Hoja Parroquial
AGENDA PARROQUIAL: 26 LUNES • 19 h: Misa 27 MARTES • 19 h: Misa 28 MIÉRCOLES • 17 h: Cáritas • 17’30 h: Legión de María • 19 h: Misa 1 JUEVES • 18 h: Adoración al Santísimo • 19 h: Misa • 19’30 h: Lectura orante con el Evangelio 2 VIERNES • 18:30 h: Via Crucis • 19 h: Misa • 19’30 h: Reunión para crear un GRUPO DE LITURGIA en nuestra parroquia 3 SÁBADO • 17 h: Retiro de Cuaresma de las parroquias del Arciprestazgo en el Seminario. Durará de 17 a 20 h • 19 h: Misa 4 DOMINGO 3 de Cuaresma • 9’30 h: Misa • 12 h: Misa • 19 h: Misa
R E CUER DA: El próximo fin de semana tenemos COLECTA EXTRAORDINARIA PARA LA PARROQUIA. El sábado día 10 de marzo, de 17 a 18 h, nuestra parroquia se encarga de la adoración al Santísimo en la Catedral, por la celebración de las 24 h con el Señor.
REMA Inmaculada y San Pedro Pascual de Jaén
En el siglo IV: La Cuaresma, la Semana Santa, la Ascensión y Pentecostés El siglo IV, cuando el emperador Constantino promulga su edicto dando libertad a la Iglesia y cerrando así la época de las persecuciones, será el momento a partir del cual el año litúrgico se irá desarrollando de manera definitiva. Será entonces cuando se introducirá un tiempo de preparación penitencial y de conversión para poder celebrar adecuadamente la Pascua: un tiempo que primero varía de duración según los lugares, pero que finalmente, tomando como modelo los días que Jesús estuvo en el desierto preparándose para su misión, queda fijado en cuarenta días: es el tiempo de Cua‐ resma, que empieza el primer domingo de Cuaresma y acaba el Jueves Santo, a punto para empezar la celebración de la muerte y re‐ surrección de Jesús. El número 40 expresa, en la simbología judía, un tiempo largo. Este tiempo de preparación para todos los cristianos tendrá un valor especial para todos los que se preparaban para el Bautismo: la Cuaresma será, efectiva‐ mente, el tiempo de preparación inmediata para el Bautismo que habían de recibir en la Vigilia Pascual. Esto hará que, para los ya bautizados, la Cuaresma adquiera también un tono de renova‐ ción del propio Bautismo, que se expresará con la renovación de las promesas bautismales la noche de Pascua. Y también, finalmente, será la Cua‐ resma el tiempo en el que los pecadores que ha‐ bían cumplido su tiempo de penitencia se prepa‐ raban para ser reconciliados y reincorporados a la comunidad. (Después, en el siglo VI, como los domingos no eran días penitenciales y se querían asegurar cuarenta días exactos de penitencia, se avanzará el inicio de la Cuaresma al miércoles anterior al primer domingo, y así nacerá el Miér‐ coles de Ceniza). También será en el siglo IV que la Semana Santa adquirirá la forma que tiene actualmente. Y será en Jerusalén donde se iniciarán las celebra‐ ciones que ahora conocemos del Viernes Santo, Jueves Santo y Domingo de Ramos. En efecto, los cristianos de Jerusalén, que tenían tan cerca de casa los lugares donde ocurrieron los últimos acontecimientos de la vida de Jesús, empezaron a recorrer en procesión aquellos lugares: el Cal‐ vario, el Cenáculo, el Monte de los Olivos… Y en cada lugar recordaban lo que allí había pasado, leían los relatos evangélicos de aquellos hechos, leían también las profecías que los evocaban, y oraban juntos. Y de Jerusalén, estas costumbres celebrativas se fueron extendiendo por toda la Iglesia. Sin embargo, en el caso del Domingo de Ramos, se unieron dos tradiciones: por una parte, la tradición de la procesión de los ramos que se hacía en Jerusalén, y por otra, la costumbre que se había iniciado en Roma de leer la pasión el do‐ mingo anterior a Pascua; de la unión de estas dos tradiciones surgió la celebración tal como la tenemos ahora.
Domingo 2 de Cuaresma
25 de febrero de 2018
Ciclo B
Liberar la fuerza del Evangelio
Hay quien ve en Abrahán el rostro de un Dios terrible. Hay quien ve en el la experiencia de confianza más sublime a la que pueda llegar un ser humano en una relación de tal cariño que, sin entender, acepta lo que parece destructivo porque confía que no va a ser así. Dios, hemos aprendido en la experiencia de miles de años y millones de personas, que nuestra fe no puede ser tan ciega que anule nuestra capacidad de pensar, porque contigo pueden confundirse otras personas y poderes que quieren utilizarte sutilmente para engañarnos y destruirnos. Nos has dado la cabeza y quieres que la usemos en lo que tiene que ver contigo. Nos has dado la fe que nos permite vivir con mucha confianza y ver la vida con ojos más grandes que la pura racionalidad, encerrada en la dimensión material de lo que has hecho. Danos la capacidad del equilibrio entre las dos para vivir con alegría la relación contigo y con esperanza, la relación con el mundo. Sin ti, el mundo es un destello de belleza que se diluye como un cohete de fiesta hecho para despertar ilusiones vacías y afirmar lo efímero de una vida que contigo, en cambio, adquiere la dimensión profunda de la esperanza, la llamada al amor y la invitación a no dejarse engañar con voces que no son, precisamente, la tuya. Ayúdanos a descubrir tu Palabra. Ella nos hace vivir.
Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual Carretera de Jabalcuz, 2 23002 - JAÉN 953 23 11 08 parroquiasanpedropascual@gmail.com www.facebook.com/inmaculadaysanpedropascual
E ste
relato de la«transfiguración de Jesús»fue desde el comienzo muy popular entre sus seguidores. No es un episodio más. La escena, recreada con diversos recursos de carácter simbólico, es grandiosa. Los evangelistas presentan a Jesús con el rostro resplandeciente mientras conversa con Moisés y Elías. Los tres discípulos que lo han acompañado hasta la cumbre de la montaña quedan sobrecogidos. No saben qué pensar de todo aquello. El misterio que envuelve a Jesús es demasiado grande. Marcos dice que estaban asustados. La escena culmina de forma extraña: «Se formó una nube que los cubrió y salió de la nube una voz: Este es mi Hijo amado; escuchadlo». El movimiento de Jesús nació escuchando su llamada. Su Palabra, recogida más tarde en cuatro pequeños escritos, fue engendrando nuevos seguidores. La Iglesia vive escuchando su Evangelio. Este mensaje de Jesús encuentra hoy muchos obstáculos para llegar hasta los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Al abandonar la práctica religiosa, muchos han dejado de escucharlo para siempre. Ya no oirán hablar de Jesús si no es de forma casual o distraída. Tampoco quienes se acercan a las comunidades cristianas pueden apreciar fácilmente la Palabra de
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Jesús. Su mensaje se pierde entre otras prácticas, costumbres y doctrinas. Es difícil captar su importancia decisiva. La fuerza liberadora de su Evangelio queda a veces bloqueada por lenguajes y comentarios ajenos a su espíritu. Sin embargo, también hoy lo único decisivo que puede ofrecer la Iglesia a la sociedad moderna es la Buena Noticia proclamada por Jesús y su proyecto humanizador del reino de Dios. No podemos seguir reteniendo la fuerza humanizadora de su Palabra. Hemos de hacer que corra limpia, viva y abundante por nuestras comunidades. Que llegue hasta los hogares, que la puedan conocer quienes buscan un sentido nuevo a sus vidas, que la puedan escuchar quienes viven sin esperanza. Hemos de aprender a leer juntos el Evangelio. Familiarizarnos con los relatos evangélicos. Ponernos en contacto directo e inmediato con la Buena Noticia de Jesús. En esto hemos de gastar las energías. De aquí empezará la renovación que necesita hoy la Iglesia. Cuando la institución eclesiástica va perdiendo el poder de atracción que ha tenido durante siglos, hemos de descubrir la atracción que tiene Jesús, el Hijo amado de Dios, para quienes buscan verdad y vida. Dentro de pocos años nos daremos cuenta de que todo nos está empujando a poner con más fidelidad su Buena Noticia en el centro del cristianismo.