MEDICINALES







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RECTOR:
INVESTIGATIVO: Jorge Eliecer Espitia Baena
BECARIA ARGOS:

Shilarith Sarabia Gutiérrez
Jhon Keider Ortiz Moya
Elier José Ospino Barrios
Abel Paternina García
Grisallys Isabel Coronel Ospino
Jesús Elí Ariza Ospino
Valeria Zinaih Castillo Cantillo
Duvan Felipe Amaranto Iriarte
Franyelis Gusmari Prens Aponte
Danna Amaris Rodelo
Adrián Páez Castro
Valentina Sarai Pájaro De La Hoz
Yolannis Arteta Mercado
Neilys María Parra Guzmán
Marta Liliana García De La Hoz
Ivanis Paola Romero De La Hoz
Isabella De La Hoz Orozco
Kleidys Paola Cassiani Iriarte
Wilmar Junior Hernandez Luna
Isaí Amaris Rodelo
Leonardo David Salas Ospino
Velcy Liliana Ospino Iriarte
Dilan Jose Sanguinetti Arévalo
Cristal Trinidad Hernández Villamediana
Dulce Jhoana Basto Ospino
Eduardo Martinez Marquez
Yelson Jesús Mejias Ospino
Elenith Patricia Martinez Almanza
Yensy Margarita Alfaro Hernández
Valentina Paola Peña Ardila
Hilary Alejandra Zapata Sarabia
Daniel Alejandro Cantillo Arrieta
Enrique Jose Hernandez Gonzales Deibyanyelis García Herrera
SEDE MONROY
Diunis Mileth Suárez Mendez Endy Javier Franco Martelo Juan Manuel Caraballo Padilla María Isabel Caraballo Orozco
Suárez Perez
Lauri Sofia Caraballo Castellar
Desde hace tres años, hemos traba estudiantes del Grupo de Investi servido para identificar problemas y Para este 2024, el camino transitad medicinales nativas de Arroyohond ancestros hacen uso de ellas. Las en significativo de habitantes no recu enfermedades y solo van a los galen
Actualmente, nuestra Institución acondiciono Cardique, el cual tiene solares, cubetas gigantes y toda u maderables, ornamentales y planta alguien tenga la necesidad de abaste
Como Rector de la IETA ROBOMO al grupo Pentandra y su director Jor


(Arroyohondo - Bolívar 24 de Agosto de 1992) Egresada de la I E T A RoBoMo prom 2010, de raíces afrodescendiente y cantadora de música tradicional del Caribe colombiano, heredera de la tradición folklórica de la gran Emilia Herrera "la niña Emilia"
Son plantas medicinales, que curan el organismo
Usted puede estar muy mal
Y lo curan con Eucalipto
Lo curan con Eucalipto
Cualquiera enfermedad rara
Y otra planta que es muy buena, que llaman la Calaguala. (Bis)
Usted puede estar alterado, que no puede ni dormir
De pronto siente el alivio, cuando toma Toronjil
Lo curan con Toronjil
Cualquiera enfermedad rara
Y otra planta que es muy buena, que llaman la Capitana. (Bis)
La llaman la Hierbabuena, la llaman la Matimbá
También está la Verbena, que si lo puede curar
Lo curan con Hierbabuena, cualquiera enfermedad rara
Y otra planta que es muy buena que llaman la Marihuana. (Bis)

ANDREA CAMILA ORTEGA VERGARA
Mi abuela, “Nona” como le decimos por cariño, es una mujer que, a pesar de ser bastante joven tiene una mágica relación con la naturaleza. Cuenta que, en una víspera de año nuevo su hija Yoli enfermó de gravedad y nadie encontraba alivio para la niña. Los curanderos probaron cuanta mata se les ocurrió y nada mejoraba a mi tía. En medio de su desesperación, escuchó unas señoras decir que la FLOR DE NARANJA podria servir para el mal de la niña.
Sin saber hacia dónde caminar, recorrió varias fincas cercanas a fin de salvar a su pequeña. Contó con la suerte de encontrar el árbol de naranja en un potrero baldío, pero, desafortunadamente había solo una florecita y pensó: esto es muy poquito, la flor es muy pequeña; en ese instante, como algo sobrenatural, sintió una voz interior que le dijo que buscara la FLOR DE GUANÁBANA y precisamente calló una a sus pies, de la cual, se abrieron 3 pétalos del amarillo más intenso jamás imaginado, entonces miró hacia arriba y vio el árbol de guanábana todo florecido, y reflexionó sobre lo siguiente: Si la flor de naranja sirve ¿por qué no la de guanábana?, si las dos son flores al fin y al cabo, abren sus pétalos de manera similar y los dos árboles son frutales ¿por qué no probarlo? ¿qué podría perder?
Tomó las flores y preparó un baño para su hija; también, hizo una infusión y se la dio a beber. Ahora, solo restaba esperar ese tan anhelado efecto con el cual se curaría mi tía. Al pasar las horas, mi nona se percató que a Yuli se le comenzó a brotar la piel y se colocó roja, ella se desesperó y exclamó: ¡La envenene! Como pudo, la llevo al hospital, donde le informaron que la niña padecía de sarampión y le dijeron: dele gracias a Dios que se le brotó la niña, ya que si eso le revienta por dentro es muy peligroso y se hubiese muerto.
Después del susto, mi abuela reflexionó que desde muy pequeña estuvo rodeada de personas que le querían enseñar sobre el uso de plantas medicinales, pero no prestó mucha atención y se arrepintió de ello. Sin embargo, desde el incidente con mi tía, cayó en cuenta de que el mundo de las plantas medicinales es el arte más bonito. Dice mi Nona que, así como el Señor dejó las enfermedades, también nos dejó la medicina dentro de la naturaleza.




Las tardes en Arroyohondo son siempre muy amenas, las familias se sientan bajo árboles frondosos y narran recuerdos alegres de cuando eran jóvenes y se maravillaban al escuchar historias, cargadas de misticismo, que brotaban de la sabiduría de sus ancestros.
Grimaldina, es una matrona que vive agradecida de que su mamá, tías, abuela y algunos vecinos le enseñaran, desde muy niña el poder curativo de las plantas medicinales. Sabe que nuestro municipio tiene una buena tierra para cultivar “matas”, pero sus ojos entristecen al decir que la juventud de hoy, ya no se interesa en aprender sobre ese tipo de temas. Durante la entrevista resalta la planta del ACETAMINOFÉN t t i t s no se “llenaba edio de tomas a se aliviaba, ca eza; dice: era co

GRIMALDINA ORTIZ POLO
Acetaminofén
Entre charla y charla llega Yulis, una nuera de la señora Grimaldina, que al oír fragmentos de la conversación aporta a la plática, resaltando el uso medicinal que se le da al ORÉGANO, y nos comenta que no solo sirve para el dolor de oído, sino que es excelente para tratar infecciones vaginales y como tranquilizante.

Sin duda, son muchas las anécdotas y plantas de las que pueden habla sencillamente nos miran con amor y se alegran porque saben que conservar un conocimiento invaluable.


Pronto


Bursera graveolens

Matarratón
Gliricidia



Pitamorrial




En una noche de fuerte viento, cuando el aire olía a lluvia cercana, llegamos a la casa de la señora Aleida Pájaro. Mientras hace algunos oficios del hogar, nos cuenta con entusiasmo que su amplio patio es un rincón donde las plantas crecen de forma natural, alimentadas por el agua, el sol y los mimos que ella les brinda.
Criada por sus abuelos, quienes compartían una pasión profunda por las plantas medicinales, doña Aleida aprendió desde temprana edad los secretos de la naturaleza: a escuchar el susurro del viento entre las hojas, a entender el lenguaje de las raíces y a cuidar con devoción cada brote que asomaba en su pequeño jardín.
Durante la entrevista menciona a Lino Ospino, un curandero y pariente cercano que había sanado a muchos utilizando distintos brebajes, por lo que la comunidad confiaba en él como un guardián de la salud. Dice que desde antaño una planta en particular capturó su atención: “El Doctor José Gregorio” o “SAN GREGORIO”. Según Aleida, esta planta era un tesoro para los riñones, un remedio milagroso que la gente buscaba con esperanza.
Para finalizar, compartió una historia triste que involucra a sus hijos. Dijo que una vez que se fue del pueblo por temas laborales, delegó a los chicos el cuidado de las plantas que tanto amaba. Pero ellos no prestaron la atención necesaria y muchas matas murieron. Al volver, sintió desconsuelo cuando miró el daño ocasionado y se entregó a su jardín con renovada dedicación, porque para ella cada hoja, cada raíz, cada flor, es un regalo sagrado, una conexión con la vida misma que debemos proteger.
Como si supiera que estábamos destinados a encontrarnos, el señor Guillermo Polo Sarabia, conocido afectuosamente como “El Polaco”, nos recibe en su casa. Este abuelo insignia del corregimiento de Monroy, con su piel veterana por el sol y los años, nos cuenta que le debe gran parte de lo que sabe sobre plantas medicinales a sus familiares y a un gran amigo que lastimosamente falleció (Bernabé Ospino).
El Polaco, recuerda que le ha enseñado todo lo que sabe a "El Negro", el cual ha ido también multiplicando los saberes. Tiene demasiadas anécdotas sobre plantas originarias del pueblo, pero hubo una en especial que llamo nuestra atención. Al notar la curiosidad en nuestros rostros, pregunta con tono retorico ¿Conocen la planta llamada “CAPITANA”?. Su voz, resonando como el eco de un antiguo hechizo responde antes de que podamos pensar: es más que una simple hierba, es un vínculo con el pasado, un puente entre los mundos.



Nos cuenta, como si le susurrara al viento, que la Capitana es una guardiana de la salud y sus hojas verdes albergan secretos curativos. Para los males del sistema respiratorio, es un bálsamo suave que alivia la tos y abre los pulmones. Pero, además regula la digestión, fortalece el hígado, combate el colesterol, es un antioxidante natural y, según el señor Guillermo, incluso ayuda a mantener el peso bajo control. Hace énfasis en que las plantas también tienen efectos secundarios y debemos ser cuidadosos al utilizarlas.
Al salir de la casa, el aire huele a tierra y a promesas. Nos despedimos con profundo agradecimiento por su generosidad. Con toda seguridad mi Grupo de Investigación seguirá explorando los misterios del municipio, para que logremos llevar el conocimiento ancestral y la magia de las plantas medicinales a quienes la necesiten.
El sol comenzaba a declinar, mientras nos adentrábamos en la humilde casa del señor Miguel Pérez Romero, un vecino del corregimiento de Monroy, respetado por su profundo conocimiento y carisma. Desde el momento en que le comentamos qué queríamos que nos hablara acerca del uso de las plantas medicinales originarias del pueblo, se alegró mucho. Sus ojos, llenos de sabiduría y nostalgia, brillaban al recordar los tiempos pasados.
Nos contó que heredó mucha sabiduría de su abuelo, un habitante querido por toda la comunidad. Mencionó que en Arroyohondo había muchos curanderos y sanadores, aunque lamentablemente la mayoría han fallecido.



Recuerda especialmente a Bernabé Ospino, cuya especialidad era curar a las personas que habían sido picadas por alguna culebra. Según el señor Migue, Bernabé poseía un don especial, una conexión única con la naturaleza que le permitía identificar las plantas más poderosas y preparar remedios casi mágicos.
Entre tantas matas de las que habló, mencionó una que comúnmente llaman MALAMBO. Según la leyenda, esa planta era un regalo de los dioses para aliviar el sufrimiento de los hombres. Sus hojas y pequeñas flores, parecían brillar con luz propia. Dice don Miguel, que esa planta es excelente para problemas del sistema respiratorio, posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Para aliviar los malestares de sus pacientes, él coloca una cucharada de hojas secas en una taza de agua hirviendo, deja reposar por 10 o 15 minutos y hace beber dos cucharadas al día.
Fue una experiencia enriquecedora escuchar sus historias y descubrir que la sabiduría ancestral aún pervive en muchos lugares de nuestro territorio. Sin duda, la naturaleza nos ofrece un botiquín lleno de remedios para el cuerpo y el alma.
EElena Caro Barro, es una mujer de 53 años cuyo rostro refleja la sabiduría y calidez de muchos atardeceres. Nativa de los alrededores del Cerro de San Antonio, esta intrépida señora trajo a Arroyohondo un tesoro invaluable: la sabiduría adquirida sobre el uso terapéutico de plantas medicinales.
Sus manos, curtidas por el trabajo y el cuidado de sus plantas, son las mismas que han preparado incontables bebidas curativas. La HIERBABUENA, nos dice con una sonrisa que ilumina su rostro, es mi aliada contra la gripe. Mi madre me enseñó a hervir sus hojas y tomar el té como si fuera un abrazo cálido en los días lluviosos. Sus palabras, nos transportan a una época en la que los remedios naturales eran la primera opción y la fe en ellos resultaba inquebrantable.

Elenita, cuenta que la Hierbabuena es un gran desinflamatorio, contribuye a quitar los mareos y mejora los problemas estomacales. Con una paciencia infinita, nos explica cómo distinguir la hierba buena de la menta, dos plantas que a menudo se confunden por su aroma similar. La hierbabuena tiene un olor más suave, más delicado, nos dice, mientras frota una hoja entre sus dedos. Y es que, para ella, cada planta tiene su propia personalidad, su propia historia que contar.

Hierbabuena
Esta convencida que las plantas son sagradas y tienen un espíritu que ayuda a sanar. En sus palabras, cuando preparamos una infusión no solo estamos preparando un té, sino que estamos conectando con nuestras raíces. Las matas no son solo hojas y tallos, también representan esperanza y salud.
Hierbabuena
Mentha spicata


Calaguala
Polypodium leucatomos

Acetaminofen Plectranthus ornatus

Salvia officinalis
Óregano
Origanum vulgare



Cymbopogon citratus

Eucalipto
Eucalyptus camaldulensis
En un rincón del municipio, donde el aroma a vainilla y mantequilla se mezcla con el fresco perfume de las hierbas, encontramos a Valentina Hernández, una matrona cuya pasión por la vida se manifiesta en cada uno de sus actos. Esta gran pastelera, nos invitó a adentrarnos en su mundo, un universo donde la ciencia y la tradición se entrelazan de manera mágica, y donde pudimos constatar su tesoro más preciado: el profundo conocimiento que posee sobre el poder curativo de las plantas.

Su relato comenzó con el ANAMÚ, una mata que crece silvestre y que ha sido utilizada por generaciones para combatir enfermedades respiratorias. La señora Vale, nos confiesa que la raíz del anamú da un elixir mucho más poderoso que el de las hojas, ya que limpia los pulmones como si fuera un soplido de aire fresco. Es un regalo de la madre tierra para protegernos de los resfriados.
Con la misma pasión, nos habla de la SALVIA y la CALAGUALA, dos plantas que, según ella, son aliadas infalibles contra la gripe. Las hojas de estas plantas son un escudo protector, nos explica, mientras muestra un pequeño jardín donde cultiva sus propias hierbas. Después de conversar sobre infinidad de plantas, nos dice con nostalgia que no dejemos perder esta sabiduría. Insiste en que es nuestra responsabilidad proteger el conocimiento ancestral. Doña Valentina, no es solo una pastelera excepcional, sino que también es una guardiana de la tradición, una guerrera que ha dedicado su vida a compartir conocimientos e inspirar a los demás. Su historia, nos recuerda que el vínculo entre el hombre y la naturaleza sigue estando más fuerte que nunca.


El municipio de Arroyohondo es una población con orígenes y costumbres palenqueras, en donde solía ser frecuente encontrar jóvenes y ancianos haciendo uso de plantas medicinales para tratar problemas de salud que aquejaban a los habitantes. Sin embargo, es triste ver que en la actualidad el fenómeno del urbanismo ha permeado la mentalidad de los jóvenes y por ello se interesan muy poco en los temas relacionados con plantas, perdiéndose paulatinamente las tradiciones relacionadas con la medicina natural. El año pasado, conversando con los estudiantes del grupo decidimos realizar un inventario de la flora nativa empleada con propósitos medicinales, con miras a salvaguardar ese conocimiento ancestral; pero en esa travesía, nuestros chicos no alcanzaron a dimensionar toda la información que los ancestros terminarían compartiendo.
Como el objetivo inicial había experimentado un cambio, fue menester diseñar un mecanismo de defensa, no solo del conocimiento, sino también de las especies vegetales propiamente dichas. Es allí, donde Cardique apareció como una mano amiga para lograr la generación de un espacio útil en la conservación y cuidado de aquellas plantas que nuestros abuelos cuidan con tanto recelo en sus patios, solares, jardines o fincas de Arroyohondo.


Los conocimientos sobre plantas medicinales, guardados en la memoria de nuestros abuelos, representan siglos de observación y práctica que crearon en ellos la capacidad de identificar especies vegetales, conocer sus propiedades terapéuticas y saber cuándo y cómo utilizarlas Los adultos mayores aprendieron, con ensayo y error, que la medicina no sólo está en laboratorios modernos, sino también en campos, bosques y selvas Tenemos que vivir en armonía con la naturaleza, porque si la escuchamos con atención disfrutaremos una vida mejor.
Hoy en día, muchos países del sur global dependen, casi exclusivamente, de plantas medicinales para tratar enfermedades de etiología diversa, debido a la falta de muchas plantas medicinales, es deber de nosotros cuidarlas, ya que son tesoros importantes que benefician nuestra salud y evitan que estemos constantemente introduciendo químicos al organismo acceso a servicios de salud convencionales Aunque la deforestación y el cambio climático amenazan la biodiversidad y disponibilidad de

Como agradecimiento a nuestras raíces, deberíamos conservar el saber ancestral y no ignorar la importancia de las especies vegetales. Con este trabajo, queremos dejar plantado el amor y la conservación del conocimiento tradicional en nuestra generación.


Las plantas medicinales son un regalo de la naturaleza, nos ofrecen remedios para el alma y el cuerpo. Cultivemos con ternura y dedicación estas plantas milagrosas, para cosechar salud en todo momento.
Es muy importante que las nuevas generaciones tomen conciencia sobre la necesidad de preservar el conocimiento ancestral. Aprendamos de nuestros viejos y guardemos su sabiduría como el mayor regalo ofrecido a nuestras vidas.



Cuidemos las plantas, no solo por su poder curativo, sino por la conexión que nos brindan con nuestra herencia e historia. Ellas son las guardianas silenciosas de la sabiduría ancestral, sus hojas y raíces susurran secretos de curación.
Las plantas medicinales han sido de uso recurrente a lo largo de la historia del municipio de Arroyohondo, utilizadas para tratar enfermedades e incluso se les ha atribuido poderes mágicos y/o sobrenaturales


Cada día son más los abuelos que se entristecen porque nuestra juventud no siente interés hacia el fascinante mundo de las plantas medicinales y el tesoro que representan Invito a todo mi pueblo para que reflexionemos sobre la importancia de recuperar saberes tradicionales útiles en el ámbito de la salud.




“Compadre tómese un trago que yo lo vengo a invitar, ay PEDRO beba conmigo que a usted no le pasa na….. Beba conmigo PEDRO que yo lo vengo a invitar, porque después de muerto tampoco me llevo na ”
“Aquí le tengo una planta que usted me la va a mirar, le tengo plantas muy buenas que sirven para curar Como MAH NEGRO se fue todo el mundo lo recuerda, ay ombe yo lo quiero ver, para hacer una novela venga”
“Yo sé que eres hojas verdes, mañana serás madura; si Dios a ti te da la muerte, se te acaba la hermosura”
“Yo sé que eres hoja verde y te echas polvo y perfume, de lo que la tierra nace, ella misma lo consume”



