Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Quinto Semestre Licenciatura Educación Preescolar Historia de la Literatura Infantil y Juvenil Carolina Olguín Vargas 10 de octubre de 2020
La literatura infantil tiene hoy en día el mismo estatus que la adulta. Los niños son una audiencia lectora reconocida por la industria, que representa una parte sustancial de los ingresos que genera el mundo editorial. La literatura dirigida a niños es un fenómeno bastante reciente. Antes del siglo XVI no había libros para niños. Los niños aprendieron a leer con textos religiosos o con libros para adultos. No había diferencias entre escribir un libro para niños o un libro para adultos. Los primeros libros que podríamos considerar dirigidos a un público infantil fueron, además de los religiosos, las colecciones de cuentos tradicionales y cuentos de hadas, recogidos de la tradición oral, aunque también estaba pensado para que lo leyeran las personas de la tercera edad. la primera vez que un escritor se planteó hacer un libro dirigido a niños nunca tuvo en mente la idea de entretener sino de instruir y educar. El mundo en imágenes, puede considerarse como el primer libro ilustrado para niños ‒eso sí, recordemos que con intención educativa‒. Orbis Pictus está dividido en capítulos, cada uno con ilustraciones sobre diferentes temas como la religión, la botánica o la zoología. El primer libro que carece de intención didáctica y cuyo objetivo es el puro entretenimiento es A Little Pretty Pocket-Book, escrito en 1744 por John Newbery. Llama la atención el hecho de que si lo comparamos con libros más actuales podría pasar bastante desapercibido: se trata de un pequeño libro de bolsillo, lleno de colorido, que contenía rimas sencillas con ilustraciones infantiles, cada una de ellas dedicada a una letra del alfabeto. Las innovaciones de Newbery fueron tan importantes en el nacimiento del género que, de hecho, se lo conoce como el padre de la literatura infantil. A mediados del siglo XIX, concretamente en 1865, apareció una de las novelas infantiles más importantes de la historia de la literatura: Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. La obra, considerada una obra maestra maestra casi desde su aparición, utilizaba elementos anteriores ‒ como la niña perdida o los animales mágicos‒ pero los presentó de una manera insólita, llena de imaginación y extravagancia, jugando además con otros componentes como las matemáticas, la lógica o el lenguaje. Baste