El empresario queretano Héctor Cruz festejó su medio siglo de vida en una velada especial, rodeado de seres queridos, música, gastronomía y recuerdos que marcaron un antes y un después en su trayectoria personal y profesional
Carlos
Cumplir 50 años no es un acontecimiento cualquiera y menos cuando se trata de un hombre que ha sabido conjugar los frutos de su vida familiar con el éxito de su carrera empresarial. Así, fue la celebración de Héctor Cruz, director de Grupo Hebori, quien disfrutó de una fiesta en la que nada se dejó al azar y donde que la emoción estuvo presente en cada detalle, aunque el festejado guardaba aún más motivos de satisfacción que los que se vivieron esa tarde.
La velada fue organizada por Brenda Serratos, madrina de la hija menor de Héctor, y Diana Vallarino, su esposa. El ambiente estuvo decorado en tonalidades azules oscuras y grises con un montaje que combinó elegancia y modernidad. Una pantalla gigante, una cabina de sonido de alto nivel y una pista de LED crearon la atmósfera
perfecta para que familia y amigos disfrutaran de una celebración que se convirtió en todo un espectáculo.
Los asistentes gozaron de una fiesta repleta de momentos memorables: desde stickers personalizados con fotografías de Héctor hasta chisperos que iluminaron el lugar al ritmo de las mañanitas. Dos DJs se encargaron de mantener la pista llena de energía, mientras los invitados degustaban una amplia variedad de guisos, carritos de botana y una completa barra de bebidas. La mezcla de música, gastronomía y buen ánimo convirtió el festejo en una experiencia inolvidable.
Más allá de la celebración, Héctor Cruz compartió reflexiones sobre lo que representa llegar a esta etapa de su vida. “Todavía, sigo soñando; todos los días sueño con algo. Cuando dejamos de soñar, dejamos de crear”, afirmó con convicción, destacando que cada logro, pero también cada tropiezo, ha sido un aprendizaje invaluable. Con una mirada hacia el futuro, aseguró que,
en Querétaro, ha encontrado el lugar ideal para seguir emprendiendo en una ciudad estable, segura y en constante crecimiento. Así, entre abrazos, música y palabras llenas de gratitud, el empresario
en claro que
