Edición Especial: 30 Aniversario - Voz de Voces #19

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EDICIÓN ESPECIAL: 30 ANIVERSARIO

coordinadora paz para las mujeres, inc.


tabla de contenido

en memoria de MARGARET WOCHINGER

19 Edición Voz de Voces: 30 aniversario Mayo 2020

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Entrevistas, edición y coordinación de la publicación: Nereida N. Valentín Márquez nereida.valentin@pazparalamujer.org

DEDICATORIA DE LA REVISTA A vilma gonzález castro

Tania Tamara Rosado Jovet taniatamarapr@gmail.com

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una visión estratégica para abrir caminos con yolanda zayas santana

Edición: Edda López Serrano Arte gráfico: Alogia Design - Ivana P. Alonso Contés alogiadesign@gmail.com Afiche diseñado por Freepik

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Coordinadora Paz para las Mujeres, Inc. Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y la Agresión Sexual PO Box 193008 San Juan, Puerto Rico 00919-3008 Teléfono: 787-281-7579 Fax: 787-767-6843 info@pazparalamujer.org www.pazparalamujer.org Facebook: Paz Mujer Instagam: @pazmujer Twitter: @pazparalamujer YouTube: Pazmujer

una mirada a la ley 54

con aleida varona méndez

esther vicente rivera

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mercedes rodríguez, liety acevedo, marta e. fernández y adriana alonso

NOTA: La letra x es utilizada en la publicación como inclusiva del femenino y masculino de las palabras. Por ejemplo, en vez de niños y niñas, escribiremos niñxs.

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Porque su gestión y trayectoria trasciende el tiempo y los espacios…

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una mirada a los 30 años de lucha

un junte generacional entre feministas

FVSPA: --Esta publicación ha sido posible gracias al auspicio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS), (Family Violence Services Act) Contrato: USDHHS-FVPSA HHS-2018-G991540. Las opiniones expresadas en esta publicación son de lxs autorxs y no reflejan las opiniones del DHHS

estoy aquí por causalidad y no casualidad iris v. prado sevilla: empleada de cpm

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vital la educación para promover la equidad con maría dolores fernós

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todas unidas a mover el batón con josefina pantoja oquendo

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revista dedicada a 30 años de historia. 30 años de vivencias. 30 años de activismo. vilma gonzález castro

Esta edición de Voz de Voces es una de celebración de lo que ha sido nuestra gestión a través de los pasados 30 años trabajando en favor de las mujeres en Puerto Rico y repasar momentos claves de nuestra lucha por un Puerto Rico más equitativo, justo y de paz. Forman parte de esta edición los relatos de mujeres que se han destacado construyendo esa historia, que iniciaron y dieron forma a Coordinadora Paz para la Mujer (CPM) y hoy continúan aportando desde sus respectivos espacios. Son treinta años de trabajo, aprendizajes, recuerdos y reafirmación de los valores de nuestra organización. Para una organización permanecer durante tres décadas, mantenerse relevante y consistente desde su fundación requiere de un trabajo intenso, dedicado y constantes adaptaciones a las necesidades de la comunidad para la que se trabaja. La CPM se ha mantenido vigente, activa, participando de esfuerzos que han dado paso a legislación importante en nuestro país y que ha facilitado el avance en aspectos vitales de nuestra lucha para erradicar las manifestaciones de violencia de género. Es por eso que, junto a las voces de fundadoras y mujeres que han sido parte de esta historia de la CPM, presentamos esta edición especial de Voz de Voces: 30 Aniversario. La historia de CPM estará siempre ligada a la creación de la Ley Núm. 54 del año 1989, un hito clave donde nace la Ley de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica. Fue ese momento, en el que mujeres pertenecientes a organizaciones de servicios a sobrevivientes de violencia de género, organizaciones gubernamentales que trabajaban con mujeres, grupos feministas, y mujeres en su carácter individual se aliaron para abogar por la creación de una ley integral que ofreciera protección a víctimas y sobrevivientes de violencia doméstica. Igualmente, se logró elevar a rango de ley la prevención de forma muy acertada. Esta

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iniciativa liderada por la Senadora Velda González contó con el apoyo y activismo de mujeres decididas a que esta ley fuese aprobada y viniese a rendir justicia a miles de personas que sufrían violencia a manos de sus parejas o ex parejas. Nuestra Ley 54, que cabe destacar, pionera en todo el continente, fue fundamental para que otros países caribeños y latinoamericanos desarrollaran políticas públicas en materia de derechos para las víctimas de violencia doméstica, violencia que hasta ese momento había sido normalizada y aceptada. También generó cambios en el sistema judicial y fue creando consciencia sobre la inaceptabilidad de la violencia hacia las mujeres en sus distintas manifestaciones. Sin duda es una de las leyes más reconocidas. Y así también, fuimos un eslabón fundamental para la aprobación de la Ley 20 de 2001, que da origen a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres y la Ley 177 de 2003 que es Ley para el Amparo de Menores en el Siglo XXI, entre otras importantes piezas legislativas. De ser un colectivo de mujeres voluntarias velando por el cumplimiento de la ley 54, CPM se incorporó como organización el 9 de octubre de 1989, fortaleciendo su organismo y formalizando su labor hasta ser reconocida en el 1997 como la Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica por la Departamento de Salud y Servicios Humanos, y siete años más tarde(2002) logra su reconocimiento como Coalición Dual por el CDC, definiéndose en los temas de violencia doméstica y agresión sexual, lo que nos permitió acceder a fondos y solidificar nuestro trabajo. Si destacamos nuestra historia, debemos destacar nuestro trabajo. Hemos sido pioneras en el desarrollo de recursos educativos, conferencias, talleres, audiovisuales y encuentros comunitarios que han abordado los temas de la violencia de género y se ha convertido en la principal distribuidora de estos materiales a través de la Isla. También hemos traído a la discusión pública asuntos que, hasta

entonces apenas habían sido discutidos. Así es el caso de la trata humana; fue un tema que ocupó el centro de la conversación en el 7mo Encuentro Comunitario realizado en Mayagüez en el 2004 contando con la participación de Francisca Ferreira Genao del Centro de Orientación e Investigación Integral de la República Dominicana, hablando sobre lo que en aquel momento se conocía como tráfico humano. Otra visita importante fue la de Marcela Lagarde y de los Ríos, académica, antropóloga e investigadora mexicana especializada en etnología y una de las figuras más reconocidas en el feminismo latinoamericano. Ella nos acompañó durante el X Encuentro Comunitario en el 2007, que abordamos el tema de los feminismos. La CPM ha desarrollado múltiples proyectos y entre ellos se desataca Creando Puentes, una iniciativa novel desde la que se abordó la interseccionalidad de la violencia doméstica en comunidades sub-atendidas como son las mujeres con diversidad funcional, lesbianas y bisexuales, migrantes, viejas, así como sus familias y comunidades. Visibilizó y estimuló discusiones importantes que han sido relevantes hasta el día de hoy para generar material educativo y capacitación a profesionales, incluyendo al personal Departamento de Justicia, el Departamento de la Familia y el Departamento de Educación en Puerto Rico. También se desarrolló el plan de escape en braille y el video “Todas Merecemos Vivir en Paz”. SE TU (Sobrevivientes Empresarias Trabajando Unidas) fue otra iniciativa que abordaba la autogestión y la justicia económica en el 2002. A través de este programa se desarrollaron adiestramientos para participantes de los programas de violencia doméstica que les permitieran desarrollar microempresas. En este proyecto se promovían las profesiones no tradicionales como una alternativa para alcanzar la sustentabilidad económica. Desde principios de este siglo, CPM ha trabajado con la violencia doméstica en espacios laborales. Este esfuerzo estimuló que luego desde la OPM se impulsara legislación que resultó en la Ley 217 de 2006, que requiere que todos los patronos desarrollen protocolos para la protección y manejo de situaciones de violencia de género en el lugar de trabajo. El material educativo desarrollado bajo el título “Aquí no se tolera la violencia” fue pieza clave y guía para la creación de estos protocolos y nuestra organización asumió el rol de capacitación a empresas con la intención de hacer de los espacios de trabajo, ambientes seguros para las víctimas de Violencia Doméstica. Otra alianza importante fue con los trabajadores y trabajadoras sociales en Puerto Rico. De esos esfuerzos han nacido múltiples proyectos que han servido para capacitar a ese personal como lo fue el Proyecto: Identificación y Manejo de Situaciones de Agresión Sexual en el ambiente escolar en el 2006. Este fue el resultado de un acuerdo colaborativo con el Departamento de Educación y el Programa de Trabajadores Sociales Escolares para capacitar con adiestramientos especializados de todas las regiones educativas en Puerto Rico. También las experiencias a través de esta alianza nos abrieron las puertas para expandir nuestro esfuerzo permitiendo formar otras colaboraciones con el Departamento de la Familia, la Policía de Puerto Rico, la Oficina de Administración de Tribunales entre otros.

El Proyecto de Equidad de Género (PEG), fue un esfuerzo educativo con el propósito de prevenir la violencia de género mediante el desarrollo y ofrecimiento de adiestramientos al personal de las municipalidades de Puerto Rico para alertarles, sensibilizarles sobre el problema de violencia por razón de género y proveerles herramientas básicas para la prevención de las violencias de manera que pudieran intervenir de forma empática con las víctimas y sobrevivientes de la violencia de género en sus municipios. Ese año también desarrollamos el programa radial Paz para Ti, que se grababa gracias a la colaboración con Radio Universidad de Puerto Rico y se transmitía en Radio Vieques. Paz para Ti se convirtió en un programa de radio alternativo con perspectiva de género donde se discutían temas relacionados con la erradicación de la violencia de género en Puerto Rico. Asimismo, hemos impulsado iniciativas desarrolladas con la intención de brindar apoyo y lograr una respuesta inmediata como lo han sido el Trans Task Force, dirigido a dar visibilidad a las personas transgénero y abogar por sus derechos. Durante los últimos años hemos vivido experiencias que han marcado nuestra forma de responder antes las necesidades que surgen tras el paso de fenómenos naturales y que nos han obligado a reevaluar la forma cómo respondemos a la violencia de género en el país. Como consecuencia de las huracanas Irma y María en el 2017 se desarrolla el proyecto de respuesta inmediata, Caravana Violeta cuya dinámica consistía en llevar servicios integrados en Ferias de Salud en espacios públicos de los pueblos afectados durante el paso de las huracanas como un esfuerzo en colectivo con diversas organizaciones. Nuestro más reciente proyecto comunitario, Centro Paz para ti, un proyecto parcialmente sostenible ubicado en el Bo. Yahuecas en Adjuntas, Puerto Rico que busca fortalecer los factores psico-sociales y económicos que protegen a las mujeres rurales ante posibles situaciones de violencia de género en la ruralía. Hemos integrado también el aspecto cultural y artístico dentro del activismo que se gestiona con el fin de prevenir la violencia de género con murales de concienciación sobre la sororidad desarrollados por el Colectivo Moriviví, que nos permiten llegar a otras audiencias pues son inspiración y recordatorio de todo lo que hemos alcanzado y continuamos construyendo. Así también, nuestras campañas mediáticas han servido para educar y crear consciencia en espacios educativos como universidades y escuelas públicas y privadas. La CPM ha desarrollado conceptos mediáticos como #jangueaconsentido #amaconsentido y #juegapalequipo que a su vez vienen acompañadas de capacitaciones para promover la conversación sobre el consentimiento y relaciones libres de violencia, considerando siempre el lenguaje y la cultura inclusivo. Sirva esta edición y este recuento como un reconocimiento a las mujeres, a todas las personas que crearon nuestra base y las que han continuado fortaleciendo nuestros esfuerzos para hacer de esta organización una fundamentada en el trabajo colectivo. Hoy celebramos sus contribuciones, cada hilo que se ha tejido cuidadosamente para crear el tapiz maravilloso y colorido que se ve hoy.

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una mirada a los 30 años de lucha entrevista a

ALEIDA VARONA MÉNDEZ

A 30 años de la fundación de Coordinadora Paz para las Mujeres, es necesario detenerse y hacer una mirada de lo que ha significado la lucha contra la violencia doméstica y la agresión sexual y el legado de tantos años de historia para el movimiento feminista y el bienestar de las mujeres en Puerto Rico. Al reflexionar sobre la evolución del feminismo en la isla, la profesora de la Escuela de Derecho de la UPR y de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Aleida Varona Méndez, señaló que prefiere utilizar el término feminismos, porque existen diferentes maneras de atender el tema. De acuerdo con la catedrática, el feminismo es una ideología, un movimiento, una manera de ver el mundo de forma diferente. “Por ejemplo, existen las feministas culturales que resaltan la importancia de la mujer como la persona que nutre, que da cariño, amor, que cuida; también vemos las feministas radicales que le dan énfasis a las luchas de la mujer a través del derecho; pero desde cada una de estas dimensiones, se propone el reconocimiento de las aportaciones de las mujeres y de lograr su equidad”, expresó Varona Méndez, quien destacó que una de las grandes aportaciones del feminismo es reconocer que ya no se trata de una sola mujer, sino de una diversidad de mujeres, que incluyen aquellas casadas, negras, lesbianas, trans, solteras, las que eligen no tener pareja, entre otras. Al conversar sobre el tema, la profesora Varona Méndez recuerda cuando comenzó a sus 23 años a practicar derecho en Manatí, como la primera mujer litigante en esa área, y que al ser invitada a reunirse con los jueces y abogados se percató de que todos eran varones. “De alguna manera eso marcó mi experiencia de litigar como mujer joven y tener que levantar la voz por las clientes que tenía y que muchas veces no se me escuchara porque estaba ante abogados con muchos años de experiencia en la profesión; y de alguna manera fui creando conciencia de que no somos iguales”, expresó haciendo énfasis en que no es lo mismo ser abogado que ser abogada. Desde su experiencia atendiendo casos de familia, Varona Méndez tuvo que atender casos de violencia doméstica y sexual y conoció de primera mano las situaciones particulares que 6  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

enfrentan muchas mujeres. “Luego de 12 años laborando en Servicios Legales, me llamaron para que me integrara a la Comisión de Servicios de la Mujer, que dirigía en ese momento Yolanda Zayas, quien es mi amiga, mi mentora y una mujer a quien quiero profundamente; y recuerdo que en ese momento se estaba legislando la Ley 54”, manifestó. De la mano con el desarrollo de la Ley 54, Méndez Varona relató que en ese tiempo también se trabajaba con la Ley 17 de Hostigamiento Sexual y los protocolos en las agencias; además del tema de la equidad de género en la educación, con toda la revisión curricular de los libros y de cómo se proyectaban las mujeres en esos libros. “Se analizó lo que reflejaba el currículo explícito o lo que decían los libros y lo que establecía el currículo implícito, que se refiere a lo que comunican las láminas e imágenes sobre lo que significa ser una niña. Recuerdo que fue un trabajo muy intenso y a la vez muy satisfactorio, y que marcó la pauta para lo que se tiene hoy día.” “A través de todos estos años yo he visto un cambio en la forma en que miramos a las mujeres. Lo vemos en los jóvenes

hoy día y su reconocimiento de las diferencias y las diversidades. A pesar de lo que digan los políticos, los religiosxs, al final del camino la gente ha reconocido y aceptado la diversidad de una manera sorprendente”, dijo al destacar que antes esas diversidades de género y de orientación sexual no se hablaban, por lo que ha habido una apertura mucho más grande, la cual quedó evidenciada en la marcha del 8 de marzo, donde se pudo apreciar un mensaje unificador y a la vez diverso. Para Varona Méndez la mejor manera de educar es primero romper con los estereotipos y trabajar con las discusiones de lo que afecta a las personas día tras día. “Como profesora me doy cuenta de que es importante comenzar estas discusiones desde mucho antes que lxs estudiantes lleguen a la universidad; y para abordarlo, lo más importante es escuchar y hacer ver que nuestro mensaje tiene un impacto directo en la vida de las mujeres y de los hombres, de los niños y las niñas.” Como anécdota, la profesora Varona Méndez compartió cómo la educación ha logrado ser clave para el cambio de visiones en personas tales como alguaciles, que han sabido expresar su entendimiento hacia las víctimas de violencia

doméstica. “Es necesario continuar educando, sobre todo desde que las personas son niños y niñas”, expresó a la vez que validó la importancia de la Ley 54 para atender las necesidades de las personas viviendo en violencia. “Yo entiendo que todavía nos faltan más estudios y recoger todos estos datos estadísticos sobre violencia doméstica y sexual, que nos permitan reconocer verdaderamente qué está pasando con la Ley, cuántas parejas del mismo sexo son las que solicitan remedios ante los tribunales, cuántas son parejas heterosexuales, cuántos niños y niñas son afectados por la violencia doméstica, cuáles son los remedios que se están concediendo y cuáles no, como por ejemplo el remedio de alimentos que es tan fundamental; son elementos que requieren atenderse”, explicó. “En términos de lo que nos queda por hacer, es necesario realizar informes que evalúen lo que ha sido el resultado del trabajo de la ley o de los remedios que se conceden, hacer un análisis continuo y promover esos estudios en las universidades. Además, hay que trabajar con las organizaciones y los grupos que ofrecen servicios de reeducación y readiestramiento para personas agresoras y asegurar que cuenten con unas estructuras mínimas para esos servicios”, enfatizó. Según la profesora, uno de los elementos importantísimos que se debe incluir al abordar el tema de la violencia doméstica es responsabilizar a la persona agresora. “Es necesario hacer un análisis y una auditoría de esos servicios; para asegurar que no se envíen a la calle personas que hayan participado de esos readiestramientos, pero verdaderamente no están listos”, expresó. Otro de los temas importantes es el uso de la tecnología, que por un lado facilita el acceso a información, pero por otro, en los casos de violencia doméstica, se utiliza para controlar a las personas. “En los tribunales lo más frecuente es que una persona comparezca con una orden de protección y presente como pruebas mensajes de textos o de correo electrónico con amenazas y mensajes de control, e incluso el chantaje sobre divulgar detalles que se obtuvieron previamente y que son íntimos, tales como fotos. También se ve el control desde el uso de los GPS, por ejemplo, y esto nos dice que la violencia puede darse incluso en este mundo tecnológico, sin que la persona se haya ni movido de su casa”. Al mirar atrás en esos 30 años y analizar cómo se ha dado ese cambio de mando en el movimiento feminista, Varona Méndez entiende que el proceso se ha dado bastante orgánico y el mensaje que quisiera poder compartirle a esta nueva generación de mujeres líderes es la importancia de saber escuchar y de no detenerse. “Es importante que las mujeres jóvenes sepan que las respetamos y valoramos su trabajo, y que todavía queda un camino bien largo por caminar”, expresó la profesora quien aconsejó a las mujeres a reconocer que el trabajo que están haciendo en uno histórico. En celebración y honrando los 30 años de servicio de Coordinadora Paz para las Mujeres, Varona Méndez validó la importancia del valor que tienen las diferencias en todos los grupos de trabajo, lo que representa la fuerza de la Coalición. “Reconocer esa fuerza y recordarlo todo el tiempo a cada una de las integrantes es vital para continuar este legado”, manifestó a la vez que resaltó la importancia de mirarnos como organización, tanto desde la historia lograda como hacia la historia que se va a construir”.

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un JUNTE generacional entre FEMINISTAS Tener la oportunidad de conversar con mujeres pioneras del movimiento feminista en la isla, es un honor; pero si a este proceso se añade la integración de voces de mujeres jóvenes, el resultado es único, donde todas, aun en las diferencias generacionales y de experiencias, promueven la fuerza, unidad y sentido de propósito dirigido a la justicia social y derechos humanos basados en la equidad. Esa fue nuestra experiencia durante un ameno conversatorio con la líder comunitaria Marta Elsa Fernández Pabellón, la psicóloga Mercedes Rodríguez y las licenciadas Liety Acevedo y Adriana Alonso. La conversación comenzó con Marta Elsa Fernández, mientras narraba cómo comenzó su vinculación al movimiento feminista. “Yo tengo 70 años, y vengo de una lucha política de izquierda, de haber trabajado en los sindicatos, haber militado en posiciones de liderato intermedio del Partido Socialista Puertorriqueño y esto me llevó a dirigirme hacia el trabajo con las mujeres, incluso antes de que se empezara a discutir la posible legislación sobre violencia doméstica en la Comisión de Asuntos de la Mujer, a través de la labor que ya estaban realizando organizaciones como Feministas en Marcha, Encuentro de Mujeres y Taller Salud”, expresó. Para Marta Elsa, ese vínculo entre la lucha de las mujeres y la lucha del pueblo trabajador era indispensable. “Fuimos aprendiendo en el camino, crecimos y nos educamos, y lo veo como un proceso continuo, que luego fue desembocando en políticas públicas desde la Comisión de Asuntos de la Mujer y donde la Coordinadora Paz Para la Mujer fue fundamental para la creación de la Coalición y que integrase organizaciones con un fin común”. De acuerdo con Mercedes Rodríguez, los feminismos son movimientos sociales encaminados hacia la equidad, como valor, guía de vida y referente para perseguir los sueños, donde los hombres y las mujeres puedan aspirar a ser lo que quieran ser, y donde las mujeres puedan vivir libres en sus cuerpos y mentes de mujeres. “El feminismo nos permite estar consciente de esas desigualdades que viven los seres humanos, tanto desde el nivel personal como familiar y de los pueblos”, afirmó. En el caso de la Lcda. Liety Acevedo, su acercamiento al feminismo surgió como resultado de haber laborado en Coordinadora Paz para la Mujer (CPM). “Desde mi rol como coordinadora educativa, me di cuenta de que era necesario comunicar los mensajes en un lenguaje sencillo, no enfocado necesariamente en lo académico, para que todas las personas pudiesen entenderlo. A fin de cuentas, se trata de equidad, y una vez las personas lo entienden, lo apoyan”, manifestó. Para Marta Elsa, fue importante ir más allá de la teoría y comenzar a desmontar el discurso. “En el proceso, entendimos que había que visualizar el feminismo desde una perspectiva más amplia, en un lenguaje sencillo y reconociendo que esto afectaba la vida cotidiana de nuestras madres, abuelas, e hijos”, 8  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

explicó haciendo énfasis en que por eso es necesario atender estos temas desde la niñez, para poder trabajar con estas construcciones sociales. “Cuando yo miro la Coordinadora en estos 30 años, veo una evolución de lo que fue un espacio informal de activismo a lo que ha sido el proceso de institucionalizar ese espacio”, añadió Mercedes, narrando cómo la época de los años 80 fue una de mucho activismo. “Recuerdo que cuando comenzó Coordinadora, lo que nos daba mucha fuerza era que nosotras nos vinculamos con una serie de casos de relieve público que se convirtieron en experiencias emblemáticas de lucha para el pueblo de Puerto Rico”, contó mientras recordaba en el 1991 los casos de Norma Castro Báez, la historia de Flora María

adriana alonso calderón

marta e. fernandez pabellón

mercedes rodriguez lópez

liety acevedo morales

Soto, y otros; donde Coordinadora tuvo un rol protagónico de acompañamiento y que ocurrieron para el periodo en el que se había aprobado la Ley 54. Desde la experiencia de Adriana Alonso, el haber tenido la oportunidad de trabajar en Coordinadora, fue lo que la encaminó hacia la madurez. “Valoro mucho el liderazgo de Vilma González, quien ha sido la directora por muchos años, por su estilo humanista, flexible, de mucho entendimiento. Siento que ha sido una maestra para mí”, expresó haciendo hincapié en que la Coalición ha sido la cuna de la formación de grandes profesionales con una apertura desde la práctica no solo en el discurso. “Es más allá del discurso, es la convivencia, la solidaridad. Sirviendo de ejemplo a otros espacios”, expresó Marta Elsa. A lo que Mercedes comentó que es que el activismo ha variado en la medida en que se va profesionalizando. Al reflexionar sobre la importancia de la prevención, Mercedes añadió que la lucha de las mujeres, desde la Coordinadora y las organizaciones aliadas, es una contracorriente.“El instrumento para trabajarlo es la educación para la equidad en todos los frentes y desde una perspectiva amplia, que incluya los trabajos, las iglesias, la calle; para ver un cambio en las próximas generaciones”, expresó al explicar que se necesita ser consistente, llevando campañas educativas que impacten las diversas generaciones. “Hay que reconocer que hemos recorrido un camino importante, pero nos falta mucho”, indicó. Por otro lado, desde la perspectiva de políticas públicas, Marta Elsa compartió la importancia de evaluar y hacer una revisión total a los programas de desvío, que incluya un licenciamiento y una certificación. “No tenemos estudios o data científica que nos diga, que, aun estando debidamente certificados, estos programas tengan el impacto que se había proyectado cuando se creó la Ley 54”, añadió la Lcda. Alonso. Para Marta Elsa otro de los temas medulares es el asegurar y fiscalizar el cumplimiento de la Ley 54, a través de unos mecanismos más eficientes y efectivos. Además, compartió que las agencias y los patronos deben entender la importancia de atender políticas que beneficien las demandas de las familias, versus el escenario laboral. “A través de esas políticas también se sensibiliza la gente. Se crea conciencia entre los géneros, sobre cuán sensible tenemos que ser ante las necesidades de unos y otros”, añadió. Al reflexionar sobre el impacto de la Coalición, Mercedes compartió cómo los espacios se convierten en uno de sororidad y de poder vivir las luchas, sintiendo el amor y el acompañamiento de otras mujeres que coinciden en ideales. “Esta es la riqueza del proceso. Si yo volviera a nacer, volvería a ser feminista”. “Se hace camino al andar”, expresó Marta Elsa, al entender que, aunque los caminos para cada una sean diferentes, vamos a tener el mismo compromiso. “Sin duda tenemos grandes retos, las formas de prevenir e intervenir han cambiado, al igual que han cambiado las formas de violencia hacia las mujeres”, mencionó. De acuerdo con la Lcda. Liety Acevedo, es importante aportar desde todos los espacios, incluyendo el laboral y el personal. “Es importante ser empáticas y no juzgar”, añadió a su vez la Lcda. Adriana Alonso, reforzando que las semillas que se siembran hoy germinarán más adelante, por lo que, si no se ven cambios en este momento, es importante reconocer que los cambios se podrán ver en las generaciones futuras. Como cierre, y en conmemoración de los 30 años de Coordinadora Paz para las Mujeres, las compañeras coincidieron en que hay que seguir luchando unidas, de generación en generación, en pro de los derechos humanos y la equidad. EDICIÓN ESPECIAL 30 ANIVERSARIO  9


aniversario coordinadora paz para las mujeres

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“La enredadera feminista, se

estoy aquí por

hace de muchos nudos y de muchos lazos, que se tienden imperceptiblemente para los

CAUSALIDAD Y NO casualidad:

a mis 14 AÑOS en coordinadora por iris v. prado sevilla especialista en gestión administrativa y asistencias técnicas

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ojos controladores del orden patriarcal.” Marcela Lagarde, Antropóloga Mexicana En pie a esta cita reflexiono y les comparto como Coordinadora llegó a mi vida no por casualidad, sino por causalidad y cómo así la Coalición se ha hecho parte de mí, mi familia. Mi formación ha sido en el campo de la Ciencia de las Conductas y Administración de Empresas especializada en organizaciones sin fines de lucro. Toda mi vida he estado ligada a trabajos de interés social en comunidad y organizaciones tanto laicas como de bases de fé. Estudié Trabajo Social, Justicia Criminal y Coordinación de Proyectos, lo que me ha dado la oportunidad de trabajar con diversas poblaciones tales como menores de edad, personas con diversidad funcional, adultxs mayores, personas narco dependientes y ofensores. Desde el 1992 hasta el 2002 ejercí como Oficial Socio Penal del Programa de Comunidad de Bayamón, adscrito a la Administración de Corrección y Rehabilitación. En este espacio conocí el dolor, la impotencia, alegría, la superación y rehabilitación desde diferentes escenarios en la vida de ofensores y víctimas, específicamente en sobrevivientes de violencia doméstica. Como para mediados de los ’90, el Dpto. de Corrección para el cual trabajaba, pasaba por una de muchas crisis a nivel administrativo y de recursos humanos. Esos cambios a su vez propulsaron varios nombramientos corridos de distintos secretarios de Corrección, pero más trascendental que eso fue la creación de Unidades Especializadas con la intención de supervisar de forma centralizada a lxs ofensorxs de la Ley 54. En ese proceso, se aprueba el artículo bajo esa ley para el manejo del procedimiento de desvío, que a su vez permite que una persona ofensora se beneficie de libertad a prueba condicionada, tenga acceso a programas de re-educación y adiestramientos especializados. Pasar por esta experiencia marca mis últimos años trabajando para Corrección pues durante ese periodo, alrededor de 180 casos de ofensorxs de los cuales supervisé se acogían a ese artículo. La investigación se convirtió en una parte esencial de mi trabajo, así como realizar entrevistas de supervisión, visitas a la comunidad y en los espacios laborales, en fin, todo lo que

fuese necesario para facilitar su rehabilitación. También se entrevistaba a las partes perjudicadas, y al personal de las agencias encargadas de la justicia y de la ley y orden como parte del proceso de seguimiento, pero también como apoyo a la parte perjudicada, aunque se tratara de forma indirecta. Recuerdo las visitas al centro judicial del área atendiendo de seis a doce vistas para revisión o incumplimiento de condiciones y muchas ocasiones revocaciones de sentencia. Se realizaba mucho trabajo desde las salas especializadas, sobre todo porque muchas veces los ofensorxs violaban las condiciones, mayormente por que se acercaban a la parte perjudicada o no asistían a los programas de reeducación. Se realizaban informes de incumplimiento lo cual hacía el proceso aún más tedioso para la víctima teniendo como resultado que la misma desistiera por miedo a que el agresor atentara en contra de su vida mediante amenazas o hechos. Aun así, muchas veces el sistema le fallaba a la parte perjudicada, porque, habiendo razón para revocarle el privilegio al agresor de pertenecer a un programa de desvío debido a su incumplimiento con las condiciones establecidas, se le seguían otorgando oportunidades al agresor. Durante ese tiempo, la ayuda que el Estado le podía ofrecer a la parte perjudicada era poca o nada, sin embargo, desde la gestión que realizaba como Oficial de Probatoria, no faltó ese compromiso en darle seguimiento al ofensor con la intención de que no reincidiera y poner a la víctima en riesgo nuevamente. La orientación acerca del acompañamiento, asistencia legal, servicio psicológico y social que los centros de servicios o albergues dirigidos a sobrevivientes de violencia doméstica podrían ofrecerles, nunca faltó. Esta intervención era y es y seguirá siendo para una sobreviviente de violencia de género, según la experiencia, el comienzo de un proceso de empoderamiento, supervivencia y sanación. Y así pasaban los años y la situación de violencia en el país se agravaba cada vez más. Las entidades gubernamentales asumían roles y posturas que no beneficiaban necesariamente a la víctima, los procesos de supervisión se volvían más complejos y el acceso a posibilidades de justicia restaurativa era cada vez una mirada ajena hacia el asunto. Cada vez se hacía más difícil la gestión del trabajo pues el Estado limitaba cada vez más el acceso a recursos, no solo necesarios para la intervención en estos casos, sino que también imposibilitaba un proceso de capacitación en educación continua para los proveedores de servicio. Fue en ese periodo de tiempo que viví una de las experiencias que más ha marcado mi vida y que causalmente abren paso a lo que ha sido mi trayectoria en Coordinadora. Mi último año en Corrección fue el más difícil y es que recuerdo un caso en particular que verdaderamente me estremeció. Se trataba de un agresor en supervisión máxima, acogido al programa de desvío, quien asesina a su ex compañera y hiere de gravedad a su pequeño hijo de dos años. Este caso me tocó fuerte, ya que aun realizando todo lo posible en mi poder, el cuerpo judicial le fallaba una vez más a la víctima archivando el caso, resultando esto eventualmente en su muerte y en una estadística más. Fue muy frustrante recibir esa noticia, aun así, fue preciso hacer reflexión sobre todo el trabajo que se había realizado a través de alianzas y gestiones que posiblemente iban por encima de lo estipulado dentro de las tareas que ejercía para proveerle opciones de albergue y centros de servicio a esta mujer antes de que muriera en manos del agresor. La falta de compromiso de las entidades gubernamentales y el reconocimiento de la indiferencia ante el derecho que una persona tiene de vivir en paz y sin miedo, decido renunciar a mi cargo, pues entendía que ya mi compromiso y convicción trascendían a lo que se

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podía lograr desde ese espacio. Es así que surge la oportunidad de trabajar en programas de Head Start casualmente en las regiones de Bayamón, Naranjito y Comerío y para mi sorpresa cruzaba camino con muchas sobrevivientes de casos conocidos manejados en Corrección que aún continuban relacionados con sus agresores. Muchas estando conscientes de que eran víctimas, otras aún sin poderlo identificar. Me preguntaba, ¿Cómo era posible que después de 2 años desvinculada de Corrección, las mismas sobrevivientes continuaban vinculadas en esas relaciones? ¿Cuál era la función del Estado y su responsabilidad de garantizar el acceso a servicios de orien-tación y prevención acerca del ciclo de la violencia a sobrevivientes? No había una respuesta clara en aquel momento con la excepción al trabajo que ya Coordinadora Paz para la Mujer se encontraba realizando. Era la única alternativa disponible que ofrecía capacitación y educación continua en el tema porque aun trabajando en estas agencias, el acceso a adiestramientos dirigidos a proveedores de servicio era escaso o ninguno, lo que provocaba la revictimización y el manejo inadecuado del caso del agresor. La respuesta del Estado ante la responsabilidad que debía ejer- cer hacia la sobreviviente continuaba siendo pobre. En marzo del 2005, culmina mi contrato en trabajo social con el Departamento de Educación y me encontraba sin empleo. En la búsqueda veo un anuncio en el periódico que buscaban profesionales de la conducta, con una dirección postal y envío mi resume. Cuando me llaman no lo podía creer, recuerdo que las compañeras Virgen Cáceres y Mayra Morales del Comité Coordinador me entrevistaron para trabajar bajo la propuesta del Departamento de Justicia Federal de los Estados Unidos, Violence Against Women Act. Mayormente trabajaría el tema de agresión sexual junto a la compañera Bairá Soto en el área de violencia doméstica, quien me apoyó en el proceso de implementación de la propuesta que a su vez ya venía con retos. El acoplarme al trabajo no fué difícil, ya que contábamos con un gran equipo, entre ellas se encontraban las compañeras Liety Acevedo, Bairá Soto, Carmen Rivera, Natya Trujillo, Fe Irma Piñero, Zaida Santos, y Vilma González, mujeres con una visión progresista, feministas y solidarias, que desde sus espacios y acciones continúan hoy día apoyando a la Coalición ofreciendo adiestramientos a proveedores de servicio, en el desarrollo de material educativo, investigaciones, campañas de prevención, consultoría en proyectos de ley, promoviendo el acceso al servicio digno y libre de discrimen, en la prevención no revicti- mizante entre otras gestiones y disciplinas. A ellas tengo mucho que agradecerles así también a mis mentoras Zaida Santos en el área fiscal y Vilma González en el área programática. A Zaida, por su paciencia en lo relacionado al presupuesto y a Vilma por escuchar mis preocupaciones y apoyarme para hacer vislumbrar proyectos y hacerlos realidad. Recuerdo que recién llegada a la organización, Vilma se encontraba trabajando en la redacción de una propuesta dirigida a servicios de violencia doméstica y me preguntó sobre mi experiencia como Oficial de Probatoria trabajando con agresores de violencia doméstica y como trabajadora social en el Departamento de Educación y Head Start. Fue una conversación larga en donde pudimos exponer nuestra preocupación que había en la Coalición sobre las alianzas necesarias con las distintas agencias del Gobierno dirigidas a proveer servicios a las sobrevivientes, la falta de material educativo para darle continuidad a los procesos educativos del personal y a la comunidad en general y la poca o ninguna supervisión del Gobierno a los programas de desvío o rehabilitación. De la conversación se propuso desarrollar el Proyecto Piloto en Identificación y Manejo de Situaciones de Agresión y Abuso Sexual en el escenario escolar dirigido a trabajadores sociales ubicados en grados elemental, intermedia,

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segunda unidad y superior. Este proyecto nos dio la oportunidad de iniciar alianzas con el Departamento de Educación para adiestrar a trabajadores sociales y consejeros en el tema de la violencia sexual. Esto solo fue el comienzo de un sin número de proyectos, acuerdos colaborativos, alianzas y trabajo en equipo con diversas agencias del gobierno, organizaciones sin fines de lucro relacionados a la protección de los derechos de las mujeres y personas sobrevivientes de violencia de género, de sus hijos e hijas y la accesibilidad a servicios de una forma sensible y trans disciplinaria. Cabe también destacar la gestión que han realizado desde los comienzos nuestras integrantes de la Coalición que son médula ósea de nuestra organización y su trabajo es admirable, van más allá de su aliento y piel. Todos los días aprendo y admiro más a mis compañeres de trabajo, trescientos sesenta y cinco días al año 24/7. Cada albergue, cada centro de servicio, agencia y universidad que integra la Coordinadora, salva vidas. Sin importar el trabajo más allá de las horas laborales, muchas veces dejando a un lado el autocuidado, semanas sin cobrar un ingreso por los servicios prestados al gobierno, poniendo en segundo plano a sus familias, el personal que trabaja en las organizaciones integrantes es digno de admirar pues su lucha muchas veces va mucho más allá de lo requerido reforzando, consolando, acompañando y empoderando a las sobrevivientes y sus familias. Han pasado casi 14 años y lo que espero es continuar, porque la lucha no acaba sino se transforma y el equipo de trabajo a su vez va evolucionando. Nuevas compañeras han llegado y continuamos todos los días creciendo y aprendiendo. Hoy el equipo lo compone Vilma González, Zulma Oliveras, Gisselle Cordova, Zharadeen Parrilla, Nereida Valentín, Frances Hernández y Fe Irma Piñero, que son para mi mujeres amazonas que día a día, con un norte hacia una nación libre de violencia, vamos enfrentando las adversidades y los retos con la mejor actitud, pero, sobre todo en sororidad. Muchas de las que se han ido, no dejan de hacer su aportación y su semilla continúa creciendo desde este y otros espacios en la Coalición, transformando, conspirando y colaborando para lograr la justicia y la equidad para todes. Agradezco al universo el privilegio de ser parte de un espacio de continuo aprendizaje y de aportación directa en la construcción social hacia el feminismo. Las experiencias vividas en la organización han logrado tener un impacto muy positivo hasta en el proceso de crianza de mi hija, quien hoy también aporta como voluntaria y forma parte activa en los esfuerzos para promover la equidad desde su trinchera como estudiante. Me enorgullece aportar desde la organización combatiendo el patriarcado y promoviendo masculinidades alternativas, trabajar con el programa de voluntariado, promover la equidad y la justicia de género y apoyar a las organizaciones integrantes en su diario quehacer, a través de asistencias técnicas que refuerzan sus servicios y les permiten enriquecerse de conocimiento para obtener unas mejores respuestas en el momento de la intervención. con una víctima desde una mirada sensible y empática, en fin, humana. Seguiremos en pie de lucha para que el feminismo continúe transformándose y como finaliza Marcela Lagarde en su cita: “se haga imperceptiblemente para los ojos controladores.”

UNA VISIÓN ESTRATÉGICA PARA ABRIR CAMINOS CON

YOLANDA ZAYAS SANTANA

Desde la Comisión de Asuntos de la Mujer, Yolanda Zayas descubrió la importancia de desarrollar una visión estratégica que permita abrir caminos hacia las metas de equidad y derechos de la mujer. “Recuerdo que en ese proceso de la aprobación de la Ley 54, todo lo que hacíamos en el Senado lo compartíamos con las mujeres”, nos contó Zayas mientras narraba cómo entre todas, visitaron a cada uno de los legisladores, y donde tanto Velda González como Cucusa fueron piezas claves. “Nosotras salíamos de las reuniones con los legisladores y nos reuníamos en las escalinatas del Capitolio para delinear nuestras estrategias. Reconocíamos que sería un proceso muy difícil y doloroso, pero allí estábamos todas dando la lucha”, expresó Zayas, a la vez recalcó el hecho de que hoy día estamos aprendiendo mucho de las nuevas generaciones. “Es importante continuar apoyando las asambleas de pueblo y generar alianzas incluso con personas que tal vez no se reconozcan a sí mismos como líderes. Es importante explicarle a la gente lo que significa la declaración de emergencia por la violencia de género, porque ciertamente estamos viviendo en un momento dado donde la economía de Puerto Rico está en el piso, pero si aparece dinero para tanta cosa, la vida de una mujer debe ser prioridad al momento de asignar dinero”, manifestó. “Es necesario involucrar en alianzas a los familiares de las víctimas, para que se unan a las voces que exigen un estado de emergencia”, añadió. Zayas hizo un llamado a esta nueva generación a continuar dando la cara por el movimiento feministas,

incluyendo respetar la integración de todo tipo de líderes, reconociendo el privilegio que representa servir desde cada uno de estos escenarios. “Desde donde estemos, es nuestra responsabilidad luchar por los derechos de la mujer”, expresó. “Es importante abrir caminos con otras personas comprometidas y solidarias. Sin protagonismos. Evitando a toda costa, que el sistema de poder o de gobierno te trague”, indicó convencida. “Hay que aprovechar cada hueco y cada espacio, para generar cambios de forma estratégica. Cada oportunidad que surja, desde donde podamos continuar luchado por los derechos de la mujer, hay que aprovecharla”. De acuerdo con Zayas, para generar cambios dirigidos a promover los derechos de la mujer, es necesario rodearse de personas comprometidas que crean en los derechos de la mujer. “Mis mentoras en este proceso lo fueron Mercedes Rodríguez y Marta Elsa Fernández”, destacó. “Al recordar esta lucha, me vienen a la mente muchas personas significativas. Recuerdo nuestras reuniones y coordinaciones. Yo creo que de ahí es que surgió el nombre de Coordinadora Paz para la Mujer”, reflexionó Zayas mientras explicaba la importancia de comunicar los planteamientos de manera asertiva, con mucha firmeza, respeto y tranquilidad. “Para nosotras era muy importante asegurar que el proceso de desarrollo de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres se diese tal cual las mujeres así lo habían planteado”, reiteró Zayas al destacar la importancia de que se respetara la independencia de criterio, asegurando que fuese una oficina no política. “Todas hemos crecido muchísimo a través de estos procesos. Por eso es que creo tanto en esta nueva generación de personas feministas”, concluyó convencida de que será un grupo que continuará creciendo.


UNA MIRADA

A LA LEY 54 entrevista a

Conversar con la profesora Esther Vicente, es remontarse a cuando se estableció la Ley 54. Memorias recogidas en su libro Más allá de la Ley, y que incluye un análisis jurídico e histórico, que menciona a todas las participantes que formaron parte de ese momento histórico y que integra fotos de las mujeres en la galería de la Cámara de Representantes. “Es muy emocionante recordar a todas nosotras de pie, expresándonos, porque querían incluirle un artículo a la Ley que entendíamos que la derrotaba, y nos opusimos. Recuerdo al presidente, mirándonos a las gradas y preguntarnos: -Si se incluye el artículo, ¿no la aceptan?, y todas al unísono contestamos: -¡No!”, narró la Lcda. Vicente con emoción, y añadió que allí habían representantes de las organizaciones que ofrecen servicios, de los sindicatos, y tanto hombres, mujeres y niñxs. “Para llegar a ese punto, pasaron muchas cosas. Hubo que luchar y trabajar duro por años reclamando que se tipificara la violencia doméstica como delito separado. Un trabajo que integró el esfuerzo de otras compañeras antes de nosotras, tales como Ruth Silva y la labor de la senadora Velda González”, expresó. “Recuerdo que empezamos a investigar, a ir a activiades de formación y a leer mucho, y encontramos algunas legislaciones de Estados Unidos, que incluían los remedios civiles, como la Orden de Protección y otros, que definían los delitos. La idea era hacer una ley integral, que incluyera todos los aspectos con los que las mujeres tienen

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que lidiar cuando se enfrentan a una situación de violencia doméstica”, explicó la profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana. De acuerdo con Vicente, también buscaron legislación en América Latina, pero no encontraron, aunque sí hallaron información de un proyecto realizado en un pueblo pequeño en Ecuador y estudiaron legislaciones que se estaban desarrollando en España y países de habla hispana. Y así fue como, con todos esos recursos e información, tanto de Estados Unidos como de Latinoamérica, se montó la ley integral. “Queríamos una ley que definiera las conductas delictivas, que estableciera los remedios de naturaleza civil para resolver los problemas de custodia, de alimentos, de la casa, entre otros; y que le impusiera responsabilidades a las agencias de gobierno que deben intervenir, tales como Justicia, el Departamento de la Familia, Policía, y otros. Tomó 3 años todo el proceso de desarrollar el anteproyecto hasta que finamente fue aprobado”, mencionó, aclarando que luego la lucha fue asegurar su cumplimiento. “La lucha no ha sido fácil. Una vez completamos el anteproyecto, tuvimos que convencer a la Oficina del Gobernador, para que lo presentara como proyecto de administración”, recordó Vicente, quien resaltó que el trabajo fue uno interdisciplinario. “Consultamos a diferentes grupos que daban

servicios a mujeres, fiscales, y otros”. A partir de ese momento comenzó la discusión pública. “Tuvimos que ofrecer adiestramientos a legisladores, tanto en el Senado como en la Cámara. Además, hicimos una sesión con los grupos de mujeres, con las organizaciones y los grupos que estaban ofreciendo servicios, y le explicamos el proyecto paso por paso, y hubo un compartir del conocimiento”, contó Vicente, quien explicó que también se hicieron mesas redondas de orientaación, durante tres días, desde el Senado, con grupos de mujeres, para poder aclarar todos los detalles del proyecto de administración, e incorporar o quitar lo que fuese necesario, de acuerdo con esos conversatorios, para asegurar que fuese un trabajo colectivo. De acuerdo con Esther Vicente, los logros no son lineales, no se dan de una vez y por todas, tanto en el campo social como en el político. La historia es cíclica. “Hay que seguir haciendo los planteamientos, y explicando”, mencionó aclarando que ser parte de la lucha que defiende los derechos de las mujeres, conlleva que, en ocasiones, hasta se ganen enemigxs, incluso mujeres, por lo que hay que fortalecerse. “Es importante estar claras internamente de porqué deseamos dar esta lucha, independientemente del escenario en el que nos desenvolvamos. Además, es necesario ser disciplinadas y responsables, porque

ESTHER VICENTE RIVERA

así, si recibimos algún ataque, ya sabemos que es ideológico, y se puede debatir”, expresó Vicente a la vez que aconsejó mantener un grupo de apoyo de mujeres que compartan unidas en solidaridad la misma filosofía de vida, desde una postura flexible y de apertura. En su análisis, Esther Vicente explicó que el patriarcado no es sólo lo que pasa en la familia, sino que alimenta lo que ocurre en la esfera del trabajo, la política, y en lo económico; por lo que estos cambios tienen que darse en todos estos niveles. “Hay muchos retos que enfrentamos ante la escasez de recursos económicos y estamos en momentos muy difíciles, pero los cambios son posibles desde la unidad”, expresó quien define el feminismo como un modo de vida diferente y que en Puerto Rico ha sido uno de los movimientos más fuertes y constantes. “Cada tipo de accionar de las mujeres feministas es necesario y útil, y nos ayuda a avanzar; pero siempre reconociendo el valor de cada una, desde nuestras diferencias”, enfatizó la profesora, quien invitó a combatir los mensajes errados sobre lo que significa el feminismo, sirviendo de voz para aclarar el discurso, desde la casa, la escuela y la comunidad. Para finalizar, Esther Vicente compartió como mensaje que la lucha por la equidad es continua, no termina. “Es un compromiso de vida. Y habrá momentos difíciles y hasta de retrocesos, pero hay que se- guir poco a poco, día a día, aclarando y educando, en introspección y conciencia constante, para poner a los demás a pensar”. EDICIÓN ESPECIAL 30 ANIVERSARIO  17


VITAL LA EDUCACIÓN

PARA PROMOVER LA EQUIDAD entrevista a

MARÍA DOLORES FERNÓS LÓPEZ-CEPERO

Remontarnos al momento de la aprobación de la Ley 54 en Puerto Rico, es recordar el valor de las aportaciones de muchas mujeres. “Velda González fue la madre de los intereses feministas y de la equidad de género, fue la primera que intentó que se aprobara un Proyecto de Ley Contra la Violencia Doméstica y no había logrado que el mismo adelantara en el proceso legislativo, pero ella se movió muy inteligentemente y logró que se incorporara dentro de la plataforma de su partido. Y ese fue su primer triunfo”, recordó la Lcda. María Dolores Fernós, al recalcar que la Ley 54 no debe menospreciarse de manera alguna, reconociendo que incluye el maltrato, maltrato agravado, la amenaza, la restricción de la libertad y la violación sexual conyugal. De acuerdo con Fernós, la aprobación de la Ley 54 marcó un cambio significativo en la visión que se tenía en ese momento del rol de la mujer, sobre todo las casadas. “Al casarte, el código en Puerto Rico en la década del 70 decía que había que usar el apellido del esposo, que éste escogería el lugar de residencia y administraría el dinero del hogar. Todo esto empezó a cambiar en la década del 80”, expresó a la vez que hizo una reflexión de cómo en ocasiones hasta la religión promueve este tipo de ideología en el que se posiciona al hombre como el jefe de la familia. “Hubo legisladores que percibían como inconcebible que un hombre fuera preso por golpear a su mujer, y es en ese proceso de reuniones con legisladores y esfuerzos de cabildeo para lograr la aprobación de la Ley 54 es que se crea la Coordinadora Paz para la Mujer”, explicó con emoción Fernós al visualizar que ya van 30 años de aquel momento. “Es maravilloso cómo nos hemos mantenido unidas trabajando por tantos años, no sólo desde Coordinadora, sino desde las organizaciones. Todas han sido unas compañeras extraordinarias”. “Esa solidaridad fue clave en el desarrollo de Coordinadora, porque recuerdo que no teníamos un local donde reunirnos, incluso hacíamos colectas entre nosotras mismas, porque no había quien financiara el trabajo feminista. Eso es puro compromiso de vida.”, expresó a la vez que destacó la importancia de las Unidades de Investigación de Género de las Universidades en el desarrollo de importantes publicaciones y documentales. “Era 18  COORDINADORA PAZ PARA LAS MUJERES

un trabajo excelente y ya no existe”, comentó. “Por eso es tan importante el trabajo de la Coordinadora, porque representó la unión de organizaciones e individuos como una coalición que tuviera la oportunidad de acceder a fondos para proyectos y materiales educativos, tanto de violencia doméstica como de agresión sexual. Una movida estratégica muy importante”, puntualizó. Otro de los temas importantes compartidos por Fernós es el de los programas de desvío. “Desafortunadamente muchos de estos programas se crearon con afán de lucro”, expresó a la vez que compartió la importancia de la labor que se realizó desde la Procuraduría de las Mujeres en el 2001, para establecer un reglamento sobre estos programas, y asegurar que cumplieran con las expectativas, pero no se tenía manera de evaluar verdaderamente la eficacia de estos programas. De acuerdo con Fernós, esta realidad es muy preocupante, sobre todo partiendo de la premisa de que el 70% de los convictos por violencia doméstica no cumplen cárcel. “Es necesario que los programas de desvío sean evaluados, que haya cumplimiento sobre la Ley, que verdaderamente haya consecuencias. Es una lucha enorme porque el patriarcado continúa vivo. Ante esto, es vital que la Procuradora de las Mujeres trabaje arduamente con la fiscalización del cumplimiento de lo que se establece en la Ley 54”, indicó. “Aquí todavía el tema de la violencia doméstica no ha sido aceptado. Hablarlo causa incomodidad y hasta molestia”, reflexionó Fernós. “Sin embargo, me siento muy optimista con esta nueva generación emergente y su poder para integrarse a los movimientos en beneficio de la integridad de las mujeres, aunque nos faltan más mujeres en la política”, expresó. De acuerdo con Fernós es muy importante llevar el mensaje de que no hay duda de que educando a las mujeres y comprometiendo al estado en proyectos que les apoyen se adelanta camino, pero es vital realizar campañas educativas constantes dirigidas a los hombres para promover la equidad desde la cotidianidad”, indicó a la vez que destacó que es importante que, al llevar el mensaje, el público no perciba el feminismo como que somos odiadoras de hombres, por lo que es importante que haya figuras claves, sobre todo hombres, que se unan para llevar el mensaje de equidad.

TODAS UNIDAS A con

MOVER EL BATÓN

JOSEFINA PANTOJA OQUENDO

La licenciada Josefina “Jossie” Pantoja, arribó al feminismo dentro de un proceso que se dio bastante tarde en su vida. Para Pantoja el feminismo fue una gran escuela y a través de los años se convirtió en su forma de vida. “Yo había salido ya de la Escuela de Derecho, y desde ese momento había compartido con otras personas comprometidas con las luchas universitarias, lo que me ayudó a entender la importancia de promover la diversidad”, expresó Jssie. “Recuerdo que en ese tiempo se estaban dando las Vistas por Discrimen por Género en Puerto Rico que hizo la Comisión de Derechos Civiles y nosotras estábamos mirando ese proceso; y cuando comencé a trabajar en Servicios Legales, comencé a relacionarme con el feminismo desde la Conferencia de la Mujer Trabajadora, y me vinculé a través de la participación sindical”, explicó. “De ahí en adelante todo fue activismo. Y siendo mi organización base la OPMT (Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora), el feminismo se convirtió para mí en una forma de vida”, indicó Pantoja. “Yo no soy una mujer formada en el feminismo desde un punto de vista teórico, de hecho, nunca he cogido un curso de feminismo. Así que ha sido un proceso autodidacta y de mucho aprendizaje con las compañeras que tenían más desarrollo que yo en el tema”, añadió al destacar que la OPMT fue clave en su desarrollo y parte muy importante en su vida, lo que la llevó a conectar con Coordinadora Paz para las Mujeres. “A través de Coordinadora se sumaron todos estos esfuerzos y nos dio ese empujón que necesitábamos para marcar la pauta y promover nuestras posiciones”, expresó Josie a la vez que destacó la labor de todas las compañeras en el proceso de reuniones para educar sobre el tema. “Fue un proceso de aprendizaje y de un activismo sin pausa. El hilo conductual de este proceso ha sido la solidaridad”, expresó al recordar las múltiples estrategias que se utilizaban

para llevar el mensaje, a través de la publicación Mujeres en Marcha. “El rol de Coordinadora era sumamente importante para continuar los esfuerzos educativos luego de la aprobación de la Ley 54. Fungía como un organismo de consenso, un ente unificador”, indicó al reforzar entre las aportaciones de la Coalición los cursos de intercesoría y el acompañamiento y destacando que siempre hubo respeto de la prensa hacia la Coalición y una excelente relación con los centros de estudio. “La defensa e implantación de la Ley 54 fueron piezas claves para la labor de la Coordinadora mediante todos sus esfuerzos educativos, al igual que el llamado a establecer un Estado de Emergencia por la Violencia de Género”, indicó Pantoja, haciendo un llamado a promover que las nuevas generaciones conozcan la historia sobre cómo fue que se dio este proceso. “Es importante reconocer que lo que hemos logrado no es permanente. Nos falta mucho camino por recorrer. Es necesario proteger y avanzar, pero siempre con respeto entre todas. Todas unidas, dentro de la diversidad de generaciones, tenemos que mover el batón”, manifestó.


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