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El Observador

Evangelio Ustedes son la luz del mundo

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 5, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.

“Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte y, cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.

“Que, de igual manera, brille la luz de ustedes ante los hombres para que, viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.

PADRE JESÚS ANTONIO WEISENSEE INSTITUTO DE LOS PADRES DE SCHOENSTATT

En el Sermón de la montaña, el Señor, inmediatamente después de las Bienaventuranzas, nos deja una síntesis de lo que debe ser nuestra actitud y nuestra disposición como seguidores de Él, como aprendices de su estilo, con lo que implica ser cristiano, así, el Señor lo expresa diciendo: “son la SAL de la tierra… y la LUZ para el mundo…”(Mt 5,13.14), que, en sí, son todo un proyecto de vida, que responden a preguntas muy de fondo como son:

· ¿Cuándo puedo decir que soy cristiano, qué es lo que me identifica?

· ¿Qué identifica y caracteriza mi adhesión al Señor?

· ¿De qué manera puedo demostrar mi fe ante los demás?

· ¿Cuál debe ser mi manera de ser y de actuar para demostrar lo que creo?

Estas preguntas son respondidas con estas dos imágenes que el Señor utiliza para expresar nuestra manera de relacionarnos con los demás, para hacer ver aquello que debe identificar nuestra vida ante el hecho de asumir sus enseñanzas y querer uno identificarse con Él.

A su vez, nos plantea la actitud que implica el ser sal y el ser luz, pues ambas imágenes están en función a otra cosa, ninguna de ellas es para sí misma y cada una repercute en los demás. Así, la sal da sabor a las demás cosas y la luz es para iluminar el entorno. Ante esta perspectiva, el Señor utiliza dos imágenes más para destacar cómo el hecho cristiano debe repercutir en los otros diciéndonos:

“…no se enciende una lámpara para ocultarla, sino para colocarla sobre una mesa para que ilumine … (Mt 5,15) - “… no se puede ocultar una casa construida sobre un cerro …”(Mt 5,15)

Ambas cosas tienen un aspecto testimonial, como es el hecho de que los demás, al ver nuestra vida, quieran, a su vez, adherirse a aquello que uno vive, por eso el Señor insiste: “… para que ellos vean sus buenas obras y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos …”(Mt 5,16).

Mirémonos a la luz de este proyecto y veamos de qué manera lo estamos asumiendo:

Seguir al Señor implica asumir un estilo de vida que marca una búsqueda de identificación con el Señor. Así, Él utiliza dos imágenes que son muy elocuentes, por un lado ser SAL, es decir, dar sabor, comunicar, transmitir, contagiar a otros aquello que uno vive. En este sentido, ¿de qué manera busco manifestar mi ser cristiano, que busco vivir el estilo del Señor y que busco identificarme con su proyecto de amor? ¿Qué hago para que se note que busco vivir como el Señor?

El Señor utiliza otra expresión para hacernos ver que creer en Él repercute en los demás, así nos dice de ser LUZ, de dejarse iluminar para iluminar, de uno comunicar a otros aquello que uno vive, de ser instrumento del Señor para que otros puedan vivir lo que uno vive, en este sentido, ¿de qué manera marco presencia cristiana en los lugares donde estoy?, ¿qué hago para que. en las diversas circunstancias de la vida, mi actitud ayude a otros a encontrar al Señor por el testimonio que doy? ¿Es mi vida algo que inspira y ayuda a otros a querer vivir la fe cristiana?, ¿de qué manera?

El evangelio habla que la sal puede perder sabor y, por lo tanto, perder el sentido que tiene, siendo así, ¿qué cosas hacen que mi vida cristiana se diluya, que pierda el sentido y la mística que debe tener?, ¿qué cosas me llevan a relativizar lo que creo?

Parroquias

CRISTO REY

Madero 297 Pte., Niños Héroes

7:00, 8:00, 10:30, 12:00, 17:00 y 18:30 hrs.

DIVINA PASTORA

21 de Marzo 134-B

8:00, 9:00, 10:00, 12:00, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

Av. del Río 1, Hércules

7:00, 9:00, 12:00, 17:00, 18:00 y 20:00 hrs.

MINISTERIO DE PENTECOSTÉS

Av. Ingenieros esq. Cimatario, El Marqués

8:00, 10:00, 12:00, 13:30, 17:00,

18:30, 20:00 y 21:00 hrs.

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

Blvr. de las Américas 111, Reforma Agraria

7:00, 8:30, 10:00, 12:00, 18:00 y 19:30 hrs.

NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ

Calle Agua 259, Satélite

8:00, 11:00 17:00, 18:30 y 20:00 hrs.

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DEL RAYO

Luis M. Vega 57, Cimatario

8:00, 9:00, 11:00, 12:00, 13:00,

18:00, 19:00 y 20 hrs.

NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS

Calle 25 y 8, 405, Lomas de Casa Blanca

7:00, 10:00, 12:00, 17:00, 18:00 y 19:00 hrs.

SAGRADA FAMILIA

Blvr. Jardines de la Hacienda 710

8:00, 10:00, 13:00, 18:00 y 20:00 hrs.

SAN AGUSTÍN DEL RETABLO

Calz. del Retablo y Jericó

8:00, 12:00 y 18:00 hrs.

SAN FRANCISCO GALILEO

Madero 13, El Pueblito, Villa Corregidora

6:00, 10:00, 12:00, 13:15, 19:00 y 20:00 hrs.

SANTA ANA

Escobedo 177

8:00, 11:00, 12:00, 19:00 y 20:00 hrs.

SANTA CLARA (SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS)

Jardín Guerrero, Centro

8:00, 10:00, 12:00, 13:00, 14:00, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

SANTIAGO

16 de Septiembre 56 Ote.

7:30, 9:00 y 12:00, 1:30, 18:00 y 19:30 hrs.

Santuarios

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE EL PUEBLITO

Urtiaga s/n, El Pueblito, Corregidora

7:00, 8:00, 9:00, 11:00, 12:00, 13:00, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

SANTUARIO DE SCHOENSTATT

Rancho Los Olvera, Corregidora

10:00 y 12:30 hrs.

Templos y capillas

CAPUCHINAS (SAN JOSÉ)

Hidalgo y Guerrero

12:30, 19:00, 20:00 y 21:00 hrs.

LA CONGREGACIÓN

Pasteur esq. 16 de Septiembre

10:00, 13:00, 14:00, 19:00 y 20:00 hrs.

LA DIVINA PROVIDENCIA

Zapata y Plan de Ayala

9:00, 13:00 y 18:30 hrs.

LA MERCED Independencia 82

8:00, 10:30, 12:00, 13:00, 17:00, 18:00, 19:00 y 21:00 hrs.

LA SANTA CRUZ

Jardín de la Cruz

6:00, 7:00, 8:00, 9:00, 10:00, 12:00, 13:00, 14:00, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

Paseo Jurica esq. Olivares

10:00, 12:00, 13:00 y 18:00 hrs.

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Juárez y Morelos

7:00, 8:00, 9:00, 11:00, 12:00, 13:00 y 20:00 hrs.

SAN AGUSTÍN

Pino Suárez 18

7:30, 8:30, 9:30, 10:30, 11:30, 12:30, 13:30, 14:15 y 20:00 hrs.

SAN ANTONIO Ángela Peralta 16

8:30, 10:00, 12:30, 13:30, 17:30, 18:30, 19:30 y 20:30 hrs.

SAN FELIPE NERI (CATEDRAL)

Madero y Ocampo

11:00, 12:00, 13:00, 17:00, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

SAN FRANCISCO

Corregidora esq. 5 de Mayo

7:00, 8:00, 9:00, 10:00, 11:00,

12:00, 13:00, 14:00, 18:00, 19:00, y 20:00 hrs.

SAN JOSÉ DE GRACIA

Madero 36

12:00, 13:00, 18:00 y 19:00 hrs.

SANTA ROSA DE VITERBO

Arteaga y Ezequiel Montes

7:00, 9:00, 11:00, 12:30, 18:00, 19:00 y 20:00 hrs.

SANTO DOMINGO

Pino Suárez y Guerrero

8:00, 12:00 y 19:00 hrs.

TERESITAS

Reforma 46

12:00, 19:00 y 20:00 hrs.

Dos ancianos, Simeón y Ana, esperan en el templo, el cumplimiento de la promesa que Dios ha hecho a su pueblo: la llegada del Mesías. Pero no es una espera pasiva, sino llena de movimiento. En este contexto, sigamos pues los pasos de Simeón: él, en un primer momento, es conducido por el Espíritu, luego, ve en el Niño la salvación y, finalmente, lo toma en sus brazos (cf. Lc 2,26-28). Detengámonos en estas tres acciones y dejémonos interpelar por algunas cuestiones importantes para nosotros, en particular, para la vida consagrada.

La primera, ¿qué es lo que nos mueve? Simeón va al templo “conducido por el mismo Espíritu” (v. 27). El Espíritu Santo es el actor principal de la escena. Es Él quien inflama el corazón de Simeón con el deseo de Dios, es Él quien aviva en su ánimo la espera, es Él quien lleva sus pasos hacia el templo y permite que sus ojos sean capaces de reconocer al Mesías aunque aparezca como un niño pequeño y pobre. Así actúa el Espíritu Santo: nos hace capaces de percibir la presencia de Dios y su obra no en las cosas grandes, tampoco en las apariencias llamativas ni en las demostraciones de fuerza, sino en la pequeñez y en la fragilidad. Pensemos en la cruz, también ahí hay una pequeñez, una fragilidad, incluso un dramatismo. Pero ahí está la fuerza de Dios.

Preguntémonos entonces, ¿de quién nos dejamos principalmente inspirar? ¿Del Espíritu Santo o del espíritu del mundo? Esta es una pregunta con la que todos nos debemos confrontar, sobre todo nosotros, los consagrados.

Una segunda cuestión es, ¿qué ven nuestros ojos? Simeón, movido por el Espíritu, ve y reconoce a Cristo. Y reza diciendo: “mis ojos han visto tu salvación” (v. 30). Este es el gran milagro de la fe: que abre los ojos, trasforma la mirada y cambia la perspectiva. Como comprobamos por los muchos encuentros de Jesús en los evangelios, la fe nace de la mirada compasiva con la que Dios nos mira, rompiendo la dureza de nuestro corazón, curando sus heridas y dándonos una mirada nueva para vernos a nosotros mismos y al mundo. Una mirada nueva hacia nosotros mismos, hacia los demás, hacia todas las situaciones que vivimos, incluso las más dolorosas. No se trata de una mirada ingenua, no, sino sapiencial: la mirada ingenua huye de la realidad o finge no ver los problemas; se trata, por el contrario, de una mirada que sabe “ver dentro” y “ver más allá”, que no se detiene en las apariencias, sino que sabe entrar también en las fisuras de la fragilidad y de los fracasos para descubrir, en ellas, la presencia de Dios.

La mirada cansada de Simeón, aunque debilitada por los años, ve al Señor, ve la salvación. ¿Y nosotros? Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿qué ven nuestros ojos? ¿qué visión tenemos de la vida consagrada? El mundo la ve muchas veces como un “despilfarro”: “Pero mira, aquel chico tan bueno, hacerse fraile”, o “una chica tan competente, hacerse religiosa… Es un despilfarro. Si, por lo menos, fuera feo o fea… Pero no, son buenos y esto es un despilfarro”. Así pensamos nosotros. El mundo lo ve como si fuera una realidad del pasado, inútil. Pero nosotros, comunidad cristiana, religiosas y religiosos, ¿qué vemos?, ¿tenemos puesta la mirada en el pasado, nostálgicos de lo que ya no existe, o somos capaces de una mirada de fe clarividente, proyectada hacia el interior y más allá? Tener la sabiduría de mirar -esta la da el Espíritu-, mirar bien, medir bien las distancias, comprender la realidad. Por último, una tercera cosa, ¿qué estrechamos en nuestros brazos? Simeón tomó a Jesús en sus brazos (cf. v. 28). Esta es una escena tierna y densa de significado, única en los evangelios. Dios ha puesto a su Hijo en nuestros brazos porque acoger a Jesús es lo esencial, es el centro de la fe. A veces, corremos el riesgo de perdernos y dispersarnos en mil cosas, de fijarnos en aspectos secundarios o de concentrarnos en nuestros asuntos, olvidando que el centro de todo es Cristo, a quien debemos acoger como el Señor de nuestra vida.

Cuando Simeón toma en brazos a Jesús, sus labios pronuncian palabras de bendición, de alabanza y de asombro. Y nosotros, después de tantos años de vida consagrada, ¿hemos perdido la capacidad de asombrarnos? ¿O tenemos todavía esta capacidad? Hagamos un examen sobre esto y, si alguno no la encuentra, pida la gracia del asombro, el asombro ante las maravillas que Dios está haciendo en nosotros, ocultas como la del templo cuando Simeón y Ana encontraron a Jesús. Si a los consagrados nos faltan palabras que bendigan a Dios y a los otros, si nos falta la alegría, si desaparece el entusiasmo, si la vida fraterna es solo un peso, si nos falta el asombro, no es porque seamos víctimas de alguien o de algo, el verdadero motivo es que ya no tenemos a Jesús en nuestros brazos. Y, cuando los brazos de un consagrado, de una consagrada no abrazan a Jesús, abrazan el vacío, que buscan rellenar con otras cosas, pero el vacío queda. Si acogemos a Cristo con los brazos abiertos, acogeremos también a los demás con confianza y humildad.

Domingo 5 De Febrero De 2023

Directorio

EDITOR GENERAL Arcelia Guadarrama EDITOR WEEKEND BY VSD! Carlos Curiel

DISEÑO EDITORIAL Ana María Argueta

El 2023 será un año lleno de celebraciones para la Cámara de Comercio de Querétaro, ya que consiguen consolidar 120 años de vida, representando orgullosamente a los empresarios del comercio, los servicios y el turismo queretano.

Las festividades han comenzado con una comida solemne, donde la nueva Cámara ha reconocido la labor de los medios de comunicación en su esfuerzo por mostrar a la sociedad, lo que brindan los organismos empresariales.

Conductores, reporteros, jefes de información y representantes de los medios, se dieron cita en una reunión en la que también asistieron directivos, empresarios, patrocinadores, funcionarios, consejeros y amigos de la Institución.

Fabián Camacho, presidente de la Cámara de Comercio de Querétaro, recibió a sus invitados con unas palabras de bienvenida, catalogando a los medios de comunicación como aliados importantes en la transmisión de sus actividades y objetivos.

"Buscamos brindar soluciones cercanas a los comercios, para además que la sociedad queretana se sienta orgullosa del sector

Haber transitado el organismo en un ejercicio de pandemia. Buscar el replanteamiento de la propuesta de valor de la Cámara de Comercio de Querétaro, para que responda a las nuevas necesidades del comercio del sector empresarial y además, buscar contribuir a que desde lo local, las empresas comiencen a vislumbrar, salir y ofrecer sus negocios, sus servicios, sus productos al Bajío, a México y al mundo".

Fabián Camacho presidente de la Cámara de Comercio de Querétaro

empresarial", comentó el presidente, quien ha recibido apoyo para refrendar su cargo por un periodo más.

Las risas, intercambio de ideas y palabras de felicitación no faltaron, haciendo una tarde especial, como pocas veces se había visto, en una reunión de todos los profesionales de la comunicación en una sola mesa.

Querétaro

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