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tupac inca yupanqui y los cuatro caminos que nacen de atacama

Tupac Inca Yupanqui And The Four Routes From The Atacama

Según cuenta la tradición oral, luego de su llegada a los oasis de Atacama y de someter a la población local, Tupac Inca Yupanqui realizó un nuevo recorrido ritual, dividiendo a su gente por cuatro caminos, como lo había hecho al iniciarse este gran circuito desde el Cusco. Un escuadrón fue enviado hacia el norte, “por el camino de los llanos y por costa a costa de la mar” hasta la provincia de Arequipa. El segundo ejército se dirigió por una ruta nororiente por el el altiplano hacia la provincia de Carangas y luego a la de Aullagas, en el lago Poopó. Una tercera división fue enviada hacia el este, rumbo a la puna de Jujuy y de allí a “las provincias de los Chichas”, con dirección al importante santuario de Paucar Ushnu, quien había muerto durante la guerra de conquista de esa nación. Finalmente, el inca eligió para sí un cuarto camino, hacia la vecina provincia de Lípez, en el extremo sur del altiplano boliviano.

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Esta tradición oral reproduce los elementos arquetípicos, simbólicos y rituales con los que nos hemos encontrado durante todo este recorrido. En su desplazamiento, el Inca va dibujando o configurando en el espacio terrestre un recorrido que es la réplica de un circuito celeste.

Oral history recounts that after arriving at the Atacama oasis and subjugating the local population, Tupac Inca Yupanqui undertook a new ritual journey, dividing his forces into four groups and sending them along four different roads, as he had done when he began his great circular route from Cusco. One squadron was sent to the north, “on the road through the plains and from seacoast to seacoast” to the province of Arequipa. The second army went by the Northeast Altiplano route to the province of Carangas and then that of Aullagas, at Lago Poopó. A third division was sent to the East toward the highlands of Jujuy, and from there to “the provinces of the Chichas” in the direction of the shrine to Paucar Ushnu, who had been killed in battle during the conquest of that nation. Lastly, the Inca chose for himself a fourth road, towards the neighboring province of Lipez, in the far south of the Bolivian Altiplano.

This oral tradition reproduces the archetypal, symbolic and ritual elements that we have encountered throughout the Inca’s journey. As he traveled, the Inca traced on the landscape an outline that replicated the celestial circuit.

Pero, ¿por qué el Inca decide trazar su camino hacia el altiplano de Lípez? Lípez, un territorio que, al igual que todos aquellos por donde se desplazó en este viaje cósmico, representa también los confines desolados de una tierra que también ha hecho fama por sus duras condiciones y gélidas temperaturas, considerada como una tierra “pobre” y de muy escasos recursos:

But, why did the Inca choose to journey to the Altiplano of Lipez? Like many of the places he had visited on this cosmic journey, Lipez represented the desolate confines of a land renowned for its harsh conditions and freezing temperatures, and was considered a resource-poor land:

…y ansí caminó por sus jornadas y vino a dar a una provincia que llaman Llipi, en la cual provincia halló que la gente della era pobre de comidas y los mantenimientos della eran quínoa tostada… e algunas papas y los edificios de sus casas eran cubiertos con unos palos fofos que son corazones de unas espinas de madera muy liviana y muy ruin y las casas pequeñas y bajas y gente muy ruin…

(Juan de Betanzos, 1551)

… and thus he walked many days and finally came to a province they call Llipi, where he discovered that the people there had little food and lived mainly off toasted quinoa … and some potatoes, and their dwellings were covered with some meager sticks that are the inner part of very light spiny wood, and very wretched and the houses were small and low-ceilinged, and the people were very wretched … ”

(Juan de Betanzos, 1551)

Nuevamente entramos a un territorio de frontera cultural. Nuevamente Tupac Inca Yupanqui elige los espacios de límite. Sin embargo, esta región tenía una riqueza muy singular, una minería que sería considerada por los españoles como de baja ley, pero que para los incas resultaba particularmente atractiva, puesto que ofrecía materias primas de alta calidad para la confección de pigmentos o pinturas. Por esa razón, el Inca “mandó que le tributasen de aquellos colores”, y luego continuó su viaje por aquella “tierra muy estéril de aguas y comidas y tierra rasa y sin monte, y todo lo demás della salitrales”.

Once again we enter a land that is a cultural frontier. Once again Tupac Inca Yupanqui chooses the border space. Nevertheless, this region had a unique quality that made it valuable to the Inca: mining deposits that the Spanish considered lowgrade, but that were particularly attractive to the Incas, as they offered high quality raw material for manufacturing pigments or paints. For this reason, the Inca “commanded that they pay tribute in those colors”, and then continued his journey through that “land quite devoid of water and food and open country without hills, or anything else in that salty land”.

Se puede apreciar en esta imagen cómo sobreviven retazos del Qhapaq Ñan, ante la abrupta interrupción de los actuales caminos vehiculares.

El llamado camino de los Llanos, era en realidad una ruta ascendente y descendente según las necesidades de la geografía y la distribución de los asentamientos del Estado. En su ruta a Arequipa el camino y su red asociada unían puntos como este establecimiento de Incaguano, cerca de Isluga. Se encuentra allí la kallanka mejor conservada en territorio chileno.

The ‘Llanos Trail’ was in fact a route that rose and fell according to the layout of the land and the distribution of Inca settlements. On the way to Arequipa the main trail and its branch network connected points such as the establishment of Incaguano, near Isluga. This is the site of the best-preserved kallanka (rectangular stone structure) in Chile.

Finalmente el Inca llegó a la provincia de los Charcas, a la que sometió rápidamente luego de saber que “eran señores que poseían mucha plata”. Preguntándoles de donde la obtenían, le contestaron sus nuevos súbditos que de un cerro llamado Porco. Este mineral sería posteriormente explotado intensamente por los españoles junto con la célebre mina de plata del vecino Cerro Rico de Potosí. El Inca, entonces, ordenó que esas provincias le tributaran en plata.

Partiendo de aquella provincia de los Charcas —continúa Betanzos—, Tupac Inca Yupanqui “salió a un sitio que llaman Paria y allí mandó edificar un tambo”.

La ruta del Inca continuaba ahora por tierras prósperas y ricas en metales de oro y plata. Luego de someter al tributo estatal a la población de Chuquiabo, actual capital boliviana de La Paz, Tupac

Finally the Inca arrived at the province of Charcas, which he conquered rapidly fter learning that they “were men who possessed a lot of silver”. Asking them where they had obtained it, his new subjects answered that it was form a mountain called Porco. This mineral would later be mined intensely by the Spanish along with the celebrated silver mine at the neighboring mountain Cerro Rico de Potosí. The Inca then ordered these provinces to pay tribute in silver.

Departing that province of the Charcas—continues

Betanzos—Tupac Inca Yupanqui “went out to a site they call Paria and commanded that a tambo be built there”.

After this, the Inca Trail continued through prosperous lands rich in gold and silver. After forcing tribute upon the population of Chuquiabo, which is now the Bolivian capital of La Paz, Tupac Inca set out again in the direction of Lake Titicaca, returning once more to the mythical birthplace of his ancestors. At Hatun Colla he met up finally with his remaining three armies from whom he had separated in the Atacama. These groups had engaged in large battles and had subjugated several groups to Inca rule, and they came to meet the Inca accompanied by local chiefs and nobles of all of the peoples and provinces through which they had passed. The Inca and his great entourage then began their victorious return to the city of Cusco, taking with them many riches and trophies from the immense territory they had conquered. From the time that Tupac Inca Yupanqui had left to punish the people of Collasuyu to his return to the sacred city, seven long years had passed.

Inca retomó el rumbo al lago Titicaca, regresando, una vez más, a los orígenes míticos de sus ancestros. En Hatun Colla se reunió finalmente con los restantes tres ejércitos que había separado en Atacama los que, luego de importantes batallas, habían consolidado sus conquistas y se dirigían hacia el Inca acompañados de los caciques y señores de todos los pueblos y provincias que habían sometido. El Inca y su gran comitiva iniciaron entonces su regreso victorioso a la ciudad del Cusco llevando consigo muchas riquezas y los trofeos de un inmenso territorio conquistado. Desde que Tupac Inca Yupanqui saliera a castigar a los de Collasuyu, hasta su retorno a la ciudad sagrada, habían pasado siete largos años.

Paria llegó a ser un importante centro administrativo y ceremonial del Tawantinsuyu, puesto que allí se recaudaba el tributo proveniente de distintas provincias del Collasuyu. Ubicada al sur del lago Poopó y cercana a las ricas minas de plata de Porco, esta instalación contaba con cerca de setenta edificios organizados con el clásico ordenamiento urbano incaico, entre los cuales destaca esta formidable kallanka

Paria became a major administrative and ceremonial center of Tawantinsuyu, as it was here that taxes were levied from the different provinces of Collasuyu. Located to the south of Lake Poopó and near the rich silver mines of Porco, the installation included almost 70 buildings laid out in the classic arrangement of an Inca urban center, among them this striking kallanka

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Los editores agradecen especialmente la colaboración de las siguientes personas e instituciones:

Carlos Aldunate, Director del Museo Chileno de Arte Precolombino

Elena Cruz, Directora de proyectos de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile

Christian Vitry, Proyecto Qhapaq Ñan, Salta, Argentina

Donato Amado, Instituto Nacional de Cultura del Cusco, Perú

Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo, R.P. Gustavo

Le Paige, San Pedro de Atacama, Chile

Museo Arqueológico de La Serena, Chile

Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta, Argentina

Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago, Chile

Museo Regional de Atacama, Copiapó, Chile