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Ed Kambas

Nos lleva en un viaje escalofriante con su antología, "3:00 AM". El autor nos habla sobre su inspiración en los misterios inquietantes que lo cautivan y lo impulsan a sumergirse en lo inexplicable.

¿Cómo surgió la idea para este libro de cuentos de terror?

¿Hubo alguna inspiración o evento en particular que te motivó a escribir estas historias?

El interés por las historias de terror y de suspenso lo traigo desde muy temprano. Siempre me han obsesionado los casos que inquietan, esos que te obligan a dejar lo que estás haciendo para prestar atención a eso que no podés ignorar.

En cuanto a la inspiración, cada historia nació a partir de un suceso distinto. Normalmente, una pregunta. ¿Qué pasaría si el tereré tuviera algo raro y por eso gustara tanto a la gente? ¿Y si eso que tanto querés te fuera arrebatado por algo que escapa a tu control? ¿Y si a esta persona se le hubiera brindado amor, comprensión, habría hecho todo lo que hizo? ¿Se le podría haber salvado? ¿Un ojo en el vientre, cómo, por qué? Preguntas que me empujaron a bajar varios escalones al sótano y descubrir las respuestas.

¿Por qué elegiste ese horario en particular como título de tu antología? ¿Crees que la hora influyó de alguna manera en el tono de los relatos?

Normalmente, se me da mejor escribir a la noche. La oscuridad, de por sí, genera la clase de ambiente en el que las voces de mi interior, esas que son testigos de lo que sucede en el sótano, se dejan oír. Para el caso de 3:00 A.M., en los meses que escribí el conjunto de cuentos que integra la antología, eran tiempos en los que dormía poco y normalmente alcanzaba esa hora o, al contrario, me despertaba cerca de las tres y ya no podía dormir.

Eran meses en que las ideas se manifestaban como esa sensación invasiva de que dejaste la plancha conectada y que, debés regresar a casa a desenchufarla, porque de lo contrario se podría producir un incendio. Así de demandantes eran estas ideas que, me levantaba, me sentaba frente a la computadora, con todas las luces apagadas y dejaba que las voces, esas que se dejan oír a las 3:00 am, contasen lo que tuvieran que contar.

¿Podrías contarnos un poco sobre el proceso creativo detrás de tus cuentos? ¿Cuánto tiempo te llevó escribirlos?

Normalmente, las ideas salen mejor con un buen ambiente. Una música de fondo, a veces a un café intenso, a veces una cerveza, a veces el silencio. A veces poca luz, otras, oscuridad. Y unas cortas pausas para jugar con mis mascotas o charlar al paso con mi esposa. Eso, sí, me parece que soy más creativo en invierno. En cuanto a los tiempos, bueno, creo que suelo ser un poco lento. Es que primero escribo así como viene la historia, como una de esas clases de dictado que teníamos en la escuela, a las apuradas y con mala letra. Luego la dejo reposar para darle dos o tres leídas más. Los cuentos de “3:00 A.M.” me llevaron un tiempo aproximado de siete meses terminarlos.

¿Qué autores o subgéneros del terror te han influenciado?

En cuanto al terror y sus subgéneros: Edgar Allan Poe, Stephen King, Lovecraft, Mary Shelley, Clive Barker, Horacio Quiroga, Mariana Enríquez, Patricio Sturlese, Alfred Hitchcock, Bram Stoker y, por supuesto, el que me hizo estar seguro que quería escribir mi propia historia de terror, William Peter Blatty. Pero también amo el thriller, el género predominante cuando se trata de escribir una novela. Para esto, me he nutrido de las investigaciones de Vicente Garrido. Y pienso que sería injusto dejar de lado a otros autores que, si bien no son del género en cuestión, pero me han influenciado bastante a la hora de escribir, como lo son Hermann Hesse, Albert Camus y Bukowski.

¿Qué te impulso a publicar estos cuentos en formato de antología?

Que todos tuvieron su génesis a las tres de la madrugada.

¿Es este tu primer libro publicado por la nueva editorial Gea Servicios Editoriales? ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con la editorial?

Sí, es la primera vez y ojalá no sea la última. Me gusta bastante trabajar con todo el equipo de Gea Editorial. Son muy profesionales y organizados. Además, existe una comunicación constante para cada actividad del proyecto, desde el diseño de portada, ilustraciones, aspectos propios del proceso de edición y el seguimiento del avance. Hay un claro interés de todas las partes por sumar al proyecto. Nadie se enfrasca en una manera de hacer las cosas. Al contrario, existe mucha receptividad y frescura de ideas.

¿Qué pensás del innovador modelo de preventa y suscripción que está usando la editorial para promocionar tu libro?

Me parece una opción cómoda y genial que permite al lector adquirir el libro en cuotas anticipadas y de acceder a un contenido extra que tendrán los que se han suscripto.

En general, ¿cuál es tu opinión sobre el panorama actual del mercado editorial en el género que escribís y en el país?

Creo que cada vez hay más lectores ansiosos de leer historias de terror, así como de ciencia ficción, fantasía y erotismo. De nuestra cultura aún hay mucho por explorar, por más que a nosotros nos resulten obvias.

De hecho, ahí está el milagro, en descubrir la novedad en lo vulgar. Hay una nueva generación que busca historias frescas, y creo que las editoriales están conscientes de esto. Pero también hay que ser realistas y recordar que aún hay mucho camino por recorrer. El poco apoyo a la literatura nacional, no es noticia nueva. Además, el terror, el thriller, quizás sean géneros a los que aún se les mira de reojo y con cierto recelo. «¿Será bueno el terror, el thriller que se hace en Paraguay?», a lo mejor se pregunte alguien que agarra un libro nacional, en algún rincón polvoriento de alguna librería. Y es quizás probable que lo deje y elija a Clive Barker.

Más allá de 3 AM, ¿tenés planes de escribir más cuentos o novelas de terror en el futuro?

De momento sí. En el sótano, hay varias historias de terror saltando como maíz de pororó en una olla a fuego lento. Hacen ruido. Gritan. Exigen tener su propia antología. En cuanto a las novelas, tengo dos que están completamente finalizadas, a las cuales ya les di el voltaje necesario para que abran los ojos. Ojalá pronto pueda publicarlas. Y, ya que estamos… ¿Puedo contarles un secreto? Pero no se lo vayan a decir nadie todavía, ¿estamos de acuerdo? Durante las noches ando bajando a menudo al sótano a conversar con el detective Serrano (El Huésped). Al parecer tiene otro caso que resolver…

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