emprendedor
El Buda Feliz,
histórico punto de partida para un nuevo grupo de restauración
©JavierMesa
EL CLÁSICO RESTAURANTE CHINO DE MADRID RETOMA LA ACTIVIDAD TRAS UNA PROFUNDA REFORMA DE CARTA Y DECORACIÓN DE LA MANO DE CUATRO EMPRENDEDORES, SEGUNDA GENERACIÓN CHINA EN ESPAÑA, DISPUESTOS A CREAR UN NUEVO GRUPO HOSTELERO: SHANGRI-LA.
JAVIER MESA
E
De izquierda a derecha Alex Ye, Dani Bingxin Hong, Alonso Zhang Zhu y Alex Zhu.
n 1974 un matrimonio de origen taiwanés puso en marcha en el centro de Madrid el considerado primer restaurante “chino chino” de la capital. Tras convertirse en un referente de la gastronomía de aquel país y en un clásico de la hostelería madrileña con más de 40 años de funcionamiento, el emblemático local ha comenzado una segunda etapa como El Buda Feliz 1974 tras el traspaso de sus antiguos propietarios a un grupo de emprendedores chinos. Se trata de Alonso Zhang Zhu, Alex Zhu y Alex Ye, que junto al chef Dani Bingxin Hong, han dado la vuelta por completo a la oferta del establecimiento. Los tres primeros pertenecen a la segunda generación de ciudadanos chinos que llegaron a España en los años 70 y 80 para poner en
marcha negocios de restauración en ciudades como Salamanca, Badajoz o Bilbao. Tras cursar estudios universitarios en España y poner en marcha empresas de diversa índole, además de mantener negocios de hostelería, los tres confluyeron en Madrid con una pasión común por la gastronomía que habían aprendido en su infancia en los restaurantes familiares. Fruto de esta pasión nació la idea crear un nuevo modelo de hostelería que diera a conocer mejor al público occidental la diversidad de la riqueza culinaria china que huyera de los tópicos de la oferta creada para amoldarse a los gustos españoles décadas atrás. “La comida china es mucho más variada y con el tiempo, gracias al turismo, la gente va teniendo mayor conocimiento. Hoy la gente demanda la auténtica comida china, con mejores preparaciones
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que permitan saborear la verdadera gastronomía de nuestro país”. Esta idea gustó a los propietarios de El Buda Feliz, que decidieron facilitarles el traspaso de un local “al que le tienen mucho cariño y en el que pusieron mucho trabajo. A la dueña original, que aún vive le gustó la idea de pasar el testigo del restaurante a gente con los mismos sueños que vivieron ellos al ponerlo en marcha en 1974”. Con la idea de transformar la idea original y hacerla evolucionar hacia los gustos más modernos, tanto de cocina como decoración, los socios apostaron por mantener elementos externos del local como el cartel del restaurante o los tiradores de la puerta de entrada, para después sorprender al visitante con su propuesta. El local fue completamente rediseñado
221 / ENERO 2018