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DELFINA ACOSTA

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Literachismes

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Delfina Acosta
Fotografía extraída de Facebook.

Es una reconocida poeta y escritora paraguaya, galardonada con el premio Edward y Lily Tucker, del PEN Club estadounidense. Su poesía, inspirada por Pablo Neruda, abarca temas sociales con un compromiso hacia la justicia y la voz femenina. Algunas de sus obras destacadas incluyen "Versos esenciales" , "Todas las voces, mujer… " y "La canción que nunca cesa" . Acosta continúa explorando nuevos territorios creativos a través de su poesía musical y socialmente comprometida.

Como escritora polifacética, has incursionado en géneros que van desde la poesía hasta la literatura infantil. ¿Cuál es el desafío más gratificante al explorar estos diferentes territorios literarios, y cómo crees que cada género enriquece tu visión como escritora?

Desde siempre me ha gustado romper moldes, superar barreras; por esa razó he escrito y sigo escribiendo ensayos literarios, cuentos de diversos calibres, obras sin límites.

El desafío (gratificante a veces) consiste en no morir en el intento, buscar nuevos caminos; abrir la mente a lo oculto para muchos, pero abierto para los perseverantes, metódicos y temerarios. En breve tiempo, dos obras teatrales de mi autoría, serán publicadas en un libro; una será llevada al escenario. Esta experiencia me enriquece, me anima y me compromete a seguir trabajando con mayor rigor, si fuera necesario.

Tu obra "Versos esenciales" honra la memoria de Pablo Neruda. ¿Cómo ha influido Neruda en tu poesía y de qué manera su legado continúa resonando en la literatura contemporánea?

Pablo Neruda era y es un grande en la poesía universal. No hay manera de medirlo ni dimensionar su obra que aún sigue generando admiración en los poetas y seguidores, independientemente de su credo político.

Su influencia ha sido enorme; su poemario «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» me entró en la mente y los sentimientos con una fuerza insuperable. Sus obras alineadas a su fervorosa condición política, me llevaron a horizontes de lucha por un mundo más equitativo y libre de yugos. La obra nerudiana sigue resonando en la literatura contemporánea; a pesar del caos, la muerte, la guerra y el dolor, los jóvenes y no tan jóvenes hallan en Neruda un referente total de la poesía. Estoy convencida de que rompió todos los parámetros. «Versos esenciales» es un pequeño libro que me ha traído un premio en su momento y hasta hoy me causa muchas satisfacciones.

"La literatura tiene un gran poder transformador, pues los escritores somos quienes tomamos el pulso de los acontecimientos que sacuden a la sociedad."
Tu primer poemario "Todas las voces, mujer…" tiene un título muy evocador que sugiere una celebración de la voz femenina. ¿Podrías contarnos sobre la inspiración detrás de esa obra?

Es un libro donde celebro la emancipación de la mujer de aquí, de mi tierra, y de otras latitudes. Tuvo la fortuna de obtener el premio Amigos del Arte; es, en cierta forma, una obra referencial.

Lo escribí para reafirmar mi condición de mujer y creadora libre; libre de yugos impuestos por una sociedad que todavía desea instalar en el imaginario colectivo la idea de que las mujeres somos figuras domésticas, relegadas a las funciones hogareñas básicas y rudas. «La mujer es libre y debe tener su propia voz», fue el pensamiento dominante de mi mente en el momento de escribirlo.

¿Qué desafíos has enfrentado como mujer escritora en el contexto literario paraguayo? ¿Consideras que la situación ha mejorado para las mujeres en la literatura en los últimos años?

No sufrí discriminaciones ni exclusiones en el contexto literario paraguayo. Creo que el mayor desafío del creador es consigo mismo, con su conciencia, con su interpretación de la realidad y el entorno.

Josefina Plá mostró con su liderazgo (yo la considero precursora), que el miedo es una imposibilidad limitante.

La literatura es de todos, pero no se ofrece, no viene a nuestro encuentro por la simple gracia de la inspiración; hay que buscarla, convertirla en práctica diaria, en disciplina, en estilo de vida.

La situación ha mejorado para las mujeres, si hacemos una comparación de épocas. Hoy son muchas las escritoras que publican libros y ganan espacios literarios importantes.

«La mujer es libre y debe tener su propia voz»,fue el pensamiento dominante de mi mente en el momento de escribirlo”
Has recibido numerosos premios y distinciones a lo largo de tu carrera, incluido el premio Edward y Lily Tucker del PEN Club de los Estados Unidos. ¿Cómo te ha impactado personalmente este reconocimiento internacional y cómo crees que ha elevado el perfil de la literatura paraguaya en el ámbito mundial?

Me motivó el premio otorgado por el PEN Club de los Estados Unidos, por su nivel y trascendencia. Un premio no solo es dinero, es la justificación y el reconocimiento a la trayectoria, el esfuerzo y la obra. En cuanto a la literatura paraguaya en el ámbito mundial, su perfil es atractivo; genera curiosidad y hasta admiración en el caso de las novelas de Augusto Roa Bastos. Pero llegó ya el tiempo de hacer nuestro propio camino. ¿Lo haremos?

¿Qué barreras debemos vencer? ¿Cuándo contaremos con apoyo estatal para que nuestra producción literaria llegue a librerías de afuera y capte el interés de grandes sellos editoriales?

Tu compromiso social como escritora se refleja en gran parte de tus obras. ¿De qué manera consideras que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social y cuáles son los desafíos que enfrentas al tratar de transmitir mensajes sociales a través de tus escritos?

Siempre pienso que la literatura es libre. Pero entiendo que la literatura que se queda flotando en la burbuja de las nubes, las aves, las florcitas, se momifica. Pasa inadvertida. La literatura tiene un gran poder transformador, pues los escritores somos quienes tomamos el pulso de los acontecimientos que sacuden a la sociedad. Mi literatura se mueve, renueva su piel, se hace pueblo, busca caminar al lado de los hombres y las mujeres. En el fondo, ella y yo somos el resultado de lo que hacemos por los otros, los desposeídos. Literatura es conciencia, en definitiva.

En tu último poemario "La canción que nunca cesa" se aprecia una diversidad temática y el valor estético de tu obra. ¿Qué inspiró la creación de esta colección de ochenta y dos poemas y cómo se diferencia de tus trabajos anteriores en términos de estilo y contenido?

En «La canción que nuca cesa» hay un abanico de ochenta y dos poemas. Creo que nombré a todos: las prostitutas, los miserables, los rebeldes de las causas sociales, los amantes.

También los libres, los soñadores impenitentes que buscan, como yo, una patria justa y equitativa. Quise que fuera una obra total, sin importarme la belleza; finalmente la belleza es un concepto manejado por parámetros caprichosos. Trabajé mucho en su elaboración; creo que su contenido es más profundo, sobre todo en términos de contenido y compromiso, que los trabajos anteriores.

En "La calle de la poesía", una de las obras de tu último poemario, invitas a los lectores a alejarse del bullicio del mundo y sumergirse en el universo de la poesía. ¿Cómo describirías el papel que desempeña la poesía en la sociedad contemporánea y de qué manera crees que influye en nuestra percepción y afrontamiento de los desafíos diarios?

La «calle de la poesía» es, si se me permite una exageración, la posibilidad de imaginar otro espacio poético y observar el paso del cometa Halley. Hacer poesía es un acto de libertad y amor donde la palabra se reparte entre todos los lectores. En la sociedad contemporánea, ella es la voz profética (no olvidar al salmista David ni desmerecer las bellas profecías bíblicas), la que dará nuevas luces y palabras a los seres humanos. La poesía tiene la capacidad de penetrar en la mente del lector, cambiando drásticamente su concepción del mundo, las cosas y hasta la religión. Es un puente que se tiende hasta el infinito.

"Hacer poesía es un acto de libertad y amor donde la palabra se reparte entre todos los lectores."
Después de explorar el vasto universo de tu poesía en "La canción que nunca cesa", donde cada poesía forma una sinfonía única que resuena en el corazón del lector, me queda una pregunta final: ¿Qué nuevos proyectos vislumbras en tu continuo camino literario, lleno de melodía y creatividad?

Dentro de un mes, tal vez más, pienso escribir otro poemario, siguiendo la estructura del verso endecasilábico, con algunos versos libres. Me gusta mucho la musicalidad y el ritmo en la poesía; llevo escritas innumerables líneas endecasílabas, sin desdeñar la construcción octosílaba.

Por otro lado, he fantaseado en torno a un posible tema, que comento como primicia para «Parnasus»; Tierraverde, el país de la poesía, la libertad y la infinitud. Crearé, de ese modo, un país con dimensión geográfica y humana, en mi próxima obra (espero que sea así, necesito soñar así). Proyectos inmediatos: publicar dos libros de cuentos; precisamente estoy pasándolos por unas necesarias correcciones.

"Crearé,de ese modo,un país con dimensión geográfica y humana, enmipróximaobra(espero que sea así,necesito soñar así)."

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