


El Tec de Monterrey Campus Querétaro conmemora medio siglo de historia, innovación y compromiso social, recordando sus raíces y proyectando un futuro de impacto global
Texto: Carlos Curiel
Fotos: Tec de Monterrey campus Querétaro/Armando Vázquez
El 14 de agosto de 1975 marcó el inicio de un sueño que, con el tiempo, se convirtió en un motor de cambio para Querétaro y México entero. Ese día, gracias a la visión y compromiso de empresarios queretanos, el Tecnológico de Monte -
rrey abrió, por primera vez, sus puertas en la ciudad, recibiendo a sus primeros 344 estudiantes. 50 años después, la semilla de aquel proyecto ha crecido hasta convertirse en un árbol robusto con más de 6 mil alumnos actuales y más de 23 mil egresados que, desde distintos rincones del mundo, siguen transformando su entorno.
La celebración del 50 aniversario, realizada en el Centro de Congresos del campus, reunió a líderes académicos, em -
presarios, autoridades y exalumnos en una emotiva ceremonia presidida por figuras como Ricardo Saldívar Escajadillo, presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey; David Garza Salazar, rector y presidente ejecutivo; Juan Pablo Murra Lascurain, rector de profesional y posgrado; Claudia Félix Sandoval, vicepresidenta de Centro-Occidente; Rafael Rangel, primer director del Campus Querétaro de 1985 a 2011; Pascual Alcocer Alcocer, director general del Campus Querétaro.
La alegoría central fue la de un árbol: símbolo de raíces profundas, crecimiento constante y ramas que se extienden hacia el futuro, nutriendo a la comunidad con conocimiento, innovación y valores.
En palabras de David Garza: “Hoy vemos hecha realidad la pasión y los sueños de los fundadores. Este campus es mucho más que edificios; es una comunidad vibrante que da alma a cada logro”. Por su parte, Rafael Rangel recordó, con orgullo, que los recursos para fundar el campus provinieron totalmente de la comunidad queretana: “Este campus nació de un sueño para impulsar el futuro de Querétaro y todos debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos construido juntos”.
Durante el evento, se recordó cómo el Campus Querétaro pasó de ofrecer cuatro carreras a una oferta actual de 28
programas de profesional, además de Prepa Tec y posgrados. Se destacaron sus aportaciones en investigación, sostenibilidad, emprendimiento e impacto social, así como su estrecha vinculación con el sector empresarial, la sociedad civil y el ámbito artístico y científico. Pascual Alcocer Alcocer, quien condujo la ceremonia en compañía de Tania Paola Ruiz Castro, directora del DIF municipal de Querétaro y premio al mérito Exatec, mencionó que, en el Campus Querétaro, se cuenta con prioridades estratégicas de cara al año 2030: la formación de excelencia, la investigación aplicada y el impacto social, haciendo énfasis en el proyecto Distrito QRO. Finalmente, el gobernador Mauricio Kuri González subrayó que la llegada del Tecnológico de Monterrey marcó un antes y un después en la educación del estado: “El Tec de Monterrey es una de nuestras universidades insignia. Su espíritu emprendedor ha ayudado a que Querétaro sea un centro de atracción de talento”.
Hoy, a medio siglo de su fundación, el Tec de Monterrey Campus Querétaro reafirma su compromiso de seguir formando líderes con sentido humano, capaces de transformar no solo su entorno, sino el mundo entero. Su historia es la de una comunidad que ha creído en la educación como la herramienta más poderosa para construir un futuro mejor.
En el marco de su 50 aniversario, el Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro inauguró un campanario monumental, símbolo de unidad, memoria y compromiso con el futuro, construido con la creatividad de su comunidad y la generosidad de quienes han dejado huella.
Texto: Carlos Curiel
Fotos: Armando Vázquez
En una tarde cargada de emoción y orgullo, el Andador Cultural del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro se convirtió en el escenario donde pasado, presente y futuro se encontraron en un mismo instante. Como parte de los festejos por su 50 aniversario, autoridades, consejeros, exatecs, colaboradores, académicos y estudiantes se reunieron para presenciar la inauguración del Campanario, una obra artística y arquitectónica que promete ser un eco vivo de los sueños y valores de esta comunidad.
Concebido por profesorado y estudiantado de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño y materializado por el artista Ariel Díaz, este monumento no solo se eleva como una pieza estética, sino como una declaración de principios: la sostenibilidad, la colaboración y la visión compartida. Su construcción se realizó con materiales reutilizados de diversas industrias, abrazando la circularidad y demostrando que la belleza también puede nacer del compromiso ambiental.
La línea de honor, encabezada por figuras clave como el rector del Tecnológico de Monterrey, Juan Pablo Murra; la vicepresidenta de Centro Occidente, Claudia Margarita Félix Sandoval; el doctor Rafael Rangel Sostmann; la doctora Mariana Ama-
tullo, decana nacional de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño; el maestro Pascual Alcocer, director general del campus Querétaro, y Helmut Huber, presidente del Consejo del campus, entre otros, que fueron testigo de este momento que, sin duda, marcará un antes y un después en la historia del campus queretano.
“Cada campanada será un eco del propósito que nos guía: transformar realidades a través de la educación”, expresó, con emoción, Pascual Alcocer, director general del campus. Para Helmut Huber, representante de los donantes, esta obra es “símbolo del legado, la visión y el compromiso de nuestra comunidad”.
Las palabras de la decana Mariana Amatullo invitaron a mirar más allá de la obra
física: “Esta pieza nos recuerda que el acto de diseñar libera nuestra capacidad de imaginar juntos y aprovechar nuestra humanidad compartida”. Por su parte, Fernando Ríos, uno de los estudiantes involucrados, destacó la oportunidad de dejar huella: “Este momento lo recordaré siempre porque demuestra que nuestras ideas pueden transformar el campus”.
Uno de los instantes más conmovedores fue el mensaje del doctor Rafael Rangel Sostmann, primer director del campus, quien evocó la nostalgia de haber visto nacer y crecer esta institución: “No hay muchas personas que pueden vivir el inicio y el presente de un sueño como este. La comunidad tuvo un liderazgo y tuvo un sueño”. El acto culminó con el corte del listón, las primeras campanadas y un espectáculo de video mapping que iluminó la noche con imágenes y recuerdos de medio siglo de historia. Entre brindis, anécdotas y abrazos, la comunidad celebró no solo el aniversario, sino la certeza de que el Campanario resonará por generaciones, recordando que la educación es un puente entre lo que ha sido y lo que aspira a ser el Tecnológico.