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«Somos los productores independientes que damos vida al teatro»
La fiesta del Chivo es un montaje que debería llevarse con ayuda estatal por todo el país, pero no hay un lugar idóneo en cada provincia para poder presentarla.
Cómo recuerdas la experiencia de la primera obra que presentaste en el país, como productora.
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La primera fue Nuestras mujeres, una obra francesa del dramaturgo Eric Assous, protagonizada por tres hombres. Una obra muy interesante y con un libreto muy entretenido. Vi el cartel de esa obra en el metro de Barcelona, y me interesó. Contacté con la asociación de autores en París y les dije que me enviaran el libreto en castellano. Lo leí y me fascinó.
¿Cómo percibes la salud del circuito teatral dominicano?
Cada fin de semana hay actividades teatrales y eso es bueno. Es trabajo para productores, actores, personal técnico y eso es precisamente lo que necesitamos. El asunto es que el esfuerzo es muy grande en cada proyecto para el poco tiempo de duración de la obra en una sala pública como la Ravelo. Solo hay esa sala de ese tamaño y dimensiones. Conseguir fechas es complicado pero posible y solo tienes uno, o dos fines de semana. Lo más interesante es que siento que cada vez hay más público teatral. Además, ya está en el Congreso el proyecto de ley de teatro que debería ser aprobada sin dilaciones como sucede con el cine. Con la Ley de Mecenazgo hay cierta esperanza para recaudar apoyos pero no es la gran cosa.
Vives en España, ¿qué hacen allá los productores que pudiera aplicarse con éxito en RD?
Cuentan con tiempo suficiente para la exhibición de sus obras y con cierta subvención de los gobiernos locales.
Principal aspiración artística?
En teatro: poder realizar dos producciones por año. Eso sería interesante pero ya un solo proyecto me cuesta mucho esfuerzo.
¿Qué estás leyendo?
Dunia de Windt aspira a poder presentar dos producciones al año en los teatros dominicanos.
con la agencia literaria de don Mario Vargas Llosa y con el guionista que adaptó el guion y todo muy fluido.
¿Ya puedes vivir de la producción en el teatro? No, aún no.
¿Costosos los derechos de La fiesta del Chivo?
No, no fueron tan costosos.
¿Qué buscas en una obra para traerla a Dominicana?
Primero que el texto me guste a mí, porque tratar de conseguir apoyo económico para realizar un proyecto que no te gusta, por el simple hecho de hacerlo es muy desgastante para mí. Siempre buscar apoyo, vender un proyecto en el que tú crees se convierte en una tarea ardua. Debe ser un guion o libreto que narre los temas que me interesa que el público vea: las miserias y bondades de los seres humanos.
¿Cómo sobrevive una productora de teatro?
Pues es bastante cuesta arriba en un país que no importa el gobierno que esté en el poder se olvidó de la cultura en muchos as- pectos. Un Ministerio de Cultura que en lo que a mí respecta no apoya los proyectos de los productores independientes que son quienes les damos vida a la salas públicas del Estado. Y las empresas privadas, salvo contadas excepciones, apoyan muy poco.
Con el peso del autor de la obra, del personaje y el contexto histórico, ¿no valía la pena arriesgarse con la sala principal del Teatro Nacional?
No, porque es bastante costoso el pago por funciones en la sala principal del Teatro Nacional, aún no puedo darme ese lujo.
Ahora mismo estoy casi finalizando El país de los otros de la autora francesa Leila Slimani, premio Goncourt en el año 2016.
¿El cine o el teatro?
Ambos, me fascinan ambos desde pequeña.
¿Periodista o productora artística?
Ambas. Comencé el teatro en los años 90, con talleres y con trabajo como actriz a la misma par de mi carrera como periodista en los medios.
¿España o Dominicana?
Ambos lugares. Estar allí me ha permitido ver el teatro de calidad que me gusta y que siempre quise realizar.