VOZ de VOCES - Edición 21

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EDICIÓN #21

AUTOCUIDADO EN LA PANDEMIA


mensaje editorial

¿Cuándo? ¿QUI ¿Cómo? Contamos nuestras historias a Son la primera lección del periodismo, pero desde que arendemos a enunciar oraciones completas, vamos por la vida contestándolas. Cuando no sabemos qué decir, podemos recurrir a su uso como una guía para organizar nuestros pensamientos. Y, cuando nos enfrentamos a problemas sociales, como lo es la violencia, el solo ejercicio de intentar contestar estas preguntas nos abre el camino a un análisis que nos enfrentará a otra: ¿por qué? La búsqueda de respuestas es el primer paso hacia la solución. Hablar de violencia de género es posible por las personas que antes se hicieron estas preguntas y entendieron, gracias a las contestaciones que obtuvieron, que no es tan sencillo como decir “violencia es violencia”. ¿Quiénes ejercen la violencia en nuestro país? Cuando son las mujeres las víctimas, ¿quién abusa? ¿Quién mata a las mujeres? ¿Quién asesina a las personas trans? Enfrentarse a las estadísticas de violencia en este país sin hacerse estas preguntas es, cuando menos, un acto de vagancia intelectual. Porque a las mujeres, las asesinan, principalmente, hombres, y esos hombres resulta que son, casi siempre, sus parejas o exparejas. ¿Dónde asesinan a las mujeres? Las asesinan en sus casas, el mismo lugar al que nos han dicho que pertenecen, donde supuestamente están seguras. Las asesinan también en la calle, donde deberían poder transitar libremente y sin temores.

2  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

Luego, las rematan en los medios de comunicación con periodistas y pseudocomunicadores que no llegaron a la sexta pregunta: ¿por qué? Ignoran así la estructura patriarcal que privilegia a los hombres mientras condena a las mujeres y personas trans y no binarias a la vulnerabilidad de sus vidas y su dignidad. Las matan una vez desde los púlpitos y las prédicas; desde La Fortaleza y desde los escaños legislativos que obtienen políticas y políticos antiderechos que quieren arrebatarnos las preguntas. Quieren que nos conformemos con las diatribas de “violencia es violencia” y “a los hombres también los matan”. Solo contestar estas preguntas básicas permite reconocer que sí, la violencia tiene género. Tiene género quien la ejerce y tiene género quien la sufre y quien la sobrevive. Los ensayos, reportajes y artículos que integran este volumen de Voz de Voces contienen algunas de las respuestas a las preguntas que nos hacemos cuando miramos de frente la violencia desde una perspectiva de género. Cuando Alyssa Alejandro nos cuenta sobre cómo surgió su proyecto Cara al Sol, nos habla de una revelación que muchas hemos tenido, darnos cuenta de que las historias de violencia que hemos callado por mucho tiempo son también las de nuestras amigas y conocidas. “Todas tienen una historia. Todas tenemos


¿Dónde? UIÉN? ¿Qué? partir de estas cinco preguntas alguna historia”, escribe Alejandro en Apoyo mutuo y educación para hacer frente a la injusticia: así surge @ Cara.alsol. Kendra Sierra Piñero ofrece un análisis de cómo las políticas de quedarse en casa han incidido en las condiciones de violencia que viven y por las que mueren mujeres y personas feminizadas en Puerto Rico. Génesis González Díaz, en su reportaje para el medio de periodismo feminista Todas, y Axel Colón, en su fotoensayo, nos presentan mujeres que tuvieron que sobrevivir a la violencia. Sus trabajos son muestras de algunas de las múltiples manifestaciones de la violencia machista. Es devastador que, siendo las mujeres y personas feminizadas en Puerto Rico las principales víctimas y sobrevivientes de la violencia, nos estén obligando constantemente a explicar la vulnerabilidad a la que hemos sido arrinconadas cuando es un problema evidente, cuando hace años se desarrollaron las herramientas y las metodologías de estudio para analizarlo y las propuestas para atenderlo están sobre la mesa hace tiempo. Es injusto tener que aclarar que cuando decimos que nuestras vidas valen no invisibilizamos las demás violencias. Todo lo contrario, decimos “ni una menos” y “vivas nos queremos”, precisamente, para no quedar invisibles en lo genérico. Pero, nos enfrentamos a los grupos fundamentalistas

conservadores que con su agenda antiderechos, acompañada de un ejercicio intencional de tergiversación de los datos, la ciencia y la historia, nos quieren privar de este análisis. Nos quieren quitar las preguntas para que no veamos las respuestas. Aseguran que las mujeres también agreden y asesinan. Y, claro, ninguna feminista lo negará, pero son precisamente las preguntas las que nos provocan ver que, mientras los asesinatos perpetardos por mujeres son casos aislados, la violencia que ejercen los hombres entre ellos y contra sus parejas y exparejas mujeres son parte de un problema sistémico y estructural que solo se puede atender cuando se aplica la perspectiva de género. El cuatrienio que recién comienza nos enfrenta a nuevas y reformuladas de esas agendas que buscan retroceder los derechos que el feminismo ha ganado con décadas de luchas. Ante su gestión, nos queda arreciar la puesta en marcha de la agenda feminista, que es la agenda de los derechos humanos para todas las personas. Su propia experiencia nos hará una confesión espeluznante: “Lxs agresores de mi vida, ningune parecía un agresor, poca gente lo podía creer.”

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CRÉDITOS biografía autorx cristina del mar quiles Periodista y educadora, nacida y criada en Caguas, Puerto Rico. Es cofundadora y editora del medio de periodismo digital feminista Todas, que se publica en todaspr. com. También es periodista del Centro de Periodismo Investigativo. Ha trabajado por los pasados 12 años en prensa escrita, radio, multimedios y de manera independiente como reportera, editora y productora. Su experiencia incluye trabajos para los diarios Primera Hora y El Nuevo Día, la agencia de noticias Inter News Service, el noticiario Hoy en las Noticias de Radio Universidad de Puerto Rico, y el diario digital NotiCel. Además, ha colaborado con el blog de activismo contra el acoso callejero Stop Street Harassment y la BBC de Londres. Posee un máster en comunicación y periodismo digital, grado conjunto de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Carlos III de Madrid, y una maestría en Orientación y Consejería de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha sido alumna de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano de Colombia y becada por el medio Cosecha Roja, de Argentina, en cobertura periodística sobre juventud, desigualdad y pobreza, violencia contra las mujeres, crímenes de odio y ataques contra la comunidad LGTTBI. Fue parte de la Academia de Liderazgo de Mujeres en Medios Digitales del Instituto Poynter, en Saint Petersburg, Florida, en abril de 2019. Su trabajo periodístico ha sido reconocido por la Asociación de Periodistas de Puerto Rico y por el Overseas Press Club, Capítulo de Puerto Rico.

Revista Voz de Voces Edición #21: Septiembre 2020 Coordinación: Nereida Valentín Márquez Edición y mensaje editorial: Cristina del Mar Quiles Arte Gráfico: Ivana P. Alonso Contés Coordinadora Paz para las Mujeres, Inc. Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y la Agresión Sexual PO Box 193008 San Juan, PR 00919-3008 Teléfono: 787-281-7579 Fax: 787-767-6843 Email: info@pazparalamujer.org Web page: www.pazparalamujer.org Facebook: Paz Mujer Instagram: @pazmujer Twitter: @pazparalamujer Youtube: Pazmujer Spotify: Paz para las Mujeres Linkedin: https://www.linkedin.com/company/ coordinadora-paz-para-la-mujer-inc Esta publicación ha sido posible gracias al auspicio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS), (Family Violence Services Act) Contrato: USDHHS-FVPSA 2020G991540. Las opiniones expresadas en esta publicación son de lxs autorxs y no reflejan las opiniones del DHHS. NOTA: La letra x y la letra e es utilizada en la publicación como inclusiva del femenino y masculino de las palabras. Por ejemplo, en vez de niños y niñas, escribiremos niñxs.

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tabla de contenido

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apoyo mutuo y eduación para hacer frente a la injusticia

etapas de duelo en sobrevivientes de violencia intrafamiliar

alysa alejandro

dra. jenizaret colón

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sobrevivientes de violencia doméstica cuentan cómo consiguieron salvarse génesis gonzález díaz

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de víctimas a SOBREVIVIENTES galería de fotos

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el hogar no es un espacio seguro para todes

Autocuidado social: una nueva forma de duelo en tiempos de pandemia

ariadna s. rubio lebrón

kendra k. sierra piñero

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apoyo mutuo para hacer

la inju

La gran Luisa Capetillo llegó a decir que “la ignorancia es la causa de los mayores crímenes e injusticias”. No es atrevido decir que tiene toda la razón. La educación de una comunidad abre paso a que las injusticias y los crímenes se puedan prevenir y detener. Proveen la herramienta para llamar a la violencia por su nombre. Luisa, fue esa figura feminista prominente en los 1900’s, que junto a otras, abrió el paso para las mujeres de este siglo, y las que vendrán. Mujeres como ella, que se armaron de valentía y reconocieron que todavía queda mucho por hacer, fueron las que se levantaron a finales de abril del 2020. Se levantaron para denunciar la pandemia invisible adicional a la pandemia de salud pública que ya vivimos. Se levantaron en contra de la violencia sexual, en contra del acoso y la agresión sexual, en contra de la violencia de género. Esa última semana de abril, varias mujeres se atrevieron a contar su historia sobre el dueño de Pauwii Swim en Puerto Rico, Julius Ortiz. Contaron sus experiencias de acoso y agresión sexual, concernientes a este hombre que las tocaba en el probador, les pedía que se desnudaran para “tomarles medidas”, y les pedía fotos claramente innecesarias y para uso personal. Estos testimonios fueron acompañados por testimonios de sobrevivientes de los manejadores de la renombrada compañía de alquiler de yates en Puerto Rico. La fuerza y la valentía de estas jóvenes inspiró a una gran cantidad de otrxs a que contaran su historia. Estas historias ya ni estaban relacionadas con los perpetradores iniciales. Estas historias eran de todxs. Varias voces aliadas surgieron en el proceso, voces que apoyaban a lxs sobrevivientes y educaban al público, voces que servían como un lugar para que lxs sobrevivientes contaran su historia de manera anónima y espacios que amplificaban las voces de lxs sobrevivientes. Una de estas voces fui yo. Hablé tanto sobre la gravedad de este crimen y expresé apoyo a lxs sobrevivientes; que causó que muchxs vinieran a donde mí contando su historia. Sin embargo, la gota que colmó el vaso, para mí, fue 6  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

cuando todas mis amigas comenzaron a escribirme con sus historias de acoso y agresión sexual. Todas tienen una historia. Todas tenemos alguna historia. Esto es tan inaceptable, que me hizo darme cuenta que aún con todos los testimonios en las redes sociales, la violencia de género en Puerto Rico es un problema más grande del que todxs pensamos. Sentí la necesidad de que mi comunidad se diera cuenta de esto también. Así que, creé una encuesta en Twitter con cinco preguntas relevantes a la situación actual, entre ellas: “¿Has sido acosadx sexualmente?” y “¿Conoces a una mujer que haya sido acosada?” Las respuestas retumbaron en las cabezas de muchxs. 64% de las 1,416 personas que contestaron la primera pregunta, afirmaron que sí han sido acosadxs. Más allá, el 90% de las 558 personas que contestaron la segunda pregunta mencionada, afirmaron que conocen a una mujer que ha sido acosada. La encuesta recibió mucha atención, incluso, comentarios afirmando que los hombres no deberían participar en la encuesta; un pensamiento que deja ver el estigma que hay cuando hablamos de violencia sexual hacia hombres, y que muchos hombres no hablan de sus experiencias por miedo a ser ridiculizados. Dado a la atención que recibió la encuesta, el 26 de abril, mi novio, Jorge Villares y yo decidimos formalizarla a través de Google Forms, ya que, si queremos fomentar la educación acerca del tema, debemos hacerlo de la manera más eficiente y obtener estadísticas más reales y confiables. La encuesta más adelante fue modificada gracias a la mentoría del profesor de Psicología, el Dr. Eduardo Lugo. Al comenzar a recibir las respuestas y


o y educación er frente a

usticia

Ilustración por AmandaDi on-Shropshire, The Signal

leerlas, me di cuenta que lo que comenzó como un intento para concientizar, se convirtió en un espacio donde lxs sobrevivientes podían contar su historia desde el anonimato. La encuesta se convirtió en parte de su proceso de sanación. Es importante recalcar que, ya que la encuesta está primeramente diseñada para esfuerzos de concientización, se pretende que lo llenen personas que no han sido acosadxs también. Más de 270 personas han llenado la encuesta hasta el día de hoy, y hemos podido darnos cuenta de varias cosas. Primero, nos hizo reflexionar sobre por qué el 88% de las personas que llenaron la encuesta, son mujeres. Trae varias preguntas a mi cabeza como “¿Será que los hombres no consideran sus experiencias lo suficientemente importantes como para llenar una encuesta sobre ellas?” ¿Pensarán que estos espacios no les corresponden, y no llenaron la encuesta por respeto?” o tal vez, ¿Simplemente no les importa el tema? Incluso, reflexionamos sobre la edad de lxs sobrevivientes cuando fueron agredidxs y el impacto que esto tuvo en la identificación de la experiencia como violencia sexual. Muchas de las agresiones registradas ocurrieron en años de niñez o de adolescencia, pero las respuestas no excluyen ningún margen de edad para ser agredidx. Pudimos calcular que el 69% de las personas que respondieron a la premisa referente a la identificación de la agresión o el acoso en el mismo momento en que ocurrió, negaron haber podido identificar la experiencia como violencia sexual en el momento. Cuando se les pidió una razón por esto, afirmaron que pensaban que era normal, o que no estaban educadxs sobre el tema, o que simplemente

eran muy pequeñxs para saber lo que ocurrió. Estas respuestas son parte de la razón por la cual Jorge y yo decidimos crear Cara al Sol, una cuenta que pretende darle visibilidad a la realidad del acoso y la agresión sexual en Puerto Rico, empoderar sobrevivientes, y siguiendo el consejo de nuestra admirada Luisa, eliminar la ignorancia a través de la educación. Pretendemos que sea interseccional, y que podamos hacer labor comunitaria a través de ella, para toda persona que necesite apoyo, con el fin de que algún día, pueda convertirse en una organización sin fines de lucro. Queremos que sea un lugar de libertad y seguridad, que fomente una red de apoyo entre sobrevivientes, dejándonos saber todos los días que nos tenemos. sobre autorx alysa alejandro tiene 20 años y es estudiante de tercer año de biología en el Recinto Universitario de Mayagüez. Es atleta de la institución para los deportes de Pista y Campo y Campo Traviesa y ha tenido la oportunidad de representar a Puerto Rico internacionalmente en tres ocasiones. Su meta es convertirse en cirujana y hacer una maestría en salud pública. También desea establecer clínicas móviles en los sectores pobres de Puerto Rico, y de otros países, para garantizar el acceso a la salud de estas comunidades oprimidas. Tomar varias clases en psicología, y estudiar en la Universidad de Puerto Rico, acompañadas por su fe, han despertado su conciencia social y su determinación a hacer frente ante la injusticia. En abril del 2020, decide crear el proyecto Cara al Sol, junto a su pareja, Jorge A. Villares González, también estudiante-atleta del programa de Psicología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Su meta a través de la plataforma social es seguir educando y ayudando a través de la solidaridad y el apoyo mutuo.

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etapas etapas de de duelo duelo en en sobrevivientes sobrevivientes

de violencia intrafamiliar La familia es el grupo social más importante. La violencia que se ejecuta en el hogar contra cualquiera de sus miembros es un comportamiento violento que ocasiona daños emocionales, físicos y psicológicos a las víctimas. Esta se describe como cualquier tipo de abuso de poder por parte de un miembro de la familia hacia otro más vulnerable. Las víctimas de violencia intrafamiliar sufren diversos tipos de pérdidas lo que podemos definir como la ausencia o falta de algo que tiene valor o es significativo. Esto como consecuencia directa de los actos que atenta contra su integridad física y emocional. Las pérdidas deben ser visibilizadas, reconocidas y elaboradas dentro del proceso terapéutico. Muchas víctimas como consecuencia directa del abuso intrafamiliar sufren rupturas con amistades y familiares. Lo que provoca aislamiento y falta de recursos de apoyo. Viviendo un duelo afectivo como consecuencia de la pérdida de su pareja ideal, de sus proyectos de vida, de su integridad y su seguridad física, emocional y social entre otros. También son comunes las pérdidas relacionadas a aspectos de sí mismo como lo son: la pérdida de metas personales, sueños y la propia autoestima lo que promueve sentimientos de minusvalía y desesperanza. Creando en las víctimas la sensación de que viven en una situación sin escapatoria. Es necesario también hablar de las pérdidas materiales. Ya que las víctimas suelen sentir temor ante la posible pérdida del hogar físico, lo que incluye en muchas ocasiones perder todas sus posesiones materiales y comenzar de nuevo. Lo que no es una tarea fácil de asimilar cuando no se cuenta con redes de apoyo ni una situación económica estable. Toda pérdida conlleva un duelo en sí mismo, lo que podemos definir como el proceso psicológico que se produce tras una pérdida significativa. Esta es una experiencia individual y única para cada individuo. Muchas de las víctimas experimentan duelos patológicos o sea duelos en los cuales se tiene dificultad para aceptar la pérdida lo que en consecuencia provoca soledad y tristeza profunda. Por otro lado, otros experimentan duelos enmascarados lo que se refiere a conductas emocionales o conductuales mal adaptativas que emergen luego de una pérdida significativa pero que el individuo no identifica como tal. La Dra. Elizabeth Kübler Ross describió basado en sus investigaciones las etapas del proceso de duelo en pacientes moribundos las mismas han sido ampliamente estudiadas. Estas etapas no siguen un orden particular y la magnitud con la cual se viven puede ser variable entre los individuos. O sea, se puede vivir una etapa 8  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

con mayor intensidad que otra. A continuación, se describen las etapas dentro del proceso de duelo enfocado en las pérdidas de las víctimas de violencia intrafamiliar. La negación- es la etapa en la cual la víctima suele minimizar los eventos violentos dentro del hogar, restándole valor. “No fue para tanto, fue mi culpa”. En esta etapa las víctimas suelen alejarse de sus recursos de apoyo. Son familias que suelen vivir aisladas socialmente. La iraetapa en la cual el coraje se puede presentar hacia sí mismo o hacia otras personas como los hijos e incluso mascotas. Coraje por haber elegido mal a la pareja, por no ayudarlx a cambiar, por no controlar sus emociones y/o frustraciones, por ser torpe y constantemente equivocarse. Por tomar malas decisiones o por no atreverse a dejarlx. La negociación es la etapa en la cual surge la idea de que el patrón de violencia puede ser modificado si la víctima realiza cambios en su conducta. “Si hago lo que quiere, no se va a enojar”. “Si llega y la comida está hecha no debe discutir”, “Si los niños no hacen ruido, no se va a molestar”. Es una etapa de constante tensión psicológica para los miembros del hogar. La etapa de la depresión en los procesos de duelo se caracteriza por una tristeza profunda que en las víctimas de violencia intrafamiliar ocurre cuando la víctima internaliza que el patrón de violencia no va a cambiar; o sea no depende de su conducta de lo que haga o no haga. Los síntomas asociados incluyen estado de ánimo irritable, marcada dificultad para conciliar el sueño o exceso del sueño. Falta de energía y cansancio frecuente, sentimientos de inutilidad y culpa entre otros. Acepciónetapa en la cual el individuo se reconoce como víctima de violencia intrafamiliar y decide explorar alternativas para salir de la situación de abuso. Puede ser que decida contarle a algún familiar o llame alguna línea de ayuda dentro de esta etapa para conocer sus opciones. Worden describe cuatro tareas necesarias para la elaboración del duelo. A continuación, se describen las mismas desde las pérdidas que


sufren las víctimas de violencia intrafamiliar. Siendo la primera tarea aceptar la realidad de la pérdida. Aceptar a nivel emocional y racional la pérdida. Ejemplo: aceptar la ruptura de la relación de pareja. La segunda tarea es elaborar las emociones y el dolor por la pérdidatarea en la cual se anima al sobreviviente a identificar y expresar sus emociones libremente. El no hablar de sus sentimientos y/o evitar expresarlos significa un bloqueo en esta etapa lo que impide adaptarse a una nueva realidad. La tercera etapa adaptarse a una nueva realidad- esto es adaptarse racional y emocionalmente a los nuevos cambios. Ejemplo: pasar de esposa a mujer divorciada modificando creencias y valores. Como lo sería el matrimonio no es para toda la vida. La cuarta etapa recolocar emocionalmente- en esta etapa se anima al sobreviviente a vivir en el presente, instándole (o) a recuperar la ilusión por el futuro. Ejemplo: alentar al sobreviviente a retomar metas personales (estudiar, trabajar) y reconectarse con antiguas amistades.

sobre autorx dra. jenizaret colón Psicóloga Clínica, graduada de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, posee además un doctorado en Filosofía en Tanatología Clínica(phD). Está certificada en Neurociencia Cognitiva orientada en Mindfulness y Psicogeriatría. Es especialista en las áreas de violencia doméstica, violencia sexual, pacientes con cáncer y resiliencia.

Foto por Ksenia Chernaya de Pexels


DE VÍCTIMAS A SOBREVIVIENTES Las tres mujeres fotografiadas, son mujeres feministas que han utilizado su voz, su imagen y su arte para denunciar la violencia de género.

Estos conceptos nacen desde la necesidad de comunicar la necesidad

de empoderarnos y empoderar, mostrando a través del arte cómo el entendernos como sobrevivientes nos da poder sobre nuestra historia.

Modelo

Alyssa

Modelo

Fabiola De León

Fotógrafx

Axel Colón

Edición

Fabiola Torres

Maquillaje

Fabiola De León


odelo

lyssa Alejandro

Fotรณgrafx

Axel Colรณn

Reconocemos

Ediciรณn

Fabiola Torres

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Maquillaje

Fabiola De Leรณn

proceso

de sanaciรณn es interseccional y constante, sin embargo, apostamos a decidir cรณmo, cuรกndo, dรณnde y a quiรฉn le contamos nuestra historia, porque

es nuestra.

Modelo

Fabiola Torres

Fotรณgrafx

Axel Colรณn

Ediciรณn

Fabiola Torres

Maquillaje

Fabiola De Leรณn


SOBREVIVIENTES DE VIOLENCIA DOMÉSTICA

CUENTAN CÓMO CONSIGUIERON

SALVARSE *originalmente publicado en todas

Para Yanira Benítez Piñero e Inés Marrero Ortiz, contar sus historias como sobrevivientes de violencia doméstica ha sido un proceso sanador y una herramienta poderosa para sí mismas. Por eso, levantaron sus voces con la intención de mover a quienes estén pasando por una situación como la que ellas vivieron a hablar, denunciar al agresor y buscar ayuda. Ambas participaron del conversatorio Desde las voces de las sobrevivientes: nuestras Julias hablan, que se transmitió a través de Facebook Live. El encuentro virtual fue organizado por la Casa Protegida Julia de Burgos (Casa Julia), una organización sin fines de lucro establecida en 1979, que les provee a las mujeres víctimas sobrevivientes albergue, orientación, consejería, protección y apoyo de manera gratuita. La directora de Casa Julia, Coraly León Morales, fue la moderadora de la conversación sobre la importancia de tomar acción, hacer valer sus derechos y romper con el ciclo de la violencia doméstica que las envuelve a ellas, así como a sus hijos e hijas.

Historias contadas por sus protagonistas “El proceso más difícil para mí fue admitir que yo estaba pasado por una situación de violencia doméstica. Yo sabía que algo no estaba bien, pero sentía mucha vergüenza. Fue difícil (reconocer), luego de cinco años de esta relación, que había un problema y que mis nenes y yo estábamos en riesgo de morir en cualquier momento”, contó Benítez Piñero. Hace 13 años, la mujer, quien es coordinadora de eventos y madre de cuatro hijos, decidió librarse de la violencia doméstica para sus niños y para sí misma. El detonante fue que el mayor de sus descendientes comenzó a imitar los patrones agresivos que presenciaba 12  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

por parte de su progenitor. “A sus cuatro años, se estaba comportando como un agresor. Incluso, me decía que si yo no hacía lo que él quería, le iba a decir a su papá para que me pegara. Cuando yo vi eso, dije: ‘Es momento de romper la violencia porque yo estoy soportando esto pensado que era lo mejor para mis hijos y al final les estoy haciendo daño’”, indicó Benítez Piñero. En el proceso, perdió varios trabajos, se le dificultaba mantener su independencia, sufría de ataques de pánico y fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático (TEPT). Se trata de una afección que algunas personas desarrollan tras experimentar o presenciar un evento de agresión o accidente. “En ocasiones, me reportaba enferma (al trabajo) porque tenía golpes. Una vez, dije que tenía conjuntivitis, pero era que tenía los ojos amoratados… Tuve que tomar terapia para trabajar todo ese dolor a nivel psicológico”, añadió. Benítez Piñero destacó cómo el apego emocional aplazó su proceso de transición para salir del albergue e independizarse fuera del espacio al cual estaba acostumbrada. Ahora, busca inspirar a otras mujeres con nadie porque, según mi mamá, ‘los problemas se resolvían en el hogar’ y yo tenía que seguir aguantando porque ella me decía que ‘el matrimonio era para toda la vida’”, expresó la portavoz de Casa Julia. En su caso, lo que la impulsó a buscar ayuda y organizar un plan de escape fue un episodio de agresión física que presenció su hija mayor por parte de su padre. “Ahí, yo dije: ‘Esto no es para mis hijas’. En ese momento, no pensé en mí… ‘si a mí me pasa algo, ¿qué va a ser de mis hijas?’”, recordó que pensó. En el conversatorio, también se instó a las familias a tener empatía, respeto, paciencia, amabilidad, humanidad, amor y comprensión por las sobrevivientes


Necesaria la conversaciÓN sobre violencia doméstica

"en ese

momento, no pensé en mí… ‘si a mí me pasa algo, ¿qué va a ser de mis hijas?’”

de violencia doméstica y sus niños y niñas. Durante el diálogo abierto al público, las participantes enfatizaron sobre los mecanismos de ayuda y los recursos libre de costo disponibles en el país para las víctimas sobrevivientes de violencia doméstica. Destacaron el programa Casa Julia, que trabaja en la búsqueda de espacios seguros, promueve la equidad, la solidaridad y la convivencia en un ambiente de paz. Marrero Ortiz denunció que tanto la sociedad como la familia y la justicia les ponen barreras a las víctimas sobrevivientes de violencia doméstica en el proceso de pedir ayuda para salir del patrón agresivo en el que viven. “Nosotras volvemos a pensar :‘¿Estamos haciendo las cosas bien o mal?’ ‘¿Qué más tenemos que hacer?’”, detalló la madre de tres hijas.

De igual forma, Benítez Piñero expuso que cuando intentó separarse del padre de sus hijos tuvo que emplear estrategias para poder sobrevivir y enfrentar comentarios por parte de integrantes de su familia que insistían en que no debía alejarse de él. “Una de las veces donde hubo violencia doméstica, yo estaba embarazada de ocho meses y terminé en el hospital. Esa vez, no pasó nada porque un familiar me dijo: ‘Es el papá de tu nene, es un buen proveedor, no lo prives de ser padre’”, reveló. En el encuentro, además, se habló sobre la importancia de conversar sobre este tema y educar a la comunidad sobre la relevancia que tiene, ya que, según datos de la entidad Casa Julia, en Puerto Rico se reportan más de 20,000 casos de violencia doméstica al año y se estima que un 60% de las mujeres casadas son víctimas de maltrato.

Los procesos de sanación y acompañamiento “Puedes tener una vida sana y saludable sin violencia. Hay ayuda, escapatoria y otro mundo cuando sales de la violencia doméstica”, manifestó la educadora, de 49 años. Las panelistas coincidieron en que reconocer que llegar a un albergue y tomar la decisión de buscar ayuda son procesos difíciles, ya que el miedo y la incertidumbre están presentes. Sin embargo, destacaron que es importante no juzgar a quienes han experimentado violencia doméstica. “Todas vienen con historias, orígenes y con recursos totalmente diferentes, pero todas por la misma razón. Lo importante es poder ayudarla a que ella pueda quedarse y ser salvada”, comentó Benítez Piñero. De acuerdo con cifras del Negociado de la Policía de Puerto Rico y la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, hasta el pasado mes de abril, se habían reportado tres asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas. sobre autorx génesis gonzález díaz cursa un bachillerato en Periodismo en la Universidad del Sagrado Corazón (USC). Oriunda del municipio de Humacao. Actualmente, colabora en el periódico digital feminista Todas. En enero de 2021, comenzará una maestría en Relaciones Públicas y Comunicación Integrada. Todas es un proyecto periodístico comprometido con destacar las voces de las mujeres puertorriqueñas. Para leer más reportajes como este, visita www.todaspr.com.

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EL HOGAR NO ES UN ESPACIO

SEGURO PARA TODES: UN ANÁLISIS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

BAJO LA ORDEN DE QUEDARSE EN CASA El 23 de noviembre del 2018 una multitud de cuerpas reclamaron un Estado de Emergencia a causa de la violencia machista que arropaba y aún arropa a Puerto Rico. Diversos colectivos, grupos y organizaciones insistieron en que la violencia que viven las personas feminizadas es un problema que tiene que ser atendido por el gobierno. De aquí, que la violencia de género se haya convertido en un tema de discusión concurrente en el archipiélago. El gobernador de entonces, Ricardo Rosselló, rechazó emitir una orden ejecutiva que declarara un Estado de Emergencia por violencia de género. En septiembre de 2019 la gobernadora Wanda Vázquez emitió un comunicado desde Fortaleza de una “alerta nacional” por violencia de género. A un año de esta alerta, la Senadora Zoé Laboy expresó en una entrevista para Radio Isla, refiriéndose al protocolo de respuesta ante la alerta nacional, “yo creo que ese plan nunca salió. Yo te certifico que hay un plan porque salió de mi oficina. Pero no me toca a mí divulgarlo”[i]. La inacción de parte del gobierno para atender seriamente la violencia de género ha tenido el efecto acumulativo de combinar dos crisis de salud pública: la violencia de género y la pandemia del COVID19 en Puerto Rico. Para evitar el colapso total de los sistemas de salud por la pandemia, desde el 15 de marzo se han emitido 19 órdenes ejecutivas que establecen restricciones sobre las personas, los espacios públicos y los espacios privados. Desde febrero hay evidencia estadística que correlaciona las órdenes de quedarse en casa y las medidas para restringir el movimiento de la población con el aumento en incidentes relacionados a la violencia de género[ii]. Sin embargo, la primera orden ejecutiva implementada en marzo no contempló cómo se atendería la violencia de género durante esta crisis. El primer feminicidio bajo órdenes de quedarse en casa ocurrió el 16 de marzo, y el 17 de marzo la Coordinadora Paz para la Mujer le envió una carta a la gobernadora Wanda Vázquez en la que exige una revisión de la Orden Ejecutiva 2020023 ya que ésta no contempló la implementación de 14  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

medidas para atender la violencia de género en este nuevo panorama. Además, señala que los albergues no están incluidos en la lista de servicios esenciales. Treinta organizaciones feministas y civiles endosaron la misiva y aún no han recibido respuesta[iii]. Según un informe publicado por las organizaciones sociales Kilómetro 0 y Proyecto Matria entre 2014 y 2018, el 39% de los feminicidios en Puerto Rico ocurrieron en el hogar, dejando claro que la casa no es un espacio seguro para todes. Previo a las órdenes de aislamiento social, una mujer era asesinada cada 7 días[iv], durante las primeras seis semanas de la cuarentena una mujer fue asesinada cada 6 días. Implementar políticas de aislamiento físico sin perspectiva de género ha obligado a las personas, mayormente mujeres y niñes, a estar encerrades con sus agresores a todas horas, agudizando la violencia de género de forma ininterrumpida. Esto

LA POLICÍA DE PUERTO RICO ANUALMENTE NO REPORTA DE UN 11% A UN 27%[VII] DE LOS ASESINATOS A MUJERES POR DISCRIMEN DE GÉNERO, presenta limitaciones evidentes para (1) escapar de una situación violenta, (2) presentar una denuncia y (3) buscar apoyo. Desde que comenzó el toque de queda, combinado con el alza en feminicidios, la Oficina de la Procuradora de la Mujer asegura que ha incrementado la cantidad de llamadas a su línea de apoyo para personas en situaciones de violencia[v]. Según datos recolectados por el Observatorio de


Pintado por Ann Fullerton de Perth Remembered

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Equidad de Género en Puerto Rico, las llamadas a la línea de emergencias CRÍAS aumentaron un 259% de febrero a marzo. El Observatorio reporta un aumento de un 83% de asesinatos a mujeres y niñas, y un 18% de éstos se clasificaron como transfeminicidios[vi]. dato que genera desconfianza en las estadísticas emitidas por dicha agencia. Sin embargo, los medios Metro y El Nuevo Día publicaron que durante la cuarentena las querellas de violencia doméstica han disminuido[viii] [ix]. Aymeé Alvarado, coordinadora de la División de Violencia Doméstica de la Policía, entiende que esta merma en las denuncias no responde a una reducción de la violencia de género, sino a que las víctimas o sobrevivientes no están teniendo acceso a denunciar. La directora de la Red de Albergues, Vilmarie Rivera Sierra, coincide con Alvarado y añade la importancia de circular campañas educativas para víctimas o sobrevivientes de violencia de género que vayan más allá de presentar un número telefónico[x]. La Red de Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico también se encuentra en una situación precaria ya que carecen de recursos para albergar a sobrevivientes COVID-19 positivos y no han recibido fondos de parte del gobierno para continuar brindando sus servicios bajo este nuevo contexto[xi].

Mientras que la reapertura del sector económico y la flexibilización de medidas sobre el flujo de personas ha incrementado las posibilidades de contraer el virus, se ha observado una reducción en la incidencia de feminicidios en Puerto Rico. Ya sea por la obligación de ir a trabajar bajo estas condiciones de riesgo o por la posibilidad de salir, en cada una de las fases se ha reducido el tiempo que las personas pasan en sus casas, lo que también presenta la posibilidad de compartir con personas fuera del núcleo familiar. Al analizar la incidencia de feminicidios durante la primera fase de reapertura se obtuvo que 1 mujer fue asesinada cada 7 días, en la segunda fase de reapertura una mujer fue asesinada cada 21 días y en la tercera fase una mujer fue asesinada cada 22 días[xii]. Estas no son estadísticas alentadoras, sin embargo, presentan cómo las políticas de quedarse en casa han incidido en las condiciones de violencia que viven y mueren las personas feminizadas en Puerto Rico. Repetir “¡quédate en casa!” no es suficiente para alguien que sobrevive en un espacio violento porque la violencia de género no está en cuarentena.

Referencias

1. Saniel Rivera, J. (2020, septiembre 3). Pega’os en la mañana [transmisión de radio]. https://radioisla.tv/podcast-pegaos-en-la-manana/ 2. Zhang, W. (2020, marzo 5). Domestic Violence Cases Surge During COVID-19 Epidemic. Sixth Tone. https://www.sixthtone.com/ news/1005253/domestic-violence-cases-surgeduring-covid-19-epidemic 3. Redacción TODAS. (2020, marzo 17). Organizaciones reclaman a la gobernadora acciones concretas ante la violencia de género por la crisis de COVID-19. TODAS. https://www.todaspr.com/organizaciones-reclaman-a-la-gobernadora-acciones-concretas- -la-violenciade-genero-por-crisis-de-covid-19/ 4. Proyecto Matria & Kilómetro 0. (2019). La persistencia de la indolencia: feminicidios en Puerto Rico 2014-2018. Recuperado de https://www.kilometro0.org/informes 5. Comisión Interamericana de Mujeres. (2020). COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los impactos diferenciados. Recuperado de http://www.oas.org/es/cim/docs/ArgumentarioCOVID19-ES.pdf 6. Observatorio Equidad de Género. (2020). feminicidiosPR [Infográfica]. https://infogram.com/ feminicidiospuertorico20201hke60rmng8165r?fbclid=IwAR0l7Awx_eFeWHdtnSn3bR-w756jVh0LVXZINXzYATOPAVhTpKVYT Qtxo 7. Proyecto Matria & Kilómetro 0. (2019). La persistencia de la indolencia: feminicidios en Puerto Rico 2014-2018 8. Metro Puerto Rico. (2020, abril 20). Siguen en aumento los casos de violencia doméstica. Metro. https://www.metro.pr/pr/ noticias/2020/04/20/siguen-aumento los casos violencia-domestica.html 9. Figueroa Cancel, A. (2020, abril 14). La cuarentena afecta las denuncias por violencia de género. Nuevo Día. https://www.elnuevodia. com/noticias/seguridad/notas/lacuarentenaafecta las-denuncias-por-violencia-de-género/ 10. Figueroa Cancel, A. La cuarentena afecta las denuncias por violencia de género. 11. Red de Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico. (2020, 5 septiembre). La Red de Albergues de Violencia Doméstica ha cumplido cabalmente con su rol de continuar ofreciendo servicios de seguridad y… [Imágenes adjuntas]. Facebook. https://www.facebook.com/ReddeAlbuerguesdepuertorico/posts/3206867056068122 12. FeminicidiosPR. (2020). Feminicidios 2020 [Base de Datos]. https://docs.google.com/spreadsheets/d/1xQ6EndqffdxEHeIbSMYX RZbsXiXA4xHrjNMIgrqAY/htmlview#gid=0

sobre autorx ariadna s. rubio lebrón es estudiante de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente está completando un bachillerato en Ciencias Políticas y la secuencia curricular del Pintura por George-Politis de JJC Industries



AUTOCUIDADO SOCIAL

UNA NUEVA FORMA DE DUELO

EN TIEMPOS DE PANDEMIA La socialización es una de las principales necesidades del ser humano. Es una destreza que ayuda al desarrollo psicosocial, a la comunicación, al pensamiento crítico y a la solución de problemas, por mencionar solo algunos de sus beneficios. También, por medio de la socialización, se crean y fortalecen las relaciones interpersonales y, es en este intercambio con otros seres humanos, que encontramos una parte fundamental del autocuidado. El autocuidado social, involucra todas aquellas actividades que realizamos con otros seres humanos y que, de una u otra manera, aportan bienestar, son un mecanismo de recreación, promueven el manejo de emociones y crean, reestructuran y solidifican las redes de apoyo. Sin embargo, ¿qué sucede cuando algo tan necesario para las personas, por su gran cantidad de beneficios y aportes al desarrollo psicosocial, se vuelve una de las principales vías de contagio del nuevo Covid-19? ¿De qué manera se canalizan emociones, se logran actividades de recreación y se mantienen las relaciones que son de beneficio, cuando, a la misma vez, esto coloca a los seres humanos en una situación de riesgo? El aislamiento y el distanciamiento son promovidos como una de las principales medidas de seguridad, pero no podemos perder de perspectiva el impacto emocional tan significativo que tiene esa limitación en la frecuencia de contactos para los seres humanos. La necesidad de desconexión de la rutina diaria, de las obligaciones, del empleo, de las situaciones problemáticas, de la doble y hasta triple jornada de las mujeres, se logra, en muchos de los casos, en espacios fuera del hogar. Por ejemplo, a través de salidas al cine, a comer, encuentros con amistades, caminar, ir a la iglesia, entre otros. Según un sondeo realizado por la Universidad de Barcelona (Rodríguez, et.al., 2020), se encontró que los encuestados tenían un contacto diario con conocidos más que con su familia cercana. Sin embargo, durante el confinamiento el contacto con conocidos disminuyó significativamente y

18  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

aumentaron las relaciones con la familia cercana, amistades y familia extensa. Sin embargo, no se exploró sobre el impacto emocional de estos cambios relacionales, ya fuesen positivos o no. Al estar privados de las alternativas de autocuidado social a las que estábamos acostumbrados, sin una definición de tiempo y obligados a explorar opciones que no se encontraban en nuestro repertorio, son comunes los sentimientos de malestar, incertidumbre, desesperanza, tristeza y frustración. Esta situación nos ha llevado a experimentar un nuevo tipo de duelo. Una sensación de pérdida distinta, sin anticipación. Un duelo colectivo, súbito, para muchos, traumático. Un duelo que ha sacudido todas las dimensiones del ser humano, desde lo emocional hasta lo económico. Un duelo social, un duelo impuesto, un duelo mundial. Según Elisabeth Kübler-Ross (1969), las personas pueden experimentar cinco etapas en los procesos de duelo: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Y, de alguna u otra manera, los seres humanos durante esta pandemia hemos recorrido estas etapas, hemos regresado a una o varias o hemos permanecido en alguna. Se ha dudado sobre la veracidad del virus, ha habido coraje con aquellos que, a nuestro entender, no toman las debidas precauciones, hemos buscado maneras de negociar y mediar entre lo que sentimos y lo que debemos hacer o con aquello que debemos cumplir por cuidar nuestra salud mental, hemos tenido sentimientos de tristeza profunda o desesperanza, y, también, hay quienes han aceptado la situación y han iniciado un manejo distinto de sus respuestas emocionales y sociales al Covid-19. Sin embargo, el pensar que hemos “aceptado” la situación y la “estemos manejando”, no cancela las


emociones y los pensamientos sobre las nuevas formas de autocuidado social. Un autocuidado social distante, interrumpido, tecnológico, aislado. Continúa siendo doloroso, distinto, no normal. Cuesta el cambio, cuesta mucho. Cuesta salir de nuestra “normalidad”, de nuestro diario vivir, de nuestras comodidades o de nuestra vida, muchas veces automática. Surge la nostalgia de lo que era, de lo que dimos por hecho, de la costumbre. Y, entonces, nos toca rebuscar en nuestras fortalezas, en nuestros factores protectores y en una nueva resiliencia, formas alternativas de cuidarnos. Nuevas formas de socializar, nuevas formas de relacionarnos y de protegernos. No solo en lo que respecta al virus, sino en proteger nuestras emociones, proteger nuestra salud mental. Debemos nombrar y re-mirar las cosas problemáticas que ha traído la pandemia, entender y evaluar lo que no es saludable, ser creativos, mejorar las relaciones o cortar aquellas que no nos beneficien. Y, al igual que con otro tipo de pérdidas más comunes, luego de la aceptación de esta pandemia y de las nuevas formas de autocuidado social, como País queda mucho por hacer, mucho por sanar, mucho por transformar, mucho por crecer.

sobre autorx

kendra k. sierra piñero tiene 27 años y reside en el Municipio de Canóvanas. Cuenta con un Bachillerato en Trabajo Social de la Universidad del Sagrado Corazón y una Maestría en Trabajo Social con Especialización en Familias y Niños, de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente ejerce como Trabajadora Social en los Servicios Orientados a la Recuperación de ASSMCA y es Profesora Conferenciante del Programa Graduado de Trabajo Social Clínico del Sistema Universitario Ana G. Méndez, Recinto de Carolina. Lleva 7 años ofreciendo servicios a la población adulta con diagnósticos de salud mental en Puerto Rico y, como parte de la concientización sobre la salud mental, las emociones y el bienestar, así como el interés en reducir el estigma en torno a los problemas de salud mental, se encuentra trabajando una iniciativa por medio de las redes sociales para publicar contenido relacionado a esta temática..

Referencias Rodríguez-Díaz, J.A., Condom-Bosch, J.L. & Aguayo, A., (2020). Avance 1: Relaciones sociales y vida cotidiana. Estudios de Poder y Privilegio. Universitat de Barcelona.

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