AGENDA PARROQUIAL: 14 LUNES • 19 h: Misa 15 MARTES • 19 h: Misa • 20 h: Consejo Pastoral 16 MIÉRCOLES • 17 h: Cáritas • 17’30 h: Legíon de María • 19 h: Misa 17 JUEVES • 18 h: Exposición del Santísimo • 19 h: Misa • 20 h: Reunión con padres de 1ª Comunión 18 VIERNES • 19 h: Misa • 19:30 h: Curso de iniciación a la oración 19 SÁBADO • 19 h: Misa • 20 h: Pregón de Sta. Catalina (Darymelia) 20 DOMINGO Cristo Rey • 9’30 h: Misa • 12 h: Misa • 20 h: Misa
CARTA PASTORAL
Hoja Parroquial Parroquia de la La Inmaculada y San Pedro Pascual de Jaén
I. ALGUNOS ACENTOS PARA EL PLAN PASTORAL Un Plan pastoral inspirado en el de la CEE […]
REMA
En la era de la autenticidad: vida interior
Ciclo C
EN CAMINO HACIA EL SUEÑO MISIONERO DE LLEGAR A TODOS (EG 31) Introducción y comentario al Plan pastoral 2016-17
Hoy más que nunca es necesaria la santidad. El mundo en el que vivimos y al que a lo largo de este año vamos a contemplar con una mirada compasiva, está pidiendo de un modo especial nuestra autentici‐ dad. Hay quien llama a nuestra época la “era de la autenticidad”; y se dice, no sin razón, que sólo con nuestra vida cristiana coherente podremos mostrar la belleza del Evangelio. En efecto, la “salida misionera” no responde a ninguna “estrategia” ni a ningún sentimiento de superioridad, la salida misio‐ nera es el fruto de nuestra vida interior, de nuestra fe: “Creí, y por eso hablé” (2 Cor 4,13). “El mundo de hoy necesita personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios” (Benedicto XVI, discurso a los nue‐ vos evangelizadores). En realidad nuestro ser cristia‐ nos discípulos misioneros se decide en la relación personal con Dios. Sólo avanzaremos por el camino de la renovación espiritual y pastoral en la medida que vivamos de un modo consciente y testimonial en Cristo. Sólo el mirar juntos hacia Cristo y hacia el Evangelio puede dilatar nuestra mirada para que podamos vislumbrar el amplio horizonte de la evan‐ gelización y el futuro de la Iglesia en medio de este mundo en cambio que con tanta intensidad nos in‐ terpela a todos. “Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que iluminados en la mente y en el corazón por la Pala‐ bra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida ver‐ dadera, esa que no tiene fin” (Pf 15). En realidad el verdadero significado de salida “sa‐ lida” es un giro nuevo y radical hacia Jesucristo (cf. Por una Iglesia en salida con el Papa Francisco, George Augustin, Ed. Sal Terrae, p. 47). El testimo‐ nio de vida de los cristianos ocupa, por tanto, un lu‐ gar prioritario en la misión: sólo los cristianos evan‐ gelizados están habilitados para la transmisión de la fe a otros. Todo el que mira a las comunidades cris‐ tianas ha de descubrir en ellas el amor de Dios: en la alegría de vivir, en la esperanza, en la misericordia, en la ternura, en la fraternidad, en el compromiso, en el amor activo al prójimo, en la amistad, en la paciencia (cf. Ga 5,22-23).
Domingo 33 del Tiempo Ordinario
13 de noviembre de 2016
Dios y Padre nuestro. Eres el Dios del Amor, de la entrega, de la sencillez. Eres creador de humanidad y de bien. Eres el Dios de «andar por casa», de las «zapatillas». Pero nos cuesta aceptar y vivir esta sencillez tan tuya, porque a nosotros, lo que de verdad nos atrae, ¡y con qué fuerza!, son las grandezas, destacar, que nos aplaudan, que reconozcan nuestros logros, aunque sean bien pocos. Y, claro, cuando todos queremos destacar..., ya no valoramos la grandeza de los demás, ni le ayudamos en su limitación. Nos fijamos, como aquellos judíos del Templo, en los adornos, las apariencias y los títulos, en los logros solo humanos. Y «casi» nos molestan los que sufren, los que nos reclaman calor, cariño y alivio. Andamos por las ramas, cuando Tú, Señor, nos quieres pisando tierra, pisando la realidad, en el centro de la vida (para transformarla). Haznos sencillos, Señor. Sencillos y esperanzados, con ánimo y valentía, para hacer frente a la crítica, al desamor, a la duda..., que venga de nuestro deseo de querer seguirte solo a ti. A quién iremos, Señor, si solo tú tienes palabras de luz y de salvación.
Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual Carretera de Jabalcuz, 2 23002 - JAÉN 953 23 11 08 parroquiasanpedropascual@gmail.com www.facebook.com/inmaculadaysanpedropascual
C uando
el año litúrgico toca a su fin, somos convocados desde los textos bíblicos de este domingo, a una reflexión escatológica: “llega el día”. Este día no es un día de calendario, sino la hora de Dios, la hora del culto verdadero en espíritu y verdad. No son los cataclismos y desastres cósmicos del final los que deben hacer cambiar nuestra conducta para superar la tibieza espiritual. Siempre es momento oportuno para el cambio, pues siempre es el día propicio, el tiempo apto para honrar el nombre del Señor de los ejércitos y quemar la paja de nuestras infidelidades.
El día de la salvación
El Señor viene continuamente y es necesario descubrirle presente con actuación salvadora en la historia, por encima de las guerras que continuamente se desatan, los terremotos y hambre que acompañan la vida del hombre, las persecuciones que soporta el creyente. De ahí que no sea fácil vivir con esperanza y perseverar en la fe. Volviendo los ojos a Cristo, que venció al mal en la cruz, el cristiano supera el pánico de la soledad y de la incomprensión y descubre la Buena Noticia del Reino de Dios que se instaura en el mundo. Todos los días son pues, oferta gratuita de salvación.
nº 45
El anuncio de cruz, malestar y persecuciones es constante en el Evangelio. Durarán hasta el último día. El cristiano renuncia por Cristo a todo y a todos. Su testimonio, en consecuencia, podrá ser perseguido y odiado por un mundo al que pertenece y al que quiere salvar, como lo salvó Cristo. Su vigilancia y continua tensión deberán traducirse en el trabajo diario, que pueda servir de ejemplo y dar al mismo tiempo autenticidad a su testimonio. La tensión escatológica debe sacudir la indiferencia y somnolencia de una vida demasiado gris. Hay que vivir exigentemente y a Dios no se le contenta sólo con unas plegarias. Dios es el árbitro supremo de la historia. Por eso es estúpido recurrir a la astrología, a la parasicología y a las seudociencias para adivinar el futuro del hombre. Nuestro destino está en manos de Dios y en nuestra libertad. Los signos que Dios pone en la historia son sólo una provocación para nuestra conversión. Nuestro destino último y el del mundo es una empresa de felicidad o de tragedia eterna. Por eso es necesaria la perseverancia. “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Para que mejore tu relación con Dios Participa en el Curso de iniciación a la oración que tendrá lugar durante seis viernes seguidos, de 19:30h a 20:30h.