así como en mármol, arcilla y la talla en madera. En Suiza perfeccionó la técnica de la talla en piedra estudiando, mientras trabajaba en una fábrica, con el escultor y pintor Robert Ralston.
Paralelo a su labor artística en París, tuvo la oportunidad de integrar el equipo de trabajo de Pierre del Valle, restaurador jefe del Museo del Louvre, alcanzando solvencia económica. Posteriormente establece su taller particular en el que desarrolla un lenguaje personal y de una elaborada y sutil técnica, inspirada en las estatuas de piedra de la Cultura Precolombina de San Agustín. Crea un mundo mágico, simbólico y sintético que nos conmueve y deleita.
Esas manos, herramientas esenciales con las que cincela ideas y son su voz, fueron copiadas recientemente en el taller del Maestro Oscar Restrepo, en el barrio La Sebastiana, como un homenaje en vida a este artista envigadeño a iniciativa del Comité Zonal de la Zona 6, la Dirección del Periódico La Piedra y el Centro de Historia de Envigado José Manuel Restrepo Vélez. Esperamos puedan ser fundidas en bronce y exhibidas, actividad esta para la cual se solicitará el apoyo de la administración municipal y otras entidades locales.

