

NOCHE PARA LOS SENTIDOS EN SŌKO
El restaurante queretano vivió una velada espectacular con su tradicional ronqueo de atún, una experiencia gastronómica y artística que fascinó a todos los asistentes.
SÁBADO
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@weekend_byvsd


Texto: Carlos Curiel
Fotos: Armando Vázquez
La noche del ronqueo en Sōko Teppanyaki, restaurante queretano de cocina japonesa contemporánea, fue mucho más que una cena: fue una experiencia multisensorial en la que convergieron el arte milenario del despiece del atún, la alta cocina japonesa y una intervención artística única que emocionó a cada uno de los asistentes.
Ubicado en la zona de Juriquilla, Sōko, perteneciente a Grupo Nama, ha sabido ganarse un lugar en el corazón de los amantes de la cocina nipona desde su apertura en diciembre de 2024. Su pro




puesta innovadora, que combina teppanyaki, barra de sushi tradicional y cocina japonesa contemporánea, ha dado un giro fresco y sofisticado a la oferta culinaria en Querétaro y, como ya es costumbre, sorprendieron, una vez más, con una velada inolvidable.
EL ARTE DEL RONQUEO: TRADICIÓN MILENARIA EN VIVO
La protagonista de la noche fue la ancestral técnica del ronqueo, nombre que proviene del sonido peculiar que emite el cuchillo al seccionar la espina del atún. En esta ocasión, el atún, capturado en el mar de Ensenada y de unos imponentes 120 kilogramos, fue desmembrado meticulosamente por los chefs Óscar Magaña, chef

corporativo, y Carlos Meza, quienes explicaron, paso a paso, este arte culinario que busca aprovechar cada parte del pez. Frente a un público expectante y con todos los sentidos atentos, los cortes del atún comenzaron a transformarse en una serie de delicias en un menú degustación de 12 tiempos, en los que el atún fue el ingrediente estrella. Tartares, nigiris, platillos sellados, sushis especiales: cada presentación fue una muestra de respeto y creatividad hacia uno de los ingredientes más nobles de la cocina japonesa.
CUANDO LA TINTA DE CALAMAR SE CONVIERTE EN ARTE
Mientras los cuchillos hacían lo suyo en la cocina, la artista Josiane Almeraya,
María Dolores Rosas, Valeria Godínez y Alexander Ross.
Alejandro Leal y Paola Calao.
Rubén Bustos, María Morán y Ricardo Rodríguez.
Ana Paula Hernández, César Gastelum, Manuel Gastelum y Jacqueline Ledesma.
Alberto Lépez y Celeste Olvera.
Jos Jeitani y Leo Meneses.
Íngrid Muñoz y Edna Reséndiz.




originaria de Ciudad de México, aportaba otra dimensión al evento. Usando tinta de calamar sobre delicadas telas, Almeraya pintó en vivo figuras marinas: un pez atún, un pulpo y una totoaba mexicana. Las obras, repletas de detalles y texturas, capturaron la esencia del mar y del animal, honrando visualmente su historia de vida.
La conexión entre el acto culinario y la expresión artística fue poderosa. Los asistentes, conmovidos por la belleza del momento, no perdieron la oportunidad de inmortalizarlo en fotografías y videos. Se respiraba un ambiente de celebración, admiración y profundo respeto por lo que se vivía: una noche donde el arte y la gastronomía se fusionaban con armonía.



Ubicación: Paseo de la República 11798, El Salitre
Instagram: @sokoteppan


UN ÉXITO ROTUNDO
Desde el anuncio del evento, las entradas se agotaron. No era para menos: Sōko ha logrado posicionarse como un lugar en donde siempre sucede algo especial. La calidad de sus ingredientes, la creatividad de su cocina, el respaldo de Grupo Nama y la calidez del servicio convierten cada visita en una experiencia de primer nivel. Y es que Sōko no solo es para celebrar ocasiones especiales. Es también para cerrar un trato de negocios, compartir una comida entre semana o brindar con amigos o en pareja. Su carta de sakes, vinos, cervezas asiáticas y destilados está cuidadosamente pensada para armonizar con cada platillo, especialmente con los cortes de atún que brillaron en esta velada.
UNA EXPERIENCIA QUE DEJÓ HUELLA
La noche del ronqueo en Sōko fue una muestra perfecta de cómo la gastronomía puede trascender lo culinario para convertirse en una vivencia cultural y emocional. Los asistentes no solo comieron: vivieron una historia, presenciaron un arte milenario y se llevaron el recuerdo de una noche única que solo un lugar como Sōko puede ofrecer.
Ya se espera con ansias la próxima edición porque, en Sōko, la tradición se transforma en experiencia y cada visita es una celebración de los sentidos.
SŌKO
Diego Ruiz y Sofía Mena.
Paty Dorantes y Regina Barrera.
Artista Josiane Almeraya.
Eroy Estrada y Valentina Estrada.