
BUILDER’S OPEN CONSTRUYE MÁS QUE VICTORIAS
Juriquilla albergó uno de los torneos de golf más jóvenes en Querétaro y que, en poco tiempo, ha logrado consolidarse como un punto de encuentro importante dentro de la industria de la construcción en México, combinando deporte, networking y camaradería
Lecanda.



Texto: Carlos Curiel
Fotos: Armando Vázquez/ Carlos Curiel
El verde campo del Club de Golf Juriquilla fue el escenario de una jornada que trascendió lo deportivo. Más allá de los golpes certeros y la búsqueda del triunfo, el Builder’s Open 2025 mostró por qué se ha convertido en el referente nacional donde la industria de la construcción encuentra su mejor espacio para convivir, compartir y proyectar alianzas de futuro.
Desde sus primeras ediciones, el torneo fue concebido con un propósito claro: unir a la comunidad constructora en un ambiente diferente al de los despachos, las oficinas o los sitios de obra. En apenas cuatro años, el evento ha crecido hasta convertirse en una cita obligada para empresas y profesionales del sector, con una convocatoria que ya trasciende fronteras locales y todo gracias a sus organizadores Valeria Torres Landa y Jerry Lecanda.
Este año, la respuesta fue contundente: 150 jugadores y caddies, acompañados de invitados y familias, llegaron desde Monterrey, Chihuahua, Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro, consolidando al Builder’s Open como un evento de carácter nacional. La diversidad de participantes convirtió al torneo en un espacio donde cada hoyo fue también un punto de encuentro para nuevas amistades y negocios. La experiencia comenzó temprano, a las 7 horas, con el ambiente musical a cargo de los DJ’s de Casa Carmin y un desayuno de lujo ofrecido por restaurantes como Mandolina, Argentilia y Le Pain Quotidien. Esa mezcla de gastronomía y hospitalidad queretana puso el tono de lo que sería una jornada distinta: competitiva, sí, pero también festiva y acogedora.
A las 8:30 horas, con el tradicional escopetazo de salida, arrancó la competencia en formato A Go Go, con equipos de tres jugadores, uno con handicap máximo de 36, para garantizar un ritmo ágil. Los 50 equipos ocuparon los distintos hoyos, que se transformaron en vitrinas vivas de
